REENCUENTRO
James observaba a su hijo. Las luces estaban apagadas y el lugar solo era iluminado por las once velas en el gran pastel blanco decorado al gusto del cumplañero. Todos alrededor de Harry aplaudían y cantaban el feliz cumpleaños. Harry observaba las velas encendidas como si lo estuvieran encantando.
En cuanto la canción terminó Harry se detuvo para pensar en el deseo de ese año y luego sopló las once velas. El primero en felicitarlo fue James seguido de Sirius y Georgia.
No le había costado pedir el deseo, nunca le había sido difícil. En cuanto Luna se acercó a Harry lo abrazó y le susurró en el oído.
"Creo que se lo que has pedido, este año" – Le dijo.
"Lo sabes, porque es lo que siempre pido" – Le respondió el en el mismo tono de complicidad.
"Felicitaciones Harry" – Había dicho una voz aguda detrás de los primos. – Harry revoleó los ojos para Luna y esta sonrió. Era muy evidente que Harry hacía muchos esfuerzos para soportar a Anne. No era de su agrado, en realidad no había ninguna mujer que se le acercara a su padre que le sea de agrado.
"Gracias Anne" – le dijo con esfuerzo. Por lo general la solía tratar por el apellido.
"Pero si me has dicho Anne, que bueno hijo... pronto verás que..."
"No me vuelvas a llamar de esa forma" – Le dijo Harry. No era un chico de perder los estribos pero esa mujer podía con él. Tenía la capacidad de hacerle enfadar con solo mirarlo.
"¿a que te refieres? Pronto seremos familia. Y yo seré tu madre Harry, cariño"
"¿Sabes? no te soporto" – no lo había dicho en voz muy alta, pero lo suficiente para que lo escucharan los que estaban cerca, incluido Sirius y Remus que se miraron complacidos.
"¿Qué les pasa a ustedes dos, porque sonríen?" – Preguntó James al acercarse
"Nada Hermano. Solo... tonterías que escuchamos." – Pero la voz aguda de Anne los sacó de la conversación.
"¡Cielo!" – Al acercarse se le colgó del cuello prácticamente y no lo soltó hasta pasada media hora. Pero aún así estaba muy cerca de él. – "James, creo que tenemos que hablar" – Le dijo finalmente.
"¿De que tenemos que hablar Anne?"
"Ya veras" – Lo condijo hacia el despacho de james un tanto alejado y cerró la puerta tras de si en cuanto entraron los dos.
"Te escucho, Anne"
"Mi vida, vamos a bailar" – Le dijo Deb a Remus estando parados observando como los más chicos se entretenían bailando también.
"Creo que sí¿por qué no?"
"Ese es el espíritu"
Sirius se dirigió a un rincón algo alejado del salón y pronto vio entrar a Edgard seguido de una pareja y dos chicos. Uno de ellos, era de unos diez años y le más pequeños no tendría más de siente u ocho. Los reconoció al instante. Era Kate, la nana de Harry cuando Lily estaba viva y su esposo, Benjamín Creevey, él había sido el doctor que se había hecho cargo de la operación de la madre de Kate. El niño más grande no era hijo de Kate, pero lo había adoptado como tal y el niño igual, el pequeño sí lo era y los cuatro formaban una perfecta familia. A veces Sirius envidiaba a todo aquel que tuviera una familia. Y se sentía realmente estúpido. De pronto una mano se posó en su hombro derecho haciéndolo voltear y encontrando a una muchacha de piel oscura junto a él.
"Tru, viniste" – Le dijo un poco apagado.
"Lo hice, vida ¿Cómo estás?"
"Bien..." – Respondió.
"¿Dónde está el homenajeado?"
"Pues está allí¿Te llevo con él?"
"No hace falta. ¿Has visto a Anne? Tengo que preguntarle unas cosas del trabajo"
"Nah, nada de trabajo en la fiesta de cumpleaños de Harry"
"Solo una pequeña cosilla."
"Sé que estuvo con James..." – Sirius sonrió ante la expresión en el rostro de Tru. Las dos muchachas eran amigas pero a Tru no le agradaba que Anne estuviese con James. No porque no le caía bien el hombre, todo lo contrario, le caía muy bien. Y al ser amiga de Anne, podía ver en l oque se estaba metiendo ese muchacho.
"¿Por qué no le dices a James la verdad y ya?" – Le dijo Sirius sacando de los pensamientos a Tru.
"Aún no lo haré, Ella dice estar realmente enamorada de él. Pero te aseguro, James no será el próximo." – Sin más se encaminó donde Harry para saludarlo.
Por otro lado Sirius vio como James era prácticamente arrastrado por Anne hacia el despacho del primero. Lo próximo que hizo fue buscar con la mirada a Remus y Georgia.
Pronto, Remus, Athos, Deb, Georgia, Sirius e incluso Tru estaban del otro lado de la puerta intentando escuchar la conversación que se iba a dar en cualquier momento.
"Te escucho Anne" – La voz de James provino del otro lado
"James¿Hace cuanto que estamos saliendo?"
"No lo sé... creo que van seis o siente meses ¿No?"
"Casi vamos a cumplir un año James" – Anne estaba algo dolida pero continuó con la conversación. – "James, te amo, y adoro a Harry como si fuera mi propio hijo. Pero tengo veintinueve años y creo que ya es hora para que siente cabeza y tenga mi propia familia..."
"¿a dónde quieres llegar Anne?" – Le preguntó no muy seguro de querer saber.
"James, me quiero casar... me quiero casar contigo"
"¡Que?" – Fue la única contestación de parte de James. Diablos estaba más que sorprendido. No estaba seguro de querer casarse con ella. Bueno solo estaba seguro de casarse con una mujer y ella ya no está entre los vivos.
"Lo que te dije. Quiero lo mejor para ti y Harry. Y creo que casarnos es lo mejor. Le daré a Harry la madre que no tuvo y a ti podré darte más hijos. Además... no creo que estar por aquí sea lo mejor para él, ya sabes. No tengo nada en contra de tu hermana pero no sé, no considero que sea la mejor influencia para él en este momento. Y mucho menos Sirius, se cree que es el dueño de Harry y..."
"ESPERA UN SERGUNDO RUBIA MAL TEÑIDA" – La puerta se había abierto de golpe y detrás de ella los ocho oyentes.
"Chicos ¿que hacen?"
"James no voy a permitir que te lleves a Harry de aquí, y mucho menos que te cases con esta mujer. Te he soportado mucho tiempo... pero te has pasado de la raya" – Georgia estaba más que enfurecida con esa muchacha... pero el teléfono sonó y James no tuvo otra opción que responder.
"Diga... sí soy yo... ¿Cómo que llama del hospital? No, no tengo a nadie allí..." – pero James no continuó la conversación, se había quedado sin habla. Y el tubo del teléfono en la mano. Remus había dejado de prestar atención a la jerga de griteríos entre Georgia y Anne para prestarle atención a su amigo que ahora se encontraba sentado sin saber que hacer y aún con el tubo en su mano.
"James" – Llamó Remus, Georgia se dio cuenta que James no prestaba atención y se giró.
"James di algo..." – Se quejó Anne.
"Lily" – Pronunció James desconcertado. Remus estiró la mano para quitarle el teléfono a james de su propia mano y respondió la llamada.
"Diga... no, no soy James, soy un amigo... ¿cómo? Es imposible... no, está bien" – Todos se detuvieron a ver a Remus cuando éste cortó el teléfono.
"Vamos al hospital..."
"¿qué es?" – Preguntó Deb preocupada ahora.
"Un milagro" – Fue lo que dejó salir Remus antes de abrazar a Deb y caminar a la puerta. Sirius detuvo a James antes que este atravesara la puerta y le cuestionó con la mirada. Pero este negó antes de hablar.
"Necesito que te quedes con Harry y Georgia. Necesito que despachen a la gente."
"¿Qué es?" – Preguntó exasperada Anne, pero nadie pareció darle ningún tipo de importancia. Georgia, Tru y Sirius se encargaron de despachar a los invitados, mientras que James, Athos y Deb se dirigían al hospital junto con Remus, que al parecer era el más cuerdo en esos momentos.
Caminaban por un pasillo largo hasta dar un salón pequeño de estar. Allí había una mujer vestida de blanco, delgada y un tanto cansada esperaba en la sala. James no sabía ni donde estaba y Deb, estaba prácticamente llorando cuando Remus les explicó tanto a ella como a Athos de la nueva situación.
"Debimos haberle dicho a Albus" – Decía Athos anonadando – "Y a Harry, debimos decirle a Harry también"
"tranquilo. Estoy seguro que se darán cuenta cuando lleguemos a casa... con ella"
"disculpen... ¿ustedes vienen por la paciente de la habitación 123?" – Preguntó la mujer.
"Creo que sí, Lilian Evans" – Pronunció Remus.
"Sí, por favor, si son tan amables de seguirme."
"¿Qué fue lo que realmente sucedió?"
"Estoy segura que el doctor White se encargará de explicarles los detalles" – Los cuatro visitantes siguieron a la enfermera hasta la oficina del doctor White y entraron luego de recibir el permiso de entrada. – "doctor, la familia de Jane Smith..." – Pronunció y luego del asentimiento del doctor ella dejó el lugar.
"¿Alguno de ustedes es Harry" – Preguntó el hombre luego de unos minutos de incómodo silencio.
"No, Harry... él es mi hijo" – Respondió James por primera vez. – "No ha venido, hoy era su cumpleaños número once y no quisimos, quise, que viniera"
"¿Por qué la pregunta?"
"Debido a que la mujer, Lilian Evans, todos los treinta y uno de julio solía pronunciar en nombre de Harry como si lo llamara en sueños" – El doctor tomó un respiro y cerró los ojos. Los abrió lentamente para comenzar con la historia de una buena vez.
"Sirius¿Qué sucede? No encuentro a papá por ningún lado"
"Harry, tu padre, Athos, Remus y Deb han salido de urgencia"
"¿Dónde¿está mi papá bien?"
"Sí Harry. Desgraciadamente, no puedo decirte bien donde fueron porque ni yo se con exactitud"
La gente ya se había ido prácticamente toda. Solo quedaban los Granger, Albus, Minerva, Anne y Tru, además de la familia. Albus quiso saber lo mismo que Harry y cuestionó a Georgia pero poco pudo decirle. Ya llevaban una hora y media fuera de la casa y se habían comenzado a preocupar. Nadie hablaba, estaban todos sentados en la cocina, tomando un poco de café o comiendo pastel del que había sobrado. Los niños entendían aún menos que los adultos y Harry se comenzó a preocupar. Pero entonces Puka salió corriendo de la cocina y les dio a todos el aviso que los faltantes habían regresado ya.
En cuanto todos salieron de la cocina hacia el estar cerca de puerta, encontraron a un Athos pálido pero sonriente a más no poder, Remus abrasaba a Deb que de vez en cuando dejaba salir un sollozo pero no estaba James. Remus hijo corrió hacia sus padres cuestionando el hecho que se habían ido sin siquiera decirle a donde. Pero Remus solo despeinó a su hijo sonriendo.
"¿Dónde está papá? Tio Athos" – Llamó Harry algo enfadado.
"Está en su cuarto Harry, en cualquier momento bajará y les explicará a todos que sucedió hoy."
"será mejor que volvamos todos al comedor. Esto va a ser largo." – Dijo Remus.
James no cabía de felicidad. Estaba aún apoyado sobre el umbral de la puerta de su cuarto. Observaba la silueta que dormía ahora en la cama doble. Suspiró y se dirigió hacia la planta baja. Era la hora de dar explicaciones, en especial a Harry.
"papá" – Harry se abrazó a su padre muy fuerte cuando lo vio.
"hey Harry. Vamos a sentarnos. Tenemos que hablar"
"¿qué sucede cielo?"
"Anne" – James no se sentía con ganas de enfrentar esta situación con ella. Y busco entre sus amigo un poco de apoyo. Increíblemente encontrándolo en Tru.
"vamos Anne, mañana debemos trabajar desde temprano"
"Pero no me voy hasta saber que sucedió"
"Te vas a enterar mañana de seguro" – Anne dejó el lugar antes que Tru y James le agradeció con la mirada recibiendo un simple asentimiento de parte de la chica.
"¿Y bien? Nos gustaría saber que fue todo esto que sucedió hoy" – Albus, habló tranquilo y pausado aunque se le notaba que estaba impaciente.
"Mi abuelo tiene razón. Papá explícanos que sucedió"
"Bien." –Comenzó James. – "Durante la fiesta Anne me pidió que habláramos en privado así que nos dirigimos hacia el escritorio. El caso es que Anne, por más increíble que parece me pidió que comenzáramos con los preparativos de una boda..."
"No es de extrañar, esa mujer desea el dinero de los Potter querido"
"No aceptaste ¿verdad?" – Preguntó Harry esperanzado.
"No tuve tiempo para hacerlo. El caso es mis amigos aquí presentes interrumpieron antes de que pudiera siquiera responder una grosería" – sonrió – "pero al instante sonó el teléfono..."
"James¿a dónde quieres llegar?"
"Ya veras tía, deja que continúe" – James tomó un respiro – "La llamada era de un hospital, pidiendo por mí y preguntando sobre una paciente. Yo les respondí que no conocía a ningún paciente en ese hospital, pero enseguida dijeron el nombre de la persona..." – James no pudo reprimir más la sonrisa – "Lilian Evans" – Dijo. Harry lo miró extrañado y el resto sin habla. Pero James no fue el que continuó en su lugar lo hizo Remus.
