Capítulo 2
Pero me acuerdo de ti
Otro día más y todo sigue igual, es viernes el último día de escuela de la semana. Yugi aun se muestra triste en verdad le ha costado trabajo el superar su más reciente pérdida… la persona que se había hecho cargo de él y le había ayudado en cierto modo a superar la realidad de que el espíritu que siempre de había acompañado desde que logró armar el rompecabezas ya no estaría nunca más con él, esa persona… su querido abuelito tuvo que dejarlo también, presa de la vejez y un terrible resfriado que no cuidó del todo bien. El chico de hermosos ojos color violeta se encontraba sentado solo en su silla, había llegado más temprano que de costumbre, había pasado una mala noche realizando tareas pendientes por entregar y sin siquiera dormir se fue a la escuela, sostenía su cabeza con la barbilla sobre la palma de su mano que esta a su vez descansaba sobre la paleta de la silla, mientras luchaba porque el sueño no le fuera a ganar…
Ahora que ya mi vida se encuentra normal,
Que tengo en casa quien sueña con verme llegar,
Ahora puedo decir que me encuentro de pie
Ahora que, me va muy bien
Ahora que con el tiempo logré superar,
Aquel amor que por poco me llega a matar,
Ahora ya, no hay más dolor
Ahora al fin, vuelvo a ser yo
- ¡Yugi! –le llamó en voz alta uno de sus mejores amigos al momento de entrar al salón y ver al chico durmiendo-
- Ahhhh… -gritó Yugi sobresaltado cuando fue despertado de forma tan brusca- ¡Joey casi me matas de un infarto!
- Jejeje lo siento viejo pero no pude aguantar la tentación… ¿cómo sigues? –le preguntó mientras se acercaba a saludarlo-
- No muy bien, anoche no pude dormir… tanta tarea… me mantuvo despierto toda la noche –respondió en un bostezo-
- Te entiendo, yo tampoco dormí bien que digamos –respondió el rubio- Pero Yugi fuera de eso me preocupas viejo, solo mírate, estás delgado, ojeroso y no te ves en absoluto nada bien.
- Lo sé Joey pero no puedo evitarlo, me hace tanta falta mi abuelo –suspiró agobiado-
- Vamos Yug, si tan solo nos dejaras ayudarte, ya lo intentamos todo y nada tú sigues empeñado en ese plan. ¡Me desesperas! –repuso frustrado-
- ¿Sabes? a veces pienso que lo mejor sería dejarme morir… así les evitaría tanta molestia, me siento tan solo –murmuró agachando la mirada mientras reprimía unas lágrimas-
- ¡Baka! ¿Estás loco o qué? –le gritó tomándolo del cuello de su camisa propinándole un puñetazo en una de sus mejillas- Nuca vuelvas a decir esas tonterías Yugi, ¿qué no lo entiendes? Somos tus amigos, estamos aquí para ayudarte… no… estás solo –finalizó Joey agachando la mirada mientras apretaba sus puños con fuerza-
Pero me acuerdo de ti
Y otra vez pierdo la calma
Pero me acuerdo de ti
Y se me desgarra el alma
Pero me acuerdo de ti
Y se borra mi sonrisa
Pero me acuerdo de ti
Y mi mundo se hace trizas
- ¡¡Konnichiwa!! ¡Chicos pero qué sorpresa! –les saludó una alegre chica de cabellos castaños y brillantes ojos azul mar- ¿sucede algo? –preguntó al notar la tensión en el ambiente-
- ¡Joey, Tea… Lo siento, lo siento mucho! –se disculpó Yugi, dejando ver el camino que un par de lágrimas habían comenzado a recorrer sus sonrosadas mejillas-
- ¡Yugi! –se sorprendió la ojiazul y corriendo a brindarle un abrazo a su pequeño amigo, a pesar del tiempo Yugi seguía siendo el más bajito del grupo de amigos- Pero… qué tienes, por qué están así… ¿Joey? –le miró buscando una explicación y se dio cuenta de que el chico también lloraba, a pesar de tener sus ojos ocultos tras su fleco se podían observar las brillantes gotas de sal que resbalaban por sus mejillas-
- Vaya pero qué milag… -un chico de cabellos cafés y piel morena acababa de llegar al salón y se sorprendió de ver a sus amigos tan temprano en el salón, pero al darse cuenta de la situación dejo al aire su comentario- No sé que esté pasando aquí pero no se ve que sea algo bueno.
- ¿A qué te refieres Tristan? –le preguntó ingenuamente un chico de blancos cabellos y ojos cafés sin siquiera darse cuenta de lo que sucedía dentro del salón-
- Se refiere a eso –señaló otro chico de piel morena, cabellos color miel y ojos color lavanda-
- Tristan, Ryou, Marik, que bueno que llegaron realmente no sé que está sucediendo… Yugi ha estado llorando y Joey no ha querido hablar y me están preocupando –habló Tea-
- Lo siento Tea… aquí el único que tiene que hablar es Yugi. Yo… no tengo nada que decir –finalmente el rubio había hablado, su mirada se notaba sumamente triste y a la vez decidida-
- ¿Yugi? –dijeron los demás muy sorprendidos-
- ¿Qué es lo que nos tienes qué decir? –le preguntó la chica mientras lo separaba de su abrazo y lo miraba con ternura y preocupación-
- Chicos p-perdónenme yo… le dije a Joey algo que no debía… le dije que… lo mejor de todo esto sería… que yo… me muriera… -comenzó a decir entre sollozos, los demás lo miraron atónitos- lo… lo siento… no lo quise decir… primero perdí a mis padres, luego a Yami y por último a mi abuelito… no puedo evitar el sentirme solo. Le dije a Joey mis intensiones e hizo lo que debía… golpearme y no lo culpo porque ha tenido la razón en hacerlo… discúlpenme nunca quise preocuparlos, he sido un egoísta al querer llevar toda la carga yo solo –su voz se quebró aun más dejando caer un par de lágrimas-
- Pero Yugi, tú no estás solo nos tienes a nosotros… sé que no podemos reemplazar a tu familia pero somos tus amigos, te queremos como a un hermano y si no nos dijiste nada es porque para ti es muy difícil, créeme que nuca has sido un egoísta –le dijo Tea de todo corazón-
- Eso es cierto Yugi, mira si te sientes muy triste yo puedo llevarte a un lugar donde hay una chicas que… Zap Aaww, oye Tea ¿por qué la agresión? –se quejó el moreno después de recibir un zape-
- Ni siquiera en los momentos más serios te puedes comportar ¿verdad? –le regañó la castaña-
- Buuuuu…. Buuuu –lloriqueaba Tristan cómicamente mientras se sobaba la cabeza- era solo un chiste…
- Gracias… snif.. no sé que haría sin ustedes… son los mejores amigos que he podido tener –les dijo el chico secándose las lágrimas con la manga de su chaqueta y con una gran sonrisa- Joey ¿me perdonas?
- No perdóname tú a mi, fui muy rudo al golpearte de esa forma sin antes escucharte viejo –le contestó el rubio extendiendo su mano para apretar la de Yugi-
- Yugi, también cuentas con nosotros –se apresuró a decir el chico de cabellos albinos, señalándose a si mismo y a su compañero pues se había mantenido al margen de todo y solo esperó el momento oportuno para poder hablar-
- Ryou, Marik… gracias también a ustedes –dijo un Yugi avergonzado, pues se había olvidado de que ahí estaban ellos también-
-Y bien, ya que todo se a arreglado ¿qué les parece si después de clase nos reunimos en mi casa para planear la fiesta? –sugirió Ryou -
- ¿Fiesta? ¿a qué fiesta te refieres Ryou? –le preguntó Marik-
- ¡Pero qué tonto! Olvidé decirles que mañana habrá fiesta en mi casa por motivo de nuestra amistad… recuerden que cumplimos 1 año de llevarnos como amigos –les dijo el chico-
- ¡Es verdad! –silbido- Pero que rápido pasa el tiempo… yo estoy de acuerdo –se apuntó Marik-
- Cuenta con nuestra ayuda, aunque es una fiesta para nosotros, te ayudaremos en todo… -respondió Joey- jijiji será una fiesta inolvidable.
- Sobre todo para ti porque tendrás comida GRATIS. Yo sugiero que tengan cuidado con Joey, es capaz de terminarse toda la comida antes de que pueda servirse –se burló Tristan-
El grupo de amigos rió ante el comentario, incluyendo Yugi que en ese momento se encontraba un poco mas animado.
Ahora que mi futuro comienza a brillar,
Ahora que me han devuelto la seguridad,
Ahora ya, no hay más dolor
Ahora al fin, vuelvo a ser yo
- Cállate Tristan o tendrás un encuentro muy cercano con mi buen puño –una curiosa venita resaltaba en la frente del rubio mientras le mostraba unos feroces colmillos y su puño-
- Tranquilo viejo, solo era una pequeña broma… que carácter de verdad que no aguantas nada –se quejó Tristan-
- Pues no me agradan tus bromas, nadie se burla de este simpático e ingenioso Joey –dijo el rubio alzando su pecho con orgullo-
- El perrito faldero de nuevo está fanfarroneando –un chico de cabellos cafés y ojos azules había hecho su entrada en el momento oportuno para fastidiar al rubio-
- Grrrr… Kaiba –Joey gruñó-
- Tranquilo amateur, o también se te alborotarán las pulgas.
- Grrrr maldito, ahora veras… -dijo el rubio en un arrebato de ira y a punto de lanzarse a golpes hacia el excéntrico millonario, de no ser porque sus amigos lo detuvieron- ¡Suéltenme, quiero darle una lección a ese engreído y así aprenda a respetarme!
- ¡Joey con violencia no se solucionan las cosas! –le reprendió Tea-
- Señor Wheeler controle sus modales –dijo una voz autoritaria, era el profesor de matemáticas- Jóvenes, tomen asiento, la clase dará inicio.
Pero me acuerdo de ti
Y otra vez pierdo la calma
Pero me acuerdo de ti
Y se me desgarra el alma
Pero me acuerdo de ti
Y se borra mi sonrisa
Pero me acuerdo de ti
Y mi mundo se hace trizas.
Todos los demás alumnos entraron enseguida al salón, dando comienzo a las últimas clases de la semana…
Continuará...
