21 de julio del 2005
Mis queridos lectores:
Han sido aproximadamente seis meses de trabajo en "missing" a la que yo considero prácticamente mi primer "fic-novela" Fic por estar basado en Phantom of the opera, y novela porque ocupa 340 páginas contando con el epílogo.También ha sido la primera vez que me he dedicado tan en cuerpo y alma a un "simple fan fiction", pero con el paso del tiempo, esto se ha convertido en mucho más. De algún modo, esta historia ha logrado ganarse un rinconcito en mi corazón porque gracias a ella he encontrado mi camino y vocación. Quien me conozca lo suficiente, sabrá que antes de esto me sentía totalmente desmotivada para la escritura. Los palos que me llevé en mis primeras experiencias me deprimieron, haciendo que estuviera aproximadamente más de un año sin escribir absolutamente nada. Pero supongo que por ese entonces, era algo más inmadura y no supe aprender que hay que seguir tus sueños si puedes conseguirlos y estás capacitado para ello.
Fue cuando vi cierta película y escuché la, por ese entonces, nueva canción de evanescence que me vino la inspiración. Lo que empezó como un fic más ha terminado convirtiéndose en la primera historia que me ha devuelto a la luz de escribir y mi pasión por ello con más ganas que nunca. De hecho, me estoy organizando para buscarme un futuro como guionista ya sea en el extranjero o en Madrid. Posiblemente sea en la que siempre ha sido una de las ciudades de mis sueños y que tiene una merecida mención en "missing", Londres. Y no puedo esperar.
Fue cuando vi cierta película y escuché la, por ese entonces, nueva canción de evanescence que me vino la inspiración. Lo que empezó como un fic más ha terminado convirtiéndose en la primera historia que me ha devuelto a la luz de escribir y mi pasión por ello con más ganas que nunca. De hecho, me estoy organizando para buscarme un futuro como guionista ya sea en el extranjero o en Madrid. Posiblemente sea en la que siempre ha sido una de las ciudades de mis sueños y que tiene una merecida mención en "missing", Londres. Y no puedo esperar.
Sí, cierto es que soy una persona algo insegura y que cuando escribo siempre me pongo nerviosa esperando la opinión de mi persona de mayor confianza (si, lo estás leyendo y sabes quien eres) Pero cuando veo la reacción que ha tenido esto, que aunque no haya sido una sacudida en masa de fanáticos que no dejan de dejar mensajes sin sentido sobre lo maravillosamente maravilloso que es tu fic y no postean cosas constructivas o simplemente comentan sobre los capítulos en sí sino que tan solo ponen "Ohhhh me encantaaa¡postea otro episodio pronto! Por favorrrrrr" Prefieron 26 comentarios inteligentes a mil de ese tipo, sinceramente hablando
Y es a vosotros, a esa gente que ha estado siguiendo esta historia desde el principio a la que debo muchísimo y estoy super agradecida por todo el apoyo que me ha ofrecido en estos meses. Por lo bien que ha sido recibida, por la de buena gente que he conocido a través de las reviews y por todo en realidad.
Tampoco quiero terminar estas "palabritas" sin darle las gracias a varias personas. Lo primero de todo es, como siempre, la familia que a base de luchar y luchar han aceptado mi naturaleza alocada y bohemia al igual que mi pasión por escribir. Pero hay alguien que merece una mención especial, y es la que me dio el empujón para que siguiera escribiendo, que siempre ha estado ahí en todo momento y que considero una de mis mejores amigas. Ya sabes que hablo de ti, Elena. Como no, tengo que nombrar a Jessy. Cumpliré mi promesa de escribir una novela original y no basada en nada, te lo aseguro. Gracias por estar ahí. Otra pequeña mención a Almu, por favor no cambies jamás y gracias por hacerme reír en medio de mi histeria. Os quiero mucho a todas.
Con todo el perdón del mundo, pero me dejaba a mi principal fuente de inspiración. Mr Gerard Butler, o Gerry tal y como prefiere que le llamen, gracias. Espero que reciba bien la copia que le voy a mandar en inglés junto con mi carta. Por supuesto, otra mención a Sir Andrew Lloyd Webber por ser un genio y crear Phantom. Uhm, que no se queden atrás otros grandes actores como Hugh Panaro ( me prometí que iría a Broadway e iré...algún año Xd) y John Owen Jones al cual tuve el lujo de ver en Her majesty's pero no pude despedirme cuando se fue...
No tengo más que añadir, aparte de que ha sido una experiencia maravillosa escribir esta historia
Un besazo, y hasta el próximo fic basado en Phantom o historia, que no será este el único
Lovephantom83
Villa de los Chagny, 22 de abril de 1873
No sabía exactamente por qué había decidido entrar en el despacho de su padre precisamente, justo dos días antes de su boda
Su boda¡sonaba incluso extraño!
Pero eso no le apartaba de sentirse feliz, extremadamente feliz. Estos dos años habían sido posiblemente los mejores que haya podido recordar en su existencia. Había conseguido olvidar el pasado, la relación con su padre había ido cada vez a mejor y, a pesar de que prácticamente no tenía necesidad de ningún trabajo, comenzaba a abrirse camino en el mundo laboral de nuevo.
Y Margueritte...ella era el motivo principal de su ansia y anticipación ante el evento que se avecinaba. La había ofrecido intentar de algún modo seguir su sueño de bailarina, pero ambos sabían que con la de ocupaciones que tendrían una vez fueran marido y mujer eso no podría ser posible. Además parecía entusiasmada con la idea de viajar de un sitio para otro,conocer gente, tener un modo de vida completamente distinto al que había conocido antes...
No podía esperar a compartir con ella todo eso, y comenzar a recorrer el camino que recién se les había presentado ante los ojos.
Forzándose a salir de sus pensamientos, fue a continuar con su búsqueda de aquellos documentos que eran especialmente necesarios.
Pero se topó con algo que no era precisamente lo que estaba buscando
Aunque, por otro lado, podría decirse que llevaba buscándolo toda su vida.
Por entre aquellos papeles se había exrtaviado una preciosa foto.
La sostuvo entre sus manos mientras la observaba con especial detenimiento.
En ella se podía observar claramente a una mujer bella en su propio y único estilo:Su larga melena cobriza se dejaba notar a pesar del bonito recogido que lucía, en un sencillo vestido que realzaba su figura, sus ojos intensos hacia la cámara y una leve pero bonita sonrisa en su expresión. En una de sus manos, sostenía su parasol cerrado.
Y la reconocía perfectamente.
Era su madre. Coincidía casi a la perfección con la descripción que desde el principio había hecho su padre con tanta admiración.
Pero lo que le dejó paralizado e hizo que su cara palideciera por completo no fue eso
Sino que había visto esas facciones en Angeline
Dios santo...ahora lo entendía...
"Has sido como un hermano para mí todo éste tiempo. No sé como darte las gracias..."
No había hecho más que decírselo tan claramente...y él...
Se sentó visiblemente derrotado en la silla, llevando la pequeña foto a su frente mientras que pequeñas lágrimas amenzaban con salir.
Lo peor es que ahora estaba muerta, no podría decírselo. Que por fín había entendido lo que quería decir con esas palabras, y que por ello sentía mucho haberse comportado como lo había hecho en un principio...
Fue a levantar la vista cuando consiguió divisar a través del reflejo de el espejo a su padre.Éste al notar su expresión fue hacia él, apoyando una mano en su hombro.
-"¿Llegaste a saber de ella?"-Su voz sonaba temblorosa, movida por lo que acababa de averiguar.
-Phillip frunció el ceño sin entender, obligando a Édmond a mirarle a los ojos-"¿De ella?-observó la foto- Ah, he tenido esa foto perdida durante años...-suspiró-jamás pensé que fueras tú quien la volviera a encontrar.Pero¿a qué te refieres exactamente?"
-Negó con la cabeza, dejando la foto delicadamente a aun lado y poniéndose frente a él- " Esto no es sobre mamá-finalmente consiguió recuperar su compostura-Dime¿llegaste a verla, tuvisteis...otra hija?Angeline"
Al escuchar ese nombre supo perfectamente a lo que se refería.y se quedó frío por un momento
-"¿Cómo has sabido que...?"
- Podía notar la tensión extenderse por sus facciones -"Por favor, explícamelo tú primero. Quedan tan solo dos días para mi boda, no quiero empezar en esta familia con secretos ni por tu parte ni por la mía¿de acuerdo?"
Le daba la razón. Si algo habían decidido desde el mismo momento en el que se admitieron como padre e hijo era ser honestos el uno con el otro.
-"Me habló de ella en numerosas ocasiones, pero nunca llegué a verla, creo que eso responde a tu pregunta sobre si tuvimos más hijos...no, aparte de tí-apoyó una mano en el escritorio tomando levemente el extremo de la foto,una leve sonrisa nostálgica en sus labios- Sin embargo siempre sentí que había algo escondido en ese asunto que la angustiaba, algo que nunca quiso contarme-Fue soltando la foto- Posiblemente uno de los alicientes que la llevaron a su muerte y nunca supe"
Estaba sorprendido por esa pequeña confesiòn. Una confesión que ahora, aunque muy tarde, explicaba muchas cosas e hizo que su mente se fundiera en pensamientos.
-"¿Como que se escapó de casa para no volver?-observó, de nuevo, su reacción.Suavizó su tono y se formó un gesto amable en sus labios- Sé que debes estar preguntándotelo, y no pienso retardar más la respuesta: Llámalo producto de la casualidad o del destino, no importa, pero...algo hizo que me topara con aquella chica una y otra vez en mitad de mi caótico trabajo- Fue entonces cuando sus ojos se ensombrecieron e incluso estaban al borde de tornarse vidriosos.Miró hacia otro punto del gran estudio- Jamás llegué a una conclusión hasta que he visto esto, aunque pude saber de ella bastante, pero no como para ver lo evidente...-volvió a mirarle con una sonrisa amarga en los labios- Se parecía mucho a ella"
Phillip no tuvo más reacción que cerrar sus ojos con fuerza mientras exhalaba un suspiro ahogado.
La sensación de angustia que sabía que recorrían las venas de su hijo en ese momento también pasaba por él...mezclado de una extraña manera con culpabilidad.
Se sentía de algún modo responsable de haber arruinado el destino de aquella criatura. La imaginaba viviendo de la calle o de quien buenamente podía, cuando tenía un hogar al que acudir siempre que quisiera.
Algo la hizo no volver de allí, y era conocedor de que él tenía mucho que ver con eso.
Y por el tono tan tremendamente rompedor que había utilizado para contarlo, no le fue difícil deducir que algo horrible había sucedido.
Por Dios...había destrozado lo que era y podría haber sido una familia completa...
Buscó la mirada de su hijo aferrándose a una absurda esperanza de que, tal vez en ellos, encontraran respuesta contraria a la que él mismo tenía en mente.
No la encontró, inmediatamente vio que bajaba su cabeza a modo de confirmación
-"Santo cielo..."-Un débil, apenas audible, quejido.
Édmond no quería decir nada. Tampoco lo hizo su padre. Había querido que tanto lo previo como lo posterior a su gran día fuera perfecto, excepcional, todo lo que ella se merecía
No sería así hasta que hablara con una persona...
Alguien que sabía que estaría en París para el evento. Le costara aceptarlo o no.
Con ese pensamiento fue decidido hasta Phillip, apoyando una mano consoladora en su hombro antes de dejarle solo en aquel espacio.
Llegó hasta a sentirse extraña cuando abrió los ojos y se encontró en su propia cama, en su propio cuarto.
Después de tanto tiempo sumergida en su nueva vida era agradable volver al lugar en el que había estado viviendo durante prácticamente casi toda su juventud.
Sin embargo la persona que estaba tumbada en esa cama con cara somnolienta ya no era la misma que hace unos años atrás. Ahora tenía importantes quehaceres, un hombre con el que se iba a casar...
Casarse, era una palabra que nunca había entrado en su cabeza
Bueno, quizás soñó con ello en alguna ocasión, pero nada se asemajaba a lo que ahora sentía. Una gran sonrisa escapó a sus labios al tiempo que observó por un momento el anillo en su mano derecha.
Meg fue incorporándose lentamente hasta que se sentó frente al espejo para espabilar sus aún dormidas facciones
-"Extraño estar en casa de nuevo¿no es así?"
Algo sorprendida por la interrupción del silenció, secó su cara hasta que alzó la vista para encontrarse con los ojos y expresión afables de su madre
Fue enseguida hasta ella para abrazarla con toda la fuerza que su pequeño cuerpo podía dar
-"Llegué ayer por la noche pero no quise despertarte...-se separó de ella lentamente- Mucho tiempo sin verte"
-"Semanas...-tomó su brazo con cariño- ¿Cómo te sientes ante lo que se avecina, Margueritte?"
-Suspiró con la mirada llena de ilusión- "Feliz...-su rostro, por un momento, cambió a uno más serio- Y algo asustada"
Comprendía perfectamente aquella extraña mezcla de sentimientos. No tan solo por el hecho de que los hubiera experimentado en su propia piel y fuera algo absolutamente común en una mujer que recién va a casarse.
No, la última visita de su hija reveló que había algo más que eso.
Algo que había sido costoso de asimilar pero que finalmente lo había conseguido, y aún así...
La reacción que tuvo ante la noticia no supo si describirla de alegría o extrema preocupación. Ya no por el hecho de Édmond, al cual a fin de cuentas había aprendido a aceptar,era simplemente que algo como eso resultaba totalmente nuevo a Meg y, a pesar de su madurez, el gran cambio experimentado en su personalidad, la plena demostración de ser perfectamente responsable y capaz...
"Un niño,madre..¡estoy esperando un niño!"
Se lo había dicho con lágrimas en los ojos,emocionada y sin dejar de soltar sus manos ni un segundo.
¿Estaba realmente preparada para ser ya una madre?
Durante mucho tiempo se había formulado esa pregunta, hasta que concluyó que eso era algo que tan solo el paso del tiempo diría
-Posó una mano en su mejilla-"No tienes por qué estarlo. Vas a dar un paso muy importante por el que toda mujer pasa, más tarde o más temprano- la miró complice - Lo demás estará todo bien siempre que se lleve del modo debido, y eso es algo que de ti no dudo"
Ella no hizo más que sonreír levemente mientras casi de modo inconsciente se llevó una mano a su vientre que aún no delataba nada.
Después de una pausa su madre correspondió cogiendo una de sus manos.
-"Aún hay cosas que ultimar, no tardaré"
Su hija asintió esbozando una sonrisa satisfecha para si misma una vez notó que la puerta se había cerrado.
Iba a llevarse una agradable, muy agradable sorpresa hoy...
Con esto, se retiró a cambiarse.
Xxx
Londres en poco tiempo se había convertido en una especie de segundo hogar para ambos.Y,sinceramente, jamás pensaron que las cosas fueran a salir tan extremadamente bien como hasta ahora.
De ningún modo soñaron llegar a conseguir lo que ahora tenían. Desde aquella gala navideña, todo había sido prosperidad. El público adoraba su voz, y los managers las magníficas composiciones de él. Con esto consiguieron que se convirtieran prácticamente en la máxima fuente de dinero para el Her majesty's. Lo que empezó como algo a modo de prueba había terminado en una auténtica profesión llena de nuevas expectativas y en la que ponían toda la pasión del mundo.
Y con Erik...habían llegado a un sano acuerdo haciéndola una persona de gran relevancia. Su música era demasiado buena como para ser desperdiciada, al menos esas eran las palabras que había escuchado en boca de ellos.
Christine suspiró sentada en el carruaje,mirando por un momento a la persona que tenía a su lado y que sujetaba una de sus manos con cariño. Sus ojos parecían pensativos y distantes. Después del largo viaje, sólo quedaban unas horas para llegar finalmente a la ciudad.
-Proporcionó una suave caricia en su mano hasta que él volvió su mirada hacia ella y le sonrió-"Pareces ausente"- Su tono era suave y lo suficientemente alto como para que sólo él lo escuchara.
-Él asintió moviendo ligeramente su cuerpo en el largo asiento- "De algún modo es muy agradable volver a casa"
Rió levemente mientras que apoyaba la cabeza en su hombro dejando caer sus rizos sobre su ligero abrigo y rodeando uno de sus brazos con el suyo.
Sí, sabía que este viaje para él no se trataba precisamente de un viaje de placer. Por más que intentaba parecer conforme con el matrimonio entre Édmond y su mejor amiga...aún seguía bastante reticente. Todavía podía ver con claridad su expresión cuando llegó a casa la invitación para la próxima boda. No dijo nada, simplemente la estudió por unos minutos y después, con un suspiro resignado la tiró sobre la pequeña mesilla de la entrada retirándose.
Pero así era él, no tenía por qué ni quería hacerle cambiar. Además, sabía que en el fondo estaba feliz al saber que iba a ver a alguien que fue y es bastante especial en su vida.
Sintió que el sueño la invadía poco a poco y cerró sus ojos ocultando ligeramente la cara en su cuello, dejándose invadir por el olor de su perfume.
Erik la miró con ternura sonriendo para sí antes de volver su mirada al paisaje.
Xxx
-"No sabes cuánto me alegra que hayas llegado tan pronto-Meg abrazó a su amiga que esperaba en el portal-Por favor, pasa-la sonrió- Mi madre lleva todo el día de un lado para otro pero imagino que estará al llegar-Por un momento miró algo inquieta-¿Él...te ha acompañado?"
- Asintió-" Ha preferido dejarme a mí esta visita.Ah,estos días van a ser bastante ajetreados para tu madre-abandonó el abrazo lentamente mirando con detenimiento a su amiga- Se te ve radiante, Meg"
Ella sonrió en respuesta mientras pasaban dentro y tomaban asiento
-"Puedo decir perfectamente lo mismo de ti. He recibido todas tus cartas y estoy muy feliz de saber que os está yendo tan bien en Londres"
-"Ciertamente no lo esperábamos, pero...sí, tal parece-la miró con curiosidad - ¿Y tú? Recibí también tus noticias pero no me has contado cómo te encuentras y creo que en tu caso eso es importante"-La sonrió amable
-Suspiró-"Al principio me sentí muy extrañada, era...-se corrigió-bueno, es en realidad una novedad para mí y no supe cómo reaccionaría. Pero según los doctores todo marcha a la perfección"
No pudo evitar que la felicidad que la invadía por Meg se disipara un poco reflejándose en su expresión.
De alguna manera todavía aquel anhelo seguía en ella...
-"¿ Hay algo que te preocupe, Christine?"-Tomó su brazo animadamente
Aquella pregunta fue como una fuerte sacudida, tal y como si hubiera estado leyendo sus pensamientos.
-Con una leve sonrisa miró a su amiga a los ojos- "No realmente...-Por un momento se pausó, sabiendo que ella la conocía lo suficiente como para saber que estaba intentando camuflar lo que sentía- Aunque también sé que no puedo ocultarte nada...-finalmente se decidió- debes saber algo que no quise decirte, no por miedo sino más bien porque nunca he querido recordarlo"
Ella en seguida se incorporó en su asiento,esperando saber de qué se trataba.
-"Sé que apenas hemos tenido ocasión de hablar, y menos sobre tener hijos o ser madres-rió levemente- excepto cuando me mandaste aquella carta anunciándome la gran noticia. Me alegré tremendamente por ti, pero también soy conocedora de que me he mantenido...quizás algo indiferente sobretodo al hablar de mí y tampoco quería estropear tu felicidad- ella hizo un gesto de protesta pero no la dejó continuar-La verdad es que viéndote ahora no puedo evitar pensar cómo hubieran ido las cosas. Quizás si no hubiera pasado por todo eso...el diagnóstico del doctor hubiera sido diferente"-Apartó su mirada, posándola en el suelo momentáneamente.
No necesitó escuchar más palabras para entender perfectamente lo que quería decir con eso. Y sintió una pequeña punzada de dolor en su corazón por alguien que era prácticamente uña y carne con ella. De algún modo veía injusto privarla de algo tan maravilloso
Pero tenía amor, pasión, una bonita casa en una fantástica ciudad, un gran trabajo, éxito...
Y toda una vida llena de esperanzas junto al hombre que más la puede querer en el mundo.
Se acercó hasta ella hasta que consiguió que volviera a mirarla y la abrazó de nuevo.
-"Eso no lo lograrás saber nunca, el destino nos prepara a cada uno un camino distinto-la sonrió ya viendo a su amiga más animada- Tú tienes miles de cosas, Christine. Cosas con las que apuesto años atrás sólo soñaste-apoyó una mano en su hombro- Plantéate que si no hubiera sido por el lago ahora no tendrías al hombre al que amas contigo, ni serías una de las cantantes y actrices más reconocidas de Londres. No hay nada que no ocurra por un motivo, recuerda eso"
Aquello la devolvió la alegría. Realmente había echado en falta consejos de amiga tan honestos como este. Prefería mil veces lo que tenía ahora a no haber descubierto nada de esto con él a pesar del infierno por el que pasó para llegar a ello.
-"Tienes mucha razón, gracias de verdad"-La miró amable
Iba a responder cuando vio a su madre entrar por la puerta. La vio centrar los ojos en Christine prácticamente incrédula. En seguida se pusieron de pie
-"Ya estás de vuelta-fue hasta ella- Se me olvidó decirte que tendríamos visita"
Miró a su hija sin convencerse demasiado de que aquello fuera un simple olvido pero a la vez agradecida y volvió a centrar su atención en Christine apoyando una mano en su espalda cariñosamente sin ocultar la alegría de verla. Esta por su parte se podía decir que se sentía del mismo modo
Había sido protectora, madre y profesora para ella durante todo aquel tiempo. La debía mucho y no sabía por dónde empezar.
-"Desde luego ya no eres la chica a la que presenté a Messieurs André y Firmin- Observó a la mujer que tenía enfrente en su vestido de entretiempo con detenimiento- Has cambiado mucho, querida. Es una alegría volver a verte en París"
-Una gran sonrisa salió de sus labios-"También lo ha sido para nosotros volver después de dos años, Madame"
-"Ya imaginé que Londres sería una gran ciudad para Erik y para ti. Mis enhorabuenas, he recibido las noticias- Y por primera vez, tanto ella como Meg pudieron detectar el atisbo de un gesto alegre en sus facciones- También creo que va siendo hora de que me llames Antoinette¿no crees?"
-Asintió- "Por supuesto"
El pequeño silencio que se hizo en la sala fue interrumpido, de nuevo, por su voz.
-"Bien, creo que os prepararé algo fresco de beber- miró hacia su hija-Margueritte debe estar impaciente por enseñarte todo lo relacionado con la boda"
Su hija se mordió el labio impaciente soltando una risita mientras miraba a su amiga con gesto divertido y la llevaba hacia su cuarto. Estaba ansiosa por enseñarla el bonito vestido.
Estaría ahí y lo sabía.
Una parte de él se preguntaba por qué estaba haciendo esto justo el día antes de su boda, temiendo que eso podría estropear la felicidad en la que se veían envueltos.
Y, por otra, era una conversación con Erik. No, no iba a resultar absolutamente nada fácil decirle lo que pretendía. Con su actitud, era más que probable que acabaran como en su primer encuentro.
Sí, se trataba de el amante de Christine, y después de un tiempo aprendió a entender que tenía un concepto ligeramente equivocado de él pero seguía sin terminar de cuadrarle su peculiar carácter. Peculiar¿acaso él en sí no lo era?
También, con lo averiguado, la rabia hacia él por lo de Angeline había vuelto a emerger ligeramente.
Ya frente a la puerta de un antiguo lugar conocido que ya había visitado muchas veces, se dispuso a dar el paso. Llamó educadamente a la puerta, esperando respuesta.
Sorprendentemente no se encontró con Erik detrás de la puerta, sino con ella.
-Le miró bastante sorprendida-" Vaya, Édmond.Pensé que tendría asuntos más importantes que atender. ¿A qué se debe su visita?"
-Sonrió afable-"Mucho tiempo sin verla, Christine-alzó ambas cejas- Verá, sabe que me encantaría quedarme a charlar después de tanto tiempo, pero en realidad quería hablar con Erik"
Aquello pilló a Christine de sorpresa y el tono claro que había empleado para decirlo la dejó necesitanto un tiempo para reaccionar.
-"¿Con Erik?- su tono era confuso mientras este prácticamente se invitó a entrar impaciente- Escuche, no sé qué querrá tratar con él pero..."
-"No, antes escuche lo que yo tengo que decir, por favor-el casi mandato en su tono la hizo callar- Se trata de algo importante que necesito aclarar, eso es todo. Pretendo que no me tome demasiado tiempo, así que si no le importa decirme dónde está..."
-Le miró a los ojos con un atisbo de furia en ellos-" A veces tengo que recordarme que va a casarse con mi mejor amiga y que no debo juzgarle por actitudes como ésta-suspiró, señalando hacia el estudio-Ahí está, a su propio riesgo"
Este puso los ojos en blanco en gesto irónico en respuesta al tiempo que se adentraba en el mismo.
Para cuando lo hizo Erik ya le estaba esperando sentado en su silla, de brazos cruzados sobre su torso y con la misma expresión fría que dirigía hacia él cada vez que se tenían uno frente a otro.
-"Justo quien quería ver, una agradable sorpresa pre-nupcial sin duda"
Sólo había entrado y aquel sarcasmo ya le estaba haciendo hervir la sangre
-"Erik, si no le importa he venido para hablar de una forma más o menos civilizada con usted así que le rogaría que no me hiciera perder los estribos"
Una media sonrisa escapó de sus labios al tiempo que, de un modo forzadamente cortés casi en mofa, le ofreció el asiento frente al suyo
-"Adelante, pues"
Tomó asiento con la mirada absolutamente fija en la de él
-" De acuerdo, ya que quiere que sea claro y conciso lo seré: Miré, sé que el hecho de mi boda con Margueritte no le agrada demasiado-recibió un sonido indeterminado de su garganta como respuesta- y que si vengo aquí no es precisamente para que tomemos el té...- Aquello le hizo mover ligeramente su cabeza en gesto divertido mientras le invitaba a proseguir.De algún modo, comenzaban a entenderse- pero he hecho una averiguación recientemente y necesito una respuesta que sólo usted puede darme"
-Frunció el ceño ante esa última frase-"¿Y qué clase de averiguación es esa que le ha hecho venir de manera tan urgente a mí? Creo que está más que claro que entre usted y yo no hay demasiadas cosas en común, así que discúlpeme Édmond, pero no sé a lo que se refiere"
Podía sentir que su ira ante la testarudez de el hombre que tenía en frente subía rápidamente, pero pudo controlarla
Si quería golpes, él también podía dar el suyo
-"Entiendo. Y¿el nombre de Angeline le dice algo por algún casual,Monsieur?"
Al escucharlo sintió que, de un tirón, le habían abierto una herida que tan solo había comenzado a cicatrizar.
-Cuando vio la tensión evidentemente marcada en su rostro, por un momento sintió haberse excedido con su actitud defensiva- "Viene reclamando civilidad, una conversación calma-su tono iba alzándose por segundos- ¿Y lo primero que hace es nombrarme algo que llevo intentando olvidar años? Pensaba que con su boda cerca tendría la maldita decencia de intentar tolerarme por una vez ¡pero ya veo que es inútil que nos entendamos! Y ahora, si no le importa, no tengo ningún interés en escuchar comentarios rencorosos y llenos de odio provenientes de usted"
-"¡No me ha entendido!-finalmente explotó, aunque intentó calmarse- Esa...no era mi intención. Sé que no nos entendemos, y que no llegaremos a hacerlo nunca, pero déjeme terminar- El suspiro cansado que emitió Erik le sirvió para continuar- No hay nada que quiera más como que mi boda con Margueritte salga lo mejor posible y, sí, que tanto usted como Christine estén presentes en ella porque aunque aún le cueste creerlo la quiero con locura, la respeto demasiado y estamos esperando un hijo. Precisamente por eso, necesito su ayuda-su tono era suplicante-Tan solo necesito saber cuánto llego a saber de Angie¿supo de su familia, hermanos...?"
Por un momento dudó, aún sin entender a qué venía toda esta necesidad de información.
-"Supe que vivió en la calle desde los 10 años aproximadamente- parecía increíble que aún le costara hablar cuando se trataba de ella-, y que gracias a que yo pude ofrecerla trabajo salió de aquel mundo y pudo tener al menos un sitio en el que guarecerse, dinero seguro...-su mirada se ausentó por un momento y al volverla Édmond pudo notar la pena que le invadía-Por desgracia no..tuve o quise tener oportunidad de saber más sobre ese aspecto de su vida...y sinceramente no entiendo de qué utilidad le puede ser todo esto"
-"Más de la que cree-éste le miró sorprendido- Durante estos años en la Villa le diré que he tenido tiempo de reorganizar mi vida...-extrajo una foto del bolsillo delantero de su chaqueta-aparte de averiguar quién soy realmente"
Frunció el ceño absolutamente confuso, tomando la foto entre sus manos.
Lo que vio en ella no cabía en su razón.
En esa foto se veía reflejada a una mujer joven pero lo suficientemente adulta. La observó una vez y otra sin querer creer la conclusión a la que estaba llegando
Que aquella mujer podría haber sido Angie si hubiera llegado a vivir más años
Se trataba claramente de su madre, y la culpabilidad estaba acechando a su alma una vez más en mucho tiempo
-Tragó con dificultad-"¿Quién...cómo ha encontrado esto?"-su tono era apenas audible.
-"He encontrado eso-se pausó- en el estudio del que siempre ha sido mi padre.Ella y él eran...amantes extraoficiales, por decirlo de alguna manera, y me tuvieron a mí aunque ella murió al poco de nacer yo. Pero ese no es el caso, sino que pensé lo mismo que usted cuando encontré por casualidad esa foto-suspiró- Él me confirmó que era la madre de Angeline y...por tanto mía también. Éramos hermanastros. Me lo quiso decir de algún modo en la última conversación que tuvimos pero evidentemente no tenía esto en mano para sacar tal deducción"
No sabía que decir. Estaba asimilando las palabras como buenamente podía pero era como si todas cayeran atropelladas en su mente.
-"Hermanastros, ella y usted eran...familia"-decía las palabras calmadamente, como intentando asegurarse de que había entendido bien.
Lo que menos necesitaba saber era que había dejado a Édmond sin la que era, oficialmente, su hermanastra. Se sentía peor por segundos.
Se sorprendió al sentir que le miraba amable, quizás por primera vez.
-"Comprendo lo que debe ser recibir esta noticia en un momento así, pero le aseguro que es muy simple...-cerró sus ojos brevemente, como preparándose para lo que iba a pedir- Quisiera visitarla. Debe entender que yo..."
No esperó recibir tal respuesta cortante
-"Sí-su tono era seco y decidido- Está en su derecho y no pienso quitárselo, también considero que llegó a conocerla bastante, puede que más de lo que yo lo hice así que no pienso negarle algo tan simple-De repente, ante la nueva situación, se vio sin saber cómo continuar- Yo..me ví obligado a llevar su cuerpo a un sitio bastante retirado pero no mucho. Es una gran explanada que se puede alcanzar a través del desvio que comienza en el centro de la ciudad. Un camino muy simple-Se incorporó, yendo a por un pequeño vaso para servirse vino- Si eso era lo que necesitaba saber..."
Estaba impresionado por la entereza del hombre que tenía en frente. A pesar de sus enfrentamientos, de que realmente sus caracteres no encajaban, pero por una vez en su vida se había dirigido a él de un modo respetuoso, humano y no irónico o rudo. Y lo que más respeto le inspiraba era que había conseguido las fuerzas para decirle dónde estaba el cuerpo de la persona que él mató.
Y le debía, al menos, devolverle la moneda en este momento y por cada vez que se vieran.
-"Sí-esta vez él fue el que se incorporó para marcharse- Gracias, Erik."
Recibió una pequeña inclinación afirmativa de su cabeza al tiempo que le daba la espalda para servirse el vino.
Una vez se fue, se tumbó en el sofá derrotado. Llevándose una mano a su frente, tomó un sorbo del agradable licor.
Xxx
24 de abril
La capilla de la Villa De Chagny lucía en todo su esplendor aquella media tarde. Todo había sido cuidadosamente decorado: Los bancos, el exterior de la misma con preciosas flores y en el interior también se habían encargado de poner algunas.
Dentro estaba todo absolutamente lleno. Entre los invitados se podían contar miembros de la familia de Phillip, algunas antiguas amistades con sus hijos ya crecidos...todos estaban perfectamente repartidos.
Al fondo y justo frente al altar, Édmond con sonrisa impaciente.
Y en la pequeña esquina del banco más retirado estaba él observándolo todo con ojos tranquilos, los cuales se alteraron ligeramente al ver que se formaba un pequeño pasillo en el centro y el movimiento proveniente de fuera.
Allí estaba Meg del brazo de Antoinette, luciendo aquel precioso vestido de novia muy elegantemente. Dentro de su simpleza, resultaba incluso lujoso. Había decidido no gastarse mucho dinero en absurdos detalles, pero si en los justos. Las lineas bordadas que se deslizaban por el mismo lo hacían aún más bello y terminaba en el recogido que combinada con la preciosa diadema de brillantes que sujetaba el extenso velo.
Sonrió para sí cuando vio a la que fue en su momento su salvadora y desde entonces puede decirse que gran amiga llevando a su hija ya al altar.
Y tras ellas, el pequeño grupo de damas de honor formado por dos amigas comunes de las dos y..ella. Se la veía más que bonita en el vestido que había tardado tanto en comprarse para el evento, al igual que el suave maquillaje que llevaba aplicado que resaltaba aún más sus facciones.
En toda verdad, nunca le habían gustado esta clase de cosas, más tratándose de él, con poca o casi nula creencia religiosa, pero cuando vio la mirada llena de amor que se dirigió la pareja antes de que diera comienzo la ceremonia sintió un atisbo de algo que podía calificar como simpatía, o respeto quizás, por Édmond.
Con esto se relajó ligeramente en su sitio, observando cómo todo tenía lugar.
Unas horas después, ya entrada la noche, todo el mundo disfrutaba de una gran cena y alguna copa en los enormes jardines.
Y, de entre todo el gentío que felicitaba a la recién casada pareja, reía y bailaba, surgió la madre de la novia con una copa de vino en la mano.
Erik y Christine estaban en un rincón cercano. Él dijo algo al oído que la hizo reír. Después, depositando delicadamente la mano en su cintura, la besó en la mejilla.
Se quedó prácticamente alucinada al verle. Aparte de lucir un traje que se dejaba notar perfectamente que era de calidad y que había sabido elegir muy bien, es que parecía otra persona totalmente distinta: En sus ojos, en su expresión, en sus movimientos...absolutamente todo.
No pudo evitar sonreír. Justo cuando iba a volverse a coger alguna de las deliciosas cosas que habían servido para llenar el estómago sintió una gentil mano en su hombro
-"Antoinette...por fin te hemos encontrado. Mis felicitaciones"
Le reconoció en seguida volviéndose inmediatamente para encontrarse con él y Christine.
-"Erik...-tomó su cara entre sus manos brevemente- es un placer poder verte de nuevo, veros a los dos-sonrió- aunque a Christine ya la he visto estos días pero...es agradable, muy agradable veros juntos"
Él la miró por un momento. Habían pasado dos años, pero parecía que no hubiera transcurrido ni un día por ella desde la última vez que la vio.
-" Sí, también para nosotros el verte querida-Christine dirigió una mirada amable hacia ella-¿Has..estado muy ocupada con los recién casados?"-dio un sorbo a su copa de champagne.
-Asintió-"Las bodas siempre quitan mucho tiempo, ya se sabe-miró hacia un lado viendo que aún tenía algo que atender-Disculpad, volveré en unos minutos"
Sonrieron estando de acuerdo y dirigieron su mirada a Édmond y Meg que parecían esperarles en una mesa cercana
Xxx
Aquel lugar en esa tarde de otoño lucía espectacular. Las hojas comenzaban a caer de los árboles marrones y marchitas dejando su último destino en la tierra.
El carruaje les había dejado más o menos cerca. Habían dicho al amable chofer que no tardarían demasiado en volver.
Édmond y Meg estaban justo frente a su cuerpo. Aquella pequeña, sencilla tumba se alzaba ante ellos
-Ella tomó su mano entrelazando sus dedos tímidamente con los de él-"¿Estás seguro de que quieres hacerlo?"
Simplemente asintió, separando lentamente su mano y avanzando unos pasos. Con ojos emocionados, paró el trayecto de la mano que contenía el pequeño ramo de rosas blancas con intención de observar con detenimiento el lugar por última vez, parándose en el hermoso retrato justo frente a la misma, su marco ya desgastado por el paso del tiempo...
Tímidamente se acercó a él, acuclillándose frenté al mismo y apartando la hoja que había aterrizado justo encima del mismo.
Aquel dibujo tenía un sello, y sabía perfectamente de quién era.
¿Podría ser que verdaderamente estuviera equivocado con respecto a su persona?
Un par de lágrimas salieron de sus mejillas mientras, finalmente, soltó el ramo.
Adiós, hermana.
Se levantó de nuevo, yendo hasta su mujer que le esperaba muy discreta. Una vez fue hasta ella apartó un mechón de pelo que el viento había revuelto de su frente tomando una de sus manos y besándola.
Con esto, tomaron paso de vuelta al carruaje.
