SE FUE... AL MENOS DIJO ADIOS

Hacía unas cuantas semanas que Lily estaba, de alguna forma encerrada en su casa. Tenía muchas ganas de ir al café, pero sabía que su madre y Snape la hacían seguir y de seguro el resto de los chicos tendría problemas. Así que pasaba las horas, los días caminando por el jardín.

Albus y su padre estaban en unos "negocios" importantes, y ella, por lo tanto no podía estar con ellos. Estaba aburrida que arbusto en medio del desierto. Hasta que recibió la visita de una persona que nunca creyó recibiría.

-Señorita, una persona ha venido a verla. – Dijo Rose luego de haber entrado a la habitación de la chica que estaba prácticamente dada vuelta.

-Que venga aquí. – Dijo Lily pensando que era una de sus amigas. Se llevó una sorpresa al no ver a ninguna de sus amigas sino a otra persona.

-Permiso. – se escuchó desde la puerta.

-Adelante. ¡Por dios! Lamente que estés en este desorden pero creí que eras otra persona... ¿Georgia, Verdad? – la muchacha parada en la puerta sonrió y asintió. - ¿qué es lo que te trae por aquí?

-No piensas ordenar esto ¿o me equivoco?

-no, no lo haces. No pienso ordenarlo. Me guasa que tenga mi... toque.

-Creo que tiene demasiado. – Ambas chicas comenzaron a reír. – Pero hablando de otra cosa. Yo he venido porque ha llegado a mis oídos que no puedes salir decaí.

-Es verdad, y muero por ir al café. Esta noche cantará Deb y quería verla.

-Entonces que no se hable más. Vendrás a mi casa y de allí iremos al café.

-No creo que puedas hacer eso. Mi madre se enteraría y...

-Creo que no tienes idea de nada. Mi tía, Minerva McGonagall es gran amigo de tu padrino y tu padre.. pero eso no lo sabe tu madre y te agradecería que...

-No te preocupes, continúa.

-Bien, pues el señor Dumbledore le ha pedido a mi tía que yo te saque a respirar aire nuevo. Mi hermano no estará esta noche así que podrás quedarte a dormir. Si tu madre sabe que vendrás a mi casa no dirá nada, te lo aseguro.

-Creo que averiguaré de todos modos. Ven acompáñame.

Ambas bajaron las escaleras y se encaminaron al jardín de invierno. Era un salón rodeado de largos y amplios ventanales que cubrían absolutamente todas las paredes y el techo. Estaba decorado con una mesa de fina madera blanca con una superficie de vidrio. Las sillas estaban haciendo juego con la mesa y había varias estanterías con distintas plantas, macetas y arbustos. La señora Evans estaba sentada junto a la señora McGonagall en la mesa tomando un té con sabor a frutilla.

-Madre, señora McGonagall, un placer verla aquí. – Dijo Lily con falta de entusiasmo.

-Lilian. Minerva me ha dicho que le gustaría que su sobrina se juntara más contigo.

-Es verdad. usted es todo un ejemplo el cual quisiera que mi única sobrina siguiera. Claro que puedo hacer yo este trabajo, pero mi difunto esposo se ha encargado de que yo no pueda ver lo suficiente a mis sobrinos debido a la empresa que heredé. Pero el caso es que me gustaría que usted realizara este labor.

-Espero que decidas que sí Lilian. Esto es una gran oportunidad para que la familia Evans y la Potter se relacionen. – Lily miró a Georgia que estaba con cara de asqueo, como si lo que le estaba pidiendo su tía era algo paranoico y fuera de lo normal.

-Creo que lo haré. Pero... no podré estar yendo y viniendo todos los días, tengo entendido que la mansión Potter está del otro lado de la ciudad.

-De eso no tiene porqué preocuparse. Podrá quedarse en la casa, o... – Se detuvo un momento – Podrá vivir en una de las casas que se hallan cerca de la mansión. Tengo entendido que hay una cuantas casas en venta y que son muy espaciadas y tienen excelente vista. – Lily recordó la casa que tenía fuera de aquella prisión. Un momento, ¿acaso le estaba diciendo que podría volver a vivir donde había pretendido cuando se fue la su casa?

-Creo que estará bien, eso si... tú madre aceptas que no esté en la casa durante la semana.

-Eso no será problema Lilian. tu padre y yo estaremos a gusto si tú lo estás y lo sabes.

-Si seguro - Murmuró Lily que solo lo escuchó Georgia que estaba cerca de ella. - ¿cuándo empezaría? – Preguntó tranquilamente.

-Bueno, hoy es domingo. Así que podrías empezar mañana mismo si lo deseas. – Las ganas de Lily emergieron desde el fondo de su ser. Una sonrisa se le dibujó unos instantes pero Georgia había golpeado suavemente a Lily para que borrara esa sonrisa. Y así lo hizo.

Ella se despidió de La señora McGonagall y de la señorita Potter. Luego se dirigió a su cuarto y comenzó a empacar lo poco que había dejado allí. Tomo unas cuantas ropas más, que eran las más formales, algunos vestidos de fiesta que tenía, zapatos y cosas por el estilo. También tomó los libros que había dejado allí. Al finalizar se había acercado la hora de cenar, por lo que decidió tomar un baño y luego bajó a cenar. Al día siguiente se iría de esa casa y con la misma autorización de su madre. Eso era genial.

-Buenas noches – escuchó al bajar las escaleras. Esa voz no le gustaba nada. – Cuñada ¿Acaso no vas a saludarme? – dijo en forma cínica.

-Señor Dursley, bienvenido. – dijo Lily. Estaban ellos dos en el pasillo de la puerta ya que el mayordomo al ver que bajaba Lily se retiró.

-Sabes que no me gusta que me saludes así. – Se acercó peligrosamente y la tomó de las muñecas acorralándola contra la pared. – Me gustan más tus beso Lily.

-No me toques Dorsley. Me das asco.

-Eso no te lo creo. – Lily quiso gritar pero no pudo porque en ese momento se escuchaban los pasos de dos pares de tacones y voces femeninas acercándose. – esto no queda así, Lily. – Dijo y luego se encaminó a donde estaban su esposa y su suegra con total hipocresía. – hola amor, Evelin. ¿cómo están las dos mujeres más hermosas de la casa? – Las dos se rieron tontamente y siguieron con él al comedor donde la cena estaba siendo servida.

Lily cenó acompañada de su padre y de su padrino también. Cuando preguntó a ambos de que se trataba lo que estaban haciendo estos no respondieron y cambiaron de tema rápidamente. William y Albus se "enteraron" ese día que Lily se iba al día siguiente. Pero ninguno hizo nada como para que se quedara y eso se la preocupó aún más. Pero en fin esta noche se la podrían arruinar porque al día siguiente se iría de esa casa del infierno. Aunque por lo único que se lamentaba era despedirse de su padre y de Albus.

Al terminar la cena, ella besó en la mejilla a dos de los tres hombres más importantes de su vida, por su puesto que el otro era Athos. Pero en fin, dejó a esa falsa escena de familia y se encaminó a su cuarto. A eso de la media noche, como todas las noches le dio sed y bajo a tomar un vaso de agua.

Subía las escaleras de la casa para dirigirse a su cuarto. Cuando abrió la puerta sintió que alguien estaba detrás de ella. Al voltearse se encontró con un hombre algo corpulento y con ojos lujuriosos.

-¿qué Haces aquí? – Preguntó en voz baja. Pero éste le tapó la boca con la mano y con la otra la empujó dentro de la habitación. Ella intentaba zafarse de sus brazos pero no podía. Él cerró la puerta y Lily se sintió perdida.

-Bienvenida Señorita Evans – Decía un hombre de unos cuarenta años. Con cabello plateado por los años y un rostro sereno y amable, que le dio a Lily una hermosa tranquilidad. – la señora Minerva y la señorita Georgia la esperan en la sala. Por favor acompáñenme. – Le dijo amablemente. Lily lo siguió hasta el lugar. Allí estaban las dos mujeres que la esperaban.

-Lily, que gusto hayas podido venir. – le confesó La joven mientras se acercaba y le besaba la mejilla.

-Señora McGonagall.

-Oh, por favor, solo dime Minerva.

-Bien, Buenos días Minerva. – Dijo Intentando sonar normal, pero la señora se percató de que algo no andaba del todo bien. Sin embargo no hizo ni dijo nada.

-Geor, ¿Podrías enseñarle a Lilian donde va a dormir'

-Claro, ven. Dormirás cerca de mi cuarto. – Subieron las escaleras y se encontraron con largo pasillo. – Aquella puerta del fondo es la de mis padres... nunca se ha vuelto a usar desde que murieron. La que está aquí es la de mi tía. – dijo señalando la más próxima a la escalera. – siempre usó esta porque tiene el sueño pesado, y escuchaba todo desde el otro lado.. porque lo que no nos podíamos escapar porque nos escuchaba. Mira ésta es la de mi hermano. Estas son de Remus y Sirius, creo que ya los conoces... – Caminaron un poco más por el pasillo y se encontraron con dos puertas más. – ésta es la mía y esta es la tuya. Creo que te gustará, es muy parecida a la mía... lo digo por el desorden.

-Gracias. – Lily entró a su cuarto con Georgia detrás. Le dijo la hora de la cena y se fue cerrando la puerta. Lily se tiró sobre la cama por se levantó e el mismo momento de apoyar su espalda. Estaba toda adolorida – Maldito, maldito seas. – Dijo para si misma en voz alta. Fue hacia una puerta que suponía era el baño y no se equivocó, se quitó despacio la ropa y tomó un buen y relajante baño antes del almuerzo.

-Lily ¿estás lista? – Preguntaba la voz de Georgia desde el otro lado de la puerta, Lily aún se encontraba envuelta en la toalla y estaba dormida sobre la cama.

-¿qué? Si, ya voy Georgia

-El almuerzo estará listo en cualquier momento.

-Gracias. – Lily se apresuró a cambiarse, teniendo cuidado. Se colocó una pollera larga hasta la rodillas de hilo floreada, una camisa rosa, haciendo juego con la pollera y que cubría gran parte de su torso, unas zapatillas blancas y se recogió el cabello en una cola de caballo. Bajó las escaleras algo alegre, por fin estaba fuera de ese infierno pero algo la inquietaba, su padre. Pero estaba Albus, así que no podría pasar nada malo.

Entró al comedor y se encontró con tres personas más de las que estaban. Tres jóvenes de la misma edad que ella o un poco mayores.

-Priss – Dijo uno de ellos levantándose. – Que gusto verte pelirroja.

-sabes que me llamo Lilian ¿verdad?

-Si – contestó Sirius acercándose y besándole la mejilla. – Pero me guata seguir con la pequeña mentira

-¿qué mentira? – Preguntó Georgia

-No importa hermanita. – Le dijo James mostrando un asiento que pro casualidad estaba junto a él.

-Gracias. Y pueden decirme Lily. Por cierto, ¿dónde está la señora minerva? Creí que almorzaría con nosotros.

-Pues no, ella ha tenido que irse de emergencia. La empresa la necesita y nos ha vuelto a abandonar. – Contestó La chica con algo de tristeza.

-¿Te has enterado de igual forma que yo?

-Si. Dijo mirando el plato vacío.

-No tienes que hacerte problema alguno Georgia, nosotras nos llevaremos muy bien. – Hizo una pausa para tomar algo de jugo de naranja que le había servido James educadamente – Gracias... Oye Remus, ya que te gusta pasear con tus autos ¿te gustaría acompañarme a la casa y traer algunas cosas de allí?

-A la mansión dices?

-No, a mi casa. Tu sabes cual.

-Claro Lily. Me encantaría. – Lily no dijo nada en todo el almuerzo. Miraba la comida y como le resto hablaba. Cada vez que la hacían partícipe de alguna de las conversaciones ella solo contestaba con monosílabos. Al terminar se levantó y se dirigió a su cuarto a buscar las llaves de su verdadera casa.

-Georgia viene con nosotros. – Afirmó Lily.

-No te hagas problemas Lily, yo me quedó aquí...

-No entiendes. Tu, vienes con nosotros. Tu tía me ha dejado en claro que quiere que estés conmigo y eso es l oque vamos a hacer. Ahora.. .¿Vamos?

los cinco se subieron al automóvil de Remus, Lily al frente y los tres restantes en la parte de atrás. A los pocos minutos llegaron a la casa que Lily se había empeñado en arreglar para que sea su casa en un futuro. - ¿bajan o se quedan? Tengo que hacer unas cosas.

-Entonces bajamos. – Dijo Sirius. Al entrar se encontraron con todo en sus perfecto orden y armonía. Lily se dirigió al comedor y tomó unos libros de los estantes. Luego fue a su cuarto y bajó al poco tiempo con una caja Liviana y otra más pesada. La primera se la dio a Georgia y la segunda a James.

-¿qué llevas en la caja?

-¿Pesa mucho? Si quieres la cargo yo, Potter. – Dijo Lily con cara de cómica, pero James notó que algo no andaba bien. Tenía los ojos sin brillo.

-No te hagas problema. Yo lo haré.

-Bien. Dejen que bajo unas cosas más y vamos ¿bien? – unos minutos más y Lily bajaba con un equipo de música y una caja con CDs contenta y gustosa de que sus cosas estuvieran en su lugar. – Listo. Tengo que hacer otra cosa ¿me llevas al Café?

-Si Remus, llévala la café. – Dijo Sirius ya dentro del auto. Todos rieron a carcajadas pero éste no se sintió molesto, sino que parecía ser un niño al que llevan por primera vez a un parque de diversiones. Media hora de viaje y los cinco llegaron al nuevo destino. Lily abrió la puerta y bajó rápidamente al café. Los otros cuatro entraron detrás de ella.

-¿Lily? – Preguntó Athos desde la barra - ¡LILY! – chilló ansioso. Saltó la barra y corrió donde estaba su mejor amiga. Al ver esta reacción el resto del grupo se preguntó por aquel entusiasmo y se olvidaron de atender a la gente que estaba allí al ver a Lily. Incluso Diana, Robert, Cristiane y Denisse lo hicieron.

-Chicos ¿Como han estado sin mi? Los he extrañado demasiado a todos. En especial a este lugar.

-Lily, Lily, Lily... – Repetía Priss rápida y entre cortadamente.

-Si, si, si... Vas a gastar mi nombre ¿sabías eso? – Lily abrazó a su amiga con tanta fuerza como podía, pero no les importó a ninguna de las dos involucradas. Estaba contenta de estar ahí.

Luego de un rato de saludos y demás cosas. Los demás volvieron a sus trabajos y los cuatro amigos fueron al reservado, el lugar dedicado a ellos únicamente. Los otros cuatro chicos los siguieron y se sentaron en las mesas especiales. Hablaban de todos. Lily estaba feliz pero alguien más había notado esa falta de brillo en los ojos esmeralda de Lily. La tarde pasó volando y así llegó la noche.

-Entonces... se quedan a comer, prometo cocinar yo. – Dijo ella alegremente. Todos asintieron y feliz de la vida Lily se fue a las cocina del lugar. Pero luego volvió un tanto colorada – Y... ¿qué quieren comer? – dijo al darse cuenta que era lo único que no le habían dicho.

Luego de tener que iban a comer cada uno de sus "invitados", Lily comenzó a preparar la comida. No tardó mucho para que estuvieran disfrutando de la deliciosa y simple cena que Lily había preparado para todos, incluido los empleados del lugar. La noche no se hizo esperar y la gente comenzaba a llegar para ver un buen espectáculo. Deb y Priss se fueron dejando a Lily nuevamente con James, Georgia, Remus y Sirius. Sirius y Remus fueron al baño y Georgia se había ido a la barra donde estaba Athos. Esto dio la oportunidad perfecta para James.

Él tomó la mano de Lily que esta distaría y pegó un salto.

-¿qué, que sucede James?

-Eso me gustaría saber a mí. Desde que llegaste hoy te he visto bastante distinta. ¿tienes algún problema? – Lily no entendía como era que él se había dado cuenta que ella tenía u problema, pero de todos modos se hizo la desentendida.

-No entiendo.

-Yo creo que sí. – dijo bajando la voz y acercándose a ella aún más. Sus frente estaban una junto a la otra, y su narices se rozaban. – Sabes que puedes contar conmigo. – Susurró. Sus labios apenas rozaban los de Lily, haciendo que ella se pusiera más nerviosa.

-James... – Pero no pudo seguir, el beso que tanto deseaban ambos repetir se volvió realidad. Él la juntó por la cintura y ella pasó ambas manos por el cabello de él. Pero cuando James pasó su mano por la espalda de Lily esta se quejó. – Espera – Dijo tratando de disimular el dolor que sentía.

-¿Qué tienes en la espalda Lily?

-Nada – La conversación fue interrumpida por la presencia de Georgia que venía hacia aquí.

-Me debes una canción, lo prometiste.

-Es verdad, cuando volviera a aquí te dedicaría una canción.

Lily salió y se acercó a Priss y Deb y les susurró algo. Deb saltaba de contenta. Desde que Lily había dejado de ir, debía cantar ella y no era algo que le agradara demasiado aunque lo hiciera bien. Priss subió al escenario y se aclaró la garganta.

-Damas y caballeros. Debo informarles que esta noche, Deb no cantará para ustedes. Tenemos una invitada especial para esta noche. Denle todos un fuerte aplauso a Lily – Dijo recibiendo los aplausos y bajando del escenario, Lily le dijo lago a Deb y subió.

-Gracias pro la bienvenida. Pero bueno. La canción que voy a cantar es una promesa que hice hace unos días. Solo espero que les guste, porque para mi es una de mis canciones favoritas. – Lily colocó el micrófono en donde iba y acercó la silla para sentarse cerca. Entonces señaló a James y volvió a hablar. – Esta canción es una promesa que le hice a una persona aquí presente. James... esta canción es para ti.

It's hard for me to say the things
I want to say sometimes
There's no one here but you and me
And that broken old street light
Lock the doors
We'll leave the world outside
All i've got to give to you
Are these five words when I


se veía realmente hermosa cantando esa canción con los ojos cerrados. Golpeaba suavemente sus piernas con sus manos haciendo percución al ritmo de la canción

Thank you for loving me
For being my eyes
When I couldn't see
For parting my lips
When I couldn't breathe
Thank you for loving me
Thank you for loving me

I never knew I had a dream
Until that dream was you
When I look into your eyes
The sky's a different blue
Cross my heart
I wear no disguise
If I tried, you'd make believe
That you believed my lies


Lily había abierto los ojos y miraba a James y le sonreía, mientrasque el resto del público apaludía y cantaba con ella el estribillo.

Thank you for loving me
For being my eyes
When I couldn't see
For parting my lips
When I couldn't breathe
Thank you for loving me

Se levantó y tomó el micrófono. Caminaba pro el escenario y cantando, de vez en cuando se movía al ritmo de la música.


You pick me up when I fall down
You ring the bell before they count me out
If I was drowning you would part the sea
And risk your own life to rescue me

Lock the doors
We'll leave the world outside
All i've got to give to you
Are these five words when I

Thank you for loving me
For being my eyes
When I couldn't see
You parted my lips
When I couldn't breathe

Thank you for loving me

When I couldn't fly
Oh, you gave me wings
You parted my lips
When I couldn't breathe
Thank you for loving me

Continuará......

Nota de la autora:

Espero que les haya gustado. Aquí empieza a complicarse la cosa. Bueno, próximamente lo continuare lamento si tardo pero estoy en plenos exámenes y (seguramente mis amigos argentinos me comprenden) ME VOY A BARILOCHE!!!!!!!!

Estoy re feliz, contenta y todo eso.... además de que están dejando Reviews. Espero que sigan así y yo voy a cumplir continuando con los FF.

Saludos a todos, todos.

Ivi