Con cariño para la familia Rosales Salazar: Me han tenido que aguantar en muchas ocasiones… Con el sólo hecho de recibirme en casa me están apoyando enormemente… De verdad, Gracias.

31 Con Dolores… De nuevo…

Filch estuvo aterrado por su gata sólo un par de horas…Gracias al cielo Madame Hooch pudo sacarlo de la punta de una torre (algún graciosito abrió la ventana a ver si de casualidad alcanzaba a caer en el lago o mejor aún, se le acababan los petardos al lado del Sauce) gracias a la Saeta de Fuego de Harry y le pusieron varias manos de la pomada para cicatrizar rápido que era un secreto de la enfermera, por supus, tras lo cual la señora Norris quedó más histérica que nuca, pero bien dentro de lo que cabe para un animal que recorrió Hogwarts completo a propulsión de Petardos en su culo.

El lunes fue todo menos amigable y lento… Bueno, si fue lento, pero no fue para nada… Algo de olvidar.

Severus ya estaba con migrañas, y mientras se hacía una poción para contrarrestar sus malestares matutinos, se dio el tiempo de echar de manos a Agatha. Por lo menos ella adivinaba cuando se sentía mal y le evitaba el trabajo de ponerse frente al caldero y esperar para que su "aspirina líquida" estuviera lista. Luego, se dedicó a maldecirla. Contra las peticiones (que ya eran rogativas) por parte de Remus, la joven insistía en que necesitaba de alguien que por lo menos le "acompañara", haciendo las pocas horas en Grimmauld Place un verdadero infierno. Ahora se pasaban todo el tiempo a gritos en la casa, Lupin escaleras arriba anunciando que se iba, y abajo Vane amenazándolo con quebrarle las piernas si se atrevía a dar un paso afuera de su cuarto. Y Severus no era el único que sufría con ese asunto. Uther Green y Armand Laubreaux ya se estaban hartando de tanta tontería.

Uth- Agatha, debes dejarlo en paz. Ya está sano y es perfectamente capaz de cuidarse solo – Le dijo el domingo por la noche, ya agotado de peleas. – Está grandecito para mimos de mamá pata -. Agatha le fulminó con la mirada.

Ag – No lo hago por fastidiarlo, en serio -.

Uth- Entiendo que quieras cuidarlo, ya que es de los pocos amigos que te quedan, sin embargo, con esa pose sólo conseguirás que se enoje de verdad contigo –

Ag - Se comporta como un crío… -.

Uth- Pero ten en claro que está en todo su derecho a comportarse como tal… Profesora Vane, yo no conozco mucho a Lupin, pero puedo decirte que con tu manera de actuar sólo haces las cosas más difíciles para él… - Vane hizo un nada de maduro puchero. Uther le miró como si tuviera en frente a una cría – Aprecia lo que haces, es seguro, pero déjale hacer lo que quiera… A ti tampoco te gusta que los demás te digan qué hacer ¿no es así? -. Justo en ese instante Armand baja las escaleras. Está bello y radiante, como siempre. Nada en él revela las duras pruebas que está pasando.

Armand- Responde Agatha… ¿Acaso te gusta que Juliette esté todo el día sobre tus pasos? -.

Ag- No, claro que no… Tengo una vida y quiero que me la respeten… -. Replicó de inmediato. Un segundo después se dio cuenta de lo que quería Remus. Se puso triste. Armand le sonrió con cariño.

Ar- Así está mejor… Ahora, creo que lo más recomendable es que te vayas a dormir. Remus y tú necesitan descansar las gargantas -.

Ag- Vale -. La mujer se fue a su cuarto y no dijo nada más. Era cierto, cada uno necesita su espacio y su independencia, sin embargo, eso podía pasarse por alto cuando los vampiros de todo Londres te perseguían sin una razón lógica ¿No? Después de todo, Remus tenía cosas que hacer. Luego de conocer a Raphael y a Harry, Vane había decidido que Lupin sobreviviría para ellos, así como Severus estaba vivo sólo por los Malfoy… Ella no era quién para decidir algo así, pero si otra persona decidió que Remus valía más muerto que vivo, ella no se iba a quedar atrás… Estaba demasiado loca como para permitir que otro bestia se le adelantara.

Por ello tuvo una importantísima reunión el día sábado(a la que llegó tarde, según costumbre) con alguien que le ayudaría en sus proyectos. El Leaky Couldron estaba algo vacío, sin duda por el miedo que inspiraba la aparente inactividad de los Death Eaters…

-Mujer, por Dios! Tan tarde que llegaste… Ya me estaban saliendo callampitas de puro esperar -.

Ag- Sabes que yo llego tarde por principio, Caín -. Alguna vez Charlie lo había nombrado como un cazador de vampiros, y en efecto, era uno de los mejores y más reconocidos en los círculos de magos que desean deshacerse de molestas plagas de chupasangres. Se trataba de un muchacho bastante alto, macizorro y de piel morena y ojos negros. Tenía el cabello largo y enmarañando, atado con un cordel vulgar. Si su apariencia no fuera lo bastante desastrosa y llamativa con estas señas, debemos añadir su vestimenta. Jeans gastados y algo maltratados, polera negra que decía "METALLICA: MASTER OF PUPPETS" y una chaqueta de cuero tricolor (blanco, azul y rojo) con una gran estrella blanca en la espalda. Todo en él discordaba, aún más porque se tomaba un vaso de jugo de naranja con gestos muy educados. Agatha no podía menos que reírse de su manera de ser, claro que nunca le consideraría una persona tonta… Era tal vez, un poco ingenuo, pero para nada era un tonto. La mujer se llevó la mano derecha hacia su tatuaje… Por alguna razón le había comenzado a molestar nada más entrar en Leaky…

Caín- Así que me tienes un trabajito, Agatha Vane -.

Ag- Si. Y es imperioso que dejes todos tus compromisos de lado para hacer lo que yo te pido -. Dijo sin más preámbulos -. El joven tomó un largo trago de jugo antes de contestar.

Cn- Pero sabes que te saldrá muy caro… Sabes que no me gustan los trabajos de tiempo completo -.

Ag- Te pagaré lo que sea… ¿Por qué no vamos a un cuarto? Me incomoda el ambiente que se está formando acá -. Agatha lo decía por un desagradable tipo que entraba en ese momento. Se trataba de aquel muchacho que había estrellado contra la pared el día que Uther llegó a Grimmauld Place… Theodore Grass. Rodríguez pareció entender, porque sin más le preguntó al posadero si había algún cuarto disponible. Rápidamente subieron las escaleras, y como ya era costumbre, Vane lanzó un hechizo de impasibilidad.

Cn- Entonces, negociemos los términos del contrato -.

Ag- Está bien… -. Y le alcanzó un sobre de pergamino gastado. – Ábrelo más tarde. No confío en estos lugares, menos si tienen en los baños espejos que hablan… Allí están los datos que necesitas. Quiero que le vigiles día y noche, sin que se dé cuenta y si ves algún vampiro a un radio de seis kilómetros de distancia, le masacres sin compasión… Ah! -. Ahora sí que ardía el maraco tatuaje.

Cn- ¿Estás bien Agatha Vane?

Ag- Sí… No es nada, sólo un dolor que tengo hace años y que vuelve cada cierto tiempo, como castigo divino… -.

Cn- Como sea… Pero… ¿qué pasa con esta persona? -. Cambió el tema rápidamente, sin abrir el paquete. Era una regla en su oficio preguntar lo más que se pudiera. No iba a andar arriesgando el pellejo por cualquier cosa, por más bien que le pagaran. Tenía una familia qué mantener en su país.

Ag- No logro entender bien las dimensiones de lo que está ocurriendo, pero sí puedo decirte que los clanes vampíricos de Inglaterra y sus alrededores lo quieren muerto. Es un Lupino, parte de la OF, ya sabes… El grupito de Charlie y yo -. Vane hablaba en un tono muy serio, lo que a Caín le daba risa. Había conocido a Agatha cuando los dos se embriagaron una vez por ahí… Así que era sencillamente imposible evitar recordarla con la botella en la mano y eso…

Cn- Deja esa pose de agente del MI-5 ¿vale?... ¿Así que es parte de esa organización? – Sus ojos destellaron, pensando en las posibilidades – Mira yo puedo hacerte un precio muy especial, en consideración a que eres mi amiga, pero tengo dos condiciones, sin las cuales tu lobito prescindiría de mis servicios… -.

Ag- Habla y yo veré qué tanto me conviene. Sabes que siempre puedo buscar a otro cazador… -.

Cn- ¡Por favor! -. Se bufó – Soy el único cazador que conoces, ¿Qué vas a hacer? ¿Buscar en las páginas amarillas? .
Ag- No estoy jugando Caín. De veras este lobito es importante para mi -. Dijo con cierta tristeza. Aún no olvidaba la pelea del desayuno.
Cn- Está bien, pero no te pongas así… La primera condición es fácil… Quiero ser parte de ese club -.

Ag- ¿qué?- Dijo genuinamente desconcertada - ¿Crees que nos juntamos los sábados por la tarde para platicar de las últimas novedades, como si fuéramos niños? Pertenecer a ese grupo requiere de muchas condiciones… -.

Cn- Condiciones que a mí me sobran. No te cuesta nada Agatha. Tú eres muy importante allí ¿No? .
A g- No -.

Cn- Tómalo por este lado… Yo sé de todos los nidos de los vampiros en este islote. Además, conozco sus hábitos… Podría serles de mucha utilidad -. Agatha entrecerró los ojos; parecía entender algo.

Ag- Caín, sólo por curiosidad… ¿Charlie ya te dijo que no, verdad? -. Rodríguez se llevó la mano al cabello, enmarañándolo aún más.

Cn- Noooo, para nada… -.

Ag- Te creo… -.

Cn- Medítalo. A mí me interesaría mucho estar allí, y además, tú acabas de decir que tienen problemas con los vampiros. Gustosamente trabajaría gratis… Claro que siempre y cuando mis condiciones sean cumplidas -.

Ag- A ver… Dime cuál es tu segunda condición, Rodríguez… -. Vane no estaba muy convencida. Era cierto que Caín tenía dotes de más para estar entre los de la Orden del fénix; sin embargo, no podía llegar y meterlo así como así…

Cn- La otra es que dejen que mi hermana menor entre en Hogwarts cuando cumpla la edad -. Agatha bufó. ¿Acaso el muy bruto no entendía que eso era peligroso, más con Voldemort merodeando por ahí? La niña terminaría neurótica.

Ag- ¿Eres tonto, o te haces? ¡Lo peor que puedes hacer en este momento es meter a tu hermana chica a Hogwarts! -.

Cn- No, porque yo estaría en la Orden del fénix y podría cuidarla con más propiedad -. Dijo el otro sonriente, como si eso fuera una invitación a comer. – Mi Cristina va a cumplir los once años ahora, y quiero para ella lo mejor -.

Ag- No puedes llegar y dejarla en medio de una guerra… -.

Cn- No soy ¨weón¨… -. Dijo el muchacho en español. Agatha le entendió hasta el "no soy"… - Mira, Weasley y tú no son los únicos que he conocido y que han ido a esa escuela de magos… Sé perfectamente que durante la anterior guerra contra Voldemort, los alumnos de ese lugar estuvieron a salvo… Tú no conoces a Cristina, y temo por ella. En ninguna otra escuela estará mejor, además, en mi país no existen academias mágicas, no que yo sepa… -.

Ag- Créeme Rodríguez, tu hermana estará más segura alejada de la magia hasta que podamos acabar con la amenaza… -.

Cn- Entonces… Sencillamente no hay contrato -. Dijo poniéndose de pie. – Es eso o nada. Ya no quiero dinero, estoy muy bien así como ahora… Si tanto te importa tu lupino, vas a hacer lo que yo quiero. En caso contrario -. Y le devolvió la carpeta con un gesto brusco - Puedes irlo siguiendo tú solita… -. Caín avanzó hasta la puerta. Vane sopesó las posibilidades. Caín jamás los traicionaría; era de la misma naturaleza generosa y tierna de Charlie. Por otro lado, estaba Remus, su prioridad.

Ag- Está bueno… voy a ver qué puedo hacer por ti. Dentro de cuatro días te llamaré -. Al joven le brillaban los ojitos.

Cn- Perfecto. Entonces dentro de cuatro días nos vemos aquí, misma hora, mismo cuarto -. Y se fue.

Ag- Estas cosas me pasan por meterme donde no me llaman… -. Suspiró.

Los Gryffindors desayunaban en el Gran Salón, midiendo muy bien cada uno de sus pasos. Umbridge no debía tener ninguna razón por la cual castigarles. Harry hacía un esfuerzo de veras sobrehumano por no tirársele encima a la vieja y ponerla en su lugar… El cansancio que tenía por lo de la noche anterior era de verdad una gran ayuda… Su apariencia alelada era justo lo que necesitaba para soportar el día. Hermione y Raphael estaban sentados juntos, repasando algunas clases de Herbología para Sprout y luego confirmando sus tareas de Encantamientos… Ron ni siquiera les prestaba atención. La carta lo tenía bastante intrigado. Sin duda su acertijo era un poco más complicado de descifrar que el de Harry… Era la última parte la que contenía la verdadera clave. El comienzo sólo intentaba inquietarlo, pero prefirió pasar de eso por ahora. En su mente había cosas mucho más importantes, como por ejemplo, el Quidditch. Margaret miraba un poquito celosa a Raphael… No, no le gustaba, pero el saberle confraternizando con el enemigo le molestaba… Y no era más que por Viktor. El pobre había sido bastante golpeado por la vida como para que una niña tan insulsa como Hermione Granger le hiciera algo así… En el fondo, quería matar a la castaña por descarada.

Ginny llegó retrasada… Tras ella, Kenji, tarareando una canción de l'arcenCiel de lo más contento. Aún se comentaba con entusiasmo el lío con la gata de Filch, cosa que le llenaba de secreto orgullo… gata tonta, se lo merecía por meter la narizota en sus conversaciones. Tal vez lo único que hacía amarga la victoria del japonés era el hecho de que todos responsabilizaran a Lynn… Bueno, ya hablaría con ella para que no se enojara, la pobrecita.

Ginn- Buenos días Harry… Por lo que escuché, no pasaste una muy buena noche -. Le saludó. Hermione se quedó callada de pronto.

Her- ¿qué?... ¿Harry? -.

H- No es por nada en especial -. Ron guardó silencio. De seguro su novio le había puesto al día sobre lo acontecido en el cuarto de los chicos.

Ginn – Como sea, tengo algo para que alegres la cara -. Susurró en su oído. Potter miró casi por costumbre a la mesa de Slytherin. Malfoy aún no se aparecía y Kadyars se veía demasiado tranquila como para no andar en una de las suyas… -.

H- ¿De veras? Quisiera comprobarlo… -. La pelirroja miró a Umbridge (que estaba comiendo en compañía de McGonagall) Y sacando de su mochila una cosa, se la dejó a Potter en el regazo. Era un montón de pergaminos. A primera vista parecían papeles normales, pero un gesto de la pequeña consiguió que Harry supiera que no se trataba de nada ordinario. Ron miraba con desconfianza, y Raphael ya había arrastrado a Granger a una fascinante conversación sobre Salem…

Ginn – Me los mandaron los gemelos… Espera una poco y verás de qué se trata -. Acto seguido, Ginny sacó de la mochila un sujetapapeles y empezó a escribir… Para sorpresa de Harry, las cosas que la joven ponía en el pergamino aparecían en el suyo… A la mente del moreno de ojos verdes vino el recuerdo del castigo que la cara de sapo le impuso el año anterior. Claro que aquí las palabras no se grababan en piel sangrante, sino en inofensivo papel. Con rapidez el joven tomó las hojas y las acercó a su cara, como si se tratara de una cosa de vida o muerte.

çComo bien te habrás dado cuenta, los gemelos no me enviarían sólo lucecitas de colores. Esto es para que te comuniques con quien quieras entre clases… Es a prueba de magia para no copiar en los exámenes… Esto hará más soportable para ti los castigos con la vieja apestosa de Umbridge… Así parecerá que estás copiando… ç

Animado, Potter tomó su pergamino de la bolsa y respondió

çEs un gran invento, más ahora que nos toca con ella…ç

çSegún lo que me pusieron en la nota, estos papeles funcionan a una distancia de diez o veinte metros cómo máximo de distancia uno de otro… Así que si estás aburrido, me puedes escribir. Sólo debes poner mi nombre seguido de dos puntos, como si me escribieras una carta… Esto nos va a servir para ponernos de acuerdo con las bromas a espaldas de Raphael y Margaret… Hermione y sus escrúpulos no me agradan, la verdad…ç

Harry no se sorprendió de que la pelirroja le dijera eso. De veras, a ella y a los gemelos debería prenderles velitas y hacerles un altar.

ç Gracias…ç

çDe nada, sabes que cuentas conmigo para lo que gustes… ¿Y no han definido qué van a hacer con el ED?ç

çNo lo he pensado… Por ahora sólo medito en un nuevo nombre. Dolores ha pasado muy pocos días aquí como para saber sus hábitos de vigilancia… Además, los de Slytherin están esperando que nos confiemos y demos un paso en falso.ç

Nev- ¿Qué están haciendo? -. Raphael se acomodó las gafas sobre el puente de la nariz, atento a cualquier palabra.

H- Nada Neville… Sólo estamos jugando -. Dijo en un tono inocentón.

ç¿Cambiarle el nombre al ED? ¿Con qué objeto?ç

çNo sé tus hermanos o tú, Ginny, pero yo ya no quiero llevar un nombre que no me identifica. Dumbledore no me inspira ningún respeto.ç

çNo deberías expresarte así. Sabes que él siempre ha buscado tu bien, Harry…ç

çLuego de la muerte de Sirius no puedo creer en eso. No me conformo, porque Dumbledore pudo haber evitado que Sirius fuera…ç

çDudo mucho que Dumbledore supiera lo que iba a suceder…ç

çAún así. En nombre de mi bien, él me ha mentido, al igual que Ron Y Hermione… No pienso seguir aguantando una situación así.ç

çDean me ha dicho que anoche tuviste un sueño… Con el Innombrable.ç

çNo fue nada de importancia… No vi pasillos ni gente en peligro… Fue un accidente ç

Pero él sabía que era mentira.

Ron- Lamento interrumpirles el juego, pero Umbridge ya se levantó, y bien sabes Harry que sino llegamos antes que ella nos deja afuera… -. El chico se echó precipitadamente los papeles en un cuaderno y se puso de pie.

Ginn- Suerte –

H- Gracias –

En Ravenclaw las cosas no eran tan relajadas. Samantha Shrewd estaba un poco temerosa y no quería por nada del mundo toparse con Harry… De seguro él la culpaba también por lo sucedido con Agatha Vane: Aunque en ningún momento supo de la carta de Edgecombe y Chang, si se había incriminado involuntariamente al pedirle disculpas… Tal vez debería buscar a Harry y hablar con él… Imposible, el chico no desperdiciaría una oportunidad para ponerla en "Su lugar" como lo hizo con las chicas… Porque en ningún momento la joven pensó que aquella venganza no fuera de parte de Potter y sus amigos. Esa era la razón que la había dejado sin apetito desde el sábado… Le daba mucha rabia consigo misma haber traicionado sin querer al único chico que entendía cómo se sentía ahora que no tenía padres…

Danielle LeGrand - ¿Shrewd? ¿Por qué no comes? – A la francesa le daba un poco de lástima aquella muchacha. Cuando llegó a Ravenclaw, Danielle se enteró de inmediato de que los padres de Samantha habían muerto durante la matanza de Halloween. Ambas tenían algo en común, pero reaccionaban de manera diferente. Samantha sumida en una depresión, y LeGrand sacando fuerzas desde lo más profundo de su alma para no inspirar, precisamente, compasión ajena.

Samantha- No tengo hambre… -.

Dan- No lo entiendo… Estás sin comer desde que esa profesora nueva llegó… ¿Tiene algo que ver con Potter? -. La muchacha bajó la cabeza – No te preocupes, si ese pesado se te acerca yo me encargaré de él – Sólo el hecho de que hubiera perdido a sus padres inspiraba simpatía en Danielle por ella…

Sam- Gracias -. Ruri no prestaba atención a nada. Llevaba como una semana en Hogwarts, y de todos los chicos que había visto (que eran muchos, por cierto), sólo uno había llamado su atención en forma poderosa… Ojos celestes y cabello rojo eran todo su delirio… Duncan solía enamorarse a primera vista de los chicos, y definitivamente a este lo quería mucho, mucho, a pesar de no haber hablado nada con él. Ya habría momento, se dijo, deseando a la vez que todo fuera antes del martes.

Afortunadamente, todos llegaron antes que Umbridge. Sin ningún comentario, la mujer ingresó en el aula y aguardó a que todos estuvieran de pie para comenzar a hablar. Harry y los demás pudieron notar con algo de desilusión y nostalgia, que efectivamente, los cojines de Agatha habíanse reemplazado por los pupitres habituales y que en cada una de las mesas se hallaba un ejemplar de Teoría de la Magia Defensiva: Una guía para afrontar tiempos difíciles de la mismísima Dolores Umbridge… El ejemplar estaba empastado en púrpura chillón y cualquiera podría decir que de un momento a otro el libro se comería una mosca… Las chicas de Salem tuvieron también la desagradable sensación de que de verdad el libro estaba vivo…

U- Buenos días, mis queridos alumnos – Dijo con su voz melosa e infantil, tan desagradable como su lazo rosa sobre rizos perfectamente cuidados.

- BUENOS DÍAS PROFESORA UMBRIDGE – Replicaron los alumnos antiguos, para sorpresa de los nuevos. Lynn tuvo que voltear la cara para reírse en paz. Draco miraba al techo con aire perdido y Blaise, a su lado, parecía un poco confundido por aquella actitud en el rubio… Nunca se había comportado de aquella manera con ningún maestro, ni siquiera con Lockhart o Lupin…. Ni con Agatha Vane.

U- Creo que ya saben que deben guardar sus varitas… -. Entre algunas risas burlonas por parte de los antiguos, los alumnos nuevos debieron guardar sus varitas en las mochilas. Lupin consideró la afrenta completamente personal, Margaret Black se notaba un poco consternada y Lynn Kadyars… Bueno, ella estaba empezando a engendrar una idea en su cabecita loca… Harry se sentó en su banca y de inmediato se puso a repartir por debajo de la mesa los pergaminos que Ginny le había regalado… Ron no parecía entender mucho, pero Hermione recibió el suyo con rapidez y ansiedad. Para sorpresa de Lupin, Margaret le alcanzó también un trozo de pergamino (Se sentaban a dos bancas de distancia, Danielle LeGrand y Lucy Bloom estaban entre ellos dos.
M- Déjalo sobre tu libro ¿bueno? -. Lupin asintió con la cabeza, a espaldas de la profesora que en aquel momento hacía aparecer algo en la pizarra con un movimiento de su varita.

Defensa Contra las Artes Oscuras Tomando control sobre los conceptos básicos; Evaluación&

U- Muy bien, he regresado para guiarlos por el camino derecho y llano del conocimiento -. Declaró la mujer, observando con atención a todos sus auditores. Potter tenía perfecto control sobre sus acciones, y estaba más tranquilo y relajado que de costumbre… Mientras llegaba a la sala, se había dedicado a respirar profundo y alejarse de sus emociones más fuertes; la cólera y la impulsividad. Todos le habían mirado un poco raro, pero no le afectó; él era un chico un poco raro; había escapado del mago tenebroso más grande del siglo XX, era natural que actuara un tanto… Diferente al resto de los magos, más viviendo con gente como los Dursley desde el año de edad. – Supe que la anterior maestra, siguiendo el ritmo que parece dominar a esta clase en especial, les enseñó cosas que no necesitaban aprender e incluso se dio el lujo de hacerlos vivir una situación muy complicada al simular un ataque de Death Eaters -. Parkinson afirmó con la cabeza de manera enérgica. Nunca olvidaría el montón de reprobados que Agatha le había puesto. – No es por desacreditar la labor de mi colega- Siguió la mujer con tono que pretendía ser de disculpa, pero que claramente era de acusación hacia Agatha. A Harry y a una muchacha de Slytherin no le hizo gracia aquella actitud por parte de la sapo, sin embargo se callaron sus comentarios, conscientes de que lo que esa mujer buscaba era precisamente que algún chico se dejara llevar por sus emociones y le diera la excusa perfecta para probar sus métodos de tortura… Digo, sus métodos de enseñanza no-ofensiva . – Pero no se preocupen, yo he llegado para que las cosas tomen un rumbo normal… Mientras estaba de "Vacaciones", me he dedicado a investigar aún más sobre los métodos docentes que se utilizan en el Ministerio de la Magia y he considerado que lo mejor era hacer un libro a la medida de ustedes… -. Harry, sentado y escuchando atentamente, no pudo evitar tomar una lapicera Muggle y escribir sobre el papel hechizado.

çRon:

¿No crees que está más gorda que el año pasado?... De seguro en san Mungo no tuvo muchas oportunidades de salir al patio… le quitaba el espacio a los demás internos.ç

No se trataba de algo muy gracioso o ingenioso; sin embargo, Ron no pudo evitar una sonrisa sarcástica y a la vez de pregunta. Margaret por su parte también estaba escribiendo, con mucho cuidado de que Danielle no se percatara, y creyera que la joven Gryffindor se dedicaba a tomar cuidadosos apuntes sobre las palabras de su nueva maestra.

Eso sería una deshonra para un Black.

çRaphael:

¿Qué es lo que se propondrá esta tipa? … Me da la impresión de tratarse de algo no muy bueno.ç

Tratando de entender bien qué era lo que estaba pensando su amiga, Lupin le siguió la corriente.

çMargaret:

No debes preocuparte tanto por aquella mujer… Puede notarse un poco desquiciada, sin embargo es bastante inofensiva…ç

Obviamente el muchacho no estaba al tanto de que la vieja le había mandado unos Dementores a Potter en un verano, el año anterior, con la clara intención de causarle daño.

çRaphael:

Quería decirte que hoy me ha llegado una carta…. De Viktor Krum.ç

¿Y por qué Margaret le contaba eso a él?... Bueno, de algo debería servir ¿no?. En tanto Umbridge seguía hablando sobre los "Desastrosos resultados" de la conducta de Agatha Vane

ç ¿Y qué dice aquella carta? ¿Hay algún dato de relevancia sobre Voldemort y sus pasos?ç

çBien sabes que no puede poner eso por lechuza. Sin embargo me dijo algo… Que no me preocupara, porque…ç

U-Por lo que noto, hay gente tan ansiosa de aprender conmigo, que hasta toman apuntes – Dijo alegremente la mujer, señalando a Margaret y a Raphael. Los chicos estaban pálidos, e intentaban por todos los medios disimular su asombro. Los Slytherin no les quitaban los ojos de encima. - ¿Me podrían decir sus nombres, por favor? -. Siguió con un tono muy dulce y malicioso, según pudo notar Harry. Lupin y Black intercambiaron miradas asustadas, sin embargo estaban juntos en esta e iban a salir de ella libres de polvo y paja. Así que Raphael se aclaró la garganta y buscó rápidamente en su cabeza las palabras que pudieran seducir a esa mujer y le disuadiera de no molestarlos más.

Raph- Profesora Umbridge, no… -.

U- Por favor, no seas modesto; dime tu nombre – Raphael estaba un poco complicado. Para él no era ningún secreto el odio que la mujer sentía por los híbridos, Remus se había encargado de advertirlo contra todas las posibles especies de personas que podría toparse en Hogwarts… Y le había hablado, por supuesto de la manera especial en que ella se expresaba de los centauros y los lupinos… Asociar su nombre con el de su tío, era cosa de un segundo, y lo peor de todo era que no podría mentir. No le convenía, por Hermione y Margaret. Resolvió que lo mejor era seguir hablando claro, aunque sin dar demasiados datos.
Raph- Me llamo Raphael Lupin… -.

U- ¿Lupin? -. Arriscó la nariz con un visible gesto de desagrado. Margaret bajó la cabeza. Estaba frita. – Disculpa, muchacho ¿Acaso tú no eres pariente de Remus Lupin, un ex profesor de esta escuela? -. Raphael le cortó la pregunta incluso.

Raph-Sólo soy su sobrino- El tono de voz del muchacho fue bastante para calmar las sospechas de la mujer y sorprender tanto a Potter como a los demás.

ç Hermione:

¿Cómo se atreve a hablar así de Remus?ç

ç Tranquilo Harry… Debes entender la situación de Raphael…ç

ç No se cómo le defiendes…ç

ç Lo defiendo porque lo conozco más que tú…ç

Algo asombrada y molesta, la mujer posó sus ojos sobre los azules de Margaret.

U- ¿Y tú? -.

Margaret- Me llamo Margaret Black -.

U- ¿Black?... ¿No me vas a salir con que tú también estás relacionada con aquel delincuente? -. Exclamó escandalizada. La verdad, hacía mucho que todos se preguntaban lo mismo, pero jamás se habían atrevido a hablarlo en voz alta. Un tenso silencio se apoderó de todo el salón.

M- No conozco a ningún Black que sea un delincuente -. Replicó, conteniendo sus emociones, para no parecer amenazante o algo por el estilo. Umbridge pareció desconcertada por un momento, pero sonrió ampliamente; su mente parecía concebir algún plan en aquel momento… Pero no dijo nada; no volvió a insistir… ni siquiera prestó atención a los pergaminos, a pesar de que Draco le hizo algunos gestos para que se diera cuenta de que los demás se burlaban de ella…

D- ¡Estúpida! -. Murmuró cuando la mujer estuvo lo bastante lejos… Zabini dejó escapar una sonrisa; no podía evitarlo.

Dolores siguió despotricando en contra de los maestros irresponsables, la estupidez de Dumbledore al permitir docentes con ideas tan extrañas sobre la educación, y lo que ella haría con todos los propiciadores de que los alumnos anduvieran concibiendo ideas tan extrañas y peligrosas como la de enfrentar al mismísimo Voldemort… Luego de eso, se dispuso a ordenar lo de siempre; que los chicos abrieran el libro en el primer capítulo y empezaran a transcribir… Y por supuesto, no había lugar a ningún tipo de preguntas.

Raphael y Margaret quedaron en molestar lo más que se pudiera. Así que comenzaron por levantar las manos… Pero alguien se les adelantó.

U- ¿Tu nombre? -.

Lynn – Lynn Kadyars, profesora Umbridge -. Replicó la muchachita en tono empalagoso.

U- ¿Qué es lo que no entiendes? -.

L- Bueno… Este concepto… Manifestación de la ira controlada… ¿A qué se refiere exactamente?

U- Me refiero a que algunas personas deberían aprender a controlar sus emociones… Lo peor que puedes hacer frente al enemigo (Si es que lo hubiera) es empezar a decir cosas que están mal… -. Lupin levantó la mano.

Raph- A mí aún no me queda claro, profesora Umbridge -. La mujer dejó escapar un resoplido de impaciencia. ¿Acaso todos eran tontos?

U- Me refiero, Lupin, a que ciertas actitudes son impropias de las personas civilizadas… No sé si me explico -. Kadyars sonrió satisfecha. La tipa era una completa idiota, comprobado y recomprobado… Ni siquiera era capaz de expresar claramente sus ideas…

Y es como si Lynn tuviera a más de alguna persona bajo una Imperius, porque Ruri y otro chico de Hufflepuff dijeron casi a coro.

- ¡Qué idiota es! -.

A aquella frase siguió un gran e incómodo silencio… Draco miró con asombro a la chica de Ravenclaw… Ron también, y no pudo evitar sonreírle a Ruri…

Umbridge, ancha y rolliza como era, se quedó mirando fijamente a la muchacha, como imposibilitada de entender qué rayos había pasado… Harry casi podía ver cómo la cabeza de la maestra procesaba la información

U- Disculpa… No pude escucharte -. Los demás chicos de Ravenclaw se miraban entre sí asustados y risueños a la vez. Duncan, notando cómo Weasley le lanzaba una nueva mirada de apoyo, se puso de pie y cobrando valor respondió.

R- Dije, profesora Umbridge, que es una IDIOTA -. La mujer se puso lívida de ira, pero no era capaz de responder a ese insulto tan directo aún. Estaba tan furiosa que no hallaba las palabras para replicar. Con Potter era diferente, claro, era Potter, lo odiaba desde antes, pero esta chica…

U- ¿Me podrías decir tu nombre? -.

R- Ruri Duncan -. Dijo esta con un leve movimiento de su cabello.

U- ¿Duncan?... Tú vienes de Salem ¿no es así? -. Harry estaba impaciente. ¿Cuándo le iba a castigar?

Tenía envidia

R- Así es… Del mejor instituto del mundo – Dijo con arrogancia.

U- Ya veo… Eres discípula de Hart… La mujer más tonta que he conocido -. Lucy y Sofía intercambiaron murmullos, irritadas.

U- Noto que no es la única – Prosiguió con su voz infantil y amenazante a la vez… Harry no podía creerlo – Ustedes también vienen de Salem, y veo que les molesta que hable así de esa mujer… -. "No es más que provocación" se dijo Hermione, mientras se mordía un labio con cólera… "Quiere hacerlas caer en la misma trampa que le tendió a Harry…" A la Gryffindor también le sorprendía el hecho de que Dolores se dedicara a molestar a las tres muchachas.

Los labios de Umbridge se alargaron en una sonrisa triunfal y enorme…

U- Están castigadas, las tres. Esta tarde las quiero en mi despacho luego de la cena... -. A Duncan no le importaba lo que esa mujer hiciera con ella, pero ¿Con sus amigas?. Quiso decir algo más, sin embargo los ojos esmeraldas de Potter tropezaron con los suyos

NO SIGAS, POR FAVOR le dijo sin voz

Ron también se aunó a las palabras de su amigo

DÉJALA EN PAZ… TE ESTÁ PROVOCANDO…

La joven asintió, sus ojos sin despegarse de los de Weasley, mientras se sentaba y esperaba que todo pasara.

Al final de la clase el pelirrojo esperó a que la mayoría de los alumnos (y su antipática maestra) se alejaran lo bastante y tomó a la Raven por un brazo.

Ron- Fuiste muy valiente –

Y se fue corriendo por el pasillo, sus pasos resonando en la losa negra.