Daniela no quiere hacer ninguna acotación interesante,... - lo único que quiere decir es: ¡Gracias Darkzero...! Es más,... perdón por molestar tanto ¬¬

Capítulo V: Una sorpresa

Nunca había pensado que alguien podría tomarse la molestia de hacer algo así por ella. A decir verdad, en su vida nunca hubo afecto, excepto alguna caricia maternal proporcionada por su fallecida progenitora. Sus ojos brillaron ante la idea de sentirse amada por alguien con quien solo vivió no más de un día, pero con quien compartiría la vida durante la eternidad. Tal vez era simple esa atención, pero a Rioko le bastaba: el comedor resplandecía por la luz de cientos de velas encendidas por toda la habitación; en el centro, una mesa con un elegante mantel blanco, y sobre ella, un enorme ramo de rosas negras en un florero rojo, una hermosa botella de un color verdoso y dos copas cristalinas y brillantes... mientras que el sonido de la lluvia era la música de fondo:

- Shido… esto es… tan…- no podía encontrar palabras para explicar la imagen que se presentaba delante de sus ojos, ahora empañados por algunas lágrimas que amenazaban con abandonar su lecho.

- … Me alegro que te halla gustado… Rioko, esto lo preparé solamente para ti- dijo Shido

El vampiro colocó a Rioko sobre su silla, y él tomó lugar sobre la suya. Entonces agarró la botella ya destapada, y vertió el líquido en una de las brillantes copas de cristal. Rioko palideció: era muy rojo para ser vino… claro, lo había olvidado, ahora debería beber… sangre… sangre de alguien tal vez inocente:

- Shi… Shido, ¿q-que es est-t-o?- preguntó horrorizada la muchacha

Que torpe fue, debió al menos explicarle antes de servirle… pero ahora era demasiado tarde. Igualmente era sangre de Yayoi, nadie había muerto para que ella calmara su sed:

- Mira Rioko… ahora, en tu nueva condición, deberás vivir de esto… seguramente sentirás remordimiento, pero nadie murió para poder tener este líquido vital aquí- dijo con la mayor suavidad el vampiro.

- ¿Cómo? ¿Acaso no es sangre… humana?- dijo con un nudo en la garganta

- Si, pero… yo tenía una proveedora, llamada Yayoi, y ella me entregó su sangre hace ya mucho tiempo por voluntad propia. Bebe sin remordimiento ni pena, lo necesitas…- dijo nuevamente Shido

- Intentaré…- tomó su copa y acercó el cristal a sus labios.

Seguramente eso sería desagradable, pero no quería morir, así que debería resignarse… Comenzó a beber de ese líquido rojo… estaba fría… esa sangre estaba fría, seguramente ese detective debería tenerla para subsistir ante la pérdida de su amiga quien le daba su sangre. Fluyó rápidamente por su garganta, y pudo saborear esa sustancia en detenimiento: era realmente extraña, nunca pensó que sabría así. Bebió un largo sorbo y luego se detuvo. Se desvaneció por algunos minutos… millones de imágenes de una mujer de cabello negro invadieron su mente, provocando que se desvaneciera:

- Rioko… ¿Rioko?... ¡¿Rioko, te encuentras bien!- preguntaba alterado Shido tratando de hacerla volver en sí.

- … mmm… que… ¿Qué… sucedió?- dijo volviendo en sí después de haber asimilado algunas cosas.

- … Nada, parece que te desvaneciste, es normal… no te preocupes…- dijo intentando no asustarla

- … bueno… si tú lo dices… Está bien… intentemos disfrutar de la velada- dijo con una sonrisa nuevamente

Que suerte, sin duda, se lo tomó de buena manera para ser la primera vez que algo así le sucedía. Pero era normal en cualquier vampiro, el primer trago de sangre siempre es difícil. Sonrió al ver que la muchacha realmente apreciaba lo que había hecho, como Riho lo hacía… cada cosa que él hacía por ella, esa muchachita tan especial se lo agradecía… ¡No!.. Se quitó esos pensamientos de la cabeza… Ahora Rioko importaba, … Riho… había muerto… Evitó que la melancolía lo invadiera manteniendo siempre una sonrisa para el disfrute de la niña. Hablaron de cosas, de tantas cosas, sobre sus pasados. Hasta que Rioko recordó ese sueño, y decidida a contárselo a Shido, empezó a relatar su historia:

- Sabes Shido, he tenido un sueño muy extraño… una mujer de cabello largo y oscuro… un hombre de cabello claro y ondulante… un joven con una espada rojiza con un hada verde… y… y una muchacha de largo cabello rojizo… todos sumidos en una pelea…- dijo intentando de que Shido le diera algún punto de vista.

- … acaso… Rioko… ¿recuerdas algo más? … ¿Qué sucedía entre ellos? ¿Qué le sucedió a la joven?- dijo con un extraño interés para Rioko, no sabía que se interesaba en sueños que tal vez ni tenían coherencia…

Pero bueno, Rioko relató con lujo de detalles todo lo que recordaba sobre ese sueño… Shido… sin embargo no salía de su asombro…

Fin del capítulo V