Capítulo 2: Recuerdos y Pensamientos.
Después de salir de la chimenea y de limpiarse el hollín, Hermione se dejó caer cansadamente sobre el sofá de su apartamento. Encendió un pequeño fuego y se quedo allí, calentándose un poco, mientras acariciaba a su viejo gato Crookshanks.
Normalmente siempre lo hacia así; Nunca dormía fuera de su cama si podía evitarlo... salvo que fuera en la Madriguera o en las casas de Harry o Ron. Pero eso era algo totalmente distinto, a ellos les confiaría su vida sin dudar un solo instante.
Se desperezó y miró su reloj: Las siete y media de la mañana. Muy tarde para acostarse y demasiado temprano para que hubiese nadie levantado... Un momento perfecto para algo de lectura al lado de la chimenea.
Media hora después, Hermione cerraba por tercera vez su ultima adquisición, -1001 Pociones imposibles- y lo dejaba a su lado con un gesto cansado. Le era imposible concentrarse, y en realidad ya no le apetecía seguir leyendo. Una sonrisa apareció en su rostro. Tendría que avisar a Ron y a Harry para darles la noticia... aunque dudaba mucho que la creyeran.
Eso le recordó que en cuanto se hiciera una hora decente tenia que ir a disculparse. Al fin y al cabo se había escapado de su fiesta sin despedirse... bueno, la verdad era que casi ni había hablado con ellos. Se había pasado toda la noche charlando y flirteando con Stuart, y cuando la cogió de la mano y la arrastró hasta la calle, en vez de volver y por lo menos despedirse de ellos como habría sido lo correcto, se fue con él sin pensárselo dos veces.
Sabía que con Harry y Ginny no tendría ningún problema y comprenderían perfectamente que solo se dejó llevar por el 'calor' del momento, pero Ron... bueno, eso seguro que iba a ser otra historia. Aún así, quería disculparse también con él. Después de demasiados años de separación, por fin habían vuelto a estar todos juntos y quería cuidar al máximo su amistad con ellos.
Cuando acabaron sus estudios en Hogwarts, Ron y Harry se fueron a un campo de entrenamiento secreto, en alguna parte en el norte de Escocia, para su formación como aurores. Ginny terminó sus estudios al año siguiente y empezó el internado en el hospital de San Mungo. Hermione por su parte, también estuvo bastante ocupada durante algunos años con los cursos de acceso al puesto de inefable en el departamento de Misterios del Ministerio.
Así pasaron los años, hasta que Ginny por fin acabó sus estudios y consiguió una plaza en el hospital. Para entonces ella también había acabado todos los cursos y se había convertido en la inefable mas joven de todo el Ministerio desde que se recordase. Así que con mas tiempo libre y sobre todo con mucho mas dinero, empezaron a salir las dos juntas, a veces solas y a veces con las parejas que tuvieran en ese momento.
Pocos años después Harry fue nombrado jefe de área, destinándole a las oficinas centrales que los aurores tenían en Londres. En cuanto llegó a la ciudad se unió al grupo, 'distrayéndolas' con las interminables anécdotas y aventuras que él y Ron habían vivido durante sus misiones como agentes de campo. A partir de entonces Hermione pudo disfrutar casi a diario de la compañía de su querido amigo... Aunque no tanto como Ginny; No habían pasado ni dos semanas desde su llegada cuando empezó a salir con él, y en poco más de cuatro meses ya estaban viviendo los dos juntos en una hermosa casita cerca de la costa.
En general habían sido buenos tiempos, aunque también habían tenido sus discusiones. La peor de todas fue por culpa de Ron y fue también la razón por la que por fin regreso a Londres y a sus vidas.
Recordaba que habían estado celebrando algo, ya no recordaba exactamente el qué. Harry, Ginny y ella estaban sentados enfrente a la chimenea de su apartamento. Debía de ser bastante tarde y todos estaban bastante bebidos, sobre todo Harry, que como siempre, estaba hablando de sus aventuras con Ron. De pronto recordó lo que él debió pensar era algo gracioso.
Los aurores siempre operaban en grupos de entre tres y cinco personas; Ron era el jefe de uno de esos grupos. Harry les contó que existía el rumor de que Ron jamas aceptaría ser el jefe de un grupo en el que sus cicatrices no fueran más numerosas que las de todo el resto del grupo juntas. La parte graciosa es que un día convencieron a un novato para que se le acercara en los vestuarios y le preguntara si era verdad eso. Ron solo le miró fijamente y se quitó la camisa, respondiéndole que, como podía ver, jamas tendría que rechazar a nadie por esa razón. El novato se quedó tan impresionado que jamas se volvió a acercar a menos de diez metros de él.
Harry empezó a reírse, pero a Hermione solo le dieron ganas de vomitar y a Ginny le sentó aún peor; Harry se paso las dos siguiente semanas disculpándose y mandándoles flores todos los días... Solo le perdonaron cuando les prometió que en cuanto se presentase la más mínima oportunidad retiraría a Ron de su unidad y le trasladaría a un puesto donde no tuviera que arriesgar su vida constantemente.
Fue a finales de ese mismo año cuando por fin pudo cumplir su promesa; quedó un puesto libre en Londres, en la unidad de entrenamiento y Harry le ofreció inmediatamente el puesto a Ron. Este, como siempre, rechazo la oferta, así que Harry no tuvo mas remedio que ir hasta donde estaba destinado para convencerle de que aceptase. Ninguno de los dos dijo nunca como lo logró, pero al día siguiente ya estaba de vuelta con una carta de traslado legalmente sellada y firmada por Ron.
Desde entonces su amigo se dedicó a torturar, aunque él lo llamaba 'evaluar y re-entrenar', a todos los aurores en activo... incluyendo a Harry. Así, años después de Hogwarts, los cuatro volvían a estar juntos de nuevo... y si en algo dependía de ella, lo seguirían estando durante mucho tiempo más.
Se despejó la cabeza de ensoñaciones y se levantó del sofá. Aunque se estaba bien al amor del fuego, aún estaba dolorida y agotada por su anterior y muy entusiasta 'descastización' y un baño caliente seria probablemente lo mejor para sus maltrechos músculos. Cogió una muda de ropa limpia y se preparó un baño bien caliente, con burbujas y sales perfumadas. Se introdujo en el agua poco a poco, disfrutando del calor que la envolvía. Apoyó la cabeza en el borde de la bañera y dejó que su cuerpo flotase en el agua... casi era mejor que el sexo... casi.
Eso le recordó a Ron, y el efecto que ahora tenía en ella. Se acarició suavemente con los ojos cerrados, fantaseando con las imágenes de algunos de los hombres que habían pasado por su cama. El efecto fue moderado. Cambió el objetivo de sus fantasías y centró sus pensamientos en Ron. Una imagen le asaltó el pensamiento: Ron sentado en el sillón al lado de su chimenea, como solía hacer a menudo, sonriéndola... y totalmente desnudo. El resultado fue... notable. Estaba claro que la excitaba de un modo increíble. Un solo pensamiento y su cuerpo reaccionaba como el de una gata en celo. Aunque seguramente eso seria por ser un amigo de la infancia, esas cosas daban mucho morbo.
Se imaginó entonces a Harry igual: desnudo y sonriendo seductoramente... A duras penas pudo contener la risa. No era que Harry no fuera atractivo, o que no lo quisiera. Amaba a Harry mas que a nada en el mundo, pero lo hacia como a un hermano, no como a un hombre. Le era imposible imaginárselo desde un punto de vista sexual.
¿Por qué no pasaba lo mismo con Ron? La verdad es que no lo sabía, pero él era distinto. Su relación con él siempre había sido... tensa, extraña. Ron era capaz, en el lapso de cinco minutos, de mostrar el comportamiento más atroz imaginable, seguido de una demostración de cariño tan increíblemente tierna que, incluso ahora, la podía hacer sonrojar horriblemente.
Sintió un escalofrío recorrer su espalda... El agua se estaba enfriando demasiado para su gusto. Salió del baño y empezó a vestirse. Consultó el reloj según lo abrochaba. Ya era hora... Pensó a quien debía visitar primero: La verdad es que preferiría empezar con Harry y Ginny, pero no quería correr el riesgo de interrumpir... algo; No sería la primera vez que ocurría. Ginny era una mujer menuda, pero tenía la libido del tamaño de un Colacuerno Hungaro.
Mejor empezaría por Ron. Lanzó los polvos flú contra la chimenea y respiró profundamente un par de veces antes de sumergirse entre las llamas.
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Buff... esto de contar background sin resultar coñazo no es facil... no se si habré tenido mucho exito... ya direis... TT
De todas maneras no os preocupeis que el próximo cap. por fin habrá algo de interacción entre nuestros personajes favoritos... (no seais malpensados... no ESA interacción)
Muchas gracias a consue (eso de los dedos... una cosa es imaginarselo y otra es hacerlo.), Maria (Si, es un Ron-Hermione. Antes de hacer un Harry-Hermione me arranco las yemas de los dedos a bocaos!), algida(me alegro de que te gusten los comentarios... y el fic.), Adarae (El anterior cap. fue dificil, pero este tampoco ha estado mal. Esta claro que lo mas facil son los dialogos), sarah-keyko (me alegra ver que sigues leyendo mis fics... que valor!), opheliadakker (hola de nuevo... que ansia tiene esta mujer!... intentare updatar mas a menudo!), cervatilla (gracias por leerme, aunque este 'subidillo de tono'), kat (estaras contenta con todas estas explicaciones!... y sí. lo de ron nunca pasó, solo era una fantasia) y AliciaThomas(Muchas gracias. Siempre intento hacer los fic con algo original... no se si lo lograre).
Muchas gracias a Todas por los reviews!
Comentarios/opiniones/criticas seran bien recibidas.
