Parte 2
A ti Legolas, te quieren a ti- respondió con voz pesada Aragorn.
Suspiros de sorpresa llenaron el pequeño círculo.
¿que quieres decir con que quieren a Legolas?- pregunto preocupadamente Merry
Si¿Qué tiene que ver el con sus asuntos, con esos hombres de Umbar?-exclamo inmediatamente Pipin
No se exactamente- respondió Aragorn- lo único que me dijeron es que van camino a tratar un asunto muy importante de su gente, y que nos darían algo a cambio si le entregábamos al "bonito elfo", esas fueron sus palabras- finalizo Aragorn, inclinando un poco la cabeza al ver como se ruborizaba Legolas.
¿Algo a cambio, no entiendo- pregunto Boromir un poco intrigado
Aragorn dejo salir un suspiro de enojo.
¿de que se trata?- pregunto Legolas- debes contarnos todo-
Dijeron… dijeron que nos darían diez mujeres de su comitiva a cambio- respondió Aragorn a la fuerza
!Qué que?- respondieron todos al unísono
shhh, silencio, sea lo que fuere, mi respuesta fue no, pero no los deje muy convencidos , así que nos ofrecieron diez mas y algunos caballos, decliné su oferta una vez mas lo mas diplomáticamente posible, pero no se han movido de donde los deje- volvió a interrumpir Aragorn – al parecer piensan que Legolas esta con nosotros a la fuerza-
¿A la fuerza?- pregunto Boromir
Es muy complicado, sus costumbres así son, creen que Legolas es nuestra posesión-
Otra exclamación de sorpresa se escucho en la penumbra.
Silencio- dijo nuevamente Aragorn- les he explicado lo mejor que pude que Legolas es nuestro camarada, nuestro amigo y que es libre de actuar como quiera y que no es su deseo ir con ellos-
¿Y que quieren esos bárbaros con un elfo, no entiendo- retomo de nuevo el interrogatorio Boromir
No quisieron decirme nada, extrañas costumbres tienen esos que habitan Umbar, sea lo que sea, se les conoce por ser crueles y sanguinarios- concluyo Aragorn
Por muy tentadora que parezca la oferta- exclamo Gimli- creo que debemos alejarnos lo mas pronto de aquí con "nuestro bonito elfo," Aragorn-
Gracias Gimli, no esperaba menos de ti- contesto burlonamente Legolas-pero dudo que nos dejen ir-
Después de ver sus ventajas y desventajas, Aragorn decidió volver a intentar hablar con los haradrim, de ninguno manera se irían sin el elfo.
No bajen su guardia y estén listos para cualquier cosa- advirtió una vez mas Aragorn antes de acercarse al líder, que efectivamente, seguía parado en el mismo sitio donde los había dejado Aragorn.
Todo parecía ir bien, las voces no se escuchaban tan agitadas como antes, Aragorn incluso rió una o dos veces, el resto de grupo no bajo la guardia hasta que vieron que Aragorn se acercaba a ellos una vez más, su rostro mas relajado, prometía buenas noticias. El líder de los haradrim también se alejaba tranquilamente hacia donde lo esperaban sus otros dos compañeros. Aragorn no había llegado a ellos, cuando escucho un zumbido pasándole la oreja, alcanzo a ver a Frodo desvanecerse en los brazos de Sam, Aragorn vio como si todo se moviera lentamente alrededor suyo, vio con angustia como Merry y Pipin caían al suelo, escucho ese agudo ruido una vez mas y Gimli, que ya corría en loca carrera hacia la retaguardia, también caía pesadamente al suelo.
¡Aragorn, al suelo!- le advirtió Legolas, que ya había soltado una decena de flechas es esos escasos momentos-
Aragorn se dejo caer, desvainado al mismo tiempo la espada, alcanzo a escuchar un sonoro "thud" atrás de su cabeza, al girarla, vio un pequeño trozo de bambú, en forma de saeta , incrustado en el tronco de un árbol.
No tuvo tiempo de pensar mucho, todo lo que sabía es que las saetas probablemente estaban envenenadas, que Boromir luchaba fervientemente al lado de Legolas, que para entonces ya había desvainado los largos cuchillos, que Boromir no dejaba de gritarle a Legolas que huyera, pero el elfo solo respondió luchando más encarnizadamente. Rápidamente Aragorn llego a su lado, los tenían rodeados, y con los hobbits indefensos a sus pies, era solo cuestión de tiempo para que los sometieran, pero se los harían lo mas difícilmente posible, prometió Aragorn para si.
Primero cayo Boromir, Legolas lo tomo de un brazo, para que su cabeza no golpeara pesadamente el suelo, minutos pasaron y de pronto todo fue silencio, Aragorn no alcanzo a comprender hasta que para su terror vio a Legolas tacándose el cuello y caer suavemente a su lado. Aragorn alcanzo a sujetarlo por la estrecha cintura, antes que su cuerpo chocara contra el piso, retiro con manos temblorosas el fino bambú que sobresalía de su blanco cuello y después todo fue oscuridad.
