Gracias de nuevo a Samantha (Sam) por las ideas y por patearme el trasero para apurarme, hey! Todavía espero tus actualizaciones, he, no te hagas jé jé jé.
PARTE 4
-¿Aragorn… Boromir?-
La mente de Legolas se había despejado lo suficiente para reconocer a sus dos compañeros, pero para su desconcierto, estos no le dirigieron ni una palabra, se limitaron a observarlo indiferentemente; solo hasta que callaron los tambores y se hizo un silencio pesado, los dos hombres avanzaron hacia el elfo.
-¿Ar... Aragorn-
Pero Aragorn no respondió al la pregunta del suplicante elfo atado a sus pies, en cambio, dirijo una mirada suspicaz a Boromir, quien se acerco mas a Legolas., el cual ya intentaba levantarse, pero fue sostenido por los hombros por el Gondoriano .
La voz del sarcedote interrumpió la breve lucha de elfo y hombre. Tras una breve aclamación de gritos y tambores, el sumo sarcedote se dirigió a su diosa y luego a los hombres que sostenían a un estrujante elfo en el suelo. Legolas que no entendia porque Boromir no lo desataba o porque Aragorn no lo ayudaba, trato de librarse de las estrechas ataduras y de las pesadas manos de Boromir, pero sus brazos no lo obedecían, alcanzo a escuchar de nuevo al sarcedote, entendió algunas palabras en Oestron mezcladas con el otro idioma más burdo a sus oídos.
-… complázcanla… aliméntenla… gritos… protégenos…te lo suplicamos Ruikama…-
Con un asentimiento de cabeza de parte del sarcedote, Aragorn empezó a desgarrar la ropa del elfo.
-A...Aragorn… ¿Qué demonios haces?... ¡suéltame!...-
No prestando atención a los gritos del elfo, Boromir solo inmovilizo más firmemente a Legolas, mientras Aragorn terminaba de arrancar la ropa al rubio elfo.
-¡Ughh, no, maldición, Estel, no¡detente!- grito de nuevo Legolas, pero sus suplicas cayeron en oídos sordos, nada cambio, y pronto termino desnudo ante los dos hombres que comenzaron a tocarlo suavemente.
-¿Qué demonios creen que están haciendo, suéltenme par de miserables!-
Pero fuera de suaves caricias, los hombres no hicieron nada, parecían estar esperando algo.
El ambiente se hacia cada vez mas pesado, expectante…, solo leves murmullos rítmicos de escuchaban, esperando…aguardando…
Con elfo desnudo y limitado, Boromir le basto con sujetarlo firmemente por el fino cuello, obligándolo a yacer de espaldas en el suelo, mientras Aragorn se alejaba para tomar algo que le alcanzaba una chiquilla de aspecto tenue y dócil, pronto regreso Aragorn para con el Elfo.
Lleno de horror y angustia, Legolas observo que era una pieza larga de metal al rojo vivo. Era obvio que Boromir no lo iba a soltar y que Aragorn tampoco le ayudaría, el elfo no entendia el estado de los humanos, pero sabia que el sarcedote tenia que ver en el asunto, así que trato de soltarse de la mano férrea de Boromir a toda costa, pero Aragorn ya se acercaba a grandes pasos al elfo, sujetándolo por las finas caderas con una mano, con la otra esperando…
-¡Daro, Estel¡Soy yo, Legolas, Mellon nin, daro, saes!-
Por breves momentos solo se escucho la respiración agitada del elfo, Aragorn no se movía. El sarcedote hizo la decisión por el.
-Ruikama dice: márquenlo para mí, Ruikama dice: aliméntenme, Ruikama dice: deléitenme-
Con estás frías palabras, Aragorn rápida y firmemente deposito el cruel metal en la suave piel del elfo, por escasos segundos Legolas no sintió nada, solo pudo atinar mirar como el metal era forzado en su pecho, un intenso dolor siguió poco después, frío al inicio, agudo e insoportable después, Legolas no pudo evitar callar el grito que salía de su boca.
Una gran aclamación de jubilo acompaño al grito de dolor del elfo, los cuales fueron callados con un gesto del sarcedote, no era bueno que se confundieran los gritos de dolor de esa bella criatura con la de sus seguidores, Ruikama no estaría complacida., ella nunca estaba satisfecha, nunca…
Aragorn se retiro un poco del tembloroso elfo, su mirada fría no daba señas de misericordia, compasión o reconocimiento, si no de regocijo, un oscuro y torcido regocijo de ver al hermoso elfo sufriendo. Boromir parecía estar contento solo sofocando levemente al elfo, pero su mirada también era oscura y distante.
A Legolas le tomo un poco de tiempo recuperarse, le tomo mucha de su escasa energía para tomar control de su respiración, el temor de ser torturado por cualquiera de estos miserables de Umbar podría superarlo, pero la simple idea de ser atormentado por Estel era insoportable.
-Boromir, Estel, mellon nin, saes-
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-¡Boromir, Estel, por favor, despierten de esta sombría pesadilla¡no dejen que su corazón sucumba a la desesperación-
Pero de nuevo, silencio fue su respuesta, si algo quería Estel y Boromir, eran los gritos, los gritos de dolor del elfo, y esta súbita intuición de que su suplicio no terminaría pronto, lleno de desesperanza y zozobra el corazón de Legolas.
El aumento de presión en su cuello, lo trajo de nuevo a la penosa realidad, Boromir comenzaba a sofocarlo más, mientras que Aragorn, olvidándose del caliente metal, comenzaba a mordisquear dolorosamente una de sus finas orejas, Aragorn sabia donde y como aplicar la exacta presión para provocar un exquisito dolor en el elfo.
-¡Ughh, nooo, no puedo respirar, ughhhh, Boromir, detente¡Estel, no, me lastimas, ughh!-
Una fuerte mordida en la punta de su puntiaguda oreja y el alivio de la presión en su cuello lo dejo soltar un breve grito, no tan enérgico como el anterior, pero si lo suficientemente doloroso para atraer satisfacción a los humanos.
De nuevo la presión sofocante en su cuello, de nuevo la boca de Estel recorriendo su boca, cara y pecho, deteniéndose para dar pequeñas lamidas en la ardiente quemadura que abarcaba todo el lado izquierdo del elfo, para después juguetear con la pequeña protuberancia rosada del lado contrario, súbitamente, Aragorn comenzó a buscar la virilidad del elfo, mientras con la otra mano, rasgo la herida quemante de Legolas, Boromir apretó hasta sofocarlo de nuevo. La vista de Legolas comenzó a brumarse de nuevo, quiso gritar, pero el aire no salía de su sofocada garganta.
Ahora Legolas recordaba entre la bruma, historias de la infancia, de un oscuro y olvidado demonio, tan terrible, que se alimentaba de la desesperación de los inocentes que cazaba en la penumbra, solo gritos se escuchaban de sus desventuradas victimas… cuentos de antaño… viejos cuentos para asustar a los pequeños… Rúkima la llamaban los elfos…
Rúkima- Sind. Terrible
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---Athena HiwIvagracias por tu review, y si, ya tamos en slash, paciencia, sorry opor la tardanza
----Hell. Ya tamos aqui!
----Valsed Cosas no muy gratas, aqui estamos con el 4, gracias por tu comentario, besos.
---Zekhen-angel, si, con estos humanos no hay que confiarse, se va poner pesado, espero sigas conmigo, gracias.
---nuridark worry not, aqui tamos, no mas panico. Gracias.
--- sam tarde pero tamos aqui, gracias!