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Había pasado casi un mes desde que el juicio comenzó y desde que Remus y Deb estaban saliendo oficialmente. No había día en que Deb no visitara a Remus en el trabajo, algo que hacía que las mujeres que trabajaban allí se enfadaran mucho con ella.
Finalmente el día de la presentación del nuevo lanzamiento había llegado. Remus y Sirius estaban muy nerviosos pero James les intentaba tranquilizar, en vano.
Llegaron a la oficina y subieron los tres directo al despacho de James. Aún faltaba una hora para la presentación.
-Vamos chicos está muy bueno.
-Eso lo dices porque eres nuestro amigo James – Le regañó Sirius sentado en uno de los sillones.
-Pero también soy el presidente de la empresa Sirius.
-Creo que tiene el punto de la conversación.
-Cállate Lupin. Desde que estás de novio estás defendiendo a James más de lo que deberías.
-Es que tu estás más irritado desde que Priss se fue.
-Dije que te callaras Lupin. – Pero la discusión fue interrumpida por la secretaria de James y éste agradecido contestó la llamada.
-James, la reunión está por comenzar.
-Bien, gracias Molly. En seguida vamos.
Lily y Deb platicaban tranquilas en la cafetería luego de un ajetreado día de universidad.
-Creo que lo de estar estudiando así no es lo mío.
-Vamos Lily eres una adicta al estudio.
-Gracias, creo.
-¿Más café muchachas?
-Si, por favor Athos.... me muero por saber como les fue a Sirius y a Remus.
-Seguramente les fue bien. Se que James los estuvo ayudando.
-Apropósito. Tengo noticias de nuestra desaparecida amiga.
-¿Sabes algo de Priss Athos?
-Así es. Me ha llamado para contarme que la han seleccionado para la nueva expedición.
-Eso es genial....
-Si bueno... está en entrenamiento. Al parecer ha perdido un poco el estado.
-Ja, si esa chica come todo lo que se le cruza en el camino.
-Recuerda que la queremos.
-Si, y lo más importante.... – Comenzó Lily mirando a sus amigos
-Sirius no debe enterarse. – Terminó Deb
-Exacto. Es muy duro para él, o al menos eso demuestra ¿no?
-¿Creen que de verdad la quiera?
-Bueno, obsesionado está. Eso no se lo puede negar ¿o si?
-Tienes razón. Pero de la obsesión al amor hay un gran paso.
Los días pasaban y Sirius seguía sin tener noticias de Priss. Los chicos habían decidido no decirle ya que ella no lo había llamado. Pero el problema aquí se hacía más grande.
La compañía de Lily no podía seguir funcionando como hasta ahora. Las ganancias habían bajado sobre manera y ella no podía hacerse cargo por varias razones. Era cierto que ella estaba terminando de estudiar económicas, peor su verdadera vocación eran las relaciones y lo que ella quería ser era embajadora.
Y esto hacía que su empresa se estuviera yendo a pique.
-Señorita Evans, debemos buscar nuevos inversionistas.
-Es verdad. La empresa se está devaluando y eso no es bueno para ninguno de nosotros.
-Lo peor de todo es que la mayoría está optando por vender sus acciones de esta compañía e invertir en otra.
-¿Y como podemos solucionarlo?
-Bueno. Para serle franco señorita... sería bueno que el señor Dursley estuviera aquí.
-Pero él es solo un abogado
-Si, pero también era un gran inversionista el que manejaba la mayoría de las cosas aquí. – Lily miró al señor Granger y este asintió débilmente.
-Buscaremos otra solución. No es posible que dependamos de ese sujeto.
-muy bien. Pero debemos pensar en algo y rápido. La competencia ha sacado un nuevo producto, es distinto al que nos vendió el señor Pettigrew.
-lo se. Es una nueva computadora, mejor equipada.
-¿cómo lo sabe?
-porque leo los panfletos de nuevas ventas. Ahora señores. La reunión se termina aquí. Debo hacer unas llamadas si me perdonan. – Cuando ella se levanto todos le hicieron una reverencia y luego se retiró. – Sprout no me pases llamadas
-Si señorita.
Lily entró a su despacho bastante contrariada. No era posible que necesitara de ese estúpido sujeto. Justo ahora que había logrado olvidar a aquella familia. No eso era inaudito. Debía de conseguir otro inversionista.
Pero entonces vio unos cuantos sobres sobre su escritorio. "la correspondencia" pensó. Tomó los sobres y comenzó a verlo al pasar.
-Padrino. – Ella abrió le sobre y leyó la carta en voz alta. – Querida Lily, espero que todo valla bien. Puedo decirte que aquí en Francia todo está de maravilla. La empresa de publicidad va cada vez mejor. ¿Y como va allí todo? - "de mal en peor" pensó ella. – De todos modos te escribo para darte unas noticias y que necesito que vengas para aquí lo antes posible. ¿qué me dices? Serán como unas vacaciones pero necesito que vengas tu sola. Espero tu respuesta lo antes posible. Un saludo muy grande para mi aijada favorita – soy la única que tiene – con cariño Albus Dumbledore.
Lily lo pensó dos veces ¿cuál sería el problema que tendría su padrino para mandarla llamar? Además eso de que la necesitaba solo a ella.
-Esto es extraño. Muy extraño.
Esa tarde llegó a su casa y se dirigió a su cuarto, donde se encontraba James sentado en el escritorio revisando unas cartas que habían llegado.
-Hola hermosa – Le dijo al levantar la vista y ver a una Lily apoyada en el marco de la puerta viéndolo. Llevaba el cabello desarreglado, la camisa fuera de la pollera, los zapatos en la mano y el saco del traje en la otra.
-Hola, ¿qué haces? – Dijo cuando finalmente salió de su posición en la puerta y la cerró tras de ella-
-Solo estoy leyendo una carta de mi tía. Nada importante ¿Cómo te fue a ti?
-No l osé. Quieren que regrese a Dursley. Pero...
-¿Les dijiste que no?
-Claro que si. Pero la mayoría están vendiendo sus acciones. Necesito un inversionista fuerte.
-Ya verás que se arreglará todo y sin que tengas que llamar a ese mal nacido de Dursley.
-Si. ¿vienes a dormir? – Preguntó Lily cuando salió del baño lista para dormirse.
-En un minuto.
Lily se acostó y se quedó pensando en la carta de su abuelo.
-¿Qué tienes? – Le preguntó James al acercarse a ella y besarle el cuello para que reaccionara.
-Solo... pensaba.
-¿sobre lo del inversionista?
-No. Esta tarde recibí una carta de mi padrino. Quiere que valla a Francia.
-Genial. A decir verdad necesitaba unas vacaciones...
-Ese es el problema James. Quiere que valla sola. Me lo dijo en la carta. Y no se que es lo que quiere en verdad.
-Quizá sea que quiere verte y ya.
-Si, como se nota que no lo conoces. Estoy segura que tu tía y mi abuelo arreglaron todo para que yo viniera a vivir aquí.
-¿Cómo dices eso?
-Es que, a tu tía le vi rostro conocido. Y hasta ahora me doy cuenta... ella fue alumna de Albus. Además de que tus abuelos eran amigos con él y con mi abuelo.
-¿Cómo lo sabes? – James no sabía nada de lo que le decía. Para él, había conocido a Albus Dumbledore en la fiesta de cumpleaños de Lily.
-Todos los veranos íbamos con mi padre a Francia para visitarlo. Allí fue que encontré un gran álbum de fotografías y donde conocía a tu madre y padre, tu tía y abuelos.
-Valla, es verdad cuando icen que el mundo es un pañuelo.
-Ni que lo digas. Pero aún así me pregunto que es lo que desea. Nunca me había mandado llamar de esta forma
-En verdad no se que decirte. Solo que durmamos y mañana lo pensamos mas tranquilos.
Lily junto a Deb y Geor. Habían arreglado todo par que la primera viajara lo antes posible a Francia. Era evidente que ninguno quería que Lily se fuera pero no había de otra. Lily nunca había desobedecido a su padrino y no iba a comenzar ahora.
La noche antes del vuelo Lily tuvo la visita de Deb. Remus y James estaban aún en la oficina así que no hubo problemas en que no se dieran cuenta que estaba.
-Lily, amiga.
-¿Qué tienes Deb? Desde hace tiempo te noto como enferma.
-Ese es precisamente el problema.
-¿A que te refieres?
-Creo que... que estoy embarazada.
-¡COMO!
-Lo que oíste pero no le digas a nadie. Y menos a mi primo. Sabes lo denso que puede ser a veces.
-Si. Pero ¿Cómo es que estás tan segura? ¿te hiciste la prueba?
-No no pude. Por eso te necesito. No me animo.
.Bien. entonces vamos a hacerla ahora. ¿tienes una aquí?
-Si – Dijo algo temerosa Deb.
Lily leyó cuidadosamente las instrucciones para luego decirle a Deb que debía hacer. La aludida hizo todo lo que Lily le indicaba del otro lado del baño. Cuando terminó Deb salió con el análisis en la mano
-No dice nada Lily.
-Debemos esperar a que termine de hacer efecto.
-¿cuánto tiempo? –Le preguntó la rubia mientras le entregaba el estudio a Lily.
-Ahora. – Dijo - ¿me lees lo que dice al final de las instrucciones?
-Dice que si....tiene dos rayas es positivo si es una es negativo.... ¿qué hay Lily?
-Bueno aquí dice.....
-Lily cuídate ¿Quieres? – le decía James besándola y abrazándola fuertemente.
-Si James. No voy a irme por una vida. Solo serán unas dos semanas como mucho.
-Eso es una vida para mi. Te amo. – Le decía.
-Yo también.
-Lily ten cuidado. Y manda saludos a Albus.
-Claro Athos. Los voy a extrañar a los dos. – Le decía a sus los primos abrazándolos.
-y tu Deb Ten cuidado en lo que haces.
-No te debes preocupar ¿Bien? – Le decía la chica un tanto triste.
-Remus Sirius. Nos veremos más adelante. ¿bien? Y Sirius, te prometo que pronto sabrás de Priss. Solo es que...está ocupada.
-¿Sabes algo?
-En realidad no puedo decirte nada pero... – Lily lo abrazó y le dijo discretamente. – Ella está siendo entrenada para una misión. Es por eso que no puede escribir o llamar.
-Comprendo Gracias. ¿sabes algo? Creo que te has convertido en mi mejor amiga.
-Que gran honor me has dado Sirius.... Geor, tu vas a portarte bien ¿No es así?
-Claro que si. Te lo prometo.
-Eres de gran ayuda. Y no dejes que Athos te diga que eres una niña. Porque vendré personalmente darle una paliza.
-Gracias, cuñada. – Lily abrazó a Georgia y luego se separó del grupo unos metros.
-Como voy a extrañarlos. – Les dijo
El vuelo 432 con destino a Paris, Francia sale por la puerta dos.
-Prometo llamar apenas llegue ¿bien? – Decía mientras subías las escaleras electrónicas que la llevarían a la puerta dos.
El vuelo 432 con destino a Paris, Francia sale por la puerta dos.
Así, nada más. Lily Evans se encaminó hasta Francia donde su padrino la esperaba con una noticia.
Luego de despedir a Lily en el Aeropuerto, James invitó a todos a almorzar en su casa. Y todos aceptaron gustosos.
-En un momento bajo. Voy a cambiarme.
James cerró la puerta del cuarto y se dirigió al baño. Grande fue la sorpresa de encontrar lo que encontró en el cesto de la basura. - ¿qué diablos es...? dios... Lily está.... embarazada.
