Bueno, antes de dar paso al siguiente capítulo quiero decirle algo a mi lectora más habitual: Julia, de verdad, entre tú y mi amiga elena ( dejó una review por aquí, creo) me teneis entre la espada y la pared jajaja. No, ahora en serio, a mí también me encantan éstos momentos románticos entre Angie y Erik...y, yo como "mamá" del fic...sé que no te va a gustar lo que le va a venir a la pobre muchacha...pero estoy dispuesta a hacer otro fic (corto) o una simple escena cuando termine éste para vosotras, mis queridas amigas y fans de Angie. Y ahora, capítulo 20

Your obedient servant,

Lovephantom 83


Avanzaba por el parque, a pasos firmes pero al mismo tiempo cautelosos..disfrutando con cada paso de los pequeños resquicios de primavera que se iban mostrando. El sol, la ligera calidez de la brisa...pero sabía que todo aquello no podría durar mucho,aún le daba miedo andar sola por las calles de París, todavía escuchaba los disparos...sentía el miedo..

Después de haber caminado un buen trecho y conforme se iba acercando a una pequeña calle que le resultaba demasiado familiar...podía distinguir la voz de Édmond, y parecía furioso. Fue acercándose poco a poco hasta que se dio cuenta de que estaba hablando posiblemente con Emma y Marie. Apoyó su pequeño cuerpo sobre la pared de la fachada externa de la misma procurando que no la vieran, pero escuchando la conversación.

"¿Cómo se les ocurre? Son una banda de irreponsables. Tener a una pobre muchacha en esas condiciones¡por el amor del cielo es inhumano! Ya están lo suficientemente difíciles las cosas como para que permitan que una de las personas que ustedes en un principio acogieron amablemente se marche a su suerte- las miraba verdaderamente irritado- Por suerte yo estaba en los alrededores y pude ofrecerla refugio..y no, no pienso traerla de nuevo con ustedes. por favor, y espero que no pongan reparo, vengo a llevarme sus pertenencias.."

Las oyó decir algo que ella no pudo llegar a deducir y le vió entrar. Se apoyó de nuevo en la pared, alucinada. ¿Realmente estaba haciendo todo esto para darle seguridad? Parecía demasiado bueno para ser cierto. Ahora que había estado observándole detenidamente, sus maneras, su mirada y sus gestos..seguía pensando que había algo extraño, familiar..que había visto en otra persona quizás..no sabía quién, pero estaba segura de ello.

Esperó unos minutos, aún apoyada en su pequeño escondite, su respiración acelerada, esperando no ser descubierta y que Édmond pudiera salir de allí sin problemas: Conocía a Emma y Marie y sabía que podían ser peor que el mismo diablo.


Se encontraba en su escritorio, concentrado, un pequeño vaso conteniendo un poco de vino a su lado. Dejó los diseños que estaba terminando a un lado, tomando el vaso entre sus manos al mismo tiempo que pensamientos invadían su mente...pensamientos sobre la noche anterior...y Angeline. Se le estaba yendo de las manos, cada vez sentía que mantenía la situación menos controlada...¿por qué cada vez que se veían tenía esa maldita abilidad de sorprenderle con algo diferente? Eso no le permitía controlar la situación, y no le gustaba. Estaba consiguiendo sus propositos para con sus sentimientos, desde luego, no había duda de que la muchacha seguía con esa especie de concepto de romance apasionado hacia él, el cual, aún seguía sin entender. Pero temía que, de un momento a otro, todo se descontrolara...no, todo se estaba desviando y necesitaba calmar de alguna manera el visiblemente evidente fuego que lograba despertar en ella..

Tomó un sorbo, dejando el vaso de nuevo con rabia sobre la mesa...no, no iba a permitir que ella siguiera jugando, a partir de ahora sería él el que tomara las riendas de su "juego". Medio sonrió para sí, volviendo al trabajo. Si ella en algún momento había pensado que el "amor" que le proporcionara sacaría de su corazón a Christine estaba más que equivocada..la odiaba,sí, pero la amaba con todas sus fuerzas al mismo tiempo y eso no podía controlarlo.

"Señoras, lo tengo todo absolutamente bajo control, no han de alarmarse"-Édmond se disponía a salir, una sonrisa triunfante en sus labios.

"Desde luego no entiendo por qué tenemos que estar montando tanto teatro-suspiró Emma- Éstas son todas sus cosas"

Édmond la miró divertido-" El motivo de tanto teatro, mi querida Emma, es que no hay que fiarse de nadie..ya sabe, es mejor prevenir que curar"

Abrió la puerta principal, cargando con la maleta que le habían dado con todas sus pertenencias. Sabía que estaba cerca. Avanzó unos pocos pasos y la encontró, asustada y con su cuerpo apoyado en la pared de la fachada externa.

Sonrió-"¿Ve? Dije que la ayudaría con éste asunto"