Tu mayor virtud, mi peor defecto.
Capítulo III:
Cadena de favores:
Ese momento fue clave. Anna dejó caer la aguja y lo miró a los ojos...
" ¿A-Asakura?..." Balbuceó Anna perpleja
" ¿Qué sucede?..." Preguntó Yoh confuso
" Hao..."
El joven se incorporó de un salto...
" ¿Conoces a mi hermano?..."
" Eres muy parecido él..."
Luego de ello, tomó la aguja nuevamente y se dispuso a continuar. Yoh lo notó... notó su cambio y no quería quedarse con la duda...
" Por favor Anna dime por que lo conoces... ¿Qué te ha hecho?..."
Sin embargo, esta se mantuvo en silencio.
" Anna..."
Tomó la mano de la esta, deteniendo la sutura. La joven se sorprendió y lo miró a los ojos nuevamente...
" Sé que quieres llorar, tus ojos me lo están diciendo..." Se animó a decir Yoh finalmente
" Él también mató a mis padres..." Respondió Anna desviando la mirada
" Yo... yo lo siento..." Enunció Yoh sosteniendo con fuerza la mano de la chica
" Acabo con mi vida... ellos... ellos eran lo más valioso que tenía y me lo quitó..."
Su voz se quebraba lentamente, pero no iba llorar... se prometió que nunca más iba derramar una lágrima por ese maldito asesino.
Estaba dispuesta a contarle como había sido todo, pero, repentinamente, Yoh la acercó a él y posó su dedo índice en sus labios. No sabía por qué, pero esa acción le había producido un extraño nerviosismo en el estómago.
" Tranquila, no es necesario que recuerdes nada más, para mí es suficiente, perdóname por haberte insistido..." Se disculpó el chico
El joven denotaba una gran sonrisa llena de tranquilidad...
Un espeso líquido rojo comenzó a manchar la camisa de Anna indicándoles que la herida de Yoh se había abierto...
"Demonios..." Dijo Yoh mirándose le brazo
" Quédate quieto, la suturaré, pero no resistirá, mañana tendré que volver a verla, pero, con esto será suficiente..." Mencionó Anna terminando de suturar la herida
" Está bien y perdóname por haber manchado tu ropa..."
La noche había caído al fin, todos se hallaban durmiendo en la pensión, menos una joven de cabellos rubios que continuaba dando vueltas en su futón.
Pensaba en todo lo que había sucedido esa tarde con él, todo lo que había descubierto. Por una parte, se imaginaba que Hao podía llegar a relacionarse con él, pero, por otro, pensaba que no se parecían en lo absoluto.
Pasó su mano por sus labios recordando aquel roce y su corazón comenzó a agitarse. Era algo extraño, jamás lo había sentido. Cuanto más pensaba en él, su rostro más le ardía. Trataba de evitarlo, pero era imposible.
Y así, se durmió... con una gran confusión en su mente y talvez, comenzado a descubrir eso a lo que se llama "Verdadero sentimiento". Poco a poco, comenzó a sentir su mente más liviana, eso se sentía bien, pero... de repente, todo se volvió completamente oscuro. Podía verse físicamente en una completa oscuridad... odiaba eso, sabía que... él estaría cerca...
"Anna..."
" No me fastidies..." Dijo esta
"No, no, no... esa no es la forma de tratarme..."
" ¿Qué demonios quieres? ¡¡Ya déjame en paz!..."
"Sí, lo haré, pero cuando te encuentre y... una vez que lo haga, estaremos juntos... serás mía... para siempre..."
" ¿Y qué te hace pensar eso, no soy como cualquier otra mujer..."
"Me gusta esa actitud... cuanto más te enojas, más te deseo..."
" Jamás pasará..."
"Eso lo veremos... pronto Annita... pronto..."
Sin más despertó. Estaba transpirando y completamente agitada... el temor... el odio... todos esos sentimientos de completa oscuridad se presentaban ante ella nuevamente atormentándola...
" Otra vez me ha quitado el sueño..." Dijo Anna maldiciendo aquella situación
Se acercó a la ventana, la cual ya se le hacía familiar. Miró la luna para despejarse, sin embargo, la imagen del joven de aquella sonrisa apareció en su mente. Pensó que quizá era porque le debía el favor de hospedarla sin cobrarle, por lo que decidió devolvérselo.
Caminó suavemente por el pasillo hasta llegar a la habitación del chico. Se paró frente a la misma y giró el picaporte...
Una vez adentro, se acercó al futón del joven y lo llamó...
" Oye Asakura..."
" ¿Eh? ¿Ah? ¿Anna? ¿Ya amaneció?... -.-ZzZz" Dijo un adormilado Yoh con un pequeño hilo de baba colgando
A la joven, le pareció muy graciosa la cara que había puesto el chico, pero mantuvo su rostro frío.
" Levántate, vamos al cementerio..."
" ¿Qué?... Oye... es un poco tarde para ir al cementerio... o muy temprano... ¿No lo crees?..."
" Vístete, te espero abajo..."
Yoh no entendía la actitud de la chica, no estaba acostumbrado a dar paseos por el cementerio a altas horas de la madrugada, pero la cara de Anna indicaba que no era una simple travesía por esos rumbos...
Cuando ambos estuvieron listos, comenzaron a caminar por las frías calles de Funbari con un Yoh más perdido que turco en la neblina...
" Y bien..." Preguntó el chico bostezando
" ¿Y bien qué?..."
" ¿Para qué quieres ir al cementerio?"
" Para devolverte un favor..."
" ¿Eh? ¿A mí?..."
" No hagas tantas preguntas..."
" Está bien, pero... solo dime ¿Por qué no puedes dormirte?..."
La joven paró en seco...
" ¿Quién te dijo que...?"
" Oye, puedo ser un poco distraído pero... sé perfectamente que si no fuera porque no tienes sueño, no estaríamos parados a mitad de calle yendo al centro de la ciudad solo para que me devuelvas un favor..."
" ¿Y si fuera así qué?..."
" No, nada, solo deducía... ¡Ah! y otra cosa... n-n"
La joven se paró a mirarlo
" ¿Podrías llamarme solo por mi nombre? Es que... al decirme Asakura, también te refieres a mi hermano y no quiero vincularme con él de ninguna manera..."
" Como sea..."
Esas fueron las últimas palabras que se escucharon hasta que llegaron a aquel lúgubre lugar. Anna se paró bajo un gran árbol y allí comenzó a rezar.
Yoh sabía que Anna poseía algún tipo de poder especial, pero jamás se imaginó que fuese una Itako. La miraba sorprendido, hasta hacía unos segundos, su rostro se veía consternado y preocupado, pero ahora denotaba tranquilidad y concentración, se veía más hermosa...
" Que bonita se ve... un momento... ¿Por qué me puse tan nervioso?... Es una sensación extraña... pero... agradable..." Pensaba Yoh expresando una gran sonrisa
Todo se volvió más extraño aún cuando un haz de luz se hizo presente ante él y la figura de sus padres se denotaron con claridad en la inmensa oscuridad...
" Te esperaré allí, supongo que deben hablar..." Dijo Anna señalando algunas lápidas
La joven se retiró dejándolos solos. Los padres de Yoh comenzaron a explicarle que habían sido invocados por ella porque le debía un favor y que luego, podrían llegar finalmente "Al paraíso".
El joven de cabellos oscuros, no desaprovechó la oportunidad para hablar con ellos, decirle lo mucho que los extrañaba y cuanto lamentaba no haber podido hacer nada para evitar su muerte sin olvidar decirles lo mucho que los quería.
Ellos por su lado, le agradecieron su cariño y prometieron que siempre lo protegerían.
Su hora de partir ya había llegado y con una suave brisa partieron de este mundo dejando a su hijo con su mirada perdida en el cielo.
Yoh suspiró con aire nostálgico, pero luego recobró su gran sonrisa ya que había podido despedirse de sus padres correctamente.
Ahora buscaba a quien pudo hacer posible aquel encuentro y la encontró recostada en una lápida con su uniforme empapado del rocío nocturno. Su cuerpo aún brillaba signo de que todavía seguía usando su poder, aunque segundos después, se fue apagando...
" Mu-muchas gracias Anna..."
" Eso es lo único que puedo hacer para pagar la deuda..."
" Pero Anna... ya te lo había dicho, no hacía falta que..."
Pero no terminó de hablar, ya que pudo observar que su acompañante desfallecía ante sus ojos. Rápidamente, la tomó en brazos y la sostuvo con fuerza. Había sido una decisión apresurada...
" Mi corazón... late muy fuerte..." Mencionó Yoh mirando a la joven
" Oye..."
" Lo-lo siento es que pensé que..." Trataba se excusarse Yoh por haberla tomado entre brazos
" Yoh... volvamos a casa..."
La Itako abrazó el cuello de Yoh fuertemente mientras se quedaba completamente dormida sintiendo el calor que le brindaba el pecho de su compañero quien para esas instancias ya había adoptado un tono rosado el cual se realzaba en sus mejillas y por alguna razón lo ponía contento...
" (Pensando) Que bonito suena mi nombre n-n... (Ahora hablando) Sí Anna, volvamos a casa..." Y con una gran sonrisa abandonó el lugar
CONTINUARÁ...
