El escritorio de su estudio se mostraba repleto de papeles ante sus ojos. Tenía cosas que hacer y desde luego no podía perder tiempo..por fin, poco a poco, iba extrayendo de ella la información que necesitaba. No podía esperar a ver a sus confidentes esa mañana. Cierto, la pobre Christine de Chagny lo había pasado mal, pero a ella se lo habían ofrecido todo sin parpadear...mientras él, que tenía tanto o más derecho que ella, se veía recibiendo dinero a cambio de su silencio. Estaba todo demasiado descompensado..
Fuera ya de sus pensamientos, se ajustó su ligero abrigo color camel y abandonó la casa. Estaba cada vez más cerca de su objetivo.
Christine se hallaba boca arriba, aún entre sus sábanas y con la mirada fija en el techo: Le había sido muy complicado volver a dormirse y durante dos horas no había hecho más que dar vueltas sin sentido, cerrando sus ojos pero inmediatamente volviendo a abrirlos. Estaba segura, desde poco antes de irse a dormir, de que Édmond era inevitablemente pariente de Raoul o de su familia...pero, si lo era¿cómo es que no se lo habían presentado durante aquellos largos diez meses de matrimonio¿Le estaban causando su cansancio psicológico, temor y desesperación por encontrar una cara amiga todo esto? Suspiró.Todas esas dudas le estaban quitando el sueño, literalmente, y no sabía cómo recuperarlo.
Dejando ya de una vez por todas sus intentos por dormir aunque fuera durante un pequeño rato, se levantó. Se dio cuenta de algo: El estudio de Édmond, que normalmente estaba cerrado con llave, ahora no lo estaba..
Miró por un momento insegura hacia la puerta del mismo,no quería causarle problemas..pero siempre le había parecido curioso que dejara el estudio cerrado cada vez que ella se quedaba sola..se preguntaba por qué lo hacía. Sus pasos temerosos fueron acercándose hasta que, por fin, entró en el mismo. Cerró la y suspiró aliviada. No estaba en casa, no podía pasar nada si...
Sus ojos se centraron en una pequeña bolsa que había encima del escritorio, y un sobre. De nuevo, retomó el camino hasta que llegó al escritorio tomando la pequeña bolsa entre sus manos. Parecía tener muchas monedas dentro, el tacto de la piel negra era agradable..la volvió y...
" No puede ser..."
Lo pronunció para sí misma al ver que el bordado que contenía la bolsa era, precisamente, el símbolo de los Chagny...al lado del mismo, una carta que iba dirigida a..¿la madre de Raoul? Sus ojos se abrieron enormemente ante la averiguación. Definitivamente tenía que ver con la familia de Raoul, pero ¿el qué?
Confusa,salió rápidamente del estudio. Esto no hacía más que aumentar sus preocupaciones.
"Así que tiene novedades..."-Marie le miraba visiblemente interesada.
Asintió-" Más que eso...-se sentó- he averiguado algo más sobre la situación de Christine..."
Ambas lo miraban atentas para que continuara.
" La muchacha es totalmente una oveja descarriada...pero ese no es el asunto que me trae hasta ustedes"
"¿Entonces..?"- Emma lo miró expectante
" Parece que está en necesidad de un hombro sobre el que llorar, y..creyendo que yo puedo ser la clase de buen amigo que necesita ahora...me ha revelado algo que no sabía hasta el momento..y por supuesto he decidido pedir colaboración"
"Y nosotras somos las que hemos de proporcionársela, supongo"-Terminó Marie.
Édmond sonrió-"Así es. Como ya saben tenemos la certeza de que el vizconde murió...mis contactos me lo confirmaron- ambas asentían- Bien, pues parece ser que hay...otra persona más que ella cree muerta.."
Marie frunció el ceño-"Entiendo..¿y qué es exactamente lo que quiere que hagamos?"
"Oh, dos cosas, ninguna de ellas tiene mucha complicación: Quiero que averiguen si efectivamente hay alguna otra persona cercana a ella víctima de todo esto.."
"¿Y si no la encontramos?"
"Dejénmelo saber, y yo moveré mis hilos. No quiero que haya ninguna persona cerca de ella que pueda..averiguar dónde está. Oh, y una cosa más.."
"¿Sí?"- Emma y Marie intercambiaron miradas por un momento, algo confusas.
"Me comentó que aún le quedaban contactos por aquí, así que me gustaría que todo intento que haga por comunicarse vía carta sea inmediatamente interceptado. Y sé que pueden acudir a alguien para que lo lleve a cabo. Cuanta menos gente sepa de su existencia...mejor"
Marie asintió con una medio sonrisa en sus labios-"Eso está hecho, Édmond. No dude en seguir manteniéndonos informadas..."
Rió- "Ni un segundo, señoras..."
Dicho esto y, con un caballeroso gesto, salió de la residencia.
No le había visto en todo el día, y pensándolo bien, tampoco quería. Había salido especialmente temprano, y no le había visto tomándose un café o un té como solía ser costumbre..
Desconocía si le encontraría de nuevo y con la misma actitud que tuvo la noche anterior, pero no iba a ser la misma con él..aún a riesgo de haber pensado algo que, posiblemente, luego no cumpliría.
