CAPITULO 6
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No paso mucho tiempo antes que Aragorn se acercara al abatido elfo. Sin perder mucho tiempo -al parecer la noche finalizaba- tomo de nuevo a Legolas por las finas caderas, levantándolo hasta que este termino sentado de espaldas en su regazo. Con gran facilidad, abrió y levanto al elfo por ambos muslos, en otro movimiento, bajo rudamente al elfo hacia su ya dura masculinidad. Otro grito del elfo, otro clamor de dicha de las sombras, y esto le indico a Aragorn que había logrado su cometido.
Comenzó a subir y bajar el elfo en rápidas sucesiones. Legolas se concentraba en respirar, al parecer este sencillo acto se hacia cada vez mas difícil. Cuando pudo controlarlo un poca su agitado pecho, se dio cuenta que Aragorn se había detenido. Al parecer esperaba algo.
Como odiaba tener razón.
Boromir se acercaba a la unida pareja. Aragorn asintió con la cabeza. Boromir se inclino lo suficiente para tomar la semidura virilidad del elfo en su boca, logrando desenterrar otro grito de desesperación del pobre elfo. Desde que había comenzado su penosa tortura, Legolas no había sentido el menor placer, solo dolor... interminable humillación y sufrimiento. Pero este súbito cambio de sensaciones lo aterro en extremo. Pronto, la versada boca de Boromir llevo a Legolas al borde, un experto empujón por parte de Aragorn y Legolas se derramo en otro gemido de zozobra.
Boromir se veía complacido, tomo todo lo que el elfo tenia que dar, se levanto de nuevo, acercándose más. A Legolas no le gustaba nada la situación, vio con horror que Boromir se sentaba enfrente de el, enlazando su piernas con las de Aragorn. Una vez lo suficientemente juntos, Aragorn levanto al elfo. Legolas comenzó a luchar con todo lo que tenia al sentir que Boromir comenzaba a buscar entrada en su cuerpo ya ocupado por Aragorn, el dolor que sintió entonces casi lo hace perder el sentido, pero irónicamente, el mismo dolor no lo permitió.
-No puedo respirar.. Aragorn.. no puedo respirar...-
Era un dolor interminable, mientras Aragorn salía, Boromir entraba, y era un tormento sin fin.
Gritos y más gritos era lo que se escuchaba ahora. -
¡Ughh... ¡Aragorn...Boromir... no puedo res.. no puedo respirar...por favor.. !-
Legolas sentía su boca vacía, la voz muerta, los gritos interminables...
Pero todo se fue haciendo más y mas lejano para Legolas, hasta un momento en que dolor ya no importaba.
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Aragorn se froto los ojos, los rayos de Anor le pegaban de lleno a la cara., haciéndolo girar rápidamente la cabeza a un lado, comenzó a frotarse los pesados parpados. Tardo en enfocarse a su alrededor, comenzó a incorporarse lentamente mientras buscaba respuestas en su nublada memoria, un gemido a su izquierda lo hizo voltear la mirada, encontrando a Boromir semidesnudo incorporándose pesadamente.
-¡Aragorn!... ¿Que ha pasado?... ¡ugh, no soporto la cabeza!...-
-No lo se Boromir..llo ultimo que recuerdo es... unos hombres de Umbar...¡Umbar! - exclamo Aragorn al recordar su encuentro previo con la caravana de los hombres del sur.
Un solo pensamiento vino a su mente en esos momentos: Legolas.
Medio arrastrando sus pesadas piernas comenzó a buscar frenéticamente al elfo, Boromir ya lo seguía de cerca.
-¡Aragorn!... ¿Dónde esta Legolas y los otros?...- preguntaba entrecortadamente Boromir.
Pero Aragorn no respondió, siguiendo su mirada, Boromir descubrió con horror el altar a una deforme figura hecha de piedra, a sus pies una rubia figura cuidadosamente depositada. Con la cara llena de angustia, Aragorn comenzó a correr la pequeña distancia que lo separaba, temiendo la verdad.
Encontró a Legolas desnudo, cuidadosamente depositado en la tibia tierra, su largo cabello adornado por una guirnalda cubría parte de su rostro, las finas muñecas habían sangrado por profundas laceraciones, su esbelto cuerpo estaba cubierto de moretones y magulladuras. Temiendo lo peor, Aragorn giro con cuidado el cuerpo del elfo. Un grito de furia salio de su boca al ver la quemadura en el pecho del elfo. La cabeza de Aragorn comenzó a girar, su corazón latía rápido y su boca reseca no le dejaba articular palabra alguna.
Legolas estaba pálido, demasiado pálido. Acomodándolo rápidamente boca arriba, comenzó a buscar el pulso en el largo cuello del elfo, sin poder evitar que le brotaran las lagrimas al ver mas cardenales ahí, como si hubieran querido sofocar al elfo. Nada, no sentía nada. Coloco su oído en el pecho de Legolas, movió rápidamente su boca hacia la del elfo para sentir su aliento. Nada. El vértigo se hizo peor, no podía pensar.
Rápidas imágenes pasaban ante sus ojos. Boromir no paraba de preguntarle que le había pasado a Legolas, que si iba estar bien, que donde estaban los demás... , que había tenido una pesadilla atroz esa noche.
Una pesadill.. si...Aragorn recordaba... Ahora recordaba.. todo
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La caravana de los hombres de Umbar se alejaba cada vez mas, el júbilo reinaba en las largas filas de los numerosos grupos. Y no era por menos, habían tenido una noche gloriosa y prestigiosa. En frente del grupo, el sumo sarcedote sonreía, su diosa los colmaría de prosperidad y bienaventuranza. El sacrificio había sido esplendido y su terrible diosa había quedado complacida.
Ahora solo faltaba algo. El ultimo sacrificio, tan excelso como el primero..
Un grito resonó en la espesura de campo.. seguido de un segundo.. y después& silencio.
-¡Ha, si,- exclamo con satisfacción, el grupo segundo su alegría al escuchar los alaridos de angustia que se perdían a lo lejos. Era lo que el sarcedote esperaba, ese ultimo grito de angustia y terror, ese ultimo grito de arrepentimiento de saber la verdad, ese ultimo grito de terrible culpa... e interminable remordimiento.
EL FIN.
Gracias Samantha por esta aventura,y gracias a todos por su review, hicieron mi dia!
Hasta la proxima, besos.
