Nota de autora: Primero que nada, quiero agradecer a todos mis lectores el haber llegado hasta, lo que creo que es ya, el tramo final de el camino de ésta historia. Y es que, éste capítulo representa un bloque entre una etapa y otra.
Mientras escucho Goodbye to you de la estupendísima Michelle Branch, la verdad es que me entra bastante pena por lo que está "apunto" de suceder. Todos habéis compartido conmigo la pasión y el amor por mi personaje, Angeline, del cual por primera vez en mi vida creo me siento orgullosa. Ha sido mucho más que un simple personaje metido con calzador en la historia, o una Mary Sue. Con el paso de los capítulos la hemos cogido un cariño especial. Su inocencia, pero a la vez madurez, sus penas, sus alegrías y...su final. Todo. Al igual que Édmond, siento que ésta muchachita simple pero a la vez tan compleja es como alguien más de mi familia a éstas alturas.
Y creo que ese Adiós con el que termina el capítulo 56 no iba dirigido sólo a él. También es una forma peculiar de haceros ver que también se despide de vosotros, lectores, que me habéis animado tantísimo y habéis revivido mi pasión por escribir de una manera alucinante que ni yo misma me creo. A veces me veo como en una especie de trance, y muchas veces ni recuerdo haber escrito algo de tal manera. Es curioso. Y fascinante.
Todo esto, amigos, no es más que para anunciaros...que a partir de aquí nuestra Angeline no va a aparecer más. Sí, nos va a dejar. Me da pena hasta a mí, pero es lo que tiene que suceder. "Todo ocurre por una razón" Tened eso presente, que esto me duele tanto como a vosotros, pero es el destino.
La echaré mucho, mucho de menos. Y posiblemente vosotros también...al igual que cierto personaje principal. Ya veréis
Adiós, Angeline. Ha sido un placer, "crearte".
Gracias, de nuevo, por vuestra fidelidad. Y recordad, "The show must go on!" ;)
Lovephantom83
La calma se hacía reinante una vez más en el hostal y sus alrededores. Christine se había tranquilizado considerablemente en sus brazos. Una hora después estaba plácidamente dormida en su cuarto.
En sus brazos. ¿Sonaba creíble?
Se había visto tan sorprendido ante tal reacción que aún no conseguía asimilarlo. Jamás pensó que por voluntad propia buscaría su tacto. Su presencia. Quizás meses atrás un gesto como ese le hubiera dado todas las esperanzas del mundo. De que podría llegar a quererla, y a ser correspondido por ella también.
Pero no ahora.
Después de un día como éste, lo único que buscaba era simplemente lo que tenía ahora. Un sillón, su oscuridad y ver como la ciudad descansaba.Su pensamiento estaba tan invadido por tantas cosas que ya se le hacía cansino el hecho de centrarse en una sola.
"Sé que es muy tarde..."
Su conocida voz volvía a sonar de nuevo dentro de aquella sala. Ésta vez parecía más calmada, quizás sonando igual que en aquellos primeros encuentros. Tímida, pero a la vez con seguridad.
Alzó la ceja ante la inesperada visita-"No esperaba que nos encontráramos hoy..-miró brevemente su reloj-me imaginaba que después de un día tan duro estarías descansando"
Angeline asintió, sonriendo amargamente hacia él- "Sólo quería saber cómo te encuentras. Pensaba que...podrían haberte herido.Últimamente me cuesta mucho dormir"
Se volvió, apoyando sus dos manos brevemente en la mesa. Tomando aire, pensando qué respuesta exacta darle ésta vez.
Intentaba que la ira no saliera de él esta vez, pero es que le resultaba incluso irónicamente cómico. Le traicionaba, y sin embargo ahí estaba..a su lado de nuevo.
"¿Vienes a preguntarme cómo me encuentro?- volvió su cuerpo lentamente, un atisbo de furia en sus ojos- Tienes el descaro de entregar a Christine para que la asesinen delante mío y posiblemente a mí tambien¿Y vienes a preguntarme si estoy bien!- Angie suspiró, mirando hacia otro punto de la sala- Si no te llego a obligar a que desveles lo que pretendían esto sería ahora mismo una carnicería"
Continuando con su mirada en el mismo sitio en el que la había situado anteriormente comenzó a negar con su cabeza al tiempo que sentía que sus ojos se humedecían
Aunque ya ninguna lágrima salía al exterior
Fijó sus ojos en los de él. Llenos de dolor. Y decepción- "No lo entiendes¿verdad?-alzó su voz-¿Es que acaso no sabes por qué lo he hecho?"
Emitió un ligero sonido ante lo obvio de la respuesta -"¿No lo entiendo? Por supuesto que lo entiendo,Angeline. Lo hiciste porque yo te lo ordené así. ¿O es que acaso vas a intentar convencerme de lo contrario?"
Su frustración y enfado eran tan grandes que creyó que se le encendía el cuerpo
"Claro-alzó ambas cejas, evitando su mirada de nuevo brevemente- ¿Y no te has planteado algo, Erik?-estaba sorprendentemente calmada, pero visiblemente molesta-¿Qué quizás sea porque cometí el error de enamorarme, de necesitar protegerte?- Su voz tembló ligeramente - Pero tú nunca entenderás eso...nunca..."
No quiso esperar una respuesta, no quiso estar allí ni un segundo más. Estaba demasiado frustrada consigo misma como para torturarse más.
La observó marcharse. Cerró los ojos brevemente y al abrirlos de nuevo tomó asiento.
Precisamente era ella la que no entendía, o no quería entender, muchas cosas. Ni siquiera lo hizo desde que se lo confesó limpiamente.
Se levantó de nuevo y fue a su escritorio. Aún le quedaba el resto de la noche para trabajar
No se había acostado, y ya ni le interesaba. Durante la semana que había transcurrido desde aquello no había conciliado el sueño. A veces su mente la premiaba con una hora de descanso, cuando no eran veinte minutos.
Y es que aún no podía borrar su actitud de su cabeza.
Su falta de consideración.Ni siquiera agradeció que hubiera arriesgado tanto por él. Incluso cuando le dijo abiertamente el verdadero motivo, como siempre había hecho, poniendo su corazón sobre la mesa como un libro abierto...
Era una estúpida, una auténtica estúpida, y se odiaba por ello
¿Qué había ganado con todo esto? Nada. Absolutamente nada. Incluso si no se hubiera derrumbado al verle suplicante por la vida de la mujer que ama...si lo hubiera hecho...
Sí, estarían posiblemente ambos muertos. ¿Y qué importaba¿Acaso él había apreciado su confesión, o el hecho de que gracias a ella estaban ambos respirando de nuevo y a salvo?
Tomó las escaleras que daban a su apartamento.
Al abrir la puerta miró a su alrededor...
Jamás se había dado cuenta de lo mucho que realmente detestaba ese lugar ahora.
Recuerdos de pasión, de pena, de rabia, de agonía pasaban por su mente
Miró detenidamente el cuarto durante unos segundos.
Apretó su mandíbula con fuerza y fue primero hasta la mesa, tirándola al suelo con fuerza acompañada por la silla
¡Te odio, te odio, te odio!
Hincada de rodillas en el suelo observó la flor...de aquel día que marcó una barrera entre la persona que era antes y en la que se había convertido
Sí, justamente se había convertido en esa flor. Parecía que estuviera mirándola desde una distancia, mofándose de ella y su destino.
Quería llorar...
No más lágrimas...recordó.
Fue entonces cuando una idea cruzó su mente.
Bien, si no había tenido el valor suficiente cuando debiera haberlo hecho...
Se levantó, una media sonrisa dibujada en su rostro. Colocó un poco mejor su vestido y se hizo su recogido de costumbre acompañado por una bonita cinta como complemento.
Ahora era el momento. Tomó un trozo de papel antes de salir.
La querida señorita Daaé debería estar lista para un paseo a media tarde.
Y la anticipación se hacía insoportable
Xxx
"¿Me podéis explicar una vez más por qué estamos aquí de nuevo? Ya os dije que esa pobre muchacha no nos era útil"-Édmond miraba confundido a sus acompañantes
Jacques le miró de soslayo-"Precisamente porque no nos fiamos de tu palabra fue por lo que decidimos..asegurarnos"
Frunció el ceño-"¿Aseguraros¿Es que hay algo que no sé?"
Medio sonrió, sabiendo que ésta vez era él el que llevaba la ventaja-"Bueno, según tengo entendido creo que hay cierto dato que la señorita Margueritte Giry no nos dijo"
La curiosidad le invadía-"¿Y..qué clase de dato es ese que parece tan transcendental?"
Maurice intervino-"Sencillamente que la persona que vive con ella no es quién les dijo a Marie y Emma que es...porque resulta ser su madre"
Estaba impresionado ante tal confesión. Y teniendo en cuenta eso y que Meg le había dicho que era mejor amiga de Christine...
Una media sonrisa de formó en sus labios-"Dejádmelo a mí ésta vez. Por poco que os guste que tenga tanto tacto en el trato con la gente a la que vosotros asesinaríais de un plumazo-dirigió una mirada a Jacques- creo que ésta vez...podría ser necesario.Buscaré a Mademoiselle Giry, os veré en no mucho tiempo"
Con esto y el consentimiento de ambos se retiró. Esperaría pacientemente, así tendría más tiempo para pensar cómo convencerla...
Xxx
Entró en el apartamento, mirando hacia todas partes para asegurarse de que realmente no había nadie. Él estaría fuerta, tal y como esperaba que estuviera a éstas horas. Aunque no tardaría mucho en llegar, pero tenía el tiempo justo.
Oh, cuánto saborearía su reacción...
Se adentró hacia los cuartos, encontrando a Christine distraída escribiendo algo en una pequeña libreta.
"Precisamente la persona que quería ver...-sonrió amable. No, no la iba a asustar aún- Ya que Erik no volverá hasta dentro de un rato, pensé que podríamos dar un paseo. Ahora se está agradable ahí fuera y no hace tanto calor como al mediodía"
Al escuchar la voz de Angie soltó la pluma lentamente, mirándola.
Parecía estar bien, tranquila, amable...y sin dirigir ningún tipo de actitud rencorosa o ruda.
No sabía si eso era bueno o malo.El hecho de estar sola con ella la intimidaba, la asustaba.
Mejor disimular su temor
Asintió, sonriendo levemente al tiempo que se levantaba de la silla. Una vez llegó hasta la puerta ambas comenzaron a andar hacia la entrada dejando finalmente el hostal tras de ellas.
Tocó su bolsillo por un momento, sus ojos mostrando satisfacción. No podía esperar a...sorpenderla
Xxx
Había conseguido relajarse. Acababan de llegar a su destino y todo había transcurrido del modo más normal y rutinario posible. Pequeños comentarios por parte de Angie en los que se caen a diario, pero nada más.
"¿Cuál es el sentimiento, Christine?-la pregunta la pilló por sorpresa, sus ojos la miraban sin entender. Angie devolvió una mirada fría- ¿El de ser..centro de todas las miradas? –rió irónica- Una persona como tú ha tenido que disfrutar mucho eso¿no? Los aplausos, las caras maravilladas de la gente al ver tu rostro iluminado por las luces del escenario¿hm? Supongo...que también disfrutaste haciendo lo que has hecho. Jugar con sus sentimientos, abandonarle y aparecer de la nada justo cuando él parecía estar..-éstas palabras las dijo lentamente. Quería ver el dolor en su expresión-Bien sin ti, sintiéndose querido sin ti"
Sintiéndose querido sin ti...
Negó con la cabeza, su respiración comenzando a alterarse ante la situación
Debía de haberlo supuesto antes...que aquella actitud amable no podía ser posible
Comenzó a dar pasos hacia atrás.Pequeñas lágrimas salían de sus ojos,pero los reflejos hábiles de Angie la sorprendieron.
La había cogido por ambos brazos contra ella...
Sintió algo metálico y frío sobre su hombro.
Un cuchillo
Sus ojos se mantenían fijos en el paisaje permanentemente. Las nubes habían aterrizado amenazadoras sobre las montañas reflejando los sentimientos que en ese momento le embargaban.
No quería que todo hubiera salido así...Dios..no pretendía matarla...
¿Acaso había tenido otra elección?
Aún no podía creer como todo había sucedido de un modo tan repentino.
Cerró sus ojos, aún temblando. Una sóla lágrima cruzó su mejilla...
La tarde se había presentado tranquila, y dado que una vez más le habían premiado por sus esfuerzos su mínima autoestima había dado un pequeño salto.Poco a poco, durante aquellos días las aguas comenzaban a volver a su cauce.
Hasta el momento en el que volvió al hostal.
No le sorprendió el hecho de que no hubiera nadie en la casa. Angeline había vuelto a sus deberes habítuales estando más pasiva y relajada: Hacía su trabajo, y algunas veces se marchaba con Christine así que no le sorprendía que hubiera elegido aquella tarde para otro de sus paseos. El final de la primavera se acercaba, casi dando lugar al verano.
Fue al aproximarse a su lugar de trabajo cuando se alertó.
Sobre el escritorio había un papel escrito.Lo tomó entre sus manos, extrañado.
Leyó su contenido...
"Perdóname"
Sus labios se abrieron en sorpresa. Esa no era la letra de Christine...
Angie.
Inquieto, movía su mirada hacia un lado y otro de la casa. Comenzaba a intuír algo, y no era bueno.
No estaba ella, no estaba Christine y sólo podía pensar en aquella nota.
Se marchó como si le fuera la vida en ello.Si sus sentidos no le fallaban, creía saber dónde encontrarlas.
Antes de que,posiblemente, fuera demasiado tarde.
Cerca ya de los arbustos que daban al parque sintió como si sus dos pies se quedaran fijos en el suelo por el horror de lo que escuchó
Un grito ahogado...
Era ella.Sabía que provenía de su propia garganta.Había recuperado su voz, justo para hacerle saber que estaba en peligro.
Inmediatamente saltó el muro que se presentaba ante él.
Cómo había podido hacer esto...
-"Por favor,Angie..."-Su voz aún algo débil y su respiración rápida ante la presencia de aquel cuchillo con el que empezaba a amenazarla.
-"Una lástima que hayas recuperado la voz...-Se acercó aún más a ella. La punta de el arma casi contra su garganta- pero no te molestes en gritar más porque él no te escuchará"
Su cuerpo temblaba. El miedo invadía cada fibra, cada vena dentro de su ser.La muchacha que un día fue una ayuda ahora estaba apunto de darle su muerte
-"Por favor...".-La súplica salía en un hilo de voz, intentando que así entrara en razón
No sirvió
-Gruñó,ahora el cuchillo casi apunto de hacer sangrar su cuello- Basta ya de tanta súplica maldita princesita consentida-odio, auténtico odio, emanaba de su voz- Siempre tan perfecta. Con tu dulzura, tus gestos. Acaparando toda su atención¿verdad? No has sido más que una pesadilla para mí desde el primer día que te trajimos al hostal"
-Tragó con dificultad, intentando no llorar. Su debilidad sería su fin-"Conozco a Erik desde hace mucho tiempo como tú tan bien pareces saber. ¿Pretendías acaso que nos tratásemos como desconocidos?"
En enfurecimiento recorrió todo su ser.Quitó el cuchillo del cuello y la tomó fuerte de ambos brazos. Sus ojos claros ahora llenos de rabia.
-"Sí, eso parece.Pero, dime Christine, ya que tanto dices amarle y conocerle¿Estuviste aquí en su mayor momento de debilidad, suplicando por ti y con tanto odio hacia sí mismo que se hirió?-gritó-¿Mostraste algo más que piedad cuando viste su rostro completo?- La tomó de la manga, y sus siguientes palabras salieron entre dientes-¿Le mostraste alguna vez lo que es sentirse amado? No entiendo como una persona que le ha hecho tanto daño puede creerse merecedora de su amor"
Las lágrimas ahora bajaban libremente por sus mejillas...
Y es que era cierto¡todo era cierto! Pero sabía que lo hacía para salir victoriosa en la batalla que ella sola había configurado.
-Intentaba controlar sus sollozos- "No oses a chantajearme con el daño que le hice, porque te juro que es algo con lo que no puedo vivir desde entonces. Si soy merecedora o no,creo que sólo lo puede decidir una persona...te guste o no"-Su voz tembló al terminar la frase.
Emitió un grito sofocado de asombro al sentir que ésta vez el cuchillo estaba contra su estómago.
Angie la contemplaba, una sonrisa triunfante, maliciosa en sus labios al saber que la tenía en su trampa. Ella había sido la causante de todo, por ella no tenía el amor del hombre al que quería, por su culpa había sido utilizada del modo más...ruín. Los odiaba, los odiaba a ambos.
La voz que se escuchaba a pocos metros la distrajo de su golpe final...
-"Angie, por tu vida te aconsejaría que soltaras a la señorita Daaé de inmediato"
Ni se iba a molestar en fingir sorpresa. Su pequeño mensaje había hecho el efecto deseado. Y ahora le tenía, enfrente,y presenciaría cómo el amor de su vida va perdiendo su vida por segundos..inundándose en la sangre que ella misma derramaría...
Christine se volvió.Sus ojos llenos de lágrimas, su expresión llena de angustia y miedo..miedo a que ésta podría ser la última vez que le vería..
-"¡Erik! Gracias a Dios Erik..."
No le dio tiempo a terminar, la mano de Angie cubría sus labios. Ahora estaba detrás suya, el cuchillo aún amenazante cerca de su cuello.
-"¿Crees que voy a obedecer tus órdenes otra vez más? Claro, la estúpida muchacha que no sabe nada se limitará a obedecer de nuevo. Estás muy equivocado"
-"...Suéltala..."-su respiración comenzaba a alterarse dejándose consumir poco a poco por la rabia.
-Una risa llena de rencor salió de ella-"Pobre Erik. Mírate. Estás sudando¿Cómo sienta el tener a la persona que amas entre la vida y la muerte..hmm?"
-" Si la sueltas ahora te daré una explicación, pero hazlo antes de que tome otra determinación"-no podía ocultar la preocupación en su mirada, pero se mantenía firme.
-No pudo evitar que su mirada se tornara vidriosa al tenerle en frente-"Me..hiciste creer que era especial, que prácticamente había sido la única persona que ha podido entenderte...me diste sentimientos. ¡Malditos sentimientos que eran falsos!-su respiración se alteraba por cada palabra que decía-Pero todo tiene sus consecuencias...y vas a verlas dentro de no mucho"
El cuchillo estaba apunto de ser clavado en el cuello de Christine, pero sus manos y reflejos fueron más rápidos.
-"No si yo lo impido"
Dicho esto, sacó el pequeño estilete. Lo clavó en su espalda. Sin pensar. Maldita sea, sólo quería salvarla..
Vio cómo se debilitaba poco a poco. Christine miraba horrorizada, rompiendo en llanto, unos pasos más lejos.
Erik tumbó su cuerpo, tembloroso y sin saber qué hacer...
Imágenes rápidas pasaban ante sus ojos ahora idos, perdidos en el cielo mientras cada vez más sangre emanaba de su cuerpo. Partes de su horrible pasado viviendo en la calle, cada uno de sus besos, de sus caricias, cuando le conoció, Édmond...y ese abrazo las pocas fuerzas que quedaban, en su último aliento de vida, tomó la manga de la chaqueta de Erik que la tenía entre sus brazos.Arrepentimiento escrito en su mirada. Temblaba.
Quisó tomar su mano, y lo hizo muy costosamente.Su cuerpo empezaba a dejar de responder...
Se estaba yendo...tenía mucho frío...
-" Tu amor es para una persona-dijo,ya agonizando-pero yo..estaré contigo..siempre.."
En tranquilidad cerró los ojos antes de..marcharse. Notó como la mano que sujetaba la suya ya estaba totalmente inerte en el suelo.
¿Qué había hecho? Por el amor del cielo lo único que quería era apartarla de ella...lo único...
Su cuerpo y mente experimentaron el sentimiento más horrible del mundo.La culpabilidad comenzaba a emerger dentro de sí.Era sólo una pobre mujer...buscaba cariño,comprensión, estaba enamorada desde el principio..y él le había dado manipulación y la muerte.
Enamorada desde el principio...
Agachó su cabeza, comenzando a llorar mientras sostenía una de sus manos en la de él.
-"Lo siento mucho..lo siento mucho Angie.."
Sintió cómo Christine se acercaba, sollozando aún.
-La miró. Sus ojos enrojecidos-"Marchate a casa, por favor..."
-"Erik..."
-La frenó-"Necesito estar solo.Si no te encuentro allí cuando vuelva lo entenderé"
Vio su reacción. Sus ojos llenos de lágrimas, sus labios aún abiertos en gesto de sorpresa. Asintió y comenzó a andar lentamente, retirándose.
Estaba convencido de que después de esto no volvería...
XxxHabían pasado dos horas, sin embargo se sentían como minutos. Definitivamente solo. Se había encargado de dejar el cuerpo en un lugar en el que pasaría perfectamente todo el dolor del mundo, pero debía hacerlo así
Se sentía tan miserable...tan terriblemente miserable.Sí, era un monstruo, un maldito monstruo y no se merecía ningún otro título.
Otra lágrima salía de sus ojos cuando sintió los brazos de Christine que rodeaban su torso en el gesto más amoroso que había sentido en su vida. ¿No había huído en horror¿No le había traumatizado el verle asesinar a alguien? Lo único que sabía era que la sensación de sus pequeñas manos posadas en su torso era lo más reconfortante que podía sentir en aquel trágico momento, y quizás lo más reconfortante que había sentido nunca..
No Christine..no trates con amor a éste diablo...
Apoyó su mejilla en su espalda.Había salvado su vida a cambio de otra,había parado a la mujer que se había enamorado de él en su ausencia del único modo que pudo. No podía culparle, ni pensar de él como un asesino. Verle tan destrozado partía su corazón, lo único que quería en ese momento era hacerle saber que ella estaba allí, dándole su calor, su cariño.
Movió sus manos apoyándolas en sus hombros, aproximándose a su oído- " Hiciste lo que te dictó el corazón- su voz era un susurro- sé que no pretendías que muriera.."
Cerró sus ojos. Le había entendido. Por una vez, había entendido la razón de su crimen. De su horrible y lamentable crimen. No había podido oír nada mejor.
Se volvió, tomando sus dos manos- "Christine..."
Ella le hizo callar, abrazándole con fuerza. Rompió el abrazo, ésta vez tomando su cara entre sus manos. Sus dos preciosos ojos verdes estaban inundados de pena, su mejilla derecha aún húmeda por el llanto. Debajo de la máscara, una lágrima se dejaba ver. La apartó delicadamente con uno de sus dedos. Tras una última mirada a su rostro, depositó un beso. Breve, suave, pero dulce, en sus labios.
No podía explicar el dolor que con ese simple gesto ella se había llevado de golpe.
Rompiendo a llorar, mezcla de la dicha que sentía y la tristeza de lo sucedido, la volvió a abrazar, aferrándose a ella con fuerza.
" Te he echado tanto de menos..."-Fueron las únicas palabras que salieron de sus labios en ese momento
Al escuchar esa frase se dio cuenta de algo. Se estaba rindiendo a ella ahora, cuando acababa de matar a la persona que había sido capaz de quererle libremente desde el principio a pesar de todo.
Se volvió, tomando aire y recuperando su postura.
" Me alegra saber que has necesitado la muerte de tu marido y un asesinato para llegar a tal conclusión"
Christine frunció el ceño extrañada y molesta. Si algo no se esperaba era esa clase de reproche
"¿Qué?- aún estaba incrédula ante su actitud- Pensé que me conocías lo suficiente como para saber que yo no soy de esa clase de personas"
No dio respuesta.Cerró su puño con fiereza al mismo tiempo que bajaba su cabeza. Sólo quería que se marchara. Estar solo. Sólo eso..
Su falta de respuesta aún empeoraba más las cosas. Comenzaba a estar realmente furiosa.
"Bien.."
Sus pasos se alejaban en decepción, pero sintió que Erik tomaba su brazo con fuerza para atraerla hacia él.
La miró durante unos segundos antes de comenzar a besarla. No delicadamente como ella lo había hecho...quizás con necesidad...
Christine inicialmente suprimió un suspiro de sorpresa ante su beso pero inmediatamente se dejó llevar por sus labios respondiendo de la misma manera. Hacía tanto tiempo que no sentía cómo eran sus besos que ya casi lo había olvidado...
Al tiempo que ella apoyaba su mano en su camisa él terminó el beso. No, se estaba perdiendo otra vez y no podía permitírselo
-La agarró delicadamente por los hombros, abandonando depues su tacto-"Deberías marcharte a descansar"
Frustrada por la extraña mezcla de sensaciones se retiró.
Una vez se cambió y se tumbó en la cama comenzó a llorar
