Dedicado a: Los que se leyeron los capítulos 18, 19 y 20 y aguantaron los nervios porque no terminaba nunca el primer día de clases. A los muchachos que se dieron el trabajo de escribirme un Review y sobretodo para LoBeZnO. Tus palabras me levantaron el ánimo, cuando ya pensaba en tirar la toalla. Este es un descanso.

21.
Peleas... (Ah, Punto para Lupin)
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Agatha fue incapaz de pegar ojo en toda esa noche… Para ella había sido duro toparse con aquella moto justo ese día y no otro… Remus estaba herido, atendido sólo por Armand Laubreaux, y su sobrino sin enterarse… Pero ella iba a arreglarlo todo. Uther era la única persona que podría sanarlo completamente, porque obviamente lo que ella le contó a Harry era sólo el encabezado de la carta de Armand para ella.

Remus había sido emboscado en la ciudad, bastante cerca de Grimmauld Place. Al parecer los vampiros del bosque tenían muchos amigos, pero Vane no podía entender por qué se ensañaban sólo con él… ¿Es que ya los vampiros estaban todos del lado de Voldemort? Potter no había dado señales de que la cicatriz le molestara, y eso la preocupaba más que nada. Había revertido su hechizo y le arrebató varios recuerdos importantes… No era tonto y si no hacía preguntas era porque ella lo iba a matar antes de que pudiera empezarlas, pero sin duda comentaría el hecho con sus amigos y ellos sí que comenzarían a investigar a fondo el tema y darían con parte de la verdad, como Hermione lo había hecho antes. Eso significaba que podría destruir el Obliviate que ella le había puesto…

Vane movió negativamente la cabeza en la Mesa Alta mientras Urashima saludaba alegremente a sus compañeras de Instituto.

Snape sólo miró a la mesa de Slytherin para ver si su ahijada había amanecido bien.

¿Pero qué coño le pasó a Severus? ¿Preocupado por una niña? ¿Por alguien más que Draco Malfoy?...

RARO…

Justine de Lioncurt ya se había hecho varios amiguitos en su primer día. Era una niña encantadora, pero sobretodo bastante inteligente y llevaba a la mesa su adorable mascota, un huroncito…

A Draco, que aún tenía el cabello rosado, no le hizo gracia el chiste.

Agatha sólo pensaba en que a las ocho de la mañana Thomas iba a reemplazarla y podría ver a Uther… Llevaba tantos años sin ver a nadie de la época de Bill Weasley. No es que hubiese hecho muchos amigos, pero bueno, los que hizo eran amigos…

Harry estaba dividido. No sabía si contarle o no a Lupin lo que le había sucedido a su tío, pero cuando lo vio llegar a la Mesa Alta, algo agotado y seguido por un nutrido grupo de chicas de cuarto año que no dejaban de mirarlo… Dijo que preocuparlo era una estupidez. Recién llevaba dos días en Hogwarts…

Si ocuparas esas palabras para ti mismo, podrías llamarte sensato, Harry Murmuró una voz en su mente, la misma que le había dicho "Cabeza hueca" y que parecía tomar cada vez más autonomía… Lo de Black aún le daba vueltas. Luego de que Agatha vio la motocicleta, sencillamente tomó a los tres chicos y a empellones los llevó hasta el castillo, preocupándose de escoltar a las muchachas hasta el Nido, donde las dejó sin más explicaciones. Los Gryffindor estaban mucho más tranquilos luego de que el hechizo que llevaban sus túnicas se terminara exactamente a la medianoche… Por cierto, los chicos no se pudieron quitar sus uniformes hasta esa mañana nada más, por lo que la ducha fue un largo proceso que llevaba a varios, recién ahora que faltaba tan poco para las clases, recién al Gran Comedor. Margaret comía fastidiada; Aún me molestaba lo de la clase del día anterior, más la broma.

- Al final la profesora McGonagall jamás nos dijo si había sido ella la culpable de que anduviéramos con esas túnicas de broma hasta hoy -.

- Fue ella-. Replicó Granger con un libro en la mano. – Yo misma vi cuando el profesor Flitwick le sacó el hechizo de la varita. La profesora le quitó 100 puntos a su casa -. Unas manos grandes y fuertes le arrebataron de las manos el libro a la muchacha.

- Hermione, ya deja de estudiar. Todo va a salir bien el día de hoy. Tienes la tarea hecha, no puedes pedir más -. La muchacha se ruborizó cuando se topó con los ojos cálidos de Raphael. Margaret carraspeó ligeramente, para delatar su presencia y la de los demás en la Mesa. Ron le hubiera echado una Imperdonable a Raphael, claro, si supiera hacer una Imperdonable…

- Me parece que estamos montando orquesta Harry -. Dijo la chica antes de reparar en la mano derecha de su compañero y fruncir el ceño. Por supuesto que había reconocido el emblema de Noble familia Black. - ¿De dónde sacaste eso? -. Le preguntó rápidamente.

- De por ahí… -.

- ¿Cómo que de por ahí? Sólo los verdaderos herederos de la Sangre Black pueden llevar el emblema -. Margaret lo dijo tan fuerte que varios chicos de la mesa se pusieron a mirar y escuchar lo que sucedía. – Dámelo -. Le ordenó. Potter le miraba sorprendido.

- ¿Disculpa? -.

- DAMEESEANILLOPOTTER. Tú no eres un Black, no puedes llevarlo -. Le discutió. Sus ojos azules centelleaban de ira repentina. Harry no comprendía su reacción.

- No puedes quitármelo. Este anillo me lo dejó mi padrino -.

- ¡Mentiroso! Ese anillo no se puede regalar, sólo heredar… Es imposible que Sirius te haya dado algo que odiaba -. Insistió, subiendo el tono de voz. Severus se volteó a mirar la pelea y le dio un codazo a Agatha para que ella pusiera atención (porque se estaba quedando dormida en la mesa).

- ¿Aló? -.

- Mira… -.

- ¿Me dices mentiroso? -. En moreno se puso de pie.

- ¡Sí! -. Margaret también se paró.

- ¡Jamás te lo voy a dar! -. Todos se levantaron de las sillas, pero no eran capaces de entender qué estaba sucediendo.

- ¿Ah, no? -. Margaret se acomodó el cabello y sacó la varita de su bolsillo. – Pues lo veremos. No te puedes adueñar del Emblema de una familia sin ser su heredero… ¡Ese anillo es mío Potter! -.

- Yo me voy -. Declaró Vane, antes de que nadie pudiera decirle nada.

- ¿Qué pasa? -.

- Yo le di ese anillo, Severus… Y no quiero que me metan en la pelea… Provecho -. Y rápidamente enfiló hacia su salón. Snape no podía creerlo. Instintivamente Potter miró hacia la Mesa Alta, pero se supo sin apoyo.

- ¿Acaso eres algo de Sirius? -.

- Soy una Black, ese anillo es mío por derecho de la sangre -.

- No me interesa, ¡Este anillo se queda conmigo! -.

-¡BASTA! -. Dijo Minerva con voz potente. Esa mañana Albus no comía con los alumnos. - ¿Qué sucede aquí? -.

- Este ladrón que se está adueñando de lo que es mío -.

- ¡Cállate Margaret! -. Le gritó Ron.

- ¡Silencio los dos! -. Los de Slytherin observaban bastante interesados.

-¿Qué onda? -. Inquiere Lynn. También estaba más dormida que despierta.

- Parece que Black y Potter discuten por un anillo -. Le informa Alexandra N/A: Me parece raro que Black y Potter peleen ;

- ¿Un anillo? -.

- El emblema de la familia Black, Lynn -. Murmura Draco en sus oídos… - ¿O es que eres tan tonta que no sabes qué es un Emblema de Familia? -.

- Cierra la boca sino quieres perder tu cabello en dos tiempos -. La advirtió la joven

Potter respiró hondo

- No me voy a pelear con una niña por un anillo… -. Y se volteó para irse cuando…

PAFFF!

-¡Cinco Puntos menos para Gryffindor Black! -. Margaret no había podido con su ira y abofeteó a Potter con todas sus fuerzas. Aún le sujetaba por la túnica con ímpetu.

-¡Dámelo Potter! ¡Ese anillo es mío! -. Y sin que el chico pudiera oponérsele o Minerva hacer algo, o alguien intervenir, Black fue y con un par de movimientos lo tiró al piso y le llevó la diestra a la espalda, amenazando con quebrarle el brazo si se atrevía a oponer resistencia… De inmediato le arrebató el anillo de los Black, mientras Potter hacía lo que podía por defenderse.

- Es mío Harry… -. Y furiosa, le azotó la cara contra el piso antes de marcharse sin que nadie le detuviera.

Y es que el horror los había paralizado a todos, incluidos Raphael y Ron.

Lynn sonreía satisfecha… El Instituto Aoi podía sentirse orgulloso de sus alumnos… Ninguno se dejaba abrumar por las influencias, ninguno permitía que les arrebataran lo que era de ellos… Simplemente iban y lo tomaban…

- ¿Por qué ella no está en nuestra Casa? -. Suspiró la morena.

- No lo sé -. Replicó Alexandra. – Pero debería… -.

Agatha en tanto, se había marchado a su salón, donde Thomas le esperaba. Por lo general los dos se reunían antes de que las clases comenzaran. Luego McKellen se dedicaba a espiar a Draco celosamente. Su comportamiento no había variado un ápice, y no había rastros del veneno…

Debemos decir que el joven tampoco vigilaba mucho a su primo lejano… Estaba mucho más pendiente de Severus… Esa pasión que ya creía sepultada renacía como el maldito Fénix… Y esperaba con ansias la oportunidad de pillarlo desprevenido, aunque su prima favorita lo odiara después.

Era su Destino.

- Veo que hoy no te pintaste la cara como si fueras un indio -.

- No estoy de humor, amor mío, así que ni me hables… -.

- Ah no!. Tú me cuentas de inmediato por qué traes esa cara de muerta -.

- Vale. Anoche le regalé a Potter el anillo de los Black -.

- ¿Qué? -. Y le tocó la frente - ¡Estás loca! Ese anillo era lo único que tenías de él para invocarle… -.

- Me tocará robarme su crema de afeitar… De todas maneras voy para allá. ¿No hay novedades de Remus? -.

- Nada -.

- Sólo quiero verlo. Además, anoche Lynn Kadyars encontró la motocicleta de PadFoot -.

- ¿La de la espada? -.

- Aquella a la que pateé en la cara -.

- Increíble. ¿Cómo? -.

- Lo único que sé es que la moto de Sirius está acá y ellos la hallaron… Y para más remate ahora mismo Black y Potter pelean por el anillo familiar… Ya no sé ni lo que pasa -. McKellen abrazó a Agatha… El joven tenía una habilidad especial para averiguar cuándo la mujer necesitaba un achuchoncito.

-Tranquila… Ya verás que las cosas habrán de solucionarse… ¿Pero por qué le diste la sortija a Harry? -.

- Porque él la necesita más que yo… Verás, ese chico adoraba a PadFoot, y no tenía nada de él… Es algo para que lo lleve siempre con él, para que lo ayude… -.

- Siempre has tenido dobles intenciones… Dime qué más… -.

- Ese anillo le ayudará a Sirius si quiere contactarse con él… -. Thomas chasqueó la lengua.

- Potter tiene menos empatía que un Troll, lo veo difícil -. Meditó un poco- ¿Y tu transformación? ¿Cómo va lo de la Animagia? -.

-No me pierdas de vista -. La mujer avanzó hasta el sitio despejado de siempre, pero lo más lejos posible del sol cenizo que iluminaba su salón… Y se concentró…

Le costó un resto, pero luego de un esfuerzo se transformó en un gatito negro, que parecía recién nacido o en su defecto, de pocos meses, negro, salvo por unas manchitas grises en sus patitas de azabache. Thomas le levantó y le acunó en sus brazos…

- Estás adorable… Insisto en que te transformes en hombre… -. Agatha le miró con sus ojitos azules eléctricos y le mandó un zarpazo en el rostro. McKellen le dejó en el piso y Vane regresó a su forma normal…

-AW!-

- ¡Pervertido! -.

-¿Por qué me tratas así? -. El chico se pasaba una mano por la cara. Le había herido.

- Francamente me sacas de mis casillas -. La profesora hablaba en el mismo tono de Snape. – Yo me voy a Londres… Tú te quedas a cargo de los chicos… -.

- Yo me la voy a cobrar -. Dijo por su rasguño - Ni te creas… -.

- Ya, basta. Te dije que no estaba de ganas -. Y se fue, luego de tomar la apariencia de una estudiante y ponerse el uniforme de Hufflepuff…

Thomas agarró la ropa de Vane y se la puso…

Ya no me hace gracia vestirme de mujer…

El viaje hasta Londres fue agotador para Agatha, por la sencilla razón de que estaba medio dormida, pero no iba a ser impuntual, por mucho que se le cerraran los ojos. Cuando viera a Remus en buenas manos iba a dormir hasta el próximo siglo, por ahora su mente estaba puesta en Uther Green.

Si bien durante la época de la escuela ella no le había puesto demasiada atención, un par de años después había sido decisivo para su destino y sus propósitos…

Agatha vagabundeaba por un bosque solitario en Albania, luego de ayudar a una muchachita muuuuuuuuuy guapa para que se deshiciera de ciertos "Amiguitos indeseables" de largos colmillos… Y la paga no podría haber sido más buena, por cierto. Desde la época de escuela Vane no soportaba a los vampiros. Los consideraba la peor lacra de la sociedad, porque muchas veces ellos escogían el camino de la sangre y la muerte porque sí… Eran lo más parecido a los Death Eaters, y bueno, ella era admiradora de un lupino, tampoco podía hacerse amiga de los vampiros… Cuando hizo el reemplazo en Hogwarts los odió aún más, porque el rayado (Loco) de Dumbledore no encontró nada mejor que contratar a un vampiro como profesor de vuelo y tener a otro de alumno… Era todo una lata, y lo más malo de su terrible situación entonces era que el sólo olor de sangre vieja y humedad que ellos expelían tenía la virtud de enojarla a un punto que ya no era capaz de controlar sus emociones correctamente y le pegaba a lo primero que pillaba… Agradeciendo que nunca se le cruzó Paddy por el camino… De repente la niebla da paso a una gran figura…

Una Acromántula…

Vane no reaccionó… Las arañas no le molestaban, pero las Acromántulas eran otra cosa…

Un ser se lanzó de la nada contra el bicho y lo hizo pedazos.

Era Uther… Uther Green.

LEAKY COULDRON

- Y son las… ¿Nueve? -.

Como que echaba de menos volar en su Saetita de Fuego…

Se sentó en la barra y encendió un cigarrillo… Tenía toda una hora para gastar, así que sacó una libretita que llevaba y empezó a escribir cualquier cosa…

Si había algo que ella y Thomas amaban era el arte por Severus… ¡Fácil! Thomas lo retrataba y Agatha lo describía…

Profundos pozos negros, insondables, aún más que el precipicio en el cual Mi corazón se sumergió

-Un brandy, por favor -.

Si había algo que echaba de menos Agatha Vane era el poder sentarse en la barra de un bar, era beber hasta quedar tirada… Odiaba beber, era cierto, pero cuando se sentía demasiado sola, se ponía un par de tragos y terminaba siempre en la cama de una chica linda que le decía que era la persona más tierna del mundo y tal…

Sin embargo ella sonreía y se sentía vacía…

Aunque te lo reclamara mil veces Tú jamás vas a amarme Sólo conseguiría tu lástima

¿Qué le ponían a las bebidas? Ella no era para nada tierna…

Seguramente era porque siempre la pillaban con un ataque de maldad muy Malfoy

-Hola! -. Un hechicero se acercó a ella. Era guapo, de ojos castaños y bonita nariz. Se notaba que era del extranjero… Vane siempre decía que pillar Ingleses de ascendencia Inglesa total que fueran bonitos sencillamente era una proeza y que tenía que sacarles una foto, para coleccionarlos…

El único chico inglés guapo que conocía era Lucius…

Y eso era porque tenía sangre de Veela.

- Hola -.

- ¿Estás sola o esperas a alguien? -.

- Sola .
- ¿Quieres otra copa? -. ¿Dónde estaba su brandy?... Subiéndosele a la cabeza…

- Si, si no te molesta -. Respondió distraídamente.

Pero ninguna más, tengo que ir a ver a Remus

Me ofrecieron la luna y las estrellas si las pagaba con sangre inocente Sólo para tenerte a mi lado Y pagué con gusto Con la sangre de mis venas Una y mil veces…

-¿Cómo te llamas? -.

- Claire Larson -.

- ¿Y de dónde eres? -.

- De Kent -.

En una noche de estrellas, como las que hay sobre mi cabeza ahora, te vi Y adiviné dolor en tus ojos Y quise robártelos Quería tu dolor para que ya no sufrieras Me quedé, finalmente, con todas tus lágrimas.

- Kent es lindo -.

- Sí… -.

-¿Qué pasa? -. Inquirió el muchacho, acariciándole una mejilla- ¿Por qué esos ojitos están tristes? -.

Sin embargo, no recuerdo que aquella noche fuese tan fría Tal vez es porque me falta el calor de tus ojos No importan lo que digan los demás A mi manera, siempre te he amado

- No pasa nada… Es que no bebo muy seguido -.

A mi manera, siempre he estado contigo Y así tenga que arrancarme las venas, una por una Te haré reír algún día Aunque sea de locura Aunque sea porque bebes de mi sangre Y te agrada

- ¿Otro vaso? -. ¿Otro?... Vale ya me estoy pasando

- No, gracias -.

- Bueno… ¿Otro cigarro? -.

- Okay, eso si te lo acepto -.

Haré de mi corazón sangrante una dulce flor Haré de mi cuerpo un lecho Donde puedas revolcarte con quien sea que ames Aunque me duela Si eso te hace sonreír aunque sea una vez Lo haré

- Ya estoy mejor, gracias -.

- Me alegro. Me llamo Theodore Grass -.

- Nice -.

Si alguna vez me dijeras Amigo Podría al fin descansar en paz ¡Qué patético!

- Oye, me estoy alojando acá… Podríamos subir y… -.

- A menos que seas una mujer disfrazada de hombre, no, muchas gracias -. El muchacho le miró ofendido.

- ¿Qué? -.

- Lo que te dije -. Replicó la mujer con sencillez –No me hagas repetirlo -. Theodore se enojó mucho.

- No voy a perder el dinero de los tragos… -. Agatha le aventó 20 Galleons a la cara.

- Para mí el dinero no es un problema -. Dijo en tono aburrido.

No te pido demasiado Sólo que dejes una flor marchita sobre la losa fría De mi tumba…

Grass tomó a Vane por una manga y la atrajo hacia sí. Todo el Leaky Couldron los miraba, asombrados.

- ¡Eres muy valiente! ¿Eh? -.

- Sólo me defiendo de los cabrones fáciles como tú -. El rostro del muchacho se ponía de un tono violeta indignación realmente encantador – Si quieres que te den hasta la muerte puedo presentarte a mi hermano, él estaría feliz de conocerte… -.

-¡Eres una…! -. Agatha se río muy fuerte, con esa risa maníaca que sacaba sólo en la época de los Death Eaters, cuando mató a su madre, para ser exactos…

Un muchacho entraba al lugar cuando Theodore se estrelló a su lado, contra una dura pared de piedras.

Para sorpresa de los demás, el recién llegado se acercó a la mujer y le sonrió. Llevaba una maleta cargando.

-Llegó muy temprano -. Fue su primer comentario.

-Sí -. Dijo ella sin despegar sus ojos de Theodore, quien aún no regresaba del lindo mundo de la inconsciencia.

- Bueno. ¿Para qué me quería? Me asusté un poco cuando leí su carta, pensé que estaba herida o algo así -.

- Como verás, estoy en excelentes condiciones, Uther, querido -.

- No soy su querido -.

- Lo que sea… -. Y cambió el tono de la voz. - ¿Vamos? -. Y sin más, le pagó al mesero, se echó la libreta al bolsillo y salió, no sin antes pisar al tal Grass.

Lo sé. Soy un miserable, pero es que… Perdón por el capítulo tan malo.

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