Diecinueve.

Lily.

Vuelvo a sorprender...

La mañana que va, lentamente bajando a la ciudad...

No entendía. Simplemente no lo entendía...

Wakabayashi me miró con bastante sorpresa cuando lo golpeé. Fue en esa milésima de segundo cuando pensé en que quizás me había equivocado al acusarlo a él... Pero entonces, cuando le reclamé que la esposa de Tsubasa se había enterado de la amenaza que éste le hizo a mi jefe, vi su mirada de culpabilidad y supe que en verdad él me había delatado...

¿Cómo pudiste hacerme esto?.- grité.- ¡Yo confiaba en ti!

Este... Luego nos vemos... .- murmuró Azumi, escabulléndose rápidamente.

De verdad, no sé de qué me hablas.- dijo Wakabayashi.- Yo no le dije nada a Sanae...

¿Y cómo fue que ella se enteró de lo mío con Tsubasa?.- volví a gritar.- ¡Muy pocas personas lo sabían! ¡Y lo de la amenaza a mi jefe solo te lo conté a ti!

Bueno, la verdad era que ni siquiera había algo entre Tsubasa y yo pero bueno... Se entiende...

Lily, por favor, déjame explicarte.- Wakabayashi comenzó a balbucear.- Tienes que creer que no fui yo pero...

¿Pero qué cosa?.- lo interrumpí.- ¿"Accidentalmente" se lo contaste a la esposa de Tsubasa?

¡Que no lo hice!.- gritó Wakabayashi.- Muy posiblemente fue Alana...

¿Tu novia? ¿Y cómo fue que ella se enteró de eso?

¡Alana no es mi novia!.- gritó él.- Y nos estuvo escuchando cuando hablamos sobre eso, ella estaba detrás de...

¡Deja ya de mentir! ¡Maldito mentiroso! ¡Traidor!

Wakabayashi ya no hallaba qué responderme...

Genzo.

No lograba hacer que Lily me creyera. Maldita Alana, sé que había sido ella...

No estoy mintiendo.- comenzaba a enojarme.- Alana nos escuchó y amenazó con decirle a Sanae si yo no me alejaba de ti...

¿Entonces ya sabías que la tipa esa iba a delatarme?.- Lily me miró con tanto dolor y sorpresa que a mí también me dolió.- ¿Y no hiciste nada para impedirlo?

¡Es que no podía caer ante las exigencias de Alana!.- grité.- ¡No puedo permitir que ella me mande!

¡Ah! Entonces preferiste dejar que ella me delatara a que tuvieras que someter tu maldito orgullo... .- Lily me miró con odio intenso.- Y yo que creí que eras mi amigo...

Lily se dio la vuelta y comenzó a caminar. Yo la agarré por el brazo.

¡Ya es suficiente!.- grité, abrazándola por la fuerza.- ¡Ya me cansé de todo esto!

¡Suéltame!.- Lily me pateó en la entrepierna pero ni así la solté.

¡Ya date cuenta de una vez por todas de que te quiero!.- grité.- ¡Deja ya de pensar en Tsubasa, bien sabes que con él no serás nada más que la amante!

Lily me abofeteó con fuerza. Yo la solté. Ella me seguía lanzando sus miradas cargadas de odio puro...

¿No será que no soportas que Tsubasa te haya ganado una vez más?.- murmuró ella, muy triste.- ¿No será que preferiste traicionarnos a dejarlo ganar?

No sé cómo puedes pensar eso de mí.- repliqué, enojado.- Yo no sería capaz de hacer eso. Me la he pasado los últimos 5 meses tratando de hacer que te enamores de mí. He querido evitar que cometas una estupidez, he querido alejarte de Tsubasa para que te olvides de él. Y solo quisiera saber por qué no he conseguido nada de lo que me he propuesto. ¿Por qué Tsubasa y no yo? Yo te lo daría todo...

Lily no me respondió con palabras, pero vi la respuesta en sus ojos. La canción que resonaba por los altavoces en esos momentos decía todo lo que ella no podía decirme...

Ni tú ni nadie podrá quitármelo de la mente...

Hay cosas del corazón que la razón no entiende...

No quiero volver a verte nunca más en toda mi vida.- murmuró Lily, al tiempo que se daba la media vuelta y se marchaba.

¡Ja! Era la primera vez que una mujer me destrozaba el corazón...

Tsubasa.

Ya era demasiado tarde... Ya le había roto el corazón a Lily y ahora también a mi esposa...

Y sí... El mío también estaba roto...

Había sido un desastre. Sanae comenzó a increparme en japonés, al tiempo que lloraba y gritaba como una histérica. Lily no entendía absolutamente nada y prefirió escabullirse en una pausa. Sanae intentó detenerla, de hecho, me parece que más bien quería destrozarla con sus manos... Pero yo se lo impedí. Tomé a Sanae con fuerza por el brazo y me salí del campamento con ella sin avisarle a nadie. Tomé mi automóvil, hice subir a Sanae y arranqué si mirar hacia atrás. Nos dirigimos hacia nuestra casa, en donde los niños eran custodiados por María, nuestra vecina.

Buenas tardes, Tsubasa.- saludó María.- Buenas tardes, Sanae.

María, muchas gracias por cuidar a Hayate y Daibu.- le dije.- Y ahora, si nos permites...

No hay de qué. Y me retiro.- María prefirió no hacer ningún comentario sobre el rostro lloroso de mi señora.- Con permiso.

Hasta pronto.

Sanae apenas esperó a que María cerrara la puerta para continuar con sus reclamos.

¿Por qué, Tsubasa?.- sollozaba Sanae.- Te lo he dado todo... ¿Por qué me hiciste esto?

No fue a propósito.- murmuré.- No planeé nada de esto...

¿Fue por que te engañé con Genzo? ¿Fue por eso, verdad? ¡Ya te dije que no quería hacerlo! ¡Ya te pedí perdón miles de veces! ¡Ya te dije que estoy muy arrepentida!

No, Sanae... .- la miré con tristeza.- No fue por eso...

Creo que ella vio la respuesta en mis ojos. Y sé que eso la lastimó mucho más...

Sanae.

Sí, vi la respuesta en los ojos de Tsubasa. No, no me había engañado por rencor. Ni por venganza. Me había engañado porque... Porque en verdad le gustaba Lily...

¡Cómo me duele reconocer esto! Me duele y mucho porque en el fondo sabía que esto tampoco debía de ser fácil para Tsubasa... En realidad, no debió de ser fácil para nadie...

¿Cómo podremos superar esto, Tsubasa?.- pregunté, en voz baja.- Es más... ¿Podremos superarlo algún día?

No lo sé.- contestó él.- Ni siquiera sé que quiero hacer ahora... Lo único de lo que estoy seguro es de que no quisiera perderte...

Y yo tampoco quiero, pero estoy muy dolida.- murmuré.- La verdad es que quisiera estar lejos de ti por un tiempo...

¿Quieres divorciarte, acaso?.- preguntó Tsubasa, a quemarropa.- ¿Eso quieres?

No.- respondí. Ni siquiera tuve que pensarlo.- No quiero divorciarme...

La verdad es que tampoco quería alejarme de Tsubasa, ni por un tiempo corto ni mucho menos por uno largo. Pero el imaginármelo a él diciéndole a Lily que se veía hermosa... No, era demasiado...

¿Qué haremos de nuestras vidas, Tsubasa?.- pregunté, un poco más calmada.- ¿Dejaremos que esto acabe con nuestro matrimonio?

Tsubasa miró a nuestros gemelos, quienes nos miraban a nosotros un tanto asustados.

No, Sanae.- respondió él, al fin.- Esto no acabará con nuestro matrimonio...

Quiero creer que Tsubasa tomó esta decisión porque me ama. Quiero creer que lo de Lily solo es algo pasajero. Quiero creer que algún día podremos arreglar esto...

Azumi.

Vaya desastre... Ahora todos estaban pasando por una temporada difícil... Taro había perdido a Mutsumi... Tsubasa había engañado a Sanae con Lily... Lily estaba enamorada de un imposible... Genzo estaba enamorado de una chica que amaba a su mejor amigo... Y Saki había sido obligada a renunciar a su amor verdadero...

Podía comprenderlos a la perfección. Una decepción amorosa es el peor de los fracasos... Que ellos mismos lo digan...

Saki.

Mi destino: La Eterna Soledad... Mi Eterna Condena...

Taro.

Por un momento pensé que había encontrado el amor... Por un momento pensé que podía alcanzar la felicidad... Pero no fue así...

Tsubasa.

Quise ir en contra de las reglas y ahora estaba recibiendo mi castigo por romperlas... No se debe tener dos amores...

Sanae.

Y ahora me siento tan sola... Tan traicionada... Tan triste... Tan desamparada...

Genzo.

Luché con todas mis fuerzas por la mujer a la que amo y perdí...

Lily.

Fui una tonta por dejarme llevar... Fui una imbécil por enamorarme de un hombre prohibido...

Saki y Taro.

Y por eso ahora...

Sanae y Tsubasa.

Por siempre y para siempre...

Lily y Genzo.

Formaré parte...

Todos.

Del Club de los Corazones Rotos...

Fin.

Notas:

Ni tú ni nadie, interpretada por Fey.

¿Se esperaban este final?