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Capítulo 31

"¿Ya no te duele¿Estás seguro?" preguntó Ginny una vez más a Harry mientras lo volvía a revisar.

"Gin, estoy bien, eres una excelente medimaga, tranquila" dijo él tratando de calmarla.

Ginny suspiró hondamente "No puedo creer que el idiota de Ron haya hecho esto, pero es que cuando se calme me va a escuchar, ya verá"

"Pero creo que tiene razón al estar enojado" dijo Harry acomodándose los lentes.

"¿Razón? Pero¿por qué?" preguntó Ginny cruzando los brazos.

"Se supone que…bueno…deberíamos haber esperado hasta estar casados y…"

Ginny silenció a Harry poniéndole un dedo sobre los labios "No digas eso, Harry¿qué no ves? Este bebé se hizo con amor", dijo mientras se ponía la mano sobre su aún plano vientre "…no fue ningún error, tan solo se nos adelantó el milagro. Ron no tiene porqué enojarse, yo también lo quise, además nos vamos a casar Harry…" dijo besándole los labios "…a casar. Así que no creas que fue tu culpa¿de acuerdo? Ron tan solo es un tonto que juega a santo cuando yo sé que con Hermione…"

"Ginny…" dijo Harry tratando de detenerla.

"Y hasta creo que con Lavender…"

Harry la interrumpió "Ginny, no digas nada, creo que tengo dolor de cabeza"

"¿Dolor de cabeza? Lástima, tenía algo planeado para subirte los ánimos, pero bueno…" dijo jugando con el cuello de la camisa de Harry.

"No, ya estoy bien, dime" dijo disimulando.

"No, todavía te sientes mal, sé lo que es un puñetazo de mi hermano, lo he visto golpear a demasiadas personas como para no saber los 'efectos secundarios', entonces siéntate…" dijo empujándolo al sillón "…y descansa. Muy pronto iremos a buscar a Hermione¿cierto?"

"¿Iremos? Ginny, no puedo dejar que vayas…" empezó a decir Harry.

"A no, Harry, no me lo vas a impedir…" dijo la pelirroja cruzándose de brazos.

Harry se levantó, "Claro que si, no quiero arriesgarte…"

"Estaré bien…" le dijo Ginny.

"No, Ginny, no quiero que nada te pase, recuerda que ahora tienes a alguien dentro de ti, creciendo, que ocupa tu total atención" dijo Harry mientras la tomaba de la cintura.

"Oh, Harry, pero…"

Harry acarició una mejilla de su prometida "No podría perderlos"

"¿Perderlos¿Cómo sabes que es un niño?" preguntó sonriendo.

"Porque lo es, ahora, tú te quedas aquí por el bien de todos, y así no me preocupo"

"¿Pero que hay de ti?" preguntó preocupada.

"Soy Harry Potter¿recuerdas? Estaré bien" dijo sonriendo.

"Espero que tengas razón, Harry, no soportaría perderte" Ginny lo abrazó.

Harry le besó la cabeza "Yo tampoco, Gin, no soportaría perderte a ti ni a nuestro bebé"

"Harry, no te ilusiones, puede que no sea un niño¿qué pasará si es una niña?" dijo levantando la cabeza de su pecho.

"La querré igual, pero sé perfectamente que es un niño"

"Esta bien, Harry, pero después no te desilusiones"

"No lo haré, será un niño, ya verás"

"Como tu digas" contestó Ginny vencida.

Una puerta abriéndose les llamó la atención "Lamento interrumpir, pero creo que he calmado a la fiera pelirroja" dijo Lavender recostándose al marco de la puerta.

"Ya era hora¿cómo está?" preguntó Ginny,

"Mejor pregúntaselo tú misma" dijo mientras se hacía a un lado

Ron entró en la sala con la mirada baja "Ron¿estás bien?"

"Si, Ginny, el que salió lastimado fue Harry no yo"

"Cierto, pero¿ya te calmaste?"

"Estoy aquí¿no?" dijo de mala gana.

"Lav, creo que mejor los dejamos solos" dijo Ginny mientras le daba un beso a Harry en la mejilla. Lavender asintió y juntas salieron de la sala dejando a ambos amigos solos.

Un silencio inundó la habitación hasta que Ron se atrevió a hablar.

"Harry, lamento haberte golpeado, pero es que…"

"Entiendo, Ron, sé porqué lo hiciste. De verdad que lo entiendo" dijo Harry hablándole a su amigo.

Ron asintió y se sentó en el sillón. Levantó la vista. "Casarse es algo, pero tener un bebé es aún más difícil. No te vas a casar con ella solo por el bebé¿cierto?" preguntó.

Harry negó con la cabeza "Por supuesto que no, tenía planeado pedírselo desde hace tiempo, pero luego todo se junto y…no podría ser más feliz" dijo sonriendo.

"En ese caso, Harry, me alegro por ustedes dos, espero que les vaya bien" dijo Ron mientras se ponía de pie y abrazaba a su amigo de casi toda la vida.

"Gracias amigo" dijo Harry.

Ron se separó y lo miró seriamente "Eso si, tengo que ser el padrino"

Harry sonrió "Bien, serás el padrino"

Unos toques en la puerta hicieron que voltearan. Ginny asomó la cabeza al igual que Lavender.

"¿Todo arreglado?" preguntó la pelirroja.

"Si" contestó Ron.

"Bien" dijo Lavender mientras abrazaba a Ron.

"Entonces vamos por Akiss, iremos a Nueva Zelanda"

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Hermione despertó abruptamente. Sobresaltada, levantó la mirada para encontrarse frente a frente con los ojos grises de Draco.

Unos ojos totalmente fríos.

Hermione tragó saliva mientras trataba de hacer como si no hubiera pasado nada, pero Draco la miraba como si supiera exactamente lo que había estado haciendo. Pansy no estaba por ningún lado, seguramente se había ido luego del hechizo.

"Hola" le dijo Hermione a Draco mientras se sentaba en la cama, sin percatarse de que en su mano todavía estaba la del rubio.

"Hola" contestó él mientras trataba de sentarse igual que ella. Algo que solo logró que le doliera todo el cuerpo.

Hermione corrió para auxiliarlo mientras lo ayudaba a recostarse en el respaldar de la cama. Ya completamente acomodado volvió a hablar.

"Tengo hambre" dijo mientras cerraba los ojos y seguía tratando de acomodarse.

Hermione sonrió, "Me lo imaginé, iré a traer comida" dijo ella levantándose pero la mano de Draco se lo impidió.

Draco negó con la cabeza "No, necesito que te quedes, tengo…tengo que hablarte de algo antes de que no pueda...solo quédate un momento y luego puedes traer la comida¿de acuerdo?"

Hermione asintió y se volvió a sentar apartando un poco su vestido para que no le estorbara, hacia rato que se había quitado los zapatos.

"No debiste haber entrado a mis recuerdos" dijo él seriamente mirándola a los ojos.

El color de la cara de Hermione desapareció rápidamente "Yo no…"

"Hermione, no lo niegues, lo pude sentir, pude sentirte dentro de mi mente, todavía puedo hacerlo…" dijo el rubio mientras la miraba. La verdad era que nunca había podido sacarla de su mente, siempre había estado ahí, dentro de él. Al principio, luego de la caída de Voldemort sabía perfectamente que algo se le estaba olvidando, pero recordaba su rostro, soñaba con sus ojos, su sonrisa, sus besos…

"Draco, lo siento pero yo necesitaba saber que te había pasado y Pansy me ayudó con un hechizo… siento no haber podido esperar…"

"Hermione…"

"… ¡pero estaba desesperada, te desmoronaste frente a mí, y no despertabas…y yo no sabía que hacer…y…oh, por Merlín, Draco¡tienes que decirme que es lo que te pasa!…" le rogó la castaña mientras tomaba su rostro.

"Te lo diría si me dejaras hablar" dijo el rubio.

"Lo siento" dijo Hermione callándose finalmente mientras se sonrojaba.

"Tranquila…lo que pasó fue que…"

"Ya era hora de que despertaras, nos tenías a todos pendiendo de un hilo…" la voz de Pansy resonó por toda la habitación. "…y Merlín sabe que en mi estado no me puedo preocupar ni nada por el estilo…"

"Pansy¿qué haces aquí?" preguntó Hermione irritada.

Pansy la miró ofendida "Yo simplemente venía para ver como estaba Draco" dijo levantando la barbilla.

"Como ves, ya estoy bien, ahora, si nos disculpas, estábamos en medio de algo" dijo Draco pero aún así la rubia no entendió.

"Pues tan solo vine para ver si seguías vivo…" empezó a decir un tanto indignada, haciendo saber su preocupación.

"Pansy, necesito hablar con Draco¿podrías venir después?" dijo Hermione haciéndole señas con los ojos a Pansy.

La rubia se cruzó de brazos "No veo porque no puedo estar aquí…"

"Pansy, te ordeno que te vayas" le dijo el rubio firmemente. Ella lo miró alarmada y tal vez un poco indignada.

"Pansy, por favor, necesitamos hablar, tan solo danos unos minutos…" le dijo la castaña.

Pansy la miró unos segundos "Oh…claro…entiendo" dijo guiñándole un ojo a Hermione. "Está bien, los dejaré para…hablar…nos vemos luego" y sin más salió de la habitación.

"¿Decías?" preguntó Hermione al rubio para que continuara.

Draco sonrió levemente y trazó un camino con su dedo índice a través del rostro de Hermione "¿Recuerdas la noche en que dijiste que me habías buscado y yo te dije que había salido a dar un paseo?"

Hermione asintió.

"Bueno, eso fue el día que esto pasó…" dijo recogiéndose la manga y enseñándole el lugar en el que la marca tenebrosa debía estar. Ahora que Draco era el señor Oscuro, aquel horrible tatuaje se había convertido en una simple marca, recuerdo constante de cómo había empezado todo. Una horrible marca en realidad.

Hermione trazó delicadamente el contorno de la cicatriz mientras levantaba la vista.

"El día en que me convertí en mortífago fue el día que sellé mi destino, Hermione, bebí…"

"…una poción con sangre" terminó de decir Hermione.

Draco la miró extrañado "¿Cómo…?"

Hermione se alejó de él y se sentó en la orilla de la cama mientras miraba al piso y se abrazaba a si misma "Blaise estuvo aquí y me contó algunas cosas…me contó lo que sucedió…como fue que esas voces llegaron a tu cabeza…y…y…también la razón por la que tomaste la poción…"

"Hermione, no debes creer lo que dice Blaise…" dijo Draco tratando de calmarla. "…sabes que él es un caso perdido" el rubio acarició la espalda de la castaña sintiendo como ella se tensaba un poco.

Hermione cerró los ojos "¿Qué tenía la poción, Draco?" preguntó silenciosamente.

Draco suspiró hondamente, sabiendo que no engañaría a Hermione, "Um, la poción en sí, no sé que contenía, sé que es magia muy antigua, magia olvidada, no creo que exista algún registro o algo por el estilo, Voldemort debió haberlo luego de haber creado la poción, no podía arriesgarse a que alguien más la consiguiera, sin embargo no estoy seguro de cuáles eran los ingredientes, pero si de algo estoy seguro es que Voldemort agregó su sangre, frente a todos, además de la sangre de alguien más, sospecho quien puede ser esa otra persona, lo que no sé es como consiguió la sangre si lleva siglos muerto…"

"¿Tomaste la sangre de Voldemort¿Y la de alguien más que lleva un tiempo muerto?..." preguntó Hermione incrédula mientras tomaba las manos del rubio entre las suyas "…Draco¿por qué lo hiciste? Ninguna poción con sangre es buena. La sangre siempre está relacionada con magia oscura…"

"Estaba conciente de eso cuando lo bebí…" le dijo a Hermione mientras trataba de volver a acomodarse en la cama, solo para morderse un labio ante el dolor que recorrió su espalda.

"Draco, quédate quieto, solo conseguirás lastimarte más"

Draco sonrió levemente ante la preocupación de la castaña. De verdad que le hacía falta sentirse querido. "Estoy bien, estoy bien" dijo calmándola.

"Contéstame" insistió Hermione "… ¿Por qué bebiste la poción?"

"Era mi destino, era lo que tenía que hacer, nunca podría salvarme de eso" contestó el rubio.

Hermione negó con la cabeza "No, Draco…no digas eso porque sé que no es cierto, calza perfectamente…fue por mí¿no es así?"

Draco estaba listo para mentirle cuando notó que los ojos de la castaña estaban empezando a llenarse de lágrimas, pero algo lo convenció que dijera lo que dijera, ella no le creería…además era cierto, todo lo había hecho por ella…todo.

"Hermione…" dijo el rubio acariciando la espalda de la chica. A lo que ella se sorprendió y se separó del toque, levantándose de la cama.

"Por Merlín, Draco… ¿qué te poseyó para hacer semejante locura¿Qué pasó por tu cabeza en esos momentos¿Por qué lo hiciste¿Por qué?" dijo la castaña.

Hermione caminaba hacia el balcón mientras que ahora las lágrimas recorrían su rostro. Abrió las puertas del balcón y un viento frío entró a la habitación junto con varios copos de nieve.

Ella siguió caminando hacia la baranda, sin importarle el frío, el hecho de que su vestido no la protegía del clima, ni el hecho de que no traía zapatos. Simplemente miró a través del horizonte. Una fuerte brisa sacudió su cabello.

"Por ti" dijo una voz tras de ella asustándola.

Draco se había levantado de la cama a como había podido, decidido a calmar a la muchacha. Hermione lo volvió a ver a través de las lágrimas.

"¿Por qué¿Por qué? Yo no soy nadie para que hagas ese sacrificio, Draco¡no soy nadie, no valgo todo eso, por Dios, Draco…no lo merezco, no merezco estar viva todavía…sino fuera por mí todos estarían bien, nadie correría peligro…nadie sufriría…ni siquiera tú…" dijo agarrando el rostro de Draco entre sus manos, notando que estaba tan frío o aún más que ella. "…serías libre…serías feliz…"

"Hermione, escúchame, no tienes porque culparte¿me oyes? No es tu culpa…"

"¡Es mi culpa!" dijo Hermione gritando "Es mi culpa, Draco…yo soy la razón por la que el mundo pende de un hilo…"

"No es tu culpa¡ni siquiera sabías lo que estaba pasando!" la interrumpió el rubio, pero ella no le escuchó.

"…Yo soy la razón por la que…maldición… ¿qué pensabas cuando aceptaste hacer eso, cuándo tomaste la poción?" preguntó Hermione agarrándose de la camisa de Draco mientras lo sacudía.

"Pensaba en ti, pensaba en que no podría estar tranquilo si tú no estabas bien, pensaba…pensaba que tú eras la que merecía vivir, que tú merecías ser feliz…aunque no fuera conmigo…pensaba que…pensaba que podía salvarte…" dijo Draco cerrando los ojos.

Hermione no podía hablar, Draco se había sacrificado por ella, todo por ella, y más de una vez ella había tratado de matarse, de acabar con su vida, todo por no tener a Draco cuando el rubio había dado su vida porque ella siguiera respirando, había sido tan tonta.

"…pero jamás imaginé volver a verte…jamás pensé que estarías aquí…junto a mí…" Draco la abrazó fuertemente mientras que Hermione cerraba los ojos con furia.

"¡Eres un tonto, Draco Malfoy¡Eres un tonto!" le gritaba Hermione al rubio mientras que lo golpeaba en el pecho, zafándose del tierno abrazo que la rodeaba. "No tiene sentido, yo…no valgo la pena…yo…demonios, Draco…" dijo Hermione derrumbándose sobre el piso del balcón sin importarle la nieve mientras que varias lágrimas recorrían su rostro.

"Shh, tranquila, Mia, tranquila" dijo Draco arrodillándose junto a ella mientras que la abrazaba tratando de calmarla, ignorando el dolor de su cuerpo. Hermione rodeó el cuello de Draco con sus brazos mientras que su pequeño cuerpo temblaba.

"No lo entiendes, Draco, varias…varias veces intenté quitarme la vida…" dijo mientras le mostraba las marcas en su muñeca "…varias veces desee morirme para estar junto a ti…fui una estúpida, Draco, una estúpida…" dijo mientras cubría su rostro con sus manos. "Perdóname, Draco…nunca quise hacerlo, solo…solo quería reunirme contigo…no pude sobreponerme a tu muerte, sabía que no podría querer a nadie como a ti, sabía…sabía que nadie me querría como tú lo hacías…"

Draco limpió del rostro de Hermione las lágrimas con su mano "No tienes porqué pedirme perdón, mi niña, no tienes porque llorar, si hay alguien que debe pedir perdón soy yo, nunca imaginé que me necesitaras tanto como para tratar de acabar con tu vida…nunca imaginé el daño que te causaría…" Draco quitó las manos del rostro de Hermione y las envolvió en las suyas mientras las besaba. "…perdóname, Mia, por no contarte todo lo que estaba sucediendo, por no confesarte lo que iba suceder, por haberte causado tal dolor, perdóname por haberte hecho derramar una sola lágrima por mí falsa ausencia, perdóname…"

Hermione negó con la cabeza "No hay nada que perdonar, Dray, tan solo, tan solo déjame estar aquí, junto a ti" dijo mientras lo abrazaba fuertemente.

Draco cerró los ojos mientras se fundía en el abrazo.

"Draco, cuéntame que fue lo que pasó después, después del bosque…" dijo la castaña mientras se levantaba y ayudaba al adolorido rubio a levantarse.

"No lo recuerdo bien, tan solo sé que luego desperté en un lugar muy oscuro y luego me di cuenta de que me habían enterrado vivo…" Hermione cerró los ojos al recordar lo que había visto en la mente de Draco, el rubio continuó hablando, "…y no pensaba en otra cosa que en salir para ir junto a ti, para saber lo que había pasado. Alguien me sacó, dos personas que fueron Blaise y Pansy, luego, las voces empezaron a hablar…a manipular…a transformarme…durante…durante las noches no podía dormir por su constante presión y si lograba dormir, soñaba contigo, pero, pero no sabía quien eras, tu rostro me parecía familiar, pero creo que nuestros recuerdos se fueron borrando poco a poco, te convertiste en solo una dulce imagen en mi mente, lo único que me mantenía con vida, mi luz…" Draco tomó aire mientras se recostaba a la baranda del balcón y tembló ante el frío.

"Por Merlín, Draco, te estás congelando, y no estás bien, es mejor que entremos" dijo la castaña dando media vuelta. Pero Draco la detuvo.

"No, prefiero estar afuera" dijo el rubio.

"Pero…" insistió la castaña.

"Es mejor el aire fresco, aún si es aire helado" dijo sonriendo mientras que acariciaba la mejilla de Hermione.

"En ese caso déjame traerte un abrigo…" dijo la chica entrando a la habitación y cediendo ante la determinación del rubio.

Draco asintió mientras que su cabeza empezaba a doler. Pronto las voces volverían a tomar el control. Sacudió su cabeza y al abrir los ojos se dio cuenta de que Hermione ya había vuelto. Ella traía puesto un abrigo negro, mientras que traía otro en sus brazos.

Lentamente ayudó a Draco a ponerse el abrigo, ambos sintiéndose mejor al estar envueltos en algo contra el frío.

Hermione abrazó a Draco por dentro del abrigo mientras que cerraba los ojos sobre el pecho del rubio, ignorando la presencia de los amuletos.

"¿Qué pasó después?" preguntó la castaña insistiendo en que el rubio terminara la historia.

"Las voces hablaron sobre los amuletos, quienes los tenían, como conseguirlos…" Draco cerró los ojos un momento "…como matar a las personas que los poseían"

"Oh, Draco…" dijo la castaña mientras miraba al rubio a los ojos.

"Las puedo sentir, Hermione…puedo sentir a cada una de las personas que he matado, todavía puedo ver la sangre en mis manos, todavía puedo escuchar sus gritos…sus súplicas que no fueron escuchadas…puedo recordar sus lágrimas…la forma en que me divertía mientras les extraía la vida poco a poco…mientras que les quitaba el aliento, la manera en que reía cuando veía que ya no respiraban…" Draco se quedó callado un momento.

Hermione tomó el rostro de Draco entre sus manos "Draco, lo siento no debí preguntarte…"

"No" dijo Draco mirándola fijamente "Es necesario contarte esto…tienes derecho a saberlo"

Draco besó suavemente una de las manos de Hermione "Luego me incitaron a seguir matando a gobernar, a seguir…a asesinar…y no podía detenerme, trataba de detenerme…de oponerme…me estaba volviendo loco, no comía, no respiraba, no vivía, sus gritos me perseguían, destrocé varias cosas en la mansión debido a esta locura…Después de tener dos de los amuletos, mis informantes me dijeron quien tenía el amuleto que faltaba…tú…"

"Pero yo…"

"Lo sé, lo sé, no tienes la menor idea de qué es el amuleto o donde está…pero cuando escuché tu nombre, todos los recuerdos volvieron poco a poco a mi mente y supe que no solo quería el amuleto…sino que también te quería a ti" terminó de decir.

"Draco yo…" Hermione no sabía que decir, Draco le estaba diciendo que la quería, que todavía la deseaba.

Draco acarició lentamente la cintura de Hermione mientras la atraía hacia él. "Ves que aún te puedo tocar con amor, que aún puedo hacerte temblar cuando escuchas mi voz…No está todo perdido si quema mi fuego tu piel, cuando digo tu nombre…"

"Esto nunca acabó, tú me miras así, como antes, como siempre…"

"Lo nuestro es eterno, Hermione…"

"Pero siempre que te acercas a sentir algo te alejas de mí, Draco, me alejas, yo no quiero que hagas eso, yo…yo te puedo amar…"

Draco negó con la cabeza "No me amas, nadie puede amarme…"

"Draco, no digas eso…" dijo la castaña mientras lo tomaba de la barbilla obligándolo a levantar la mirada.

"Es cierto¿cómo alguien podría amar a alguien como yo, a…a un monstruo? He matado, Hermione, asesinado, no soy lo que tú quieres…"

Hermione lo miró fijamente, "Yo seré la que decida eso, Draco, ya te lo he dicho, no eres ningún monstruo, no pudiste hacer nada para evitar lo que sucedió"

Draco cerró los ojos evitando mirarla, "Eso no me hace sentir mejor conmigo mismo…"

"Dray, dime que puedo hacer para que te sientas mejor…" dijo Hermione mientras lo abrazaba. "…cualquier cosa…dime lo que quieras…"

"Te quiero a ti, Hermione" le susurró el rubio al oído, logrando que Hermione se sonrojara. "¿Puedes darme eso?" preguntó Draco mirándola a los ojos.

Hermione asintió mientras sonreía "Lo que tú quieras"

"No quiero perderte, Hermione, no quiero" dijo separándose de ella mientras que acariciaba los labios de Hermione con sus dedos.

"Yo tampoco quiero perderte, Draco, no lo soportaría…no otra vez…" dijo la castaña mientras se acercaba a él.

Draco se acercó tentativamente a los labios de ella…poco a poco se acercaron para unirse en un beso…en un cálido beso.

Por ese instante ambos se olvidaron de todo y de todos, ahora solamente existían ellos y la pasión que ninguno de los dos podía negar, ambos se perdieron entre sus deseos¿qué importaban los demás¿Qué importaba cualquier cosa si su vida se encontraba vacía? Ambos pensaban esto, tenían que hallar una manera de sentirse completos, de sentirse amados.

Nuevamente se perdieron entre sus caricias, pero esta vez era diferente, esta vez no estaban fingiendo, esta vez era de verdad. Ninguno sabía los desastres que provocaría este deseo mutuo, este deseo que ninguno podía negar y parecía no saciarse. Este deseo que antes había provocado tantas disputas, ambos sabían que este deseo sería su perdición.

Pero ninguno notó el suave brillo azul del zafiro que colgaba del cuello de Hermione……………

Ves que aún te puedo tocar con un dedo de amor

Puede hacerte temblar cuando escuchas mi voz

No está todo perdido si quema mi fuego tu piel

Cuando digo tu nombre

Sé que no todo acabó el amor sigue aquí

Esto no terminó, tú me miras así como ayer

Tiene tanto poder lo que siento

Ves que lo nuestro es eterno

Yo te puedo amar

Déjate llevar

Ves que mi amor es tu amor

Que tu ausencia es dolor

Que es amargo el sabor si no estás, si te vas

Y no regresas nunca más

Que aún te puedo llenar

Con mi piel en tu piel de pasión

Que aún se puede salvar la ilusión

Para volver a respirar en tu corazón

Ves que me acuerdo de cada detalle de ti

Que es mi único sueño el hacerte feliz

Que no importa lo que haya pasado

No importa el dolor si hoy estás a mi lado

Yo te puedo amar

Déjate llevar

Ves que mi amor es tu amor

Que tu ausencia es dolor

Que es amargo el sabor si no estás, si te vas

Y no regresas nunca más

Que aún te puedo llenar

Con mi piel en tu piel de pasión

Que aún se puede salvar la ilusión

Para volver a respirar en tu corazón…en tu corazón

Ves—Sin Bandera

Canción que me inspiró en gran parte del capítulo.

Cap 31 de 35

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