Capítulo 11

Haruka y Michiru se encontraban en casa de la violinista. La chica escuchaba como el joven tocaba el piano, le gustaba mucho hacerlo. Terminó la pieza y de pronto una idea le brotó a la niña a la mente.

-Haruka, eres un pianisata excelente- dijo la chica acercándose al piano.

-Este... pues muchas gracias Sirena- dijo todo apenado el muchacho.

-Se me acaba de ocurrir una gran idea- dijo Michiru con una gran sonrisa. El joven la observó un poco confundido.

-A ver, dime qué pasa.

-En unos días voy a dar un concierto para una obra de beneficiencia y aún no tengo un pianista para que me acompañe- Haruka alzó una ceja -Y bueno, me gustaría pedirte como un gran favor, si me acompañas esa noche- la expresión del corredor ahora era de sorpresa, no se imaginó que ella lo considerara tan bueno como para ser su pareja.

-Este... pues... no sé- empezó a tartamudear un poco, él dudaba mucho de sus capacidades.

-Por favor- dijo la chica tomando la mano del joven con ojos de súplica y una sonrisa muy tierna.

-¿Quién puede resistirse ante la petición de una niña tan linda?- dijo con una sonrisa -Por supuesto que voy a ayudarte- una gran sonrisa se iluminó en el rostro de la violinista y lo abrazó.

-Muchas gracias, eres el mejor- dijo sin soltarlo.

-Ay... no es para tanto...ay me estoy... ahogando- dijo Haruka tratando de respirar. Michiru lo soltó avergonzada, pero la emoción había sido demasiada para ella.

-Lo siento.

-No hay problema- respondió el joven rascándose la cabeza -Bueno, pero lo único es que vas a decirme qué piezas quieres tocar para que empiece a sacarlas y no hacerte pasar el ridículo frente a tanta gente jeje- bromeó el muchacho. Michiru lo volteó a ver con una expresión de "no seas payaso".

-Ni al caso, vas a encantarles- se sentó junto a él y tomó unas partituras que se encontraban sobre el piano, las ojeó y se las mostró. Haruka las vió un poco y colocó unas hojas en el piano para empezar a practicarlas. Rápidamente las dominó. -¿Ves?- dijo Michiru -no te tomó más de dos horas aprendértelas, realmente tienes un gran talento, deberías de ser pianista profesional.

-No lo creo- respondió el chico negando con la cabeza -La artista de la familia era mi mamá, yo heredé los dos pies izquierdos de mi padre- volteó a ver a la chica -además, cualquiera puede tocar música, pero sólo los privilegiados pueden interpretarla- sonrió tristemente viendo las teclas del piano.

-Tal vez tengas razón- Michiru recostó su cabeza sobre el brazo del muchacho -Por eso te escogí a ti, porque eres un privilegiado- Haruka volteó a verla sorprendido -Haruka, tu puedes lograr lo que tu quieras, si te quitas los complejos que te ciegan e intentas superarlos- Michiru se incorporó y Haruka seguía viéndola seriamente -Anda sigue practicando- se levantó del banquillo y se dirigió donde se encontraba su violín, Haruka la siguió con la vista por un momento, después regresó su atención a las hojas frente a él y empezó a tocar. En el instante el violín comenzó a acompañarlo, incorporándose la música de una forma perfecta, como si proveniera del mismo instrumento. Así se quedaron por horas.

El día de la presentación llegó, Haruka y Michiru habían invitado a sus amigas para que los fueran a ver. Ellas se encontraban en primera fila esperando a que empezara. Para sorpresa de todos, Darien también apareció, se escapó unos días del trabajo al enterarse que su amigo se iba a atrever a subirse a un escenario a tocar el piano, definitivamente eso tenía que verlo y además grabarlo, así que traía su videocámara escondida en el bolsillo del traje. Cuando la sacó, Serena, que estaba sentado junto aél se dió cuenta.

-¿Qué es eso?- preguntó ingenuamente.

-Una cámara para grabar el oso de mi amigo jejejeje- dijo el muchacho riendo.

-Yo creo que Haruka lo va a hacer muy bien- dijo la niña defendiéndolo.

-No lo dudo, pero apuesto que se va a caer, se va a golpear contra el piano o se va a ir la luz a la mitad de la presentación, tiene tan mala suerte que cualquier cosa puede pasar- encendió la cámara -y yo no puedo perderme ese momento bochornoso de su vida- colocó la cámara frente a él enfocando el escenario.

-Pobre Haruka, con un amigo así para qué quiere enemigos- dijo Lita sarcásticamente. Darien sonrió.

-No mal piensen, en verdad quiero al cabezón, si no no vendría a verlo.

-Si, pero te encanta burlarte de él- dijo Ami.

-Bueno, si, pero ¿si no para qué son los amigos?- le guiñó un ojo a la niña de cabello azul.

-Oye, ¿y lo conoces muy bien?- preguntó Serena un poco seria.

-Por supuesto- respondió el joven con una sonrisa orgullosa. -Nuestros padres son amigos y socios desde hace muchísimo tiempo, conocemos toda la vida el uno del otro. Sabemos lo que le gusta al otro, lo que no, lo que nos hace felices, lo que no, quienes nos gustan- le guiñó un ojo a la niña.

-¡Wow!- dijo la rubia sorprendida -Realmente se tienen mucha confianza- el joven asintió con la cabeza -¡Qué bien!- dijo feliz la niña. Darien se rió ligeramente de su reacción.

-También puedo decir que tu le gustas muchísimo. Nunca lo había visto tan interesado en una niña como lo está contigo- al escuchar eso la niña se sonrojó muchísimo -Y no es para menos- dijo el chico sonriendo. Serena lo observó medio confundida, el joven sólo encogió los hombros y sonrió.

Tras bambalinas, Haruka se asomaba por el telón, se ponía nervioso de ver tanta gente junta, "¿por qué aceptaste tonto?" se preguntaba constantemente "esto no es lo tuyo, en lo absoluto. Tu deberías estar en un auto de carreras o en una moto, no aquí a punto de hacer el ridículo", suspiró fuertemente y sintió una mano sobre su hombro.

-Ya cálmate, no va a pasar nada- volteó y Michiru le sonreía para darle ánimos.

-Si estoy muy calmado- dijo tratando de parecer indiferente ante la situación.

-Si, por eso te tiemblan las manos- dijo Michiru tomando una de las manos de su amigo.

-Es que hace frío.

-Estamos a veinticinco grados y traes smoking- dijo la chica negando con a cabeza en señal de desaprovación -No tienes por qué estar tan nervioso, todo va a salir perfecto.

El anunciador al fin comenzó con la presentación de los participantes.

-Ya va a comenzar- dijo Michiru tomando su violín, Haruka volteó a verla con cara de pánico.

-Este... oye... ¿no crees que este es el momento perfecto para ir a tomar un helado?- preguntó con una sonrisa fingida y una expresión de súplica. Michiru negó con la cabeza viendo al cielo como diciendo "Dios mío dame paciencia" y lo tomó del brazo.

-Ya vamos que no podemos hacer esperar más a la gente- lo jaló del brazo hasta el piano y en ese instante se levantaron las cortinas. Ahora si no podía escapar, se seguía repitiendo constantemente "quién me manda a hacer éstas cosas". Cuando aparecieron en el escenario las chicas empezaron a aplaudir muy fuerte, Mina, Rei, Lita y Serena gritaban muy emocionadas.

-¡HARUKA TE VES GUAPÍSIMO!- gritó Mina no dejando de aplaudir. Serena le dió un codazo y la otra hizo una sonrisa de "lo siento". Las otras chicas empezaron a reir junto con Darien quien estaba muy listo con su cámara grabando todo, desde las chicas junto a él hasta los jóvenes en el escenario.

Después del maravilloso concierto todos fueron a festejar a la cafetería de siempre, claro, en ésta ocasión no encajaban mucho por lo elegantes que iban. Los clientes del lugar se les quedaban viendo curiosos y los chicos se sentían un poco incómodos de tanta atención.

-Como si nunca hubieran visto un vestido antes- dijo Rei un tanto molesta cruzando los brazos.

-Lo que pasa es que están impresionados de lo bella que me veo- dijo Mina parándose como modelando su atuendo. Grandes gotas de sudor aparecieron en las frentes de sus amigos mientras la chica enviaba besos a todos los chicos guapos que la veían.

-Cálmate sexy- dijo Lita llevando a su amiga a sentarse -sólo nos estás poniendo en vergüenza- a Mina no le agradó el comentario de su amiga y se ofendió.

-Ya cálmense, estamos aquí para celebrar que Haruka no hechó todo a perder, no a pelear- dijo Darien tratando de calmar los ánimos.

-Ese comentario no fue agradable- dijo Haruka volteándolo a ver un tanto molesto. El joven de cabello negro rió un poco y le alborotó el cabello.

-Tienes que admitir que tienes cierto potencial para estropear las cosas, especialmente los eventos públicos jejejeje- dijo Darien riendo.

-Tonto- dijo Haruka molesto.

-No te preocupes Haruka lo hiciste de maravilla- dijo Serena abrazándolo.

-Gracias preciosa- dijo el corredor regresando el abrazo -¿Ya ves?- volteó a ver a Darien y le sacó la lengua burlonamente. El joven sólo se siguió riendo.

Después de dejar a sus amigas en el templo Hikawa, casa de Rei, Haruka se encontraba muy callado dentro del auto, Darien lo observó cuidadosamente, no era común ver que su amigo se pusiera así de serio por ningún motivo, así que decidió preguntar qué ocurría. El corredor no respondió nada, simplemente negó con la cabeza, la falta de cooperación lo empujaba a indagar más.

-Ya dime qué te pasa, te pusiste todo extraño y melancólico de un minuto a otro- dijo Darien un poco molesto.

-No pasa nada- respondió Haruka desviando la mirada.

-Si claro- dijo el joven de cabello negro sarcásticamente -Ya no te hagas y dime qué te pasa, sabes que si no me dices voy a seguir insistiendo hasta que termines diciéndome- terminó de decir con una sonrisa maquiavélica que hizo tragar saliva al otro joven nervioso.

-Bueno, está bien, te diré. Es que he estado pensando...

-¿Y ese milagro?- dijo Darien interrumpiendo a su amigo riendo un poco. Haruka lo volteó a ver con una expresión de "muy gracioso" -Ya, ya, lo siento, dime qué has pensado.

-Es que he estado analizando mi relación con Serena y creo que ya es tiempo de hacer algo al respecto.

-¿Al fin piensas pedirle que sea tu novia?- preguntó el muchacho muy interesado en la respuesta.

-No sólo eso- Haruka se sentó sobre el cofre del auto -Pienso confesarle todo.

-¡¡¡¡¿QUÉ?!!!!- casi se le salen los ojos de la impresión.

-No puedo mentirle más, la quiero y si ella me quiere me debe de aceptar tal como soy.

-Suena bien pero... ¿estás seguro?, ¿no crees que al enterarse te mande a freir espárragos?

-No lo sé, ella no es como todas las niñas, es especial. Es tierna, dulce, comprensiva, graciosa...

-Bueno, se nota que estás muy enamorado de ella- dijo Darien con una sonrisa -Si tu crees que lo mejor es hablar con ella, yo te apoyo.

-Gracias amigo, sabía que podía contar contigo- dijo el corredor sonriendo. Después ambos jóvenes entraron al auto y se retiraron antes de que se hiciera más tarde. Haruka dejó a su amigo en el hotel y después se marchó en su carro dirigiéndose a su departamento. Cuando llegó a su puerta iba a introducir la llave para abrirla pero algo lo detuvo, se quedó parado ahí por unos segundos, pensativo. De pronto guardó la llave en la bolsa de su pantalón y bajó corriendo las escaleras.

Las chicas se encontraban en el cuarto de Rei platicando, comiendo galletas, riendo y ojeando revistas cuando escucharon que la campana de la entrada principal repicaba. Rápidamente se asomaron a ver de quién se trataba y se sorprendieron mucho al reconocer al joven rubio que se encontraba platicando con el abuelo de Rei.

-¡Haruka!- el joven escuchó a las chicas gritar su nombre y volteó.

-¿Qué tal?- dijo sonriendo como siempre.

-¿Qué haces aquí, a ésta hora y aún vestido así?- preguntó Lita notando que el joven aún seguía en el smoking negro, aunque sin corbata.

-La verdad es que vengo a secuestrar unos minutos a cabeza de bombón- dijo volteando a ver a la chica rubia de chonguitos quien rápidamente corrió a su lado y lo abrazó.

-Uyyyyyyy!!!- gritó Mina emocionada. El corredor se sonrojó un poco y limpió su gargante para distraerlas.

-¿Podemos hablar a solas?- preguntó a la rubia quien respondió afirmativamente con una sonrisa. Haruka le ofreció su mano y ella la tomó, así la guió hasta las escaleras de la entrada. Las otras chicas voltearon a verse extrañadas.

-Ese muchacho es un buen prospecto para ser el esposo de Rei- dijo el abuelo pensativo -Es todo lo contrario al inútil de Nicolas.

-Pero maestro- apareció detrás del anciano un joven desaliñeado con los ojos llorosos -¿Cómo puede decir eso si soy su discípulo más fiel?

-Eso no te quita lo inútil- dijo el señor duramente. El joven empezó a llorar a mares.

-Entonces no soy digno de la señorita Rei, ¡qué dolor!

-Abuelo, deja de molestar al pobre de Nicolas- dijo Rei viendo a su abuelo con una advertencia en la mirada. El señor hizo una gran sonrisa de oreja a oreja y con sus dedos formó la V de victoria -Eres incorregible- la chica negó con la cabeza.

-Es muy malo conmigo, maestro- dijo el joven aún con lágrima en los ojos.

-Te lo mereces por inútil- volvió a responder el maestro.

-Creo que estamos de más- dijo Ami volteando a ver a los dos jóvenes en las escaleras del templo -Vámonos- la niña comenzó a caminar hacia el cuarto de Rei seguida de Lita. Cuando se dió cuenta de que Rei y Mina seguían ahí chismoseando lo que el joven tenía que decirle a la rubia regresaron por ellas y las llevaron arrastrando hacia el cuarto de la pelinegra seguidas por el abuelo de Rei quien llevaba a Nicolas arrastrando.

Haruka estaba muy nervioso, no sabía cómo comenzar a hablar con ella. Había pensado en muchas posibilidades, hasta las había ensayado, pero ya estando frente a ella todo eso se vino abajo, no se le ocurría ni cómo empezar. Vió cómo la chica se sentaba en el barandal de piedra de las escaleras y lo quedaba viendo con esa sonrisa que la caracterizaba, esperando que hablara.

-Bueno, Serena, supongo que te preguntarás por qué estoy a éstas horas de la noche aquí- comenzó el joven. La chica lo veía intrigada -Es que, he estado pensando en la relación que llevamos.

-Somos amigos, ¿no?- Serena puso una expresión de confusión.

-Si, pero yo quisiera que fuera más que eso- el corredor agachó un poco la cabeza como avergonzado -Pero para poder continuar con algo más serio contigo debo ser completamente sincero contigo- se quedó callado por unos segundos, tomó aire y valor para continuar -Tengo que confesarte algo- Haruka se tronó muy serio y observó a la chica directamente a los ojos.

-¿Qué pasa? me estás asustando- preguntó la niña preocupada.

-No sé cómo vayas a tomar esto, pero antes que nada quiero que sepas que con respecto a mis sentimientos siempre he sido sincero. No quiero que pienses que estoy jugando contigo...

-¿Jugando?

-Escucha, Serena, en realidad no soy lo que parezco.

-No me digas que eres un extraterrestre- dijo la chica asombrada.

-¿Tu también?- dijo el chico recordando que Michiru le había dicho lo mismo cuando habló con ella.

-¿Entonces no lo eres?- preguntó la niña ingenuamente.

-No, cómo crees...- dijo riendo ligeramente el muchacho -Aunque tal vez sería mejor serlo- Serena lo vió extrañada.

-¿Entonces por qué dices que no eres lo que pareces?

-Es que en realidad soy una mujer- respondió Haruka viendo seriametne a la chica a los ojos. La rubia lo vió un instante incredulamente.

-Ya entiendo- empezó a reir ligeramente -Te pusiste de acuerdo con las chicas para jugarme una broma, verdad- Haruka la vió confundido.

-¿Broma?

-Si, seguramente Mina planeó todo, creyó que iba a ser tan tonta de caer pero no- la rubia siguió riendo.

-Esto no es una broma...

-Vamos Haruka, ya puedes dejar de actuar, ya lo descubrí. ¿Cómo crees que voy a creer que eres una mujer?- Serena sonrió -Es una locura, y también muy ingenioso- Haruka sonrió tristemente e inmediatamente agachó la mirada -¿Qué pasa?- preguntó la niña ahora un poco preocupada por la reacción del joven -No me digas que estás hablando en serio- él sólo movió la cabeza afirmativamente.

-No es broma, en verdad soy una chica- dijo Haruka tristemente. Serena se quedó con la boca abierta de la sorpresa.

-Pero... pero... ¿cómo?

-Pues así nací... el cómo debieron enseñártelo en educación sexual o algo así- bromeó el muchacho tratando de volver menos tensa la situación. El problema fue que no vió ninguna reacción de la chica, tal vez seguía en shock por la confesión, Haruka no quería que esto terminara así, que ella lo odiara -Serena, por favor perdóname. En verdad te quiero, al grado de que podría afirmar que te... que te...- esto era muy difícil para Haruka, y cada segundo que pasaba se tornaba más y más nervioso -te amo- lo dijo terminando en un susurro. La chica no dijo nada, se quedó observándolo seriamente y el joven sentía como los latidos de su corazón causaban un eco terrible en medio de ese silencio incómodo.

Inicio: No me acuerdo, probablemente hace cuatro semanas.

Fin: Lunes 14 de junio del 2004

Quiero pedir una disculpa a todos los lectores de este fic por tardarme tanto en subir este capítulo. Éstas semanas han sido un poco complicadas para mi vida y en consecuencia para mi inspiración, de hecho siento que lo que escribí en este capítulo no viene al caso, al menos la mitad no, jejejeje... pero ya trataré de escribir más rápido y mejor. Gracias por su comprensión y de nuevo discúlpenme por mi irresponsabilidad.