Muchas gracias por vuestros reviews, es mi primera historia sobre HP, y la verdad que que animan mucho a continuarla. Espero que os siga gustando, y que me dejéis reviews, aunque solo sean con críticas sobre lo que debería de mejorar…. Esta vez lo he hecho más largo…
Espero que os haya gustado.
Darkelve
Notas de la autora: los asteriscos significan los pensamientos de el personaje
DCAO, significa Defensa contra las Artes Oscuras.
Capítulo 3
"¿Quién es Caroline Moon?"
Ya había anochecido por completo en los terrenos de Hogwarts, y únicamente el castillo era lo que parecía tener más vida, junto con el lago, donde los alumnos de primer año, acompañados por el semigigante, Hagrid, acababan de llegar a la otra orilla, algunos calados hasta los huesos, por culpa de la humedad y del calamar gigante, que había tirado una barca para divertirse.
Dentro del castillo, los alumnos se dirigían al Gran Comedor para empezar el Nuevo Curso y la ceremonia de Selección de las casas.
No se hablaba de otra cosa, más de lo que había ocurrido cuando iban en los carruajes. Incluso empezaban ya a imaginarse cosas sobre aquel extraño personaje, como que era un asesino enviado por el Ministerio de Magia, o incluso algunos se aventuraban a decir que sería el nuevo profesor de DCAO, ya que siempre solían ser muy raros, y esta no iba a ser la excepción.
Pues yo creo que va a ser el nuevo profesor de DCAO. Dijo Hermione, mientras miraba a Draco Malfoy, un niño rico y consentido, hijo de Lucius Malfoy (ahora de Azkaban). Este miró con una mirada de profundo desprecio a la chica, mientras se sentaba al lado de Pansy Parkinson, Crabbe, Goyle… y comentaban el extraño suceso del carruaje.
Por las pintas que traía… no me extrañaría… pero no me da muy buena espina, parece un mortífago. Si hubiera llevado la careta… hubiera sido la misma imagen de un mortifago. Dijo Ron, mientras otros tres compañeros de Gryffindor se sentaban al lado de los amigos.
No digas tonterías Ron, a lo mejor es que va de incógnito… Ya sabes, por eso de que el puesto está gafado. Apuntó Hermione, mirando hacia la mesa de los profesores, que estaba casi llena, a excepción de Dumbledore, Mcgonaggal, Snape y el nuevo profesor de DCAO.
Pero no pensáis que es un poco raro que pararan los carruajes en mitad de un camino de mala muerte. Además iba acompañado de un montón de aurores del Ministerio. Dijo Harry, que estaba todavía algo dolido por lo que había dicho Hermione sobre Sirius.
No se… quizás le protegían. Dijo Hermione.
Eso no puede ser, no oísteis a uno de los aurores, "con ella, nadie os tocará". Dijo Harry.
Entonces es una mujer, como sea como Umbrigde, os juro que…
Vale ya Ron. No creo que sean tan estúpidos de traer a alguien así, cuando Voldemort está acechando a cada momento. Dijo Hermione, un poco harta de que Ron se repitiera tanto con lo de aquella mujer de cara de sapo, que tan mal les hizo pasar el año anterior.
Tienes razón. Apuntó Harry.
¿No creéis que tarda mucho Dumbledore¿Y Mcgonagall? Este año me parece a mí que no va a haber profesor de DCAO. Dijo Lee Jordan de repente.
Espero que no sea Snape. Dijo Neville, con un ligero tono de terror, mientras miraba hacia la mesa de los profesores sin cesar.
Como sea Snape, ya nos podemos despedir de que sea divertido… por cierto¿Qué tal vuestros TIMOS? Dijo Seamus Finnigan.
Bueno, yo he sacado un "Supera las expectativas" en Historia de la Magia, y creo que todo lo demás "Extraordinario". Dijo Hermione, queriendo quedar en una posición humilde.
Pues yo, si te contara… Dijo Lee.
Y así, mientras estos Gryffindors especulaban sobre el prof. De DCAO, y sobre sus TIMOS, Mcgonagall conducía al extraño hacia el estudio de Dumbledore, por los pasillos del castillo, que ahora estaban bastante desiertos.
Perdone la indiscreción, Señorita Moon, pero¿Qué le ha ocurrido que no ha podido llegar ayer, como se acordó? Dijo Minerva, alzando la cabeza, ya que el extraño era mucho más alto que ella.
No es ninguna indiscreción, luego se lo relataré con más detalle, ahora por favor, le ruego que vaya a buscar a Dumbledore, no quiero llegar tarde el primer día de Clase. Estoy ansiosa por conocer a mis nuevos alumnos. Dijo Moon.
Iré a buscarle ahora mismo. Parece que ha causado una gran impresión a los alumnos. Dijo Mcgonaggall.
Espero impresionarlos aún más. Dijo la Señorita Moon, con un aire de inocencia, mientras la profesora de transformaciones se alejaba de ella con su majestuoso y elegante traje esmeralda.
Allí se quedo Caroline Moon sola, en esos grandes pasillos, escuchando los gritos de los niños mortales, que estaban ansiosos por empezar un nuevo curso.
Empezó a observar su alrededor, cada detalle del pasillo, hasta que detuvo la vista en una vitrina de cristal, que contenía un montón de trofeos y copas, con distintos nombres en cada uno de ellos.
Se puso a buscar el nombre de su madre, ya que ella como era una bruja, había estudiado en Hogwarts, hace unos… cuantos añitos. Y allí estaba, tan reluciente, que parecía que no tenía todos aquellos años. Catherine Carter, así se llamaba su madre, una bruja de "sangre limpia", que había logrado quitarse de encima todos aquellos prejuicios, gracias a su padre.
si supieran quien es mi padre… hasta a mí misma me da miedo pensarlo…nada más y nada menos que un demonio del Mundo Antiguo, del mundo donde todavía no existían ni los muggles, y mucho menos los magos.
Mientras miraba los trofeos y copas, una sombra se deslizó rápidamente tras de ella. Inmediatamente desenvainó un pequeño cuchillo que llevaba escondido en una de sus botas, y apuntó directamente al corazón del extraño.
Veo señorita Moon, que ya ha conocido a nuestro profesor de Pociones. Se llama Severus Snape. Dijo Dumbledore, que acababa de venir junto con Mcgonaggall.
Se guardó nuevamente el pequeño cuchillo en una de sus botas, y miró atentamente a quién tenía delante. Se trataba de un extraño individuo, vestido completamente de negro de pies a cabeza. Tenía el cabello muy negro y grasiento, y los ojos muy negros que la miraban con un aire de mordacidad, intentado vislumbrar quién había bajo la capa de viaje.
No creo que sea costumbre de ir asaltando a los profesores en los pasillos, y menos espiándolos. Dijo Caroline con cierto tono de enfado.
OH, no se preocupe, es que Severus debe de estar atento de cualquier movimiento anormal en el castillo, y como no sabía de quién se trataba, tenía que averiguarlo. Dijo Dumbledore, mientras miraba a Snape.
Tampoco creo que sea costumbre de ir con una capa de viaje, que en vez de eso parece una capa de mortífago. Le ruego Señorita Moon, que cuide un poquito más su vestuario, porque quizás la próxima vez la confunda con algo mucho peor. Dijo Snape socarronamente mientras se alejaba hacia el Gran Comedor.
Encantador este profesor. Dijo Caroline irónicamente.
A si es profesora. Ahora debemos ir al Gran Comedor, no debemos hacer esperar a los alumnos. Dijo Dumbledore, mientras caminaba junto con Mcgonaggall hacia en Gran Comedor.- Puede dejar sus cosas aquí mismo, un elfo doméstico las subirá.
Caroline dejó su pequeña maleta al lado de la vitrina de trofeos, junto con la capa que la había cubierto todo el tiempo, y se puso a andar junto con Dumbledore y Mcgonaggall.
Realmente señorita Moon, es usted mucho más bella de lo que se pueda hablar. Con razón la han elegido diez veces en la revista Corazón de Bruja, a la más bella de Inglaterra. Dijo Mcgonaggall, contemplando a Caroline muy sorprendida.
Profesora, todo eso me trae sin cuidado. Todos los años que me han nombrado, no les he hecho ni el mínimo caso. No se porqué siguen insistiendo, son bastante pesados. Además, hay brujas mucho más bellas e inteligentes que yo, solo soy simplemente alguien que intenta pasar desapercibido y nada más. Dijo muy segura de sí misma Caroline.
Pues querida, si me permite decirlo, no pasa nada desapercibida. Dijo Mcgonaggall mientras ya estaban frente a las puertas del Gran Comedor.
Y realmente la profesora de Transformaciones tenía razón. Caroline al ser hija de un demonio y una bruja, poseía una belleza e inteligencia que no se podían comparar con ningún mago. Físicamente era una mujer alta, bien formada y proporcionada, con la tez morena, los ojos verdes rojizos y el cabello muy largo, liso y tan negro que tenía reflejos azulados. Nunca pasaba desapercibida por su extraña belleza, ni por su extraordinaria inteligencia, que la había llegado ha poder hacer ocho carreras mágicas, y a ser Jefa Internacional de los Aurores.
Todos esos méritos que había conseguido, Caroline los veía como algo normal, cuando la mayoría de los mortales, no lo podría haber conseguido. Además de todo eso, era medio inmortal, debido a la mezcla de sangre de sus padres, lo que la confería si ella quisiese una vida mortal o inmortal, dependiendo de lo que eligiera en el futuro.
Ya estaban frente a la puerta del Gran Comedor, y se oían los murmullos de los alumnos, que se estaban empezando a poner nerviosos debido a la tardanza de Dumbledore.
Pero al fin, entraron a la gran sala. Todos los ojos curiosos se posaron sobre Caroline, sorprendidos de su apariencia y extraña aparición. Todo El Gran Comedor, se quedó en silencio, contemplando como los tres profesores se dirigían hacía la mesa de profesores, donde también estaban absortos mirando a la extraña. Sobre todo Snape, se había quedado paralizado, escudriñando con sus ojos negros a la joven que había estado a punto de matarle.
Se sentaron en la mesa, y empezó la ceremonia de selección.
Terry Mark… Slytherin
Yumi Good… Gryffindor
Camilla Parker… Ravenclaw…. Y así hasta que todos los alumnos estuvieron sentados en sus respectivas casas.
Dumbledore se levantó de su asiento, a la vez de Caroline.
La señorita Caroline Moon, será vuestra nueva profesora de DCAO. Ha accedido al puesto, al no haber nadie que lo hubiera requerido. Buena suerte profesora. Dijo Dumbledore, aplaudiendo a Caroline, al igual que lo hacían tímidamente los alumnos, no dejando de cuchichear.
Por fin dio inicio el banquete, y los murmullos cesaron de una vez por todas.
Caroline se sentía extraña comiendo con todos aquellos magos a su alrededor, algo que a ella no le hacía ninguna falta.
Una vez terminado el banquete, Caroline fue conducida a sus aposentos, en el tercer piso. Estos estaban decorados de color azul turquesa y verde, con un gran escritorio y una amplia librería con libros de todas las clases.
Se echó en la cama, que estaba muy mullida, y se quedó dormida mientras pensaba lo que la aguardaba en los primero días de clase, y lo más importante, debía pensar lo que tenía que hacer con cierto demonio llamado Malhans…
CONTINUARA….
