Bueno... he regresado para la desgracia de unos (la mayoría) en fin ya saben toda esa chorrada de LOS PERSONAJES NO SON MIOS y todo eso.

Esta historia es un universo alterno. James, Lily, Remus, Sirius y otros personajes aparecen para joderse la vida... vean como termina saludos a todos

SORPRESAS.

Un joven de unos veintitrés años desayunaba en el comedor de su gran mansión de estilo victoriano. Lucía el cabello azabache y sus ojos almendrados protegidos por un par de gafas redondas y cubierto por su despeinado cabello, indomable diría la mayoría. Estaba sorbiendo un poco de su café matutina y leyendo el diario cuando fue interrumpido por su mayordomo.
Joven. Lamente interrumpirlo pero, lo llaman de la oficina. – dijo el hombre de unos cuarenta años. Con cabello plateado por los años y un rostro de amabilidad.
Diablos. ¿No pueden dejarme en paz ni los domingos? – Decía para si mismo – Gracias Edgard.
No hay de que joven, pero recuerde. No debe exaltarse pro cualquier cosa. Le hará mal
No se que haría sin ti. – El muchacho se acercó a la pequeña oficina donde llevaba a cabo sus trabajos y tomó el tubo del teléfono. – Diga. Arthur, ¿qué sucede esta vez?... no, no será necesario. Solo dile a Pettigrew que valla juntando sus cosas de su oficina... si, salgo para allá. Adiós. Se encaminó a las escaleras pero una mujer de casi su misma edad lo interrumpió.
Jamie ¿Donde vas? Espero que no sea e la oficina y debas irte. – La muchacha era un poco más baja que James, con ojos almendrados y cabello castaño a diferencia de el muchacho.
Georgia, nos veremos después. Efectivamente debo ir a la oficina.
Oh hermano, dijiste que cuando saliera del internado estaríamos juntos todo el tiempo.
Pero debes entender que tengo obligaciones. Tengo que mantener tus gastos Hermanita.
Ufa – Refunfuñó ella cruzando los brazos – Lo dices como si fuera un pecado hacerlo.
No lo creo, solo bromeaba, pero si no estuvieras metida en tantos problemas en la escuela... creo que los pagaría con mayor gusto. Geor, ahora me cambio y me voy. Tu te quedas aquí hasta que vuelva y quiero que hagas caso a lo que Edgard te diga ¿claro?
Sip. Vete contento y regresa feliz hermanito. – James hizo un gesto de saludo con su mano y subió las escaleras de mármol finamente decoradas. A los pocos minutos estaba listo para partir. – James, espera.
¿Qué sucede Geor? – Preguntó el joven con toda la paciencia del mundo.
Recuerda que esta tarde debemos ir al cementerio. Es el aniversario de nuestros padres.
¿Cómo podría olvidarlo? Bien te saludo. – Se acercó a su hermana pequeña de solo 18 años y le besó la frente. – y recuerda ti portarte bien. No quiero desastres.
¡No señor! – Dijo con exceso de entusiasmo. Edgard acompañó a James hasta el vehículo que esperaba
Se ha convertido en toda una mujercita ¿Verdad?
Ya lo creo señor. Y se parece mucho a su madre.
Si, eso lo he notado con cada cosa que hace o dice. Es su fiel reflejo.
No se preocupe por nada, estará bajo mi entera vigilancia.
Eso es lo que más preocupa Edgard, sueles consentirla demasiado.
Eso es, parte extra de mi trabajo, si me permite decirle. Ustedes son como mis propios hijos. Y los he cuidado desde pequeños.
Y por eso te estaré siempre agradecido. Bueno me voy, espero que no sea nada grave porque debo volver temprano. – James se subió al gran Porche negro y partió a las instalaciones de su compañía. Luego de un viaje de unos 20 minutos, James Potter llegó a su oficina. Al entrar saludó a la recepcionista y se dirigió directamente al ascensor, presionó el último piso y esperó. A cada rato miraba su reloj, no quería que este tonto problema se convirtiera en esos que le te llevan todo el día y para peor lo terminas llevándolo a casa. No, esta vez debía estar lo menos posible aquí y luego volver a casa con su hermana e ir a visitar a sus padres. En el tercer piso el ascensor se detuvo para dejar pasar a un muchacho vestido con unos pantalones negros, una camisa y un saco del mismo color. Tenía el cabello algo largo de un color negro azulado y sus ojos azules muy profundos, su altura era un tanto mayor a la de James y el cuerpo bastante más desarrollado que el suyo, y al parecer era un año mayor que James. Ambos se miraron por unos instantes para luego pararse uno junto al otro mirando los números prenderse y apagarse al frente cada vez que pasaban un piso, hasta que por fin el segundo chico habló.
¿Cómo está Georgia? – Preguntó con un tono amigable.
Bien, regresó ayer del internado
¿Crees que causará problema alguno? Me refiero a que la última vez tuviste que hacer lo imposible para que quedara en el colegio.
Si, lo sé. Solo espero que Edgard la mantenga tranquila.
Uf, olvídalo amigo. Edgard la conciente demasiado – Pero James no pudo contestar. El ascensor volvió a detenerse en el sexto piso dejando entrar a otro muchacho de la misma edad de James. E cabello castaño claro y ojos miel. Su cuerpo era bastante formado pero no como el otro chico. Llevaba unos vaqueros oscuros, una camisa blanca y un sweater azul gastado. Miró a ambos chicos y sonrió.
¿Cómo han estado ustedes dos? – Preguntó con toda la confianza del mundo
Remus. Deberías hablarle con más respeto al presidente y dueño de la compañía. – Dijo el muchacho de ojos azules.
Oh, vamos Sirius. – Se quejó James. Nos conocemos desde...
Preescolar – Dijeron los otros dos al mismo tiempo. Eso hizo que el trío comenzara a reír. – ¿De que se trata esta vez James? – Preguntó Remus
Parece que el idiota de Pttegrew metió la pata hasta el fondo. Hace media hora recibí el llamado de Arthur y me contó algo
¿qué hizo ese imbécil esta vez?
Por lo poco que me ha contado, dio "sin darse cuenta" información a la competencia.
Idiota – Soltó Sirius en un pequeño susurro. – Pero ¿Por qué quieren a Publicidad y ventas en esto?
L oque sucede es que ... – El ascensor se detuvo en el último piso. – Vamos les cuento adentro. Los tres se encaminaron por el doble pasillo que dejaba ver a los pocos metros un inmenso ventanal con vista a la ciudad. A la derecha otro pasillo un tanto más angosto y largo llevaba a las oficinas de los miembros del comité y socios. Del otro lado, el pasillo izquierdo dejaba ver una puerta doble de roble y un emblema en la misma. De uno de los lados estaba la secretaria de James. Una mujer rolliza de cabellos colorados y ojos celestes que atendía el teléfono.
Un momento, lo comunico. – Dijo la chica al teléfono y presionó uno de los botones del tablero. – Hola James, chicos. Escucha, en media hora será la reunión. Aquí tienes los informes del problema, estos son los preparativos y estas las cartas... tu sabes – Dijo guiñando el ojo. – Chicos ¿todo bien?
Todo bien Molly ¿tu? – Preguntó Remus
Excelente. Bien James ¿necesitas algo?
No... mejor dicho ¿Me pides un café negro, otro descafeinado y uno cortado por favor?
Claro, en seguida se los mando y o pasaré llamadas ¿De acuerdo?
Eres genial, gracias Molly.

La hora de la reunión llegó y con ella las caras de aburrimiento de James, Remus y Sirius. Lo sucedido fue que el señor Pettigrew reveló unas ideas para la venta de productos a la competencia. Y eso hizo les ganaran de mano.
Muy bueno todo esto pero, me gustaría saber ¿qué es lo que esperan de ventas y publicidad? La cagada ya está hecha. – Preguntó Sirius con cara de poco amigos.
Eso Black, - Contestó una de las socias mayoritarias – Es una forma muy poco ubicada de referirse a sus mayores, mocoso impertinente.
Señora Lestrange, le voy a pedir que por favor se comporte adecuadamente. Le ha faltado el respeto al señor Black. Quien ni siquiera se ha dirigido a usted.
Pero... señor – comenzó la mujer.
Nada. Ahora el que va a hablar soy yo. Ya estoy arto de todo esto. Debería estar en mi casa con mi hermana, ya que hoy se cumplen cinco años de la muerte de mismo padres. ¡Y no! estoy perdiendo mi valiosos tiempo con una sarta de estupideces y lo único que les importa es su propio bienestar financiero. Ahora por favor señor Malfoy ¿podría explicarles a estos caballeros que es lo que deberán hacer?
Claro Jam... Señor Potter. – Contestó un joven de cabello rubio platinado y ojos grises de no más de 29 años. – Caballeros, se los ha mandado llamar para que se encarguen de un nuevo diseño y una venta más glamorosa de la que se pensaba hacer. Es aquí donde ustedes dos entran. En sumamente necesario que la compañía esté lista para lanzar su nuevo producto además que estará mejorado, para dentro de dos meses, como máximo.

¿Dos meses? – Preguntó Remus - ¿Creen que en ese tiempo se podrá hacer algo mejor a lo que venimos trabajando desde hace seis?
Lupin, Sirius. Por eso que los tenemos a ustedes dos como jefes de ventas y publicidad. Encuentren algo quesea innovador, algo que sea totalmente distinto a todo lo que han estado haciendo.
Creo que esto es todo por hoy. – James se levantó e hizo una señal para que tanto Remus, Sirius y Malfoy lo siguieran. Salieron de la sala de juntas para encaminarse a la oficina del presidente. Al llegar James se detuvo en la secretaria unos instantes. – Molly llama pro favor al señor Pettigrew. Debemos hablar con él.
Claro James. – En ese segundo Molly tomó el teléfono y se comunicó con Arthur. – Arthur, cielo. Necesito que mandes a Pettigrew a la oficina de James. Es urgente... tu hazlo. Gracias. – Cuando cortó se encontró con la mirada de James sobre ella.
Molly. Dime una cosa – Él se acercó todo lo que pudo a la superficie del escritorio que era bastante alta, pro cierto.
¿Qué James? – Preguntó Molly con algo de miedo
¿Cómo está Charly? – dijo de pronto cambiando su expresión severa a una dulce y tranquila
Ah, James me asustaste.- está bien. Creciendo el pequeño.
Tiene un año ya ¿Verdad?
Pues, si.
Envíales saludos a Bill de mi parte y tráelo cuando quieras. Me encanta ese muchacho
Será mejor que te encargues de tus obligaciones James.
Gracias pro hacerme acordar, mujer. – su tono era de un desahuciado, pero obviamente estaba semi fingiendo. James entró a la oficina gigantesca y se sentó detrás de su escritorio de vidrio. – En cualquier momento llegará Pettigrew. Quiero que pongan su mejor cara de fisco, aunque Sirius tu no lo hagas tan exagerado, te sale bien sin esfuerzo. – Como James dijo el señor Pettigrew llegó a los pocos minutos. Su semblante altanero no lo cambiaba por nada del mundo y era demasiado egocéntrico para darse cuenta que se había mandado una gigantesca esta vez.
Buenas tardes, señores. Señor Potter. ¿me ha mandado llamar? – preguntó como si de ascenderlo se tratara la cosa. Tenía el cabello castaño cortado al estilo militar. Unos ojos color negros muy intensos y una nariz puntiaguda. Era bajito y bastante regordete y no pasaba de los 35 años.
Señor Pettigrew, dígame una cosa – Comenzó el joven Malfoy – ¿conoce a la compañía Days for Today?
Si - Contestó sin darle importancia.
¿Sabe que es lo que hace esa compañía? – Preguntó esta vez Remus
Lo mismo que nosotros. ¿a dónde quieren llegar con estas preguntas caballeros?
Silencio – Anunció Sirius como si fuera el juez de la corte.
Continuemos. – dijo Lucius – tiene familia ¿Verdad?
Si, pero solo mi madre. No estoy casado si a eso se refiere
Y ¿Usted mantiene a su madre?
Pues si. Aunque debo admitir que este sueldo apenas me alcanza para hacerlo.
Tengo entendido – Continuó Sirius. – Que ha sido descendido de varios puestos en esta empresa, mientras el señor Potter, que en paz descanse, la lideraba.
Así es. Un señor muy bueno para aclarar. No me despidió nunca. No es que lo mereciera... pero.
Yo creo que sí lo merecía caballero. Hay expedientes donde se conocen todos esos problemas por los cuales usted pasó de ser un miembro de los socios mayoritarios a un simple oficinista del sector F. – Se produjo un silencio luego de esa afirmación. – Verá señor Pettigrew. Se le están haciendo estas preguntas porque debido a su incompetencia esta empresa ha perdido una de las mejores ventas del momento. Mi padre podrá haber sido una excelente persona. Pero yo creo que no era lo suficientemente duro como para echar la escoria a la calle. Sin embargo yo he heredado la dureza de mi madre y el poder de mi padre. Por lo tanto, queda despedido de esta compañía y me encargaré personalmente de que ninguna otra lo contrate por mala praxis, extorsión, venta de información y sobre todo fraude.
Eso es inaudito. No puede echarme. No puede, soy mas de lo que usted y su empresa merece.
Déjeme decirle algo. La gran mayoría de esta ciudad me pertenece. Empresas, hoteles, negocios, restaurantes. Todo lo que usted se pueda imaginar. Así que le voy a pedir por las buenas que se atenga a las consecuencias de sus actos. O por las malas. – Dijo señalando a Sirius y a Remus que se sonaban los dedos de las manos en forma amenazadora – que se atenga a las consecuencias de sus actos. Ahora por favor señor Malfoy acompañe al caballero a la puerta que hay unas personas que de seguro lo están esperando. Al salir de la oficina, Sirius, Remus y James se echaron a reír como enajenados. Fue una escena muy graciosa ver como el señor Pettigrew iba cambiando su rostro de un rozado a uno blanco pálido.
Hey, James. Hoy irás al cementerio ¿verdad?
Si, Georgia me está esperando en casa. ¿Por qué lo preguntas?
Bueno, es que... tu sabes todo lo que Tus padre han hecho por mí, y bueno... me preguntaba si
Claro que si Remus. No tienes ni que preguntarlo. Sabes que eres de la familia... Sirius no pongas esa cara – Dijo al ver la expresión de abandono que había adoptado Sirius al escuchar que Remus era de la familia. – Tu también lo eres, ahora mismo dejan todo y se vienen conmigo. No dejaré que mis dos hermanos de corazón trabajen en domingo pudiendo hacer que los SM sí lo hagan
¿SM? - preguntó Malfoy que entraba por la puerta en ese momento.
Socios Mayoritarios Lucius
Claro, a mí si me dejan trabajando aquí. En domingo.
Lo siento. Tienes acciones trabajas domingos. Nos vemos mañana ¿bien? – saludó James con un golpe en hombro al joven rubio.
Saluda a tus padres de mi parte y diles que por tu culpa no puedo ir a verlos hoy. Pero que iré mañana.
Claro.
Apropósito, ¿cómo está mi primita del alma? Esa mujer hace tiempo que no me escribe ni me llama.
La obligaré a hacerlo no te preocupes, L oque sucede es que Narcisa está, como decirlo. Algo deprimida estas semanas. Tu sabes que perdió un embarazo.
Si me enteré pro Andrómeda. Es una verdadera lástima. Dile que un día de estos iré a visitarla.

Cuando James, Sirius y Remus llegaron a la casa del primero se llevaron un susto de muerte al encontrar la casa dada vuelta. James salió corriendo a la cocina y se encontró con que estaba sucia del techo al suelo.
¡GEORGIA! – Gritó james a todo pulmón.
Jamie, ¿Qué haces aquí?
¿QUÉ DEMONIOS PASÓ AQUÍ? Y DONDE ESTÁ EDGARD
Joven James. Relájese. Solo fue... un pequeño experimento.
Eso James. Relájate un poco. Que te harás viejo antes de tiempo.
Queríamos hacer un gran pastel, pero creo que... bueno, salió un poco mal.
¿Un poco? – dijo Sirius tirando más leña al fuego. – Perdón. – Susurró frente a la mirada dura de Remus.
¿y que tenía que ver el comedor y sala en todo esto?
Ah, eso. Pues eso es simple. Compré un cachorro y bueno, lo dejé en el comedor. se escapó y tuvimos que perseguirlo por todos lados. – después de esa simple explicación por parte de Georgia, no Remus ni Sirius pudieron contenerse la risa. Un par de carcajadas se escucharon en toda la cocina.
Geor... jajaja – Decía Sirius con un fuerte esfuerzo para hablar. - ¿compraste un cachorro? Jajaja
Si ¿qué hay con eso?
Y tu Edgard la dejaste – Continuó Remus limpiándose una lágrima que corría por su mejilla de la risa.
Pues, sí joven Remus. – Pronunció Edgard con una sonrisa
Hay, hay pequeña Geor. Aún no has aprendido nada de nosotros ¿verdad?
¿a que se refieren?
A que, no debiste soltarlo en el comedor. debiste hacerlo directamente en el cuarto de James. Para que tardara un poco en descubrirlo. Además que eso del pastel, fue bueno. Aunque...
Era más fácil pedir varios que hacer uno solo y que te saliera feo ¿no lo crees? – dijo Remus con dulzura
Ustedes dos no lo malcríen.. mas de lo que está. – Dijo mirando a Edgard. – Ahora jovencita, te vas a cambiar que en un momento salimos. Edgard, hasta cargo del cachorro que compró la "niña" y ustedes dos. Bah, esperen aquí que me voy a cambiar. Cuando james bajó al comedor se encontró con un pequeño ovejero alemán de no más de tres meses, jugando con sus dos amigos. Su hermana estaba lista peinándose su largo cabello castaño. Llevaba un vestido de verano, floreado con tirantes. En la parte de la falda tenía pliegues que lo hacía verse más bonito. Unas sandalias blancas y en la mesa esperaba un sombrero de paja, delicadamente tejido y con una flor en él. James tenía puesto unos pantalones verde militar, con una camisa fina de color negra de mangas tres cuantos. Tenía en su bolsillo el celular que era más pequeño que la palma de su mano y un par de gafas de sol (estilo Matrix)
¿Todos listos? – Preguntó James al ver a todos. - ¿dónde está Edgard?
Está en la entrada con el jardinero. Nos está esperando allí.
Está bien. Vamos chicos es un viaje bastante largo.

Continuara....