Cinco.
Lily.
¡Oh, Tsubasa! ¡Qué tipo tan más lindo!
Y tan más casado... No recuerdo bien cómo me enteré de que estaba casado, pero pronto me enteré de ese pequeño detalle de su existencia. O mínimo, si no era casado, al menos sí tenía hijos. Insisto en que no recuerdo bien cómo rayos supe eso, creo que un grupito de jugadores, entre los cuales se encontraba Tsubasa, estaban hablando sobre la nueva guardería que el Barca había abierto para los hijos de sus jugadores y alguien le preguntó a Tsubasa que si ya había inscrito a los suyos... Más o menos así fue, no estoy bien segura. Recuerdo que la desilusión me golpeó en el estómago. Por supuesto, un hombre así de perfecto no podía estar soltero... (Nota de la autora: Genzo es más perfecto aun y sigue soltero. Esta zopenca de Lily algún día se dará cuenta de eso xD).
¡Ouch! Golpe bajo... Ni modo, apenas y acaba de conocer a Tsubasa y mis esperanzas de conquistarlo ya se habían ido al caño...
Pero en fin, aun podía tener a un buen amigo. Sin embargo, debido a este pequeño detalle del cual me enteré, tardé mucho más tiempo del acostumbrado para acercarme a él. Quería que primero se me bajara un poquito la desilusión... Y para acabarla de amolar, todos alrededor de mí a cada rato hacían mención de la dichosa esposa de Tsubasa. Es curioso, pero nunca antes había oído hablar sobre ella... Como que en cuanto supe que él tenía hijos, la mujer se materializó en seguida...
Mañana va a haber una fiesta.- dijo uno de los jugadores.- Será algo familiar, así que no esperen llevar a sus amantes...
Saki y yo miramos al tipo con cara de: Hello con tu hello...
¿Vas a ir, Tsubasa?.- preguntó González, uno de los defensas.
Quizás sí, si tengo tiempo.- respondió el aludido, vagamente.
Para que lleves a tu linda esposa, tengo tiempo de no verla... .- Márquez sonrió con picardía.
No te metas con las mujeres de otros.- gruñó González.
¡Miren quién me viene a reclamar!.- Márquez soltó la carcajada.- El buen González, el que entra cuando tú sales...
Todo el equipo soltó la carcajada. Saki pareció no entender el chiste pero yo sonreí. Claro que había entendido a qué se refería Márquez...
Me acerqué un poco a Tsubasa, pretextando que deseaba cubrirme del sol. Me fijé en sus manos fuertes y descubrí una argolla de matrimonio en el dedo anular de la mano izquierda... Por si aun me quedaban dudas, eso lo confirmaba todo: Tsubasa ya era hombre ocupado...
¿Pasa algo?.- me preguntó, gentilmente.
Este... No... Nada... .- me puse más roja que un tomate.- Solo admiraba... Tus zapatos de sóccer...
Me carga. Pude haber dicho que admiraba su extraño peinado, su uniforme rojo o los mugrosos pastitos del campo. Pero no, se me ocurre hablar de los estúpidos zapatos...
¡Ah! Me los regaló mi esposa antes de que me fuera a jugar a Brasil... .- contestó Tsubasa, débilmente.
Ya veo... .- traté de sonreír.- Fue un lindo detalle...
Claro, aunque en ese entonces ella aun no era ni mi novia siquiera...
En esos momentos, Saki me habló para no recuerdo qué. La bendije mil veces, pues la conversación amenazaba con trastornarme...
Ni modo, Tsubasa era casado. Qué le iba a hacer, nomás me quedaba esperar a que llegara un hombre soltero que estuviera interesado en mí...
(¡Lily! ¡Por ahí anda Genzo, babosa!)
Azumi.
Uhm, uhm, uhm... Sí que me tardé en comenzar a narrar mi parte de la historia pero créanme que es más divertido leer lo que cuentan los demás que hablar uno mismo...
En fin, saltémonos el rollo mareador del principio. O sea, ya saben que me llamo Azumi Hayakawa, que estoy haciendo la especialidad de Medicina Deportiva en Barcelona y que soy la mejor amiga de Taro Misaki. Bueno, una de las mejores amigas ya que esa Lily también es muy cercana a él. Jeje, hablo como si estuviera celosa, pero aunque no lo crean, no lo estoy. Es cierto, cuando era adolescente estuve enamorada de Misaki... Pero en algún momento me di cuenta de que él nunca me iba a ver de esa manera y pues mejor desistí. Ahora lo quiero como a un hermano... La cosa es que soy una mujer muy celosa, incluso con mis amigos, y debo reconocer que al principio sentía celos de Lily, aunque después la comencé a tratar y me cayó de maravilla. Ella, Taro y yo salimos juntos de paseo y nos la pasamos muy bien, ahora Lily es una gran amiga mía también y es una de mis confidentes...
Como sea, y volviendo al tema principal, una mañana me di cuenta de que una de las asistentes deportivos estaba más que interesada en Taro. Nomás había que ver la cara que ella ponía cuando lo veía... Aunque pensándolo bien, la chica en cuestión era extremadamente introvertida y rara vez cruzaba miradas con alguien, pero se ponía roja como tomate cuando veía a mi amigo. Y así se lo hice notar a Taro...
Oye tú.- dije.- ¿Ya te diste cuenta de que esa chica no te quita los ojos de encima?
¿Cuál chica?.- Taro casi ni me prestó atención.
Pues ésa... Es que no sé como se llama...
Y para mi gran desgracia, en esos momentos la asistente estaba leyendo un libro...
No sé de quién me hablas.- Taro se distrajo de sus asuntos el momento suficiente para hacerme sentir que estaba loca de remate.
¡Agh! ¡No me mires de esa forma! Te juro que esa chica hace unos instantes te miraba con ojos de amor...
¿Pues cuál chica? No me dices quien...
¡Pues ésa! Es que no sé como se llama...
Le di un codazo a Taro y muy sutilmente le señalé a la chica. Él sonrió levemente, juro que lo hizo aunque él diga que no, y después volvió a bajar la cabeza.
Hablas de Mutsumi.- dijo, en voz baja.
O sea que la conoces...
No. El hecho de que tú no conozcas los nombres de la gente que trabaja contigo no significa que yo tampoco me los sepa...
Me sé tu nombre y con eso me basta.- le di un golpe en la pantorrilla.- Y deja de estar de payaso...
Deja tú de estar de payasa.- replicó Taro.- Esa chica no tiene ningún interés en mí... Porque ya tiene novio.
¿Qué cosa?.- eso sí que me sorprendió.- ¿Estás seguro?
Por supuesto. Aranza me lo dijo.
He de haber mirado a Taro como con cierta acusación en los ojos porque inmediatamente se puso a la defensiva. O quizás él era algo paranoico...
¡Yo no se lo pregunté!.- gritó.- ¡Ella solita vino a decirme eso!
Yo no te estoy preguntando nada... .- sonreí, mirándolo de reojo.
Jajaja, tengo que decir que me divirtió sobremanera ver a Taro ponerse tan rojo.
Taro.
Sí. Mutsumi tenía novio. Y aunque Azumi y Lily digan lo contrario, les juro que yo no se lo pregunté a Aranza. Y no hagan caso de lo que ese par de chismosas digan...
Porque en serio, yo no quise investigar por mí mismo esa información. Simplemente, un día Aranza llegó y me dijo que Mutsumi era una chica muy linda, pero extremadamente tímida y que no entendía cómo era que tenía novio si era tan reservada... Bueno, pues así estuvo. Y así terminaron las poquísimas ganas que yo tenía de invitarla a salir... Ey, no me reclamen nada, la chica es muy linda...
Y ni me mencionen la burla que Genzo me hizo durante días. Aun me dan ganas de darle una patada en el trasero...
Tsubasa.
Los días pasaban (¡Cómo no!) igual que siempre. O casi igual que siempre... No sé por qué insisto en hacerme el menso, si bien que sabía que desde que Lily comenzó a trabajar con nosotros el ambiente no era el mismo...
No lo puedo explicar, porque no soy bueno para esas cosas. Solo les diré que algo se sentía en el ambiente cada vez que ella estaba presente. Era como... Magia.
Yo la observaba trabajar cuando Lily no se daba cuenta. Pronto noté que ella era una chica extremadamente dulce... Como nunca lo fue Sanae... Demonios, no debí de decir eso pero es cierto. Lily era dulce y muy tierna, siempre nos atendía a todos con una sonrisa y nunca nos faltaban sus palabras de aliento... Era una mujer especial, eso se veía a leguas... Incluso, recuerdo perfectamente bien una ocasión, en donde uno de los hijos de González fue al entrenamiento, se cayó y sufrió una pequeña lesión en un pie. El niño lloraba a mares porque no quería que ningún médico se le acercara pero Lily, con una amplia sonrisa, comenzó a hablarle al pequeño en su idioma y éste inmediatamente se tranquilizó y dejó que ella lo revisara... Aun puedo recordar la expresión y la sonrisa que ella tenía al charlar con el niño...
Recuerdo también una vez que un jugador nuevo, talentoso pero algo agresivo, me dio un codazo en la cabeza e hizo que me desmayara (al más puro estilo de mi primer enfrentamiento con Rivaul). Pasé casi toda la mañana en la enfermería y regresé al entrenamiento casi al final. Lily estaba parada a orillas de la cancha y cuando me escuchó llegar volteó a verme y me sonrió.
¡Vaya!.- me dijo.- ¿Todavía juegas en este equipo? Tardaste tanto en volver que pensé que quizás habías decidido fichar en el Real Madrid...
Sonreí. El comentario me sorprendió pero me di cuenta de que ella bromeaba. Solté la carcajada.
¿Ya ves cómo eres, Lily-chan?.- le reclamé, sin pensarlo mucho.
Jajaja, soy tan mala como la carne de puerco.- rió ella.
Sí. Muy mala...
Los dos reímos. Debo confesar que me agradó escuchar su risa acompañar la mía.
En ese entonces debí de haberme dado cuenta de que la llamé "Lily-chan" sin pedirle permiso. En mi país no solemos ser tan confianzudos desde el comienzo pero algo en Lily me hacía tenerle mucha confianza. Y así se lo hice saber. Ella me confesó que se sentía igual conmigo.
Nada que ver.- me dijo, de pronto.- Pero, ¿cuándo es tu cumpleaños?
El 28 de julio.- respondí.
¿De verdad? ¡El mío es el 29 de julio!
¡No me digas!
¡Sí te digo!
Vaya. Un día más y cumpliríamos años juntos...
Sí pues. Ya no podemos festejar juntos...
¿Y quién dice que no se puede?
Ella volvió a reír y yo volví a sorprenderme de mi actitud...
Lily.
No sé si era idea mía o en verdad Tsubasa estaba coqueteando conmigo. Naaa, han de ser ideas mías, no olvido que es un hombre casado...
Sin embargo, muchos de sus comentarios me sacaban de onda...
Entonces también eres una Leo.- me dijo él, cuando ambos nos enteramos de que cumplíamos años con un día de diferencia.
Sip. Igual que tú.
Debí de haberlo sospechado...
¿Por qué lo dices?
Porque todos los Leo dejan siempre hacen sentir su presencia a donde quiera que van. Es como si tuvieran magia...
Jajaja, mira tú.- me reí.- ¡Tú eres un Leo, deja de adularte!
Jajaja, no lo decía por mí.- Tsubasa se llevó una mano a la cabeza y se puso algo colorado.
Pues como sea, creo que yo soy la excepción.- repliqué.- Eso que dices no pasa conmigo...
En eso te equivocas. Por supuesto que también pasa contigo.
De pronto, Tsubasa y yo nos miramos a los ojos. Ambos nos sentimos súbitamente muy avergonzados...
Será mejor que entre al entrenamiento.- me dice, alejándose un poco.- O de lo contrario el entrenador pensará que ya fiché para otro equipo...
Jajaja, si se corre el rumor de que te fuiste al Real Madrid no será mi culpa.- respondo, tratando de cortar el hielo.
Tsubasa me sonríe antes de entrar al campo de juego. Me carga Pepe el Toro... Ese chico me gusta muchísimo, para qué negarlo...
Genzo.
Y de buenas a primeras, Lily comenzó a ser mucho más amable conmigo. Al principio, no entendí a qué se debió el cambio, pensé que quizás ella ya se había adaptado a su nueva vida en Barcelona y que eso le permitía ser más social...
¡Ja! Qué ingenuo me vi...
Lo que pasaba era que ella comenzó a intimar más con Tsubasa y éste le animaba a ser más amable conmigo...
Notas:
Bueno, no quiero usar nombres reales de jugadores del Barcelona (no sea que me vayan a querer cobrar regalías) así que me inventaré algunos.
