Dedicado a: los que me quieran echar de menos

23 La Última Clase de DAO

-¡¿QUÉ?! –

Albus Dumbledore, director de la prestigiosa escuela Hogwarts de Magia y Hechicería, se arrellanó en su sillón, con un gesto algo cansado. Era la primera vez que le sucedía algo así, y en el fondo se sentía un poco culpable por la situación que envolvía a la persona que tenía enfrente, con las manos apoyadas en su escritorio, luego de golpear la superficie de madera en un gesto de rabia y sorpresa. Fawkes se permitió un gorjeo de reproche hacia la mujer, quien de inmediato fijó sus ojos especiales sobre él.

- Perdone, Director -. Se excusó la chica, sin despegarle los ojos de encima al fénix.

- No es necesario que te disculpes Agatha, Yo también estoy algo impresionado… -. Y sin más ceremonias le extendió el sobre con el membrete del Ministerio de la Magia. – Acá está -.

- ¡Fudge no puede hacerme algo así…! -.

No si desea seguir con vida…

De pronto Vane echaba de menos ser Death Eater.

- Lo siento, de verdad, pero es lo que él ha decidido y yo no puedo retenerte -. Vane comenzó a caminar por la habitación, en tanto abría la carta y la leía. Efectivamente. Ella sería relevada del puesto de DAO y regresaría al entrenamiento de AURORS – Se vería algo sospechoso -.

- Lo comprendo, profesor Dumbledore, pero lo que más me frustra es que me vendieron dos mocosos -. En la carta venían especificados los nombres de los responsables de la destitución de la maestra.

Amo estos detalles estúpidos de Cornelius Fudge Si por algo se caracterizaba el Ministerio de la Magia, era por regalar información confidencial tanto a Death Eaters como a miembros de la O.F.

- Bueno, no pensamos en las consecuencias de la clase pasada con los de sexto año… -.

- ¿Y ya sabe quién va a tomar mi lugar? -.

- Sí… Ya dejó San Mungo hace un par de meses y está más repuesta -. Dijo enigmáticamente el vejete.

- No estará hablando de Dolores Umbridge… ¿o sí? -.

- Por desgracia para esta escuela… Sí -. Eso significaba que Vane había perdido valioso terreno.

- Pero, ¡Es una estupidez!. La actuación de Umbridge en esta escuela fue sencillamente atroz -.

- Sin embargo, Cornelius Fudge sigue siendo el Ministro, nos guste o no -.

¿Y eso? Dumbledore no solía tener ataques de sinceridad. El coraje era tan grande que Agatha había sufrido de un ataque de hipo…

Que aún no se le pasaba de regreso a su cuarto y acompañada de Thomas McKellen.

- ¿Por qué te llamó tan temprano Albus? -.

- Hip! -. Thomas se puso blanco y se llevó una mano a la cara… Por toda respuesta (y entre nuevos hipidos de ira) Vane le alcanzó la carta, antes de comenzar a buscar en su armario ropa más ad-hoc con su situación…

- Nos (hip) tenemos que ir antes del viernes (hip) Thomas -.

- ¿Están locos? No podemos abandonar… No ahora que descubrimos que Draco lleva el Parshitel… Tenemos que decírselo a Severus Snape -.

- Eso (hip) Ya no me interesa… (Hip) ¿Sabes quién vendrá a tomar mi puesto? (hip) -.

- Por supuesto que alguien de la Orden… -.

- La idio(hip)ta de Umbridge… -.

- ¡¿QUÉ?! -.

- Eso (hip) fue lo mismo que dije yo -. Listo. Vane ya había escogido su vestuario nuevo y procedía a cambiarse el color y longitud de su cabello, aunque por más que lo intentara no lograba el aspecto grasoso que poseía el original – Ahora (hip) hay que actuar con dignidad y hacer de esta (hip) una clase que los malditos no olviden jamás (hip) para que el contraste sea sencillamente abismal… -.

El portazo fue tan fuerte que la hoja de madera llegó a rebotar sobre el marco del umbral y varios alumnos se quedaron helados al creer por un segundo que Snape se había equivocado de sala…

Pero no, era sólo la loca de Agatha Vane, a la cual apuntaron varios con sus varitas, todos los que tenían armas, desenfundando sus largas katanas, mandobles, espadas de fuego y herencias familiares…

Zabini y Malfoy se pusieron de pie, a punto de murmurar una Imperdonable

Potter, Lupin, Granger, Weasley y Black se levantaron y dieron un paso al frente.

Antes de que nadie pudiera decir nada, Ruri Duncan se movió por el salón libre sin que nadie la detuviera y calculando por el sonido, se encargó de voltearle una bolsita de harina más o menos grande a Thomas en la cara…

El pobre McKellen se largó a toser, maldiciendo sin voz…

Agatha sólo los quería hacer desaparecer a todos…

Su linda ropa negra estaba salpicada de harina y PARA más remate… Thomas se vengó poniéndole una mano blanca sobre el cabello…

Él lo hacía sólo para relajarla…

Pero no era gracioso en ese momento

- No estoy de humor para hechizos de Pre-Kinder, muchachos -. Declaró amargamente la chica mientras Thomas intentaba quitarse toda la harina en un rincón. Finalmente optó por hacer aparecer una toalla húmeda para arrancarse el polvo del cabello…

A mi edad y me hacen una como esta

- A propósito. Los felicito por sus reflejos. Los que sacaron las varitas tienen 5 puntos para su casa, los que sacaron las espadas 10… Señor Lupin, excelente barrera mágica, ahora, si la quita me evitará un dolor de cabeza y ganará 30 puntos para su casa… Gracias -. La mujer tenía los ojos brillosos, pero no permitió que Malfoy fuera a deleitarse con su dolor. Si Lucius la mató sin darse aquel gusto… Menos iba a permitir que su a su hijito se le iluminara el día más de lo que iba a iluminársele con la noticia… Con un gesto de su mano ordenó a todos sus alumnos volver a sentarse en sus cómodos cojines. Algunos notaron el brillo en sus ojos, pero ella desviaba rápidamente la vista o le fulminaba con su mirada, dependiendo del alumno con el que se topaba… Finalmente paró en el gris de Malfoy y su pecho de hinchió nuevamente de rabia. Thomas pensaba que iba a empezar a hipar en cualquier momento y si era así, más le valía despejar la sala antes de que la maestra se convirtiera en asesina sin querer.

-Muy bien… -. Comenzó, para ganar algo de tiempo, en tanto su compañero volvía a la invisibilidad. – Supongo que me merezco un recibimiento como este -. Su voz temblaba ligeramente y Agatha llamaba con ansias a su autocontrol –Los sucesos del lunes pasado fueron de mi exclusiva responsabilidad y lamento que algunos alumnos se hayan visto involucrados en recuerdos terribles sobre sus propias vidas -. No hablaba con delicadeza, como hubiera querido… Sólo le quedaba ser sincera. – Realmente lamento no haber reparado en ustedes y haberlos alejado de la clase, como debía, pero quiero que les quede bien claro que mi único objetivo siempre fue alertarlos, enseñarles que afuera las cosas no son miel sobre hojuelas, y que la maldad que llevan en el alma los Mortífagos es nada comparado con lo que se podrían topar… -. La mujer caminaba de un lado a otro y Hermione parecía entre irritada y triste a la vez. Finalmente, le Gryffindor no pudo reprimir su curiosidad y levantó la mano -.

- ¿Qué pasa, Hermione? -.

- ¿Quisiera saber por qué habla en pasado? -. Agatha le miró por una milésima de segundo y sus ojos se entristecieron.

- Por una muy sencilla razón… Me acaban de notificar esta mañana que a partir del próximo toque de campana ya no seré más su maestra de Defensa Contra Las Artes Oscuras -. Había sido menos doloroso de lo que pensaba, al fin y al cabo. Varios chicos se pusieron a murmurar entre ellos. Thomas se acercó a ella y le puso una mano sobre el hombro derecho, para demostrarle su apoyo, y después… Un trozo de tiza empezó a escribir…

FUE UN PLACER TRATAR CON USTEDES, BOLA DE PENDEJOS PARANOICOS…

LOS VOY A ECHAR DE MENOS

La mayoría se sintió insultada, sin embargo, varios otros alumnos tomaron eso como un mensaje de despedida demasiado sentimental de su profesor de DAO invisible… Considerando que hacía menos de dos días repartía hechizos a diestra y siniestra contra lo que se moviera.

- Dos alumnos de esta escuela enviaron una carta al Ministerio de la Magia, quejándose de mi comportamiento y de herir a uno de mis alumnos, además de dejar al resto con los nervios destrozados. Ciertamente no medí las consecuencias ni pensé que estarían tan sensibles… -.

Y ahí está la Mujer Maravilla hablando y hablando… Se dijo Draco en tono de aburrimiento mortal, en tanto sentía que más de una mirada se posaba sobre su nuca. Si te vas a ir, enana del demonio, hazlo de una buena vez, tengo mil cosas mejores que hacer que perder el tiempo contigo y tu estúpido amiguito invisible…

Si Malfoy hubiera siquiera sospechado de quienes se trataba en realidad, tal vez hubiese meditado sus palabras…

- Como sea, lo siento… Y como esta es mi última clase con ustedes… ¡De pie y agarren sus mochilas! ¡Nos vamos a congelar al patio!... Aprovechen, porque estaré demasiado generosa con los puntajes… -. Los jóvenes se encontraban un poco desconcertados… ¿Y ahora quién tomaría el lugar de esta loca, más loca que el mismo Moody? Antes de que el primero de los alumnos alcanzara la puerta, el borrador comenzó a moverse por el pizarrón y nuevas palabras se grababan con ligereza.

SÓLO ESPERO QUE LAS NUEVAS CLASES LES AGRADEN…

HE OÍDO QUE…

Y Thomas dejó de escribir al notar que Agatha le miraba con enojo.

- Cállate -.

- No -. Dijo Potter – Tenemos derecho a saber quién nos va a dar clases luego de que usted se marche -. En el fondo Harry se hallaba esperanzado de que Remus volviera… Sólo él podría llevar el ritmo de Agatha Vane.

- Lo lograste ¿no? -. Regañó la mujer al aire… - Sólo te digo Potter, que mejor ni preguntes… Pero eres un inconsciente como Paddy, así que… Tú sigue no más -. Le dijo a su compañero antes de salir entre los chicos, que curiosos, esperaban a que Thomas terminara de escribir.

¡Vaya! De haber sabido que así podría tener la atención de los alumnos… suspiró para sí el chico de cabello blanco.

…ESTA PROFESORA ES MUY ESTIMADA POR USTEDES

Varios querían matar al tipo invisible… Parecía que mantener a todo el mundo es suspenso era algo gratificante para él…

POR FAVOR, DÉNLE MIS SALUDOS A…

DOLORES UMBRIDGE -
ADIÓS, A PARTIR DE ESTE MOMENTO LOS DEJO

Era imposible… ¿DOLORES UMBRIDGE? Potter se largó a correr detrás de Agatha para pedirle explicaciones. Hasta Malfoy se notaba un poco molesto… Muy en su estilo, claro. Margaret debió callarse sus dudas. El incidente con Potter el día anterior le había granjeado un par de enemigos por ahí… Así que Raphael se hizo el portavoz de los chicos nuevos… Obviamente el tono del muchacho invisible era sarcástico.

- Hermione ¿Te importaría hablarnos de esa mujer? -.

- Vengan, a medida que bajemos las escaleras les voy contando… -.

Granger no omitió nada y a pesar de que estaba enojada con medio Gryffindor, Black pudo escuchar el relato completo sin ninguna especie de interrupción. Todos los nuevos le prestaban oídos… La mujer ciertamente era retratada como una especie de MALEFICIO IMPERDONABLE de LARGA, LARGA DURACIÓN…

- Agatha, ¿Es una mala broma tuya no? -.

- ¿Me ves cara de partirme de risa? -. Le inquirió a su vez la profesora de muy mal talante. Le hería que todos parecieran más preocupados por el hecho de que Umbridge regresara, en vez de sentir tristeza porque ella se iba para siempre de Hogwarts… - ¿No, verdad? -. Potter por un segundo tuvo el impulso de abrazarla… Y es que con sus ojitos raros bañados en brillantes lágrimas sin derramar, esa mujer parecía una niña cansada de tanto llorar… El moreno dio un paso, pero Vane le detuvo con un gesto, como si adivinara sus intenciones.

- No necesito de tus consuelos, Harry -. Dijo en un tono lo más amable posible, para no herir sus sentimientos. – Sin embargo, hay otra cosa mejor que puedes hacer por mí… -. Y sonrió. Harry tuvo miedo de preguntar, pero finalmente lo hizo.

- ¿Qué quieres? -. Vane lo tomó de la mano y lo llevó a un lugar donde no pudieran encontrarlos… Nadie podía escuchar nada de lo que ella fuera a decir.

- Mírame Harry… No dejaré de contactarme contigo, pase lo que pase… Pero escucha mi consejo, Mira a los Slytherins… Míralos, si sabes escoger, hallarás muchos aliados… Ellos poseen habilidades extraordinarias… Si quieres, comienza revisando lo que tienes… Mira en Ravenclaw, en Hufflepuff, pero yo te puedo jurar que los Slytherins no le son fieles a Voldemort… Bueno, si obviamos a los hijos de los Mortífagos que conoces -. A Harry le pareció curioso que Agatha le recalcara lo último… ¿Qué intentaba decirle? Sin mencionar nada más, la profesora lo estrechó contra su pequeño cuerpo y le dio un beso en la mejilla, de esos que sólo dan las mamás o las tías…. Vale, era cierto que no debía encariñarse tanto con el crío, pero no podía… El saber a Sirius tan lejos de Harry, y al chico tan solo, le exaltaba lo Gryffindor que llevaba en las entrañas… Era humana, después de todo.

Thomas ya se había ido a su cuarto para alistar los pendientes. Ni él ni su amiga planeaban pasar un minuto más en aquel castillo… El aristocrático primo de Draco consideraba un insulto personal lo sucedido. Ellos, sin lugar a dudas, habían sido lo mejor que le había pasado a Defensa Contra las Artes Oscuras desde Lupin… Pero ya verían esas estúpidas Ravenclaws… Por boconas no la iban a pasar muy bien…

- OK… Quiero filas por Casa… Según los vaya llamando, montarán sus escobas y harán lo que yo les diga -. Los alumnos intercambiaron miradas azoradas… Pero de seguro no se hallaban tan aterrados como Margaret Black. Sus ojos acules se abrieron muy grandes, lo que no pasó desapercibido para Potter, quien le observó con curiosidad… La muchacha se puso al final de la fila… Le aterraban las alturas, pero gracias a Dios, siempre estaba preparada para situaciones como esta.

Ya cuando los alumnos estuvieron listos, Agatha retomó la voz de mando.

- Potter, Duncan, Zabini, O'Keefe, Grimaldi, Weasley a las escobas… Ah, no puedo olvidar a Margaret Black… ¡A las escobas! -. En ese momento Savrile ahogó un gemido. La Gryffindor sangraba profusamente por la nariz, daba la impresión de que se iba a desangrar…

- Profesora… -. Dijo la extranjera. Black tenía el rostro cubierto por manos rojas, y la nieve se teñía de carmesí… Harry estuvo tentado a decir que se había comido un Surtido Saltaclases, pero se calló.

- Muy bien… Señorita Shrewd, acompañe a Black a la enfermería -. Murmuró la maestra sin ganas y con la ceja derecha alzada… La Ravenclaw se notaba preocupada, y quitándose su bufanda bicolor, se la extendió a su compañera para que detuviera un poco la hemorragia. Vane no prestó más atención al asunto y los chicos se elevaron algunos metros en el aire, aguardando órdenes…

- Muy bien. La idea es simular una persecución en las alturas. Ustedes serán los que sigan a su adversario e intentarán botarle de la escoba a base de hechizos… Y su enemigo será… -. La mujer paseó la mirada entre sus pupilos y sus ojos se detuvieron entre los aburridos Slytherin. – Drakito Malfoy -. El rubio le miró con odio… La muy perra lo tenía todo planeado, pero no le iba a permitir humillarlo… Así que con gestos seguros, y acomodándose el cabello de manera pretenciosa, se montó en una escoba y de inmediato se dio a la fuga. Los demás le otorgaron una estrecha ventaja.

- Profesora Vane -. Dijo Pansy, alarmada – Pero si lo tiran… -.

- Parkinson… ¿Acaso no confías en Drakito? -. La mujer sonreía – Si no es un pendejo esquivará a los muchachos, de lo contrario… Sólo confiemos en que sepa nadar… O en que los animales del Bosque no se lo coman antes de que lo encontremos -. Definitivamente lo estaba disfrutando. – OH!, pero mis queridos niños, no crean que las cosas son tan sencillas. Lupin, DuPorto, Kadyars, Parkinson… Notarán que a nuestras espaldas hay un torreón de bolas de nieve. Quiero que le atinen a su enemigo con ellas… Ahora, quien sea su enemigo no me interesa… Es con nota y puntaje para quién lo haga mejor. El resto, hacia atrás y observarán cómo lo hacen sus compañeros -. Entonces Agatha se puso cerca de Lynn. En esos pocos días Vane sentía debilidad por aquella alumna. Había demostrado ser muy talentosa.

- ¿Cuántos puntos te faltan para reunir lo perdido? -. Lynn le miró con suspicacia.

- 35 -.

- Si le atinas a Malfoy en la cabeza serán cincuenta -. Kadyars sonrió.

- Bueno -.

La morena se hizo de unos prismáticos y se elevó algunos metros en el aire. No podía descuidar ni cielo ni suelo…

Entre Desmaius y Expelliarmus Malfoy se hallaba en dificultades. Para su desgracia no tenía ojos en la espalda y la mayoría de sus acosadores eran de otras casas. Las bolas de nieve sólo empeoraban su situación…

Respira profundo… Aguza tus sentidos… Y ataca Evocando aquella voz que le infundía en todo momento entereza, Malfoy dejó de escapar y empezó a defenderse… La escoba le respondía maravillosamente, eso le animaba más. Weasley le envió un nuevo hechizo, que Malfoy desvió… Sin embargo, una bola de nieve le dio en la cabeza y Vane conjuró el Sonorus. Malfoy se agarró con fuerza a su escoba y se salvó de caer.

-SE ACABÓ EL JUEGO… A TIERRA -. Draco se notaba desconcertado. Ya cuando todos regresaron al campo de vuelo, la profesora dio sus explicaciones

- Si aquel hubiera sido un hechizo estarías muerto, Drakito. REPROBASTE. Ahora, quiero que Finnigan, Thomas, Bulstrode, Abott, McGregor y Longbottom se suban a las escobas. El rival es Lupin Raphael -. Los que antes habían estado en el aire se dedicaron a lanzar bolas… Raphael esquivaba, pues ya sabía como era el juego, sin embargo, una bola lanzada por Shannon golpeó la punta de su escoba y perdió el equilibrio, lo que consiguió que sin querer Lupin tirara a Pansy de la escoba. Agatha se acercó a la señorita O'Keefe y le dirigió una dulce sonrisa.

- Le felicito -. Dijo con dulzura. La chica se ruborizó ligeramente.

- Gracias -.

Así se siguieron entrenando hasta que sonó la campana para el recreo. Kadyars también fue perseguida, pero ella no se largó a huir como alma que lleva el diablo, sino que de repente se dio la vuelta y atacó al primero que vio con un Desmaius… Samantha fue alcanzada, pero en ningún momento Vane le hizo burla. Los más frustrados eran lo que se quedaron con las ganas de lanzar bolas de nieve.

- ¡Vayan a la Sala!... Intenten descansar porque ahora les toca con Flitwick -. Rápidamente Vane se quedó sola.

- Muy bien Agatha, esta fue tu última clase -.

- Y lo lamento -. La mujer no había notado que Shannon estaba tras ella.

- Señorita O'Keefe… -.

- Es en serio. Aunque no le conocí mucho, pienso que es una buena maestra… -. Comentó la muchacha. Vane se ruborizó.

- Pues tú vuelas muy bien -.

- Amo el Quidditch -.

- ¿Y que puesto te agrada? -.

- Bateador -. Replicó sin vacilar.

- Somos dos. Es realmente una pena que no nos hayamos conocido más. Bueno, es mejor que te alimentes. Ve -. La alumna obedeció y Vane enfiló hacia su cuarto.

- Ya es la hora Thomas. Lo voy a echar de menos -.

- Estoy seguro de que regresaremos pronto… -.

- ¿Ah si? -.

- Sí. ¿Acaso no te he comentado que en mi familia hay videntes…? –

- Ojalá. El estado mental de Potter me preocupa -.

- Dejar solo a Severus te preocupa… -.

- No me utilices como excusa McKellen, que conozco tus tretas… -. Suspiró – Ahora a encontrarme con el idiota de Fudge y dar explicaciones… -.

Los dos esperaron a que los jóvenes ingresaran a sus clases, y sin ceremonias se marcharon por el pasadizo del Sauce Boxeador (Al que la profesora Sprout había abrigado con una gran bufanda para que no tiritara de frío el pobrecito)