Capítulo III: Una nueva vida
Su corazón latía casi imperceptiblemente, sus ojos permanecían fuertemente cerrados, su respiración era leve y sudaba… sentía escalofríos pero a la vez, una calidez inigualable. Todos los mejores momentos de su vida recorrieron su mente como en una película interminable. Y al fin… al fin despertó…
Su mente estaba fuera de control… sus colmillos bañados por la sangre de esa muchacha… su cabellera desparramada acariciando la piel de su víctima… jadeaba levemente y una mirada maligna adornaba su rostro mientras que pequeñas líneas de sangre bajaban de su boca…Pero, algo…algo extraño invadió sus pensamientos, un recuerdo que golpeó su ya abatida mente… cedió ante el dolor que le provocó esa repentina memoria y calló inconsciente…
Rioko despertó… y enseguida vio el cuerpo de Shido, estaba en sus brazos. Se soltó con fuerza y se sorprendió: Sangre… sangre en el suelo… en la pared… y sangre en sus ropas. Palideció por un instante y luego corrió hacia el espejo: era cierto, sus ropas desgarradas adornadas por su sangre. Luego… miró su rostro… acto seguido, un grito aterrador se escuchó: Sus ojos… sus bellísimos ojos azules… ¡amarillentos! Con esa mirada… la mirada que le dedicó el vampiro al torturarla… y también su boca… algo rojiza aún pero eso no era lo que le preocupaba… ¡sus colmillos habían crecido:
Esto… esto no… no me puede estar pasando… no… ¡no! … esto tiene que ser una pesadilla…- murmuraba aterrada
Lamentablemente no lo es Rioko…- Shido se encontraba apoyado sobre el marco de la puerta débilmente detrás de ella
Dime… ¡¿QUÉ ME HAS HECHO MALDITO!- la rabia de la chica era notable
… lo lamento Rioko… es que…- Shido no encontraba palabras para describir lo que había hecho…
¡CONTESTA DE UNA VEZ MALDITO VAMPIRO!- Rioko estaba enardecida
… es que… es… una larga historia…- dijo intentando librarse de esa pregunta que no podía responder.
¡AHORA TENGO TODO EL TIEMPO DEL MUNDO PARA OÍRTE! ¡¿NO RECUERDAS! ¡TÚ MISMO ME LO OTORGASTE!
Pobre Shido, nunca hubiera querido que algo así pasara. Deseaba desaparecer en ese momento. Pero tenía que dar una explicación a lo sucedido… Ordenó a la chica que se sentara porque una larga historia tendría lugar durante varias horas…
Pasaban las horas y nubes grises se acumulaban alrededor de la Luna como bailarines fantasmales, opacándola y dando indicios a una tormenta. La historia no terminaba, Shido estaba dispuesto a contarle lo que conocía de su historia a Rioko deseando que lo entendiera… contó lo que sabía de Caín, y aquellos recuerdos que levemente centellaban en su mente… Terminó… al fin pudo terminar, pero para ese entonces ya casi había amanecido. Por suerte, las nubes y la lluvia se encargaban de evitar que la estrella hiciera su aparición:
¿Eso es todo lo que tienes para decirme? ¿Es esa tu explicación?- preguntó Rioko
… si, lamentablemente fue un... impulso…- dijo Shido con la cabeza baja
… O sea que… tendré que ocultarme del Sol… beberé sangre humana… y viviré eternamente… solo… ¿SOLO POR UN IMPULSO? DIME ALGO SHIDO ¿SABES QUE LO PROVOCÓ, O TAMBIÉN ES ALGO INEXPLICABLE?- dijo alzando el tono de voz de manera sarcástica y furiosa.
… no… no estoy seguro… creo… que has sido… tú- Shido seguía cabizbajo
Perfecto, yo incito a los vampiros ¿no? … ¡MALDITO! ¡¿NO PUEDES CONTROLARTE ACASO! ¡¿NO PODRÍAS HABER ATACADO A ALGUIEN MÁS!- la muchacha realmente tenía mal genio.
Rioko, por favor, dejemos las agresiones... ¿No entiendes? Nunca llegaremos a nada de este modo…- intentó calmarla pero era imposible
"LLEGARÁS" querrás decir… vete Shido… vete- Su voz se entristeció
No… yo soy responsable… no puedo huir… no sabrás como vivir, morirás- dijo el detective
Si muero sería mejor… ahora, si no te vas, me iré yo…- dijo imperceptiblemente
Rioko se levantó de golpe, e intentó salir corriendo, pero una mano fría y firme evitó que siguiera caminando. Shido estrechó a Rioko entre sus brazos, evitando que ella escapara:
Yo te protegeré Rioko. Siempre… eternamente estaré a tu lado…- dijo tiernamente
Una pequeña lágrima surcó la cara de Rioko. Sin lugar a dudas, ese ser no era malo… tal vez… incontrolable…
Fin del capítulo III
