Fanfiction por Lita Kino.
Inuyasha no me pertenece (y de ser así, Sesshoumaru sería sólo mío y Kikyo sería devorada por Naraku Sin ofender...), sino que todos los personajes tienen los derechos reservados de Rumiko Takahashi.
Capítulo 2: El Destino de Rin.
Rin no sabía hacia dónde dirigirse. Lo único que sabía era que deseaba irse lo más lejos que pudiese de las Tierras del Oeste, puesto que pensar en su amado Sesshoumaru-sama producía dolor en su corazón.
Lo primero que pensó fue en irse hacia el este, al lugar en el que se habían establecido Inuyasha y Kagome. Pero luego pensó que eso sería una mala idea: Ver al hermano de su amo inevitablemente la haría pensar en él... Y aunque ella lo llevaba siempre dentro de su corazón, no podía evitar sentir esa enorme tristeza al pensar en la manera como él la había expulsado del castillo para que se marchase a vivir con los humanos...
Decidió que lo mejor era ir rumbo al norte. Ahí podría comenzar una nueva vida desde cero. Pero tardaría algunos días en llegar.
Caminó sin prisa, pero sin calma. Su mente era un torbellino de pensamientos acerca de qué le depararía el futuro... Y esa palabra se había vuelto un enigma... Se preguntaba si de verdad existía un futuro para ella lejos de su amado amo. Pero si era su deseo que ella se marchara y viviese por su cuenta, ella no lo desobedecería.
Cayó la primera noche de lo que sería el resto de su vida y decidió que lo más prudente sería buscar un sitio para descansar. Aunque debía permanecer a la expectativa por si algún youkai se acercaba a atacarla, atraído por sus poderes espirituales, como solía sucederle cada vez que salía.
Sin embargo, el cansancio luego de haber caminado desde el alba sumado a la pasividad de la noche, hicieron que un plácido sueño se fuese apoderando de ella... Y aunque trató de vencerlo, tuvo que rendirse ante él...
Despuntó la aurora de lo que sería el segundo día del resto de su vida. Rin se sorprendió al darse cuenta que pese a sus esfuerzos se había quedado dormida.
Observó a sus pies los restos de la pequeña fogata que había encendido la noche anterior para darse calor y vio que no quedaban más que cenizas. Agradecía todo aquel tiempo en el que había andado errante por el mundo junto a su amo, puesto que gracias a ello había aprendido a sobrevivir a la intemperie.
Su amo... Su corazón sintió tristeza al recordarlo, al pensar que luego de tantas noches en las que había dormido acurrucada a su lado, cubierta por su suave estola, esas noches que no volverían más. Pero no podía quejarse: Había sido inmensamente feliz en esos momentos y aunque no eran más que ecos del pasado, siempre estarían guardados en lo más profundo de su alma.
Se incorporó y observó a su alrededor.
- Es extraño... -dijo para sí misma.- Ningún monstruo vino a atacarme.
Sin duda alguna había tenido suerte. Haberse quedado dormida pudo haberla llevado a la muerte.
Tomó sus cosas y retomó su camino, pero aunque su cuerpo iba rumbo al norte, su corazón permanecía en el oeste... en el hermoso palacio del Señor de aquellas tierras...
XXX
Cerca de quince monstruos pequeños yacían achicharrados al pie de un gran árbol, mientras un pequeño sapo de enormes ojos amarillos tomaba su báculo de dos cabezas y procedía a seguir a la hermosa joven que se perdía ya en el horizonte.
FLASH BACK
¿Me llamó, Amo Bonito? -preguntó, haciendo una reverencia ante él.
- Síguela. -fue la seca orden de Sesshoumaru, mientras le indicaba el camino por el que la joven se había marchado minutos antes.
- Pero... Amo Bonito... ¿a dónde va Rin? -el rostro de Jaken se mostraba extrañado.
- Sólo síguela. -dijo de manera cortante para zanjar la conversación. Jaken hizo una reverencia ante su amo y salió corriendo torpemente hacia la dirección que le había indicado.
FIN DEL FLASH BACK
Pero él había escuchado la noche anterior los sollozos de Rin. Sabía que algo malo había sucedido con ella y que tenía relación con la conversación que había tenido con su Amo.
Había caminado tras ella guardando una distancia prudente, lo suficiente como para que ella no pudiese percatarse de su presencia. Había luchado y derrotado a cada monstruo que trataba de acercarse a ella y cuidado desde lejos su sueño. Su amo no le había ordenado hacer nada de esto, pero él sabía que su orden para que la siguiera llevaba tácitamente la misión de protegerla hacia donde quiera que fuese. Y que su amo no dudaría ni un segundo en volar su cabeza si algo le llegase a suceder a la joven.
- No comprendo por qué el Amo Bonito se preocupa tanto por esta humana... -pensaba el youkai, mientras iba tras ella y continuaba preguntándose el por qué de esta situación.
XXX
Muchos días caminó Rin hacia el norte, sintiéndose cada vez más triste y sola, como nunca antes se había sentido. Los días se le hacían pesados y las noches eternas, mientras de su mente no desaparecía la hermosa figura del alto youkai de plateados cabellos.
No sabía hacia a dónde iba ni qué le depararía ahora su vida... No tenía un objetivo fijo para su futuro y eso le daba miedo, mucho miedo. Nunca antes se le había ocurrido plantearse la posibilidad de dejar su castillo y a su amo...
Entonces, una noche de tantas que había acampado junto a un cristalino lago, una frase vino a su mente:
"Solamente le pido que no lo abra todavía... Sólo si llega un momento en el que su corazón se sienta triste y solitario..."
Eso era lo que la anciana de la tienda le había dicho con respecto al pequeño baúl que le había dado. ¡Y justamente este era el momento en el que su corazón se sentía triste y solitario!
Lo buscó entre sus pertenencias y lo puso frente a ella. Tenía un rosario tallado en la tapa, con dos dragones circundándolo. Dudaba si en verdad debía abrirlo ahora o sería mejor esperar; sin embargo algo en su corazón le dijo que este era el momento... y lo abrió. Su sorpresa fue grande al ver cuál era su contenido... Con colores rojo y blanco, sacó del pequeño baúl un traje de sacerdotisa.
- Pero... ¿Por qué? -dijo para sí misma, observando la prenda.
Momentos antes había estado preguntándose sobre su futuro... Temiendo lo que le depararía ahora que no estaba con su amo, preguntándose qué era lo que haría con su vida... ¿Era acaso esta una señal¿Era acaso un signo del destino, que le indicaba lo que debía hacer?
Observando que no venía nadie, se quitó el sencillo kimono que llevaba y se puso las ropas de sacerdotisa. Le quedaban perfectas, como si estuviesen mandadas a hacer para ella. Se asomó a la superficie de las aguas, utilizándola como espejo, y observó detenidamente su propio reflejo. Le parecía increíble que esa persona que la miraba desde abajo con unos ojos de sorpresa fuese ella misma.
XXX
¡Auxilio¡Auxilio!
- ¡Que alguien nos ayude!
- ¡Es un youkai maligno!
Había caos entre los habitantes del pequeño feudo. Corrían de un lado hacia otro, tratando de resguardarse lo mejor posible de las garras y colmillos del youkai que los atacaba, amenazando su pacífica existencia.
No era una bestia muy imponente: tendría la altura de un hombre, sus penetrantes ojos miraban todo con maldad, mientras su hocico babeaba profusamente. Eso fue justamente lo que vio Rin al llegar al lugar.
- Miren... ¡Una sacerdotisa! -dijo uno de los aldeanos.
- Por favor, señorita... ¡Ayúdenos! -lloró una niña, mientras se abrazaba a su regazo. Rin pudo percibir con sus poderes que la bestia no era muy fuerte y que no le costaría mucho trabajo derrotarla. Dejó sus cosas en el piso y se separó de la niña, dirigiéndose hacia el youkai.
De una de sus mangas sacó unas pequeñísimas dagas, las cargó con su poder espiritual tal como Kagome le había enseñado tiempo atrás y antes que de cualquiera de los lugareños pudiese decir algo, las lanzó contra el youkai. - Pero... ¿Cómo? -se preguntaban asombrados. Lo que antes era un youkai, ahora estaba reducido a un puñado de polvo.
- ¡Señorita! -le dijo un hombre, que por sus ropas se podía saber que era un campesino.- ¡Estamos muy agradecidos con usted¿Cómo podemos pagarle?
- No es nada. -sonrió Rin.- De verdad. No era una bestia muy fuerte.
Hizo una reverencia a modo de despedida y cuando estaba aproximándose a recoger sus cosas para retomar su camino, sintió cómo todos los niños del lugar se abrazaban a ella.
- Señorita... ¡No se vaya! -dijo una niña.
- ¡Quédese aunque sea unos días! -dijo otro niño.
- ¡Por favor¡Por favooooor!
Rin siempre había tenido debilidad por los niños, quizás porque le recordaban a ella misma cuando pequeña. Se agachó hasta quedarse a la misma altura de los pequeños.
- Así que no quieren que me vaya. -les sonrió.
- No... ¡No se vaya! -dijeron a coro.
- ¿Tiene algún lugar a dónde ir? -preguntó uno de los lugareños, observando el equipaje que llevaba.
- La verdad... No. -respondió ella, mientras se incorporaba acariciando las cabecitas de los niños que la miraban con admiración.
- Nosotros nos sentiríamos muy honrados si se quedara con nosotros. Este es un feudo muy pequeño; sin embargo todos nos ayudamos unos a otros. Pero nunca hemos contado con la presencia de una sacerdotisa que nos ayude.
Rin lo pensó unos instantes. Antes había recibido las ropas de sacerdotisa. Ahora recibía una invitación para desempeñarse como tal en este feudo. ¿Necesitaba acaso alguna otra señal?
- Está bien. -sonrió.- Me quedaré.
Fin del Capítulo 2.
Reviews:
maya radcliffe: ¿Romántico? OK :S:S Y no te preocupes, que no soy del tipo que deja de escribir. Me puedo perder unas semanas (si hay parciales, trabajos o pereza), pero siempre regreso, jeje.
HawkAngel XD: OK, ya iré a leer tu fic. Y a mí también me encantan ellos como pareja. No sé, se me hace tierna, jeje.
silvi-chan: No te preocupes, que este fic ya está completamente planeado, escrito hasta el capítulo 4 y en constante continuación. (Creo que mencioné que lo voy publicando primero en una comu de Inuyasha...)
naoko LK: Jajajaja! Pues eso fue lo que se me ocurrió. Y creo que en algún momento llegaría a pasar¿no, que Sessh llegue a la conclusión de que Rin no se puede quedar con él para siempre...
Elen-Ses: Es que Rurouni Kenshin es mi favorito (Y Aoshi-Misao mi obsesión, jeje.) Sin embargo, es hora de darle su oportunidad a mis ideas con respecto a Inuyasha. (Que son varias ya... Creo que mi mente tan prolífera es una maldición TT). Y bueno, aunque este fic será cortito, creo que estará bien para comenzar con mis inu-sagas XD
mizuho: Pues aquí está la continuación y gracias por el review!
HADA: Jajajajaja! Oye, yo a tí te debería dar un premio por ser mi más fiel reviewer¿Qué quieres que te de? XD Pero bueno, ya vez que mis fics siempre son mero trágicos, aunque este no lo será tanto, jeje. Y sí, seguré con mi tendencia de que todo se terminará arreglando XD
Izayoi: Izayoi como mi suegrita? XD Me alegra que te parezca interesante y gracias por tu review!
Nos vemos en la próxima!
