Angie acababa de terminar con su trabajo dentro de la casa después de haber hecho miles de cosas más durante el día, llevaba una pequeña bandeja en sus manos. Se aproximó donde él sabía que estaría..y allí le vió. Pensativo, concentrado en su trabajo, el lapiz sin dejar de moverse entre sus manos dejando trazos en el papel. Se fue aproximando con pasos lentos sin querer interrumpirle..pero era demasiado tarde, su mirada ya se había alzado ante ella¿Qué le habían pasado a esos ojos cándidos de aquella noche? Ahora eran distantes..
"¿Querías algo...?"- Su tono expresaba perfectamente lo que su mirada hacía tan solo momentos atrás
Le miró sorprendida ante su cambio de actitud-" No, yo...uhm, simplemente quería ver si quedaba algo que recoger eso es todo"
Él no la respondió, simplemente hizo un ligero movimiento con su cabeza. No entendía su silencio, no entendía cómo estaba pasando esto después de lo sucedido.. resignada, tomó el vaso que estaba sobre el escritorio y lo puso sobre la bandeja.
Notaba que no se movía, podía verla perfectamente con la bandeja y el vaso, parada, sin saber reaccionar.
"¿No tienes más asuntos que atender, Angie?- ni siquiera la miró- Si ya has terminado puedes marcharte y descansar"
Sentía que su corazón y sus sentimientos se congelaban en aquel momento. ¿Acaso no sabía el daño que le estaba haciendo?
Reprimiendo las ganas de llorar y la frustración, suspiró-"Claro...gracias.."
Se disponía a volverse, pero el sentimiento del tacto de su mano sobre su brazo la frenó...no podía evitarlo, cada vez que la tocaba tenía el mismo efecto sobre ella. Volvió su mirada lentamente para encontrarse con sus ojos de nuevo..
"No debí de haberme dirigido a ti en ese tono..disculpa- descendió su mano lentamente sobre su brazo en una caricia- Todo está cambiando demasiado deprisa y..se añade que tengo demasiado trabajo últimamente. Espero que me entiendas, sólo intento asimilarlo todo.Es..difícil"
Un ligero tono triste salía de él..no podía permitirse perder de tal manera a la persona que era su camino a la venganza..
No pudo evitar más que sonreír y sentir un escalofrío por su cuerpo al sentir su mano acariciando su brazo. Hacía unos minutos había sido durísimo con ella y ahora podía comenzar a distinguir de nuevo al mismo hombre atento, dulce, seductor y cariñoso con el que había estado la noche anterior en el parque.
Asintió-"Está bien...hasta mañana"
Sus pasos se fueron separando de su escritorio mientras le veía volver a lo que estaba haciendo. Depositó la bandeja y el vaso en la cocina y, con un sentimiento de confusión y tristeza, marchó hasta la puerta y abandonó la casa.
Su pequeño apartamento estaba frío..le faltaba tanto..se sentía tan sola.Y más después de lo que había sucedido. Por más que se hubiera disculpado posteriormente, no entendía..ya no sabía cuáles eran sus verdaderos sentimientos. De los de ella estaba segura, pero...¿los de él? Lo peor es que creía conocer la causa de todo, era esa mujer...aquella persona que le destrozó el corazón la que estaba impidiendo que todo fuera como ella esperaba, que él se entregara de la misma forma en la que ella lo hizo desde el principio..
Silenciosa, se deshizo de sus ropas y se puso el camisón para meterse en la cama. Una vez se lo puso decidió buscar abrigo entre las sábanas de la misma. Intentaba cerrar los ojos y descansar, pero le estaba costando realmente conciliar el sueño¿Por qué¿Por qué era todo tan difícil¿Es que acaso le costaba tanto conseguir una felicidad tan simple como es estar al lado del hombre al que se ama? La pena recorrió su cuerpo de nuevo, apoderándose de ella con fuerza. Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos cada vez con más intensidad. Apagó la lamparilla de gas,apoyando su cabeza en la almohada y descargando todo aquello que no pudo delante de él...dolía demasiado..
Observaba el cuarto de la casa en la que llevaba, ahora, dos días descansando. Le había llevado un buen rato colocar de nuevo las cosas..pero finalmente todo estaba listo. Se sentó por un momento en la cama, queriendo descansar un poco las piernas cuando notó que llamaban a la puerta. Intuía quién era..
"Pase Édmond.."
Una vez escuchó su respuesta entró en el cuarto echando un pequeño vistazo a su alrededor
" Veo que por fin ha conseguido adaptar su cuarto con todas sus pertenencias"
Asintió- "No sé cómo agradecerle lo que ha hecho por mí hoy..ha sido muy amable de su parte haber tenido esa charla con Marie y Emma..además de conseguir traer mis cosas de vuelta"
Él tomo asiento al lado de ella-" Ya sabe que no tiene nada que agradecer..-frunció el ceño, mirándola pensativo y suspiró- Vera, no sé si es el momento apropiado para preguntárselo pero... la miro y..por más que le doy vueltas no consigo averiguar cómo ha podido llegar a tal situación"
Se quedó parada. Sus dos manos absolutamente firmes sobre su regazo y su mirada baja..¿qué hacer en una situación así? Una parte de ella la advertía de que no debía contarle nada a un hombre que había conocido hace tan poco tiempo...pero había sido amable con ella, y necesitaba a alguien que compartiera aunque fuera sólo por unos minutos todo por lo que había pasado...
" A veces hasta yo me lo pregunto, Édmond...-su tono era totalmente apático- ¿Sabe? Antes de llegar aquí...esaba casada- Él la miró fingidamente sorprendido- Sí, sé que cuesta creerlo viniendo de una persona tan joven como yo, pero lo hice- La nostalgia invadió su mirada- La persona con la que me casé era el típico muchacho proveniente de muy buena familia, atento, educado, bueno..y me ofreció la oportunidad de tenerlo todo: Una buena casa, rodeada de gente que velara por mi seguridad constantemente, toda clase de lujos materiales, un título incluso..-suspiró, sonriendo amargamente- Pero lo que realmente siente el corazón no se puede cambiar¿no es cierto?-le miró con ojos tristes, una pequeña lágrima salió de sus ojos- Y lo que yo quería no eran bienes materiales..-su mirada se perdió en algún punto del cuarto- Él murió en manos de todos éstos revolucionarios..y otra persona importante también...no me atrevo a volver con los pocos contactos que me quedan y..-otra lágrima atravesó su mejilla- por eso es que fui a parar a aquella residencia inmunda y el resto ya lo sabe..."- Bajó su cabeza, sintiendo que se había sacado un gran peso de encima.
Una parte de él se sintió ligeramente conmovido por lo que ella le acababa de contar... Ah, era realmente lo que aparentaba: Una pequeña princesa de cuento de hadas metida en un castillo que no le correspondía
Apoyó una mano en su hombro- "No sabe cuánto lo siento...-miró a su pequeño reloj- Oh, vaya por Dios-emitió una pequeña risa- Lamento mucho haberla quitado un trozito de tiempo de descanso que seguramente necesita-se levantó- Muy buenas noches, Christine"
Le miró, medio sonriendo- "Me alegra que haya querido escucharme.."
"Créame, en su situación, necesitaba a alguien que lo hiciera"
Dicho esto e inclinando ligeramente su cabeza en gesto de despedida, se marchó. Cuando vió que la puerta se cerró..de repente sus ojos se abrieron en sorpresa: El modo de escucharla, sus gestos, esa risa...todos esos detalles...
Le recordaban a Raoul.
