Chapter 2: El anillo
Casi sin aire abrió la puerta del dormitorio, un tumulto de emociones cargaba su cuerpo. Hace no más de 5 minutos estuvo a punto de ser besada por su enemigo de escuela...
Para ella Draco Malfoy, no era nada más que un tipo arrogante, orgulloso, petulante, etc, etc, etc. Además de ser hijo de uno de los mortífagos más allegados a Voldemort, quien había provocado la muerte de mucha gente querida y que Harry Potter y Ronald Weasley –sus mejores amigos- casi perdieran su vida también.
Existían muchas razones para desconfiar de este Malfoy y para cuestionar su nuevo comportamiento hacia ella (que por lo demás siempre fue de odio y desprecio).
Se recostó en su cómoda cama, ni siquiera se molesto en ponerse el pijamas, miraba el techo con los ojos entrecerrados, pero poco a poco se juntaron completamente.
oooo
La nieve caía despacio en el verde pasto, podía percibir el agradable aroma a pureza del aire. Pudo notar como una silueta encapuchada se acercaba despacio hasta ella. Un leve escalofrío recorrió todo su cuerpo al reconocer una platinada cabellera y una elegante sonrisa debajo de la negra capa.
Hermione levanto la vista con un brillo en los ojos, una sonrisa se dibujo en su dulce rostro.
-Tan puntual como siempre- dijo la chica con un dejo de asombro.
-Bueno, no me gusta hacerla esperar-
Fundieron sus miradas para luego dar paso a un tierno beso. Hermione sentía como la frialdad del joven paco a poco iba desapareciendo, se separaron, pero de pronto Draco Malfoy comenzó a reír descaradamente en su cara. La chica lo miró con horror, se echó a correr hacia el castillo.
De un segundo a otro la Premio Anual se encontraba enredada entre sus suaves sábanas en la torre de Gryffindor. Sólo fue una pesadilla, sin embargo, aun sentía las crueles carcajadas del Slytherin' en su cabeza.
¿Qué ocurría en su subconsciente que no le permitía sacar al prefecto de ahí? Giró a ver el reloj de la mesita, ya marcaba las 6:50. era obvio que no podría seguir durmiendo, así que decidió darse un largo baño y ver si así quizás aclarase.
ooo
-¿qué ocurre Hermi? No traes buena cara- Ginny Weasley, la única y menor de 7 hermanos inspeccionaba a Hermione con ojo crítico, no era común verla tan despistada y sin el leve sonrojo en sus mejillas.
-no es nada, preocupaciones innecesarias por los exámenes, nada de mucha importancia- mintió la castaña con una sonrisa de lado. La pelirroja no parecía muy conforme con la respuesta y nuevamente abría su boca para reclamar, pero Hermione la interrumpió- tranquila, no te preocupes, en serio, bajemos a desayunar antes de que Ron nos quiera colgar por demorarnos.
Bajaron al Gran Comedor, la joven Granger intentaba mantener su falsa sonrisa, mientras que la Weasley la seguía observando de reojo y con cierto recelo.
Ginevra Molly Weasley cursaba 6º año en Hogwarts, pertenecía la casa Gryffindor, al igual que su hermano Ron que ya iba en 7º curso. Era la dueña de un pelo radiantemente rojo, unos ojos azul intenso y una carita d niña inocente (un par de pecas ayudaban en ello). Pero la verdad es que ya no era un niña, era lo bastante madura como para aconsejar a su amiga Hermione.
Para ella Hermi (como solía decirle) significaba un gran apoyo y siempre que podía deseaba ayudarle, por esta razón es que se preocupo por la extraña actitud de su amiga. Probablemente tendría que ver con el castigo que tuvo que cumplir la noche anterior.
-¿por qué siempre se demoran tanto?- la voz sentida de su hermano la sacó bruscamente de sus pensamientos.
Hermione sonrió para sus adentros, ¿qué sería de ella sin sus amigos?.
Un escalofrío recorrió su espalda, se sentía penetrada por una acosadora mirada, lentamente volteó y se topó con 2 perlas azul-grisáceo observándola.
Le sostuvo el duelo una fracción de segundo, hasta que el rubio dibujo en su rostro algo similar a una sonrisa amable y levantó su cabeza y manos para recibir el correo matutino. Hermione lo imitó.
Sólo era "El Profeta" con nuevos hallazgos de aliados a Voldemort, y más brujas modelos saliendo con jugadores muy famosos de quidditch.
-Basura- murmuro para ella.
-Hermi, ¿por qué no te has puesto el anillo que te dio tu abuela?- el comentario de Ron sorprendió a la chica.
Observó su dedo anular derecho, y no estaba.. ¡el último recuerdo de su abuela no estaba! ¿dónde lo dejaría?..
-no me había percatado ¡ya sé!- recordó de pronto- ayer en la biblioteca me dio mucho frío y usé un hechizo para calentar mis manos, esto las debe haber puesto resbalosas y seguramente el anillo se cayó, pues cuando me afirme de un estante casi me caigo.
-Ve luego mejor- la apresuró Harry.
Hermione partió casi corriendo, ese anillo era muy importante para ella y todas u familia.
Llegó casi sin aire al templo de la sabiduría, se adelantó hasta la mesa en que estuvo estudiando la tarde anterior, pero estaba ocupada.
-Buen día, Granger- la petulante voz de Draco Malfoy le advirtió que algo no andaba bien.
-¿qué haces tú aquí?
-Bueno, pensé que vendrías... por esto- el rubio estiró su pálida mano y la abrió lentamente.
Hermione abrió sus ojos color miel con rabia, todo fue una trampa del Sly.. ¿qué querría esta vez?.
-¿cómo lo conseguiste?
-¿tú crees que te ayude a guardar ese frasco porque soy amable? Vamos Granger, procesa...
-devuélvemelo.
-realmente pensé que eras una sangre sucia, lo admito, me engañaste, o me vas a negar que no sabías que tu abuelas era una gran bruja....
-¿de qué hablas Malfoy?
-jajaja, parece que no sabías que tu abuela era Jane Granger.
-Claro que lo sé idiota, pásame el anillo.
Draco se levantó bruscamente, caminó hasta la castaña y nuevamente la desafío a un duelo de miradas. La chica dio un paso hacia atrás pero acepto el desafío, la mirada del joven prefecto la hacía temblar por completo.
El que poseía el anillo levantó su mano izquierda y al igual que la noche anterior, corrió un rebelde rizo a su lugar, poseía una respiración serena y calmadas, además de un olor extremadamente familiar.
La pequeña Gry- así se sentía en ese minuto- se hubiese abalanzado sobre el chico, pero se contuvo, recordó de pronto su anillo, y decidió seguirle el juego.
Continuó manteniéndole la mirada, pero esta vez fue ella quien se acerco, juntó su perfecta nariz a la de él, noto que el joven estaba muy contrariado, era ahora o nunca, le arrebató el anillo de la mano y retrocedió un paso.
-toda mi familia es muggle, y estoy orgullosa de ello- Hermione se puso el anillo, giró sobre sus pies y caminó rápidamente hacia el gran comedor.
¿qué tenía que ver su pobre abuela Jane en todo esto? ¿qué planeaba Malfoy esta vez? ¿por qué no podía sacar sus pupilas azules-grisáceos de su cabeza?.
"Una cosa a la vez", así solía repetir su ancestra paterna, así que la primera sería investigar el árbol genealógico de la familia Granger, pero ¿dónde?, se supone que ellos no tienen una gota de magia... pero...
-¿lo encontraste?- un joven de ojos verdes y pelo negro azabache la volvía a la realidad.
-sí, pero.. si me disculpan debo mandar algunas cartas, nos vemos en la clase de Snape.
-¿quieres otro castigo con Malfoy?, quedan cinco minutos para la clase...- por primera vez en su vida, Ron era razonable.
-tienes razón.... iré después...
ooo
Querido papá:
No tengo mucho tiempo ahora,
Pero necesito saber cuál
Era el apellido de soltera de
La abuelita Jane. Pronto
Sabrás porque, respóndeme
Lo antes posible. Un beso Hermione.
Si su teoría era correcta.. entonces Malfoy quizás tenía razón.. no debía precipitarse. Lo mejor era esperar la respuesta de su padre.
Flash Back
-¡abuelita!, léeme otra vez ese cuento de los magos fundadores de ese colegio para personas que usaban varitas.
-no lo sé, ya casi te lo sabes de memoria, Hermi.
-bueno, pero respóndeme algo... ¿existe ese colegio?
-me temo que no, mi pequeña.
-¿y la magia?
-si tú la sientes dentro de tu corazón, claro que existe, sin necesidad de varitas...
Una jovencita de 6 años, con cabello enmarañado y con unos incisivos más grandes de lo normal, observaba con admiración a su abuela paterna; la anciana de cabellos blancos y ojos color miel como los de su nieta, contenía en su mente un sin fin de historias de brujas y magos. Como la de los creadores de Hogwarts, que era uno de los favoritos de la niña....
End Flash Back
-¿descuidando tus labores de prefecta?
-¿qué quieres ahora Malfoy?
Draco chasqueo la lengua en señal de desaprobación, y acortó la distancia entre ellos como sólo el sabía hacerlo. Este peligroso acercamiento la hizo temblar, le daba cierto pavor sentirlo tan cerca, temía no poder reaccionar correctamente.
No se hablaron, las palabras estaban de más entre ellos, y si rompían el silencio, de seguro sería con un insulto, pero ese momento fue tan mágico y secreto que no querían arruinarlo, más bien sus miradas se complementaron y hablaron por ellos.
Estaban tan cerca el uno del otro, que el aire se hacía escaso, por lo de más ambos mantenían la respiración agitada y expectante ¿qué estaba ocurriendo?.
Hermione levanto levemente su mano, con la intención de juguetear con su pelo, quizás eso la ayudara a pensar, pero Draco se la detuvo en el aire y entrelazo sus dedos, la chica sentía que se desmayaría ahí mismo ¿qué era eso de dejar que Malfoy la acariciara? Pero no podía hacer nada, le agradaba el cosquilleo.
El joven Sly dibujo una sonrisa amable en su rostro, pero luego esa misma sonrisa se torno triste, y el rubio bajo su cabeza, soltó la mano de la chica y se fue corriendo con dirección a las mazmorras.
La chica lo siguió con la mirada mientras parpadeaba sorprendida, realmente no esperaba esa reacción del prefecto de las serpientes, ¿se sentía decepcionada por esperar... un beso? Pero qué cosas pensaba, un beso de Draco Malfoy, eso si que era ridículo, pero lo que debía admitir, es que se sentía fuertemente atraída por las pupilas mas penetrantes en la historia de Hogwarts.
El encuentro con el heredero de la fortuna Malfoy, después de dejar la carta para su padre en la Lechucería, no había colaborado a mejorar su gran madeja de pensamientos enredados como si un felino hubiese estado jugando con ellos.
Por ahora debía esperar la respuesta de su padre, para así poder investigar que tenía que ver el anillo que le dio su abuela, con que ella no fuese descendiente solamente de muggles.
Con esta idea fija en su mente, el acongojado cuerpo de Hermione Granger se dispuso a dormir entre las tibias sábanas de su cama.
ooo
El paisaje a las afueras del imponente castillo era magnífico, el blanco alrededor contagiaba a los alumnos con risas y juegos.
Como siempre, ella se encontraba refugiada en un árbol cercano al gran lago, esperándolo, esperando su beso de cada día, ¿y por qué no? Un paseo en su maravillosa escoba.
Apareció de pronto con su negra capa que lo cubría por completo, y oculto los ojos de su amada con sus frías manos, mientras depositaba lo que ella estaba esperando en sus labios.
-un bello día para relajarse ¿no lo crees?
-claro que sí.
Se sentó junto a ella y miraron juntos como unos pequeños de 1º año se caían en la nieve y se volvían a para con gran dificultad. Rieron, rieron a más no poder, mientras él la abrazaba y así poder brindarle su calor...
-Hermi, Hermi, oh vamos, despierta.. Harry y Ron se fueron a sus prácticas y me pidieron que te avisara, yo me tengo que ir también, ve a vernos.. ¿vale?.
-sí, claro Ginny...
La pelirroja sonrío ampliamente y bajo radiante con su equipo de quidditch, mientras que la castaña aún no quería despertar de aquel sueño con.. Draco Malfoy. Pero algo la hizo despegar por completo sus párpados.
Querida Mione:
El nombre de soltera de tu
Abuela era: Jane Rose Thomas,
Espero que te sirva, un beso Papá.
-Thomas... como... Dean...
Fín del capitulo!!: uff!! Ke emocion.. weno weno, raro esto de la abuela, pero pronto sabran mas detalles espero ke sigan mi fic pk lo hago con musho cariño ... dejen mensajitos vale?.. un besho!!
Casi sin aire abrió la puerta del dormitorio, un tumulto de emociones cargaba su cuerpo. Hace no más de 5 minutos estuvo a punto de ser besada por su enemigo de escuela...
Para ella Draco Malfoy, no era nada más que un tipo arrogante, orgulloso, petulante, etc, etc, etc. Además de ser hijo de uno de los mortífagos más allegados a Voldemort, quien había provocado la muerte de mucha gente querida y que Harry Potter y Ronald Weasley –sus mejores amigos- casi perdieran su vida también.
Existían muchas razones para desconfiar de este Malfoy y para cuestionar su nuevo comportamiento hacia ella (que por lo demás siempre fue de odio y desprecio).
Se recostó en su cómoda cama, ni siquiera se molesto en ponerse el pijamas, miraba el techo con los ojos entrecerrados, pero poco a poco se juntaron completamente.
oooo
La nieve caía despacio en el verde pasto, podía percibir el agradable aroma a pureza del aire. Pudo notar como una silueta encapuchada se acercaba despacio hasta ella. Un leve escalofrío recorrió todo su cuerpo al reconocer una platinada cabellera y una elegante sonrisa debajo de la negra capa.
Hermione levanto la vista con un brillo en los ojos, una sonrisa se dibujo en su dulce rostro.
-Tan puntual como siempre- dijo la chica con un dejo de asombro.
-Bueno, no me gusta hacerla esperar-
Fundieron sus miradas para luego dar paso a un tierno beso. Hermione sentía como la frialdad del joven paco a poco iba desapareciendo, se separaron, pero de pronto Draco Malfoy comenzó a reír descaradamente en su cara. La chica lo miró con horror, se echó a correr hacia el castillo.
De un segundo a otro la Premio Anual se encontraba enredada entre sus suaves sábanas en la torre de Gryffindor. Sólo fue una pesadilla, sin embargo, aun sentía las crueles carcajadas del Slytherin' en su cabeza.
¿Qué ocurría en su subconsciente que no le permitía sacar al prefecto de ahí? Giró a ver el reloj de la mesita, ya marcaba las 6:50. era obvio que no podría seguir durmiendo, así que decidió darse un largo baño y ver si así quizás aclarase.
ooo
-¿qué ocurre Hermi? No traes buena cara- Ginny Weasley, la única y menor de 7 hermanos inspeccionaba a Hermione con ojo crítico, no era común verla tan despistada y sin el leve sonrojo en sus mejillas.
-no es nada, preocupaciones innecesarias por los exámenes, nada de mucha importancia- mintió la castaña con una sonrisa de lado. La pelirroja no parecía muy conforme con la respuesta y nuevamente abría su boca para reclamar, pero Hermione la interrumpió- tranquila, no te preocupes, en serio, bajemos a desayunar antes de que Ron nos quiera colgar por demorarnos.
Bajaron al Gran Comedor, la joven Granger intentaba mantener su falsa sonrisa, mientras que la Weasley la seguía observando de reojo y con cierto recelo.
Ginevra Molly Weasley cursaba 6º año en Hogwarts, pertenecía la casa Gryffindor, al igual que su hermano Ron que ya iba en 7º curso. Era la dueña de un pelo radiantemente rojo, unos ojos azul intenso y una carita d niña inocente (un par de pecas ayudaban en ello). Pero la verdad es que ya no era un niña, era lo bastante madura como para aconsejar a su amiga Hermione.
Para ella Hermi (como solía decirle) significaba un gran apoyo y siempre que podía deseaba ayudarle, por esta razón es que se preocupo por la extraña actitud de su amiga. Probablemente tendría que ver con el castigo que tuvo que cumplir la noche anterior.
-¿por qué siempre se demoran tanto?- la voz sentida de su hermano la sacó bruscamente de sus pensamientos.
Hermione sonrió para sus adentros, ¿qué sería de ella sin sus amigos?.
Un escalofrío recorrió su espalda, se sentía penetrada por una acosadora mirada, lentamente volteó y se topó con 2 perlas azul-grisáceo observándola.
Le sostuvo el duelo una fracción de segundo, hasta que el rubio dibujo en su rostro algo similar a una sonrisa amable y levantó su cabeza y manos para recibir el correo matutino. Hermione lo imitó.
Sólo era "El Profeta" con nuevos hallazgos de aliados a Voldemort, y más brujas modelos saliendo con jugadores muy famosos de quidditch.
-Basura- murmuro para ella.
-Hermi, ¿por qué no te has puesto el anillo que te dio tu abuela?- el comentario de Ron sorprendió a la chica.
Observó su dedo anular derecho, y no estaba.. ¡el último recuerdo de su abuela no estaba! ¿dónde lo dejaría?..
-no me había percatado ¡ya sé!- recordó de pronto- ayer en la biblioteca me dio mucho frío y usé un hechizo para calentar mis manos, esto las debe haber puesto resbalosas y seguramente el anillo se cayó, pues cuando me afirme de un estante casi me caigo.
-Ve luego mejor- la apresuró Harry.
Hermione partió casi corriendo, ese anillo era muy importante para ella y todas u familia.
Llegó casi sin aire al templo de la sabiduría, se adelantó hasta la mesa en que estuvo estudiando la tarde anterior, pero estaba ocupada.
-Buen día, Granger- la petulante voz de Draco Malfoy le advirtió que algo no andaba bien.
-¿qué haces tú aquí?
-Bueno, pensé que vendrías... por esto- el rubio estiró su pálida mano y la abrió lentamente.
Hermione abrió sus ojos color miel con rabia, todo fue una trampa del Sly.. ¿qué querría esta vez?.
-¿cómo lo conseguiste?
-¿tú crees que te ayude a guardar ese frasco porque soy amable? Vamos Granger, procesa...
-devuélvemelo.
-realmente pensé que eras una sangre sucia, lo admito, me engañaste, o me vas a negar que no sabías que tu abuelas era una gran bruja....
-¿de qué hablas Malfoy?
-jajaja, parece que no sabías que tu abuela era Jane Granger.
-Claro que lo sé idiota, pásame el anillo.
Draco se levantó bruscamente, caminó hasta la castaña y nuevamente la desafío a un duelo de miradas. La chica dio un paso hacia atrás pero acepto el desafío, la mirada del joven prefecto la hacía temblar por completo.
El que poseía el anillo levantó su mano izquierda y al igual que la noche anterior, corrió un rebelde rizo a su lugar, poseía una respiración serena y calmadas, además de un olor extremadamente familiar.
La pequeña Gry- así se sentía en ese minuto- se hubiese abalanzado sobre el chico, pero se contuvo, recordó de pronto su anillo, y decidió seguirle el juego.
Continuó manteniéndole la mirada, pero esta vez fue ella quien se acerco, juntó su perfecta nariz a la de él, noto que el joven estaba muy contrariado, era ahora o nunca, le arrebató el anillo de la mano y retrocedió un paso.
-toda mi familia es muggle, y estoy orgullosa de ello- Hermione se puso el anillo, giró sobre sus pies y caminó rápidamente hacia el gran comedor.
¿qué tenía que ver su pobre abuela Jane en todo esto? ¿qué planeaba Malfoy esta vez? ¿por qué no podía sacar sus pupilas azules-grisáceos de su cabeza?.
"Una cosa a la vez", así solía repetir su ancestra paterna, así que la primera sería investigar el árbol genealógico de la familia Granger, pero ¿dónde?, se supone que ellos no tienen una gota de magia... pero...
-¿lo encontraste?- un joven de ojos verdes y pelo negro azabache la volvía a la realidad.
-sí, pero.. si me disculpan debo mandar algunas cartas, nos vemos en la clase de Snape.
-¿quieres otro castigo con Malfoy?, quedan cinco minutos para la clase...- por primera vez en su vida, Ron era razonable.
-tienes razón.... iré después...
ooo
Querido papá:
No tengo mucho tiempo ahora,
Pero necesito saber cuál
Era el apellido de soltera de
La abuelita Jane. Pronto
Sabrás porque, respóndeme
Lo antes posible. Un beso Hermione.
Si su teoría era correcta.. entonces Malfoy quizás tenía razón.. no debía precipitarse. Lo mejor era esperar la respuesta de su padre.
Flash Back
-¡abuelita!, léeme otra vez ese cuento de los magos fundadores de ese colegio para personas que usaban varitas.
-no lo sé, ya casi te lo sabes de memoria, Hermi.
-bueno, pero respóndeme algo... ¿existe ese colegio?
-me temo que no, mi pequeña.
-¿y la magia?
-si tú la sientes dentro de tu corazón, claro que existe, sin necesidad de varitas...
Una jovencita de 6 años, con cabello enmarañado y con unos incisivos más grandes de lo normal, observaba con admiración a su abuela paterna; la anciana de cabellos blancos y ojos color miel como los de su nieta, contenía en su mente un sin fin de historias de brujas y magos. Como la de los creadores de Hogwarts, que era uno de los favoritos de la niña....
End Flash Back
-¿descuidando tus labores de prefecta?
-¿qué quieres ahora Malfoy?
Draco chasqueo la lengua en señal de desaprobación, y acortó la distancia entre ellos como sólo el sabía hacerlo. Este peligroso acercamiento la hizo temblar, le daba cierto pavor sentirlo tan cerca, temía no poder reaccionar correctamente.
No se hablaron, las palabras estaban de más entre ellos, y si rompían el silencio, de seguro sería con un insulto, pero ese momento fue tan mágico y secreto que no querían arruinarlo, más bien sus miradas se complementaron y hablaron por ellos.
Estaban tan cerca el uno del otro, que el aire se hacía escaso, por lo de más ambos mantenían la respiración agitada y expectante ¿qué estaba ocurriendo?.
Hermione levanto levemente su mano, con la intención de juguetear con su pelo, quizás eso la ayudara a pensar, pero Draco se la detuvo en el aire y entrelazo sus dedos, la chica sentía que se desmayaría ahí mismo ¿qué era eso de dejar que Malfoy la acariciara? Pero no podía hacer nada, le agradaba el cosquilleo.
El joven Sly dibujo una sonrisa amable en su rostro, pero luego esa misma sonrisa se torno triste, y el rubio bajo su cabeza, soltó la mano de la chica y se fue corriendo con dirección a las mazmorras.
La chica lo siguió con la mirada mientras parpadeaba sorprendida, realmente no esperaba esa reacción del prefecto de las serpientes, ¿se sentía decepcionada por esperar... un beso? Pero qué cosas pensaba, un beso de Draco Malfoy, eso si que era ridículo, pero lo que debía admitir, es que se sentía fuertemente atraída por las pupilas mas penetrantes en la historia de Hogwarts.
El encuentro con el heredero de la fortuna Malfoy, después de dejar la carta para su padre en la Lechucería, no había colaborado a mejorar su gran madeja de pensamientos enredados como si un felino hubiese estado jugando con ellos.
Por ahora debía esperar la respuesta de su padre, para así poder investigar que tenía que ver el anillo que le dio su abuela, con que ella no fuese descendiente solamente de muggles.
Con esta idea fija en su mente, el acongojado cuerpo de Hermione Granger se dispuso a dormir entre las tibias sábanas de su cama.
ooo
El paisaje a las afueras del imponente castillo era magnífico, el blanco alrededor contagiaba a los alumnos con risas y juegos.
Como siempre, ella se encontraba refugiada en un árbol cercano al gran lago, esperándolo, esperando su beso de cada día, ¿y por qué no? Un paseo en su maravillosa escoba.
Apareció de pronto con su negra capa que lo cubría por completo, y oculto los ojos de su amada con sus frías manos, mientras depositaba lo que ella estaba esperando en sus labios.
-un bello día para relajarse ¿no lo crees?
-claro que sí.
Se sentó junto a ella y miraron juntos como unos pequeños de 1º año se caían en la nieve y se volvían a para con gran dificultad. Rieron, rieron a más no poder, mientras él la abrazaba y así poder brindarle su calor...
-Hermi, Hermi, oh vamos, despierta.. Harry y Ron se fueron a sus prácticas y me pidieron que te avisara, yo me tengo que ir también, ve a vernos.. ¿vale?.
-sí, claro Ginny...
La pelirroja sonrío ampliamente y bajo radiante con su equipo de quidditch, mientras que la castaña aún no quería despertar de aquel sueño con.. Draco Malfoy. Pero algo la hizo despegar por completo sus párpados.
Querida Mione:
El nombre de soltera de tu
Abuela era: Jane Rose Thomas,
Espero que te sirva, un beso Papá.
-Thomas... como... Dean...
Fín del capitulo!!: uff!! Ke emocion.. weno weno, raro esto de la abuela, pero pronto sabran mas detalles espero ke sigan mi fic pk lo hago con musho cariño ... dejen mensajitos vale?.. un besho!!
