QUIERO AGRADECERLES A TODOS POR LOS REVIEWS QUE RECIBI, TAMBIEN PEDIR DISCULPAS POR TARDARME TANTO PERO ES QUE ESTUVE HACIENDO UN PAR DE COSAS Y ENTRE ELLAS ANOTARME EN LA FACULTAD, UNIVERSIDAD O COMO USTEDES LE DIGAN. PERO EN FIN, AHORA EH VUELTO.................

ESPERO QUE DISFRUTEN ESTE CAPI NUEVO........

IVITA BLACK

EN PLENO JUICIO

Habían pasado varias semanas desde que el crucero había terminado y las tres parejas habían vuelto de él. Los chicos habían intentado hacerles decir a las chicas cual había sido el motivo de la pelea dentro del barco, pero ninguna había dicho nada al respecto. Aún peor hacían como si n recordaran tal episodio.

Por otro lado, las clases en la universidad habían vuelto a comenzar y Lily cada vez pasaba menos tiempo en la casa de los Potter. Había dejado al mando momentáneamente al padre de Priss quien con gusto había aceptado el puesto, pero de seguro ella tenía otras cosas en mente.

Priss por otro lado había salido de viaje hacía un par de días y Sirius no tenía noticias de ella. Lo que ella había anunciado antes de partir era que la habían llamado desde la NASA para una nueva investigación y ella no tuvo otra que acudir al llamado.

Fuera de todo eso, las cosas estaban normales. Lily visitaba los fines de semana la mansión de James y Georgia, y también hacía visitas en su empresa y en la de James. Más seguido a ésta última. Por intereses personales. Sirius estaba muy preocupado por Priss porque no sabía nada de ella y eso lo ponía loco, hasta había optado por viajar a los Estados Unidos e ir a buscarla.

-Sirius, eso es una locura. De seguro ella aún no se ha comunicado por motivos de trabajo, ella suele hacer eso todo el tiempo. – Decía Lily una noche en que los siete amigos se habían reunido a cenar en casa de James.

-Si pero no me ha llamado. A MI.

-Sirius tiene un punto. Ninguna mujer ha dejado de llamarlo – Confirmó Remus que desde hacía unos días estaba deprimido. Deb no decía ninguna palabra y eso tanto Lily como Athos lo habían notado bastante.

-Ya te dijo Lily que no debes preocuparte pro nada. Ella está bien, te lo aseguro yo.

-Si ustedes lo dicen. Pero aún tengo en mente hacer ese pequeño viaje a América.

-Déjate de tonterías y sigue comiendo. – Le cortó Georgia.

-¿Estás segura que Priss está bien? – Le preguntó Athos a Lily. Ambos habían esperado a que todos los demás fueran a la cama para poder hablar bien de varios temas.

-No lo sé. No la he escuchado bien cuando hablé con ella.

-Eso es lo que me preocupa. No se que es lo que le esté pasando.

-Pero estoy segura que lo sabrá sobrellevar. Ahora el tema más importante es Deb.

-¿qué fue eso en la mesa?

-No dijo ni una sola palabra desde que comenzamos a cenar

-Yo he notado a Remus algo cabizbajo.

-¿Crees que tengan relación?

-No lo creo. Estoy seguro. Conozco a mi prima. Está en graves aprietos.

-No puede ser....

-¿En que piensas?

-Tu sabes en quien pienso.

-¿Jack?

-Es posible ¿o no?

-Pero está en prisión. ¿Recuerdas?

-no, no lo esta

-¿por qué dices eso? – Lily le entregó un papel de periódico que llevaba guardado en su bolsillo del pantalón.

"Jack Tomer, acusado por el robo de un restorán y el asesinato de una mujer y un empleado, será enjuiciado nuevamente la próxima semana. Se dice que su ex novia, será llevada a declarar. Será un juicio abierto donde todos podrán presenciarlo...."

-No puede ser. – Fue lo único que pudo decir Athos luego de leer el artículo. – Será nuevamente enjuiciado ¿porque?

-No tengo idea. Pero estoy segura que es por eso.

-¿Y Remus? ¿qué tiene que ver?

-No lo sé. Eso si que no lo sé. Es probable que esté así por Deb, puede que la vea mal y no sepa que es.

-Creí que ella le habría contado.

-Pues parece que no. Es algo muy difícil para ella.

-Será mejor que vallamos a dormir. Mañana será un largo día, para todos nosotros. – Lily tomó el periódico y subió las escaleras junto con su amigo del alma. Se detuvieron ante la primera puerta y allí fue donde Athos saludó a Lily antes de ingresar. Lily caminó unos cuantos pasos más, hasta llegar a una de las últimas puertas del pasillo. Golpeó levemente par ver si su habitante estaba despierto, no hubo contestación por lo que decidió entrar sin hacer mucho ruido. Se acercó a la cama y observó a James. Dormía solamente con sus pantalones de hilo y cubierto hasta la cintura por unas finas sábanas. Ella se acercó hasta el escritorio y encendió una vela, puesto que le encantaba tener velas en el cuarto, y siguió leyendo la nota del periódico.

"...El día de mañana será presentado ante el juez donde se confirmará la fecha del juicio oral y público en su contra. Se desconoce familia alguna del delincuente exceptuando a su ex novia que lleva el nombre de Deborah Lovewood...."

-Mañana comienza nuevamente tu pesadilla Deb. Y no dudes que estaré contigo – Pensó Lily para sus adentros. Dejó el periódico en el escritorio, se colocó su camisón de seda negro, apagó la vela y se acostó junto a James. Athos tenía razón, mañana será un día muy largo.


La llamada de Priss no se hizo esperar cuando la noticia de que el juicio contra Jack Tomer se llevaría a cabo dentro de una semana. Se lamentó terriblemente el no poder esta allí con su amiga, y que en cuanto pudiera escaparse del trabajo iría a verla. Desde esa mañana en que Tomer obtuvo el día de juicio, tanto Lily como Athos y Deb ni se aparecían por la casa de James. Habían optado por utilizar aquella casa que Lily había comprado para que no sean perturbados. Lily también estuvo un tiempo sin aparecer por la oficina, simplemente se mantenía informada por tele conferencias o charlas comunicaciones que tenía con su "reemplazo", el señor Granger.

James, Remus y Georgia estaban realmente preocupados por los tres desaparecidos. Era inexplicable como de un día para el otro, se hubieran alejado tanto de ellos tres. James intentaba comunicarse con Lily por su celular pero siempre resultaba que estaba ocupada para atenderlo en ese momento o simplemente lo tenía apagado.

-Esto en verdad me preocupa Remus. ¿qué diablos le sucede a Lily?

-Puedo asegurarte que no es solo ella. También está muy extraña Deb, desde hace casi una semana que no se su paradero, y no exagero. – La conversación en la oficina de James fue interrumpida por el fuerte abrir de la puerta. Por ella, una pálida Georgia entraba casi corriendo.

-¿Se puede saber quien te has creído para entrar así?

-Es... necesario... que vean... el canal.... de... noticias – Decía muy agitada. James tomó el control remoto y apuntó hacia un mueble donde había una gigantesca pantalla de televisión.

-Específicamente ¿qué es lo quieres que veamos? – Dijo James alzando la ceja.

-Espera, ya veras. – Entonces un hombre comenzó a hablar acerca de un juicio que se llevaría a cabo ese mismo día, contra un tal...

-¿Para que estoy viendo el Juicio de un tal Jack Tomer si se puede saber?

-No es específicamente el juicio, es solo a los testigos. – ese fue el punto clave. En abogado defensor llamó a su primer testigo...

-¿¡DEB!? – Dijeron los dos hombres a la vez.

-Por favor haga silencio. Quiero escuchar

-¿Jura decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad, en el nombre de Dios? – Preguntó el oficial con una Biblia en la mano


-Si juro. – Afirmó Deb antes de sentarse y escuchar la primera pregunta del abogado.

-Por favor diga su nombre y relación con el acusado.

-Bueno... mi nombre. Soy Deborah Lovewood, y yo... fui la novia de Jack Tomer. – Dijo muy nerviosa. Esto no era bueno para ella. Sentía que volvía a vivir aquel primer juicio.

-¿Podría decirnos porque terminó con él?

-¿cómo? – dijo cada vez más nerviosa.

-Si podría explicarnos porqué había usted terminado su relación con el acusado.

-Es que... yo no,

-Tranquila. Cambiemos de pregunta. ¿cómo lo conoció?

-Claro. Bueno. Mi primo y yo, somos huérfanos, al igual que él. – Dijo señalando al hombre de cabellos grises y ojos negros indescifrables. Tenía en el brazo derecho un tatuaje con un corazón con el nombre de Deb dentro. – Nos hicimos amigos rápidamente. cuando salimos del internado, a los quince. Mi primo y yo fuimos adoptados por un hombre.

-¿Podría decirnos su nombre?

-Dumbledore, Albus Dumbledore. En fin, eso no quiso decir que nos dejáramos de ver, nos pusimos de novios antes de entrar en un internado para niños ricos con mi primo en Francia y solo sabía de él por cartas que nos escribíamos.

-¿qué sucedió luego?

-Luego, una noche... me escapé del internado porque me había escrito que estaría en la ciudad... nos encontramos en una especie de cafetería... – Deb comenzaba a dejar que su voz se quebrara y que sus lágrimas salieran una por una. – Me dijo que quería dejar todo atrás y que comenzáramos de nuevo, como una pareja de verdad. Quería que dejara el internado y a mi primo... yo estaba muy enamorada de él y no lo pensé dos veces... aunque iba a decirle a Athos lo que iba a hacer. Pero cuando le confirmé mi decisión él... tomo... tomó un arma que tenía en la cintura de su pantalón y... – Deb no aguantó más y comenzó a llorar pero debía decirlo para que no pudieran volverla a interrogarla. – se acercó a la caja y apuntó a un hombre con ella. Le obligó a que le entregara todo el dinero...

-¿eran los únicos allí en el lugar?

-Si... no. Perdón. Había una mujer, nosotros no sabíamos que estaba porque salió del baño luego de que... de que Jack matara al hombre.

-¿Y que hizo el Señor Tomer luego de que vio a la mujer?

-él. Simplemente... le disparó, a sangre fría.

-Gracias señorita Lovewood. No más preguntas su señoría. – Deb pensó que ya podría bajarse del estrado pero entonces el abogado de Jack Tomer se puso de pie.

-Usted dijo en el primer juicio, que el acusado mató a dos personas inocentes a sangre fría ¿Verdad?

-Pues, si. Eso dije

-¿Puede explicarme que fue lo que usted hizo?

-pues yo... no sabía que hacer...

-Según las pruebas, le puedo decir que usted le dijo la señor Tomer que escondiera el arma en el patio trasero del lugar, que pusiera los cuerpos en el refrigerador, y que se marchara de allí.

-No, yo no hice eso.

-¿Entonces que fue lo que usted hizo?

-Pues yo... yo... estaba asustada. No quería queme enviaran a prisión... tenía algunos expedientes en el orfanato.

-Según los registros, cargos menores por robar en el orfanato y asaltar un local de ropa.

-Es verdad... es por eso que no quería que me acusaran a mi. Pro ese delito.

-¿Entonces?

-Es verdad que le dije que enterrara el arma. Pero no le dije lo de los cuerpos, eso o dijo él.

-Pero los cuerpos tenían sus huellas dactilares.

-Es que... él me pidió que lo ayudara a cargarlos. Estaba muy nerviosa, no sabía que hacer...

-Si, eso ya lo dijo.

-Pero... Yo tuve mi rehabilitación. –Dijo de pronto. – Pagué por lo que hice. ¿Acaso no es suficiente? ¿Acaso no les alcanza con saber que el remordimiento me atormenta al saber que esas dos personas están muertas pudiendo yo haber hecho algo?

-Señorita Lovewood. Es suficiente.