Hola a todos de nuevo :)
Pryingpandora: Ah¡asi que la que me dejó la review fue tu amiga, la que también se registró contigo en phantomgerry! Dile de mi parte que lamento mucho la confusión, xD. Y¿hasta las 4 de la mañana? Ouch...me siento un poquito culpable :p Bueno, espero que te sirva de consuelo que yo muchas veces me he quedado hasta las 3 escribiendo.. ;) Muchísimas gracias por dejar review
Os dejaré hasta el capítulo 60 y mucho me temo que durante unos días no tendréis updates continuados (ohhhhhh) pero es que me marcho a Italia durante el fin de semana. Pero calma, pienso llevarme mis folios y un lapiz bien afilado para venir con nuevos capítulos bajo el brazo...
Disfrutad del siguiente capítulo, como siempre.
Lovephantom83
Édmond removía el café con la pequeña cuchara. La tensión era evidente en el pequeño salón en el que durante unos segundos sólo se podía escuchar el marcar de el reloj.
Observaba con curiosidad a la mujer que tenía delante pensando en lo obvio que resultaba el parentesco entre ambas. A pesar de que Margueritte se lo hubiera explicado todo mientras él esperaba fuera,aún parecía tener serias dudas y desconfianza con respecto a su persona.
"Monsieur-Su tono era frío, tal y como lo era siempre con los desconocidos- no termino de entender lo que pretende con ésta visita.El hecho de que haya ayudado a mi hija en una situación tan difícil obviamente no me puede decir que podamos confiar de su palabra"
Suspiró, mirándola amable. Meg observaba la situación inquieta- " Madame, puedo comprenderla dado que no estamos precisamente en los tiempos más tranquilos para Francia. Pero, tal y como ha dicho su hija, estoy siendo sincero. Cierto, las condiciones en las que nos encontramos no fueron precisamente las más idóneas y dudo que tenga un buen recuerdo de ello...-sus ojos eran suplicantes-pero juro que quiero ayudar. Si deja que me explique, comentaré mi propuesta"
Asintió, aunque aún parecía analizar cada uno de sus movimientos y palabras en busca de algo que la hiciera sospechar.
Medio sonrió al ver que cedió...
Si algo tenía que agradecer, era su gran capacidad de convicción"Bien..-dio un sorbo a su café- Tal y como les decía, mi trabajo me lleva a estar en toda clase de ambientes. Lo cual me ha hecho averiguar algo bastante transcendental, tanto para mí como...hasta lo que yo sé, para ustedes-se pausó un momento antes de continuar-Recientemente he encontrado el lugar en el que Mademoiselle Daae se encuentra guarecida. Lo malo es que no he sido el único en averiguarlo. Ya se sabe que hay gente buscándola, pero no todas con las mismas intenciones...me temo"
"Entiendo-Nada de esto tranquilizaba a la buena mujer-¿Y qué es lo que quiere exactamente?"
Rió ligeramente, intentando calmar la situación-" Escuche, yo sólo quiero lo mismo que quieren ustedes-se levantó-Tengo en mi mano la oportunidad de evitar que asesinen a Christine. Me encantaría contar con la colaboración de Margueritte- la miró- y la mantendría a salvo. No tendría de lo que preocuparse. Pero, por supuesto, no exijo respuesta inmediata. Saben donde encontrarme"
Con un caballeroso gesto de despedida, se puso su fina chaqueta y se dispuso a abandonar el lugar. Meg, en un impulso, le siguió hasta la entrada.
Observaba la situación sorprendida..
Era la primera vez que veúa a su hija tan centrada en la atención de un hombre. Y eso..la preocupaba. No quería que sus ilusiones volaran para luego salir con el corazón roto. Y tampoco terminaban de convencerle las explicaciones de aquella nueva, misteriosa persona que se había adentrado en sus vidas de repente.
Se adentró de nuevo hacia la cocina. Tendrían tiempo para hablar de ello.
"Édmond...espere un segundo"-apoyó una mano en su hombro
Se volvió, sorprendido ante la reacción de la muchacha
Bajó el tono de voz y se acercó a él-"Disculpe la actitud de mi madre. Verá, las dos hemos pasado por mucho...y eso hace que aún me trate como a una niña-sonrió débilmente- Estaré dispuesta a colaborar si es necesario"
La miró con gesto divertido- "No debe disculparse. Y tampoco debe precipitarse en su decisión, tiene una semana de plazo para estar segura de lo que quiere hacer"
Antes de comenzar a retirarse, volvió a mirarla de nuevo...
El simple vestido verde esmeralda, su pelo perfectamente recogido con un pequeña cinta del mismo color...y su tranquilizadora y cándida expresión dispuesta a dar una respuesta
Poseía una belleza natural de la que,posiblemente, ni ella era consciente.Quizás por el motivo que acababa de exponerle, aunque veía un reflejo de frustración en su mirada cuando lo hizo...
" Lo tendré en cuenta"
Asintió-"De acuerdo, entonces. Espero verla de nuevo, Margueritte"
Como una formalidad, tomó su pequeña mano en la de él y depositó sus labios brevemente abandonando finalmente la entrada.
Sonrió para sí al tiempo que le veía marchar...
Era extraño el sentirse tratada como una dama y no como una cría, prácticamente por primera vez en la vida
Prácticamente entrada la noche fue cuando se decidió a volver. No deseaba estar en aquella casa que ahora le atormentaba con una fuerza indescriptible. Tampoco se veía capaz de afrontar la presencia de Christine.
Simplemente quería estar consigo mismo.
Dejó su capa y su chaqueta delicadamente sobre la silla haciendo ver su camisa y chaleco
"He estado esperándote..."
Escuchó su voz cristalina en medio de aquel silencio que ahora mismo veía tan necesario. Para él, para su alma, para intentar curarse de la permanente herida que esto le había causado.
Se situó frente a ella, su mirada relajada --"¿Acaso ha ocurrido algo durante mi ausencia?"
Parecía inquieta y tremendamente triste.Avanzó un par de pasos más hasta que consiguió apoyar una mano en su hombro con cierta inseguridad.
Sabía que estaba roto, que se estaba callando todo el sufrimiento por ella...
Iba a intentar que no fuera así
"No-le miró tiernamente- Erik¿quieres hablar? Yo...-la timidez la invadió por un momento.Suspiró- sabes que puedes contarme cualquier cosa¿verdad?"
Se retiró de su tacto, bajando su mirada y tomando asiento. El peso de su cabeza totalmente apoyado sobre su puño cerrado.
Hablar...
Lo había dicho de un modo tan sencillo. Como si confesar que se sentía el ser más horrible que podía existir en el mundo fuera, tan sólo, cuestión de decirlo y la sensación se marcharía inmediatamente.
Claro, ella estaba a salvo. Bajo su protección. ¿Sería eso lo único que buscaba?
Por supuesto¿qué otra cosa más? Era lo que siempre había hecho.
Devolvió la atención a su expectante mirada, lleno de rabia-"Duele hablar, Christine. No tienes ni la menor idea de cuánto-se levantó, mirándola con frialdad- Tanto que te agradecería que cada vez que ente por la puerta no vinieras a mostrarme lo mucho que lo sientes por mí"
Con esto se marchó, yendo hasta su pequeña sala y cerrando la puerta tras de sí.
¿Pensaba que todo esto lo hacía fruto de su piedad?
¿Qué había sido de él¿De su ternura, de aquellos momentos en los que pensó, ahora sabía que inútilmente, que se podría recuperar lo perdido?
Nada. Sólo la muralla que él se había encargado de construír entre ellos
Si la dejara apartar todo ese sufrimiento de él...si tan solo la dejara hablar...
Oh Erik...
Frustrada se dejó caer sobre el suelo, sus piernas pegadas a su cuerpo y su cara escondida bajo sus largos rizos.
Xxx
"Deberíamos de esperar a Édmond si pensamos empezar ya con la vigilancia ¿no crees?"- Maurice observaba a su compañero dudoso.
Jacques rió, mirándole con gesto divertido- " Déjale. Ha caído en nuestra propia trampa. Nos traerá la presa directamente hasta nosotros...-medio sonrió- pero nos es útil, así que sigamos fingiendo que él lo es para nosotros"
Este asintió al mismo tiempo que comenzaban a caminar. Tomara el tiempo que les tomara, no iban a perder de vista aquel lugar.
