Sacó todo el valor dentro de sí misma. ¿Cómo podía ser remotamente posible que esas dos personas hubieran dado con esa dirección?Todo aquello la asustaba por segundos, si algo no permitiría sería arriesgar la vida de su hija, o la de Christine.

Tragó saliva con dificultad, esperando ser creída- "La señorita Margueritte Giry no se encuentra en casa en éste momento, señoras. Pero si puedo ayudarlas en algo.."

Marie medio sonrió-"¿Es usted alguien cercano a ella? Verá, es que se trata de un asunto bastante importante.."

Realmente no sabía qué responder. Ésta gente lo más probable es que no fueran de fiar,su mente buscaba el modo más rápido para que se marcharan de su casa, y la dejaran en paz a ella, a su hija y a toda la gente que le importaba.

"Soy..la dueña de ésta casa. La pobre criatura no tiene ni padre ni madre. Se gana la vida de bailarina y alguien tiene que atenderla, ayudarla y darle un techo ¿no creen?"

"Entiendo..-Emma sacó el sobre de su bosillo, aún manteniéndolo fuera de la vista de ella sutilmente- entonces supongo que podremos hablar..igualmente con usted sobre el asunto¿no¿Sería tan amable de dejarnos pasar? No tomará mucho tiempo..."

Para su suerte, su hija en ese momento evidentemente no estaba. Le había encargado ir a hacer un par de cosas que la llevarían , por lo menos, una hora. Asintió, abriendo por completo la puerta y dejándolas pasar.

Ambas se sentaron cada una en uno de los sillones que decoraban el no demasiado espacioso salón. La vida y las circunstancias no les había permitido darles algo mejor, pero con eso se conformaban. Tenían un lugar donde vivir, y eso era lo que importaba. Ella se sentó frente a las dos.

" ¿Qué es lo que necesitan saber? No puedo prometerles que tenga la respuesta a lo que han venido a averiguar, pero haré el intento"

Marie medio sonrió-"Comprendo-suspiró- Verá, no tenemos mucho tiempo así que voy a ser lo más directa que pueda: Sabemos que Margueritte mantiene una amistad con Christine de Chagny..."

Sus ojos se abrieron, aún intentando disimular el gesto de sorpresa, creía que Emma y Marie lo habían detectado inmediatamente.

miró simuladamente confusa- " No..estoy demasiado al corriente de las amistades o contactos de Mademoiselle Giry, pero si me dicen qué es lo que quieren preguntarle y de parte de quién es el mensaje, puedo...comunicarle algo. Por mi parte, ella nunca me habló de esa tal...Christine de Chagny"

Emma alzó la ceja algo escéptica-" Es extraño que eso sea así, cuando resulta que era su mejor amiga. ¿No la vió nunca con ella¿Ni siquiera la nombró?"

"Siento decepcionarlas, pero yo estaba aquí dentro casi todo el tiempo. Ella está preparándose para ser una gran bailarina¿saben? Tiene mucha ambición, y tampoco teníamos demasiado tiempo para hablar...pero¿pueden decirme qué ha ocurrido?"

"Por supuesto-intervino Marie- verá, es que estamos...averiguando e investigando sobre su desaparición. Ella es una personalidad importante, no sé si sabe que los Chagny es una de las familias más prestigiosas de Francia...ha desaparecido, su marido a muerto y..-tomó delicadamente el sobre que su compañera sostenía en su mano- dado que habíamos encontrado esto...pensamos que ella sabría algo. De aquí llegamos a obtener la dirección. Obviamente la pobre muchacha quiso intentar comunicarse con su mejor amiga antes de huír de algún sitio supongo, ya que el lugar en el que encontramos esto tirado..estaba vacío"

Se lo extendió a Madame Giry, quizás con cierto temor y esperando que no averiguara demasiado ni quisiera hacer muchas preguntas. Lo observó con detenimiento, y luego, lo abrió, esperando la aprobación de ambas para hacerlo y leer el contenido de la misma..

Su color de piel se tornó aún más pálido..


Iba totalmente absorta en sus pensamientos. No entendía cómo había conseguido ser capaz de no sucumbir de nuevo a su mirada, tacto, incluso parecía interesado al preguntarle si se marchaba de nuevo...pero no, no ésta vez, no iba a sucumbir de nuevo a todo lo que él representaba...se lo intentaría prometer a ella misma, aunque sabía...que posiblemente lo rompería, y en más de una ocasión. ¿Cómo, cómo era posible querer tanto a alguien aún a sabiendas de que sus sentimientos no son certeros, y posiblemente, no correspondidos?

Sus pasos eran ahora acelerados, intentando llegar al lugar lo antes posible. No quería verle, no quería saber nada..tan sólo terminar y marcharse. Al caminar sintió el choque con un hombre, bruscamente. No sabía quién era hasta que subió la mirada...sus ojos miraban sorprendidos, era la misma persona que vió aquel día...que le recordaba tanto a...

"Discúlpeme, monsieur, no era mi intención..."

Sus ojos claros la miraban amable-"Oh, discúlpeme usted a mí Mademoiselle..no quería meterme en su camino, parece ocupada"

"Sí...-dijo tímidamente al mismo tiempo que reponía su marcha- no es problema,gracias..."

Édmond al verla marchar y fijarse bien en sus facciones se dio cuenta de algo..había cierta cercanía en ella que le resultaba extraña

"Disculpe-la hizo volverse- pero, me preguntaba...¿nos conocemos¿Es posible que nos hallamos visto antes?"

Maldita sea¿podría ser posible que la viera aquel día? No, definitivamente no era posible...

Rió-" Me temo que no,Monsieur, nos acabamos de encontrar"

Sonrió, aún no muy seguro-" Sí, claro, tiene razón...¡tenga un buen día!"

Ella asintió, viendo como se dirigía hacia el final de la calle..

"¿Entonces es seguro que no sabe nada?"-insistió Emma.

Madame Giry intentaba recuperar su compostura, devolviendo la mirada

"No, lo único que puedo decirles es que es..verdaderamente lamentable que se encuentre en tal situación, pero no duden en que se lo haré saber, señoras"

Ambas se levantaron, dirigiéndose de nuevo hacia la entrada.

"Pues entonces no nos queda más que darle las gracias y disculparla pos las molestias.."-Marie la miraba amable.

"No es problema ninguno-sonrió- me encantaría haber sido de más ayuda.."

Ambas asintieron, despidiéndose con un gesto amable. Madame Giry cerró la puerta tras de ella..

"Pobre Christine..-su tono era bastante apagado-¿qué te están haciendo pasar?"

En ese momento su hija entraba en la casa. Había estado escuchando toda la conversación escondida desde la puerta trasera. No hizo más que abrazarse fuertemente a su madre llorando, mientras ella amorosamente acariciaba su larga melena rubia.


Consiguió levantarse. Al apoyar sus descalzos pies en la fría madera sentía que su cuerpo pesaba un quintal, pero se sentía hambrienta después de tantas horas sin comer absolutamente nada. Comenzó a andar lentamente hacia la cocina, pero en mitad del camino tropezó con la pequeña alfombra arrastrando un cúmulo de papeles que habían encima de la mesilla consigo...mientras recuperaba la compostura logró distinguir entre ellos lo que parecía algo escrito por Édmond...observando que no había nadie, lo tomó con más seguridad entre sus manos. Comenzó a leerlo, sin creer el contenido de la misma, llevándose una mano a sus labios..rápidamente, la volvió a dejar. Édmond llegaría en cualquier momento en compañía de aquel médico que la atendería