SECRETO
por AndreaV

PARTE 2: REENCUENTRO

Los días posteriores a la visita de Clark habían sido extraños para Lex, una mezcla de alivio y dolor. Por las noches le costaba dormirse y, aunque no lo hubiera confesado jamás, lloraba como no lo había hecho desde la muerte de su madre.

Cuando estaba solo, Lex pensaba en Clark y en los momentos que habían pasado juntos. Recordaba sus extrañas aventuras en Smallville y las agradables tardes de camaradería en su estudio, conversando o jugando pool. Pero, sobre todo, recordaba la noche que habían pasado haciendo el amor. Volvía a sentir los besos, las caricias y el cuerpo de Clark dentro suyo. Se torturaba rememorando cada centímetro de su piel, la suavidad de sus labios, el brillo y la pasión que había visto en los ojos de Clark mientras acababa dentro de Lex.

No obstante, lo único que le quedaba ahora a Lex era el recuerdo de una noche perfecta (la más feliz de su vida), que lo hacía ponerse duro y masturbarse, desahogándose entre lágrimas.

Fue una de esas noches, cerca de las dos de la madrugada, que un ruido despertó a Lex. Siempre había tenido el sueño ligero y mucho más desde que no lograba descansar. Así que se incorporó rápidamente y encendió la lámpara de noche. A los pies de su cama estaba Clark, observándolo con la mirada de cachorro perdido que siempre le había derretido el corazón (no es que Lex fuera a confesar eso tampoco)

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- Clark ¿qué sucede?
- Necesitaba verte
- ¿A las...? –Lex miró el despertador que estaba en su mesita de noche- ¿1:53 de la mañana?
- No podía esperar. Mejor dicho, no quería esperar
- Bueno, ya estoy despierto –Lex se sentó en la cama, rodeando sus rodillas con los brazos
- ¿No vas a preguntarme cómo entré?
Lex soltó una pequeña risita. Viendo que a Clark le molestaba, retomó una expresión seria y respondió:
- Supongo que volaste hasta aquí. Alguna ventana debe haber estado abierta o tal vez entraste por el escape de emergencia que da al techo Clark lo miraba sorprendido, con los ojos abiertos como platos.
- Tú... tú sabías –balbuceó
- ¿Sobre tus poderes? Hace mucho tiempo –declaró Lex con tranquilidad- Y, antes que preguntes, también sé que tú eres Superman.
- ¿Desde cuando? –articuló Clark, aún en shock, según dejaba ver su rostro
- Recordé lo que pasó en Belle Rieve cuando estabas en el último año de secundaria.
- ¿Por qué no me lo dijiste? –casi gritó
- Porque necesitaba saber si alguna vez ibas a confiar en mí –respondió Lex con un dejo de tristeza
- Lo lamento. Debería haberlo hecho –se disculpó Clark, casi en un susurro. Sin embargo, Lex lo escuchó y sintió que el corazón le saltaba hasta la garganta (era la segunda vez en un mes, tal vez debería ir al cardiólogo)
- Bueno, yo también desearía que me lo hubieras dicho. Podría haberte asesorado al elegir el traje. Francamente¿rojo y azul? –bromeó Lex y Clark no pudo evitar soltar una carcajada
- ¡No te burles de mi traje! –replicó con un fingido enojo- son los colores de mi familia
- ¿A sí?
- Sí, son los colores de mi familia biológica en Krypton –explicó Clark con un poco de embarazo
- Mmm... Krypton. Tal vez el daltonismo sea algo genético en otras galaxias
- ¡Lex!

Sin embargo, ambos estaban riendo. Parecía que el muro entre ambos se había derrumbado, si no totalmente, al menos en gran parte.

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- Bueno, Clark¿qué querías decirme?
- Yo... este...- Clark comenzó a enrojecer, pero de pronto dio un suspiro y dijo algo como "¡qué diablos!" (o eso creyó escuchar Lex) y, al segundo siguiente, tenía a Lex sujeto contra el respaldo de la cama y lo estaba besando con pasión.
- Clark... ¿qué? –trató de preguntar Lex, pero luego decidió que las explicaciones podían esperar y que lo único que quería era sentir esos labios dulces otra vez.

¡Dios! Esa sensación era maravillosa. Estar en los brazos de Clark nuevamente, sentir su aliento, sus labios y sus lengua que recorrían el cuello de Lex, enloqueciéndolo. ¡Y esas manos! Las grandes manos de Clark recorrían su pecho por debajo del pijama y lo acercaba con firmeza, finalmente tratando de quitar la molesta prenda de noche.

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- Clark, espera – lo detuvo Lex, jadeando y haciendo uso de toda su fuerza de voluntad
- ¿Qué pasa? –Clark respiraba pesadamente también y no podía dejar de tocar a Lex- ¿no quieres?
- Clark... –Lex estaba tan excitado que apenas podía hablar, pero hizo un esfuerzo para ordenar sus pensamientos- ¡Clark, necesitamos hablar
- ¿Por qué?
- Porque... mmmm... porque no quiero... mmmm... que pase lo mismo que hace siete años

Clark se detuvo instantáneamente
- ¡No! Te prometo que no va a ser así
- ¿En serio¿Te voy a encontrar aquí cuando despierte en la mañana? –Lex no quería sonar esperanzado, pero temía que no estaba resultando
- Bueno... no lo sé – Clark evitó miralo a los ojos- es complicado
- ¿Complicado?
- Yo... es que... Lex, yo quiero hacer el amor contigo... yo... creo que estoy enamorado de ti.
- Pero.
- Pero no puedo estar contigo... abiertamente - ¿Abiertamente?
- Públicamente

Bueno, ahora sí que Lex estaba confundido y eso no era en absoluto común para él. Por una parte sentía que iba estallar de felicidad porque Clark acabada de decirle que lo amaba. Pero por otra, si no había comprendido mal, tenían que mantener todo en secreto.

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- ¿Puedo preguntar por qué? – dijo Lex, tratando de mantener la calma.
- Mis padres –respondió Clark, poniendo distancia entre ambos.
- Clark¿tus padres saben que eres gay?
- Bi
- ¿Bi? OK. ¿Tus padres saben que eres bisexual?
- Nop – Clark movió la cabeza negativamente y miró a Lex con la expresión de un niño atrapado en una travesura grave
- Ya veo. ¿Y piensas decírselo, digamos... en esta vida?
- ¡Lex! Esto es extremadamente difícil para mí
- Estoy seguro que sí. Siempre fuiste un pésimo mentiroso. –comentó Lex, lo que le valió una mirada ofendida de Clark- ¿Qué¡es verdad!
- Esta bien. Ese no es el punto en este momento.
- ¿Y el punto es?
- El punto es que me había propuesto no enamorarme de ningún hombre... pero nunca logré sacarte de mi corazón –las últimas palabras las dijo con una sonrisa tímida que hizo que Lex sintiera que se derretía.
- Clark, uno no elige de quién se enamora
- Ya lo sé. Pero yo había jurado no hacer nado respecto a mis sentimientos
- ¿Pero?
- Pero cuando conversé contigo, cuando te vi nuevamente a solas... me di cuenta lo mucho que te extrañaba.

Lex levantó la mano y acarició la mejilla de Clark con suavidad. ¡Dios, cómo amaba a ese hombre! Si pudiera, congelaría ese instante y se quedaría contemplándolo para siempre.

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- Entonces¿qué propones? – preguntó Lex sin dejar de acariciar el rostro de Clark
- Ser discretos
- ¿Y cuál es tu definición de "discretos"?
- Vernos aquí o en mi departamento
- ¿Y?
- Bueno, básicamente es eso
- ¿No salidas a comer¿No idas al cine juntos?
- Lex, si alguien nos viera... tú eres una persona conocida. Seguramente al otro día estaría en la portada de El Inquisidor.
- No creo ser tan famoso como para que mis citas ocupen la portada.
- ¡Lex!
- OK. Entiendo tu punto. Pero podríamos salir como amigos. ¿O quieres seguir aparentando que estamos peleados?
- Tú dijiste que no estábamos peleados...-bromeó Clark
- ¡Clark!
- No, no quiero seguir peleado contigo. Pero tampoco puedo quedarme contigo toda la noche y tomar desayuno juntos. Alguien podría hablar.
- ¿Alguien?
- Tus empleados
- ¡Oh!... ¿Cuándo te volviste tan paranoico?
- No estoy paranoico, soy precavido.
- Mmm... Precavido
- Lex ¿Tú me llamas paranoico?