No le había visto en lo poco que llevaba de mañana, y sinceramente no sentía ni deseos de verle. Tampoco quería que viera sus cortes, ni su aspecto que delataba que apenas había dormido.
Continuó con lo que estaba haciendo, tenía que dejar algo de café hecho y pan fresco del día. Apoyó su cabeza en la pared de la cocina. Estaba agotada…terriblemente agotada.
Al volverla se dio cuenta de que Christine estaba justo en la puerta de la cocina. Su largo pelo revuelto y su cara aún algo adormecida. El camisón que él había encargado que recogiera le quedaba bastante bien.
Quizás si fuera como ella…
Aunque fuera en algo mínimo, quizás…con eso volvería a recuperarle…
La sonrió, amable-"Madame, haga el favor de volver a su cuarto. Pensaba subirle el desayuno yo misma"
Ella alzó una mano, negando con su cabeza intentando decir que no era necesario. Tomó asiento en la silla del pequeño comedor y al ver las heridas manos de Angie su rostro cambió totalmente a uno de preocupación, señalándolas con uno de sus dedos.
"Oh-fingió indiferencia-no se preocupe, ha sido…un pequeño accidente, eso es todo. Erik volverá dentro de unas horas he de suponer. Supongo que no lo sabe, pero durante todos éstos meses ha encontrado un trabajo bastante adecuado"
¿Erik?
Sabía su nombre, y eso era algo que una persona como él no daba a conocer fácilmente. Tenía…que haber cierto nivel de confianza para que lo hiciera. Se sentía absurdamente celosa de nuevo¿por qué? En esos momentos la frustraba no tener su voz, al igual que cuando le entregó la nota.
Su expresión se relajó. No debía sacar las cosas de contexto, estaba siendo absolutamente estúpida. Pensar que…
¿O no?
Apoyó sus dos brazos en la mesa, y la muchacha al verla ahora más relajada aprovechó para continuar con sus deberes. Unos minutos después sirvió su desayuno y salió de allí lo más rápido posible.
..Aunque quizás no lo hizo lo suficientemente como para evitarle fuera de la cocina , apoyado en el marco de la puerta.
"Buenos días, Angeline…"
Inútil era hablarle, de hecho, simplemente verle dolía mucho ahora mismo. Un murmuro salió de ella
"Buenos días"
Sus pasos iban a continuar, como si aquel trato fuera rutinario y jamás se hubieran dirigido más que esas palabras en todo éste tiempo
Ojala fuera tan simple
Antes de tener la oportunidad de continuar sus pasos con el propósito de marcharse, sintió sus dos fuertes manos sujetar las de ella. Pero con delicadeza, no brusquedad.
"¿Cómo te has hecho esto?"
Encontró su mirada. ¿Estaba preocupado por sus heridas? Posiblemente no. Posiblemente fuera una de las muchas mentiras y otro de los modos en los que estaba jugando con sus sentimientos, nada más
"No es nada importante, Erik. Se me curará enseguida, no ha sido más que un accidente casero…"
Intentó deshacerse de su tacto, pero él sencillamente no la dejó. Acarició su mano lentamente. ¿Cómo apartarse de momentos como éste?
"Todos esos cortes pueden infectarse. Acompáñame, hay que limpiar éstas heridas"
Accedió, desapareciendo con él hasta un pequeño armario en el que guardaba gasas. Limpió sus heridas y cubrió sus dos manos en forma de cura.
Sonrió- "Una vez tú me curaste las mías¿no es cierto?"
Continuó evitando su mirada. Efectivamente, en una ocasión le curó sus heridas, y estuvo a su lado en uno de los momentos más duros para él. Parecía recordarlo, pero no tenerlo en cuenta. La frialdad volvió a ella en un soplo.
"Tienes razón. Te agradezco mucho la preocupación y tus atenciones, pero ahora mismo tengo bastantes cosas que hacer"
Antes de que pudiera reaccionar, ya se había marchado de su vista.
Frente al apartamento de las Giry, Maurice y Jacques echaban un vistazo preliminar.
"Maurice¿todavía crees que esa pobre muchacha nos mintió?"-Le miraba con cierta duda
"No lo sé, pero de lo que estoy convencido es de que éste apartamento ha de estar supervisado de forma frecuente"
"¿Has visto algo que pueda inquietarte?"- Jacques observaba curioso.
"Sí, la muchacha no nombró nada acerca de una señora mayor viviendo con ella…y que casualmente guarda un gran parecido"-Una media sonrisa salía de sus labios, triunfante.
Xxx
De nuevo volvía al centro, sus dos piernas ya acostumbradas a recorrerse las largas distancias de la ciudad. Cruzaba el parque lo más ligera que podía, viendo a el que ahora se había convertido en su amigo sentado en uno de los bancos.
"No desconfiaba en verte hoy, querida-le señaló un hueco a su lado- Vamos, siéntate un momento. Seguro que necesitas algo de descanso"
Sonrió a una de las pocas personas que la ofrecían amabilidad ahora-"Gracias Édmond, la verdad es que sí que lo necesito"
Su atención se volvió inmediatamente hacia sus manos.
"Pareces haberte hecho mucho daño en esas manos. Cuando desayunamos el otro día no estaban así"
Suspiró-"Lo sé. Yo…bueno, mentiría si diría que fue un accidente porque no lo fue…exactamente"
Frunció el ceño-"¿Qué quieres decir, Angeline?"
Miró hacia otro banco, en el que una pareja se sentaba sonriente- "¿Tú…has hecho alguna vez muchas locuras, cosas que jamás en tu vida pensarías que llegarías a hacer por…una persona a la que amas con todas las fuerzas pero sientes que la estás perdiendo o la has perdido?"-sus ojos se tornaron grises ante tal confesión.
Una expresión pensativa cruzó sus facciones.
¿Lo había hecho¿Se podría considerar el querer proteger a la persona más buscada ahora mismo al tiempo que se colabora con ellos?
No, esas estúpidas divagaciones eran inútiles. ¡No la quería! Cómo era eso posible…ella representaba, formaba parte de la familia que le había dado la espalda, que le había rechazado lo que deseaba.
..Tenía que ser una broma que algo así se le hubiera pasado por la cabeza.
"Bueno-una sonrisa se dibujó en sus labios- por amor se pueden hacer miles de cosas-en un modo le impresionaba ver que aquella pequeña mujer ya se planteaba algo así- Pero…te tenía por una chica bastante joven¿y ya suspirando por otro hombre?-intentó animarla, rió levemente- Te estoy tomando el pelo, dime ¿qué te ocurre?"
Rió- "Es…extraño¿verdad? A veces hasta yo me lo planteo de esa manera. Pero lo cierto es que al corazón no se le puede engañar. Puede decirse que sin explicarlo me enamoré de una persona. Pero desde que llegó ella…"
Ella…
De nuevo las cosas se tornaban interesantes.
"Enamorarse de una persona no es nada grave, querida. Son cosas que surgen, suceden de un modo repentino y no lo puedes controlar. Y tú no eres culpable de ello ni mucho menos. Pero, cuéntame¿es que acaso hay una tercera persona interviniendo?"
"Más o menos…aunque es culpa de él, realmente. Tiene todas sus atenciones centradas en ella desde que llegó porque parecen conocerse de antes, y yo ahora he vuelto a ser doña nadie. Fue bastante rápido… parece que sus largos rizos, sus encantadoras maneras y su belleza le tienen totalmente fuera de lugar, aunque parece no querer admitirlo"
Suspiró. De repente sentía como si se hubiera quitado un gran peso que oprimía su pecho. Hablar con éste hombre, tan atento y escuchando todos sus problemas, era como hablar prácticamente con el mejor amigo de la infancia.
Largos rizos, encantadoras maneras, belleza…
¿Le resultaba esa descripción familiar o le engañaban sus sentidos?
"Bueno…-la miraba, algo apenado- Si te soy de lo más sincero, y esto lo digo desde el punto de vista más objetivo y ojala me equivocara…tratándose de una mujer tan bella como dices y que parecía conocerla de antes-apoyó una mano en su hombro- me temo que lo que pasa es que los que quieran que fueran sus sentimientos anteriores hacia ella, han vuelto a surgir. Por simple curiosidad¿cómo se llama la encantadora mujer de la que estamos hablando?"
Dudó por un momento, pero decidió decirlo-"Christine…"
Bingo. Le acababa de tocar el premio gordo y no lo sabía hasta ahora.
Un temor cruzó su cuerpo momentáneamente. ¿Y si estaba traicionando la confianza de Erik al contar todo esto?... Bueno, él desde luego había traicionado, usado y pisado la suya. Junto con su corazón, que lo había regalado como quien da algo que no le es útil nunca más.
"Me ha agradado mucho hablar contigo, Édmond, pero me temo que he de irme de nuevo"
"Lo entiendo- la miró amable- espero que nos veamos pronto y…no vuelvas a hacerte daño. No quiero tener que acabar regañándote"-Un gesto divertido cruzaba sus labios.
Asintió correspondiendo y al levantarse vio algo en su largo abrigo azul oscuro en lo que no se había fijado antes…
El pequeño símbolo que llevaba bordado lo había visto, y sabía con seguridad donde.
Su día allí había resultado de lo más tranquilo. Bastante, siendo sincera. Y no podía evitar seguir pensando que le echaba de menos. En dos horas no había aparecido, y estaba realmente cansada de dar vueltas por toda la casa…de arreglar cosas allí y allá…incluso había vuelto a retomar su libro. Lo que la llevó a recordar aquel gesto. Eran ocasiones como esa las que la devolvían la esperanza de que todo, algún día, volvería a la normalidad. Que algún día dejaría de odiarla y de hablarla de ese modo, que la causaba auténticos escalofríos.
Escuchó la puerta abrirse, volviendo su cabeza para encontrarse con Erik frente a ella.
"¿Está disfrutando de un buen día hoy?"-Sus ojos estaban fijados en ella. Vacíos de emoción alguna.
Sonrió, asintiendo lentamente. Tenía que disimular que no podía soportar más tal situación
"Me alegro. Entiendo que no esté muy entretenida, pero yo…tengo muchos deberes. Le comunicaré a Angeline que la acompañe a dar una vuelta después"
Anduvo unos pasos hasta él, llegando a estar a su lado y tomó su brazo
Dios santo, la estaba suplicando con su mirada que fuera él quien la acompañara…
"Lo siento, pero me temo que tengo muchas cosas que hacer. No….puedo acompañarla"
Con esto se soltó de su brazo, avanzando de nuevo hasta su pequeño lugar de trabajo.
Las palabras que Édmond la había confesado eran ciertas. Realmente ciertas. Ya no tenía nada que hacer. De alguna forma, él seguía sintiendo lo mismo de siempre hacia Christine, a pesar de que fuera lo que fuera lo que ella le hizo…pero la seguía queriendo.
¿Y qué podía hacer ella, aparte de resignarse?
No, no. Puede que aún sea demasiado pronto para ello…
Avanzó hasta el cuarto de baño, mirando su aspecto en el espejo y soltándose el pelo.
…Le forzaría a volverse a fijar en ella. Lo haría
