Emm... Bueno, si se preguntan el por qué del título, les digo que es lo que todos estamos sintiendo.
2- Oh... Esto será un poema

14 Ya no Entendemos Nada.
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Remus estaba algo sonrojado. Nunca nadie le había regañado delante de Potter y los demás... El chico se metió la mano al bolsillo y sacó unos anteojos...

- Ok. No te voy a decir nada más -. Replicó en tono doctoral. Entonces apareció Molly. Le explicaron qué había sucedido y la mujer no podía ya disimular su nerviosismo. Rápidamente Lupin fue subido al segundo piso, para que pudiera descansar.

- Bill. ¿Ya lo sabe el Profesor Dumbledore? -. Harry volteó la cara. El sólo nombre ya lo molestaba.

- Sí. Dijo que enviaría de inmediato al Profesor Snape para que lo revisara... -.

- ¿Snape?- Inquirió con interés el muchacho. - Me parece algo muy propicio... -.

- A propósito... No nos han presentado -. Dijo Hermione. El chico le miró.

- Es verdad!... Mi nombre es Raphael Lupin... Sí, soy pariente de Remus, más precisamente su sobrino... -.

- Es un placer tener a otro Lupin en esta casa -. Dijo cariñosamente Molly - ¿Quieres comer algo?... -.

- Si no le molesta... En realidad estoy hambriento -. Dijo el chico amablemente. Ron miró molesto a Hermione, porque ella parecía bastante encantada con el muchacho. ?N/A: Debo decir que no pudiste entrar de mejor manera a esta historia, querido... Ya llevas muerta a la Granger ???.

- Es un chico bastante reservado... -. Dijo Charlie. - Sólo se limitó a decirle a Remus que era un inconsciente por no llevar alguna protección, y él le explicó que ni muerto llevaba algo de plata, por más que fuesen balas... ¿Y Agatha? -.

- Le enviaron una nota y tuvo que salir deprisa -. Replicó Harry. Entonces llegó Snape.

- Supe que... habían atacado a Lupin... -. Dijo con su voz socarrona... Algo con los vampiros... ¡Qué pena que no se lo comieron! -. Y rápidamente subió las escaleras, sin darles tiempo a los demás para reaccionar.

Crac!

- Holas! -. Era Agatha. Ahora tenía el cabello de color rojo y no llevaba el mismo atuendo con el cual había salido. Estaba vestida con ropa Muggle muy cara, pantalones apretados de cuero negro, una chaqueta corta y una bufanda con los colores de Slytherin. El contraste con su cabello no podía ser más peculiar.

- ¿Y cómo te fue? -.

- Sí... Bien. Bueno... Bien -. Y miró a su alrededor... Había un bolso sobre uno de los sillones.

- ¿Llegó alguien aparte de ustedes dos? -.

- Sí. Remus, pero está arriba con Snape -. Replicó Bill.

- Ya veo... Dumbledore me contó que había sido atacado por algunos vampiros... Que se había metido en un nido sin darse cuenta o algo así -. Charlie miró a los tres seres humanos que sobraban en la conversación. Bill y Vane comprendieron que no deberían estar hablando de eso.

- Bueno... Yo Quiero fumar, así que me voy a dar una vuelta antes de la cena... Les recomiendo que sigan con sus deberes... Aquí hay uno que debe estudiar un poco más que el resto -. La indirecta era para Ron. Granger carraspeó ligeramente.

- Te acompaño -. Dijo Charlie. - Caín me ha enviado una lechuza y quiero que leas lo que dice el pergamino -.

- Okis -. Replicó ella y de inmediato se regresaron a la fría y húmeda calle. Raphael comió con tranquilidad y lentitud. Era en realidad un chico bastante parco y Molly no le sacó más de tres monosílabos. Definitivamente su familia era un tema prohibido en sus pláticas. Luego de la comida, el sobrino de Remus se acercó a Harry y sin prestarle demasiada atención a su cicatriz le inquirió por los deberes de vacaciones.

- Entraré a Hogwarts apenas terminen las festividades -. Granger le miró con atención.

- ¿ Tienes en mente alguna casa en especial? -. Preguntó la muchacha. Ron dejó escapar otro resoplido como el de la mañana.

- En realidad... No. Lo más seguro es que ingrese a Ravenclaw o a Gryffindor, como mi tío -. Contestó escuetamente, y Abriendo su bolso sacó un libro sobre la Inquisición y se puso en un rincón a observar qué podía servirle para llegar con los deberes completos. Hermione le miró detenidamente entonces. Sus rasgos eran muy similares a los de su tío Remus, sin embargo su piel era un poco más obscura. Tenía el cabello castaño claro, lo que resaltaba más sus ojos pardos y penetrantes; era un poco más alto y delgado que su tío y Granger supuso que lo callado venía en los genes... A todas luces era más reservado que el mismo Remus j. Lupin. Raphael consultaba el libro sin que un solo movimiento en su rostro delatara sus emociones. Los anteojos le quedaban maravillosamente (Y Hermione babosa...) y su concentración parecía absoluta.

Snape se marchó un cuarto para las cinco (furioso, si hasta echaba chispas por los ojos) y Remus bajó las escaleras a eso de las siete. Todos los chicos se habían puesto a hacer la tarea de DAO y Hermione discutía con Ron sobre el plan de defensa.

- Mira, es obvio que la propuesta de Vane al regresar de vacaciones es hacernos pelear con ella y así revisar nuestro plan... Debes tener en cuenta que ella es Auror y que las veces que se ha enfrentado a ti, siempre sales perdiendo con el hechizo de las cosquillas... -.

- Lo sé, pero... ¿Nunca has sentido que no lucha sola?. Es decir... Los hechizos salen de todas partes... -.

- Yo también tengo la misma sensación... -. Terció Harry. Raphael escuchaba con atención. ¿Quién sería esa mujer de la que tanto hablaban?. - Es como si en vez de enfrentarme a un solo oponente, dos personas me lanzaran hechizos sin pensar claramente en una estrategia... -.

- El hecho de que parezcan lanzados al azar es una muy buena maniobra para hacer que la otra persona se confíe -. Concluyó Hermione.

- Al parecer la profesora es un quebradero de cabeza -. Comentó Remus, bajando las escaleras. Llevaba su chaqueta café, en la cual aún estaba cosida aquella banda de tela negra, y ahora que se había soltado el cabello todos pudieron notar que estaba tres dedos bajo los hombros. El profesor se veía mucho mejor. Sus colores regresaban y caminaba casi sin dificultad. Entonces Remus lo notó. Un gran trozo de madera donde antes había estado el cuadro de la madre de Sirius... -¿Qué pasó con el cuadro? -.

- La profesora de DAO llegó esta mañana con una mezcla de cemento y unas placas de madera... Estuvo martillando hasta el mediodía y sepultó el cuadro de la madre de Sirius... -. Replicó Potter sin levantar la vista de su tarea. Remus fijó sus ojitos de miel en él y de pronto estos se abrieron, dejando paso a una genuina expresión de sorpresa... - Agatha dijo que si le cruzabas dos maderos tendrías un libero -. Lupin no escuchó lo último... Raphael notó que los ojos de su tío estaban fijos en Harry... No, no era Harry, era algo en Harry...

- ¿Qué sucede, Remus? -. Inquirió Lupin?N/A: Debo confesarles que aún es raro para mí tener a otro Lupin en el ambiente...? mientras el observado parecía notar que era el centro de la atención recién en ese momento. Hermione y Ron estaban callados y algo confusos.

- ¿Quién te regaló aquella pluma? -. Inquirió el profesor, observando con un poco de inquietud aquello que el muchacho llevaba en la mano... ¡Imposible! se decía; intentaba convencerse de que jamás habría de volver a ver una pluma de esas...

- ¿AH?... La pluma... Verás, es una historia bastante peculiar... -. Y en pocas palabras les explicó a todos que su tía se la había regalado... Pero para espanto de los chicos y desconcierto de su sobrino, Remus se puso muy pálido... Cada vez se notaba más perdido. Con pasos un poco vacilantes, debido al esfuerzo que aún le significaba seguir en pie y el aturdimiento de mil ideas que pasaban por su cabeza, el profesor le pidió la pluma a Harry y comenzó a contemplarla detenidamente. -Es una pluma de cisne con estilete de plata -. Añadió Potter al notar que su amigo seguía mirando con desconfianza el objeto.

- Esa pluma no es un obsequio de tu tía -. Declaró finalmente Lupin.

- ¿Cómo?... ¡Yo mismo le vi cuando la dejó en mi mesita! -. Protestó el muchacho ante lo que le pareció un disparate.

- Harry... ¿Tu tía Petunia? ¿Comprándote una pluma? ¿Puedes imaginártelo? -. Le cuestionó. - ¿No, verdad? -. El licántropo se puso aún más blanco... - Ron, ¿podrías alcanzarme una lupa, por favor? -. Algo asustado y bastante consternado, Weasley se tardó unos minutos en llegar con lo que le habían pedido.

- ¿Qué es lo que está pasado? -. Preguntó Potter,y notando cómo una sensación de pánico le invadía rápidamente, se mareó un poco.

- Esta pluma no es de cisne... Es de las alas de un pegaso y el estilete no es de plata como crees... Es de sangre de Unicornio forjada -. A Potter le parecía una cosa realmente macabra... No podía entender hacia dónde quería llegar Lupin. Los demás sólo se limitaban a escuchar. La cara de su ex-profesor los tenía bastante atemorizados... Y entonces lo halló. Sobre la punta del estilete, donde la pluma nacía y se dispersaba en perfectamente alineados filamentos. escrito con plata, demasiado pequeño para ser advertido a simple vista...

'HARRY POTTER...'

El nombre del propietario. Con esa caligrafía cuidada y tan inconfundible que era su propia forma de escribir...

'REMUS J. LUPIN...'

- ¿Por qué dices que esa pluma no pudo regalármela mi tía?-.

- Porque estas plumas son muy raras y escasas... Para conseguirlas debes ir a Grecia y desembolsar una fuerte suma de dinero. Las plumas de pegaso poseen propiedades muy poderosas. Son capaces de abrir casi cualquier tipo de sello mágico y no dejar huellas... -.

- ¿Y usted cómo sabe tanto sobre eso? -. Quiso saber Ron.

- Hace muchos años, una chica de Slytherin me regaló una de estas... Por desgracia yo la perdí y traté de conseguir otra... Pero fue imposible; no estaban a mi alcance... -.

- ¡¿Estás diciendo que perdiste la pluma Remus?!. No puede ser, me costó mucho trabajo adquirirla -. Lupin se dio vuelta. Agatha ahora llevaba el cabello castaño oscuro y hasta el pecho... Remus no podía entenderlo... Intentaba serenarse, pero le era muy difícil... La chica había cambiado demasiado, pero su manera de mirar era inconfundible... -.

- Debo entender que ya se conocían... -. Dejó escapar Ron. Hermione puso los ojos blancos y Raphael sólo murmuró "Interesante..."

Vane avanzó hasta Lupin y lo tomó por un brazo.

- Te lo dije Harry... Que el viejo Remus no se iba a acordar de mí -. Lupin estaba pálido y había perdido por completo la compostura... No podía ser, ella debería estar tres metros bajo tierra... - Querido... ¿Por qué no subimos las escaleras y tomas un descanso?. Hay mucho qué hacer esta noche -. Y sin permitir la reacción de su colega, la mujer casi lo arrastró escaleras arriba...

Un hechizo de impasibilidad y por fin podrían hablar. Lupin estaba sentado en la cama y Vane se paseaba de un lado a otro, intentando dar con la manera más adecuada de explicarlo todo.

- ¿No te molesta si fumo aquí? -. Como Remus no respondió, ella lo tomó como un no y abriendo la ventana se encendió un cigarrillo.

- Se supone que tú estabas muerta... -. Murmuró el licántropo después de un largo silencio.

- Se suponía que Voldemort estaba muerto ¿NO? -. Dijo ella al no poder dar con una respuesta mejor. - Lo sé, Lucius acabó conmigo, pero no creas que los Death Eaters mentían... Lucius logró matarme... Tú nos espiabas, tú lo viste, pero no te quedaste -.

- ¿Entonces...? -. Para Lupin era increíble tener frente a él a Agatha Vane... Una persona acusada de envenenar a tanta gente, culpable de la muerte de su familia completa, los Larson y del la Auror Sybile Vane... - Tu deberíais estar en Azkabán... Has cambiado tanto -. La impresión era tan fuerte que Remus no podía ni hilar las palabras...

- ¿En verdad he cambiado tanto?... Yo no lo creo -. Dijo ella pensativamente. La conversación parecía no tener sentido. - Sirius fue incapaz de reconocerme hasta que comencé a refrescarle la memoria... No podía entender que estuviera viva. Me habían torturado enfrente de ustedes hasta la muerte... Pero noto que fue incapaz de contártelo... Creí que lo había hecho... Pensé que no te llevarías esta sorpresa -. Una suave llovizna comenzó a caer... Era lo único que destrozaba la paz del momento.

- Es que de verdad no pareces tú... Te cambiaste el nombre, ahora eres morena, tus rasgos son más afilados, más Malfoy... Y tus ojos... -.

- Sí... Mis ojos... -. Dijo ella acercándose a Remus. De improviso la mujer toma una de las manos del lupino y la pone sobre sus mejillas. - Tócame... Soy de carne y hueso Remus, como tú... -. Durante mucho tiempo Agatha había echado de menos esas caricias, la mano de Remus cerca de su cara secándole las lágrimas... A la fuerza Vane se había metido en la vida de ese hombre y lo volvía a hacer ahora, regresando de la muerte.

- Aún no puedo entenderlo... -.

- No se trataba de un Show, si a eso te refieres -. Replicó ella con gravedad. - Lucius también cree que me borró del mapa... Bueno si tío Voldi no le dijo ya que sobreviví... Más bien dicho, reviví... -.

- Pero no hay manera de revertir la muerte... -.

- No es así... Sólo alguien con un talento sobrenatural puede hallar el camino de regreso a algo tan irreversible. Por algún motivo me arrastraron y mi vida se fue mientras tanto... Vi muchas cosas, y entendí varias más... -. Agatha no parecía la misma de siempre. Su tono era muy serio y su voz se parecía cada vez más a la de un hombre... - Las mismas manos que calman tus bestias internas cada luna llena - Vane apoyó una de sus manos sobre el pecho de Remus. - Esas mismas manos que curaron hoy de tus heridas, determinaron que yo debería seguir en esta tierra por alguna razón que sólo él sabe... Es confuso tal vez, pero Severus me revivió y luego me dejó... Limpió mi cuerpo y después dijo que el destino determinaría si su esfuerzo daría o no algún fruto... Desde entonces he vagado de un lado para otro, he hecho muchas cosas y regresé -. Sonrió - Las pociones transformaron mis rasgos, tal vez había sangre de Lucius mezclada entre las cosas que me dieron de beber, no lo sé... Yo estoy muerta pero sigo aquí... -. Concluyó.

- Es bastante complicado... No puedo creer que Snape te reviviera... -.

- Yo no puedo entender sus razones... Black te tenía muy influenciado, Moony. Snivellius en el fondo es un ser humano, por muy sarcástico, antipático, pedante, engreído y traidor que sea... Él tiene bien claro lo que debe hacer y eso es suficiente para que cualquier ser humano sea digno de ser apreciado -. Vane ya había recuperado su ánimo normal y estaba bromeando. Se alejó de Lupin y volvió a caminar por el cuarto, mientras se encendía otro cigarro... -.

- Eso te va a matar... -. Dijo Remus sin pensárselo.

- Si Un Malfoy no pudo matarme, menos lo va a hacer una cajetilla de cigarros, darling... A propósito ¿Conoces a ese chico que estaba con Potter y los demás, allá abajo? -. Remus puso cara de "¿No te diste cuenta?"

- Se llama Raphael y es mi sobrino -.

- ¿Tienes familia? -

- No es gracioso Señorita Larson... -. Le regañó.

- Me llamo Agatha Vane, gracias por recordarlo -. Apuntó la mujer. - Los Larson murieron hace muchos años... Ellos eran Muggles ¿Lo recuerdas? Yo soy una hechicera -.

- Te voy a pedir que te comportes con mi sobrino... A partir de ahora será uno de tus alumnos -.

- Yo siempre me comporto... Así que tengo a un Lupin en mi clase... Eso sí que va a ser raro... El descendiente de Black y los Marauders habrían regresado... Snape no podrá soportarlo -. Remus sonrió maliciosamente.

- Pues no sabes cuánto lo siento por él... El Profesor Snape ya está al tanto... -.

- UUUUUUUHHHHHHHH! Cuando regrese va a ser todo un poema -.

A las ocho y treinta comenzaron a llegar muchas personas y todas tenían la misma reacción ante dos situaciones; el cuadro de la señora Black y Raphael Lupin. Por el primero eran caras de satisfacción o de risa. Sólo McGonagall se molestó y ni tanto, porque la verdad ese cuadro les hacía la vida bastante miserable a los que debían pasar allí la noche. Por Raphael las caras que ponían todos eran las mismas que puso Agatha. Remus nunca había hablado de su vida y Vane dudaba que los Merodeadores llegasen a saber más que el resto del populacho. Remus fue a la cocina y Agatha subía las escaleras para ver a Harry, que se había encerrado.

- ¿Me permites entrar? -.

- ¡No quiero ver a nadie! -. Gritó Potter a través de la puerta cerrada. Cuando se enteró de que habría reunión de la O.F. tuvo una discusión con Remus porque quería estar allí. Lupin le explicó calmadamente que no era posible y que Molly lo estaría vigilando para evitar que él o sus amigos se entrometieran donde tenían prohibido meterse. Raphael mientras tanto le preguntaba a Hermione por algunas cosas que no entendía mucho en Encantamientos y Ron... Bueno, Ron estaba furioso. Parecía ser la única persona que no estaba alegre de saber un poco más sobre la familia de Remus.

- Harry, te conviene... Quiero darte un presente de Navidad adelantado... -. Las cerraduras sonaron y el muchacho abrió la puerta. Había huellas de lágrimas frescas en sus ojos y una de ellas resbalaba por su mejilla. Agatha le quitó esa gotita y luego le dio un fuerte empellón y cerró la puerta con suavidad. Llevaba el cabello de color azul oscuro y estaba abrigada por una túnica que llevaba abrochada con una preciosa fíbula con el diseño de una serpiente dorada.

- No digas nada - Y sacando algo de su bolsillo se lo mostró a Harry, que ya se había sentado en la cama en que dormía. Al abrir la palma de su mano, el muchacho pudo contemplar un tapón de oídos.

- ¿Qué significa? -.

- SHHHHH! -. La profesora acercó la boca al oído de Harry.- ¿No captas que las paredes y los cuadros tienen oídos? -. Ambos miraron el retrato de Phineas Niggelus, pero estaba tan en blanco como siempre. - Esta es una "muela". La usan los Muggles para sus programas de televisión. Por éste escucharás la reunión de la O.F. -.

- ¿Qué? -.

- Ponte esto en uno de los oídos y no hagas comentario alguno cuando Molly y los demás suban. Te recomiendo que te hagas el dormido; así todos te dejarán en paz. Los gemelos hicieron esto para mí y recién ahora me lo han entregado -. La chica besó a su alumno en una mejilla y se puso de pie.- ¿No querías eso?. Bueno, pues ahora te lo regalo yo. Te dejo -. Y se marchó. Potter se puso la "Muela" en la oreja izquierda y notó que funcionaba como un audífono. Podía captar los pasos de Agatha en la escalera con toda naturalidad.

- Noto que te estás aplicando, joven Lupin -.

- Siempre lo he hecho -. Declaró el muchacho con sobriedad.

Genial! Ahora no me voy a perder detalle... Se dijo alegremente Potter. Agatha estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por él, estaba comprobado.

- ¿Y dónde está tu tío? -.

- Fue a la cocina. Dicen que comenzarán pronto con su "Reunión" -.

- ¿Y Snape? ¿No ha llegado? -.

- No que yo sepa -. Replicó la voz de Bill.

- Bien... Entonces iré a la cocina. Molly me dijo que dentro de diez minutos deberían subir a sus cuartos y que ella los alcanzaría dentro de poco -. Más pasos. Una puerta que se abre y se cierra, y de inmediato un hechizo de impasibilidad susurrado por la profesora... A partir de este momento las voces se escuchan lejanas, como en una comunicación de larga distancia. Harry tuvo que llevarse un dedo al oído para poder escuchar mejor. Justo en ese momento aparecen los chicos.

- ¿Qué haces Harry? -.

- Nada -.

- No mientas -. Dijo Ginny - En algo andas, lo sé -. Potter miró a Lupin. Recién ese día le había conocido y aunque era el sobrino de Remus, no le tenía absoluta confianza... El otro muchacho pareció entender, pero eso no hizo que se marchara.

- Remus... -. Era la voz de Agatha.

- ¿Sí? -.

- Dime la verdad... ¿Qué fue lo que te pasó? -. N/A Ya a esas alturas Agatha había olvidado por completo que llevaba un transmisor y que Harry estaba del otro lado, husmeando

- ¿Pasarme de qué? -.

- Con los lupinos... -.

- Ellos ya no quieren verme. Piensan que estoy loco, que soy un traidor a su raza... A nuestra raza. Le dijeron a los vampiros que hoy estaría cerca de su territorio y que ellos no iban a interferir para nada si me hacían algo... -.

- ¡Qué crueles!. Son capaces de sacrificar a su propia sangre... -.

- Las cosas son así entre todos... Los magos también sacrifican magos para sobrevivir... La única diferencia con los lupinos es que ellos sí tratan de ceñirse a sus principios en todo momento -.

- Ya te has recuperado, por lo que noto... -. La voz de Snape arrastraba las sílabas en la cúspide del enojo. - Nuevamente te crees lo bastante fuerte como para contravenir mis recomendaciones -.

- No es eso, Severus... Lo que pasa es que esta vez debo hablar y aunque no tenía ganas de levantarme era mi deber hacerlo -.

- Pero pierde cuidado, lo amarro a la cama en cuanto termine de hablar para que no te preocupes más por su salud -. Terció alegremente la chica.

- Ciertamente a mí no me interesa lo que pueda sucederle al señor Lupin... Por favor, no olvides que dentro de pocos días será luna llena... -.

- Lo sé perfectamente... -. Su voz se escuchaba tensa.

-¿Harry? -. Preguntó tímidamente Hermione. - ¿En qué piensas? -.

- No hables, por favor... -.

- Lo tengo muy claro... -. Dijo cansinamente Lupin.

-¿Ya está lista la Matalobos, querido? -. Repuso Vane- Porque si lo estás molestando es porque ya la tienes lista, aunque sabes que falta todavía un par de días para que se la tome... ¿No le hará daño tomarse una poción pasada en días? -. Severus entendió que estaba sobrando, así que se limitó a gruñir y marcharse.

- Fuiste muy dura con él, sólo se estaba preocupando -.

- De seguro te quiere ver muerto -. Potter abrió los ojos de asombro... Su tono de voz... Durante un par de segundos había escuchado la voz de su padrino...

- Harry... -.

- SHHHHHH! ¿No ven que estoy ocupado? -. Les regañó el muchacho.

- Ese Severus... Está cada día más ciego, y llegará el momento en que todos sus errores den fruto -. La voz de la mujer sonaba resentida.

- Todos cometemos errores, y llegaremos a ver sus consecuencias -. Le dijo sabiamente Remus... ¿Y Dumbledore?... ¿No crees que se está tardando? -.

- Dijo que se iba a demorar porque Fudge le había pedido urgente que lo fuera a ver -. Sonó la voz de Tonks, y un ruidito como de papel arrugado. - Fawkes dejó esta nota hace poco. Nos pidió que por favor comenzáramos sin él -.

- Al fin -. Susurró Harry.- Ya me estaba aburriendo de esperar -.

- ¿Esperar qué?-. Inquirió Ron. Harry clavó sus pupilas verdes en él.

- Que dejen de molestarme y preguntarme qué estoy haciendo cuando no les quiero responder y necesito silencio -. Replicó con acidez. Tanta pregunta e interrupción ya lo tenían fastidiado. - Permiso, pero voy al baño -. Y poniéndose de pie, cruzó el umbral y se fue. Todos se miraron y el joven Lupin sacó de su bolsillo una libreta y comenzó a anotar murmurando "Interesante..."

- Bueno, antes que nada, necesito sus informes... Remus, ¿Qué ha pasado con los lupinos? -. Inquirió la Profesora McGonagall.

- No hay nada que podamos hacer. Ellos me insisten en que no van a involucrarse, sin embargo he notado acercamiento con los vampiros... -. Algunos de los presentes dejaron escapar gemidos. - Las Criaturas Oscuras están aguardando el momento de vengarse. Ya no van a escuchar las razones de nadie -.

- Me parece que ya es el momento de comenzar a exterminarlos sin compasión -. Declaró la voz de Charlie. - Sé que no es lo más civilizado, sin embargo debemos impedir a toda costa que los ejércitos de Voldemort continúen armándose y creciendo... Llevamos más de un año y medio intentando detener su avance, pero ya no es posible. Sólo nos queda atacar -. Potter seguía las palabras del chico sentado en el borde de la tina. Hacía mucho frío allá adentro, pero ya nadie pensaba molestarlo. Las voces se escuchaban más lejanas por momentos, pero aún podía entender lo que decían.

- Aunque no me agrada esa manera de solucionar los problemas, esta vez estoy de acuerdo con Charlie -. Dijo Lupin en voz alta. - Hemos fracasado con los gigantes y los otros híbridos han decidido mantenerse al margen del asunto... Esta batalla es de humanos contra humanos, tenemos que defendernos -.

- No lograremos nada con aquella actitud, amén de continuar con este ciclo de sufrimiento -. La voz de Dumbledore acalló a Lupin. - Es verdad que la Criaturas Oscuras son un problema, pero lo que intentamos es hacer que su concepto de nosotros cambie -.

- Tuvimos muchos años para hacerlo, y no lo hicimos -. Dijo Vane. - No hay tiempo para delicadezas. Voldemort los seduce a cada minuto, les promete la venganza... No lo saben... A veces, llanamente, no hay ganas de resistirlo -.

- Es mejor que cierres la boca, Vane... -. Le advirtió Snape -. Antes de que te muerdas la lengua y te envenenes -.

- Basta por favor -. Dijo Dumbledore. - Hagrid me ha comunicado que el líder de los Gigantes ya ha decidido apoyar a Voldemort y dijo que no le importaban las vidas ajenas. Sólo le preocupaba la supervivencia de su grupo. Señores, las cosas se complican cada vez más. Voldemort ha comenzado con sus asesinatos en contra de Aurors, y hace menos de media hora se me ha enterado de que los padres de otro de nuestros alumnos han sido asesinados... un muchacho de Sexto año... -.

- ¿Quién es? -. Inquirió Vane, preocupada. Los de sexto y los de primero eran sus chiches.

- Blaise Zabini... -.

- ¿Un Slytherin?... Es imposible -. Dejó escapar Lupin.

- Así es... -.

- Pero... ¿Cómo? -.

- Al parecer se trataría de una venganza... Blaise se salvó sólo porque se quedó a pasar las vacaciones en la escuela... Hace menos de media hora recibió el pergamino. Por ello Fudge me llamó a su oficina... -.

- Ni siquiera en la primera época de Voldemort se habían asesinado parientes de Slytherin... Se tenía cuidado -.

- Por desgracia, los padres de Blaise eran simples Muggles... -.

- Ya no hay límites -.

- Me temo que no. Tom quiere recuperar el tiempo perdido... Son 15 años que tuvo que humillarse y sufrir para regresar a ser quien era -.

- Si lo que quieren es eliminar Criaturas Oscuras, tenemos al chico indicado -. Saltó Charlie luego de un largo silencio. - Caín Rodríguez -.

- Insisto en que no es la mejor estrategia... -.

- Lo siento, Señor Dumbledore -. Le interrumpió Tonks. - Pero ya no hay más alternativa. El Ministerio está lleno de espías, no podemos más que confiar en aquellos a los que vemos en las reuniones, todos los demás son enemigos -.

- Y los Muggles -. Replicó alguien cuya voz Harry no pudo reconocer... - Sabe perfectamente que los Mortífagos los están exterminando casi de a uno, como si estuviera dando señales de que puede hacer los que desean sin que nadie les ponga una mano encima. Ya no podemos sacrificar más vidas -.

- Lo sé... -.

- Y sabiéndolo aún estamos acá, casi cruzados de manos -. Dijo Agatha.

- Eso no es así -. Replicó la voz de Arthur Weasley. Harry se sorprendió un poco, no lo había visto hacía meses.

- ¿Cariño que haces en el baño? -. Golpetea suavemente y dice Molly.

- Nada... Por favor no me moleste -. Responde Harry, intentaba escuchar.

- ¿Cómo que no?. Hace más de un año que nos dedicamos sólo a reunir gente y a mirar qué pasa... Black está muerto y en el fondo es responsabilidad de todos nosotros por estar tan tranquilos -.

- Habla por tí -. Le regañó Snape.

- No es tiempo de peleas, por favor -. Siguió Arthur. - Estamos casi listos, además, las ramificaciones del oponente han traspasado los límites de Inglaterra. Cuando Voldemort fue derrotado, sus seguidores huyeron y muchos quedaron sencillamente en el anonimato. Debemos detenerlos antes de que lleguen aquí, antes de que puedan jurarle fidelidad a su Señor de nuevo... -. Era impresionante que todos le hubieran perdido el miedo a decir Voldemort... Harry se dijo que demasiadas cosas estaban cambiando.

- De 'facto', hay que eliminarlos antes de que noten que los descubrimos -. Se escuchaban sólo murmullos de gente sorprendida. La voz era dulce, suave y varonil. Tenía un ligero acento francés.

- Permítanme presentarles a Armand Laubreaux -. Dijo Dumbledore gravemente. - Él ha estado cooperando para hallar a las células de Voldemort en su país natal. Es un Auror del Ministerio de la Magia Francesa -.

Harry no podía verlo, pero Agatha estaba un poco asustada. Jamás había visto al chico francés, pero había algo en él. En sus cartas. Juliette le comentaba que trabajaba para un tal Labreaux mientras terminaba de estudiar. Su hija en realidad se había quedado bastante corta de palabras para describir al muchacho que era su jefe. Se trataba de un pelirrojo bastante alto. Su cabellera contrastaba con las de los Weasley, puesto que el rojo de su melena era de pura sangre que reposaba sobre sus hombros, cincelados por el mejor escultor griego... Profundo, arrebatador en sí. Snape le dirigía miradas furtivas; realmente le había parecido un chico bastante atractivo. Labios turgentes, ojos de un color pardo que Agatha nunca había visto, vívido, como el reflejo melancólico de la muerte en el espejo del mar a medianoche... Un poema hecho ser humano. Llevaba una túnica negra que ocultaba sus ropas. Vane pudo notar el aroma de la muerte rodeándolo, y he ahí la razón de su repentino miedo... Armand tenía algo pendiente en el Más Allá, como ella misma. Snape en tanto, se puso blanco... Ese muchacho había pasado por Hogwarts alguna vez... Muchos recuerdos regresaron a su mente, pero se obligó a no pensar en ello... Al parecer, Agatha no lo recordaba, porque lo miraba como si fuera la primera vez.

- Perdonen que llegue tan de improviso, pero es que recién pude deshacerme de Fudge y sus cosas raras -. Dijo, tomando asiento cerca de Agatha y Severus. Los dos ex-Mortífagos se lanzaron miradas llenas de odio tras la nuca del nuevo compañero, como si fueran dos niños chicos peleándose al más guapo de la clase. Remus los miraba bastante divertido. - Director Dumbledore, Fudge me ha pedido que le diga que mañana a las tres en punto lo quiere en su oficina, si le hace el favor -.

- No hay inconvenientes. Armand -. Repone suavemente la voz del anciano...

- Harry, cariño, sal del baño por favor -. Nuevamente era la voz de Molly... Harry bufó y se pasó las manos por la cara.

Aún no dicen nada que pueda servirme Lo de que habían matado a los padres de un Slytherin en realidad no le importaba demasiado. Por lo que Remus le había escrito en su última carta, era natural que los híbridos se unieran a Voldemort y lo de que se habían quedado dormidos en los laureles y no hacían nada era algo que él opinaba de la Orden del Fénix desde la muerte de Sirius... Nada que pudiera servirle, ninguna noticia de Bellatrix Lestrange, nada del paradero de Voldemort o de Lucius Malfoy...

- Cielo, por favor -. Comenzó a suplicar la Señora Weasley. - Llevas casi media hora allá adentro, me estás preocupando. ¿Pero qué piensa? se dijo Potter entendiendo lo que ella quería insinuar. ¿Qué me quiero suicidar? Harry consideró aquello una opción estúpida, pero comprendió la preocupación o el interés de los demás en su salud.

- Harry -. Se escuchó la voz de Hermione - Me obligarás a abrir la puerta -. Era, después de todo, algo normal. Estaba en la casa de Sirius Black y no había hecho un escándalo llorando, ni decía nada respecto a cómo se sentía... La verdad es que se encontraba bastante tranquilo... Lo único que deseaba era rodearse de la energía y los recuerdos de su padrino para sacar fortalezas... Fuerzas para oponerse a Dumbledore, a Voldemort... Fuerzas para empuñar su varita y vengar la muerte de aquel que consideraba más que a nadie, su mejor amigo... Fuerzas para acallar las palabras de los demás que le consideraban un niño incapaz de hacer nada y a la vez hablaban de él como si fuera en único que podría salvarlos, un pequeño Mesías...

Entonces un bramido muy fuerte se escuchó en su oído y en el piso inferior.

- ¡Dumbledore! -. Era la voz de Kingsley, gritando... - Los Death Eaters... Nos están exterminando... -.