EL GRAN CAMBIO
Lily bajó del avión y se encaminó hacia el estar para que le entregaran las valijas, quería llegar pronto a la casa de su padrino. Al subirse a un taxi y anunciar el lugar de destino se encaminó perdiéndose en sus recuerdos.
Recuerdos felices, junto a su padre y su padrino y abuelo. Recordaba correr por grandes y majestuosos jardines decorados por hermosos arbustos con formas de animales. Caminos de piedras en la tierra rodeados de canteros con todas flores de colores inimaginables. Pero l oque más le gustaba era esa hamaca. La que su padrino le había mandado poner en el árbol más grande y alto de todo el parque. Solía pasar horas allí sentada subiendo y bajando con impulso. Cerrando los ojos e imaginando que podía volar, gritando lo más fuerte posible para que sus miedos se alejaran y dieran lugar a nuevos sentimientos y alegrías.
-Madame, hemos llegado. – Le anunció el chofer
-Merci. – Dijo ella tomando su valija y pequeño bolso y caminando a una gran entrada de rejas.
-Madame, comment peut-il l'asist de I vous? – Lily lo miró tratando de articular una frase.
-Monsieur Albus Dumbledore – Dijo ella. Hacía tiempo que no hablaba francés pero aún podía decir alguna que otra palabra.
-Señogita. ¿Es usted Lilian Evans ?
-Así es. El señor está esperándome.
-Oui. Pog aquí, pog favog.
-Merci, Monsieur.
Lily siguió al hombre entrar por la gran entrada. A unos treinta metros de la entrada de rejas estaba esperando un firme castillo de piedra gris oscura y ventanas en punta.
El hombre dejó el equipaje de Lily en el Hall del lugar y se retiró dejándola sola allí. Pero cuando ella pensaba que debía buscar a su padrino por ella misma una mujer de unos treinta años se acercó a ella. Llevaba un uniforme de servidumbre y le sonrió con sus cálidos ojos verdes musgo.
-Usted debe estar aquí por el señor
-Así es...
-Por favor dígame Giselle.
-Encantada.
-Sígame. Está en el estudio...
-¿Mi equipaje?
-No se preocupe por eso, Yann vendrá por él y lo llevará a su cuarto.
-Adelante – Escuchó del otro lado de la puerta.
-Padrino – Dijo ella saltando y yendo lo más rápido hacia él.
-Como estás mi niña. Dije el hombre de barba larga y blanca, nariz ganchuda y un par de lentes en forma de media luna.
-Te extrañe tanto ¿que era esa carta que me enviaste... – Pero Lily no terminó de hablar. Junto al anciano había otro hombre o joven según Lily.
-Lily, él es Amos Diggory. ¿Lo recuerdas?
-Claro... perdona mi comportamiento...
-No es necesario. Albus. Nos veremos más tarde... Lily es un placer volver a verte
-Claro Amos, te espero a cenar. - Respondió Albus
-Como quieras. Debo hacer unas cuantas cosas más y vendré a la noche.
Lily y Albus estuvieron toda la tarde y hasta la noche juntos platicando como hacía tiempo no lo hacían.
-Padrino ¿qué hacía Amos aquí? Creí que estaba en Asia
-Hemos comenzado a hacer negocios juntos
-Valla. Hacía tanto que no lo veía. Que en un comienzo no lo reconocí
-Es bueno tenerlo cerca de nuevo. ¿recuerdas las travesuras que hacían los dos juntos?
-Como olvidarlo. Éramos terribles.
-Así es.
James daba vueltas por la habitación. No podía entender que Lily estuviera embarazada y no se lo dijera. Se fue sin darle esa excelente noticia. En verdad no lo entendía.
-James ¿estas bien?
-Athos... no, estoy... nervioso.
-¿que tienes ? ¿Puedo pasar ?
-Claro. – Athos encontró a James sentado en la cama con los brazos apoyados en sus rodillas y en sus manos tenía algo que le daba vueltas.
-Puedes contarme
-¿Porque no lo leer mejor ? – James le entregó el examen a Athos y éste se quedó con el ojo cuadrado.
-¿De... de quien es ?
-Adivina
-¿Lily ?
-Así es. Estaba en el baño del cuarto
-Se fue sin decírnoslo.
-Eso es lo peor. No me lo dijo. – James se tapó la cara con las manos – Quizá no quiere tenerlo. O no quiere que yo sepa. Y por eso se fue a París y es muy probable que envíe a alguien a llevarse todas sus cosas y...
-James, deja de imaginar ¿quieres ? nada de eso va a pasar. Lily te quiere
-¿que clase de amor es ese que no se le dice a la persona que se supone que amas que estas esperando un hijo suyo ? ... o quizás no sea mío y por eso no me lo ha dicho.
-Será mejor que dejes de alucinar. – La puerta fue golpeada otra vez. Esta vez era Georgia que entraba al lugar con una mano en los ojos.
-Esta vestido Geor.
-Genial. – La chica se destapó el rostro y miró a su hermano. – Remus y Deb se retiran. Ella no se sentía muy bien.
-Está bien.
-¿tienes algún problema de que me quede James ? – preguntó Athos.
-Claro que no. Es tu casa también.
-Gracias. – Geor miró a Athos tratando de preguntarle con la mirada que era lo que pasaba pero éste solo atinó a bajarla y caminar hacia la puerta. Dejó el test en la mesa más cercana y se fue a la cocina donde de seguro estaba Sirius.
-Hermanito ¿Qué tienes?
-Nada Geor. Ve con Athos.
-¿Seguro que estás bien?
-No. Pero no te preocupes. No voy a comer así que comiencen ustedes tres.
-Está bien.
-¿qué tenía James Athos? – Preguntó Georgia cuando se sentó junto a él y a Sirius.
-Recibió una noticia
-¿que noticia? – Sirius no estaba la tanto de todo pero sabía que si James no comía no estaba bien
-No puedo decirles. Solo dejen que James se los diga.
-No entiendo. James nunca deja de Cenar
-Nunca deja de comer Sirius. Eso es lo más extraño.
-Lily está embarazada – Escucharon los tres desde la puerta.
-James – Dijo Athos negando con la cabeza.
-Lo siento pero creo que debían saberlo. Lily se fue sin decirme nada. Y creo que me oculta algo.
-Escucha James. Conozco a Lily desde que tengo memoria y te aseguro que ella no es así. Si estuviera embarazada te lo hubiera dicho
-Creo que Athos tiene razón amigo – Le dijo Sirius con una sonrisa en los labios. Se paró y abrazó a su amigo. – Felicidades, serás un futuro papá.
-James se quedó pasmado ante la actitud de su amigo pero luego reaccionó. Tal vez sí era su hijo, no sabía de nadie más.
-Gracias amigo.
-Espero que yo sea el padrino ¿no?
-Supongo. – James recibió el abrazo de su hermana que también lo felicitó.
-Creo que ahora tendremos que remodelar un cuarto para un niño
-O niña Geor. – Le corrigió Athos. – Y felicidades James.
Lily tenía un par de días allí en la casa. Había platicado de todo lo que se puede platicar con una persona que no se ve desde hacía años.
-¿Y como estás por lo de tu padre? – Le preguntó finalmente
-Bien. Como se puede estar. James me ha estado ayudando mucho y sin mencionar a los chicos.
-Es verdad. Athos, Deborah y Caprisse ¿Verdad?
-Así es. Son de maravilla.
-Escuché que Caprisse está en entrenamiento.
-¿cómo supiste?
-Mi primo se maneja en esos ámbitos. Me ha contado
-Es verdad. No sabemos nada porque está en entrenamiento restringido. Pero antes de empezar nos dijo que vendría una semana antes de que salga la nave.
-Wow. Debe ser alucinante viajar al espacio y todo.
-Si, ya lo creo. Me hubiera encantado hacerlo pero me incliné más por las relaciones.
-Yo también. Estoy en todo ese ámbito de trabajo. Pero me han dicho que tienes en tu poder a la compañía Days For Today, de tu padre.
-Así es. Es mucho trabajo pero me puedo arreglar.
-Me alegro mucho. – Pero entonces el celular de Diggory sonó – Disculpa, pero debo atender – Dijo luego de ver quien había llamado.
-Claro, no hay problema. – Lily dejó la habitación dejando a muchacho hablar tranquilo con quien sea que debía hacerlo.
-Hola... si estoy en eso. No me lo has hecho fácil pero lo intento... claro que si. Ya he comenzado con el negocio..... ¿cómo? Claro que esta en mis planes. Esta bien, luego te llamo para decirte las últimas. No me molestes más ¿quieres? Como quieras... adiós.
Amos cortó y miró con resentimiento el teléfono celular, para luego sonreír de lado.
-Lily Evans – Dijo antes de salir del cuarto e ir a la sala para cenar con la familia.
Lily había sido mandada llamar por su padrino en su despacho. Al entrar se encontró que estaba él solo y se acercó tranquilamente.
-Padrino ¿qué es lo que querías decirme?
-Siéntate hija. – Le dijo juntando sus yemas de los dedos enfrente a su rostro. – verás. Te he mandado llamar desde Londres porque tengo que hacerte una oferta. Como bien tu sabes yo no he podido tener una familia
-Pero yo soy tu familia.
-Lo se. Déjame continuar. No he podido tener una familia propia y sabes que mi empresa y todo lo que yo tengo sería de tu padre como tu abuelo había hecho.
-¿A que viene todo esto?
-Todo esto viene a que... soy un hombre viejo Lily.... y necesito descansar.
-Pero no eres tan viejo para decir eso.
-Lily, escúchame. Sé que tengo todavía bastante tiempo para vivir. Pero necesito saber si tu estás dispuesta a cumplir con lo que tu padre una vez firmó
-¿y que es eso?
-Quiero que seas mi heredera Lily. De todo lo que tengo. – Lily se quedó muda. De un día para el otro. Pasó de estar en nada con un compromiso absurdo y una familia infernal a saber que tendría casi toda la fortuna de los Evans y ahora la Dumbledore.
-Padrino. ¿por qué?
-Es simple. Tu madre – El rostro de Lily se contorsionó. – Tu verdadera Madre Charlote Degas era, mi sobrina. Hija de mi hermana. Ella era mi preferida y es por eso que te convirtió a ti en mi preferida también. Esta empresa era de mi padre ¿Sabes? Y por lo tanto de mi hermana pero ella nunca se hizo cargo y me dejo todo a mi con la condición de que amparara a su hija, Charlote. Decidí que ella tendría la mitad de mi fortuna y la otra mitad sería de mis hijos, pero como verás, ellos nunca llegaron. Pero entonces apareció tu padre y lo quise como a mi propio hijo...
-Creo que tienes la cualidad de adoptar a las personas padrino.
-Lo se. Es una gran bendición. Aunque nunca he podido tener hijos, la vida y Dios me han dado otras personas, como tus padres, Deb y Athos.
-Lo se. Y estoy segura que todos ellos están más que agradecidos por todo el cariño que les diste y les das.
-Gracias. Pero el caso es que. Tu madre murió al darte a luz y tu padre quedó devastado. Tu abuelo lo había hecho casarse con una mujer que no amaba y eso me enfureció demasiado. Así que le dije a Richard que sería mi heredero y también lo serías tu.
-Es aquí a donde termina la historia
-Es muy simple Lily. Solo deber firmar estos papeles aquí y serás la heredera de todo lo que ves.
-¿Y que ha con Athos y Deb?
-Ellos también recibirán parte de la fortuna. Son mis protegidos.
-Entonces lo haré cuando ellos también firmen. Que se divida en tres partes iguales. Para tus tres nietos ¿qué dices?
-¿nietos?
-No vas a decirme que no lo has sentido.
-Claro que si. Tu y ellos dos son mi nunca familia. Y los quiero como mis nietos, es verdad.
-Entonces firmaré lo que me des.
-Gracias Lily. Creo que podré hacer lo que siempre quise hacer
-¿y que es eso?
-Pues simple. Seguir viajando pro todo el mundo. ¿Qué piensas?
-Que deberías llevarme a alguno de esos viajes.
-Cuando quieras niña.
Lily firmó los papeles que Dumbledore le ofrecía y luego se abalanzó sobre él y lo abrazó muy fuerte dándole las gracias de forma silenciosa
