VERDADES
Hacía casi un mes en que Lily había encontrado a esos tres payasos en la calle. Debía aceptarlo, desde que los conoció su vida había cambiado... pero no para bien. Ese hombre que había ido a buscarla al café, no dejó de ir. Al parecer creía que allí iba a encontrar a Lily a toda costa. Por lo que, por decisión de sus amigos ella había sido restringida a no ir al café, al menos hasta que se calmara la cosa. Por otro lado. Esos tres chicos seguían encontrando a Lily en los lugares más recónditos. Una vez, Lily intentaba escaparse de aquel hombre y se metió en la basura, que resultó ser que uno de los muchachos se había acercado a tirar una bolsa de comida encontrándose con ella. Eso había sido muy cómico, en especial con la cara que ponía ese tal Remus al encontrarla allí. Sin embargo, con James Potter las cosas no iban mejor. O por lo menos eso se veía. Ella no le dirigía la palabra y cuando lo hacía le resaltaba lo rico consentido que era, y que era mejor que tratara cosas de SU empresa a estar por la calle, eso no era bueno para su persona.
-Oye, ¿qué problema tienes conmigo? – Preguntó un día James cuando Se encontraron con Lily en su Pórtico. – En todo caso el que tendría que estar molesto con alguien soy yo.
-No te creas gran cosa Potter, no te hace bien. – Lily seguía plantando unas flores en el jardín mientras que Remus la ayudaba cargando las macetas y Sirius estaba sentado en la pequeña escalinata.
-Me encantaría que dejarás de ser tan altanera y me contestes.
-No quiero. ¿que harás al respecto? ¿no darme trabajo en tu impecable y monopolizadora empresa? Que miedo tengo. – Sirius no pudo evitar sonreír y Remus se contuvo la risa con la mano.
-Ustedes dos no ayudan. Además ¿quién querría darte a Ti trabajo? De seguro no has terminado no la primaria. Y no eres capaz de llevar a cabo un trabajo bien hecho.
-¿QUÉ ESTAS DICIENDO? – Dijo Lily, soltó la pequeña pala que tenía y se acercó a James con paso firme, demasiado firma para el gusto del joven – Repite eso.
-Lo que dije. Eres además, una mujer – esa fue la gota que rebalsó el vaso.
-¿De que te las das Potter? No eres más que un estúpido niño que se cree empresario, deberías darle la oportunidad de manejar tu empresa a un simio, de seguro lo haría mejor.
-Pero...
-No he terminado. Mientras tu te haces cada vez más rico y concientes los gastos de tu hermana y pagas al colegio para que no la expulsen la gente de TU ciudad cada vez debe trabajar más para obtener el mismo sueldo, que además es una migaja de pan. Me da asco la gente que se cree importante solo porque tiene dinero. Me gustaría verte en la situación de la gente corriente. Que como tu dices, no terminó la escuela para poder salir a trabajar y alimentar a su familia. POTTER. – James se quedó más blanco y mudo que nunca en su vida. No sabía que contestar a eso. Pro otro lado, Remus y Sirius, estaban tan blancos como James, que mujer era esa chica para tener ese tipo de pensamientos. – Creo que será mejor que vuelvan a sus patéticas vidas de ricos empresarios y me dejen continuar la mía en paz. – El rostro de Lily estaba colorado. Hacía un gran esfuerzo para no llorar. Sirius se acercó a sus dos amigos y cuando iban a subirse al auto vieron que Lily se caía al suelo.
-Priss – Gritó James. Salió corriendo y se encontró con una chica desmayada en la puerta de la casa. La tomó en brazos y la subió a la casa. Era un lugar delicado, luminoso y muy bien decorado. Se notaba que esa chica tenía buen gusto. La recostó en uno de los sofá y se sentó en el suelo junta a ella. – Vamos despierta, vamos. – La chica tardó unos cinco minutos en abrir los ojos y cuando lo hizo se encontró con James Potter a su lado. – ¿Te encuentras bien? – preguntó algo preocupado.
-Creo, que si... Gracias, simio. – dijo ella mirando hacia otro lado.
-De nada, alcornoque. – Le respondió él con una media sonrisa. – Me voy a la oficina a hacer más dinero ¿necesitas algo antes?
-Quizá. Contrata un simio, me gustaría hacer la prueba de la que hablamos. – La conversación de ambos no era fuerte, sino que tranquila y hasta ¿dulce? Remus y Sirius miraban desde la arcada, se miraron entre ellos y sonrieron.
-No puedo, me dijiste que no querrías trabajar conmigo. ¿recuerdas?
-Ja, muy gracioso. Mejor vallan a lo que tengan que hacer.
-qué considerada eres Priss. – a los pocos minutos ellos ya estaban dentro del automóvil. Lily se tocó la cabeza y luego se paró. Ya estaba harta de estar ahí sin hacer nada, mientras que sus amigos estaban con todo el trabajo pesado. Se cambió, se dirigió al garaje y tomó su motocicleta. Hacía tiempo que no la usaba, desde que ese estúpido espécimen de hombre le propuso matrimonio. Y se fue al café.
-Lily, ¿qué haces aquí?
-¿como que qué hago? Vengo para trabajar. No me importa que ese tarado de Snape venga hoy.
-Ese es el espíritu. Ven vamos.
-¿Y como va el negocio? – Preguntó entusiasmada.
-Bien. Justo hoy se nos ha ocurrido una gran idea. ¿qué te parece si lo hacemos club? – comentó la verdadera Priss.
-No lo sé. ¿creen que funcionaría?
-La verdad es que hace tiempo que las persona nos preguntan si lo haremos o no.
-Además necesitamos de un espectáculo. ¿qué dices?
-¿Qué no voy a ser el espectáculo de nadie? – dijo algo indecisa.
-Eso era lo que quería escuchar. – comentó Athos. – tu indecisión nos ayuda Amiga.
-De acuerdo. Hagámoslo.
El viernes siguiente, se abriría el nuevo club, y Lily cantaría una o dos canciones. Estaba algo nerviosa. Nunca había cantado en público antes. Bueno, si lo había hecho pero en el colegio y era pequeña y eran padres. Lily llevaba puesto un pantalón de camuflaje que se ajustaba en la última parte de las mangas y llegaba hasta arriba de los tobillos. Unas botas con taco color negras, una musculosa de tirantes muy ajustada de color negra también que llevaba uno brillos de colores, y unos guantes de red negros que no cubrían los dedos. Su cabello estaba sujeto e una media cola y apenas estaba maquillada con sombras verdes. Mucha gente había ido a verla cantar, otros a conocer el lugar. Mucha gente de oficina había ido luego de terminar el trabajo. Priss salió al escenario y comenzó a hablar con el público mientras que Lily estaba sentada en la barra hablando con Athos, cuado llegaron tres sujetos.
-Ahora ¿qué quieren? – Preguntó Lily para sí pero en voz alta.
-¿los conoces Lils?
-Algo. – Los muchachos se acercaron a la barra donde precisamente estaba ella y hablaron con Athos.
-Hola, que tal. ¿podrías darnos tres cervezas por favor? – Dijo Remus. Sirius no dejaba de ver a la chica sobre el escenario hablando con otra más abajo, y Potter, bueno estaba como perdido.
-Si, claro. Creo que debes ir ya. – Dijo Athos a Lily.
-Claro. – Pero se volteó justo para el lado que estaban los tres chicos.
-Hey, es Prrss.¿qué tal estás?
-He, bien, pero debo irme ahora. Adiós.
-Que rara es. – Le dijo Sirius a James.
-¿Qué te sorprende? – Contestó este.
-Disculpa ¿La conocen? – Preguntó Athos. Pero vio la cara de James quien reconoció rápidamente. – Potter, James Potter.
-¿Nos conocemos? – Preguntó el aludido.
-Tu no, pero yo a ti si. – Jame iba a legar algo pero la chica sobre el escenario habló.
-Buenas noches a todos, y bienvenidos a esta inauguración. Para que sea más ameno hemos preparado un pequeño show... oh lo siento, creo que olvidé presentarme, mi nombre es Caprisse, Priss para los amigos. Y hablando de ellos, aquí esta una de mis mejores amigas, Lily.... Lily salió al escenario y saludó al público quien la aplaudía con ganas.
-Gracia a todos, pro estar aquí. Esto es algo difícil para mí, no soy muy buena con el público pero lo intentaremos ¿de acuerdo? – todos volvieron a aplaudir. – genial. Bueno creo que comenzaré con una canción lenta. Aquí va. – La música comenzó a sonar y ella a moverse al ritmo de la música.
Strumming my pain with his fingers,
Singing my life with his words,
Killing me softly with his song,
killing me softly with his song,
Telling my whole life with his words,
Killing me softly with his song.
Lily cantaba excelente, todo el mundo la miraba en silencio, hasta que alguien comenzó a hacer palmas y seguir el ritmo de la canción.
I heard he sang a good song, I heard he had a style,
And so I came to see him and listen for a while.
And there he was this young boy, stranger to my eyes,
James miraba a Lily con detenimiento y admiración. No podía creer que esa chica que le había dicho absolutamente de todo estuviera cantando de esa manera tan hermosa.
Strumming my pain with his fingers,
Singing my life with his words,
Killing me softly with his song,
killing me softly with his song,
Telling my whole life with his words,
Killing me softly with his song.
Ella sentía la música dentro de ella, y por un minuto creyó que todo lo que la rodeaba era pura mentira. Todos esos problemas eran una pesadilla y ahora que estaba cantando todo era maravilloso.
I felt all flushed with fever,
Embarrassed by the crowd,
I felt he found my letters and read each one out loud.
I prayed that he would finish,
But he just kept right on strumming my pain with his fingers,
Singing my life with his words,
Killing me softly with his song,
Killing me softly with his song,
Telling my whole life with his words,
Killing me softly with his song
Cuando comenzó a cantar la última parte la audiencia había comenzado a cantar con ella. Era algo emocionante y verdaderamente relajante. Cerró los ojos y terminó de cantar.
Strumming my pain with his fingers,
Singing my life with his words,
killing me softly with his song,
Killing me softly with his song,
Telling my whole life with his words,
Killing me softly with his song.
Strumming my pain with his finger, yeah he was . . .
Todos aplaudieron con ganas. Pero había tres personas que estaban sorprendidas a mas no poder. Lily se acercó a la barra saltó y se fue para el otro lado Athos la abrazó y la alz
-Lils, estuviste genial. Eres genial niña.
-Gracias Athos. – Ella se bajó – Escucha ¿podrías darme una cerveza y algo de papas fritas?
-Claro. Rob, Una papas grandes para nuestra cantante.
-Será un honor. – A los pocos minutos Lily disfrutaba de las mejores papas y de la más rica cerveza.
-Buen trabajo "Lily"- Dijo una voz del otro lado de la barra. - ¿cuándo ibas a decírnoslo? – preguntó James.
-Creo, señor Potter, que no tenía porque decirles nada. ¿no crees?
-Lily, él es...
-Lo sé, Athos, lo se muy bien. ¿sabes? Iré a tomar algo de fresco. Aquí siento que me sofoco. – Saltó nuevamente la barra y se dirigió a la puerta. Athos la siguió con la mirada y luego volvió a lo suyo. Fuera Lily espiraba profundamente y miraba las calles con sus autos pasar. Y las luces de la noche tan tranquilas.
-Sabía que te encontrarías aquí, pero no que harías tanto el ridículo.
-¿qué haces tu aquí?
-Vine a buscarte. Tu madre está desesperada. ¿sabes? Es hora que vuelvas a casa.
-No lo haré. Entiende eso. No me agradas y no me pienso casar contigo. PLAF – Le pegó. Lily estaba en el suelo con el rostro de costado y colorado. Pero se paró rápidamente. – ¿Qué te has creído que eres para pegarme?
-Pues soy tu prometido y futuro esposo. Ahora te quiero en tu casa con tu madre porque sino – el hombre sujetó a Lily muy fuerte del brazo haciendo que ahogara un grito de dolor.
-¿Por qué sino que? Snivellus. – Dijo una voz detrás de ellos.
-No te metas en esto Potter. Ella es mi prometida y regresará a casa.
-¿Estas bromeando? No creo que ella esté tan loca como para querer casarse contigo, pedazo de animal, ahora suelta a la chica. Porque te romperé la cara.
-Esto no es asunto tuyo.
-Lily, por favor ven conmigo.
-¿estas segura de hacer eso? Mira que yo se la verdad, esa que no le has dicho a él. Niña. – Lily, definitivamente estaba entre la espada y la pared. – Si te quedas con él, aquí. Te aseguro que cosas horribles pueden pasarte a ti y a tu familia... – Lily no lo pensó des veces.
-Potter, no te preocupes. Pero avísales a Athos y las demás que me voy con Severius.
-Pero, no puede ser.
-Ya la oíste Potter, desaparece. – Snape tomó fuerte el brazo de Lily y la metió dentro del automóvil luego le dio la orden al chofer de que arrancara y se perdió de la vista de James. Éste, quedó unos minutos fuera viendo como el vehículo desaparecía en la distancia. Pero luego recordó que tenía que entrar y decirle a todos que Lily se había ido con Snivellus.
-Que demonios dices- eso es imposible.
-Pues no lo es. Pr... digo Lily se fue con Snivellus, le pegó una bofetada pero ella aún así se fue con él. – Athos miró a Priss y a Deb,
-Creo que hay que llamar a Albus. Esto lo debe de saber
-¿quién es Albus? – Preguntó Remus.
-Es su padrino y nuestro tutor – contestó Deb señalado a ella y a su primo Athos.
-Yo iré a casa debo saber si mis padres saben algo.
-Gracias Potter.
-No agradezcan ahora. Quiero ayudar.
-no creo que sea necesario. Ella de seguro está bien.
-¿Cómo puedes decir eso? No la vieron irse con Snape.
-Conocemos a Snape. No le hará nada que no deba. Después de todo será su...
-Esposa. – Terminó Deb por Su primo.
