Hola, los iento, lo siento, lo siento, he comentado ya que lo siento? en serio pero es que he estado muy liada con con el curro, la universidad y ahora el sexto libro de Harry Potter. En fin, ya se que este capítulo es más corto que los anteriores y algo más flojo, pero prometo que no será la dinámica habitual, pero esuq esi no lo subía el mes que viene y no era plan, así que quí está el tercer capítulo de la história, ahora los reviews:
SraMelis: dame elgo de credito, nena, Roma no se contruyó en un día, pero te aseguro que esto va a ser un Draco Ginny del tamño de Howarts, en relación a los años deben de rondar los 30
Kisuna-chan: bien, aquí empiezan las reacciónes de su vuelta al mundo mágico, y espera por que cuando estés en Howarts va a ver más, siento la tardanza
mBlack: me alegro de que te guste mi fic, la verdad es que el caracter de la nueva Ginny me tira más que no el de modosita que tiene en los libros, y por cierto, puedes contarme tu vida siempre que quieras, ya sabes donde dejar los mensages
abin: repito; siento el retraso, me alegro de que estés disfrutando del fic, en cuanto a lo del tatoo la verdad es que me espara más daño y no fue así, pero es depende de la parte del cuerpo que eliges, cuanto más cerca del hueso, menos daño.
a-grench: no se si te lo he comentado ya, pero tu si que sabes animara la gente, de veras me da mucha energia recibir tus fics, por que con el horario de curro que tengo, lo necesito.
Bien pues aquí os lo dejo, no olvideis mandarme más reviews.
:) besos-
Reacciones
En la sala de profesores no cabía ni una aguja, el director había reunido a todo el profesorado, entre ellos la profesora Granger, pero lo que más sorprendía a los profesores es que en la sala no había solo profesores, sino también destacados aurores, Draco Malfoy, Ronald Weasley, y Harry Potter que había venido directamente desde Australia, incluso el ministro de magia Arthur Wasley y su esposa se encontraban reunidos.
Albus alzó una mano pidiendo silencio, y no la bajó hasta que tuvo toda la atención de los presentes. Fue el chico que vivió quien hizo la pregunta que a todos les rondaba por la cabeza.
- Profesor Dumbledore, por que estamos todos aquí? – el director se lo quedó mirando un momento para después suspirar, había practicado el discurso toda la noche y ahora no le salían las palabras, patético, sin duda, así que decidió soltarlo a bocajarro a ver que fuegos artificiales salían.
- Os he llamado por que he encontrado una sustituta para la profesora Trelawney – los presentes pensaron al unísono "y para eso tanto follón?" – la nueva profesora ingresará junto a sus dos hijos por que tienen que tomar los exámenes de quinto nivel.
- Profesor Dumbledor – interrumpió Ron – todo esto es muy interesante, pero no veo por que nos ha hecho llamar a todos – Albus le pidió silencio con la mano para poder continuar.
- El nombre de la profesora es Ginebra Riddle, y su apellido de soltera fue Weasley – un tenso silencio se apoderó de la sala justo antes de desaparecer entre gritos, algunos desmayos y caras de estupefacción. Sin embargo fue la voz del ministro la que prevaleció ante todo el griterío.
- Te has vuelto loco! – gritó con furia – como puedes siquiera pensar en que esa de clase aquí? Nos traicionó a todos. Y con dos hijos nada menos – prosiguió alterado – los hijos de esa abominación por la que nos abandonó, serán peligrosos para los alumnos, los padres no consentirán que los hijos de ese asesino vayan a clase con los suyos – Albus decidió intervenir para calmar los ánimos.
- Es tu hija Arthur, y son tus nietos.
- Yo no tengo ninguna hija – susurró con desprecio, fue entonces que su esposa prorrumpió en un desesperado llanto. Albus miró a cada uno de los presentes, Ron al igual que su padre estaba rojo de furia y el héroe del mundo mágico estaba lívido y sin ninguna expresión.
- Que dices tu Harry? –preguntó el director, pero el niño que vivió parecía en su mundo y tan solo se dignó a susurrar.
- Hijos, hijos suyos y de él – pero Arthur volvió, a irrumpir antes de que Harry despertara de su ensoñación
- No lo permitiré Albus, esa mujer no dará clases en esta escuela ni sus engendros asistirán a ella!
- Lamento interrumpir Arthur, pero la señora Riddle ya ha sido contratada y el ministerio no tiene competencias para inmiscuirse en este tipo de asuntos – Arthur se levantó de sus silla dispuesto a protestar enérgicamente pero Albus lo calló con una sola mirada de advertencia – Sin embargo, si el ministerio se ha de sentir más seguro, acepto que un par de aurores elegidos por el ministro den clases en esta escuela y de paso vigilen con extrema discreción los pasos de la profesora Riddle y de sus hijos – esta vez fue Draco Malfoy quien intervino
- Por que eso de la extrema discreción, profesor?
- La profesora Riddle ha dejado muy claro que cualquier intento de dañar aunque sea verbalmente a sus hijos será tomado como una afrenta personal y con reacciones extremadamente violentas – explico Dumbledore eligiendo cuidadosamente sus vocabulario – así que para seguridad de todos, especialmente de las fuerzas del ministerio, la vigilancia que se ponga en ella o en sus hijos ha de ser en extremo sutil – Arthur se quedó pensativo hasta que finalmente aceptó con un movimiento de cabeza
- Está bien Albus acepto la propuesta, pero al más mínimo problema pienso reunir un ejercito entero si hace falta para acabar con esos seres. Los aurores que se quedarán serán los tres que están presentes, ahora, con permiso mi esposa y yo nos vamos – y ducho esto cogió a su mujer de un brazo y se la llevó de allí. Albus suspiró de nuevo, se estaba haciendo demasiado mayor para aguantar este tipo de situaciones
- Bien, una vez comunicado esto, solo me queda anunciar que la señora Riddle se incorporará el primero de septiembre y estará por un tiempo indefinido, ahora, damas, señores, si no les importa me gustaría hablar a solas con los caballeros que se encargarán de la vigilancia.
Un magnifico y enorme lobo blanco de ojos dorados paró en un prado delante de una casa que aún tenia las luces encendidas. Desde sus dos metros desde las patas hasta la cabeza agudizó sus sentidos y pudo entrever a dos ocupantes en ella, ambos en el salón. Se acercó a paso lento y sigiloso hasta su objetivo, pero antes de dar un paso más, ambas figuras abrieron la puerta de entrada, salieron por ella y se acercaron al depredador.
- Y bien mamá, como te ha ido? – preguntó el chico, el lobo sonrió con sus ojos y acto seguido se transformó en una hermosa mujer de pelo rojo sangre
- No me quejo Soren, traigo nuevas desde Howarts – ambos chicos prestaron atención atentos a las siguientes palabras de sus madre – Vamos a ir al castillo...los tres – añadió, Soren dejó ir un grito de entusiasmo mientras corría a abrazar a su madre, mientras que Raven, menos efusiva, se limitó a andar rápidamente hacia su madre
- Los tres, vamos a ir los tres? – preguntó Soren emocionado
- Sí, voy a impartir clases
- Déjame adivinar, adivinación? – dijo Raven sonriente
- Como lo has sabido? – preguntó Ginny siguiéndole la corriente
- Es un don – respondió sonriendo enigmáticamente
- Bueno chicos, se acabó la charla, mañana hay que levantarse temprano para ir a la escuela, ya sabéis las normas, nada de...
- Sí, sí, lo sabemos – la interrumpió Soren – nada de magia sin varita, nada fuera de lo normal, nada de transformarse en ninguna de nuestras formas animagas, nada de cambiar de apariencia, se me olvida algo?
- No, veo que de vez en cuando prestas atención a las charlas de tu madre – respondió Ginny sonriente – Ahora todos hacia arriba, a dormir – cada uno de sus hijos le dio dos besos deseándole buenas noches y subió rápidamente hacia la casa, deseando empezar en un lugar del que habían oído muchas historias. Ginny se los quedó mirando un rato con una sonrisa en la cara y luego los siguió pensando " allá vamos de nuevo".
