"I wish I could be happy in this quietness"

Su cuerpo estaba cada vez más cerca. Miró con intensidad la gran cantidad de agua ante sus ojos, aún llenos de lágrimas. Ya sentía el peso dentro de los bolsillos. Sabía lo que iba a hacer, y no sentía ni temor...ni un pensamiento de echarse atrás pasó por su mente.

Sus pasos se acercaban más a la frialdad de las aguas de aquel lago. Una última mirada, un último suspiro y la nueva vida, la VIDA, la esperaría al otro lado.

Sólo el silencio cubría el lugar que meses atrás había estado lleno de música, delicadas y suaves notas, de sus voces. Cerró sus ojos, y su pie derecho comenzó a mojarse poco a poco...

Éste no era su final, no. Era su principio.


Entró en su apartamento, viendo como ya la noche comenzaba a caer. Le había pedido que se pusiera el vestido...ah, cada vez le intrigaba más, y por supuesto no le había dicho nada sobre lo que tenía planeado. Pero eso no le importaba, por una vez en mucho tiempo se sentía feliz..y no quería corromper esa felicidad.

Animada, extrajo su vestido del armarito. No sabía lo que le deparaba, les deparaba,ésta noche pero sería bueno.

A los diez minutos salió del pequeño cuarto, mucho más arreglada que de costumbre.

Xxx

Podía sentir el agua ya por sus piernas, y cada vez ascendiendo más, mojando su vestido. Acercándose a su objetivo lentamente, queriendo dejar su alma volar ya de una vez por todas. Su cuerpo temblaba por el frío, sus musculos contrayéndose por cada oleada de agua que su cuerpo recibía.. que se llevarían, junto con su cuerpo, el fin de una etapa.

Ya llegaba por su cintura, y comenzaba a invadir poco a poco su espalda mojando sin querer algunos rizos de su pelo.

El descanso final se acercaba,

Ven conmigo, no mires atrás, ahora estás a salvo..

Podía incluso oírle decir éstas palabras

Pronto...

Fue lo último que se dijo antes de que prácticamente ya la totalidad de su cuerpo se sumergiera por completo.

De nuevo estaba allí. Y el ver cómo tan sólo la luz de una vela iluminaba toda la sala aún le resultaba más excitante. Ahí le tenía, en frente, justo detrás de la mesilla. No sabía por qué, pero su presencia parecía más imponente, misteriosa y elegante que nunca.Mirándola con detenimiento, la luz de la vela reflejándose en su cara dándole un aire intrigante, incluso..se atrevería a decir, sensual. Sostenía con distinción una copa de vino en su mano..parecía que estuviera adivinando que no había dejado de analizarle desde el momento en que entró por la puerta.

"Querida..-su relajada y profunda voz entró por todos los sentidos de Angie- me alegra saber que no has tardado mucho en terminar con tus obligaciones hoy"

Asintió- "No todos los días se tiene una ocasión como ésta¿verdad?"-Ésta vez no parecía tan tímida como antes.

"Cierto..-se acercó a ella,acariciando suavemente su mejilla- Por favor, siéntate me gustaría hablar un momento contigo-medio sonrió-¿Tienes sed?"

Dio un sorbo a la copa que tenía en su mano, y lo hizo de un modo tan lento y gentil que sintió aquel calor recorrer su cuerpo de nuevo. ¿Cómo era posible que la estuviera seduciendo con un gesto tan simple?

Se sentó, intentando ocultar el cúmulo de sensaciones que pasaban por ella en ese momento-" Algo refrescante estará bien, Erik.Gracias.."

Asintió, retirándose por un breve momento a la cocina y dejando su copa aparte. A los pocos minutos volvió, ofreciéndole amablemente el vaso de limonada que tenía en su mano, al mismo tiempo que le servía un poco de la exquisita ensalada que había preparado en su ausencia. Había estado tan absorvida en sus pensamientos que ni siquiera había visto la mesa preparada.

"No deberías de haberte tomado tanta molestia.."-su tono era suave, incluso se sentía mal por haber hecho que cocinase

Terminó de servir, y la miró con cierta seriedad aunque su expresión reflejaba una pequeña mueca divertida.

"No tienes que preocuparte. Poco hago durante el día aparte de mis diseños y..-se pausó, mirándola directamente a los ojos-estar contigo"

Hubo algo en el modo en que lo dijo que hizo sus rodillas temblar.Un tono de sugerencia, y tal complicidad en sus palabras que la iban a hacer perder el control de la situación de un momento a otro.Angie sonrió viendo cómo se situaba en su silla, sirviéndose un poco de lo mismo. No estaba demasiado hambriento, pero de algo tendría que alimentarse.

Erik suspiró, dirigiendo su vista por un segundo hacia un punto indeterminado-"..¿Te gusta la música, Angeline?"-lentamente pinchó un poco de la ensalada con su tenedor.

La pregunta la pilló totalmente de sorpresa. Tragó,volviendo su mirada hacia él. Sus ojos buscando la respuesta- " Oh..-alzó ambas cejas- Bueno, la verdad es que por desgracia no tuve la oportunidad de ser educada dentro de ese mundo, pero..-sonrió , casi sonrojándose- el día que te ví tocando el violín..pensé-se obligó a continuar- pensé que era el sonido más bonito que había escuchado nunca"

Por alguna extraña razón, ésta vez no se atrevió a mirarle. Apartó su vista en seguida y continuó comiendo. Quizás ahora le recordaría qué imprudente fue por su parte el haber estado escuchando oculta y observando prácticamente su intimidad.

Le escuchó reír, levemente.Al escucharle se atrevió a mirarle de nuevo.

"Me alegra mucho que te gustara...-dejó por un minuto el tenedor, tomando de nuevo su copa- porque entonces estoy seguro de que disfrutarás del sitio al que te voy a llevar"

Sus ojos se abrieron en sorpresa. La curiosidad pudo con ella-"¿Dónde piensas llevarme, Erik?"

Medio sonrió, llevando la copa a sus labios- "A la ópera, querida, a la ópera"

La miró con detenimiento por un segundo. Jamás le confesaría la verdad, pero le daría algo (quizás modificado) de su pasado. Hoy se la veía especialmente hambrienta de nuevos eventos, y de su compañía.