ALGO DE FELICIDAD

"James estaba paralizado, tal y como están ustedes ahora. Me explicaron todo lo necesario y fuimos para allí, de inmediato. El casó es que, no hubo un asesinato hace ocho años, Snape arregló todo. Se hizo pasar por herido y a Lily por muerta. Le pagó a un hombre para que la entregara, eso es al menos lo que me imagino yo. Lily estuvo en coma todo este tiempo, y según el médico, cada 31 de julio murmuraba cosas y el nombre de Harry."

"Esta noche, ingresó un hombre baleado. Pudieron salvarlo y lo colocaron en una habitación individual. Ese hombre, era Severus Snape" – Explicó Athos serio. – "Por lo que el doctor nos explicó, la enfermera encargada de Lily y la encargada de Snape comentaron la historia y llegaron a la conclusión que Lily era, bueno, Lilian Evans. Pero cuando lo hicieron, se encontraron con Lily en cuarto de Snape, y ella le había... desconectado." – Concluyó.

"Esperen. ¿Me están diciendo que Lily está viva?" – Preguntó Dumbledore.

"Sí Albus. Lo está, se encuentra en mi cuarto descansando. En mi verdadero cuarto" – Respondió James sonriente. Harry no había dicho una sola palabra.

"Harry ¿No vas a decir nada?" – Preguntó Luna divertida.

"Lunita, se cumplió... mi deseo se cumplió" – Harry se lanzó sobre su prima abrazándola fuerte y ella respondiendo al abrazo.

"Lo se Harry. Solo tenías que ser insistente."

"¿De que deseo están hablando?" – Quiso saber Georgia.

"Para todos mis cumpleaños, yo siempre he pedido el mismo deseo. Que mi madre vuelva. Y esta vez se cumplió" – Harry se limpió la solitaria lágrima y abrazó a su padre. – "¿Crees que podamos verla?"

"¿Ahora?"

"Por favor"

James se puso de pie seguido de Harry. Ambos subieron las escaleras, James sonriente, Harry, demasiado nervioso. Apenas recordaba a su madre, y si no fuera por su padre, Athos y los demás, nunca podría haberla conocido. Pero ahora estaba con ellos. Para volver a ser una familia.

Llegaron al final del pasillo frente a la puerta del cuarto que hacía tanto tiempo había sido compartido por James y Lily. James entre abrió la puerta para que Harry pudiera pasar.

"¿Tu no vas a entrar?"

"Creo que debes entrar primero tu." – Sonrió James besando la frente a su hijo. – "Ten cuidado. No está muy bien aún."

"Sí."

Harry entró despacio. Estaba todo a oscuras y la única luz que había era la que se colaba de la luna. Caminó con calma hasta la cama, del lado que estaba el cuerpo de su madre. Se arrodilló y besó la mejilla de Lily, sin querer, haciendo que ella se despertara.

"James" – Llamó casi en un susurro. Harry negó suavemente.

"No soy James, son Harry… Mama" – Lily no pudo más que abrazar a su hijo tan grande ahora.

"Mi pequeño Harry." – Lloraba Lily sin poder contenerse. La puerta se abrió más aún dejando entrar a James preocupado al escuchar el llanto de alguien.

"Harry" – Llamó James.

"Está bien papá."

"James, ven aquí, por favor" – Pidió Lily estirando un brazo. James tomó la mano de Lily con seguridad y se sentó del otro lado de la cama. Acercándose a Lily y abrasándola por la cintura.

"Somos una familia, mi amor. Como siempre debió ser"

"como seremos a partir de ahora y para siempre." – Susurró Lily besando la frente de Harry y luego los labios de James.


Le llevó un poco de tiempo a Lily adaptarse nuevamente a estar rodeada por su gente nuevamente. Albus, a pedido de ella, se quedó en la casa para pasar tiempo juntos al igual que Deb y Remus. El problema sin embargo fue el día siguiente de la vuelta de Lily. Al parecer, Sirius le contó a Tru todo lo relacionado con James, Lily y Snape, y ella prometió ayudar.

"Ya te he dicho, ella es mi amiga, claro que sí. pero James no es para ella."

"Desde que James le invitó a salir dices lo mismo, cielo" – Le dijo Sirius divertido esa tarde cuando fue a buscar a Tru a su oficina.

"Con todo el cariño que le tengo a Anne. Ella es una muchacha, como decirlo, le gusta más el dinero que quien lo lleva. Y definitivamente James tiene mucho dinero y ella haría cualquier cosa para estar con él. No estoy diciendo que sea una trepadora, solo que, bueno, es adicta al dinero. No hay nada que hacer"

"Bueno, pero ahora que Lily está aquí ella saldrá de la vida de James así de fácil"

"No lo creo. Solo espero que sea como tu dices mi amor. Pero lo dudo demasiado."

"¿James ya fue a buscarla?"

"Sí, hace como media hora llegó a la oficina. No veo bien esto."

"fíjate que clase de amigas te buscas"

Sirius besó delicadamente los labios de Tru. Estaban en la Plaza para almorzar. Un lugar lleno de restaurantes. Tenía el nombre de Plaza porque se encontraba en la salida de todas las oficinas de bufetes, agencias de publicidad y otro tipo de empresas. El beso que comenzó como una suave caricia fue en aumento, pero algo los hizo detenerse.

"Te dije que no pienso volver" – Sirius se separó delicadamente de su novia por esa voz que le era tan familiar.

"Te lo pido. Solo, no sé. Ve y dile"

"Estamos muy bien ahora. No necesito que aparezca en mi vida, ni en la de nadie y lo arruine como siempre. Solo vine a ver a Lily, James y mi sobrino" – Sirius giró el rostro instintivamente al escuchar esos nombres. No podía ser que fuera ella ¿O sí?

"Como gustes Priss. De todos modos, gracias por venir por mi. Remus estuvo en la casa con James por unos asuntos de la empresa y se fueron temprano."

"no hay problema Deb. Ahora ¿Vamos?"

"Espera que pago aquí" – Poco después, Sirius vio pasar junto a su mesa tanto a Deb como a Priss. No podía creerlo, sí era ella. Y estaba aún más hermosa de lo que la recordaba. Tru se dio cuenta que una de esas muchachas era la madrina de Harry, Deborah, pero no recordaba haber conocido a la rubia. Sin embargo, logró deducir que Sirius la ha de conocer.

"Vida" – llamó despacio. Pero Sirius la escuchó perfectamente.

"Dime"

"¿Quién era la que estaba con Deb?"

"¿Porque preguntas?"

"Porque no hemos ido a saludarla. Por eso"

"Esa mujer, era Priss... Caprisse Granger. Una de las mejores amigas de Lily"

"Y ¿Qué es para ti?"

"Era." – Corrigió. – "Estuvimos saliendo, pero la embarré. Cometí el último error de adolescencia estúpida."

"La engañaste" – Sirius asintió. – "Y te descubrió..."

"Con las manos en la masa" – Terminó él bajando la mirada.

"Por eso dicen que has cambiando. Ya no lo haces, quiero suponer"

"Supones perfectamente. Hay personas que dicen que de los errores se aprende. Bueno, yo he aprendido."

"Sirius"

"Desde que ella me dejó, me fue muy difícil empezar de nuevo ¿Sabes? Cometí el error más grande, pero sin embargo, me dio una recompensa" – Sirius se acercó a la decaída Tru y la besó apasionadamente una vez más. – "¿Qué te parece si vamos a buscar los trozos de nuestros amigos?"

"Me parece razonable amor"

"Tru" – Ella volteó a verlo. – "Te amo, solo quería que lo supieras"

"Sirius, es la primera vez que me lo dices"

"Lo sé, y estoy seguro que no será la última" – La tomó de la mano y se dirigieron a la oficina de Tru, donde también trabaja Anne, para ver como había ido todo con esos dos.

Sin embargo Sirius no se pudo sacar de la cabeza el haber visto nuevamente a Priss después de tantos años, después del velorio de Lily que resultó no ser verdadero.

No se acaba el amor
solo con decir adiós
hay q tener presente
q el estar ausente
no anula el recuerdo
ni compra el olvido
ni nos borra del mapa

Llegaron al piso deseado y con solo abrir la puerta del ascensor se pudieron escuchar apenas las voces de james y Anne, o mejor dicho solo de Anne. Ambos se miraron y se acercaron con cautela al despacho de la muchacha.

"¡No puedo entender como me estás dejando James Potter!" – Se escuchó la voz de Anne cerca de ellos.

"Comprende, no puedo estar contigo" – Le explicó él. Sirius sonrió, lo notaba cansado, pero con la situación.

"no, James. Tu y yo íbamos a casarnos" – Lloró la chica.

"no te equivoques. Tu y yo NO íbamos a casarnos, nunca te lo di a entender"

"¡He soportado que no me consideres la mujer de tu vida, aún sabiendo que lo eran tu hermana, tía y sobrina. También que tu hijo no me quiera pero estaba haciendo lo posible para que él me quisiera como una madre, que es lo que realmente necesita ese chico!" – Se escuchó un golpe sobre el escritorio pero entonces continuó. – "Tu familia es la que te está haciendo hacer esto ¿verdad?" – Parecía que James estaba meditando la respuesta puesto que había un pequeño silencio. Sirius rogaba internamente que no respondiera una estupidez, que se controlara, que no dijera...

"sí" – Sirius negó con la cabeza golpeándose con la palma de su mano en la frente. Justo lo que no tenía que responderle.

"¡Lo sabía, tu familia no me quiere, ese es el problema. Y tu te dejas manejar por ellos. Creí que me querías!"

"También lo creí. Anne, esto se terminó, quiero que lo comprendas." – Se escucharon pasos y luego vieron la puerta abrirse y salir por ella a un James más que aliviado.

"Hey Prongs ¿todo bien?" – Preguntó Sirius.

"Vamos a casa ¿quieres Padfoot? Buenos días Tru, no te vi"

"No importa, buenos días"


"hermano, estoy en un dilema existencial" – Le confesó Sirius una vez ambos hombres estaban dentro del carro.

"¿qué?"

"Vi a Priss hoy, Vimos a Priss hoy"

"vimos¿Te refieres a tu y Tru?"

"Sïp" – Dijo simplemente.

"Ese sí que es un dilema existencial amigo"

"Ni que lo digas"

"no, es que Priss se quedará unos días en la ciudad. Y no creo que se restringa a la mansión. Después de todo la que ha vuelto es su mejor amiga"

"Diablos James ¿por qué tengo que ser tan endemoniadamente estúpido."

"Solo quiero saber algo"

"Y eso sería..."

"Tru. ¿qué sientes por ella?"

"Bueno, hoy le dije que la amaba."

"Y ¿Es lo que sientes?"

"Solo se que nunca voy a poder amar a nadie como a Priss. Aunque ella ya me haya olvidado y ambos continuado con nuestras vidas."

"Bueno, lo importante es que tu estés bien con Tru."


"¡Papá, papá!" – La voz de Harry se escuchaba desde lo alto de las escaleras mientras iba bajando y ellos entrando. – "Adivina quien está aquí"

"mm ¿Caprisse Granger?" – preguntó James haciéndose el que pensaba.

"Si. ¿cómo supiste?"

"Tu padre Harry, tiene dotes de adivino" – Respondió el mismo James sonriendo hacia su hijo.

"Sirius. Ven quiero mostrarte el carteen recién armado. Ven" – Sirius revolvió el cabello de Harry se fue con él mientras James subía las escaleras hacia su cuarto, para ver a la madre de su hijo y su esposa. Sonrió ante este pensamiento. Estaba dispuesto a pedirle casamiento este mismo día. No podía esperar más y tenerla legalmente y para siempre con él.

Golpeó la puerta y poco después la abrió viendo a tres muchachas y un hombre allí sentados, los cuatro sobre la cama y riendo. Al parecer no lo habían escuchado.

"De veras Lily, no sabes la cara que tenían todos cuando nos enteramos que ese niño era el pequeño de James y tuyo."

"Es más, con decirte que ni Minerva podía decir nada y ella lo había traído"

"Lo siento chicos pero su hubiera tenido otra opción la hubiera usado. Snape me tenía completamente atrapada. Bueno, no completamente. Pude ayudarlos de a poco."

"eso es algo que no voy a poder comprender nunca. ¿por qué Amos Diggory se habría aliado con Snape?"

"Y Dursley, Petunia y su madre" – Agregó Lily. – "mi amor" – Dijo de pronto viendo hacia la puerta. – "¿cuánto llevas ahí?"

"No mucho. Acabo de llegar. Llegué recién con... Sirius" – Instantáneamente el rostro de Priss cambió a uno de molestia.

"Hey, hay algo que no sé. Athos se casó con Georgia, Deb con Remus y... ¿qué hay de ti Priss querida?" – Bromeaba Lily sin saber nada.

"Llegue antes de la misión al espacio, fui a darle una sorpresa a Sirius y lo encontré con la secretaria en su despacho, teniendo relaciones. En realidad fuera de eso, estoy muy bien" – James se sintió muy incómodo porque es su mejor amigo, pero eso había sido una infamia de su parte. – "Pero bueno, lo olvidé, continué mi vida y ahora me he casado. Sin embargo no hemos podido tener hijos" – Terminó Priss entre triste y feliz.

"Te casaste ¿cómo se llama?"

"Robert, Grass"

"Creo que debo irme, iré a ver que están haciendo los niños"

"bien, pero antes de irte debes darme un beso James Potter" – Lo detuvo Lily con una sonrisa. James se regresó a la cama y le depositó un profundo beso de enamorado en los labios. – "Gracias"

Acto seguido James salió de la habitación, directo a ver a Sirius. No sabía porque, pero creía que esto le iba a hacer bien a Sirius para poder definitivamente olvidarse de ella.