SECRETO
por AndreaV

PARTE 8: PADRES

Nadie en la habitación sabía qué decir. Jonathan estaba demasiado impactado para articular palabra, Martha prefería esperar a la reacción de su esposo, Clark tenía miedo de que su padre se enfermara nuevamente y Lex, simplemente, temía que cualquier cosa que él dijera iba a provocar la furia de Jonathan.

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- Papá, di algo por favor –rogó Clark finalmente
- Hijo... yo... no sé qué decir – le respondió Jonathan. Era evidente que estaba conteniendo lo que realmente quería expresar
- Para mí... para nosotros – se corrigió Clark, mirando a Lex – es muy importante lo que tú y... -sus palabras fueron interrumpidas por la alarma de su teléfono celular. El timbre le indicaba que no era una llamada, sino una alerta de catástrofe. Clark estaba suscrito al servicio móvil de CNN, que le enviaba inmediatamente las noticias respecto a las palabras claves que él eligiera. En su caso éstas habían sido: accidente, terremoto, tsunami, catástrofe, bomba, atentado y otras de similar naturaleza. Esa era la forma en que Superman se enteraba de dónde lo necesitaban.

Clark se apresuró a leer el mensaje recién recibido.
- Lo siento, tengo que irme. Hay un motín en una cárcel colombiana – se disculpó y desapareció, dejando la puerta abierta tras de sí.
- Odio cuando hace eso – murmuró Lex. Martha y Jonathan se voltearon a mirarlo con los ojos extremadamente abiertos de asombro. Clark no les había dicho que Lex sabía su secreto.
- ¿Desde cuando...? –musitó Martha
- Desde hace varios años, cuando recordé lo que pasó en Belle Rieve –respondió Lex, comprendiendo lo que ella quería decir- Pero Clark me lo confirmó hace algunos meses, cuando reanudamos nuestra amistad.
- ¿Son amantes? –preguntó Jonathan de pronto.

A pesar de que hace unos meses lo hubiera creído imposible, Lex sintió que se sonrojaba. Últimamente le pasaba eso, en especial alrededor de la familia Kent.
- No, señor – le respondió mirándolo a los ojos y sosteniendo la mirada. En ese momento se alegraba de la decisión de Clark, porque no tenía que mentir.
- ¿No?
- No, Clark no desea que seamos nada más que amigos, a menos que tengamos su consentimiento –afirmó Lex con tranquilidad. Tenía que conservar la calma y tratar de que los Kent comprendieran que sus intenciones eran serias.
- Pero si fuera por ti, lo serían ¿Verdad? – replicó Jonathan con ironía
- ¡Jonathan! –lo reprendió Martha
- No te preocupes, Martha. Es una pregunta legítima- la tranquilizó Lex y luego, dirigiéndose a ambos esposos, añadió:- Si fuera por mí, Clark no sería mi amante, sería mi esposo y formaríamos una familia.
- ¡Nunca! – exclamó Jonathan, golpeando la mesa
- Jonathan, tranquilízate por favor- le rogó Martha
- Sr. Kent, por favor – le pidió Lex – Yo sé que eso no es posible
- ¡Por supuesto que no! –contestó Jonathan- Lex, yo agradezco los que has hecho por nosotros. Pero mi hijo no es negociable
- ¡Yo nunca dije que lo fuera¡No era esa mi intención! –era evidente que Lex resentía esas palabras y que estaba luchando, muy a su pesar, por contener las lágrimas (de dolor o rabia, ni el mismo estaba seguro)
- La felicidad de Clark es lo más importante en el mundo para nosotros –explicó Jonathan, tratando de serenarse- Y no creo que él pueda ser feliz con alguien como tú

Lex no supo qué responder. El significado que encerraban esas pocas palabras era inmenso. Él no era digno de Clark, no porque fuera hombre (estaba seguro que Jonathan Kent aceptaría a cualquier otro novio que Clark le presentara) sino porque era él. Un Luthor. Lex. Siempre una decepción para todos. Nunca suficientemente bueno para merecer que lo amaran.

El padre de Clark no confiaba en él y no creía que tuviera algo, además de dinero, que ofrecerle a su hijo. Y si había algo que NO movía a los Kent era el dinero. Irónicamente, eso era parte de lo que hacía que Lex los quisiera tanto.

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- Jonathan, tú sabes que nada es más importante para mí en el mundo que esta familia –habló Martha de pronto. Su esposo asintió con la cabeza. – Por lo mismo, tengo que decir que no estoy de acuerdo contigo -añadió y, antes que él pudiera interrumpirla, prosiguió:- Clark y Lex se aman y creo que eso es lo único que necesitan para ser felices.

Lex estaba sorprendido y emocionado por las palabras de Martha. Trató de decir algo, pero tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar. A cambio, le dirigió una mirada de gratitud que lo dijo todo.

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- Martha, no creo... –protestó Jonathan
- Jonathan, escúchame –lo interrumpió ella con ese tono que indicaba que no iba a aceptar un no por respuesta- Ellos han estado enamorados por mucho tiempo. Años. Y ha sido muy difícil y doloroso para ambos llegar hasta este punto.
- Pero... –trató de protestar Jonathan. Después de tanto tiempo juntos aún no aprendía cuando no discutir con su esposa.
- ¡Jonathan Kent! –lo detuvo ella antes de que pudiera continuar- Clark ha estado enamorado de Lex durante muchos años. Desde que era un adolescente, en realidad. Pero tenía miedo de herirnos o de que no lo quisiéramos si nos contaba y por eso se contuvo todo este tiempo, especialmente después de tu ataque cardiaco. Lex por su parte –Martha lo señalo y él fijó los ojos en la mesa. Se sentía incómodo en esa discusión, aunque él fuera el tema principal- ha soportado que Clark lo abandone, no una sino dos veces. Otro en su lugar hubiera dado vuelta la página; sin embargo, él no ha dejado de amar a nuestro hijo. Ni de esperarlo.

Lex no se atrevía a mirar a ninguno de los Kent. Pero cómo de pronto nadie parecía querer decir nada, levantó la vista y se dio cuenta que ambos lo estaban observando, Martha con dulzura y Jonathan con... ¿admiración?

Después de unos segundos, fue Jonathan quien habló finalmente:
- Lex, te ruego que nos dejes solos. Necesito conversar con mi esposa –pidió calmadamente

Lex, incómodo con la situación, se apresuró a levantarse de la silla.
- Por supuesto –dijo- Si Clark pregunta por mí, voy a estar en la mansión
- Se lo diremos apenas vuelva –le aseguró Martha con una sonrisa. Dios¡cómo quería Lex a esa mujer!
- Gracias. Gracias por todo –añadió Lex a modo de despedida y salió.