Buenas noches a todos :)

He salido de una intervención hace unas horas y no me siento muy allá pero antes de volverme a la cama ;) he querido dejaros mi último update. Bueno no último, porque tendrá epílogo. Pero este el el final oficial de missing

¿Qué decir? Aparte de que ha sido un auténtico placer escribir esta historia. He disfrutado, llorado, reído escribiéndola durante todos estos meses y creo que ha sido declarado mi trabajo más preciados. Escribiré más cosas, no sé si mejores, pero está se ha ganado un lugar en mi corazoncito.Pero más adelante pondré mis pensamientos todo esto, dejémoslo para el epílogo

Para la que me iba a matar si no volvía a poner a Erik y Christine juntos, xDD (hola little lotte jajaja) No habrá necesidad

Un beso a todos, cuidaros.

Lovephantom83


Todos esos días había estado esperando desesperada, ansiosa por saber de él.

Desde aquella mañana no dio señales,y comenzaba a estar realmente preocupada.Era perfectamente consciente de el peligro que corría con exponerse de nuevo, y sólo un temor cruzaba sus pensamientos

Que esos mal nacidos hubieran terminado con él

En todas las formas posibles intentó tranquilizarse, desde hablar con su madre hasta marcharse por las tardes a dar un paseo a su parque favorito

Pero nada de eso parecía funcionar, la mera idea de perder a Édmond rondaba por su cabeza y llenaba sus mejillas de lágrimas. Y este no era más que otro día de esos.

Con dos lágrimas tentando a salir, cerró la puerta tras de sí más fuerte que de costumbre intentando de algún modo canalizar la frustración y pena que la invadían en ese momento

Xxx

-"Madame, de veras que no quiero ser importunio pero necesito ver a su hija"-Édmond la observaba desde la entrada con ojos suplicantes.

-Suspiró-"Lo supongo, pero como comprenderá después de semanas sin verle ni recibir noticias es lógico que no se encuentre en casa justo cuando ha decidido venir"

No pudo evitar el tono amargo de sus palabras. Demasiadas novedades en poco tiempo que aún intentaba asimilar. Y el hecho de que él se hubiera marchado sin más ni más de una manera tan rápida,a pesar de las explicaciones, no hacían más que levantar aún más desconfianza.

Pero de entre todo lo malo, estaba en la puerta. De vuelta y dispuesto a hablar.

También había recibido aquella noticia en medio de todo el huracán. Por fín había logrado verla, en un principio la reprendió dando razón a la advertencia que su hija contó haber recibido del mismo Erik

Otra parte de sí misma sonrió al escuchar que por fin era feliz, eran felices...

Le había visto sufrir mucho, tanto que llegó a derrarmar lágrimas mientras vio cómo pronunciaba la última súplica de amor en medio del escenario, teniéndola entre sus brazos.

-Se mordió el labio-"Escuche, entiendo perfectamente que ahora mismo no sea muy bien recibido aquí pero ¿podría permitirme aunque fuera una conversación con usted?"

Apoyó una mano en su frente reflexiva hasta que finalmente asintió y le dejó pasar.Tomó asiento alrededor de la mesa central dejando que se sentara frente a ella.

-"Espero con impaciencia"-dio un sorbo a la limonada que había estado bebiendo anteriormente y la soltó cruzando los brazos sobre su pecho

-"Verá, no sé si Margueritte le habrá contado algo o no pero..."

-"Por supuesto que lo ha hecho"-Lo miraba analizando cada uno de sus gestos y palabras.

-Sobrentendió aquella respuesta como un modo de pedirle que continuara- "He de imaginarme entonces que sabe que no pude evitar ni aplazar el marcharme-suspiró-Oiga,era imprescindible si quería terminar con algo que llevaba atormentándome desde hacía mucho tiempo, incluyendo la gente con la que trabajaba. Tan solo pido que entienda que no pretendo aprovecharme de ella...-se pausó- Quizás suene precipitado para usted, pero la quiero de verdad"

-"Desde luego que sí, Monsieur,suena absolutamente precipitado teniendo en cuenta que la conoce desde hace ¿semanas,un mes a lo mucho? Pero como comprenderá llega un momento en el que una madre tiene que empezar a dejar que su hija tome sus propias decisiones.Y siendo franca con usted, he llegado a pensar que no tomó la correcta- alzó una ceja con una leve sonrisa en sus labios, mirándole directamente a los ojos- Ella se enamoró de usted desde el primer momento, y desgraciadamente eso no puedo cambiarlo.Sólo me queda decirle que no la haga más daño, ha sufrido bastante todo el tiempo que ha estado fuera"

Pudo sentir cómo iba expulsando el aire lenta, progresivamente en señal de alivio después de la tensión. Lo que más admiraba de esta mujer era, precisamente, su honestidad clara y concisa, cosa que claramente su hija había heredado de la misma forma.

Y en el fondo, sabía que entre ambos había surgido una especie de nuevo respeto.

-"Me agrada que lo entienda"- Lo dijo en una voz baja, sin querer ni necesitar añadir nada más

Estaba ya dispuesto a levantarse y dejar alguna especie de mensaje con ella pero el ruído de llaves abriendo la puerta fue lo que le mantuvo en el sitio.

Meg casi las tiró al suelo cuando entró y vio a la persona que estaba sentada en el sillón

-No pudo ocultar la enorme sonrisa que se formó en su cara-"Édmond..."

Abandonó el sillón mirándola totalmente ensimismado y con la misma felicidad reflejada en sus ojos.

-"¿Pensabas que no volvería?"-Esbozó una media sonrisa.

Con algunas lágrimas en sus ojos y admirando su aspecto cansado fue hasta él abrazándole de tal forma que creía que les faltaría el aire.No podía más que corresponder con la misma fuerza al tiempo que hundía su cara en su larga melena proporcionando caricias a lo largo de la misma.

Iba a decir algo pero notó sus labios posarse levemente sobre su mejilla mirándole de tal forma que ni siquiera era necesario expresar cuánto la había echado en falta.

Se fueron separando, él aún mantenía su brazo suavemente en su cintura.

Había estado observando la escena desde la distancia sin evitar que un gesto tierno se formara en sus facciones al ver la reacción de su hija.

Y el amor que, inevitablemente, se dejaba notar entre los dos.

Volvió su mirada hacia ella aún incrédula

-"¿Él...sabías que iba a venir?"

Fue incorporando su cuerpo con tranquilidad negando con la cabeza.Cuando llegó hasta ella apoyó una mano en su hombro

-"Yo tampoco esperaba que viniera, pero ya suponía que tú serías la que recibiría la noticia de modo más entusiasta"-Con una sonrisa amable, se retiró.

Al ver cómo su silueta se perdía por entre el apartamento, decidieron marcharse de manos sujetas hasta el portal exterior.

La primera vez que se besaron, también fue cerca de este lugar...

Cruzaron miradas durante minutos que parecieron segundos.Tiernamente, Édmond se acercó para acariciar su mejilla y después tomando su nuca, comenzó a besarla.

Esta vez de un modo diferente, con la confianza recientemente adquirida de los amantes que no se ven durante días.

Rompió el beso poco a poco mientras ella apoyaba su cabeza en su pecho.

-"No sabes qué preocupada estaba por ti"- Alzó su mirada apoyando una mano en su mejilla

-Sonrió-"Por eso he venido en cuanto he podido, querida-retiró con delicadeza un mechón de pelo rebelde de su frente, volviendo a tomar su cintura- Tengo muchas cosas que contarte"

-"Yo también"

Cogió su mano al tiempo que iniciaban el paso

Se estaba realmente agradable en el parque. La noche ya había dejado caer su manto negro sobre el cielo Todo estaba apenas iluminado exceptuando el pequeño banco en el que los dos se habían sentado

-"¿No volverás a marcharte?"-Le observaba con ojos suplicantes al mismo tiempo que tomaba su mano en la suya.

-Sonrió-"Precisamente quería hablarte de eso...-suspiró-Han ocurrido muchas cosas durante mi viaje"

Y ella había averiguado muchas sobre él durante todo este tiempo

-Le miraba con atención-"¿Fue muy duro? Después de tantos días llegué a pensar que ellos..."

-Rió-"Casi lo consiguen, pero puedo asegurarte que ya no representarán un problema nunca más-vio sus ojos alegrarse ante tal afirmación. Su expresión se tornó seria- Margueritte, hay algo que es necesario que sepas...- pausó, tragando con dificultad- es sobre mi familia, sobre mi padre"

En las ocasiones que habían estado juntos no se atrevió más que a contar el relato de su historia pasando muy por encima todo...lo de los Chagny...cual era el real interés en mezclarse con esa gente y en Christine.

Temía perderla si llegaba a contárselo. ¿Podría pensar que no había sido del todo sincero?

Pero era lo justo, debía saberlo

Ella notó la inmediata tensión en su cara y decidió facilitarle las cosas

-"Sé a lo que te refieres- Él arqueó una ceja sin entender- Édmond...hablé con Christine mientras tú no estabas"

No sabía si interpretar aquello como algo bueno o malo. Palideció por un momento

Pero sus ojos le miraban cándidos y eso le devolvió la tranquilidad

-Intentó calmarle con sus palabras-"¡Necesitaba verla!-acariciaba el dorso de su mano- Si no llego a ir ese día nunca nos hubiéramos encontrado de nuevo, me costaría vivir con esa angustia-sonrió- Tan solo me resolvió una duda que ya venía rondando por mi mente. Desde que me contaste el modo en el que te abandonaron yo...por una parte me sorprendió enterarme de aquella manera, aunque a la vez lo hizo encajar todo. Escucha, no te preocupes porque lo entiendo y..."

Uno de sus dedos cubrieron sus labios

-"No,ahora soy yo el que debe explicarse-la miró amable- Soy consciente de que no te he dicho muchas cosas que debí de haber dicho de primeras sin que te tuvieras que enterar por otra persona-ella quería protestar con una respuesta, pero no la dejó- También he hecho cosas que no son propias de la mejor de las personas, lo reconozco y lo sé-Tomo sus manos en las de él- Lo que pretendo decir con esto es que...-miró hacia la pulsera que la había regalado aquella mañana- hice una promesa y pienso cumplirla- Su tono denotaba decisión - Encontré a mi padre, y el modo de retirarme y retirarnos de todo"

Abrió sus ojos en sorpresa ante tal confesión

-"Finalmente lo conseguiste-acercó su cuerpo abrazándole de nuevo- Señor, debes de sentirte muy confuso"

-La separó gentilmente-"Sí, la verdad es que aún me encuentro asimilando todo lo que él me ha contado-bajó su tono, atrayéndola hacia él- ¿Sabes? Por un momento, llegué a pensar en venganza. Aprovechar la oportunidad que el destino me había presentado para hacerle daño,que se diera cuenta de todo lo que pasé por su causa-suspiró-Podría haberlo hecho, tuve la oportunidad y en un principio la tomé entre mis propias manos, pero la dejé a un lado cuando me lo explicó todo, cuando se ofreció a reparar todo el daño que me hizo y a actuar como la figura paternal que le corresponde...lo acepté"-Miró ausente hacia la pequeña fuente que alegremente vertía agua frente a ellos.

No quiso presionarle, sino que fuera soltando todas sus emociones en pequeñas dosis para que se sintiera cómodo. Apoyó una mano en su nuca mientras proporcionaba pequeñas caricias arriba abajo

-"Tu madre¿te contó algo sobre ella?"

Fue entonces cuando su expresión se tensó y entristeció. Ella era la única persona a la que nunca podría conocer, y saber que su destino fatal había sido tan duro no hacía mucho para evitar el pequeño atisbo de dolor en su interior.

-"Murió al poco de que yo naciera-su tono era apagado- No les quedó más remedio...él tenía una familia y..."

Estaba conmovida e impresionada por las palabras que escuchaba, y no podía evitar sentir una oleada de pena a la vez que una gran necesidad de darle todo el cariño que fuera posible.

-"Shhh-Cubrió sus labios con uno de sus dedos- No tienes por qué contármelo todo ahora si no te ves con fuerzas. Lo importante es que has sacado algo positivo de esto¿no?"

-Asintió con la cabeza, insistiendo en continuar con su relato- "Hay más cosas que debes saber, Meg. Algo que cambiará la vida de ambos"

Por un momento se sintió inquieta, expectante de escucharle.

Y también deseosa de saber qué era aquello tan fundamental que pensaba compartir con ella.

-"Supongo que ya en este punto sabrás acerca de mi verdadera familia- lo animó a continuar con un sonido afirmativo- Bien...pues sorprendentemente encontramos que la que fue siempre mujer de mi padre quiso dejar una última voluntad cumplida cuando la encontramos muerta en la villa- ante su reacción horrorizada, decidió tomar aire para continuar- Oficialmente puede decirse que me han aceptado en su familia. Aunque suene raro decirlo-bajó el tono- pero soy un Chagny"

Terminó de escucharle, aún sin poder creerlo

Posiblemente eso querría decir que...

¿Realmente se lo había llegado a plantear alguna vez, las consecuencias de todo aquello?

Significaría ser Vizcondesa, estar...justo en el mismo lugar que su mejor amiga hace un tiempo

Pero esto era diferente, y lo sabía. Se sentía segura de sus sentimientos,le quería y de eso sí que no cabía duda.

-Tomó uno de sus brazos cariñosamente- "Édmond, eso es..."

-Sonrió, aún incrédulo de las palabras que él mismo acababa de pronunciar-"Lo sé. Y realmente no quisiera presionarte, ni que toda esta novedad te intimide-tomó su barbilla con delicadeza- Me encantaría que vinieras conmigo, he de atender el funeral, no puedo dejarle solo y esta vez...quisiera irme contigo- Esbozó una medio sonrisa -Quien sabe si este es el principio de nuestra tranquilidad¿hm?-Cubrió completamente sus pequeñas manos con las de él,y extrajo aquello en lo que había estado pensando durante todo el viaje del pequeño bolsillo casi en un impulso, deslizándolo casi sin que ella se diera cuenta por su dedo-Tómate esto como un compromiso a nunca separarnos-rió-esto es si estás de acuerdo, claro"

Con lo bueno de las noticias que transmitía había olvidado momentáneamente el anillo dorado con una pequeñísima piedra blanca al centro que ahora decoraba su dedo anular.

Emitió un suspiro de impresión y felicidad.

Tranquilidad. No más secuestros, no más asesinatos, no más persecuciones y una vida juntos

Una vida juntos. Cielos, se decía pronto...

Pero ¿y su vida aquí y su madre? Ciertamente, ya poca cosa le quedaba que perder en París aparte de ella. Tenía recuerdos, pero esos siempre se mantendrían en el corazón.

-"Estoy convencida de que lo es"

Se aproximó más a él para besarle de nuevo, apoyando y acariciando suavemente sus hombros con ambas manos. Y es que en todo lo que sentía estando con él se hallaba la respuesta a toda duda que podría haber surgido anteriormente.

Abandonando el beso lentamente volviéndose y dejando su cuerpo descansar contra el suyo, sonriente.

Xxx

La semana siguiente se presentó rápida. Todo estaba absolutamente preparado para la solemne celebración pero aún no comenzaría a llegar la gente.

Phillip miró a su alrededor una última vez antes de sentarse, resignado, en uno de los bancos de la pequeña capilla dejando caer sus dos manos a ambos lados de su cuerpo.

Resultaba irónico decir esto precisamente ahora, pero la echaba de menos. No habían pasado muchos días, pero si los suficientes y notaba que su mente era todavía incapaz de asimilarlo.

A veces se veía a sí mismo yendo hasta el lugar en el que conversaron por última vez. De algún modo, esperando a que entrara por la puerta.

¿No es esa la sensación que se tiene cuando se ha perdido a alguien querido, estar un tiempo aún convencido de que no se ha ido para siempre, sino que en cualquier momento atravesará la puerta?

Cubrió su cara con ambas manos dejando que las lágrimas invadieran sus ojos.

Pocos minutos después pudo distinguir varios pasos provenientes de fuera.Incorporándose y recuperando la compostura, se dirigió hacia allí.

Encontrando, para su sorpresa, a su hijo acompañado del brazo de una joven. Ambos vestidos de riguroso oscuro.

-"Veo que finalmente has decidido venir-le sonrió amable,posteriormente dirigió una mirada curiosa hacia Meg- y no solo"

Cayendo en la cuenta, Édmond sonrió apoyando una mano en su espalda para que ella se adelantara unos pasos.Intentaba ayudarla, ya que había sido un proceso muy costoso para ella el de abandonar la ciudad, despedirse temporalmente de su madre...

-"Oh, por supuesto. Perdona por no haberte presentado- tomó gentilmente su hombro- Ella es Margueritte Giry-se pausó antes de seguir- ahora puede decirse que mi prometida y futura esposa-la miró cómplice- Si todo sale como esperamos-Su tono de dicha pasó a ser uno de preocupación -¿Tú como te encuentras?"

Su cara se enrojeció por un momento mientras esperaba la reacción de su padre. Esto ya era un paso más, algo que por supuesto se había decidido a afrontar pero no podía evitar que una parte de ella se sintiera temerosa.

Aunque cuando le vio sonreír amable y dirigir una pequeña reverencia caballerosa hacia ella se sintió aliviada.

Era perfectamente notable el parentesco, aparte de en lo físico, también notaba pequeñas cosas en su actitud que había visto en él.

-Suspiró, volviendo su mirada hacia su hijo brevemente-"Los he tenido mejores, pero se agradece vuestra presencia en un día como este-Volvió su atención a ella-Es agradable conocerla,Mademoiselle,ahora sé a quién se refería cuando dijo que tenía a alguien muy importante en París"

-Una tímida sonrisa salió de sus labios-"Gracias, Monsieur. Yo...siento mucho que hayamos tenido que venir en unas circunstancias así"-Su tono triste y respetuoso mientras miró hacia el interior de la pequeña capilla en la que todo tendría lugar en unas horas.

La observó durante un momento e, inconscientemente de modo paternal quizás, analizaba en profundidad a la que sería en un futuro no muy lejano la esposa de Édmond. Sus expresiones eran dulces pero a la vez mostraban rasgos de madurez y decisión. Pequeña en su justa medida y luciendo un bonito vestido oscuro para la ocasión. Educada y modesta.

Sin remediarlo, comparaba esta ocasión a aquella en la que Raoul llegó a casa del brazo de una joven, indecisa pero adorable, Christine.

-"No hay nada que agradecer,querida-La miró amable-Será mejor que vayamos entrando, aún quedan detalles por ultimar y...-suspiró con gesto divertido- mucho me temo que hay esfuerzos que una persona de mi edad tiene que ahorrarse"

Ambos asintieron al tiempo que se dejaban guiar por Phillip


Los parques de Londres eran inmensos, intensamente verdes y llenos de exquisitas y variadas flores. Enormes árboles dejaban zarandear sus ramas al ritmo del viento en extremos aislados del mismo.

Se podría dejar caer por entre sus intrincados caminos casi inmediatamente.

Pero después de dos meses, podía decir que se conocía Regents park como la palma de su mano.

Todas las mañanas las pasaba dando largos pasesos cuando no estaba en el centro haciendo alguna compra. Ese día Hester la había dejado sola porque, en sus palabras, tenía algo importante que atender y que no podía esperar.

No quiso ahondar más en el asunto, simplemente asintió y ambos tomaron su camino.

Vio uno de los bancos libres y se decidió a ocuparlo acomodando su fino vestido azul claro al sentarse.

Mientras observaba a la gente pasar desde ese punto se preguntaba cómo habían cambiado las cosas en todo este tiempo

Y cuánto le echaba de menos.

Desde luego su salud estaba mejor, su piel había recuperado algo de color y se sentía más fuerte

Pero¿y la agonía que estaba pasando sin tener noticias suyas?

Al principio los minutos se hacían horas y las horas prácticamente años, y su mente no dejaba de preguntarse por él

Luego recordó una vez más sus palabras en aquella última ocasión

Intentó no sufrir por él, pero cada vez sentía que los intentos eran totalmente en vano.

Aún podía verle en tierra, con su mirada fija en la suya poco antes de que el barco zarpara...

¿Y si ya no cabría posibilidad alguna de volverle a ver?

De nuevo las lágrimas empapaban sus mejillas.

Incorporándose y secando su cara con un pequeño pañuelo, emprendió sus pasos de nuevo al hotel

Xxx

-"Monsieur, estará de vuelta dentro de poco tiempo, dudo que..."

-"Hester-el tono de voz que empleó, prácticamente en una orden, nunca dejaba de intimidarle- ha sido un viaje muy largo así que le agradecería que no pusiera las cosas difíciles"

-Suspiró, resignado, ayudándole con el equipaje excepto con el maletín que llevaba con él-"Como desee"

Xxx

Su cuerpo estaba rendido a lo templado del agua de su baño. Estando completamente recostada, ojos cerrados y una pequeña sonrisa en sus labios, dejaba que sus rizos se fueran mojando progresivamente oliendo el agradable aroma de los aceites y el jabón.

Unos minutos después decidió levantarse envolviéndose en la toalla blanca que tenía a su lado. Delante del espejo, se recogió el pelo con una pequeña orquilla atrás y fue a vestirse de nuevo.

Estaba dispuesta a ponerse a leer frente a la ventana cuando lo escuchó

Tres golpes secos en la puerta

-"Señorita, me mandan de recepción a preguntar si le falta algún tipo de cosa en su suite. ¿Está todo bien?"

Una voz con un precioso timbre, mezcla entre inglés con un notable acento francés ,se podía escuchar claramente desde el exterior.

No podía mover prácticamente los pies, porque había reconocido quién era inmediatamente.

Su corazón dio un vuelco y la expectación se hacia creciente conforme consiguió ir hasta la puerta, girando el pomo

Le tenía en frente.Esto tenía que ser una alucinación, o una de las muchas veces en las que en sus sueños imaginó este día.

Una medio sonrisa cruzaba sus facciones mientras la observaba con detenimiento desde la puerta

Dos meses, han sido dos eternos meses sin verla...

Y ahí estaba ante él. Con mejor aspecto si cabe que la última vez que la vio, su rostro iluminado y una gran sonrisa en sus labios. El bonito vestido se ajustaba perfectamente a sus formas, podía notar por lo ligeramente mojado de sus cabellos y el agradable olor que desprendía que recién habría tomado un baño.

-"Por Dios, Erik, no puedo creerlo..."-Fueron las únicas palabras que consiguió pronunciar coherentemente.

-Una leve risa escapó a su garganta-"Bueno, en un principio a mí también me lo pareció viajar hasta aquí"

Consiguió salir de su ensimismamiento cuando le vio entrar lentamente, cerrando la puerta tras de sí y dejando todas sus cosas cerca de donde estaba.

¡No podía ser un sueño!

Por fin sintió que su cuerpo comenzaba a responder y fue capaz de ir hasta él tomando su brazo con delicadeza mientras le hacía soltar su maletín.

-"¿No piensas decir nada?"-La observaba con intensidad acompañando el gesto divertido en su expresión.

Una sonrisa llena de intención cruzó sus labios, observando su aspecto agotado, el oscuro pelo algo en desorden , y esa mirada que tanto había necesitado tener a su lado día tras día.

Tan sólo necesitaba comprobar que era cierto.

Sin mediar palabrar, casi bruscamente, deslizó su mano hasta su nuca para luego atraerle hasta sus labios con una fuerza que hasta a él mismo le sobrecogía.

La sensación de sus besos y sus caricias otra vez...después de estos meses casi había pasado a ser una vaga memoria...

Correspondía con la misma fuerza con que ella lo hacía,atrayéndola aún más hacia su cuerpo. Mientras una de sus manos iba por entre lo suave de sus cabellos haciendo que la orquilla se desprendiera, la otra comenzaba a navegar por la suavidad de la descubierta piel de su pierna.

Esuchó el suspiro que emitió entre las pequeñas respiraciones en medio de un beso y otro, evidentemente alteradas

No pensaba dejarle ir, jamás permitiría que se separaran de nuevo

-"Te he echado tanto de menos...¿cómo es que has podido venir?"- se había separado brevemente de sus labios mientras acariciaba con suavidad su mejilla izquierda.

-Sonrió, abrazándola fuertemente y dejando caer su cabeza en su hombro-"Yo también, ha sido muy difícil-La miró a los ojos tomando ambas manos -Bueno, digamos que después de haber terminado oficialmente el proyecto que me ataba en París recibí una buena compensación por ello. Lo primero que pensé fue en venir,escribiendo una pequeña carta a Hester- alzó la ceja-aunque le advertí de que no dejara que te enteraras, y parece haber cumplido con su cometido"

-"Oh, señor...-aún parecía totalmente increíble. Una pequeña ola de culpabilidad la invadió momentáneamente-Tú...espero que no te haya costado mucho abandonar tu modo de vida por..."

La sensación de sus labios sobre su cuello fue lo que no la dejó terminar

-Alzó la vista por un momento, mirándola sincero y separándose ligeramente para coger sus dos brazos gentilmente- "Este-remarcó- es mi nuevo modo de vida, y no pienso ni quiero cambiarlo por el anterior-suspiró-Sólo lamento estos meses perdidos"

-Le miró amable esbozando una medio sonrisa- "Eso tiene solución te lo aseguro"

Erik asintió y, tomando su cara entre sus manos, volvió de nuevo a sus labios. Con la pasión del reencuentro habían olvidado que estaban apunto de darse contra la pequeña mesita.Christine decidió así en un pequeño salto rodear sus caderas con sus piernas trayéndola sin cuidado que los pequeños zapatos se cayeran. No abandonó el beso, moviendo sus manos hasta la chaqueta para que finalmente acabara en el suelo.

Fue avanzando a pasos lentos hacia la cama mientras volvió a los besos en su cuello. Tan sólo se separó para mirarla cómplice.

Ambos cayeron en la cama, inmediatamente acomodando sus cuerpos el uno al otro. Ella no pudo evitar soltar una risita al sentir la mano de él sobre su estómago, al igual que aquel familiar calor que se expandía sobre su cuerpo cada vez que estaban juntos y dejaban que la pasión, el deseo tomara parte de ellos como en aquel momento

Después de tanto tiempo no quería más que estar únicamente con él, besarle y sentirle lo más cerca posible. Era una especie de necesidad imperiosa, y no sólo para ella, sino para los dos.

Observó con detenimiento su pequeño cuerpo sobre el bonito edredón.Sus rizos esparzidos como en una especie de abanico sobre el mismo, sus mejillas sonrojadas y aún con esa sonrisa en su expresión

No sabía si se debía a la cantidad de tiempo sin verse o a la situación, pero se la veía realmente adorable.

Ella se detuvo por un momento en sus ojos, alzando uno de sus brazos posteriormente hasta alcanzar la blanca máscara, dejándola aparte con bastante cuidado. Le miró satisfecha, como si fuera así como prefería verle siempre,con esa luminosidad en sus ojos y mostrando su persona completa.

Pero sabía que sería difícil para alguien que había pasado por tanto en su vida debido a su aspecto. Y pensaba mostrar la mayor de las paciencias en darle tiempo, irle curando poco a poco de sus heridas internas.

-"Parece que al final ha llegado la calma para nosotros..."-lo susurró en su oído, mientras agarraba su nuca.

Erik rió levemente mientras, con sutileza, cogía sus muñecas situándolas a un lado y otro de su cuerpo entrelazando las manos de ambos

-"Sólo queda confiar en que sea así durante mucho tiempo"

Fueron las últimas palabras, correspondiendo a su susurro, antes de que volviera a depositar besos en distintas partes de su cuerpo, lentamente liberando sus manos dejando que actuaran sobre los botones de su fina camisa...

Las vistas desde el ventanal eran muy agradables.La tarde se había planteado fresca y el sol ya se estaba semi ocultando , pero no resultaba extremadamente molesto,cosa típica del clima de allí.

Erik se encontraba sentado justo frente al mismo. Acurrucada en su regazo, estaba ella.

-Le miró atenta, quizás con cierta duda en la mirada-"Todo adquiere una nueva perspectiva desde este lugar¿verdad?-suspiró-Nunca me imaginé viviendo en Londres"

-"Cierto-inmediatamente volvió su mirada de tenerla perdida en las vistas a ella- Pero eso no quiere decir que no puedan surgir las mismas o mejores oportunidades de obtener un modo de vida acomodado a...nuestras condiciones.Aunque cueste más"

Se quedó pensativa.

¿Era este el momento adecuado de decírselo, de confesarle aquello en lo que había estado pensando desde hacía mucho tiempo atrás?

-Un ligero carraspeo interrumpió el silencio-"Erik..."

El tono serio que expresó tan solo en la pronunciación de su nombre ya fue suficiente como para llamar su atención. Apoyó ligeramente una mano en su espalda, frunciendo el ceño.

-"¿Qué ocurre?"

-Su expresión se suavizó, le estaba preocupando sin motivo y tampoco quería eso-"Verás,no quise decírtelo antes porque pensé que no sería el momento adecuado, pero... -él la obserbava expectante- Echo de menos la música- una sonrisa dulce abandonó sus labios mientras tomaba sus manos- Me gustaría que volvieras a entrenar mi voz, volver a cantar. Quizás siguiendo la que siempre ha sido nuestra motivación principal, podamos llegar a ese punto del que hablábamos, es algo que llevo pensando mucho tiempo"

Planteaba algo tan simple, y sin embargo lo decía con una rigurosidad y casi temor impresionantes...

¿Es que pensaba que iba a rechazarlo, que ya no querría volver a enseñarla tal y como lo hizo en un pasado?

Se equivocaba, no habría otra cosa que quisiera más que volver a escuchar su voz de nuevo. Esa fina, clara, angelical voz.

-Tomó su barbilla gentilmente-"¿Creías que me había olvidado de eso?"

Con mirada enigmática la tomó delicadamente de los hombros para ayudarla a ponerse de pie mientras él se dirigía al pequeño maletín que antes sostuvo en sus manos justo al lado del otro que protegía su violín.

Ella observaba la situación con curiosidad, cómo sus manos abrían con elegancia el maletín y de ahí extraía una carpetilla,dentro de la misma parecían haber bastantes papeles.

Se dirigió hacia su lado con expresión satisfecha al saber que había conseguido despertar su curiosidad.

-"Bueno, para demostrarte que no es cierto-medio sonrió, extendiendo la carpeta hacia ella para que la tomara entre sus manos- échale una mirada a esto. He estado trabajando en ello estos meses y...-la rodeo con su brazo-creo que no hace falta que diga que tú estabas en mis pensamientos cuando lo compuse"

Comenzó a pasar todas las páginas, centrándose especialmente en las cuidadosamente ordenadas y bien seleccionadas notas.Parecía una composición solemne,bella y verdaderamente merecedora de que el público la conociera.

Era...como si estuviera dirigida a los mismos ángeles.

Sonrió al tiempo que cerraba la carpeta aún mirando incrédula ante el gran talento que había derrochado en aquellas páginas.

Y es que sabía que no se consideraba un genio¿pero como no serlo a los ojos de los demás ante tales demostraciones?

Le pareció de lo más tierno cuando levantó la vista y vio sus ojos llenos de espera ante su opinión.

-"Cada vez me dejas más impresionada,Erik-suspiró, acercándose a él y rodeando su cintura con sus brazos, deslizándolos bajo la ahora descuidadamente puesta camisa- Es realmente precioso, y no dudes que estoy deseando interpretarlo. No sólo para ti-lo miró con seriedad- esto es algo que merece ser escuchado por todo el mundo"

Y, quizás por primera vez, pudo notar el atisbo de un sonrojo en sus mejillas.

No pudo evitar abrazarla de tal manera que hizo que sus pequeños pies se quedaran brevemente en el aire. Una vez se separaron depositó un suave beso en su frente.

-"Gracias...-la miró amable- Mañana tengo pensado hablar con un amigo del encargado de mi trabajo anterior que podrá ayudarme a encontrar algún buen sitio al que desplazarnos-acarició su mejilla- Será mejor que nos instalemos antes de hacer nada"

Justo en ese momento, Hester hacía acto de presencia en el cuarto

-Carraspeó audiblemente, algo incómodo-"Lamento interrumpir, señores...pero me preguntaba si querrán cenar"

Christine no puedo evitar reír mientras lo miraba divertida.

-"Por supuesto, muchas gracias. Denos unos minutos ¿de acuerdo?"

Éste asintió mientras, con una pequeña inclinación de cabeza, se dispuso a abandonar la habitación.

-"Oh, y Hester..."

Su voz le hizo volverse

-"Muchas gracias por todo"

Sonrió alegre y satisfecho de que todo hubiera salido conforme a lo planeado, y de ver a la muchacha que había estado acompañando y protegiendo todo este tiempo de nuevo con luz en la mirada

-" Un placer, Mademoiselle"

Con esto abandonó el cuarto, sonriendo para sí mismo.

De algún modo, comenzaba a admirar a la peculiar pareja


4 meses después

Portobello era la zona más retirada, bohemia y menos urbanizada de Londres. Y en diciembre se veía realmente hermosa cubierta de nieve.

Lo único que lograba interrumpir la tranquilidad de la zona era el mercadillo que solían colocar los fines de semana y que, ya muy a menudo, había visitado.

Todo había cambiado enormemente durante ese tiempo. El bueno de Hester se marchó de nuevo a Lyon ante la perspectiva de que Erik se quedaría con ella y, por tanto, ya no necesitaría supervisión alguna. Además, según les había dicho, estaba deseando volver con su esposa y pequeña hija.

No tuvieron que esperar mucho hasta que la oportunidad de mudarse les vino como si de una bendición se tratara. Y por fin se habían instalado en una cómoda casa. En un termino medio en lo que a lujo se refiere, más bien simple pero con lo absolutamente necesario para ambos.

De todos modos, lo que la colmaba de felicidad era que él había conseguido que se presentara para una audición en el gran teatro la cual tendría lugar en unas semanas con motivo de una magnífica gala navideña.

El día en que se lo dijo no podía creerlo.

También estaba el hecho de que hacía tan solo unos días que Meg les había escrito en respuesta a la carta que semanas atrás ella había mandado en nombre de los dos,contándoles todas las fascinantes novedades que se habían producido en su vida, todo sobre Édmond y su final admisión como Chagny...también pedía que les mantuviera informados sobre la audición porque tenían toda intención de asistir a la gala si todo salía bien.

El compromiso él no lo había recibido con demasiada alegría, pero lo iba aceptando progresivamente.

-"¿Estás lista, querida?-Sus fuertes manos se posaron en su cintura-Hoy no te he dado ninguna lección y ya sabes que la audición está cerca"

Apartó su mirada de la ventana volviéndose hacia él sonriendo.No podía dejar pasar ni un día sin sus lecciones de voz, y bien sabía que estaba poniendo todo su empeño para que consiguiera el puesto, para que impresionara a todo el mundo y brillara como siempre había querido que hiciera.

Y jamás pensando en él mismo, ni en su triunfo, porque en parte era también suyo.

-"Claro que sí"

Posteriormente fueron avanzando sus pasos hasta la pequeña sala de música.

Xxx

Dicha sala estaba tan solo compuesta por el gran piano que se hallaba al centro y unas cuantas velas que servían de iluminación para un dían tan frío.

-Erik paró de tocar brevemente, mirándola con una amable sonrisa en sus labios"No debes estar nerviosa"

Ella se mordió el labio inferior por un momento.Llevaba entrenando mucho tiempo, pero no podía evitar que la expectativa de lo que venía la inquietara.

-"Lo siento-Fue lo único que consiguió decir- pero esto es muy importante y..."

Vio como abandonaba la banqueta lentamente y se situaba justo detrás suya. Apoyó ambas manos en sus caderas, acercando sus labios a su oído

-"Creo que va siendo hora de dar un pequeño repaso¿hm?"- Su tono era suave y dulce.

-"¿Recuerdas la técnica que siempre te he enseñado?- asintió conforme escuchaba su susurro- Bien...-Sintió sus manos desplazarse de sus caderas a su vientre- El abdomen debe estar siempre relajado a la hora de cantar-fue ascendiendo sus manos poco a poco hasta la parte anterior a su escote y creía que iba a morir ante la manera tan especial en la que estaba tocándola.Cerró por un momento los ojos- Al igual que los hombros y recuerda la importancia...de tu diafragma para que pase el aire correctamente-alzó sus manos finalmente hasta su cuello-por tus cuerdas vocales"

Conforme él retiraba sus manos ella se volvió hasta tener su cara prácticamente a centímetros de la suya. La observaba atento.

-"¿Te sientes más relajada ahora?"-Esbozó una media sonrisa, sabiendo que había logrado su objetivo

-"Sí..."-Fue apenas audible.

Conforme con su respuesta abandonó la cercanía de su cuerpo no sin antes depositar un algo más que breve beso en sus labios.

Volvió a tomar asiento

-"Empecemos de nuevo, entonces"

Sus dedos comenzaron a moverse con gracia de nuevo sobre el piano y ella no pudo evitar sonreírse al recordar aquellas lecciones en aquel lugar que él llamaba de homenaje a la música. Y realmente lo era.

¡Canta, mi ángel de la música!

Llevando su voz hasta el máximo, haciéndola alzarse más allá de el mismo cielo de una manera que ella, siendo una simple bailarina, chica del coro, jamás logró pensar pero si imaginar en sus sueños. Su pasión siempre había estado ahí, sólo faltaba sacarla a la luz como él consiguió hacer.

Llegó su turno de cantar y comenzó en un principio, tal y como su creación indicaba, de un modo bajo, lento hasta que a medida que avanzaba la obra iba alcanzando un crescendo que daba luego su final en el clímax de la canción.

Cada vez adquiriendo más confianza, simplemente se dejó llevar por la preciosa melodía que tocaba y sin darse cuenta iba alcanzando los agudos, medios y bajos con mayor facilidad. Dejándose perder en la música, dándole el sentimiento que ella le daría

Erik estaba prácticamente lleno de gozo al escuchar el gran avance que, tan sólo él, había logrado en su voz. Cerró los ojos mientras se dejaba deleitar por lo que estaba escuchando. Cada nota alcanzada a la perfección, llegando a su final con una firmeza y preciosidad que le dejaron casi sin respiración.

Ya no era solo eso. Es que había adquirido una nueva fuerza y madurez que jamás había escuchado en su voz cantada.

Terminó la melodía y fue soltando los dedos del teclado del piano poco a poco. Costándole alzar la vista, aún maravillado.

Pero no puedo evitar hacerlo. La tenía en frente, una hermosa sonrisa en sus labios. Las velas haciendo un bonito efecto tanto en sus facciones como en el blanco de su abrigado vestido.

Notaba que estaba impaciente por escucharle decir su opinión

-"Eso ha sido...verdaderamente perfecto, Christine"

Sus mejillas inmediatamente se encendieron ante tal halago, y más proveniente de él

-"¿Realmente lo crees así?-se aproximó a él, emocionada- Si necesito más improvisación...yo... sólo tienes que decírmelo"

Negó con la cabeza, incorporándose hasta tenerla en frente

-"Esta composición tiene tu nombre escrito, querida"

Suspiró, dándole la más cándida de las miradas.Necesitaba hacerle saber que era la parte importante de la persona en la que se había convertido.

-"Gracias a ti, tan solo a ti"

Él se limitó a tomar su mano

-"Creo que ha sido suficiente por hoy, no quiero dañar tu voz con mucho esfuerzo"

Abandonaron la sala en tranquilidad, él cerrando la puerta detrás de ambos.

Xxx

El teatro esa noche estaba en su absoluto esplendor. Un montón de gente entraba, tomando sus asientos completamente impacientes ante la nueva gala que incluía a una nueva cantante que, según vieron anunciado en todas partes, había sido altamente recomendada por el mismo autor de la obra que sería representada esa misma noche.

Además el hecho de que lo hubieran abierto hace poco le añadía más de especial a la ocasión.

Los nuevos managers paseaban inquietos de un lado a otro viendo si todo estaba en orden. Y la verdad es que el nerviosismo les invadía. Realmente la muchacha que ese misterioso hombre enmascarado, no muy agradable en el trato y directo como un cuchillo les había recomendado para "representar mi nueva obra en la que espero estén interesados" era buena, y mucho. Les dejó tan sin aliento que era como si no les quedara más remedio que admitirla inmediatamente.

Y siendo sinceros, aquel hombre que se presentó como "Erik" no les había dado mucha opción.

-"Están perdiendo una oportunidad de oro, caballeros, si no consiguen admitirla.Y no me hago responsable de las consecuencias que ello tendría en ustedes"

Eso fue lo último que les dijo, en un inglés que delataba inmediatamente que era extranjero, pero con excelente dominio del idioma

Le vieron aparecer a los pocos minutos.Vestido muy elegantemente para la ocasión, con una capa y unos guantes de cuero como abrigo. Llevaba su sombrero que lo sujetaba en una de sus manos, pero de todos modos la capa no dejaba ver mucho de él.

-"Supongo que todo estará listo.La señorita Daaé espera en el lugar que le indicaron"-Lo frío en su tono de voz y en su mirada realmente intimidaba.

-"Sí, sí por supuesto, Señor-las palabras le salían atropelladamente a Richard Holton- todo estará listo en veinte minutos"

Asintiendo, desapareció por el backstage hasta llegar a la pequeñita habitación en la que ella esperaba.

Y ahí estaba. Un brillo enorme en sus ojos y luciendo el vestido color burdeos que él había elegido para ella impresionantemente bien. El recogido la hacía elegante, especialmente femenina y madura.

Se adentró en la misma, tomando sus dos brazos.

-"¿Cómo te sientes? Me han dicho que avisarán dentro de pocos minutos"

-"Estoy...siento que aún no me creo que esto esté pasando, Erik"-le sonrió.

-Correspondió, tomando una de sus manos y besándola-"Todo saldrá bien"

Pocos segundos después escucharon el barullo, señal de que toda persona que fuera a representar allí aquella noche ya tenía que estar lista.

Dirigiendo una última mirada hacia él, fue hasta la puerta. Sólo la recordó algo antes de que se marchara.

-"Piensa que estaré viéndote"

Aquello desde luego la tranquilizaba. Le sonrió una última vez y salió finalmente del cuarto

Erik hizo lo mismo pocos segundos después, dirigiéndose hacia el lugar que expresamente había pedido que quedara libre...

El palco número cinco

Con una sonrisa satisfecha, se adentró en el mismo y se sentó semi ocultándose en las sombras pero teniendo una buena perspectiva

Qué agradable era, de algún modo, volver a los viejos tiempos.

La gala dio comienzo y anunciaron a Christine la primera, por ser la "novedad" de aquella noche, la presentación de un nuevo talento como le habían dicho.

Después de los aplausos posteriores al escuchar su nombre y, tragando con dificultad, dio el último paso hasta el escenario.

Abrió sus labios en sorpresa al ver a todo el cúmulo de gente reunida en la misma sala otra vez, el sentir de algún modo subir la adrenalina al cantar para el público

Y era maravilloso.

Los aplausos cesaron, los violines mezclados con el resto de maravillosos instrumentos de la orquesta daban una magia especial a aquel momento

Dio un paso más adelante, y se dispuso a cantar.

Mientras se dejaba llevar, de nuevo, por la melodía, entregando toda su alma al escenario y a la gente que observaba totalmente en maravilla lo que escuchaban...

Pensó que, si Angie era un ángel, estaba convencida de que en aquel momento la estaba homenajeando.

Aquello hizo que tomara la cancion despues de la pausa instrumental con más fuerza y con un sentimiento nuevo que no hizo más que embellecer la canción.

Finalmente alcanzó su final y antes de que terminara ya todo el mundo estaba roto en aplausos. De pie, maravillado, extasiado.

Y él observaba, aún con lágrimas rodando por sus mejillas ante tal actuación, como ella dirigía una sonrisa, una educada reverencia y...

Juro que cuando volvió a levantar su mirada le estaba mirando directamente a los ojos desde la distancia.Ella también parecia conmovida.

Una vez la vio retirarse y dirigirse de nuevo al backstage abandonó su lugar inmediatamente para volver a la pequeña habitación donde la esperaría pacientemente. Meg y Édmond también querrían visitarla pero digeron que les esperarían en la salida para evitar el tumulto de gente

A los pocos minutos escuchó su nombre proveniente de su garganta

Cuando le vió dentro con una mano oculta en su espalda no pudo negar su felicidad.

-"¡Erik! He hablado con uno de los managers-tomó sus dos hombros- Les ha encantado tu obra¿sabes?- él no pudo ocultar una gran sonrisa al escuchar eso- Quieren hablar contigo, y pretenden avisarme para las audiciones de Fausto-Lo abrazó con tal fuerza que casi creyó caerse. Al separarse, un tanto nerviosa, posó una mano en su mejilla-¿Qué te ha parecido mi representación?"

Pensó que, de algún modo, no necesitaba responder a eso puesto que ya era evidente en su rostro. Aún así, con una medio sonrisa cómplice, apartó la mano que tenía oculta mostrando la tan ya para ella conocida rosa roja con un lazo negro alrededor de su tallo.

-"No sé si es necesario que lo diga, pero...has emocionado a los mismos ángeles"

Era el mejor halago que había recibido en su vida

Lágrimas de felicidad recorrían sus mejillas al mismo tiempo que tomaba la rosa y le abrazaba una vez más parándose en acariciar su pelo una vez se separaron y depositando un húmedo,suave y profundo beso en sus labios en aquel pequeño momento de intimidad antes de que se vieran forzados a esquivar a toda la gente eufórica una vez salieran de allí

Mientras se iban marchando del lugar, mano en mano, tan solo algo asaltaba sus pensamientos

-" Si es así¿crees que ha ella le habrá gustado su homenaje?"

-Erik sonrió, entendiendo el significado de las palabras-"No me cabe la menor duda"

Sí, sabía que si miraban el cielo esa noche verían una hermosa, reluciente estrella fugaz cruzar el cielo

FIN.