Maldita. Maldita sea y maldito el día en el que la encontraron. Todo iba bien y, por un momento, creyó ser feliz. Pero qué absurda idea¿verdad? Pensar que él podría corresponder sus sentimientos, o al menos empezar a hacerlo..

Y todo por aquella cara de ángel. Aunque para ser sinceros, en el fondo nada tenía que reprocharle. Incluso llegaba a entender que él la hubiera mirado de esa manera., que la hubiera retratado y que hubieran mantenido algún romance tiempo atrás. Christine poseía prácticamente todo de lo que ella podía carecer: Una belleza prácticamente etérea, dulzura, amabilidad y posiblemente era una persona con algún tipo de talento especial.

Pero todavía, de alguna forma quería creer que ella no era más que parte de un tiempo que ya había pasado para ambos. Sencillamente porque no podía permitir que alguien de repente llegara y destruyera su recién empezado sueño¡porque le quería!

Ah, todo esto lo único que hacía era adentrarla aún más en su desesperación. Con una sola lágrima recorriendo su mejilla, abandonó la casa. Tenía cosas pendientes, que por supuesto le había encargado él. Y eran para la hermosa huésped.


-"A éste paso no vamos a conseguir absolutamente nada-Maurice suspiraba en desesperación- Durante todo éste tiempo que hemos malgastado entrevistando a la chica ya podría estar perfectamente en la otra punta de Francia, maldita sea"

"Era inútil-Jacques volvió su atención hacia su compañero- La chica parecía un flan y no sabía absolutamente nada que nos pudiera ayudar"

Édmond asintió. La verdad era que el asunto se le estaba yendo de las manos. Conforme más días pasaran sin encontrarla , más lejos veía realizables sus propósitos. Ya no era cuestión de la gran fortuna familiar o del título, sino de reclamar lo que es suyo..su sitio y sus verdaderos orígenes. Había encontrado una de las maneras de de tenerlo, y ya que se le había sido negado por las buenas, tendría que recurrir a métodos más drásticos.

Al volver la mirada se encontró con aquella cara familiar de nuevo. La pequeña chica parecía recorrerse las calles con frecuencia..

Y había encontrado en ella a su fuente de información.

Perfecta. Levantando levemente su sombrero en gesto de saludo la medio sonrió, retirándose con los demás.

Xxx

La muchacha había sido realmente amable con ella. Su cuerpo aún se sentía dolorido y débil. La había ayudado a levantarse de la cama con mucha delicadeza. Cuando la dejó en el baño la ayudó a desabrochar el corsé dejándole facilidad para que no tuviera más que deslizarlo por su cuerpo y se retiró. Le pareció escuchar a Erik entablar una conversación con ella. Por lo poco que había presenciado de la actitud entre ellos, se podía intuir que había confianza entre ambos y algo más que se le escapaba…Complicidad, quizás?

Deslizó el incómodo corsé por su cuerpo dejando que cayera al suelo y sin esperar más fue hasta la bañera y comenzó a sumergir su cuerpo en el maravilloso calor del agua mezclada con el aceite. Echó su cabeza hacia atrás, perdiéndose momentáneamente en el olor a rosas que se fundía de una forma perfecta con el vapor. Y recordando lo confortante del abrazo que había tenido lugar unos minutos atrás. Cuánto había necesitado sus brazos todo éste tiempo.

La maravillosa sensación desapareció y su mente volvió a Erik.

¿La había olvidado durante éste tiempo y era aquella chica en la que centraba sus atenciones ahora?