Capítulo 25
Una voz la sacó de sus pensamientos.
"Señorita" dijo Kilen mientras se acercaba a Hermione que estaba concentrada en el paisaje otoñal de las montañas.
"¿Ah? Si¿qué sucede?" preguntó quitando su mirada del paisaje.
"Disculpe pero recibí ordenes de llevarla a sus aposentos" dijo el elfo educadamente. "Si gusta me acompaña" dijo mientras hacía una pequeña reverencia.
"Bien" dijo Hermione mientras seguía a Kilen. ¿Ahora que se traerá Draco entre manos?
Iba tan inmersa en sus pensamientos que no notó cuando llegó a la habitación que le había sido designada sino hasta que Kilen habló.
"Señorita, hemos llegado" dijo el elfo.
Ante esto Hermione tan solo asintió mientras miraba la habitación. No era igual de grande que la de la mansión pero conservaba ese aire de majestuosidad que la atraía y para su sorpresa poseía un pequeño balcón. Rápidamente abrió las puertas de cristal y sonrió al aspirar el aire puro. Realmente este lugar daba tranquilidad, seguramente era por eso que Draco lo prefería.
"Señorita, el amo me ha ordenado que le indique la vestimenta que debe utilizar en la velada de esta noche, el vestido de encuentra en el armario." Ante esto Hermione empezó a revisar el resto de la habitación.
"También tiene a su disposición un tocador para su uso personal, ahí encontrará todo lo que necesite" dijo Kilen mientras miraba entretenido como Hermione miraba el vestido que se supone que utilizaría esta noche, un vestido totalmente negro y algo descubierto para su gusto.
"¿Se supone que usaré esto?" preguntó Hermione a Kilen quien hacía lo posible por no perder la compostura.
"Son órdenes del amo, señorita" dijo el elfo. "No querrá que el amo se enfade¿verdad?"
"No, no, pero es que este vestido me parece un poco…"
"¿Elegante?" preguntó el elfo
"No, es como…"
"¿Muy distinguido?" seguía diciendo Kilen.
"No, simplemente es muy audaz" terminó de decir Hermione finalmente.
"Oh, entiendo. Pero le aseguro señorita que se verá espectacular en ese vestido" dijo el elfo
"¿Lo crees?" preguntó Hermione mientras se miraba al espejo con el vestido sobre la ropa, sencillamente viendo como quedaría en ella.
"Si, al amo le encantará" dijo Kilen esperando la reacción de Hermione.
A Draco le gustar�, tal vez no sea tan mala idea. ¿Pero que demonios te pasa? No te debería importar lo que a él le guste. Bueno, pero no puedo evitar querer agradarle¿cierto? Además con este vestido puedo hacer que se quede con la boca abierta en cuanto me vea.
Sonrió ampliamente. "Bueno, tal vez no sea tan mala idea" dijo mientras se miraba una vez más en el espejo.
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"¡Harry!" gritó Ron buscando a su amigo por toda la casa. "¡Harry!"
"�¿Qué!" gritó Harry frustrado en frente de Ron.
"Tengo un problema" dijo Ron seriamente
"¿Ahora qué?" preguntó Harry.
"Nadie contesta" dijo Ron
"¿De qué estas hablando?" preguntó
"De Hermione, llamé a su casa y nadie contesta" explicó Ron, que finalmente había logrado usar el teléfono después de varias clases por parte de Harry, acompañadas de grandes cantidades de paciencia, uno que otro dibujo y un par de shows de marionetas.
"Ah" dijo Harry, lo había olvidado por completo, últimamente tenía muchas cosas en la cabeza. Ginny, el ministerio, Ginny, Hermione, Ginny, Malfoy, Ginny, ustedes entienden.
"No está en la casa, me preocupa que algo le haya sucedido" dijo Ron
Harry lo pensó unos segundos. "Ron, la casa esta vigilada por aurores, nadie puede entrar ahí sin que ellos lo vean"
"Si¿pero qué pasa si no lo pueden ver?" dijo Ron mientras cruzaba los brazos.
"Buen punto, aun así, son aurores y probablemente Hermione esta bien, seguro se esta dando un baño, o salió a caminar, o qué se yo" dijo Harry tratando de calmar a su amigo.
Como señal de que no se había tragado lo que Harry había dicho, Ron empezó a caminar de un lado a otro. "No sé, Harry"
"Entonces hagamos algo" dijo mientras masajeaba su cabeza.
"¿Qué?" preguntó Ron
"Vamos a visitarla, veremos como esta, tú hablarás con ella y te calmarás¿qué te parece?"
"Bien, vamos" dijo Ron mientras entraba a la chimenea rápidamente llevando a Harry de un brazo.
"Ron, pero tengo que encontrarme con Ginny, es importante…"
Pero antes de que Harry pudiera seguir Ron agarro un puño de polvos flu y gritó "Casa de Hermione", ambos ya habían desaparecido.
Ya en la casa de Hermione se vieron rodeados por aurores que estaba a punto de hechizarlos.
"Tranquilos, soy yo" dijo Harry mientras salía de la chimenea sacudiéndose las cenizas y arreglándose los anteojos.
Ron en cambio salió frenéticamente de la chimenea y empezó a buscar a Hermione por todo lado, en el cuarto, el baño, el estudio, la cocina, el jardín, nada, no había señales de ella, excepto el televisor encendido, una taza de café totalmente frío y unos sándwiches a medio comer en una mesita.
"Harry, ven acá" dijo Ron mientras arrastraba a su amigo. "Mira" dijo señalando la comida.
"Es extraño, Hermione nunca deja todo así, sabes como es con la limpieza" dijo mientras analizaba la situación.
Un leve maullido sacó a Harry de sus pensamientos. Crookshanks maullaba levemente, Ron y Harry podrían jurar que sonaba hasta preocupado.
"Debe tener hambre" dijo uno de los aurores.
Harry fue a la cocina y buscó el alimento para gatos, le sirvió un poco de comida a Crookshanks y el animal devoró todo rápidamente.
"Bueno, todo indica que Hermione no ha estado aquí por lo menos en un día" dijo mientras caminaba de un lado a otro. "El televisor encendido, la comida fría, el gato con hambre" miró fijamente a Ron. "Parece que Hermione se ha ido, y no tuvo tiempo de arreglar nada, las llaves y su bolso se encuentran aquí"
"¿Pero entonces desde cuando no está aquí?" preguntó Ron interesado.
"Creo que yo puedo responder esa pregunta" dijo uno de los aurores más jóvenes. "Bueno, era de noche y las alarmas indicaron que un poco de magia había sido utilizada alrededor de esas horas"
"¿Están diciendo que detectaron magia y no me informaron nada?" preguntó Harry incrédulo.
"Bueno, lo que sucede es que fue poca cantidad, pensamos que era un simple hechizo utilizado por la señorita Granger" confesó otro.
"¡Montón de holgazanes! Les indiqué claramente que ella no tenía una varita, que debían informarme de lo que sucediera, por más pequeño que fuese" gritó Harry.
Ron tenía en su cara un rostro que podía matar, Hermione no estaba, lo más seguro es que Draco se la había llevado y él no podía hacer nada. Derrotado se sentó en el sillón con la cabeza entre sus manos.
"Si señor" contestó el auror joven. "Pero lo que sucedió fue que la magia que detectamos fue de salida no de entrada, es decir, algo salió de la casa, no entró y salió luego, eso fue lo que nos confundió, por eso no le informamos nada" dijo mientras evitaba la mirada de Harry.
"Entonces Hermione salió por su propia cuenta, esto es simplemente grandioso" dijo Ron, pensando que ella se había ido a reunir con Malfoy.
"No queda otra cosa que hacer" dijo Harry
"¿A qué te refieres?" preguntó Ron preocupado.
"Es hora de interrogar a la elfina, hay que encontrar a Malfoy" dijo Harry seriamente.
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Cuando Draco salió del comedor se dirigió inmediatamente a donde se encontraría con Blaise, en la biblioteca de aquella casa en Nueva Zelanda, claro que no se podía comparar con la de la mansión, pero tenía gran similitud con la del colegio.
Sin hacer el menor movimiento, las puertas de la biblioteca se abrieron de par en par. Draco sonrió ante aquel cálido lugar, todo de un color oscuro, su favorito, candelabros y el fuego de la chimenea iluminaban la mayor parte del lugar.
Sentado en una de las preciadas sillas se encontraba Blaise con una sonrisa en la cara mientras que en su mano brillaba un vaso con un líquido que Draco conocía muy bien, era su favorito.
"Daniel" dijo Blaise mientras hacía una leve reverencia con la cabeza, ya que todavía estaba adolorido de la paliza que le había dado Draco.
"Zabini" dijo Draco mientras se sentaba en su sillón favorito, el que quedaba en frente de la chimenea. Se quedó mirando fijamente el fuego. "¿Cuánto duraste en recuperar la conciencia?" preguntó con una sonrisa malévola en la cara.
"Me levanté hace unas horas, pero debo decirte que estas perdiendo el toque, antes me dejabas inconsciente por días" dijo Blaise mientras tomaba, aparentemente había tomado bastante.
"Eso es porque solo quería dejarte inconsciente por unas horas, idiota" afirmó Draco perfectamente conciente de sus poderes, "Además desaparecer un campo contra magia no es muy fácil que digamos, la energía que me quedó no era mucha y no la iba a desperdiciarla toda en asesinarte" dijo mientras recordaba el bosque.
Los campos contra magia generalmente se hacían en lugares muggle, para que ningún mago pudiera utilizar magia cerca de ellos, o lastimarlos. Aunque él no entendía completamente la razón por la cual el anillo los llevó a aquel lugar no mágico, extraño en realidad, pero no le daría más vueltas al asunto, simplemente debió ser un lugar al azar.
"Lo que tú digas, amigo" dijo Blaise mientras sonreía, claramente estaba bastante tomado.
Draco odiaba al Blaise normal, y odiaba mucho más al Blaise ebrio, pero en ocasiones le divertía ya que soltaba mucho la lengua, además se supone que habían quedado en reunirse a esta hora de la mañana para los últimos detalles sobre la reunión de la noche, que se llevaría a cabo en un castillo en un lugar lejano, fuera de las miradas de los aurores.
"¿Qué te sucede, Blaise? No acostumbras a beber tan temprano" dijo Draco
"Oh, eso es porque esta mañana me enteré de algo que cambiará mi vida para siempre" dijo entre sarcasmo y angustia.
"¿En serio? Parece interesante, cuéntame" dijo Draco mientras se acomodaba más en su sillón y volvía su atención hacia Zabini, el ebrio Zabini.
"¿Recuerdas a Pansy?" preguntó Blaise mientras miraba fijamente el vaso en sus manos.
"Claro¿cómo olvidarla si me ha perseguido toda mi vida, por cierto no la he visto últimamente y me alegro" aclaró Draco sonriendo.
"Bueno, yo si la he visto, más que tan solo verla, y esta mañana me dijo…" se tomó todo el contenido del vaso. "…que estaba embarazada"
Ante esto Draco no pudo esconder la cara de sorpresa ante aquella declaración. Pansy estaba embarazada y de Blaise. Pobre niño.
"No puedo creerlo, Blaise" dijo Draco cuando recobró la compostura.
"Dímelo a mí" dijo mientras llenaba nuevamente el vaso.
"¿Y qué vas a hacer?" preguntó Draco interesado en el futuro de la pobre criatura, Draco podría asesinar a varios, pero jamás se atrevería a tocar a un bebé. Incluso el señor oscuro tiene sus principios.
"No sé, en realidad ni siquiera creo que sea mío" dijo mientras se pasaba una mano por el cabello. "Sé que Pansy no es ninguna santa, pero jura y perjura que ese niño es mío. Por lo que me haré cargo de él hasta que se compruebe lo contrario"
"Suerte" dijo Draco, parte sarcasmo, parte serio.
"Gracias Dan, la voy a necesitar" dijo con una sonrisa mientras tomaba otro sorbo. "Bueno pasando a otro tema¿qué cuentas de Granger?" preguntó interesado mientras miraba a Draco con una sonrisa maléfica. "¿Cómo te ha ido con la leona¿O era gatita?"
Ante esto Draco simplemente lo dejó pasar por alto, aunque ahora se había arrepentido de contarle aquel secreto a Blaise, su gatita era su secreto, bueno ya no.
"Sabes que no me gusta hablar de ese tema" dijo Draco mientras se levantaba del sillón y empezaba a caminar de un lado a otro.
"Lo sé, pero insisto, supongo que la llevarás esta noche¿no es así?"
"Claro, es un deleite para los ojos" dijo con una sonrisa.
"Draco, es necesario que definas lo que quieres hacer con Granger, sé perfectamente que lo que sentías por ella esta renaciendo, aunque creo que nunca murió" dijo Blaise.
Draco empezó a pensar, he incluso pasó por alto cuando Blaise lo había llamado por su nombre. Recordó cuando había conseguido una nueva identidad para poder pasar desapercibido. Daniel Adams, patético él lo sabía, pero era lo mejor que pudo encontrar. Ahora que todos sabían que estaba vivo era inútil seguir utilizando aquel nombre. Además le agradaba su verdadero nombre, Draco, aunque nadie lo decía mejor que aquella mujer que ojos ámbar que lo traía loco. Ahora no podía negarlo.
Empezó a pensar en Hermione, ciertamente todavía se sentía atraído por ella, su fuego, ese fuego con el que deseaba quemarse, esos ojos que lo invitaban a perderse en ellos, su cabello tan sedoso y siempre con un delicioso aroma a manzana. Su boca, su tentadora boca que lo hacía querer perderse en esos labios por siempre, si algo estaba seguro es que nunca se cansaría de besarla. Su cintura, sus piernas, su cuerpo, su inteligencia, su sarcasmo, su intuición, su manía, su olor, su sabor, toda ella lo volvía loco.
Me estoy volviendo loco, pensó Draco mientras cerraba sus ojos para recordar a Hermione.
"Eso no te lo discutiremos" dijo la voz grave. "Deberías estar planeando la reunión y la obtención del amuleto faltante en lugar de pensar en esa asquerosa sangre sucia"
Cállate, pensó Draco.
"Puede que sea una sangre sucia pero tiene su atractivo, no lo puedes negar Tom"
"Lo sé Salazar, pero aun así lo encuentro repugnante, en realidad no entiendo…"
Cállense los dos, ahora estoy ocupado, dejen sus charlas para más tarde, pensó Draco casi gritando en su cabeza.
La voces disminuyeron para dejarlo tranquilo, aunque sea por un momento.
"Sabes que Granger no es una mujer que se olvide fácilmente, a mí por ejemplo, nunca me atrajo más que físicamente, aunque era testaruda y eso hacía que yo quisiera domarla" confesó Blaise.
Draco tenía ganas de matarlo pero se contuvo, Blaise podría ser el padre de un niño, no debía quitarle la vida, no por ahora.
"Sabes que no me gusta que hables así de ella" dijo Draco sin siquiera mirar a Blaise, con el solo tono de su voz Zabini entendió perfectamente.
"Si lo sé, pero Draco tienes que pensar si quieres que ella este contigo¿crees que te seguirá hasta el final¿Qué dejará su vida y sus amigos por ti¿Qué lo arriesgará todo por un futuro incierto junto a una persona que va en contra de todo lo que ella ha conocido toda su vida? Debes pensarlo muy bien, amigo mío. Granger no es ningún juego y tú lo sabes muy bien" dijo Blaise dejando sorprendido a Draco. Blaise realmente cambiaba cuando estaba tomado, incluso se volvía mucho más elocuente.
Lo que había dicho era cierto¿qué estaba esperando¿Qué Hermione se quedara con él¿Qué tendrían un futuro juntos¿Futuro¿Cuál futuro? No podía arriesgar a Hermione a vivir una vida junto a él. Tenía que tomar una decisión, y esa decisión sería esta noche.
"Dejemos el tema de las mujeres" dijo Draco mientras se volvía a sentar, inconscientemente había caminado casi por toda la biblioteca mientras ordenaba sus pensamientos.
"Concentrémonos en esta noche¿todo esta listo en Escocia?"
Blaise asintió mientras bebía nuevamente.
"¿Y los invitados?" preguntó Draco ya que había invitado a la mayoría de los magos oscuros conocidos y demás.
"Todos confirmaron, esta será tu gran noche Draco, mostrarás tu progreso ante casi todo el mundo y parte de tus poderes, claro esta" dijo Blaise "¿Y el amuleto?"
"Mandé a que registraran la casa de Hermione" dijo Draco mientras volvía a mirar a las llamas, "Muy pronto tendré noticias" sonrió.
"¿Y si no está en la casa?" preguntó Blaise
Draco se quedó en silencio y luego habló "Ya pensaré en algo" dijo mientras sus ojos reflejaban el fuego de la chimenea.
"Bueno, si ya no hay más que hablar…"
"O más que tomar" dijo Draco burlándose en voz baja.
"…me voy, fue un placer hablar contigo y no hay resentimientos por lo de dejarme inconsciente, nos pasa a todos" dijo mientras extendía una de sus manos hacía Draco.
Draco ignoró la mano de Blaise. "Pero a ti más que nadie" dijo con una sonrisa malévola.
Blaise solo asintió e hizo una reverencia.
"Felicidades, Blaise" dijo Draco recordando a Pansy.
"No me lo recuerdes" dijo mientras desaparecía.
Luego de unos minutos más de mirar fijamente el fuego, Draco se levantó y salió de la biblioteca, iría a buscar a Hermione, era hora de una buena plática o tal vez algo más…
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