Capítulo 6
Haruka se encontraba en el entrenamiento de atletismo. Desde que había hablado con Michiru se sentía con más ánimos que nunca para realizar todas sus actividades, desde la escuela hasta sus pasatiempos como el atletismo y el piano. Terminó el entrenamiento, pero como Haruka no se detenía, ni pensaba hacerlo, el entrenador tuvo que llamarlo.
-¡Tenoh!- gritó el entrenador tratando de llamar la atención del joven -¡Ya detente muchacho, vas a hacer un hoyo en la pista!- Haruka se detuvo enfrente del señor al terminar su última vuelta y se rió un poco.
-No exagere, además la escuela cobra tanto que podría hacer diez pistas más si acaso yo hiciera algún hoyo- dijo burlonamente.
-Que gracioso- respondió el entrenador sarcásticamente - Si algún director te escuchara no tendrías esa sonrisa.
-Ya no se esfuerce, este cabeza hueca nunca aprende- ambos escucharon una voz detrás de ellos y voltearon. Cuando Haruka vió al dueño de la voz no pudo esconder su sorpresa y su alegría.
-¡Darien!- dijo entusiasmado el joven atleta -¿Qué haces aquí?
-Qué recibimiento, al menos di buenas tardes, que no vivimos juntos- dijo el muchacho alto de ojos azules y cabello negro.
-Que formal me saliste, está bien, para que no te ofendas, buenas tardes señor Chiba- Haruka hizo una reverencia - ¿así está mejor?
-Jajajaja...- el joven comenzó a reir- eres un verdadero caso.
-Contigo, son dos las personas que me dicen eso... me lo voy a empezar a creer- dijo el corredor riendo ligeramente.
-Entonces conmigo serían tres- dijo el entrenador dándole un golpe en la nuca a su pupilo quien se sobó y puso cara de ofendido.
-Jejeje, estás generando buena fama en tan poco tiempo- dijo Darien burlonamente -Como este niño es un grocero y desconciderado tendré que presentarme- extendió su mano hacia el entrenador -mi nombre es Chiba Darien, soy amigo de Haruka.
-Mucho gusto joven, yo soy Tsubame Kaede, el entrenador del equipo de atletismo y de este niño malcriado- le dió otro golpe ligero en la nuca.
-Me imagino que le debe causar muchos problemas- dijo Darien cruzando sus brazos.
-Si, es un dolor de cabeza, es desobediente, engreido, presuncioso...
-No olvide resongón y cabeza dura- anexó el joven de cabello negro. Haruka levantó una ceja y los vió con furia.
-Disculpen... pero aquí estoy!- Haruka movió su mano tratando de llamar la atención del par, quienes lo ignoraron y siguieron hablando de él muy divertidos.
-A veces me gustaría que fuera más responsable, que se tomara más en serio el entrenamiento, pero es demasiado testarudo y necio- dijo el entrenador haciendo caso omiso al joven enfurecido.
-Desde que lo conozco siempre ha sido así, no lo va a hacer cambiar, cabeza dura y hueca- dijo Darien ahora moviendo la cabeza en señal de negación o desaprovación.
-¡¡BUENO YA!! - gritó furioso el corredor. - ya acabó el chiste- dijo con una expresión de enojado cruzando los brazos.
-Es broma amigo- dijo Darien riendo.
-No le encuentor lo gracioso- dijo ofendido Haruka.
-Si vieras tu cara si te reirías- dijo el entrenador riendo también. Haruka levantó una ceja.
-Bueno, ya basta!- dijo Haruka molesto.
-Está bien, qué genio, hombre- dijo Darien levantando sus manos en muestra de derrota -Para que no te enojes te invito a comer a donde tu quieras- dijo con una gran sonrisa. Haruka se llevó la mano a la barbilla y empezó a pensar, después de unos segundos, una sonrisa malévola apareció en su boca.
-Conste, ya no te puedes echar para atrás- dijo el corredor un poco amenazante. El otro joven tragó un poco de saliva asustado, probablemente su bolsillo lamentaría mucho ese ofrecimiento que acababa de hacer. -Bueno, nos vemos mañana entrenador Kaede- Haruka hizo una reverencia frente al señor y él la correspondió con otra.
-Hasta mañana niño- dijo con una sonrisa el entrenador. Así, ambos jóvenes se retiraron de la pista.
Después de cambiarse, Haruka se encontró con Darien en la entrada del gimnasio.
-Oye, ¿no vas a presentarme a la niña de la cual siempre estás hablando?- preguntó Darien con una gran sonrisa. Haruka no se puso muy contento y su amigo lo notó. -Calmado, no pienso bajártela o algo así- dijo bromeando, tratando de cambiar la expresión del otro chico.
-No es eso realmente- dijo Haruka -Michiru no me interesa de una forma romántica o sentimental.
-Si, claro- respondió el otro chico sarcásticamente -Por la forma en que te expresas de ella cualquiera se daría cuenta de que te encanta- dijo el chico de cabello negro guiñándo uno de sus ojos azules. El corredor levantó una ceja y puso cara de no sé de qué me hablas.
-Michiru es una chica muy hermosa, es el sueño de cualquiera... pero...- Haruka se detuvo un segundo como para meditar lo que iba a decir. Darien lo observaba detenidamente, no perdiendo ningún gesto de su rostro.
-¿Pero?
-No- dijo Haruka moviendo la cabeza -En primer lugar, Michiru es una chica muy especial para mi, es mi amiga y la quiero mucho... tu sabes cuánto puedo llegar a querer a mis amigos- dijo con una sonrisa el corredor, el otro chico sólo asintió con la cabeza- en segundo lugar, ella sabe mi secreto, sabe quien soy realmente, así no creo que le interese de ninguna manera.
-¿Y tu cómo sabes? ¿le haz preguntado?- preguntó Darien tratando de dar alguna esperanza a su amigo.
-Nunca, pero es una chica demasiado perfecta, en todo caso de que existiera la posibilidad, júralo que yo no sería una de sus opciones.
-Vaya, qué poco te cotizas ahora amigo, antes ninguna chica estaba a la altura de Tenoh Haruka. Ésta chica Michiru sí que me mata de curiosidad.
-Jajajaja- Haruka empezó a reir -Si la conocieras me darías toda la razón.
-¡Pues preséntamela!- dijo Darien entusiasmado -¡Ándale! apúrate envidioso.
-¡Dios! qué prisa.
-¡Ándale, ándale, ándale, ándale! -Darien empeazó a empujar a Haruka para que caminara rápido.
-Bueno, está bien... ya deja de estarme empujando- dijo el corredor un poco molesto. -Seguramente está en la alberca a punto de salir, ahí la vamos a interceptar.
-¡UUUyyy! y en la alberca... - el joven pelinegro se frotó las manos maliciosamente. Haruka le dió una mirada de advertencia y se rió ligeramente -Sólo estoy bromeando.
-No tienes remedio- dijo Haruka moviendo ligeramente la cabeza en desaprobación. Ambos jóvenes se dirigieron a la alberca para buscar a la tan mencionada chica. El joven rubio tenía razón, la encontraron en la puerta a punto de partir.
-¡Sirena!- gritó Haruka agitando una mano para llamar la atención de su amiga quien al reconocer la voz volteó inmediatamente.
-Ruka, ¿qué haces aquí? pensé que hoy ya no te vería- dijo la chica de cabello acuamarina con una sonrisa en los labios que delataba su alegría por ver a su amigo. Haruka se acercó a ella seguido de su amigo, Michiru notó la presencia del joven de cabello negro y ojos azules.
-¿Quién es tu amigo?- preguntó con un poco de curiosidad, no era común ver a un chico así en esa escuela, se notaba que era un muchaho mayor.
-Él es mi amigo Chiba Darien, nos conocemos desde hace mucho tiempo- el joven de cabello negro se acercó a la chica sonriendo y le ofreció la mano, ella la tomó y él se la llevó a los labios. Michiru se sonrojó mucho por el gesto -ejem- Haruka se limpió la garganta para llamar la atención de su amigo quien se levantó con una sonrisa de satisfacción -y ella es Kaioh Michiru, una atleta y una artista maravillosa- Michiru se puso mucho más roja y Haruka sonrió.
-No exageres- dijo la chica toda apenada.
-Si supieras todas las cosas que Haruka me ha contado de ti- dijo el chico de cabello negro guiñándole un ojo a la chica.
-Espero hayan sido cosas buenas, porque conociéndolo...
-Ey!- gritó el chico un poco molesto - ¿Qué acaso hoy es el día de molesten a Haruka? Todos se la han pasado atacándome el día de hoy- Darien y Michiru se voltearon a ver y empezaron a reir por la expresión de molestia de su amigo -Mmmmfff- gruñó el chico rubio -No sé ni para qué me molesto...- dijo levantando los brazos al cielo en señal de derrota.
-Qué carácter- dijo Darien molesto -Ya mejor vámonos a buscar tu restaurante. Michiru, ¿no te gustaría acompañarnos?- preguntó el joven acercándose a la chica con una mirada seductora.
-¿Por qué no? Así puedes platicarme sobre los momentos bochornosos en la infancia de Haruka.
-¡EY!- gritó el rubio molesto nuevamente. Los otros dos rieron.
-Mejor me adelanto para ir por el auto- dijo el corredor entre dientes.
-Verdad que es un gruñón amargado- dijo Michiru cuando Haruka se encontraba un poco alejado de ellos. Darien sonrió divertido.
-Más que eso, y no lo haz visto furioso- respondió Darien con una sonrisa. Ambos empezaron a reir a espaldas de Haruka quien se percató y volteó más molesto aún.
-¡Ya los escuché! y no me da ninguna gracia...- dijo el corredor amenazadoramente antes de continuar su camino un poco más de prisa. Los dos jóvenes que quedaron atrás se voltearon a ver e intercambiaron una sonrisa de cómplices y lo siguieron tratando de alcanzar su paso rápido.
Los tres jóvenes se encontraban en el restaurante más caro que Haruka pudo encontrar en el directorio telefónico, de alguna forma tenía que vengarse de su amigo que se había pasado todo el tiempo desde que llegó mofándose de ella. Durante la cena, platicaron de una y otra cosa, por supuesto, Michiru no perdió la oportunidad de preguntar sobre su amigo y Darien contó todas las historias embarazosas que recordó de Haruka, cosa que no tenía muy contento al corredor quien se pasó gruñendo todo el tiempo.
-Ya no quiero seguir escuchando esto... mejor me retiro antes de que me hagan pedacitos ustedes dos- el corredor se levantó y se dirigió al baño dejando sólos a sus amigos. Cuando desapareció continuaron platicando.
-Michiru, ya que se fue, hablemos seriamente- Darien se puso un poco serio -¿Qué opinas de esa niña?
-¿Cómo?- la pregunta sorprendió mucho a la joven.
-Si. Mira, conozco a Haruka desde hace muchísimo tiempo y nunca antes había visto que se abriera con ninguna otra persona de la forma que lo ha hecho contigo, se me hace muy extraño y la verdad es que te tiene mucho aprecio, por eso me gustaría saber qué es lo que piensas de ella- dijo el muchacho uniendo sus manos, su expresión ya era muy seria.
-Ya veo- dijo la chica tornándose seria -la verdad no sé por qué se ha creado éste lazo de comunicación tan fuerte entre nosotros, hay algo que me dice que es una persona muy especial. Nos hemos tratado relativamente poco tiempo, y tienes razón, nuestra relación y nuestra confianza podría ser dudosa por la misma razón pero si lo que te preocupa es que le haga daño o me aproveche de ella, quédate tranquilo, no sería capaz de algo así con ella-
-No quiero que te engañe esa fachada ruda y arrogante que tiene, en realidad es una persona muy sensible, tal vez en el fondo- el joven se detuvo un segundo a meditar lo que estaba diciendo -bueno, muy pero muy en el fondo...- la chica rió ligeramente y él se contagió - jejeje...ya sin bromas... Haruka no es tan fuerte como trata de aparentar, desde la muerte de su madre y los conflictos con su padre ha tenido que ir levantando un muro en su corazón casi impenetrable que milagrosamente tu lograste atravesar.
-Eso... no lo sabía...- dijo la chica bajando un poco la mirada.
-¿Qué cosa?- preguntó el joven.
-Lo de su familia.
-Ah... bueno... creo que ya metí la pata- el chico se llevó la mano a la nuca -ya lo sabes- dijo con una expresión de pena -bueno, el caso es que ella no soportaría más golpes a su corazón.
-Tienes miedo de que yo le haga daño.
-Bueno, ya te lo dije, te tiene mucho aprecio y cariño, y ella no tiende a tener ese tipo de sentimientos por casi nadie y menos tan rápido...
-Si, eso ya lo entendí perfectamente. Debo sentirme alagada por tal gesto- Michiru dirigió su mirada directamente a los ojos azules del joven - Y tu debes sentirte tranquilo porque jamás le haré daño, de ninguna forma- se escuchó su voz muy decidida.
-Me da gusto- respondió el joven con una sonrisa -Sé sincera con ella, ya que te ha confiado su más grande secreto- terminando de hablar dió un trago a su refresco.
-Eres un buen amigo- dijo la chica sonriendo.
-Hago el intento- Respondió con otra sonrisa. En ese momento apareció Haruka y los quedó viendo medio extrañado.
-¿Qué pasa?- se sentó -Me da miedo lo que puedan estar fraguando a mis espaldas.
-No te preocupes, no soy tan traicionero- Darien dijo con una sonrisa malévola.
-Como si no te conociera- dijo sarcásticamente el rubio. Después volteó hacia su amiga -No le creas nada de lo que te haya dicho de mi, le gusta inventar historias y mofarse de mi.
-No te preocupes Ruka, no dijo nada malo de ti.
-Menos mal- el corredor volteó a dar una mirada de alerta a su amigo quien levantó sus manos en demostración de rendisión. Después de eso continuaron platicando y cenando.
Ya era tarde y Haruka llevó a Michiru a su casa. Darien no quitaba la mirada de su amigo para checar todas sus expresiones y atenciones que tenía para con la violinista. Cuando se dirigían hacia su hotel, el joven de cabello negro hizo un poco de charla con su amigo.
-Lo bueno es que no te gusta la chica- dijo Darien sarcásticamente -Casi la llevabas cargando.
-No me gusta- respondió el otro en tono fuerte.
-Claro y yo tengo cinco años.
-Al fin lo aceptas- respondió el corredor riendo.
-Qué gracioso- dijo ofendido su amigo -Pero ya hablando en serio Haruka, la chica te gusta.
-Ya te expliqué, ella sólo es mi amiga y así se va a quedar.
-Como tu digas- Darien se quedó callado con una expresión de "yo sé algo y tu no" que no agradaba a Haruka en lo absoluto.
-¿Te dijo algo de mi?-preguntó al fin el rubio con gran curiosidad.
-La verdad, si hablamos de ti y si le agradas, creo que te quiere pero...- se detuvo un segundo - creo que sólo de amigos.
-Ya lo sabía- dijo un poco descepcionado, su amigo se puso un poco triste, cosa que Haruka notó -mira, tal vez ella sea de esas chicas imposibles de alcanzar, pero no me voy a tirar a un pozo por eso, soy conciente de que no es para mi, en serio- dijo con una sonrisa - además... hay alguien más que me interesa- eso no se lo esperaba Darien.
-¿Quién?- preguntó muy sorprendido el pelinegro.
-Ohhh!, es una sorpresa, no vaya a ser que se me sale - le guiñó un ojo. Como vió que no iba a poder sacarle nada de información, el muchacho desistió y platicaron de otras cosas en lo que llegaban al hotel. Cuando llegaron, se despidieron y Haruka se marchó a su casa. Darien se sintió bastante tranquilo de ver que su amiga estaba feliz de estar ahí, le había hecho muy bien el cambio de ciudad y de vida, y lo que más satisfacción le brindaba, era que había superado algunas situaciones difíciles de su pasado que la atormentaban desde hacía mucho tiempo.
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Fecha: Viernes 9 de Abril del 2004
Haruka se encontraba en el entrenamiento de atletismo. Desde que había hablado con Michiru se sentía con más ánimos que nunca para realizar todas sus actividades, desde la escuela hasta sus pasatiempos como el atletismo y el piano. Terminó el entrenamiento, pero como Haruka no se detenía, ni pensaba hacerlo, el entrenador tuvo que llamarlo.
-¡Tenoh!- gritó el entrenador tratando de llamar la atención del joven -¡Ya detente muchacho, vas a hacer un hoyo en la pista!- Haruka se detuvo enfrente del señor al terminar su última vuelta y se rió un poco.
-No exagere, además la escuela cobra tanto que podría hacer diez pistas más si acaso yo hiciera algún hoyo- dijo burlonamente.
-Que gracioso- respondió el entrenador sarcásticamente - Si algún director te escuchara no tendrías esa sonrisa.
-Ya no se esfuerce, este cabeza hueca nunca aprende- ambos escucharon una voz detrás de ellos y voltearon. Cuando Haruka vió al dueño de la voz no pudo esconder su sorpresa y su alegría.
-¡Darien!- dijo entusiasmado el joven atleta -¿Qué haces aquí?
-Qué recibimiento, al menos di buenas tardes, que no vivimos juntos- dijo el muchacho alto de ojos azules y cabello negro.
-Que formal me saliste, está bien, para que no te ofendas, buenas tardes señor Chiba- Haruka hizo una reverencia - ¿así está mejor?
-Jajajaja...- el joven comenzó a reir- eres un verdadero caso.
-Contigo, son dos las personas que me dicen eso... me lo voy a empezar a creer- dijo el corredor riendo ligeramente.
-Entonces conmigo serían tres- dijo el entrenador dándole un golpe en la nuca a su pupilo quien se sobó y puso cara de ofendido.
-Jejeje, estás generando buena fama en tan poco tiempo- dijo Darien burlonamente -Como este niño es un grocero y desconciderado tendré que presentarme- extendió su mano hacia el entrenador -mi nombre es Chiba Darien, soy amigo de Haruka.
-Mucho gusto joven, yo soy Tsubame Kaede, el entrenador del equipo de atletismo y de este niño malcriado- le dió otro golpe ligero en la nuca.
-Me imagino que le debe causar muchos problemas- dijo Darien cruzando sus brazos.
-Si, es un dolor de cabeza, es desobediente, engreido, presuncioso...
-No olvide resongón y cabeza dura- anexó el joven de cabello negro. Haruka levantó una ceja y los vió con furia.
-Disculpen... pero aquí estoy!- Haruka movió su mano tratando de llamar la atención del par, quienes lo ignoraron y siguieron hablando de él muy divertidos.
-A veces me gustaría que fuera más responsable, que se tomara más en serio el entrenamiento, pero es demasiado testarudo y necio- dijo el entrenador haciendo caso omiso al joven enfurecido.
-Desde que lo conozco siempre ha sido así, no lo va a hacer cambiar, cabeza dura y hueca- dijo Darien ahora moviendo la cabeza en señal de negación o desaprovación.
-¡¡BUENO YA!! - gritó furioso el corredor. - ya acabó el chiste- dijo con una expresión de enojado cruzando los brazos.
-Es broma amigo- dijo Darien riendo.
-No le encuentor lo gracioso- dijo ofendido Haruka.
-Si vieras tu cara si te reirías- dijo el entrenador riendo también. Haruka levantó una ceja.
-Bueno, ya basta!- dijo Haruka molesto.
-Está bien, qué genio, hombre- dijo Darien levantando sus manos en muestra de derrota -Para que no te enojes te invito a comer a donde tu quieras- dijo con una gran sonrisa. Haruka se llevó la mano a la barbilla y empezó a pensar, después de unos segundos, una sonrisa malévola apareció en su boca.
-Conste, ya no te puedes echar para atrás- dijo el corredor un poco amenazante. El otro joven tragó un poco de saliva asustado, probablemente su bolsillo lamentaría mucho ese ofrecimiento que acababa de hacer. -Bueno, nos vemos mañana entrenador Kaede- Haruka hizo una reverencia frente al señor y él la correspondió con otra.
-Hasta mañana niño- dijo con una sonrisa el entrenador. Así, ambos jóvenes se retiraron de la pista.
Después de cambiarse, Haruka se encontró con Darien en la entrada del gimnasio.
-Oye, ¿no vas a presentarme a la niña de la cual siempre estás hablando?- preguntó Darien con una gran sonrisa. Haruka no se puso muy contento y su amigo lo notó. -Calmado, no pienso bajártela o algo así- dijo bromeando, tratando de cambiar la expresión del otro chico.
-No es eso realmente- dijo Haruka -Michiru no me interesa de una forma romántica o sentimental.
-Si, claro- respondió el otro chico sarcásticamente -Por la forma en que te expresas de ella cualquiera se daría cuenta de que te encanta- dijo el chico de cabello negro guiñándo uno de sus ojos azules. El corredor levantó una ceja y puso cara de no sé de qué me hablas.
-Michiru es una chica muy hermosa, es el sueño de cualquiera... pero...- Haruka se detuvo un segundo como para meditar lo que iba a decir. Darien lo observaba detenidamente, no perdiendo ningún gesto de su rostro.
-¿Pero?
-No- dijo Haruka moviendo la cabeza -En primer lugar, Michiru es una chica muy especial para mi, es mi amiga y la quiero mucho... tu sabes cuánto puedo llegar a querer a mis amigos- dijo con una sonrisa el corredor, el otro chico sólo asintió con la cabeza- en segundo lugar, ella sabe mi secreto, sabe quien soy realmente, así no creo que le interese de ninguna manera.
-¿Y tu cómo sabes? ¿le haz preguntado?- preguntó Darien tratando de dar alguna esperanza a su amigo.
-Nunca, pero es una chica demasiado perfecta, en todo caso de que existiera la posibilidad, júralo que yo no sería una de sus opciones.
-Vaya, qué poco te cotizas ahora amigo, antes ninguna chica estaba a la altura de Tenoh Haruka. Ésta chica Michiru sí que me mata de curiosidad.
-Jajajaja- Haruka empezó a reir -Si la conocieras me darías toda la razón.
-¡Pues preséntamela!- dijo Darien entusiasmado -¡Ándale! apúrate envidioso.
-¡Dios! qué prisa.
-¡Ándale, ándale, ándale, ándale! -Darien empeazó a empujar a Haruka para que caminara rápido.
-Bueno, está bien... ya deja de estarme empujando- dijo el corredor un poco molesto. -Seguramente está en la alberca a punto de salir, ahí la vamos a interceptar.
-¡UUUyyy! y en la alberca... - el joven pelinegro se frotó las manos maliciosamente. Haruka le dió una mirada de advertencia y se rió ligeramente -Sólo estoy bromeando.
-No tienes remedio- dijo Haruka moviendo ligeramente la cabeza en desaprobación. Ambos jóvenes se dirigieron a la alberca para buscar a la tan mencionada chica. El joven rubio tenía razón, la encontraron en la puerta a punto de partir.
-¡Sirena!- gritó Haruka agitando una mano para llamar la atención de su amiga quien al reconocer la voz volteó inmediatamente.
-Ruka, ¿qué haces aquí? pensé que hoy ya no te vería- dijo la chica de cabello acuamarina con una sonrisa en los labios que delataba su alegría por ver a su amigo. Haruka se acercó a ella seguido de su amigo, Michiru notó la presencia del joven de cabello negro y ojos azules.
-¿Quién es tu amigo?- preguntó con un poco de curiosidad, no era común ver a un chico así en esa escuela, se notaba que era un muchaho mayor.
-Él es mi amigo Chiba Darien, nos conocemos desde hace mucho tiempo- el joven de cabello negro se acercó a la chica sonriendo y le ofreció la mano, ella la tomó y él se la llevó a los labios. Michiru se sonrojó mucho por el gesto -ejem- Haruka se limpió la garganta para llamar la atención de su amigo quien se levantó con una sonrisa de satisfacción -y ella es Kaioh Michiru, una atleta y una artista maravillosa- Michiru se puso mucho más roja y Haruka sonrió.
-No exageres- dijo la chica toda apenada.
-Si supieras todas las cosas que Haruka me ha contado de ti- dijo el chico de cabello negro guiñándole un ojo a la chica.
-Espero hayan sido cosas buenas, porque conociéndolo...
-Ey!- gritó el chico un poco molesto - ¿Qué acaso hoy es el día de molesten a Haruka? Todos se la han pasado atacándome el día de hoy- Darien y Michiru se voltearon a ver y empezaron a reir por la expresión de molestia de su amigo -Mmmmfff- gruñó el chico rubio -No sé ni para qué me molesto...- dijo levantando los brazos al cielo en señal de derrota.
-Qué carácter- dijo Darien molesto -Ya mejor vámonos a buscar tu restaurante. Michiru, ¿no te gustaría acompañarnos?- preguntó el joven acercándose a la chica con una mirada seductora.
-¿Por qué no? Así puedes platicarme sobre los momentos bochornosos en la infancia de Haruka.
-¡EY!- gritó el rubio molesto nuevamente. Los otros dos rieron.
-Mejor me adelanto para ir por el auto- dijo el corredor entre dientes.
-Verdad que es un gruñón amargado- dijo Michiru cuando Haruka se encontraba un poco alejado de ellos. Darien sonrió divertido.
-Más que eso, y no lo haz visto furioso- respondió Darien con una sonrisa. Ambos empezaron a reir a espaldas de Haruka quien se percató y volteó más molesto aún.
-¡Ya los escuché! y no me da ninguna gracia...- dijo el corredor amenazadoramente antes de continuar su camino un poco más de prisa. Los dos jóvenes que quedaron atrás se voltearon a ver e intercambiaron una sonrisa de cómplices y lo siguieron tratando de alcanzar su paso rápido.
Los tres jóvenes se encontraban en el restaurante más caro que Haruka pudo encontrar en el directorio telefónico, de alguna forma tenía que vengarse de su amigo que se había pasado todo el tiempo desde que llegó mofándose de ella. Durante la cena, platicaron de una y otra cosa, por supuesto, Michiru no perdió la oportunidad de preguntar sobre su amigo y Darien contó todas las historias embarazosas que recordó de Haruka, cosa que no tenía muy contento al corredor quien se pasó gruñendo todo el tiempo.
-Ya no quiero seguir escuchando esto... mejor me retiro antes de que me hagan pedacitos ustedes dos- el corredor se levantó y se dirigió al baño dejando sólos a sus amigos. Cuando desapareció continuaron platicando.
-Michiru, ya que se fue, hablemos seriamente- Darien se puso un poco serio -¿Qué opinas de esa niña?
-¿Cómo?- la pregunta sorprendió mucho a la joven.
-Si. Mira, conozco a Haruka desde hace muchísimo tiempo y nunca antes había visto que se abriera con ninguna otra persona de la forma que lo ha hecho contigo, se me hace muy extraño y la verdad es que te tiene mucho aprecio, por eso me gustaría saber qué es lo que piensas de ella- dijo el muchacho uniendo sus manos, su expresión ya era muy seria.
-Ya veo- dijo la chica tornándose seria -la verdad no sé por qué se ha creado éste lazo de comunicación tan fuerte entre nosotros, hay algo que me dice que es una persona muy especial. Nos hemos tratado relativamente poco tiempo, y tienes razón, nuestra relación y nuestra confianza podría ser dudosa por la misma razón pero si lo que te preocupa es que le haga daño o me aproveche de ella, quédate tranquilo, no sería capaz de algo así con ella-
-No quiero que te engañe esa fachada ruda y arrogante que tiene, en realidad es una persona muy sensible, tal vez en el fondo- el joven se detuvo un segundo a meditar lo que estaba diciendo -bueno, muy pero muy en el fondo...- la chica rió ligeramente y él se contagió - jejeje...ya sin bromas... Haruka no es tan fuerte como trata de aparentar, desde la muerte de su madre y los conflictos con su padre ha tenido que ir levantando un muro en su corazón casi impenetrable que milagrosamente tu lograste atravesar.
-Eso... no lo sabía...- dijo la chica bajando un poco la mirada.
-¿Qué cosa?- preguntó el joven.
-Lo de su familia.
-Ah... bueno... creo que ya metí la pata- el chico se llevó la mano a la nuca -ya lo sabes- dijo con una expresión de pena -bueno, el caso es que ella no soportaría más golpes a su corazón.
-Tienes miedo de que yo le haga daño.
-Bueno, ya te lo dije, te tiene mucho aprecio y cariño, y ella no tiende a tener ese tipo de sentimientos por casi nadie y menos tan rápido...
-Si, eso ya lo entendí perfectamente. Debo sentirme alagada por tal gesto- Michiru dirigió su mirada directamente a los ojos azules del joven - Y tu debes sentirte tranquilo porque jamás le haré daño, de ninguna forma- se escuchó su voz muy decidida.
-Me da gusto- respondió el joven con una sonrisa -Sé sincera con ella, ya que te ha confiado su más grande secreto- terminando de hablar dió un trago a su refresco.
-Eres un buen amigo- dijo la chica sonriendo.
-Hago el intento- Respondió con otra sonrisa. En ese momento apareció Haruka y los quedó viendo medio extrañado.
-¿Qué pasa?- se sentó -Me da miedo lo que puedan estar fraguando a mis espaldas.
-No te preocupes, no soy tan traicionero- Darien dijo con una sonrisa malévola.
-Como si no te conociera- dijo sarcásticamente el rubio. Después volteó hacia su amiga -No le creas nada de lo que te haya dicho de mi, le gusta inventar historias y mofarse de mi.
-No te preocupes Ruka, no dijo nada malo de ti.
-Menos mal- el corredor volteó a dar una mirada de alerta a su amigo quien levantó sus manos en demostración de rendisión. Después de eso continuaron platicando y cenando.
Ya era tarde y Haruka llevó a Michiru a su casa. Darien no quitaba la mirada de su amigo para checar todas sus expresiones y atenciones que tenía para con la violinista. Cuando se dirigían hacia su hotel, el joven de cabello negro hizo un poco de charla con su amigo.
-Lo bueno es que no te gusta la chica- dijo Darien sarcásticamente -Casi la llevabas cargando.
-No me gusta- respondió el otro en tono fuerte.
-Claro y yo tengo cinco años.
-Al fin lo aceptas- respondió el corredor riendo.
-Qué gracioso- dijo ofendido su amigo -Pero ya hablando en serio Haruka, la chica te gusta.
-Ya te expliqué, ella sólo es mi amiga y así se va a quedar.
-Como tu digas- Darien se quedó callado con una expresión de "yo sé algo y tu no" que no agradaba a Haruka en lo absoluto.
-¿Te dijo algo de mi?-preguntó al fin el rubio con gran curiosidad.
-La verdad, si hablamos de ti y si le agradas, creo que te quiere pero...- se detuvo un segundo - creo que sólo de amigos.
-Ya lo sabía- dijo un poco descepcionado, su amigo se puso un poco triste, cosa que Haruka notó -mira, tal vez ella sea de esas chicas imposibles de alcanzar, pero no me voy a tirar a un pozo por eso, soy conciente de que no es para mi, en serio- dijo con una sonrisa - además... hay alguien más que me interesa- eso no se lo esperaba Darien.
-¿Quién?- preguntó muy sorprendido el pelinegro.
-Ohhh!, es una sorpresa, no vaya a ser que se me sale - le guiñó un ojo. Como vió que no iba a poder sacarle nada de información, el muchacho desistió y platicaron de otras cosas en lo que llegaban al hotel. Cuando llegaron, se despidieron y Haruka se marchó a su casa. Darien se sintió bastante tranquilo de ver que su amiga estaba feliz de estar ahí, le había hecho muy bien el cambio de ciudad y de vida, y lo que más satisfacción le brindaba, era que había superado algunas situaciones difíciles de su pasado que la atormentaban desde hacía mucho tiempo.
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Fecha: Viernes 9 de Abril del 2004
