Hola de nuevo, mis lectores :)

Primero que nada quiero disculparme por la tardanza en subir este capítulo. Pero al estar a un paso del final ( si, lo sé, ohhhhhhh) estos capítulos van a ser especialmente largos e intensos en contenido

Little lotte! Mujer de Dios, no te preocupes que Édmond y Meg siguen juntos. De hecho lo averiguarás en este capítulo ;)

Y con respecto a Christine...sí, sé que no os va a gustar ni a mí tampoco que tenga que irse pero. Nuestra pareja se despide, por el momento claro. Los reencuentros, eso siempre ya se sabe, siempre son intensos, dulces y..quién sabe si apasionados

Ahí lo dejaré por el momento. Espero que disfrutéis del capítulo tanto como yo lo hice escribiéndolo

Besos, y de nuevo gracias por vuestra fidelidad

Lovephantom83


Las seis menos cinco de la mañana era la hora que marcaba el reloj en ese momento.

Phillip abandonaba la gran vivienda dirigiéndose hasta el establo que se encontraba unos metros más allá.

Cogió a uno de los caballos, en el que siempre montaba en su tiempo libre y dándole un par de golpes cariñosos en el lomo se subió con urgencia.

Tendría que llegar a la ciudad lo antes posible, y no podía perder más tiempo


Sentado en el sofá pensaba en miles de cosas al mismo tiempo.

No podía evitar recordar la tarde de el día anterior, aquel beso mientras los últimos rayos de la tarde caían sobre el dorado de sus cabellos.

Jamás sintió algo así por nadie. Había conocido a mucha gente a lo largo de su vida, pero esto...

Era un sentimiento tan grande el que le embargaba cada vez que estaba con Margueritte que le resultaba hasta increíble

¿Quizás porque, por primera vez en su vida no se sentía ni engañado, ni decepcionado, ni abandonado¿Por qué se estaba...enamorando?

Sonrió para sí ante la ridiculez de la ansiedad casi infantil que invadía su cuerpo cada vez que pensaba que aquella tarde-noche estaría de nuevo con ella

Devolvió su mente a otros asuntos.

Los Chagny probablemente ya habrían recibido la carta.

Que a fin de cuentas se había convertido en la mejor de las tácticas.

Estaba convencido de que ante tal nota de alarma, el buenazo saldría rápidamente para salvarla de tan horrible situación.

Oh, cómo desconocía en lo que se acababa de meter tan solo por eso...

Y ahora todo era cuestión de continuar con el trazo de todas las cosas que había estado planeando

Observó el pequeño sobre que se encontraba sobre la mesilla esbozando una media sonrisa.

Sólo faltaban un par de detalles más y estaría hecho.

Apresuradamente Édmond abandonó el apartamento. Aún era por la mañana y tenía varias cosas que hacer.

Xxx

Dos meses, hoy hacía exactamente dos meses.

Y esto era algo que necesitaba hacer...pero no solo, no podría sin su apoyo.

Miró con nostalgia hacia su mano derecha que sostenía el retrato

Esto era una de las mínimas cosas que podía hacer por ella...por todo

Suspiró, desviando su mirada. Sintiendo que por un momento la tristeza le invadía de nuevo. Pero no, no iba a ser así después de haber escuchado sus palabras

Christine abandonó el cuarto. Se detuvo justo en el marco de la puerta que daba acceso al salón observándole.

Había suplicado como quien suplica a la persona en la que más confía, como el mayor secreto entre mejores amigos...un pacto del que solamente ellos eran conocedores.

Imposible no hacer nada, lo que fuera, por el hombre que tenía ahora mismo ante sus ojos.

Erik notó en seguida su presencia.Alzó su mirada y sonrió al verla.

Lucía un respetuoso vestido negro. Plano, apenas con algún tipo de detalle. El tono oscuro del mismo resaltaba la palidez de su piel. Un hermoso recogido complementaba su aspecto.

Y al verla así, tomándose aquel acontecimiento como si fuera algo también muy suyo...

No, era imposible quererla más de lo que ya hacía.

Se levantó del asiento con calma, tomándose el tiempo necesario para mirarla antes de llegar hasta ella ofreciéndole su brazo

"¿Estás segura de que deseas acompañarme?"

Sonrió cálida al tiempo que con una mano tomaba su barbilla cariñosamente

"Ya sabes que me comprometí a ello, es algo que pienso y quiero hacer"

Asintió mirándola amable mientras, de brazos unidos, abandonaban el hostal.

Lo brumoso de aquel día proporcionaba un ambiente especial al lugar.

Una bella explanada. A través de la neblina, a lo lejos, podía distinguirse perfectamente bien el resto de la ciudad.

Estar ahí era como un mundo totalmente distinto. Toda la vegetación que lo envolvía, el olor a campo, aún no tocado por la mano del hombre

Miró hacia abajo con ojos tristes ante la pequeña tumba que él muy delicada y discretamente había logrado hacer.

¿Cómo de duro tendría que ser labrar una tumba para la persona a la que tú mismo habías dado final?

Observó sus ojos perdidos en el mismo punto que ella.

No quiso decir nada, tampoco llamar su atención. Este era su momento para llorarla y homenajearla y no quería estropearlo.Se limitó a estar a su lado, reconfortándole como sabía muy bien que necesitaba entrelazando sus dedos con los de él

Se dio cuenta de la fuerza con los que los tomó, haciéndola consciente de lo mucho que necesitaba tenerla simplemente a su lado en ese momento.

"A menudo solía venir aquí a pensar- su voz tembló- En realidad a recordarme a mí mismo lo que había hecho, una...manera de mutilarme por dentro"

Sintió las lágrimas caer por sus mejillas. Apoyando la cabeza en su hombro, abrazó su cintura por debajo de la capa.

Eso era algo que él definitivamente haría. Torturarse una y otra vez hasta que se sintiera tan miserable que no pudiera soportarlo. Sin querer palabras compasivas, sólo su soledad.

Pero había cambiado, definitivamente de un tiempo a esta parte era una persona distinta. Al igual que ella. Ambos habían aprendido cosas que les hacían mucha falta.

Habían depurado sus demonios internos para finalmente encontrarse el uno con el otro

Tan sólo una pregunta cruzó por su mente en ese momento

"¿No hay ocasiones en que la echas de menos?"-Su tono era suave

Se separó lentamente de su abrazo, aproximándose hasta el pequeño nido de muerte con el precioso marco que sujetaba el retrato entre sus manos- "En un principio sí- miraba sorprendida ante la solemnidad con que lo dejó sobre el mismo- Ahora, pensándolo-miró hacia el fiel reflejo de sus facciones, recordando el sueño- es..mejor desear que esté en un lugar mucho mejor y seguir adelante"

Una leve sonrisa se formó en sus labios mientras volvía de nuevo a su lado y tomaba su cintura con delicadeza.

Christine miraba sincera en sus ojos- "Si conseguiste ver en ella toda su bondad y belleza tanto como lo logró hacer contigo, estoy más que convencida"

Estaba movido por esas palabras.

No solo había logrado ponerse en su posición,entender cómo lo había pasado con aquello, sino que a pesar de presenciar todo lo que presenció cuando aún estaba en vida...la respetaba, creía en su bondad y transmitía su simpatía, mejores deseos para ella.

Pudo notar que sus ojos comenzaban a ponerse vidriosos. Tomó sus dos manos en las de él,resultaba casi cómico el hecho de que siempre cubrian de sobra las suyas.

La abrazó dejando descansar su cabeza en su hombro.

No soltó ninguna lágrima, ningún sollozo...

Sólo quería estar así. Tenerla cerca, porque eso era lo único que podía mantenerle calmo en ese momento.

Ella cerró los ojos, pasando una de sus manos gentilmente por su pelo.

Comprendía perfectamente el hecho de que ya no fuera capaz de llorar

Ya había derramado mucha lágrimas. Durante toda su vida, y probablemente en este pequeño santuario

Abandonó el abrazo, aún sosteniendo sus hombros.

"Gracias"-Fue lo único que su voz le permitía decir, lo único que era capaz de expresar en ese momento a través de un susurro.

Se limitó a sonreír mientras que con delicadeza quitaba las manos de sus hombros para tomar una de ellas y comenzar el camino de vuelta.

"Siempre estará en tu recuerdo, en nuestro recuerdo"

Lo último que dijo antes de que ambos echaran una última mirada con nostalgia, la brisa envolviéndoles a ambos como una preciosa sinfonía

Una bonita hoja cayó del árbol más próximo yendo a aterrizar suavemente junto al retrato, casi a propósito.

Algún tipo de señal¿quizás?

No sabían lo que encontrarían al volver

Un pequeño sobre aguardaba, como si los hubiera estado esperando durante horas, ante la puerta.

Y su nombre estaba escrito en el reverso.

Christine miró algo extrañada hacia Erik por un momento antes de cogerlo entre sus manos.

Se adentraron en la casa mientras, con dedos inquietos, lograba abrirlo dando paso al contenido

"Dios mio..."

Esa pequeña exclamación fue suficiente para que se situara inmediatamente tras ella

Lo primero que sostenía era un pasaje de barco que saldría en exactamente dos semanas desde el Port Le Havre hacia Londres.

En la otra mano una gran cantidad de dinero, y tan sólo una pequeña nota

"Querida,

He respondido lo antes posible.

Ese dinero te será suficiente como para una buena temporada

Adjunto, te mando la dirección del mejor hotel de la ciudad, allí podrás hospedarte.

No tendrás más que dar tu nombre

Lamentando la tardanza y deseando lo mejor para ti y el bebe,

Phillip"

Sus manos temblaban y sus ojos aún estaban incrédulos, fijos como platos, en la carta

La salvación estaba ahí, todo en aquella escueta carta, el pasaje y el dinero

Y también la definitiva despedida

Esa terrible sensación de angustia invadió su cuerpo espontáneamente. Se sujetó con fuerza a la solapa de su chaqueta volviéndose hacia él

Sonrió amargamente sintiendo que su mirada se humedecía.

Un gesto de gran tristeza cruzó sus facciones.Llevó una de sus manos hasta su mejilla mientras ella, como queriendo mucho recibirla, movió ligeramente su cabeza para sentir aún más su tacto

Xxx

Se arreglaba el pelo de manera alegre frente al espejo de su cuarto.

Todavía parecía increíble lo que estaba ocurriendo en su vida.

Aquella tarde aún no podía sacársela de la cabeza, y menos aún el hecho de que en breve le volvería a ver

Una risa escapó de su garganta

Como volver a vivir los quince años de nuevo, santo cielo...

Su madre la observaba con detenimiento desde una distancia prudencial.

El día anterior no pudo esperar ni tan siquiera un rato para contar lo ocurrido. Lo hubiera dicho o no, era más que evidente en su actitud y en su mirada

Completa y absolutamente enamorada.

Emitió un leve suspiro de resignación mientras entraba a verla.Aún tenía muchas dudas

Meg se volvió en cuanto notó su presencia, y no pudo evitar más que sorprenderse al observar su aspecto.

No, definitivamente ya no era la niña tímida que, recorriendo los pasillos del ópera populaire, se limitaba sólo a sus clases de ballet y a estar bajo su protección

Sonrió para sí misma. Lucía un bonito vestido con tonos entre púrpura fuerte con adornos claros que se ceñía perfectamente a su figura. El pelo lo llevaba semi recogido dándole un aspecto de auténtica mujer adulta

El sonido del timbre interrumpió sus pensamientos. Inmediatamente la notó tensarse

-"Me siento algo inquieta..."- Su tono era preocupado al tiempo que iba hasta ella.

La miró comprensiva apoyando una mano en su hombro-"Yo no estoy aquí para frenar tu camino ni lo que hagas, lo sabes. Sólo...ten en cuenta todo lo que te he dicho¿de acuerdo?"

Sonrió, agradeciendo su honestidad. Cierto que no había recibido alegremente la noticia, pero estaba ahí para ella y eso era lo que contaba

A fin de cuentas, a pesar de que estuviera luchando por abandonar su nido, necesitaba de su presencia y consejos.

Con una última mirada nerviosa hacia ella fue rápida hacia la puerta. Vio que se perdía en la cocina.

Fue a abrir la puerta con urgencia, sonriendo enormemente al verle.

Correspondió-"Veo que estás lista"

Tuvo que contener la respiración por un momento ante la elegancia de la persona que tenía en frente.

"Por supuesto"

Miró por un momento hacia el vacío salón yendo definitivamente con él. Notó la manera en la que miraba su aspecto, con una nueva complicidad a la que aún no terminaba de acostumbrarse.

"Espero que a tu madre no le parezca incorrecto..."-Un atisbo de temor se dejaba ver en su voz mientras caminaban hacia su apartamento y pasaba un inseguro brazo por su cintura

Rió levemente-"Bueno, ya sabes la opinión que tiene sobre ti. Creo que costará que varíe"

Ya frente al portal, tomó sus dos hombros besándola brevemente

"Tendré que tener una charla con ella entonces para convencerla"

Con gesto divertido abrió la puerta, dejándola pasar.

Ambos estaban sentados en el sofá. Ella miraba con atención a Édmond y lo que contaba, sosteniendo el vaso con su bebida en una de sus manos.

"No puedo creerlo. Este apartamento, todo lo que tienes ahora...¿lo obtuviste sólo con tu esfuerzo, con trabajo?"

Asintió-"La familia con la que me crié me trataba bien, pero quizás fue por orgullo propio que los abandoné"

Frunció el ceño extrañada

Llevaban tan solo poco más de una hora hablando y ya su fascinación hacia él era cada vez mayor.

Nunca parecía tener suficiente de su voz, de sus maneras, de escuchar cosas sobre él.

Miró a sus ojos tierno-"Cuando uno ya empieza a ser mayor siempre quiere averiguar la verdad con respecto a todo. Me mantuvieron engañado el tiempo suficiente, y si se trata de algo tan importante como saber cuál es tu verdadera familia...-suspiró-se convirtió en una prioridad para mí. Una prioridad que me llevó a hacer bastantes cosas"

Sabía, sabía que una persona como él tendría que haber pasado por mucho

Acercó su cuerpo ligeramente más al suyo, apoyando una mano en la de él.

"Debe de haber sido bastante complicado para ti-miró, por un momento ausente, hacia uno de los bellos muebles que se situaban fente a ella- Yo...no tengo recuerdos de mi padre, salvo fotos, lo poco que mi madre me contaba"

Esbozó una sonrisa confortante mientras llevaba a sus labios la mano que había estado sujetando la de él- "Bueno, al menos ambos hemos conseguido seguir adelante. Yo empecé a conocer gente, socios que me fueron ayudando. Algunos más y otros menos pero...pude llegar a donde estoy ahora. Y tú- centro sus ojos en ella- bueno, qué decir, has estado toda la vida sobrada de protección"

Rió ante el comentario- "Hemos tenido que estar prácticamente hasta mi adolescencia también de aquí a allá. Un pequeño golpe de suerte nos vino y llegaron mis años de bailarina, de tener mi grupo de amigas-miraba nostálgica- de temor también-sonrió levemente- Fueron tiempos felices, después de todo"-Dando un último sorbo, dejó la pequeña copa sobre la mesilla de madera.

Édmond la miraba fascinado.

Se había convertido en tan poco tiempo en un libro abierto para él

Un libro del que, progresivamente, iba leyendo más páginas

"Bueno, para algunas personas los mejores momentos siempre vienen de forma inesperada"

Enrojeció, sonriendo y entendiendo perfectamente a lo que se estaba refiriendo

De nuevo sintiío esa inevitable atracción, impulso, que le llevó a hacer lo que aquella tarde y de lo cual, más ahora, no se arrepentía

Tomó su nuca con cuidado mientras acercaba sus labios, esta vez con menos temor.

Ella sucesivamente fue cerrando los ojos, dejándose llevar por él y por todos los nuevos sentimientos que, poco a poco, iba mostrando, descubriendo con cada paso

Sí, todo esto era nuevo para ella pero eran tantas las ganas que habían yacido expectantes en su corazón de amar, de ser finalmente la mujer en la que se había convertido...

Aún podía sentir lo dulce en sus labios, sensación totalmente deliciosa

Continuó saboreando, perdiéndose,cada vez de un modo más eufórico mientras sus dos manos se iban desplazando aquí y allá, danfo finalmente con lo ajustado de la corbata, desatándola poco a poco

Fue separándose del beso, posó una mano en su mejilla con una sonrisa en sus labios y una luminosidad en sus ojos inexplicable

"¿Has sentido alguna vez algo así por alguien?"-Su respiración estaba evidentemente alterada.

Se limitó a negar con la cabeza, sus ojos sin dejar de abandonar los de ella por ningún momento

No quería dejarla ir de su lado...nunca...

Al mirarse en sus ojos, era como perderse en el mar. Más aún que parecían oscurecidos por el mismo sentimiento que de seguro también la recorría de pies a cabeza.

En esta ocasión fue ella la que, víctima de la ambientación y todas las emociones que la envolvían, volvió a tomar su boca.

Édmond la atrajo hacia sí por la cintura. Sin darse cuenta la había recostado ligeramente de manera que estuviera completamente acomodada a su cuerpo.

Sus manos comenzaron a acariciar su espalda, mientras que iba repartiendo besos por su cuello.

Inicio de un sueño. De un fantástico, interminable sueño...

¿Tenía sentido? Ninguno. ¿Resultaba posible que en tan poco tiempo tal intensa pasión se hubiera formado? Quizás no

Aunque¿acaso el amor entendía de razones?

Podía escuchar cada temblor, cada suspiro, cada pequeño susurro mientras la tenía entre sus brazos.

Cautelosamente una de sus manos abandonó su espalda yendo hasta la falda del bonito vestido, topándose sin querer con la suavidad de su piel

La notó temblar ante su tacto. Este sonrió dándose cuenta de que las orquillas que sujetaban su pelo ya se habían soltado.

A modo de intentar calmarla, abandonó el calor de su cuerpo momentaneamente antes de ofrecer disciplinadamente su mano. Sus ojos reflejando la más cómplice de las miradas

La inquietud invadía su cuerpo conforme pasaban los segundos

Pero¿qué había que perder, después de todo?

Xxx

Sus ojos se abrieron, notando la desnudez de su cuerpo bajo las sábanas,viéndole plácidamente dormido a su lado.

Esbozó una sonrisa, y es que era una sensación extraña.

Los nervios de repente comenzaban a consumirla.

¿Y si todas esas horas de besos, de caricias, de palabras y gestos apasionados daban a su fin con el amanecer que estaba presenciando, con los fulgores del alba?

Miró hacia él una última vez y se incorporó rodeando su cuerpo en la sábana despacio.

Observó en el suelo el chaleco negro que había vestido la noche anterior

Lo cogió entre sus manos, aproximándolo más hacia su cara.

Todavía era posible oler su propia esencia

Había conseguido llevarla lenta, tranquilamente hasta envolverla en un mundo que en un pasado sólo soñó conocer.

Sonriendo para sí misma, volvió a dejar el chaleco en el suelo

Iba a recoger toda su ropa con la intención de ducharse

Por un momento pensó en marcharse, dejarle algún tipo de nota o...

No, no podía hacer eso cuando le vio comenzar a despertar, moviendo sus brazos por toda la mitad de la cama como preguntándose dónde estaba

Resultaba tan tremendamente adorable

"¿Margueritte?"-Fueron las primeras palabras somnolientas que salieron de su garganta

"Estoy aquí"

Édmond fue moviéndose hasta que, apoyando el peso sobre sus propios brazos, dio con ella. Envuelta tan solo en la sábana y mirándole con atención. Su larga melena expuesta sobre los hombros bastante revuelta

Parecía totalmente imposible parecer conservar su lado tímido y a la vez parecer tan adulta.

"¿Tenías pensado marcharte ya?"-La decepción podía dejarse notar en su tono.

Le miró amable-"No, no. Yo...bueno, iba a darme un baño y no quería despertarte"

Suspiró, tomando la camisa del suelo que yacía cerca de su lado, pasándola por sus hombros desinteresadamente. Siguió el mismo procedimiento pero ésta vez con los pantalones.

Una vez de pie, sin querer estropearlo con palabra alguna, fue hasta ella abrazándola y depositando un suave beso en sus labios.

"De acuerdo, entonces-sonrió- pero deja que al menos te de los buenos días propiamente antes de marcharte- la miró chistoso, acercándose a su oído- Cuando estés lista, te esperaré en el salón"

Asintió mientras iba hacia el baño.

Inesperado y sorprendente lo que encontró al salir

Sobre la mesa habían miles de cosas deliciosas: Croissants, bollos, mermelada, café...

Y al fondo de la sala, en la misma apariencia especialmente atractiva desordenada que al despertar, estaba él.

"Santa madre de Dios, Édmond..."-Lo miró con sus ojos abiertos en sorpresa ante tanta amabilidad

Rió-"Bueno, sí, pensé que te gustaría- se acercó a ella dejando su taza sobre la mesa y besando su mejilla- ¿desayunamos?"

Una hora después le vio en la entrada ya con sus vestimentas habituales.Tomó sus manos en las de él,mirándola con tristeza

"Meg, verás...Tengo todavía que atar algunos cabos con respecto a algunas cosas, en especial mi trabajo. Quiero terminar con todo el asunto de una maldita vez porque ahora mismo lo que busco-la miró cómplice-es tranquilidad"

¿Se estaba despidiendo? No, no ahora...

Acarició su mejilla intentando hacer la situación más liviana

"Esos tipos siguen tras de mí, y puedo asegurar que ya deben conocer de sobra mi plan para salvar a Christine-vio sus ojos color miel aterrorizarse- Por eso pretendo hacer algo que posiblemente me lleve varios días. Tengo que encubrirme, protegerte y hacer lo posible porque todo salga como esperaba¿de acuerdo?"

Su mirada se humedeció-"¿Cuándo nos volveremos a ver entonces?"

"Pronto, puedo asegurártelo. Entiende que odiaría que te pasara algo por mi causa, recuerda que intentaron matarte"- El timbre suave de su voz la sobrecogió.

Sí, curioso que recordaba ese día como angustioso pero especial de la misma forma.

"De acuerdo- con gesto resignado fue hasta la puerta principal, no sin antes acariciar sus labios con la punta de sus dedos- Ten mucho cuidado¿vale?"

Este asintió,pero cuando iba a volverse la agarró por el brazo.

"Un momento, antes de que te vayas-Cogió una pequeña bolsa que tenía en un cajón, extrayendo de la misma una sencilla pero enormemente bella pulsera. La miró cándido mientras volvía para ponérsela- Obtuve esta antigüedad hace años , y...me encantaría que te la quedaras. A modo de recuerdo de éste día –Medio sonrió- Y de los que estén por venir"

No supo qué decir, simplemente observaba el objeto reluciente en su mano.

Le besó con profundidad en gesto de agradecimiento-" Es muy bonita"

Era mucho el tiempo que había esperado para dársela a la persona adecuada. La conservó de uno de sus primeros trabajos y siempre había estado guardada en el mismo sitio.

Tomó su cintura- "Me alegra que te guste, querida"

Sonrió amargamente-"¿Vendrás a buscarme cuando vuelvas?"

"Claro que sí-suspiró- Ahora ve a casa y espera noticias mías"

En el modo en el que abrió la puerta, sin querer hacerlo,como si fuera una obligación, se dejaba ver su amargura

El mensaje que ambas miradas transmitieron antes de que se fuera parecía claro

Se echarían de menos

Una vez la vio marcharse a través de la pequeña ventana con nostalgia, tomó asiento en su escritorio

Se preguntaba qué pensaría la señora De Chagny sobre la carta que iba a recibir en breve.

Xxx

Posiblemente, llegaría en cualquier momento.

Jacques y Maurice esperaban exhaustamente pacientes

"Como no venga dentro de cinco minutos juro que no tardaré en disparar esta pistola contra su sien- Maurice emitió un pequeño gruñido- Ahora nos ha contactado, pero puedo asegurarte que se me está agotando la paciencia con tanto juego absurdo"

Rió-"Quién sabe, a lo mejor ha decidido utilizar su inteligencia. Nunca descartes nada , querido amigo"

"¿Interrumpo alguna conversación importante, caballeros?"

Ambos se volvieron, evidentemente sin esperarse la rapidez del encuentro

"Cuando quieres hasta llegas a tiempo para nosotros"- La remarca sarcástica de Jacques, al menos esta vez, no iba a poder con su estado de ánimo

"Siempre tomo lo que me interesa- Su tono era claro - Escuchad, si he vuelto ha sido porque creo- miró más que fulminante a la persona que tenía a su lado- que podremos hacer algo sin acabar matándonos vivos"

Después de una mirada de duda entre sus dos interlocutores, le invitaron a seguir hablando

"Bien. Antes de que empecéis a acusarme de traidor...- notó la reacción defensiva inmediata con una media sonrisa- tengo a la Vizcondesa convencida de que la voy a llevar a un lugar seguro-estos miraban curiosos- Hice que escribiera pidiendo ayuda a los Chagny, y...-se pausó- si no llegamos a tiempo, y puedo contar con vuestra colaboración, no podremos parar a la persona que viene al rescate. A fin de cuentas¿quién puede resistir a no salvar a un futuro heredero?"

Maurice parecía analizar sus palabras con extrema cautela al igual que su compañero.

Lo peor de todo, es que resultaba un plan excelente

Accedieron mientras, apresuradamente, emprendieron el camino

Por fín, estaba más cerca de lo que pensaba.

No podía esperar a verse cara a cara con su padre

Después de haber hecho noche y dormir durante escaso tiempo, finalmente estaba cerca. La frontera, y por tanto el acceso a París se hallaba prácticamente a un paso.

Aceleró el trote con su magnífico caballo negro pura sangre, cada vez con más convicción de que ese mismo día podría ayudar a la pobre muchacha.

Sin embargo,hubo algo que su oído captó al instante

Trotes de más caballos.

Por el rabillo del ojo pudo detectarlos. Exactamente, eran tres.

"Mierda"

Fue lo único que consiguió decir para sí mismo, al tiempo que intentaba acelerar el paso.

Pero esos jinetes a los cuales aún no había podido identificar físicamente iban cada vez más rápido, estaban prácticamente en sus talones

Despistarlos era imposible, y desconocía de cualquier otro camino.

Sin tan siquiera pensarlo se vio desbancado de su caballo y con esos tipos frente a frente

Palideció cuando vio al joven que estaba al centro con una sonrisa irónica en los labios

"¿Iba a alguna parte, Phillip?"

Cielo santo, era como un maldito calco de su persona, joven

Sus pensamientos parecían cruzar por su mente atropellados

No, no podía ser...

Fueran las que fueran las deducciones que estaba formando en su mente, no tuvo tiempo de aclararlas. Los dos tipos que iban con él le tomaron cada uno de un brazo con mucha fuerza.

El muchacho que parecía quien creía que era se situó justo frente a él, mirándole directamente a los ojos.

"Mucho me temo que viene con nosotros"

Intentó decir algo, pero fue totalmente noqueado por el hombre situado a su izquierda


Sabía que no debía hacerlo, que le había dicho que se mantuviera al margen hasta que volviera...

Pero no podía contenerse. Había pasado ya prácticamente una semana. Estaba preocupada, le echaba de menos y si no cubría ese agujero pronto sentía que enloquecería

No servía el haber hablado abiertamente con su madre, no servía ya absolutamente nada.

Con un suspiro, abandonó el apartamento dándose cuenta de que era temprano en la mañana

Recién había preparado su café. Aquel día iba a ser complicado. Tendría que preparar todas las cosas para tomar camino. Había que pasar varios pueblecitos antes de llegar a Le Havre.

Todo estaba organizado. Erik la iba a acompañar en el arduo viaje hasta allí...

Para luego despedirse, y encontrarse con Édmond.

Despedirse

Se lo había dicho a sí misma todo este tiempo, y a veces se creía realmente con fuerzas para dar tal paso, pero otras...sencillamente no era capaz de asimilarlo.

¿Cuánto tiempo estaría sola en Londres¿ Llegaría realmente a volverle a ver?

Preguntas estúpidas, lo sabía, pero que no dejaban de invadir sus pensamientos.

Tres suaves golpes en la puerta la pillaron de sorpresa

Christine se incorporó del sillón prácticamente en un salto, bastante inquieta. Él no estaba y...tampoco esperaba a nadie.

Fue hasta la puerta mirando con atención por la pequeña mirilla.

No podía creer a quién veía a través de la misma

¡Por Dios¿Quién la había facilitado el lugar...?

Sin poder más con la alegría que producía el encuentro abrió la puerta

Meg la observaba sonriente. Por fin, la tenía en frente

Había algo diferente en su mirada, en su aspecto

"Cómo me alegra verte -abrazó a su mejor amiga que aún estaba asumiento la situación- No sabes cuánto he intentado hablar contigo..."

La miraba en incredulidad de arriba abajo

"¡Meg! Señor¿cómo...cómo has llegado hasta aquí?"

Rió- "Puede que si me dejas pasar dentro, te lo explique"

"Claro claro-suspiró a modo de disculpa- adelante"

Inmediatamente la dejó pasar con sonrisa amable, aún muy sorprendida

Meg observaba con detenimiento la casa.

No gran cosa, los muebles bien conservados pero ya con síntomas de edad...

Se centró en el piano, viendo composiciones musicales sobre el mismo. Y un violín bastante cerca

Aquello ya decía bastante.

De nuevo centró su mirada en ella mientras la ofrecía asiento

"Te veo bien, Christine, muy cambiada. Me alegra. La verdad es que hemos estado muy preocupadas por ti"

Ahora que la observaba, también parecía haber sucedido un cambio en ella. Su actitud era la misma quizás, pero...distinta. Con más madurez, posiblemente.

"Gracias-dio un sorbo a su café y enseguida soltó la taza para tomar las manos de su amiga. Ya comenzaba a ser como en aquellos viejos tiempos..- Oh, tengo tantas cosas que contarte"-Una sonrisa emocionada cruzaba sus facciones

"Lo sé, yo también-miró por un momento algo incómoda hacia otro punto- Mamá y yo supimos de ti por aquella carta"

Frunció el ceño en confusión-"¿Carta?"

"La que mandó...- su tono de voz bajó –él. Fue hace mucho tiempo"

Casi tuvo que reír. Aún sentía esa especie de miedo-respeto de siempre hacia su persona

Así que a pesar de todo mientras ella había estado sin voz había tenido el detalle de tranquilizarlas

"Erik, su nombre es Erik-rió levemente con gesto divertido- Y no está en el momento así que puedes hablar en tono normal"

Vio el brillo en sus ojos al referirse a él y su cara cambiar totalmente.

¿Era posible? Tendría que comprobarlo

"¿Te ha tratado bien todo este tiempo? Yo...-se mordió el labio inferior- fue un alivio saber que estabas bien, pero una parte de mí también estaba preocupada"

La miró cándida-"¿Bien? Me rescató del lago- abrió su boca enormemente en sorpresa al escuchar aquellas palabras- Estaba al borde de la muerte, una serie de circunstancias innombrables me llevaron a ese punto"

Tan sólo por eso ya tenía un mundo que agradecerle al siempre misterioso hombre, "fantasma" o ángel del cual ya conocía el nombre

Sus ojos atendían su narración, aterrada- "¿Qué te hicieron?"-Fue un susurro invitándola a continuar

Tomó aire-" Cosas horribles. Escapé del funeral de Raoul porque sencillamente no podía soportar más la presión de aquella familia. A partir de ahí todo fue una montaña rusa hasta ahora, Meg. Pasé por todo: No tenía donde ir y el primer sitio que encontré fue una residencia de la cual salí bien escarmentada en absolutamente todos los sentidos. Todo fueron formas diferentes de aprovecharse de mi persona.Una vez conseguí salir de allí como pude, de nuevo caí en otra trampa...siendo prácticamente secuestrada, quizás de una forma muy sutíl-aquellas palabras la dejaron pensativa,fría- y llevada casi a mi muerte. Si no llegara a ser porque encontré el modo de huír a tiempo-la miró, seria-Todo eso fue mucho para mí, y...cuando viniste a visitarme a la villa con su máscara. Puedo jurarte que no me lo podía sacar de la cabeza, amiga mía.La tensión, la locura, qué se yo...me llevaron a hacer lo que hice en el lago. Mi siguiente recuerdo fue-miró satisfecha a su alrededor- esto, y que él estaba vivo. ¡Vivo! No sabes cómo me sentí. Y ahora...-la miró directamente a los ojos-puedo asegurarte que soy feliz, a pesar de que tenga que marcharme"

Asimilaba la información, sobretodo aquellas ultimas palabras que eran en realidad respuesta a su pregunta interna

No había escuchado tal admiración, alegría en su voz ni siquiera el día en que, hizo aquella supuestamente feliz confesión.

Todavía recordaba cuando, secretamente, la había pedido que fueran a dar un paseo. Sin ninguna de las demás compañeras del ballet. En un susurro había añadido que fuera lo más lejos del edificio de la ópera posible.

Por el tono serio de su voz le pareció bastante importante y, preocupada incluso, accedió.

El parque lucía verdaderamente hermoso. Las farolas redondas iluminaban todo con parcialidad y a esa hora de la noche no había prácticamente ningún alma circulando.

Su piel parecía pálida, demasiado, y sus ojos normalmente llenos de vida ahora estaban apagados y un pequeño círculo negro se iba formando alrededor de cada uno de ellos.

-"Por Dios¿qué ocurre? Estás temblando"-Tomó cariñosamente su brazo

Lágrimas comenzaron a caer sin esfuerzo. ¿Cómo decirlo? Era tanto por lo que su corazón estaba pasando que veía imposible expresarlo en dos, cinco, diez palabras.

-"Meg-tomaron asiento en un banco cercano al tiempo que ella intentaba secar sus lágrimas- Estoy...aún no puedo creerlo-con un suspiró que pareció darle las últimas fuerzas añadió- Raoul me ha pedido que me case con él"-sacó con discrección el anillo de uno de los bolsillos de su abrigo

La miró con una enorme sonrisa en los labios.

Qué afortunada era. Era en momentos como este en los que una envidia saludable hacia ella la invadía, pero al mismo tiempo se sentía orgullosa.

-"Christine¡eso es maravilloso!"-vio su expresión cabizbaja alzarse, riendo levemente

¿Por qué no se sentía feliz?

-Miró hacia otro lado, muy ausente, como durante esos largos seis meses había estado, después volvió su mirada hacia ella- "Por lo que más quieras, que nadie lo sepa-emitió un pequeño ahogo-por lo que más quieras"

Se limitó a asentir mientras la abrazaba y retornaban al edificio

Después fue cuando entendió el motivo de su sufrimiento. En aquel baile de máscaras

"¿Lo eres, realmente Christine?"

A modo de confirmación se incorporó un poco más en su sillón para estar más cerca y apretó su mano

"Sí-sonrió- esto es tan diferente"

Parecía cierto. Que por fín había encontrado su destino en brazos de su ángel oscuro

Sabía que su madre los apreciaba a ambos tanto como si fueran su propia familia y ella certeramente se había convertido en su hermana prácticamente.Por alguna extraña razón, no podía esperar a que lo supiera.

"Me alegro, has pasado por tanto que no mereces otra cosa. ¿Y pensáis..-rectificó-piensas marcharte¿A dónde?"

"Londres-sonrió- No tuve más remedio que pedir ayuda a los padres de Raoul.Por el momento, tendré que partir sola"-una nota de tristeza podía notarse en su tono.

Apoyó una mano consoladora en su hombro-" No tienes de qué preocuparte ahora. Erik...-no se terminaba de acostumbrar a su nombre-él podrá ir contigo¿cierto?"

Movió su cabeza en gesto afirmativo. Tras un largo silencio, volvió a hablar

"Bueno, creo que he hablado bastante de mí-la miró- Y me tienes en ascuas"

Rió, sabiendo que había llegado su turno no sabía por dónde empezar

"Más o menos todo ha seguido su mismo curso, al menos hasta hace un tiempo. Las cosas comenzaron a complicarse con los comuneros, no dejaban de buscar información sobre ti a toda costa. Y...fui secuestrada- Christine la miraba en shock- Afortunadamente, gracias a-se pausó-alguien logré escapar-se sonrojó ligeramente, sincerándose- Hay algo que creo debes saber"

La miraba con una curiosidad cada vez más creciente.

Por supuesto que sabía que tenía algo que contar, desde que la vio tan diferente lo hizo

Con una pequeña palmada cariñosa en su mano la animó a contarlo.

Sonrió-"Puede que te resulte extraño, y en un principio hasta para mí lo fue-suspiró- Te he dicho que alguien me ayudó a escapar de mis secuestradores¿cierto?-esta asentía expectante, y ella sencillamente no sabía cómo decirlo exactamente- Bien, pues.. resulta ser la persona de la que me he enamorado"

Se impresionó ante tal noticia, en un sentido positivo.

Era una alegría escucharlo. Siempre se había preguntado como nadíe se había fijado en una persona tan especial como ella.

Incluso parecía romántico que en medio de aquella horrible situación una mano especial, amiga,la ayudara.

" Esas son excelentes noticias, Meg-no pudo contener una risita contagiosa. Inmediatamente ya ambas reían, como cuando cuchicheaban a escondidas sobre la gente del teatro, o se burlaban de La carlotta y sus tan famosas reacciones- Y dime¿quién es?"

Dudó por un momento y su mirada cambió por una soñadora-" Es bastante alto, tiene el pelo castaño claro, ojos azul cielo. De complexión fuerte..."

Su rostro iba palideciendo conforme seguía con la descripción

¿Cómo iba a ser posible? No...sencillamente...

"Su nombre es Édmond"

Inmediatamente todas sus facciones se congelaron.

Aún se mantenía mirándo a su amiga, con sus dos ojos muy abiertos, como aún esperando a que lo dijera.

"¿Christine, pasa algo? Por todos los santos estás en estado de shock"

Si se trataba del mismo hombre que se había aprovechado de ella, del cual aún no se fiaban con certeza, que ridiculizó delante de sus narices su relación con Erik...

Y que posiblemente la había utilizado todo este tiempo para llegar hasta ellos

Un sonido indeterminado salió de su garganta acompañado por una medio sonrisa aún incrédula en sus facciones-"Disculpa, pero...-lo dijo muy lentamente-¿puedes, puedes repetirme su nombre?"

La miró con gesto divertido y confuso a la vez-"Édmond-suspiró impacientándose- Y ahora¿puedes explicarme TÚ por qué te altera tanto esto?"

Por un momento desvió su mirada volviendo al instante su atención hacia ella-" Meg, Édmond es el hombre que me sacó de la residencia con la mera intención de entregarme a los comuneros a modo de venganza porque su verdadera familia nunca quiso aceptarle, sobretodo por parte de su padre que resulta ser el de Raoul. Es el hijo bastardo nunca reconocido de los Chagny-la furia asomaba a su tono- Así que o es pura coincidencia o yo diría que tienes alguna consideración que hacer en todo esto,amiga mía"

No podía creer lo que estaba escuchando. Esas palabras la dejaron clavada en el asiento

¿Era esa la familia de la que habló anoche, aquella que lo abandonó?

Qué cosas tenía el destino. ¡Enamorada del medio-hermanastro del que fue marido de la persona que tenía enfrente!

Puede que la diferencia estuviera ahí. En la palabra "enamorada"

Se quedó sin palabras momentáneamente-"Bueno, quizás fue gracias a él por lo que pudiste escapar. Al igual que hizo conmigo...cuando me secuestró"-esto lo añadió en un tono más bajo

Casi se cayó su mandíbula-"¿Te secuestro, te expuso a ellos para luego ayudarte a huír? Pero qué clase de..."

La frenó antes de que terminara la frase-"No, no es como piensas. Él es buena persona, puedo jurarlo. Me dejó huír porque vio que lo estaba pasando mal, porque esos tipos-remarcó- que son los realmente detestables me tenían a tiro de pistola prácticamente-suspiró-Tienes que creerme cuando digo que sólo quiere lo mejor para mí, y para ti también, de hecho no estaría aquí hablando contigo si no fuera por él. Arriesgó mucho para pedirme ayuda"

"¡Eso es lo que él te ha hecho pensar!-No pudo evitar decirlo de aquel modo, tan sólo quería proteger a alguien que era como su hermana pequeña, pero inmediatamente se suavizó- Tienes que entender que fue tu secuestrador a fin de cuentas.Hizo cosas que no están bien"

Puso sus ojos en blanco mirándola posteriormente con furia ante su testarudez- "¿No es tu caso el mismo¿Qué me dices de el "ángel de la música", cuando estabas tan convencida de que él lo era realmente, acaso no utilizó eso en su ventaja para que estuvieras cerca suyo,añadiendo que mató a dos personas más adelante? Era tan evidente que ni siquiera me fié cuando me lo contaste. Y ahora sin embargo¡mírate! Te llegaste a enamorar de él, aunque te hayas dado cuenta tarde. Porque te sedujo, porque poco a poco descubriste sentimientos nuevos a su lado aunque en ese momento te diera demasiado miedo como para reconocerlo abiertamente y guiarte por tu corazón-La miró algo más amigable pero con algo de ironía en su mirada- Me temo que hay más cosas coincidentes en nuestras historias que diferencias, y deberías agradecer que el tiempo te diera esa segunda oportunidad"

Por un momento se hizo el silencio.

Intentaba ver lo que decía, dar algún tipo de aprobación a todo esto...

En parte lo hacía, porque veía razón en su relato y a fin de cuentas era injusto reaccionar así cuando ella había sido tan dulce al contarle el motivo principal de su felicidad.

Sí.Había estado desde el mismo día en que la rescató dando las gracias a todas las cosas por esa segunda oportunidad. Y aún lo hacía.

Lo que temía no era lo que la pudiera pasar.Sabía que siempre había sido más valiente que ella, a pesar de todo

Tan sólo a él, y el daño que sería capaz de hacer para conseguir un objetivo concreto. Completamente impredecible

"Escucha, lo siento mucho. Puede que me haya dejado llevar por lo negativo de todo lo que he pasado con él y se ve que tú has tenido ocasión de conocerle mejor, no sé hasta que punto-Meg ante esto enrojeció mirando brevemente al suelo. Su amiga simplemente sonrió para sí misma- Sólo necesito asimilarlo-tomó algo de aire- Así que Édmond y tú estáis juntos.Édmond y..tú"-Ya estaba más tranquila, pero aún era como si tuviera que repetírselo hasta que encajara

Rió-"Sí, lo has dicho bien, no hay errores Christine. Édmond y yo-la miró divertida-¿Y ahora piensas alegrarte por mí después de la palabrería o vas a seguir gritando y enfureciéndote?"

Por un momento se mantuvo simuladamente seria para ver su reacción. Al ver que su tez de quedaba recta en tensión sonrió cálidamente yendo hasta ella y dándola un abrazo.

"Me alegro, realmente lo hago-Fue separándose.Apoyó las dos manos en sus hombros- Sólo te pido precaución, y por supuesto que todo vaya igual de bien para ti que hasta ahora-Al sujetar de nuevo sus manos se fijó en la bonita pulsera- ¿Esto es..?"

Asintió-" De él. Me lo dio esta mañana antes de que me fuera-sonrió- Es una excelente persona, me encantaría convencerte de eso"

Correspondió-"Lo que importa es lo que sientas tú, Meg.Nada más-suspiró-Si fuera realmente malvado,no se habría fijado en tí"

Y tampoco la hubiera ayudado a salvar su cuello, a pesar de que tuviera sus dudas...

Ella se incorporó, tomando cariñosamente sus dos brazos

"Te he echado mucho de menos todo este tiempo-su expresión pareció entristecerse-No sé si volveremos a vernos pronto, pero te deseo toda la suerte del mundo. Bueno, a los dos..."

Por última vez antes de que se volvieran a ver, sin saber exactamente cuándo sería, compartieron un abrazo.

"Lo mismo digo- un halo de nostalgia se exteriorizaba en su mirada- me temo que has de volver con tu madre. Sabes que quisiera estar hablando horas, pero parto mañana y hay miles de cosas que hacer"

Comprendió perfectamente la situación y fue caminando hacia la puerta mientras la acompañaba.Pararon por un momento en el umbral

"Por favor, dile a tu madre sobre todo esto. Se alegrará"

"Sabes que si no lo hago lo acabará averiguando-esto sacó una última risa de Christine- -hasta pronto, amiga"

Movió su mano ligeramente en gesto de despedida mientras la veía marcharse-" Hasta pronto"

Casi emitió un suspiro de impresión cuando se encontró con quien hizo doblando la esquina

"Mademoiselle Giry, ya sabe que es muy peligroso que ande sola por esta zona"

Alzó sus ojos poco a poco. Provocaba miles de sensaciones tener tan tremendamente cerca al que siempre había sido una sombra andante rondando por todo el teatro, tan sólo el pequeño esbozo de una silueta oscura de la que sólo podía distinguirse la brillante máscara

Pero ahora se le podía ver claramente. Su expresión tranquila, seria y a la vez afable, pero sin perder ese aire amenazador y misterioso que recordaba. Sus ojos la miraban expectantes de respuesta

"Lo sé,Monsieur...yo..."

Dio fin a su inquietud apoyando una mano en su hombro. Una medio sonrisa en sus labios-"Tenga cuidado"

Sólo esas palabras fueron suficientes antes de que despareciera, literalmente, de su vista.

Confusa, continuó andando

Aquella misma madrugada, un carruaje salía apresurado por la puerta trasera del hostal...

Xxx

El puerto se alzaba por fín reluciente ante los ojos de ambos. Lo verde rodeaba el muelle y las gaviotas revoloteaban sin cesar.

Pero internamente aquel día era igualmente gris para ambos

Christine sujetaba su brazo mientras que en el otro sostenía un gran bolso y las dos maletas estaban al lado de él que se había ofrecido amablemente a llevarlas.

Édmond había querido reunirse con ellos a modo de supervisión y para tener una última palabra con ellos, pero aún no había llegado.

Le miró con ojos tristes-"No puedo creer que finalmente sea el día..."

Erik se volvió tomando su cara entre sus manos-"Yo tampoco, pero todo saldrá bien"

Pudieron distinguir la silueta de Édmond aproximándose, con alguien más.La última vez que contactaron fue para ponerse al día, también para acordar el momento y día exacto del encuentro.

"Buenos días. Lamentamos el retraso, pero cada vez es más difícil viajar-miró hacia el joven que tenía a su lado, ambos observando la situación algo extrañados-Oh, olvidaba presentarles: Este es Hester. Se crió en Lyon pero es de madre Británica, protegerá y ayudará a la señorita Daaé durante el tiempo que sea necesario"

Podía detectar que, ya que de por sí no era muy hablador, su amigo se veía más que intimidado por él.

"Mademoiselle-el tímido chico la miró amable- será un placer"

Dirigieron una mirada por un momento hacia él . Con menos altura que Édmond y complexión, pero con un brillante pelo negro brillante bien peinado. Facciones que inspiraban cierta dulzura acompañadas por unos ojos marrón oscuro. Las vestimentas que lucía eran sencillas.

Esta se limitó a sonreír levemente mientras el muchacho comenzó a tomar las maletas para dejarlas lo más cerca posible del barco.

"Veo que ya lo tenía todo más que organizado"-Erik lo miró quizás ya con menos desconfianza

Se encongió de hombros-"Inmediatamente contactó conmigo me puse en marcha. Fue lo que me exigió¿no? Es una buena persona, le conozco desde hace bastante"

"No lo dudo- fue ella la que intervino-¿Tiene la certeza de que no le han acompañado?"

"Completamente"

"Eso es bueno saberlo-una sonrisa irónica se formaba en los labios de él- Debería asegurarse ya que aparentemente tiene a alguien esperándole impaciente en París. ¿Cuántas mentiras habrá tenido que decir hasta este punto, hm?"

Silenciosamente, le daba la razón

Desde el mismo día en que se lo dijo estaba absolutamente inquieto porque fuera precisamente él la persona a la que Meg había elegido. Era algo más que el hecho de que no le gustara la idea

Ya pasaba a ser algo personal. Y se lo había dejado claro en su propio estilo el día en el que se volvieron a encontrar

Suspiró exhausto-"Ha buscado a la persona inadecuada contra la que descargar su frustración porque ella se va, lo lamento-se volvió hacia Christine- ¿Lo tiene todo listo?"

Miró por un segundo hacia atrás viendo a Hester volver ya hacia ella de nuevo. Aún quedaba tiempo, pero la gente ya comenzaba a moverse.

Asintió, sintiendo que un nudo se formaba en su garganta

"Entonces me temo que mi labor se termina aquí-los miró amable- Deseo que tengan mucha suerte y hayan pocos baches en el camino"

Iba a volverse, pero su mano le interrumpió

"¿Édmond?-este la miró esperando que continuara- Cuídela bien.Es una de las muchas cosas que dejo en París y quiero saber que la dejo en buenas manos"

Con un gesto de confirmación se retiró dejándoles solos.

"¿Hay algo más en lo que pueda ayudarla?"

Le miró amable-"Por el momento nada, sólo espere y avíseme cuando vayamos a partir. Aunque, no tardaré mucho. Sólo necesito unos minutos"

Con una mirada insegura hacia Erik, se retiró

Uno frente al otro y en soledad, sencillamente parecía no salir ninguna palabra.

Al tenerle tan cerca, con sus ojos llenos de tristeza aunque pretendiera camuflarla no pudo reprimir las ganas de llorar.

Se abrazó a su cintura, apoyando su cabeza en su pecho y dejándola descargar. Él cerró sus ojos con fuerza mientras besaba sus cabellos. Dos lágrimas salieron de los mismos

Cierto que siempre había sido él el que había visto esto con más fuerza. Pero no podía evitar que se hiciera tremendamente duro el tener que separarse de su presencia. Le era tan fundamental...

Se fue separando mientras secaba sus húmedas mejillas con los dedos.

"Me está costando mucho todo esto"-Su voz se quebraba por segundos

Acarició la suavidad de su piel con detenimiento, como para de algún modo grabarla,tenerla siempre en un vano intento de que no la echaría de menos si fuera así

Era imposible, y lo sabía

Besó sus labios una sola vez, pero con profundidad, ambos aferrándose a ello con la máxima fuerza que les daba

Finalmente lo rompieron, los ojos de ambos estaban húmedos

"También a mí. Pero tienes que pensar esto¿lo harás?-ella asintió- Mientras estemos separados, recuerda los momentos buenos. Todo lo que nos ha pasado hasta ahora, y no...promete que no sufrirás por mí, por favor"

¿Cómo ser capaz de prometer algo así? Sufriría por él, claro que lo haría.Por no tenerle cerca, por echarle de menos, por preguntarse cada día si estará bien,todo...

"No voy a poder evitar pasarlo mal..."-Apoyó una mano en su mejilla tiernamente

Suspiró mientras cubría su mano con la de él-"Inténtalo, será difícil para los dos, pero...-sonrió levemente-imagínate el día en el que nos volvamos a ver, siempre y así estaré contigo cada vez que quieras"

Iba a responder, pero pudo divisar al joven que la hacía una especie de seña con la mano y cargaba las maletas

Fueron separándose muy poco a poco. No dijeron nada, tan sólo un pequeño gesto con las manos...

Una vez dentro de su camarote aún podía divisarle. Sus manos escondidas entre su capa, su mirada directamente en la de ella

Adiós, mi corazón

Sin poder soportarlo se volvió, llevándose una mano a su frente y con la cabeza gacha comenzó a sollozar a la vez que el barco zarpaba.