Era domingo por la mañana, la gente comenzaba a entrar a las instalaciones del autódromo. Los mecánicos estaban como locos corriendo de un lado a otro dando los últimos ajustes a los autos que estaban a punto de salir. Un joven corredor estaba checando que todo estuviera en orden con su auto azul y blanco. Golpeaba las llantas con sus pies para medir el aire.
-Creo que si las pateas más las vas a ponchar- dijo una niña de cabello negro que se encontraba sentada en una pila de llantas viendo al joven.
-Hotaru, las llantas son de las piezas clave en una carrera. Tengo que estar seguro que todo está perfecto- respondió el joven incándose para examinar más de cerca las llantas.
-Creo que eres un obsesivo compulsivo, Haruka- dijo otra chica de cabello castaño acercándose al joven quien se levantó y la vió levantando una ceja.
-A ustedes nada les gusta- dijo el chico un poco molesto -Que no corra porque es muy peligroso. Que si checo las llantas para evitar un accidente soy obsesivo. ¡Mujeres¿quién las entiende?- preguntó el chico algo exaltado. Las dos chicas voltearon a verse y empezaron a reir. -¡Y aparte de todo se burlan!- dijo el chico sin creer lo que pasaba.
-Tranquilo, estás muy neurótico- dijo la chica castaña con una sonrisa -Todo va a salir muy bien. Haz checado tu auto desde ayer. Te haz preparado bien, así que no hay nada por qué estar nervioso.
-Supongo que tienes razón, Lita- dijo el corredor sacando un trapo para limpiar el parabrisas, pero cuando iba a poner la tela sobre el cristal, la chica se lo arrebató de la mano.
-Si lo sigues limpiando le vas a hacer un hoyo- dijo Lita negando con la cabeza. El chico se acercó a ella para arrebatarle la franela pero se la aventó a Hotaru. Una gota de sudor apareció en la frente de Haruka. Luego se acercó a la otra niña pero ella se la aventó a su amiga de vuelta.
-Ok, ok, ya entendí- dijo rindiéndose el corredor.
-¡Haruka!- escucharon un grito, voltearon a ver de quién se trataba y se encontraron con la sorpresa de que llegaba Mina corriendo con los brazos abiertos. Se aventó hacia el corredor y lo abrazó con todas sus fuerzas -¡Vine a desearle suerte al corredor más guapo de todos!- dijo la chica apretando más al joven. Detrás de la chica venía un grupo de guardias corriendo y se pararon en seco al ver al corredor.
-¿Qué ocurre señores?- preguntó el joven viendo la conmosión. La chica rubia se escondió detrás de él y se asomaba un poquito para ver lo que ocurría delante.
-Disculpe señor Tenoh, esta chica decía conocerlo pero no la dejamos pasar. Pensamos que era alguna admiradora que trataba de colarse, y efectivamente, se metió a la fuerza.- dijo uno de los guardias señalando a Mina quien le dió una gran sonrisa de oreja a oreja al corredor para que la perdonara.
-No se preocupen, la conozco, es mi amiga- dijo el joven con una sonrisa -Yo me encargo.
-Está bien- dijo el guardia. Después dió una señal y los demás policías se retiraron con él. Mina dió un gran suspiro y los demás la vieron con expresiones de queremos una explicación.
-Lo siento, sólo quería ver a mi Haruka antes de la competencia- la chica abrazó al joven del cuello y lo apretó muy fuerte.
-Tranquila Mina- dijo Lita jalando a Mina para tratar de safarla del cuello del corredor. Después de algunos jalones, lo logró y Haruka se sobó el cuello.
-Tenoh, ya es hora- dijo un mecánico asomándose en la puerta del garage.
-Un besito de la suerte- dijo Mina abalanzándose hacia Haruka, pero Lita la agarró de la cintura antes de que pudiera acercarse al joven. Una gota gigante apareció en la frente de Haruka y rió nerviosamente.
-Mejor nos vamos a buscar a las demás chicas- dijo la chica castaña sin soltar a la rubia -Mucha suerte, amigo, aunque sabemos que no la vas a necesitar- dijo Lita dándole una sonrisa al corredor y este asintió con la cabeza devolviéndole la sonrisa. Haruka bajó a Hotaru de las llantas y le dió una palmadita en la cabeza.
-Con mucho cuidado¿eh?- dijo la niña con una sonrisa dulce. Haruka asintió con la cabeza y le guiñó un ojo.
-Te estaremos apoyando desde las gradas- dijo Lita jalando a Mina de la cintrua mientras la rubia alzaba los brazos tratando de alcanzar al joven, con algunas lágrimas formándose en sus ojos. Detrás de ellas iba Hotaru negando con la cabeza.
-¡Haruka no ganará si no le doy su besito de la suerte!- gritaba la rubia descepcionada de no haber podido besar al corredor antes de irse. Todos los pilotos volteaban a verla. Una gota de sudor gigante apareció en su frente al notar que todos los pilotos lo volteaban a ver.
Los pilotos acomodaron sus autos en los lugares que se les asignaron. Haruka dió una última checada al auto y escuchó unos gritos. Volteó hacia las gradas y vió a Mina saltando como loca, gritando y agitando los brazos para llamar su atención. El corredor sonrió y le hizo una señal para saludarla. Atrás de la chica había otro grupo de niñas gritando y brincando. Mina se dió cuenta, volteó y las vió con ojos amenazantes, al ver que las chicas no se callaban se aventó contra ellas pero Rei y Lita la detuvieron antes de que le hiciera daño a alguien.
-¡Haruka es mío!- gritaba la chica agitando los brazos. Las otras niñas no le hicieron caso y siguieron gritando.
-Por lo que veo Haruka tiene muchos admiradores- dijo Amy riendo ligeramente viendo a la multitud de chicas emocionadas.
-Yo diría, muchas- dijo Hotaru corrigiendo a su amiga.
Desde su lugar Haruka negó ligeramente con la cabeza al ver la escena de Mina, Lita y Rei. Después se colocó el casco y entró al auto preparándose para iniciar la carrera.
Los motores estaban encendidos y los pilotos listos, esperando la señal de inicio. Haruka tenía las manos firmes en el volante y los ojos fijos en la señal. Al instante que se dió la salida los autos salieron como bólidos. Las chicas en las gradas empezaron a gritar emocionadas. Mina abrazó a Rei y comenzaron a saltar en su lugar, mientras veían a los autos acelarar. Haruka se encontraba en los lugares de enmedio y buscaba un espacio para salir pero los autos se cerraban.
-Vamos... quítense- decía molesto acercándose al auto que tenía más próximo para obligarlo a quitarse pero al otro piloto no le importaba, estaba dispuesto a todo por no dejarlo pasar. -¡Maldición!- dijo Haruka enojado al darse cuenta de que no lo dejaría pasar -Un obstáculo más en mi vida- dijo inconcientemente, de pronto se dió cuenta de lo que acababa de decir, acababa de darse cuenta que esa carrera podía ser como una analogía de su vida. Cada carro era un obstáculo que debía superar para lograr lo que quería. -No me voy a dejar vencer por algo tan insignificante- se dijo a si mismo tomando el volante con firmeza y una mirada de decisión se reflejó en sus ojos. -No volveré a permitir que una tontería me derribe. No volveré a dejar mis sueños a un lado por una indecisión- volteó a un lado y encontró un espacio. Una sonrisa se dibujó en sus labios al ver la oportunidad, aunque era muy peligroso, pues era la curva y los otros autos estaban muy cerca. Dió un suspiro y dió el volantazo cuando nadie se lo esperaba, entró al hueco que se había hecho y aceleró para no perder la dirección y estamparse contra el muro de contensión. El auto se coleó un poco pero rápidamente tomó el control y la gente en las gradas gritó emocionada.
-¡Es increíble!- gritaron Mina y Rei, aún brincando abrazadas por la emoción.
Haruka ya había tomado el tercer lugar para la última vuelta. Estaba muy cerca del segundo y sabía que sería fácil pasarlo, sólo tenía que tomar la curva con precisión y velocidad. Con sangre fría metió el acelerador hasta el fondo y en el momento preciso giró el volante, el auto tomó la curva de forma magistral y rebasó al otro competidor sin ningún problema. Haruka vió por el espejo retrovisor al otro auto y sonrió orgulloso de lo que había hecho. Ahora sólo quedaba un competidor en frente y faltaban unos cuantos metros para terminar. Tenía que pasarlo para ganar esta carrera y volver a ser tomado en cuenta por su habilidad y no por los chismes. El auto azul con blanco empezó a acelerar y las chicas de las gradas gritaban como locas. Haruka se concentró en alcanzar al otro corredor y ya se encontraban alineados.
-Falta poco- se dijo a si mismo el chico al tratar de acelerar, pero al instante que empezó a separarse del otro auto sintió un fuerte golpe en el costado que casi lo hizo perder el control de su máquina.
-¡Pero qué diablos!- dijo recuperándose de la sacudida. El otro automóvil lo había golpeado para impedir que siguiera adelante. p
-¡ESO ES TRAMPA!- gritó Mina levantando los brazos furiosa -¿Cómo se atreve a golpear el auto de mi querido Haruka?- preguntó la chica arremangándose, lista para salir a golpear a alguien. Lita y Rei la agarraron antes de que cometiera alguna locura.
Haruka volteó a ver el auto que lo acababa de golpear y se dió cuenta que si quería vencer, tendría que ser más violento.
-Muy bien... ya basta del bueno de Haruka- dijo el corredor frunciendo el ceño. Metió el acelerador hasta el fondo y empezó a rebasar al otro automóvil. El otro piloto no pensaba quedarse en segundo lugar y aceleró también, tratando de imitar a su contrincante, pero no pudo controlar el automóvil a tan alta velocidad, comenzó a trompear y golpeó el auto de Haruka por detrás. Haruka sintió como su auto quería trompear también, pero movió el volante y se estabilizó un poco pero no pudo evitar que su carro se estrellara contra el muro de contensión. Unos segundos después el otro automóvil se estrelló contra a un par de metros de él.
-¡RAYOS!- gritó furioso el joven golpeando el volante con ambas manos y después sintió un dolor en su abdomen, se dió cuenta de que se había lastimado nuevamente las costillas con el impacto. Salió del auto, se quitó el casco y vió que el otro automóvil también se había estrellado, pero este estaba ardiendo en llamas. Corrió al carro en llamas y vió como el otro piloto abrió la puerta y cayó desmayado. El rubio agarró al hombre de los brazos y lo jaló para alejarlo del carro que en cualquier momento podía estallar. Cuando estaban lo suficientemente lejos lo soltó y se sentó en el suelo llevándose una mano al costado.
-Esto de ser héroe no es lo mío- dijo Haruka respirando agitadamente. Unos momentos después aparecieron los bomberos para apagar el fuego y los médicos para atender a los pilotos.
Desde su lugar, Mina gritaba como desesperadamente.
-¡Tengo que ir con mi Haruka!- gritó la rubia tratando de bajar, pero fue detenida por sus amigas quienes ya hasta tenían estrategias planeadas para cada ocasión. Las chicas estaban muy preocupadas por su amigo, quienes vieron que se lo llevaban en uno de los carritos de emergencias.
Los últimos días de clases siempre eran aburridos y estos en específico, eran aún más para Michiru. La violinista se encontraba en su lugar de siempre escuchando las últimas indicaciones del profesor totalmente indiferente. Volteó a su lado y vió que el lugar junto a ella estaba vacío. Dió un suspiro al recordar que no siempre era así, que ahí se sentaba su mejor amigo o el que algún día lo fue. No le extrañó mucho que hubiera faltado a clases, el joven tenía buenas razones para no estar ahí: ella.
Después de clases, Michiru llegó a su habitación prácticamente exausta. Aventó su mochila sobre la cama, prendió la televisión para que hubiera algo de ruido y se dirigió al closet para buscar ropa para cambiarse.
"El día de ayer, durante la carrera de autos en la pista Tokio, hubo un aparatoso accidente, los pilotos involucrados fueron Ishida Ken y Tenoh Haruka"
Al escuchar esto, Michiru salió del closet rápidamente y se dirigió a la televisión para ver la noticia con más detalle. Al escuchar el nombre de Haruka sintió una gran preocupación, la boca se le secó y pensó lo peor.
"No hubieron heridos de gravedad, ambos pilotos se encuentran bien, sólo tuvieron algunos golpes"
Pasaron la escena del choque y cuando Haruka salió del auto doliéndose del abdomen. La violinista se llevó una mano a la boca de la impresión. -Haruka- dijo el nombre del corredor en voz queda.
"A pesar de no haber ganado, algunos representantes de la escudería italiana Ferrari quedaron impresionados con la brillante actuación de Tenoh Haruka y han ofrecido al controversial piloto una beca para estudiar en Italia y un contrato para convertirse en piloto de sus nuevas máquinas. En estos momentos, mis compañeros se encuentran en la rueda de prensa"
La escena cambió a un salón lleno de gente con un reportero en primer plano. En la parte de atrás se veía una mesa con algunas personas sentadas y micrófonos puestos frente a ellos, sobre la mesa.
-Está a punto de comenzar esta rueda de prensa donde se darán los detalles de la contratación del piloto de autos Tenoh Haruka y posteriormente continuará con una serie de preguntas y respuestas- dijo el reportero con una sonrisa. -Ya va a comenzar, así que tomaremos nuestros lugares. La escena cambió y se enfocó en la mesa donde se veían a tres señores, uno de mediana edad y los otros dos mayores. Después estaba un joven rubio que esbozaba una sonrisa y al notar que la cámara lo estaba enfocando movió la cabeza ligeramente saludando. Después la cámara se movió al señor más joven, quien se encontraba al lado del muchacho.
-Buenas noches, muchas gracias por su presencia- dijo el señor más joven viendo a los reporteros -Es un honor para mi informar que después de una plática entre nosotros, los directivos y representantes de la escudería Ferrari en Japón y el joven Tenoh Haruka, llegamos a un acuerdo donde se le contrata como la nueva imagen juvenil de la compañía, así como piloto del nuevo modelo que hemos sacado para la carrera Nascar y se le brindará una beca para estudio medio y superior en la escuela de Milán- dijo el señor dando un rápido vistazo al muchacho, quien parecía que aún no creía lo que estaba pasando. Las cámaras fotográficas empezaron a flashear. Los reporteros empezaron un bombardeo de preguntas al mismo tiempo. El señor señaló a uno que se encontraba al frente.
-Tokio Press, para el señor Tenoh- dijo el reportero volteando a ver a Haruka -¿Cómo se siente con esta oportunidad que le han ofrecido.
-La verdad, me siento muy contento, ya que este ha sido un sueño que he tenido desde que era pequeño- dijo el joven con una gran sonrisa -Estoy muy orgulloso y emocionado.
Los reporteros volvieron a levantar la mano insistentes para que los escogieran. Ahora permitieron la palabra a otro que se encontraba en medio.
-Después de la magnífica actuación que tuviste ayer¿no te sentiste descepcionado por haber perdido la carrera?
-La verdad, en el instante en que me estrellé si sentí frustración porque sabía que esa carrera era mía. Pero después me dí cuenta de que hay situaciones en la vida donde uno no tiene el control sin importar lo que hagas. Así que, no, no estoy descepcionado porque dí lo mejor de mi y porque gané más de lo que jamás me hubiera imaginado.- respondió Haruka muy seguro con una sonrisa. Ahora fue el turno de una reportera para preguntar.
-Ahora que te marchas¿Vas a dejar algo importante en Japón?- preguntó la mujer preparando una libreta y su pluma.
-Si, voy a dejar algo muy importante, a unas niñas que conocí hace casi un año, son unas grandes amigas y las quiero mucho- respondió Haruka en un tono melancólico.
-¿Y qué hay con la señorita Kaioh?- preguntó la misma reportera que tenía perfectamente planeada su estrategia para sacar el tema a colasión.
-Creo que ya es momento de aclarar toda esa situación sobre ese supuesto romance que tengo con ella. La señorita Kaioh y yo sólo tenemos una relación de compañeros de clases- dijo seriamente el corredor.
-Esas fotografías los muestran saliendo de restaurantes y cafeterías, esa no es una simple relación de compañerismo- insistió la reportera tratando de mover el tapete al joven.
-No voy a negar que salimos en algunas ocasiones pero jamás en un plan de romance- respondió calmadamente -Nos veíamos diario en la escuela, nos sentábamos cerca, platicábamos en el receso. Cuando convives con una persona debe existir algún tipo de relación, en este caso era el compañerismo.
-¿Y los conciertos?- preguntó otra reportera que parecía que se había puesto de acuerdo con la otra mujer.
-Cuando le comenté a la señorita Kaioh que yo tocaba el piano me pidió que la acompañara y yo acepté. Eso no nos convierte en novios o amantes. De ser así todas las orquestas estarían llenas de escándalos amorosos- respondió el joven con un toque de sarcasmo que hizo sonreir a los señores de la mesa. Ellos sabían que habían hecho una buena elección con el joven, además de hábil en las carreras, era listo y perspicas. -Lo último que mencionaré sobre el tema es que la señorita Kaioh y yo tuvimos una relación de compañeros de clase, nisiquiera puedo presumir que seamos amigos- el joven vió directamente a la cámara y Michiru, quien veía el monitor de la televisión sentía como si estuviera viéndola directamente a ella. -Con el tiempo que conviví con ella me pude dar cuenta de que es una chica maravillosa, es una mujer hermosa y a cualquier hombre en su sano juicio le encantaría. Ella es una mujer muy valiosa y en verdad lo justo sería que dejaran de difamarla y hacer chismes sin fundamentos.
Después de esta respuesta, las reporteras ya no hicieron ninguna pregunta y el joven prosiguió con las preguntas que se encfocaban en el futuro de su carrera.
Michiru se sentó en la cama pensativa. Volteó a ver las imágenes del televisor y sentía un gran vacío al momento en que enfocaban al joven. Dió un suspiro, negó ligeramente con la cabeza y se levantó.
-No hay remedio. Así debía de ser- se dijo a si misma la chica encaminándose al closet para buscar la ropa que necesitaba.
Haruka se encontraba en su casa empacando sus cosas en cajas de cartón. Las chicas lo ayudaban envolviendo y metiendo cosas.
-Oye Haruka¿qué es esto?- preguntó Mina sosteniendo una esfera de cristal que se acercaba al rostro para examinarla -No me digas que también te dedicas a leer el futuro y esas cosas- dijo la chica rascándose la cabeza al no encontrarle ninguna utilidad. Haruka se acercó y se puso de cuclillas junto a ella para ver el objeto.
-Ya no me acordaba de esta cosa- dijo tomándola entre sus manos -Me la regaló mi abuelo, dijo que era una escultura de un artista famoso, pero la verdad, yo le veo más cara de pisapapel que de otra cosa- dijo devolviéndosela a la chica rubia quien volvió a darle una examinada.
-Yo creo que esto le serviría a Rei- dijo Mina con una gran sonrisa. La sacerdotiza volteó a verla extrañada, levantando una ceja. -Tal vez esta cosa te sirva mejor que eso de la lectura del fuego que creo que no sirve para nada- dijo la rubia poniéndole la esfera frente al rostro. Una gran gota de sudor apareció en la frente de Rei y vió a su amiga con ojos amenazantes.
-¿Qué estás tratando de insinuar?- preguntó la pelinegra con una voz amenazadora.
-Pues no estoy insinuando- dijo la chica del moño rojo -Es que siempre que me lees el futuro con esos efectos especiales y los fuegos artificiales, me dices que no ves ningún chico guapo en mi camino y yo tengo a Haruka- dijo viendo al corredor con ojitos de corazones. Una gota gigante apareció en la frente de cada uno de sus amigos y voltearon a verse con miradas cómplices.
-Ok...¿Se lo digo yo o se lo dices tu?- le dijo Rei a Haruka en un tono sarcástico. El corredor nada más se encogió de hombros. -Se lo digo yo- dijo Rei poniendo una mano en el hombro de Mina -Haruka es una chica que parece un muchacho apuesto- dijo la sacerdotiza con toda serenidad. La rubia la volteó a ver con una expresión de confusión.
-Eso ya lo sé¿para qué me lo dices?- preguntó Mina toda extrañada. Rei se golpeó la frente con la palma de la mano. Después colocó sus manos en los hombros de su amiga y empezó a jalonearla.
-¡Haruka no es tu novio!- gritaba la sacerdotiza tratando de hacerla comprender.
-Pero aún así sigue siendo mi amorcito, verdad- Mina volteó a ver a Haruka y le manó un beso.
-Sabes Rei, mejor déjalo así, creo que nunca vas a lograr que entre en razón- dijo Amy colocando una mano en el hombro de la enfurecida sacerdotiza para calmarla.
-Entonces que no diga que mi lectura es incorrecta. ¡No hay ningún chico guapo en su futuro!- dijo la sacerdotiza furiosa, respirando agitadamente.
-Si hay- dijo Mina con una gran sonrisa -¡Mi Haruka!- abrazó al joven del cuello y muchos corazones empezaron a llenar el ambiente.
-Voy a matarla...- dijo Rei arremangándose y dirigiéndose a la rubia. Lita y Amy la agarraron antes de que se abalanzara contra su amiga.
-Es verdad¿ya le avisaste a tu familia que te vas?- preguntó Lita volteando a ver a Haruka tratando de cambiar la conversación para que los ánimos se calmaran.
-No, pero supongo que ya se enteraron- dijo el joven encogiendo los hombros. Mina aún lo tenía abrazado del cuello.
-Mi Ruka es famoso- decía la chica rubia con estrellitas en los ojos. Otra gota apareció en la frente de Haruka.
-Este... mejor llevo estas cajas al auto- dijo el joven safándose de los brazos que lo aprisionaban. Se levantó del suelo rápidamente y tomó las cajas para llevarlas al estacionamiento. Guardó las cajas en la cajuela de su auto y volvió a entrar al edificio. Cuando estaba en la recepsión se encontró con una sorpresa, una chica rubia de chonguitos estaba ahí preguntando por él.
-Cabeza de bombón¿qué haces aquí?- preguntó Haruka acercándose a la niña. Ella lo volteó a ver y sonrió.
-Vine a visitarte- contestó la rubia.
-Las chicas están arriba, vamos- dijo el corredor dirigiéndose al ascensor. La chica lo detuvo tomándolo de la mano, él volteó a verla extrañado.
-Espera... La verdad quiero platicar contigo a solas- dijo un poco nerviosa Serena.
-Está bien, vamos al parque que está a una cuadra- dijo el muchacho dirigiéndose al mostrador -Las chicas están en mi departamento empacando algunas de mis cosas. Si preguntan por mi dígales que tuve que salir por unos momentos- indicó Haruka al encargado quien respondió asintiendo con la cabeza.
Inicio: Lunes 11 de julio de 2005 Fin: Sábado 16 de julio de 2005
