CASAMIENTO

Lily caminaba por el pasillo de la gran embajada. Llevaba puesto el mejor de sus trajes, y tenía una carpeta en sus manos. Estaba más que nerviosa y se notaba en sus constantes movimientos de manos sobre la carpeta marrón.

Golpeó la puerta y dieron el permiso de entrada, allí estaba Amos Diggory sentado en la cabecera de la mesa de juntas y cuando Lily entró éste se puso de pié y el resto de los presentes hicieron lo mismo.

-Señores, quiero que conozcan a mi nueva asistente, Lilian Evans. – Todos el mundo saludó inclinando la cabeza y ella se sentó al final de la mesa y sacó una lapicera para tomar nota de lo que comenzaban a decir.

Al cabo de hora y media, la reunión terminó. Lily estaba exhausta y no quería hacer otra cosa más que irse a dormir. Al llegar a su cuarto un hombre la detuvo para entregarle unos cuantos sobres.

-Gracias – Dijo y entró al cuarto. – Veamos – Comenzó a hojear los sobres. Había una carta de Deb, otra de Georgia y una última de James. Dejó el resto de la cartas a un lado y leyó la del chico primero

Querida Lily,

Espero que todo marche bien. Hace ya un mes y medio que te fuiste y parece que fuera un año y medio. De verdad lamento todo lo que te dije, y aunque sé que me dijiste que me perdonabas siento que debo seguir pidiendo disculpas. Te extraño y quisiera que todo fuera diferente.

Supongo que lo de Remus y Deb te lo contarán ellos así que solo voy a decirte que hay buenas noticias... por favor te pido que me respondas lo antes posible porque necesito saber que tengo otra oportunidad contigo

Aún te amo,

James.

Lily sonrió y guardó la carta en una caja de bambú que tenía en la mesa de noche. Luego tomó la carta de Deb. De seguro tenía la noticia que le había dicho James.

Muy querida amiga,

La verdad es que se te extraña mucho aquí. El bar funciona espectacular, creo que hemos hecho una excelente inversión. Por otro lado, y yendo al real motivo de esta carta, quiero que sepas que junto a esta carta hay una invitación de casamiento. SI, Remus me ha propuesto casamiento y no será hasta dentro de un mes. Justo para cuando Priss regrese. Quiero tenerte cerca de mi cuando de el mayor paso de mi vida....

Te extraño y espero verte pronto, ( con James)

tu mejor amiga, Deb

tomó la carta de Georgia, que no era más que un pequeño telegrama.

Lily, te espero pronto. Ay casamiento. James está como loco. Te extraña mucho. Yo también. Vuelve pronto. Georgia.

Lily sonrió. De verdad extrañaba a todos. En especial a James, pero eso no iba a decírselo. Nunca se rebajaría a decirle que aún lo amaba más de que cando se fe a París y que si la miraba a los ojos caería nuevamente en su hechizo que la cautivó desde el principio. No. Eso era traición al sexo femenino, y su intención era hacerlo sufrir un poco más. Pero claro que cuando volviera a Londres, no se resistiría a besarlo como nunca lo había hecho.


La mañana siguiente Lily se encaminó donde estaba el gran salón pero grande fue la sorpresa de encontrarse con ese personaje. Sentado sobre uno de los lujosos sillones estaba él con su cabello y sus ojos oscuros. Era imposible que estuviera allí y aún menos que se encontraba esperando por ella.

-¿Qué se supone que haces aquí? – le dijo lo más fría que pudo.

-Vine a recuperarte – Le dijo poniéndose de pie

-¿No entiendes lo que es un NO?

-A mi nadie me dice que no – La tomó de la cintura tan rápido que ella no pudo hacer nada más que quedarse quieta.

-Tu eres mía. Y eso no va a cambiar.

-Claro que va a cambiar. Te quiero fuera de mi vida

-No puedo. Estamos condenados a vivir juntos.

-Pues olvídalo... Snivellus.- Severus Snape se quedó de piedra cuando le dijo eso. Pero se recuperó rápido y la besó con fuerza. La tiró contra el sofá y él cayó sobre ella. Lily hacía toda a fuerza posible para salir de aquel lugar. Pero entonces la puerta se volvió a abrir y por ella pasó Amos Diggory.

-¿Qué diablos sucede aquí? – Dijo. Lily se vio salvada. Snape se puso de pie pero no la soltó ni un instante.

-Amos ayúdame. – Le suplicó Lily.

-¿Que crees que estás haciendo? – Le preguntó con odio a Snape pero no se movía del lugar.

-Solo vine a recuperar lo que es mío

-Eres un idiota... – El hombre se acercó a ellos y Lily pensó que la ayudaría a escapar.

-Amos.

-¿No ves que aquí puede entrar cualquiera? Llévala a otro lado. – Lily sintió que su mundo se desmoronaba. Ese sujeto que decía llamarse su amigo la había traicionado... o sus oídos le fallaban

-¿Cómo?

-Lo siento Amos, pero no pude contenerme.

-Pues comienza a intentarlo. Porque si alguien ve que están intentado violar a una inglesa en la embajada ¿Cómo crees que te verías tú?

-No puede ser. – Dijo Lily en un susurro.

-¿Qué no puedes creer? Amos y yo planeamos todo para que te alejaras de todos tu estúpidos amiguitos y ahora solo eres mía.

-Ya lo sabes. Llévala a su cuarto.

-Claro.

Pero Lily en un ataque de rapidez y avives se soltó de Snape y corrió al jardín por los ventanales abiertos. Corría a toda velocidad, dirigiéndose a las puertas de las cocinas y luego a su cuarto. Al llegar se encerró con llave y tomó el teléfono. Pero colgó de inmediato. ¿a quien podrá llamar? No tenía a nadie tan cerca.

Se sentó en la cama. Amos había traicionado su confianza. Había planeado todo para que Snape estuviera con ella, y eso no lo iba a perdonar. ¿Por qué todos los hombres eran tan idiotas? Esa era una pregunta sin respuesta. Pero finalmente se decidió. Tomó s valija y empacó todo cuanto pudo. Tomó el teléfono y llamó a la recepción de la embajada y pidió un botones para que la ayudara a llevar todo a la entrada y también pidió que llamaran a un taxi desde allí.

Pero la puerta se abrió e golpe dejando ver a un Snape totalmente furioso y detrás a Diggory con una sonrisa triunfante.

-Te dije que vendría aquí... Ahora dame el resto del dinero.

-¿Te pagaron para hacerlo?

-Claro querida Lily. No haría esto si no fuera por dinero. Como mi padre...

-¿a que te refieres?

-Vamos ¿no te lo habían dicho? Tu no eres hija de Evelin ¿No lo sabías?

-Claro que lo sabía.

-Entonces también debes de suponer que tu verdadera madre era un ramera empedernida

-¡No insultes a mi madre!

-No la conociste como para defenderla... – Lily se calló la boca. – Tu querida madre a la que tanto defiendes, no es más que una ramera aprovechada. Supongo que Albus te habrá contado ya que era su sobrina preferida... – Lily asintió con odio. – Pues ella era su preferida si, pero era como tú, una huérfana. Su madre, hermana de tu querido padrino era tan ramera como su hija y al no saber quien era el padre de la chica, la dio a una familia pobre, pidiéndole a Albus que se hiciera cargo de ella cuando creciera... mientras tu "abuela" viajaba por América conociendo más muchacho y teniendo una vida llena de placeres.

-Eso no es verdad

-Claro que lo es. Por esa familia era la mía... sabrás que éramos pobres al principio, pero Albus ayudó a la familia para que pudieran criar a tu querida madre. Cuando ella era apenas una niña sedujo a mi padre, a su supuesto hermano. Lográndolo sin problemas. Ella había quedado embarazada de él pero milagrosamente perdió al niño... Y luego conoció a tu padre. Otro de los protegidos de Albus. Mi padre, estaba enamorado hasta la médula de tu madre y ella simplemente lo dejó por el dinero.

-Eso no es verdad. Ella se negó a vivir con el dinero de mi abuelo.

-Si, seguro. Fue un perfecto argumento que convenció a toda la familia. Pronto quedó embarazada de tu padre... pero él ya tenía una prometida...a mi padre no le fue difícil contactarse con ella.

Snape solo observaba a Amos y a Lily de vez en cuando mientras escuchaba la historia que se sabía de memoria por la propia Evelin a la quien había comenzado a tenerle mayor respeto aún.

-La familia de Evelin estaba desesperada cuando se enteraron que tu padre se había casado con Charlote. Así que el mío se encargó de hacer un trato. La venganza es dulce y también el dinero. La familia de Evelin no carecía de dinero alguno y tampoco iban a escatimar en la "felicidad" de su única hija, así que le dieron a mi padre la suma de tres millones de libras para que él se encargara de Charlote, y sí que lo hizo.

-¿A que te refieres?

-Dicen que tu madre murió en el parto. Pues, no. Al darte a luz, el médico le dio a beber un poco de agua que había sido envenenada por mi querido padre, ella murió a los pocos minutos, y el resto de los presentes argumentaron que había quedado muy débil por el trabajo de parto. Así, de ese modo, tu padre se casó finalmente con Evelin y mi padre quedó libre de culpa y con bastante dinero en el bolsillo para conseguir a una buena esposa y emprender un negocio.

-Lo que me estás diciendo es mentira.

-Claro que no lo es... tu madre era una ramera, y al parecer una de las mejores, pero mi padre no dejó que se remitiera nunca. Ella debía pagar por lo que había hecho a la familia de Evelin y a él mismo....

-Pero Evelin nunca contó con que mi padre nunca la querría ni a ella ni a su hija, Petunia.

-Es cierto, pero eso corría pro parte de ella. Mi padre había cumplido con su prometido y por lo que le había pagado e igual yo.

-¿y piensas hacer ahora? – Dijo Lily por primera vez con verdadero temor.

-Pues, voy a casarme contigo... como debió ser siempre. Porque como ya te he dicho, estaos destinados el uno para el otro.

-Pues me negaré e iré a la policía y denunciaré a todos ustedes. A todos y cada uno.

-No creo que puedas... y se debe a distintos motivos. Primero... los papeles que firmé con Albus Dumbledore, hacen que si yo quiero tomo el control absoluto de la empresa y de todas sus fortunas... dejándolo en banca rota a él y a sus protegidos. Además, está en juego la empresa de tu padre que actualmente la domina Vernon Dursley, por su puesto que secretamente. Y si te niegas a hacer lo que te corresponde se cerrará y todos quedarán en la banca rota, incluyendo a los señores Granger. Tengo también, unos pequeños pero muy importantes papeles que perjudicarían la empresa de tu querido Potter, haciendo que quede bajo el completo control "Days For Today" y por último y no menos importante, puedo hacer que Caprisse Granger sea despedida con una simple llamada a su supervisor, que por casualidad es un viejo amigo mío, que me debe unos cuantos favores.

-No puede ser... tu no ganarías nada con todo esto

-Claro que gano... gano mucho más dinero de lo que alguna vez he ganado en toda la vida entera.

-Eres despreciable... y pensar que yo te creí mi amigo.

-Ese, querida Lily, fue tú error, no el mío. Yo hice muy bien mis jugadas.

-Maldito... – Lily intentó tirarse sobre él pero Severus que hasta entonces había estado callado la retuvo antes de que lo hiciera.

-Mi querida Lily. Ahora estamos destinados a casarnos... si no lo haces por tí, piensa por lo menos en ellos... no creo que se merezcan ser la escoria más grande de la sociedad solo porque u no aceptaste ser mi esposa.

-Bien – Dijo en un murmullo que pareció más bien un gruñido. – Me casaré contigo. Pero quiero que esos papeles de los que habló Diggory me los entregues...

-¿estas loca acaso? No voy a entregar a nadie esos maravillosos papeles que me dan el control total de todo y de todos.