Capítulo 8

Recuerdos perdidos

Todo esta oscuro y solitario, nada se distingue en la oscuridad... solo se aprecia la silueta de una joven, es delgada y de cabello corto color castaño su sombra es blanca y corre sin sentido por todo el lugar, se detiene un momento y mira a su alrededor, su cara muestra desorientación, empieza a correr de nuevo y después de un buen rato tropieza parece que va a llorar, solo agacha la cabeza y su fleco tapa sus ojos color café, después de unos segundos se le escucha sollozar se siente confundida, de pronto una luz ilumina todo el lugar y la escena cambia, ahora se ve a ella misma de pie frente a una puerta, en sus manos lleva un presente, una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios al imaginar la alegría del receptor de tan tierno obsequio.

Un mejor regalo no pude haber elegido… le encantan los peluches! –se dijo alegre, colocó una de sus manos sobre la perilla para abrir la puerta y antes de abrir escuchó una voz masculina muy conocida por ella- Esa voz… Yami…

Onegai Yugi… vive, hazlo por mi… vive y vuelve a regalarme esa bella sonrisa que tanto he extrañado y soñado… si tu te fueras… no podría seguir viviendo, no lo soportaría… mi vida ya no tendría sentido…

Pobre Yami, se ha encariñado tanto con Yugi –se dijo a si misma cuando escuchó esa parte de la platica de Yami con Yugi. Con mucho cuidado abrió la puerta para no ser escuchada y mucho menos interrumpir a Yami quien seguía hablando-

…Yugi no quiero perderte, no cuando he descubierto que yo… te amo… -con estas ultimas palabras dichas aun en un susurro, el chico se acercó a Yugi rozando suavemente sus labios y luego depositar un tierno beso sobre ellos-

No puede ser… -exclamó por lo bajo, abriendo enormemente los ojos completamente sorprendida, esas palabra y el beso le habían caído como si un gran balde de agua fría le hubieran echado encima- No puede ser… Yami… tu… tu no… -tartamudeó dando un paso atrás-

Nuevamente la escena cambió regresando a la oscuridad… pero esta vez como si de un pasillo se tratase al final este se veía iluminado por una luz que surgía de una aparente habitación…

Tea… ven… tengo algo que mostrarte… -le llamó otra voz conocida y de la puerta salió un jovencito no muy alto, de cabello tricolor y hermosos ojos color violeta-

Yugi?... eres tu? –preguntó dudosa mientras caminaba hacia la puerta-

Si, soy yo… ven… -le dijo invitándola a ir con él, pero sin esperarla rápidamente se dio media vuelta para regresar a la habitación-

Espera… Yugi –le llamó al ver que se alejaba- Ay… porque me haces correr… –se quejó- Yugi… estas aquí?... –le preguntó al notar lo complicado del lugar que parecía un laberinto, una gotita surgió sobre su cabeza- Yugi no estoy para juegos… -instintivamente se fijo en una puerta al final de unas escaleras, tenía el dibujo de un osito se acercó a ella y sin siquiera tocarla esta se abrió por si sola…-

Aw… aw… Yami… eso duele –se quejaba el pequeño-

Lo siento Yugi… trataré de ser mas suave –se disculpo Yami apenado-

Yugi, pero que…? Oh por dios! –exclamó horrorizada- No, esto no puede estar pasando… no puede ser… -ahí frente a sus ojos pudo ver como Yugi y Yami estaban en una posición muy comprometedora, los dos completamente desnudos y el primero siendo embestido por el otro, esta vez con mas cariño. Yugi ahora se quejaba no por el dolor sino por el placer…-

Yami… mhm… más… más… aw… Yami… Ai shiteru –le dijo en un susurro-

Ai shiteru mi koibito… ai shiteru –decía Yami con un gran amor reflejado en su mirada-

Ya basta! –gritó la chica pero al parecer ninguno la escuchó, los dos se besaban con candoroso amor y entregaban mutuamente una y otra vez- Basta… no quiero ver más… deténganse… -suplicaba presa del dolor, un río de lagrimas surcaban sus mejillas- Es suficiente… DETENGANSE! –gritó al momento de despertar completamente alterada y respirando con dificultad- No puede ser… por que… por qué me hacen esto… Yugi… -se soltó a llorar…-

Varios días transcurrido ya desde el trágico accidente…Un nuevo día y nada aun había cambiado. La inocente víctima, aun continuaba inconsciente sin dar señales de querer reaccionar, estaba en estado de coma y no mostraba cambio alguno, cualquiera sugeriría que lo dejaran ir en paz que ya no lo mantuvieran en un mundo en el que ya no est�, más sin embargo los médicos y sus amigos, oraban y mantenían las esperanzas de que el chico pronto abriría los ojos, les saludaría como si nada y les regalaría aquella dulce y cálida sonrisa que tanto les gustaba y que les transmitía paz y tranquilidad. Su otro igual había permanecido fiel a su lado todo ese tiempo, ya no le extrañaba que el abuelo del chico no se presentara, sus amigos le habían puesto al tanto sobre de la lamentable muerte del anciano y de lo mucho que el nieto había sufrido y se prometió a sí mismo cuidar y estar junto a él pasase lo que pasase. Pero ahora su semblante comenzaba a preocupar a sus amigos, se le notaba ojeroso y delgado signos de que no había dormido ni se alimentaba bien solo por estar junto a su aibou para verlo despertar…

Ohayo, Yami-san! –le saludó con alegría un chico rubio de ojos castaños-

Ohayo –le saludó el aludido con voz apagada-

Viejo te ves muy cansado… ¿porqué no vas a casa de Yugi, te tomas un baño, comes algo, duermes un poco y luego regresas? Mira que te hace mucha falta –aconsejó Joey, pero Yami no mostró emoción alguna- Vamos, lo necesitas y si es por Yugi no te preocupes he pedido permiso en la escuela así que me quedaré con él todo el tiempo que sea necesario.

Pero… -interfirió al momento de recordar un pequeño detalle-

Nada de peros has lo que te digo. Yo me encargo de Yug o… ¿no confías en mi? –preguntó Joey un poco indignado-

No es eso –negó Yami- Es solo que… no tengo forma de entrar –respondió apenado-

¿Cómo?… llevas varios días aquí y no has buscado las llaves de su casa… -le dijo a modo de regaño, Yami se avergonzó aun más- lo más probable es que Yugi llevaba sus llaves consigo solo es cuestión de buscarlas entre los bolsillos de su ropa y sino pues… puedes ir a mi casa yo te prestaría algunas de mis ropas –le ofreció gustoso-

Ra… -una gotita resbaló por su frente al momento de imaginarse así mismo con las extrañas ropas de Joey- Arigato, pero nada perdemos con buscar… je je je

Jhmp, de acuerdo –respondió el rubio haciendo un puchero por el comentario- Por cierto… no ha venido Tea?

Tea?... Eerr… no, no ha venido –respondió evadiendo la mirada de Joey-

Que extraño… nos dijo que en la mañana vendría –se encogió de hombros- supongo que tuvo un imprevisto.

Ha… hai, eso debió ser –agregó nervioso mientras buscaba el objeto mencionado entre los bolsillos de la chaqueta de Yugi- Ah creo que he encontrado las llaves

De verdad? Bueno entonces ve a su casa, haces lo que te dije y también de paso le traes algunas ropas, necesita un cambio, no puede estar todo el tiempo en batas –comentó guiñándole un ojo-

Ra –se ruborizó- No había pensado en eso. Bien nos vemos en un rato, cuida bien de él –se despidió con una media sonrisa-

Hai

Yami caminaba muy pensativo… que tonto había sido en ningún momento se le ocurrió lo del baño y de solo imaginarse siendo él quien le diera el baño le hacia ruborizar de sobremanera… sacudió su cabeza para ahuyentar esas comprometedoras imágenes, volviendo a la realidad se dio cuenta de que ya estaba cerca de la casa de su aibou, esta no distaba mucho del hospital, de a ratos miraba de reojo por la ventanilla para ver el camino que la ambulancia siguió por si a caso. Abrió la puerta miró a su alrededor y se sorprendió al notar que todo seguía casi igual de no ser porque ahora el ambiente se sentía frío y solitario una gran tristeza invadió todo su ser podía al imaginarse a su lindo ángel viviendo solo sin la compañía de su abuelo o de él mismo… caminó hasta llegar a las escaleras y subió para entrar a la habitación de Yugi, otra sorpresa más, la habitación seguía tal y como la vio por últimas el único detalle diferente eran dos fotos enmarcadas sobre la mesita de noche, una donde estaban todos sus amigos, junto con el abuelo y la más cercana a la cama era una que ambos se tomaron aquel día que fueron al parque de diversiones, Yami la tomó en sus manos y sonrió dejando la foto en su lugar, buscó algunas ropas para él y Yugi y luego se metió a bañar…

Yugi… -dejo decir mientras introducía su cuerpo dentro de la bañera, sintiendo la calidez del agua se dejó llevar por la sensación- Solamente tú…

… Eres el que me hace vivir y sentir,

Solamente tú

Eres el que me hace vibrar y soñar,

Solamente tú

Eres el que habita mi corazón.

Solamente tú

Eres el que me acompaña

En mis tristezas y mis alegrías.

Solamente tú

Eres el que ha estado a mi lado

Cuando más lo he necesitado.

Solamente tú

Eres el que me hace sentir querido.

Y que entraste a mi corazón

Cuando nadie más había podido.

Y solamente tú

Eres al que he amado y seguiré amando

Desde siempre, por siempre y para siempre.

Un par de horas transcurrieron después de que Yami fuera a casa de Yugi, tomara un baño, comiera y durmiera para después regresar al hospital y por tercera ocasión se llevaría otra sorpresa, de la puerta del hospital salía una chica de corto cabello castaño y ojos del mismo color. Yami quedó helado al verla no sabía que hacer, así que espero a que ella se acercara y le reclamara todo, sin embargo ella siguió su camino sin siquiera mirarlo, lo había ignorado por completo, aun no estaba dispuesta a hablar no después de su pesadilla, sabía lo que Yami sentía por "su" Yugi, pero primero deseaba asegurarse de que Yugi sintiera lo mismo por él o ella y fuera él quien decidiera con quien estar. De solo pensarlo y recordar aquel sueño gruesas lágrimas se agolparon en sus ojos y comenzaron a recorrer sus mejillas, todo esto le causaba un gran dolor… Yami suspiró un poco aliviado pero aun preocupado por la nueva actitud de la chica pues su silencio le hacía temer lo peor, tomo una bocanada de aire para calmar sus nervios e ingresó al hospital.

Viejo! Te sientes mejor? –le recibió Joey con su acostumbrada alegría-

Si me siento como nuevo, gracias por tu consejo. –Yami le agradeció con una pequeña sonrisa-

No es nada… ¿por cierto no te encontraste a Tea?

Eh?... S-si p-pero creo que iba muy… distraída ni siquiera me miró –respondió evadiendo la mirada del rubio-

Tu también lo notaste? Últimamente ha estado muy reprimida, en sus ojos se nota que esta sufriendo –se encogió de hombros- supongo que es por Yugi pero también siento que hay algo más que la tiene así -dedujo el rubio-

Tu crees? Y… sa-sabes por qué… ya te dijo algo? –preguntó espantado, trataba de disimular sus nervios pero estos le traicionaban-

Mmmm, no y eso me preocupa… Pero bueno ya se le pasara, así son todas las chicas –respondió sin reparar en la reacción del faraón-

Esperemos que así sea… -suspiró quedito- "Lo siento por ella pero… amo tanto a Yugi y sé que el a mi también y si no, lucharé porque así sea" –pensó-

Yami… hey Yami… Tierra llamando a Yami –era Joey quien le llamaba- Yami!

Ra, que pasa! –exclamó asustado-

Nada, es que te estaba diciendo que voy a salir un momento pero estabas tan distraído que ni me escuchaste. Mira tengo un poco de hambre, así que iré a comer… –dijo al momento de salir del cuarto-

Bueno… ve tranquilo –suspiró sentándose a un lado de la cama, un ligero movimiento llamó su atención- Yugi?

Joven Motto buenas tardes –le saludo una enfermera al momento de entrar al cuarto-

Enfermera, Yugi… Yugi movió su mano! –exclamó alegre- eso quiere decir que pronto despertar�¿no es asi?

De verdad? Mire no quiero sonar dura pero no se haga muchas ilusiones, a veces los movimientos corporales son a causa de los nervios, le decimos acto-reflejo es algo normal.

Pero nunca antes se había movido, estoy seguro que no fue un movimiento de los que usted dice –repuso enojado-

Por favor háblame de tú –suspiró- Esta bien no discutiré contigo si así lo deseas creer… ahora si me lo permites es hora de su baño.

Si yo… esperaré aquí –respondió no muy convencido de las palabras que dijera la enfermera mientras se sentaba-

Oye… ¿Qué no piensas ayudarme? –le reclamo tratando de levantar a Yugi- Sabes que yo sola no puedo cargarlo

Go… gomen, se me olvidó por un momento –se levantó rápidamente y le ayudó-

Bueno por esta vez te lo paso –suavizó su mirada y luego le sonrió-

Con la ayuda de Yami llevaron al chico a un pequeño baño dentro del cuarto, la enfermera baño al chico mientras Yami espero fuera... Tiempo después Yugi ya se encontraba de nuevo sobre la cama.

Bien, por el momento es todo… en un rato más debe venir el médico a checarlo, cualquier cosa ya sabes que hacer –se despidió guiñándole el ojo-

Si… ya lo sé, así ha sido desde que estamos aquí –murmuró con desgano, en el momento recordó lo que minutos antes había sucedido y tomo la mano de Yugi entre las suyas- Yugi, yo sé que en verdad moviste tu mano y no como la enfermera dijo… verdad que lo hiciste… verdad que si… por favor Yugi, no me hagas perder las esperanzas y hazlo de nuevo –le pidió suplicante. Otro movimiento más- Eso es, así se hace! Sabía que podías escucharme… Yugi… mi Yugi arigato por escucharme –festejo con una gran sonrisa y se acercó para besarlo, a sus espaldas se escuchó un carraspeo, él inmediatamente se incorporó-

Yami –dijo Joey quien había hecho el sonido- ¿se puede saber que estas haciendo? En un hospital no se puede gritar –le reprimió-

Gomen Joey pero no pude evitarlo… es que… no lo vas a creer pero Yugi, ha movido su mano dos veces… ¿no te perece que es una buena señal? –le explicó con alegría mientras acariciaba su frente-

En serio? –preguntó incrédulo-

Tú tampoco me crees –inmediatamente borro su sonrisa, poniéndose serio-

No, digo si… -le sonrió- claro que es una buena señal, ya era hora de que el pequeño dormilón fuera a despertar… me imagino que no debe ser nada agradable permanecer tres días recostado sobre una cama nada cómoda y se dijo: Yugi por tu bien hay que despertar –bromeo el rubio soltando una alegre carcajada-

Je… -una gotita resbaló de su nuca- Yugi… -volteo a verlo, el aludido comenzó a abrir pesadamente los ojos- Aibou… -se sorprendió- Joey mira! Yugi… está abriendo los ojos! –exclamó-

Nani? –el rubio se acercó estrepitosamente y empujo a Yami con su mano derecha hacia abajo para ver de cerca a su amigo- Es verdad… Yug –sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas- que alegría

Joey… Joey… -le llamaba Yami- Joey me estas lastimando! –le gritó-

Ah?... gomen –dejando de ejercer presión- creo que me emocioné demasiado jejeje.

Si, ya me di cuenta –arreglándose el cabello- "mi hermoso cabello… espera no es momento de pensar en tu cabello, Yugi ya está bien es lo que mas importa no tu tonto cabello" –se reprimió en pensamiento- Hola Yugi

… -Yugi abrió lentamente los ojos, sin articular palabra alguna, todo a su alrededor se veía borroso parpadeó un par de veces hasta obtener una buena vista, estaba confundido, nada de aquel lugar parecía conocido, luego miró al chico que estaba a su lado tomándolo de la mano- do… donde estoy? –preguntó aturdido-

Estas en un hospital viejo –le respondió un chico rubio en lugar de quien lo tomaba de la mano- Tuviste un accidente y fuiste traído a este lugar donde has estado inconsciente por cinco días –explicó-

Accidente? –preguntó el chico abriendo sus ojos en sorpresa. Intento levantarse, pero al momento de tratar de levantar su cuerpo de aquel lugar donde estaba recostado, un intenso dolor en su costado izquierdo lo mando nuevamente contra el colchón, brotando de sus labios un quejido lastimero, dejo de moverse, tal vez y así se le pasara aquel ardor que ahora sentía en aquella zona, luego se llevó una de sus manos a la cabeza que en esos momentos comenzaba a punzarle, dándole cuenta de que estaba vendada- No…no lo recuerdo –dijo agobiado-

Yugi no te muevas… -le pidió Yami-

No te apures viejo, el médico nos dijo que es algo normal recibiste un buen golpe en la cabeza y habrá cosas que no podrás recordar como el accidente –volvió a explicarle el rubio-

Disculpen… puedo preguntarles algo? –pregunto dudoso amarrándose con fuerza la cabeza que continuaba punzándole-

Claro viejo! –afirmó el rubio-

Veo que sientes un gran dolor Yugi… por qué no mejor te recuestas, descansas un poco más y luego nos haces las preguntas que quieras –le sugirió el chico de cabello tricolor con un semblante muy preocupado-

Yugi?... por qué me llamas así?… es ese mi nombre?... es así como me llamo? –pidió saber, ambos acompañantes lo miraron extrañado-

Cómo, tampoco recuerdas tu nombre? –preguntó Joey incrédulo, el pequeño solo negó-

Entonces… contéstame algo… Tampoco sabes quienes somos? –interfirió Yami aun más preocupado, de nuevo un movimiento negativo-

… -Yugi apretó con sus manos las sabanas y cerró con fuerza sus ojos haciendo un esfuerzo por recordar algo, pero nada, ni un solo recuerdo acudía a su blanca mente- No… no sé quienes son ustedes –respondió-

Masaka! –exclamó Yami abriendo los ojos de par en par con la mirada llena de incredulidad-


Hola! Aquí estoy de nuevo con un chap. más jejeje, bueno espero que también este sea de su agrado ya que cada vez y según me han dicho se pone más interesante, en fin… el poema de esta chap. se titula "Solamente tú" bien a responder reviews!

Cerry: Chica muchas gracias por tu idea me sirvió de mucho para iniciar este chapter, si ya sé que no fue real que fue solo en sus sueños pero de cualquier forma duele igual ¿no? Y no te creas estoy pensando en volverlo real, bueno todo depende de cómo logre hacerlo realidad… aunque ya tengo algunas ideas solo es cuestión de poder plasmarlas… Y bueno no es necesario que me conviertas en tu nueva santa yo solo cumplo con las sugerencias y peticiones y que tal aunque fue breve ¿te gusto como hice sufrir a esa bitch? Jajajaja.

Suzuko: Jejeje aquí me tienes con un chapter más y bueno poco a poco se ha ido descubriendo que pasa con Tea Yugi y Yami y ya más adelante se vera el resultado. Arigato por tu review

Lila: Verdad que se lo merecía? Y ya viste las consecuencias que tuvo por haber sido testigo de solo un beso? Jajajajaja… y estoy pensando en volverlo real para que sufra más, ahora Yami tiene más oportunidad! juar juar juar… ejem, ya veré si puedo incluir una de tus sugerencias… Arigato por leerme y dejar review.

Ja ne.