CAPITULO 8: PERSONALIDADES...

Aquel carro deportivo de color plateado se detuvo tras frenar con tal violencia, que la gente que pasaba por ahí se asomaba curiosa por saber quien era el loco que conducía tan lindo y espacioso auto.

La lluvia ya se había detenido, pero aun el viento soplaba con fuerza y el cielo se encontraba nubloso.

- ¡Llegamos! – anuncio Naoya con una sonrisa de satisfacción, pero quizás era el único contento, los demás, incluyendo Andréu, tenían una mueca de terror y estaban hasta atrás de sus asientos, incapaces de moverse.

- ¡Sáquenme de aquí! – grito Ryuichi intentando quitarse el cinturón para salir de aquel auto, y no fue el único, por que en cuanto Eduard, Joshua y Marco pudieron recuperar la movilidad de su cuerpo, también comenzaron a luchar por salir cuanto antes de aquel coche, el único problema ara que los cinturones no abrían, parecían tener un seguro especial.

- Naoya¿Por qué los cinturones no abren? – le pegunto Noriko que también había comenzado a forcejear en un intento de abrir su cinturón.

- Tienen un seguro especial – le respondió Naoya comprobando lo que todos pensaban.

- Bueno, ya nos trajiste... ¡Ahora sácanos de aquí! – le espeto Eduard con un genuino gesto de terror, mientras ya no luchaba por abrir su cinturón, si no por abrir la puerta, pero estaba tan nervioso, que no atinaba a abrirla.

Ante el asombro de todos, Naoya se quito el cinturón y salió del auto...

- ¿A dónde va? – pregunto Marco mientras lo observaba rodear el auto por la parte delantera...

- Me pidió que te llevara ante el lo mas pronto posible – le dijo Naoya a Ryuichi al abrir la puerta, mientras le quitaba el cinturón.

- Esta... Esta bien, creo... – dijo Ryuichi saliendo del auto y caminando junto con Naoya.

- ¡Oye¡Sácanos de aquí también! – le grito Joshua la verlos alejarse, mientras seguía intentando zafarse del cinturón.

- ¿Seria buena idea dejarlo solo con ese tipo? – pregunto Eduard que contemplaba como Naoya y Ryuichi ingresaban a la disquera.

- ¡Claro que no! – le espeto Marco que contemplaba con recelo a Naoya, mientras luchaba mas febrilmente por liberarse.

Antes de subir al elevador, Ryuichi vio que Naoya saco un pequeño control remoto que presiono, para luego empujarlo hacia dentro del elevador.

- Dime una cosa Naoya¿Por qué llegaste así de repente? – le pregunto Ryuichi mirándolo con seriedad; Aquel porte de Naoya, con una pistola en la cintura, otra mas en el chaleco, y una en el tobillo, le hacia mucha referencia a cierta persona que fue su manager en el pasado, pero mejor que nadie sabia que si quizás ambos venían del mismo lugar, Naoya era mas temible que K...

- Touma me explico lo que estaba sucediendo... – Ryuichi intento mantenerse sereno, pero un estremecimiento involuntario le recorrió el cuerpo.

- Ya veo. Pero para que te haya hecho venir de esa forma, eso significa que ya hablo con Amiya¿No es verdad? – pregunto mirándolo con mezcla de miedo y curiosidad.

- Así es; Yo estuve aquí cuando hablo con él, pero Amiya sigue en las mismas que hace 3 años... En cuanto se fue, Touma te llamo por teléfono, pero al no contestar, se preocupo de que algo malo te fuera a pasar y me mando a buscarte – en ese momento, Ryuichi recordó algo que por tanto alboroto, había olvidado, pero intento disimular con una sonrisa que mas que otra cosa, parecía nerviosa.

Naoya lo miro de reojo, pero no dijo nada.

- ¿Y de que hablaron? – le pregunto intentando alejar aquel recuerdo de su mente.

- Touma sabe que el fue el causante de lo sucedido en el ensayo hace ya 2 semanas, y Amiya sigue siendo tan hipócrita, que ni siquiera se atrevió a negarlo, simplemente dijo que dos bandas debían de caer con todo y sus integrantes, para que Kait ascendiera. Siempre he pensado que ese tipo esta loco, pero a Touma el que mas le preocupa eres tu, por que sabe que sin ti, la banda no puede hacer nada, y esta seguro de que Amiya piensa igual, así que por ahora, lo que mas le preocupa es tu seguridad... Ahora que lo recuerdo menciono algo de otro vocalista que pertenece a otra banda: Soy muy malo para los nombres... –

- Se llama Bad Luck, y su vocalista es Shuichi – le respondió Ryuichi algo intranquilo.

- Pues bueno, Touma dijo que ese chico también debía de andarse con cuidado, por que si el propósito de Amiya es destruir a ambas bandas, no necesariamente debe gastar esfuerzos en todos los miembros, pues solo con deshacerse de los vocalistas, las bandas dejaran de funcionar como lo hacían... – a Ryuichi le volvió a recorrer un segundo escalofrió, pero no por miedo a si mismo, si no por miedo a Shuichi, que nada tenía que ver con todo aquello, y únicamente por estar en segundo lugar en el rating, su vida peligraba...

- Shuichi perdió la memoria en el accidente pasado, Amiya debería dejarlo en paz por lo menos a él, ya que no representa ninguna amenaza – dijo con voz apaga y tono triste.

- Pero cabe la posibilidad de que el chico recupere la memoria, Ryuichi, y lo que Amiya no desea, es que le den competencia, y lo sabes – le recordó Naoya.

- ¿Quién diría que te tendría que volver a soportar día y noche? – inquirió Ryuichi con amargo sarcasmo.

- Vamos Ryuichi, será mas divertido esta vez, te lo prometo – le dijo Naoya palmeándole la espalda con tal fuerza, que a Ryuichi se le escapo el aire de los pulmones...

- ¡COF¡COF! Eso es lo que me temo... – murmuro intentando recuperar el aire perdido.

En aquel momento, la puerta del elevador se abrió dando paso a un pasillo lujoso y muy cómodo, decorado con algunos detalles en oro y plata... Ese era el piso privado de Touma, y se encontraba en el piso superior de la disquera.

Para Ryuichi aquello ya no resultaba tan asombroso como antes, pues ahora solía pasar todo el día ahí, y de vez en cuando la noche... Cosa aparte era Naoya...

- Este lugar bien se podría confundir con la casa de Touma – y no estaba del todo equivocado, ya que ese piso era exclusivo par él, y era a donde se iba cuando no quería que nadie le molestara; En aquel piso tenía un despacho muy amplio para trabajar, pero también una alberca, una enorme y hermosa terraza de hermosa vista, un bonito y acogedor cuarto, una cocina y un comedor, prácticamente se podría afirmar que esa era la casa de Touma, pues pasaba mas tiempo ahí que en su verdadera casa...

Comenzaron a caminar por el pasillo que bien podía ser un laberinto con pasillos hacia todos lados y direcciones, que llevaban a diferentes partes de aquello que bien se podría llamar: Casa.

Mientras doblaban una esquina, Ryuichi se apresuro a subirse el cierre de la chamarra, al recordar que la camisa la tenía llena de sangre, y aun que la cara ya no le sangraba, seguramente por que la sangre se le había bajado del susto, aun así no quería que Touma se preocupara si no hacia falta, y en aquel momento tenía mucho en que pensar como para preocuparse mas por él.

Naoya lo miro de reojo y sonrió; Conocía muy bien el buen corazón de Ryuichi y lo mucho que se esforzaba por no causarle problemas a Touma, cosa casi imposible siendo tan hiperactivo como era, sin embargo, siempre ponía de su parte, y a veces resultaba realmente divertido pasar el rato con el vocalista de Nittle Grasper.

Después de caminar un poco, se detuvieron frente a una hermosa puerta de madera de caoba muy bien tallada con figuras y formas distintas y muy bonitas. Naoya abrió la puerta y se hizo a un lado para dejar ingresar primero a Ryuichi, ya que sabia lo preocupado que a estas alturas debía de estar Touma, y que lo que mas le gustaría ver al abrirse la puerta, era a Ryuichi ingresando sano y salvo, o lo mas sano y salvo que se pudiera...

En cuanto la puerta se había abierto, Touma se había levantado de su asiento casi sin poder respirara de lo nervioso que estaba: Había dado ordenes muy claras de que nadie que no fuera Naoya o algún integrante de Nittle Grasper le molestara, así que cuando la puerta se abrió, ya se imaginaba quien era, y sintió que el alma le volvía, al ver ingresar a Ryuichi...

- ¡Hola! – exclamo Ryuichi sonriéndole con aquel gesto infantil que solo él sabia.

- ¡Ryuichi! – exclamo Touma alejándose de su escritorio y acercándose al vocalista para abrazarlo. Touma y Ryuichi siempre había mantenido su relación casi en secreto, pero con las únicas personas que quizás a Touma no le daba miedo demostrar lo que sentía por Ryuichi, eran: Noriko, Naoya, o inclusive los amigos de Ryuichi, que se habían vuelto sus amigos después de mil y un problemas...

- ¿Qué te paso en la cara? – le pregunto Touma alejándose un poco de él para contemplarlo; Ryuichi agacho la cabeza para ocultar su rostro de los escrutiñadores ojos de Touma.

- Nada – se apresuro a responder. Estaba aun empapado por la lluvia, pero aquello no había hecho que Touma pasara por alto aquellos pequeños cortes que tenía en diferentes partes de la cara.

- También los tienes en las manos – le dijo al tomar las manos de Ryuichi que tenía sujetas entre las suyas.

- ¡No es nada! – le espeto Ryuichi molesto, mientras con un movimiento brusco, zafaba sus manos de las de Touma; Si había algo de Touma que le molestara, era que quizás se preocupaba mucho por él, y era lo que menos quería, que Touma se preocupara por su culpa...

- Lo siento – le dijo Touma sonriéndole con ternura mientras volvía a abrazarlo – Será mejor que vayas a cambiarte, estas helado – le dijo después de separarse.

Ryuichi solo asintió y salió del despacho de Touma sonriendo levemente.

- Muchas gracias por traerlo – le dijo Touma mirando a Naoya agradecido.

- No te preocupes Touma – le respondió Naoya sonriéndole.

- Desde ahora quiero que estés muy al pendiente de él y de Noriko... –

- Y de ti también Touma, recuerda que el contrato especifica que debo cuidar de los integrantes de Nittle Grasper – le respondió Naoya haciendo énfasis en la palabra "Los".

- No me opondré a que hagas tu trabajo, pero sobre todo quiero mayor vigilancia para Ryuichi, no quiero que lo dejes solo durante mucho tiempo, y cualquier cosa que ocurra me avisas de inmediato... – una idea pareció venirle de pronto a la cabeza - ¿En donde están Noriko y los demás? – casi como si su mente hubiera evocado su aparición, ingreso Noriko muy furiosa seguida de Andréu, Eduard, Marco y Joshua que tampoco parecían muy contentos.

- ¿Cómo te has atrevido a dejarnos ahí afuera! – le espeto Noriko molesta.

- ¿En donde esta Ryuichi? – se apresuro a preguntar Marco que desde que había entrado, lo había buscado con la mirada.

- Esta cambiándose, y creo que ustedes debería hacer lo mismo – le respondió Touma que ya se había sentado de nuevo en su cómodo asiento de piel, tras su escritorio – Mas tarde quizás, podamos cenar – la idea de una rica cena y ropa que no estuviera estilando como la de ellos, pareció agradarles, y sin decir mas, accedieron...


- ¿Qué sucede? – le pregunto Shuichi a Eiri algo cohibido, pues este llevaba mas de media hora observándolo pensativo, y aquello no parecía ayudarle al chico a tranquilizar sus nervios.

- Esta pensando, eso es todo – le respondió Yuki sin darle gran importancia, pero también sin apartar los ojos de Shuichi.

- ¿Y no podrías voltear hacia otro lado para pensar? – le pregunto Shuichi aun mas incomodo que antes.

- Necesito inspiración para pensar... – le respondió Yuki con picardía, lo que obtuvo que el pobre de Shuichi de ruborizara, lo que esta vez no paso inadvertido por Yuki que sonrió al ver la reacción de su pequeño Koibito.

- La inspiración la puedes encontrar en cualquier parte – dijo Shuichi intentando no prestar atención a aquellas extrañas miradas que Eiri estaba poniendo.

- Pero me inspiro mas de esta forma... – su tono inclusive ya había pasado de ser bromista a ser pícaro.

- Que tonterías – exclamo intentando mantener la calma, cosa ya casi imposible...

- ¿Tu crees...? – aquélla no fue una pregunta, pero Shuichi estaba tan nervioso, que no sabia como catalogarla...

- Mira, tengo sueño, así que me iré a dormir – le dijo mientras se levantaba del suelo donde había estado sentado contemplando la lluvia caer con fuerza, pero como ya había dejado de llover, y la situación se estaba poniendo color de hormiga, pues lo mejor era irse a su cuarto.

- ¿No vas a cenar? – le pregunto sin dejar de verlo y sin cambiar la expresión de su mirada mientras lo veía caminar hacia la puerta de la sala.

- De pronto se me quito el hambre – le respondió Shuichi sintiendo como la cabeza volvía a darle vueltas.

- Pero no será por falta de hambre... – si Eiri seguía así, Shuichi ni quería pensar lo que podría pasar, y sacudiendo la cabeza fervientemente de un lado a otro, salió de la sala, mientras que Yuki lo miraba divertido.

- Falta poco – dijo para después beber un poco del vino que tenía en el vaso...


El sol salió tan cálido y reluciente como acostumbraba, pero esta vez, parecía que otra cosa seria lo que despertaría a Ryuichi, y no seria el único...

Naoya ingreso a la habitación del castaño tan sigilosamente como solo él podía; Cuando llego al tocador, dejo sobre este una granada a la que acababa de quitarle el seguro, y con el mismo sigilo con el que ingreso, volvió a salir... Al mismo tiempo que cerraba la puerta del cuarto de Ryuichi, se escucharon 4 explosiones sordas en diferentes partes de la casa...

Naoya sonrió satisfecho y comenzó a caminar hacia el comedor para esperar ahí a los bellos durmientes que seguramente no tardarían nada en bajar...

Al poco rato, Ryuichi ingreso al comedor con el cabello húmedo y una actitud muy despierta y fresca, señal de que se acababa de bañar.

- Tardaste en despertar – le dijo Naoya al verlo aparecer, mientras se paraba de la mesa en la que estaba sentado, y se dirigía a la cocina que estaba enseguida.

- Es que olvide que alguien tenía una rara maña de despertar a la gente cuando pasaban de las 9:00, por que de haberme acordado, me habría despertado a las 6:00 con tal de evitarlo... – le respondió Ryuichi con sarcasmo mientras le lanzaba miradas poco amigables.

- ¿QUIEN LO HIZO¡¡¿QUIÉN DEMONIOS PUSO UNA GRANADA DE JUGUETE EN MI CUARTO! – pregunto Joshua ingresando al comedor con un gesto furioso: Él también se había bañado ya que le había caído pólvora de la granada...

- Fue: Naoya – le informo Ryuichi con toda calma mientras se sentaba al lado de Andréu que ya estaba ahí cuando Ryuichi entro a la cocina.

En aquel momento, Naoya salió de la cocina con una bandeja que tenía 2 tazas de café.

- ¿Nadie te enseño que existen los despertadores para levantarse temprano! – le espeto Joshua al verlo ingresar.

- Buenos días Joshua – le saludo Naoya tan alegremente, que aquello casi parecía hipocresía.

- ¿Acaso piensas despertarnos así todas las mañanas! – le pregunto azotado las manos en la mesa.

- Lo hará si no te levantas antes de las 9:00 – le advirtió Ryuichi sin tomar gran importancia a lo que acababa de decir, lo cual indicaba lo acostumbrado que estaba a esas mañas de Naoya.

- Aquí tienes – le dijo Naoya a Ryuichi mientras le entregaba una de las tazas.

- Gracias – le agradeció Ryuichi tomando la taza de café que le ofrecía.

- Y esta es para ti – le dijo a Joshua poniendo la taza de café frente a él.

- ¡Me voy a volver loco! – exclamo mientras con aire de resignación, se dejaba caer en la silla que tenía detrás de él.

- Entonces la próxima vez ya se a que horas despertarme – todos voltearon a ver a Marco que acaba de ingresar y también parecía haberse bañado recientemente.

- ¿Ya despertó Eduard? – le pregunto Joshua.

- Lo dudo, a él ni siquiera una explosión verdadera lo despertaría... – le respondió Marco sonriendo divertido ante la idea.

Tras aquélla afirmación, Ryuichi contemplo temeroso a Naoya, al cual los ojos le brillaban como si lo que hubiera dicho Marco, fuera mas un reto que una afirmación...

- Naoya, no... – pero antes de que Ryuichi pudiera terminar la frase, Naoya ya había abandonado el comedor como un tornado.

- ¿Y a ese que le pico? – le pregunto Marco a Ryuichi mientras le robaba la taza de café a Joshua que ni siquiera la había tocado.

- ¡Era mía! – le espeto Joshua molesto, pero antes de que Marco le contestara, se escucharon 3 explosiones muy fuertes una después de otra, lo que ocasiono que la casa se cimbrara.

- ¡Tiembla! – grito Marco echándose bajo la mesa con una expresión de miedo.

- Mejor voy a detener a Naoya, si no, terminare perdiendo dos cosas... – dijo Ryuichi tras un suspiro mientras dejaba la taza de café en la mesa y se levantaba con un gesto de resignación.

- Dos cosas? – repitió Joshua sin comprender.

- ¿Cuáles son esas dos cosas? – quiso saber Marco.

- Mi casa y a mi amigo – le respondió Ryuichi mientras salía apresurado, pues una cuarta explosión se escucho en el segundo piso de la casa.

Tras la quinta explosión que sucedió justo cuando Ryuichi acaba de abandonar el comedor, Joshua y Marco se apresuraron a alcanzarlo.

- ¡YA¡¡ALÉJATE DE MI¡¡ERES UN MALDITO¡¡¿POR QUÉ HICISTE ESO! – cuando Ryuichi y los demás llegaron al pasillo en el que se encontraba la habitación de Eduard, este salía disparado hacia ellos, y a verlos, corrió a esconderse detrás de Ryuichi - ¡ESTA LOCO¡¡QUE NO SE ME ACERQUE¡¡ES UN MANIÁTICO QUE AMA LAS ARMAS Y OBJETOS PELIGROSOS¡¡ATRÁS, DEMONIO! – Ryuichi sonreía divertido, pues al ver la reacción de Eduard, recordó la suya propia la primera vez que Naoya le hizo algo como aquello.


- ¿Podría pedirte algo? – la voz de Shuichi lo saco de su pensamiento...

- ¿Qué¡Claro! – le respondió Yuki que había estado sentado en el sillón tan pensativo, que ni se había dado cuenta de que Shuichi acaba de entrar.

- ¿Podrías llevarme a NG? – Yuki casi dio un brinco del sillón al pararse.

- ¿Dijiste NG! – le pregunto como si no pudiera dar crédito a lo que oía - ¿Recordaste algo? –

- Solo... Solo creo se que me es familiar ese lugar – le respondió Shuichi bajando la cabeza pues no quería que Eiri se percatara de que se había ruborizado cuando él se acerco.

- Aun así no creo conveniente que vayas – dijo Yuki mas para si mismo que para Shuichi.

- ¿Por qué? – pregunto este levantando la mirada para verlo.

- La disquera es un lugar donde hay mucha gente, tu presencia ahí podría causar gran revuelo – le intento explicar Yuki buscando las palabras adecuadas.

- ¿Revuelo? – repitió Shuichi confuso - ¿Por qué causaría revuelo? –

- Es que... – ¿Cómo podía explicárselo¿Cómo decirle que era un famoso cantante¿Qué pasaría si le contara toda la verdad? Por que la única verdad que en ese momento existía, era que a él ya no le quedaban mas pretextos para mantenerlo dentro de la casa, y jamás se negaría a hacer algo que Shuichi le pidiera...

- ¿Eiri? – la voz de Shuichi volvió a sacarlo de sus pensamientos.

- Escucha, simplemente no creo que sea muy buena idea, hay mucha gente y te preguntaran muchas cosas¿Comprendes? – Shuichi asintió algo inseguro – Vamos a desayunar, anda – y sin decirle mas, lo tomo por los hombros y lo dirigió hacia el comedor.

Shuichi no opuso resistencia, no podía, pues una extraña sensación de vació comenzaba a apoderarse de él.

Al ingresar a la cocina, Shuichi se detuvo en seco.

- ¿Qué sucede? – le pregunto Yuki.

- ¿Quién es Ryuichi? – aquella pregunta volvió a tener el mismo efecto en el escritor.

- ¿Qué tanto has recordado? – le pregunto poniéndose delante de él e inclinándose un poco para quedar a la misma altura.

- Nada, son solo nombres que me vienen a la mente – le respondió Shuichi esquivando la mirada de Eiri.

- Pues eso quiere decir que ya estas recuperando la memoria poco a poco – le dijo Yuki sonriéndole contento mientras le pasaba un brazo sobre los hombros y lo acercaba a él. Shuichi solo asintió en silencio mientras sentía que se ponía rojo por la cercanía del escritor...


Ryuichi había quedado de verse con Noriko y Touma en su despacho, mientras que Marco, Eduard, Joshua y Andréu, decidieron salir a pasear después de consultar un mapa junto con Ryuichi para evitar perderse nuevamente.

- ¿Qué te parece si tomamos un taxi? – le propuso Ryuichi cuando Naoya le abrió la puerta de su auto deportivo para que pasara.

- No seas tonto Ryuichi, sube – le respondió Naoya sonriendo divertido; Tras un suspiro, Ryuichi ingreso al auto nada convencido de querer compartir el auto con Naoya, si el conducía.

- Me da lastima el pobre Ryuichi – dijo Eduard mientras contemplaba desde la ventana, como Naoya cerraba la puerta del lado de Ryuichi, y rodeaba el auto para subirse.

- Es verdad, yo preferiría llegar a pie a NG, que compartir auto con Naoya – opino Joshua.

- Sobre todo si Naoya conduce – comento Marco y los otros dos asintieron.

- Sin embargo, lo hacen por el bien de Ryuichi – intervino Andréu que bajaba las escaleras.

Es verdad, Touma esta muy preocupado por él – dijo Marco con tono preocupado.

- Pues yo solo espero que Naoya no acabe matando al pobre de Ryuichi con sus extrañas manías – murmuro Joshua al ver arrancar el auto a una velocidad endiablada.

- Por suerte nosotros logramos safarnos de tener que ir en el mismo auto que Naoya – dijo Eduard sonriendo.

- Lo que ahora me preocupa es que nos perdamos de nuevo, así que desde ahora te advierto que no te separaras de nosotros y seguiremos el plano tal y como nos ayudo a trazarlo Ryuichi¿Entendido? – le dijo Joshua mirándolo con desconfianza.

- Que malo eres – le dijo Eduard mirándolo enojado...


Naoya detuvo el auto al llegar al estacionamiento de NG, pero Ryuichi no podía bajarse hasta que Naoya le quitara el seguro del cinturón...

- Tengo algo que darte... – le dijo Naoya sin bajarse del auto.

- ¿Qué es? – le pregunto Ryuichi con curiosidad.

- Algo que se te cayo ayer... – y tras meter la mano derecha en su chamarra, saco 5 frascos de pastillas y el celular de Ryuichi, quien al verlos, se le hizo un hueco en el estomago... Por todo el alboroto de ayer, había olvidado por completo que se le había caído los frascos de pastillas y el celular dentro del carro cuando el segundo carro los había golpeado, y aun que lamentaba mucho haber perdido el celular, no se lamentaba tanto por las pastillas, sin embargo, al verlas en la mano de Naoya, se le vino a la mente la terrible idea de que Naoya podría habérselo dicho a Touma...

- No te preocupes, no se lo he dicho... – le dijo Naoya como si pudiera leer la mente del vocalista – Pero considero importante que se lo digas – Ryuichi asintió en silencio y tomo los frascos y el celular para guardárselos en las bolsas de su chamarra.

Salieron del auto e ingresaron al elevador que los llevaría al piso privado de Touma.

- ¿Por que no se lo has dicho? – le pregunto Naoya.

- No sabes por que haces una pregunta cuya respuesta conoces – le respondió Ryuichi de manera cortante.

- Te daré una semana para que se lo digas Ryuichi; Entiende que debo informarle de todo, y no creo que se alegre si se entera de que ya sabia de esto y no se lo dije... –

- No creo tener que darle explicaciones a nadie de lo que me pasa, Naoya – lo interrumpió Ryuichi con voz fría y tono molesto, mientras se cruzaba de brazos y le daba la espalda a Naoya.

- Sabes que solo se preocupa por ti Ryuichi, y estoy seguro de que si a él le pasara algo malo, tu querrías saberlo también... ¿Qué sentirías si él te escondiera algo como esto? – Ryuichi se descruzo de brazos y lo miro con tristeza.

- Ese no es el punto... –

- Claro que es el punto Ryuichi – le interrumpió Naoya – Por que él se preocupa por ti, y solo quiere que estés bien –

- Tiene demasiadas cosas que hacer, esto solo lo haría preocuparse por algo que no tiene importancia¡Ya lo tengo controlado! –

- Lo siento Ryuichi, lo único que puedo hacer, es darte una semana para que se lo digas, si no, yo se lo diré – le respondió Naoya con un tono que dejaba ver que se sentía mal, pero que tenía una responsabilidad por delante.

- ¡No se lo diré! – respondió Ryuichi cruzándose de brazos de nuevo molesto.

- Vamos Ryuichi, sabes que yo no tengo la culpa, es mi trabajo y nada puedo hacer – le dijo Naoya intentando disculparse.

- Aun así no tengo pensado decírselo – sentencio Ryuichi.

Pero antes de que Naoya le pudiera decir algo mas, las puertas del elevador se abrieron en el hermoso pasillo y Ryuichi se apresuro a salir de ahí.

Naoya no bajo inmediatamente del elevador, se quedo mirando a Ryuichi con una sonrisa llena de comprensión: En verdad lo comprendía, y lo quería mucho, lo que menos deseaba era causarle dolores de cabeza, pero Touma le había dejado muy claro antes de que comenzara a trabajar, que si le ocultaba algo de importancia, no solo lo despediría, si no que buscaría la manera de perjudicarlo de verdad, y aun que Touma no era un hombre de gran fuerza, si lo era de gran poder, y a veces el poder era de mayor influencia que la fuerza...

Ryuichi se detuvo en medio del pasillo, lo cual no le dio buena espina a Naoya que se apresuro a alcanzarlo.

- ¿Estas bien? – le pregunto al legar a su lado.

- Si... – respondió Ryuichi, pero la verdad era que todo se le hacia borroso.

- Debe de ser por que no te has tomado las medicinas a la hora indicada – le dijo Naoya agarrándolo de los hombros, pues Ryuichi se había puesto algo pálido y tembloroso, y temía que fuera a desmayarse ahí mismo.

- Necesito tomarme las pastillas y se me pasara... – a Naoya le pareció que Ryuichi lo decía intentando convencerse el mismo, pero no creyó oportuno comenzar a reprocharle nada.

- Esta bien; Vamos – y lo ayudo a llegar hasta la elegante y acogedora cocina; Ryuichi se sentó en una silla mientras Naoya le servia agua sin quitarle la vista de encima.

- Toma – le dijo entregándole le vaso y mirándolo preocupado.

- Gracias – dijo Ryuichi y saco los frascos para tomarse las pastillas.

Naoya permaneció observando en silencio como Ryuichi se tomaba las pastillas con cierto pesar, pero comprendiendo que era eso, o seguir sintiéndose terrible; Cuando termino de tomarse las pastillas, hundió la cabeza entre sus brazos que tenía cruzados sobre la mesa, con un gesto de resignado dolor.

- Tarde o temprano se dará cuenta Ryuichi... – dijo por fin caminando hasta Ryuichi.

- Esto se puede controlar Naoya; Se lo diría si fuera algo realmente importante – le respondió Ryuichi desde aquélla postura; Su voz sonaba entre cortada, y Naoya lo atribuyo al dolor que sentía.

- Para él, tu eres lo mas importante, y todo lo que te pase, es importante – le dijo Naoya con dureza, pues era necesario que comprendiera, y Ryuichi solía ser muy terco - ¿Ya te sientes mejor? – Ryuichi solo asintió sin levantar la cabeza – Entonces vamonos, Touma y Noriko deben de estar esperándonos ya – Ryuichi se paro y Naoya lo contemplo con ojo critico – Bueno, ya no te vez tan pálido, solo espero que Touma no se de cuenta –

- Se dará cuenta, siempre se da cuenta – murmuro Ryuichi con resignación mientras ambos abandonaban la cocina.

- ¡Se tardaron! – les espeto Noriko cuando Ryuichi y Naoya ingresaron a la oficina de Touma.

- Lo siento, Noriko – se disculpo Ryuichi sonriendo lo mas naturalmente que le fue posible, pero desde su asiento, Touma lo miraba con cierto recelo.

- ¿Y para que nos querían aquí tan temprano? – pregunto Naoya al percatarse de las miradas que Touma le dirigía a Ryuichi.

- Bueno, dado que por el momento Bad Luck no puede presentarse a laborara como es requerido a falta de su vocalista, Kait a pedido una entrevista con Nittle Grasper... – comenzó a decir Touma apartando por fin la mirada de Ryuichi mientras hojeaba unos papeles que tenía delante de él – No estoy muy seguro de darles la entrevista que desean, pues eso es tanto como invitar a Kait a nuestro terreno... –

- O en otras palabras, invitar a Amiya a venir... – termino Naoya la frase. Touma asintió.

Antes de que la banda se separara, Touma, además de ser el primer teclado, era también el productor; Noriko había asumido el papel de manager y segundo teclado, mientras que Ryuichi el de compositor y vocalista, y cuando volvieron a integrarse como banda, cada quien asumió el cargo que le correspondía...

- Yo no le veo el problema – dijo Noriko que al igual que Ryuichi y Naoya, habían tomado asiento en los cómodos sillones – Tu siempre has sabido tomar decisiones, por algo eres nuestro productor, además, no estoy muy segura de aceptar una entrevista con esos... – Noriko tuvo que dejar la frase al aire para evitar decir algo indebido.

- ¿Tu que piensas, Ryuichi? – le pregunto Touma mirándolo.

- No me interesa – sus palabras fueron tan frías como el hielo cuando pronuncio aquello.

- ¿Qué no te interesa, Ryuichi? – le pregunto Noriko intentando buscar sus ojos, pues tenía la cabeza agachada y la mirada fija en el suelo.

- No me interesa nada que tenga que ver con Kait, ni con Amiya, pero haré lo que ustedes crean conveniente para Nittle Grasper – respondió levantando la mirada; Por lo regular, cuando Ryuichi dejaba de comportarse como un niño hiperactivo, se comportaba como una persona muy decidida y segura de si misma, pero carismática y agradable, cualquiera que lo conociera, diría que tenía dos personalidades muy diferentes... Pero esta vez, la mirada de Ryuichi era diferente, se había vuelto fría y llena de rencor, una mirada y una actitud que Touma y Noriko, al igual que Naoya, solo habían visto dos veces en todo lo que lo conocían: Cualquiera podría catalogarlo como su tercera personalidad...

- Ryuichi... – murmuro Touma sin poder dar crédito a lo que sus ojos veían.

- Y si ya terminaron, me voy, no tengo deseos de continuar con esta platica – dijo Ryuichi parándose con majestuosa frialdad mientras caminaba hacia la puerta.

- ¡Espera Ryuichi! – le pidió Touma.

- ¿Qué quieres? – pregunto dándole a su voz un tono glasear, pero sin voltearse a mirarlo.

- No es necesario que adoptes esa actitud, yo te prometí que... –

- Recuerdo perfectamente lo que prometiste, no debes recordármelo, gracias – le interrumpió Ryuichi con dureza.

- Es solo que... –

- Si eso era todo me voy – y sin dejar a Touma acabar, salió del despacho cerrando la puerta tras de si.


Gomen Nasai por la tardanza!

Es que tuve unos cuantos problemas y me fue muy dificil terminar este capitulo... Aun asi, espero les guste!

Lamentablemente no podre contestar a cada uno de sus Reviews debido a una nueva regla que se a implementado, aun asi, quiero que sepa que estoy muy agradecida con todos ustedes, y que leo todos y cada uno de sus mensajes... Arigato!

Sinceramente espero este capitulo les guste, yo por lo pronto me despido, pues debo comenzar el noveno ahora que tengo inspiracion...

Cuidance!