Vaya! Recibí más reviews de los que esperaba! Muchísimas gracias a todos los que me leen! Espero que la historia les siga gustando

Hermione intentó separarse de él, pero Harry se lo impidió – no estuviste cuando me dieron el reconocimiento... no me importaba que no vinieran al baile, sólo quería que estuvieran conmigo en ese momento.. – le dijo con tono dolido, correspondiendo al abrazo insistente de Harry.

– estuve ahí... vi cuando Dumbledore te dio la placa... y cuando te abrazó... puede ser que me comporte como un idiota, pero sé estar con mis amigos en sus momentos importantes – le dijo con tono serio, haciendo que Hermione diera un paso hacia atrás intentando separarse de él, pero la volvió a retener.

– no te vi en ningún lado... – le dijo Hermione con tono dolido, intentando no llorar.

– el que no me hayas visto no quiere decir que no estuviera ahí... – le dijo Harry dándole un beso en el cabello – perdón por no haberte dicho que te veías hermosa... – le dijo en susurro, aún abrazándola, pero Hermione se separó de él.

– no tienes que decir algo que no crees o sientes... – le dijo con tono serio, acomodándose el mechón de cabello, que caía por su rostro, detrás de la oreja, dándole la espalda a Harry.

– no estoy diciendo cosas que no creo o siento – le dijo Harry también con tono serio, acercándose a ella – en verdad creo y siento que te ves bonita... creo que eres la chica más bonita del castillo... – le dijo tomándola por los hombros suavemente, acariciándolos con sus dedos.

– gracias... – dijo intentando ignorar el cosquilleo que se extendía de la boca de su estómago a todo su cuerpo.

– no me agradezcas... sólo estoy diciendo lo que siento... – le dijo en susurro, acercándose más a ella sin dejar de tomarla sutilmente por los hombros, y besó su cuello.

– ¡Harry...! – lo detuvo inmediatamente al sentir sus labios, separándose de él y volteándolo a ver.

Harry la observó detenidamente, notando claramente las mejillas sonrojadas de su amiga, quien intentaba evitar su mirada a toda costa, y, sin pensarlo demasiado, se acercó a ella y la besó.

Hermione no podía estar más sorprendida, después de lo que había pasado ese día, jamás se hubiera imaginado que Harry la besaría, no después de cómo había estado actuando con ella, pero la insistencia de Harry por que respondiera a su beso la hizo olvidar todo lo que había pasado antes.

Harry la rodeaba por la cintura con un brazo, mientras que con su mano libre acariciaba su cuello y su mejilla, besándola con ternura, esperando sólo por que Hermione comenzara a responderle, y no tuvo que esperar demasiado para eso.

Hermione correspondió a su beso, mientras el cosquilleo en su interior se hacía más intenso, sin saber si abrazarlo o sólo permanecer inmóvil, pero sus manos actuaron como si tuvieran vida propia y se colocaron suavemente, sobre el pecho de Harry; dejando caer sus zapatillas.

Se separó lentamente de ella, observándola sonreír aún con los ojos cerrados, mientras él intentaba ocultar lo que sentía.

– ¡esto fue...! – decía Hermione sonriendo, pero Harry la interrumpió.

– vamos, hace frío... – dijo en susurro, y, tomándola de la muñeca la guió de nuevo al Gran Salón dándole el tiempo justo para que recogiera sus zapatillas.

Hermione caminó detrás de él, aún siendo llevada por la muñeca, sintiéndose bastante confundida, no entendía qué pasaba con Harry, no entendía porqué estaba actuando así con ella.

– ¡ey¿dónde se metieron? – les preguntó Ron al verlos acercarse a la mesa, apenas estaban cenando.

– fuimos a caminar... – dijo Harry con tono serio, había soltado la muñeca de Hermione justo antes de que entraran al Gran Salón.

– ¿qué andaban haciendo, pillos? – les preguntó Ron con una amplia sonrisa, sin notar la mirada contrariada de su amiga.

– hablábamos – dijo Harry sin darle importancia a nada de lo que había pasado allá afuera, mientras tomaba su lugar – ¿no vas a cenar? – le preguntó a Hermione sin siquiera voltearla a ver.

– no tengo mucha hambre... – dijo antes de darse media vuelta, perdiéndose con la gente que caminaba entre las mesas.

– ¿qué pasó allá afuera? – le preguntó Ron con tono molesto.

– nada... – dijo Harry leyendo una y otra vez el menú.

– ¿qué te pasa, eh?... ¡te la vives lastimándola! – lo reprendió bastante enojado – lo que sea que le hayas hecho¡ve y arréglalo ahora! – le dijo enojado, pero Harry no se movió de su lugar.

– ¡eres increíble! – le dijo Ginny bastante molesta, dejando su servilleta sobre la mesa mientras se levantaba de su lugar – no sabes cómo me gustaría que Hermione te odiara¡te lo mereces tanto! – dijo antes de desaparecerse tras los pasos de su amiga.

– vamos, Hermione, se hace tarde... – la llamaba Ginny desde su habitación, esperando a que Hermione saliera del servicio.

– ya voy... ¿cuál es la prisa? – le preguntó mientras salía del servicio.

– bueno, la prisa es que Harry se nos adelantó ayer en la noche y Dumbledore nos va a mandar a Grimmauld Place en unos minutos... – le dijo Ginny dirigiéndose a la puerta del dormitorio.

– espera... ¡espera!... ¿cómo que Harry se nos adelantó?... ¿a dónde fue? – le preguntó preocupada, tomando su baúl para salir junto con Ginny, pero la pelirroja negó.

– deja tu baúl, Dumbledore se encargará de eso – le dijo acercándose a ella para hacerla dejar el baúl – vamos... al parecer Harry tenía prisa por regresar a Grimmauld Place – le dijo haciéndola caminar a la puerta.

– pero... ¿porqué?... ¿no le dijo a nadie? – preguntaba Hermione confundida mientras bajaba junto a Ginny.

– no creo, Ron y él se pelearon anoche... – le informó Ginny, pasando de largo la Sala Común.

– demonios... no debí irme así ayer... – dijo sintiéndose bastante preocupada.

– no te preocupes, Hermione, él está bien... seguramente sólo intentó evitar hablar contigo sobre lo que sucedió ayer... – le dijo Ginny un poco preocupada.

– no iba a hablar con él de eso, si no quería hablarlo – decía mientras caminaban hacia el despacho del profesor Dumbledore. Estaba enojada con su amigo, le molestaba su actitud, después de haberla besado con tanto... cariño, actuaba como si no hubiera pasado nada; pero, muy a su pesar, le preocupaba, aunque ya no existiera Voldemort, él seguía corriendo peligro, había mortífagos por todo Londres queriendo acabar con él.

– mira, quieran o no, deben hablar de lo que pasó... creo que no es justo que Harry venga cada vez que quiera, o necesite; como tú le dices; un poco de cariño y te bese – le dijo con tono serio, intentando ir al paso de su amiga – no es la primera vez que lo hace y ¡tú mejor que nadie lo sabe! – la reprendió, deteniéndose frente a la Gárgola.

– ¡eso fue hace casi un año! – se quejó Hermione intentando justificarlo.

– ¡aunque haya sido hace 10 años, no es justo, Hermione, si te quiere, que te lo diga¡pero que vaya enserio! – decía enojada.

– ¡él me quiere! – lo defendió Hermione.

– ¡sí, pero sólo cuando quiere!... sabe que siempre vas a estar ahí¡ese es el problema!... necesitas dejarle las cosas claras – le decía intentando tranquilizarse un poco – ¡calderos de dulce! – dijo hablando hacia la Gárgola y esta se hizo a un lado para dejarlas pasar.

Hermione observó a su amiga un poco dolida, sabía que tenía razón, que Harry sólo iba en busca de ella cuando necesitaba cariño, sin importarle lo que ella necesitara.

Y siguió a Ginny sintiendo como se llenaban de lágrimas sus ojos.

Cuando estas con tus amigos haces cosas que me agradan, haces todo por llamar mi atención. Acaricias tu cabello y me ves por el espejo y haces todo por llamar mi atención.

Habían pasado dos semanas desde que habían ido a Grimmauld Place, Hermione se había regresado a su casa ese mismo día pues sólo quería asegurarse de que Harry estuviera bien, más no podía verlo, no hasta que pudiera olvidar lo que había pasado. Y desde entonces no había sabido nada de él, e intentaba no preguntar nada sobre él, necesitaba olvidar aquel beso para poder verlo de nuevo sin querer volver a repetir el momento.

– ¿Jane, puedes abrir la puerta? – le pidió su mamá desde la planta alta.

– ¡sí, mamá!... sírvete algo, si quieres... no tardo – dijo antes de salir de la cocina para ir a abrir la puerta.

De todas las personas que podían haber llegado a buscarla jamás se imaginó que sería él. Talvez sólo estaba alucinando, pues era la única persona en la que podía pensar, o talvez sí estaba ahí, pero sólo iba a devolverle o pedirle algo, o talvez, sólo por pura gracia del cielo, había decidido ir a decirle que la quería.

– ¡Harry, qué sorpresa! – decía sin poder ocultar su confusión – ¿qué...?... bueno... ¿qué te trae por aquí? – le preguntó sin saber si salir, quedarse ahí o invitarlo a pasar.

Harry le sonrió un poco nervioso – bueno, yo... verás... venía a... – decía intentando acercarse un poco a ella, pero alguien los interrumpió.

– ¿Jane, puedo agarrar un poco de esto?... no sé si es de tu papá o algo... – le decía un chico alto de cabello oscuro, ojos también oscuros y una expresión que se tensó al ver a Harry – ¿quién es? – preguntó con tono serio.

– es Harry, un amigo del colegio... ya te había hablado de él – le dijo Hermione con calma.

– no, creo que no me habías hablado de él... nombraste a un tal Ron... a unas Ginny y Luna... y creo que a un Draco o algo así... pero no hablaste de ningún Harry – le decía con tono serio, disfrutando por dentro de la expresión molesta de Harry.

– ¡claro que sí!... lo viste en las fotos que tengo en mi habitación – le dijo Hermione con tono serio, sin poder creer que Peter lo hubiera olvidado, siendo que sólo hablaba de Harry.

– ¡oh, claro!... ¡en las fotos de TU habitación! – dijo Peter sonriendo ampliamente, remarcando el hecho de que hubiera estado en la habitación de Hermione.

– bueno, creo que mejor me voy... – dijo Harry con tono serio, dándose media vuelta, pero Hermione lo detuvo.

– ¡espera, Harry!... – dijo tomándolo por la mano – ¿Peter, puedes esperarme en la casa, no tardo... – le dijo volteándolo a ver por un segundo, sin soltar la mano de Harry, esperando a que Peter entrara.

El chico observó a Harry con coraje y entró a la casa sin decir nada.

– ¿qué pasó?... ¿necesitabas algo? – le preguntó bajando junto con él las escaleras que dirigían a la puerta de su casa.

– no, no necesitaba nada... – le dijo con tono serio, soltándose de la mano de Hermione.

– ¿no?... ¿entonces a qué viniste? – le preguntó Hermione apoyándose en la puerta del coche que estaba estacionado frente a su casa.

– ¡demonios¿qué no puedo venir a ver a mi amiga sin tener que ser porque necesito algo! – le preguntó enojado.

– ¡pues hasta donde yo recuerdo, sólo me buscabas cuando necesitabas algo! – le reclamó Hermione también enojada, y enseguida sintió una punzada de culpabilidad en el pecho.

– ¡sí, muy bien!... pues no volveré a buscarte, si te parece... ¡ni cuando tenga ganas de estar con mi mejor amiga! – le dijo levantando los brazos en un gesto de desesperación.

Hermione lo observó preocupada mientras negaba – Harry, no quise decir eso... ¿qué haces? – le preguntó al ver que se acercaba a ella.

– necesito subirme a mi coche para poder irme... – le dijo con tono serio, y Hermione se separó rápidamente de él observando el coche.

– desde... ¿cuándo fue que...?... ¿un coche? – preguntó Hermione confundida, sin dejar de observar el carro de su amigo.

– sí, Hermione, es un coche... – le dijo Harry sin dejar su gesto serio y abrió la puerta del coche, dispuesto a subirse, pero Hermione lo volvió a detener.

– Harry... hablemos... – le dijo tomando su mano mientras se acercaba un poco más a él – ¿qué pasa?... ¿está todo bien? – le preguntó preocupada y Harry asintió manteniendo su gesto serio – vamos, Harry¿a qué viniste? – le volvió a preguntó.

– ¡a nada!... sólo quería verte... ¡quería estar con mi mejor amiga! – le decía aún enojado, haciendo que Hermione soltara su mano.

– ¡Harry, por favor! – dijo Hermione acercándose más a él – perdóname, no quería... – decía, pero Harry la detuvo poniendo sus dedos sobre sus labios.

– no te disculpes... tienes razón... – le dijo justo antes de abrazarla.

– Harry, yo... –

– shhh... – le detuvo Harry aún rodeándola por la cintura, mientras Hermione lo abrazaba por el cuello – tengo que irme.. – dijo al sentir que Hermione se recostaba sobre su hombro, y se separó de ella – vendré después... cuando no estés ocupada – le dijo volteando a ver una de las ventanas de la casa de Hermione, en la que se alcanzaba a ver el rostro de Peter.

Hermione giró los ojos al darse cuenta de lo que estaba viendo Harry – esta bien... cuídate¿sí?... nunca te he visto manejar así que por favor ¡ten cuidado! – le advirtió antes de darle un beso en la mejilla.

Harry asintió y sin decir nada más subió a su coche.

– ¡esto es una sorpresa! – dijo Hermione al abrir la puerta – primero Harry y ahora tú – dijo sonriendo – ¡pero pasa! – le dijo abriendo la puerta completamente para que pudiera entrar.

– sí, me dijo Harry que quería platicar contigo seriamente – le dijo Ginny sonriendo con complicidad, haciendo que Hermione sintiera claramente cómo caía su alma a los pies.

– ¿vino a hablar seriamente conmigo? – le preguntó Hermione completamente sorprendida.

Ginny asintió sin dejar de sonreír mientras se dirigían a la habitación de Hermione – sí, me lo dijo ayer... bueno, no sé si pudieron hablar de lo del coche, de Draco y Ron viviendo con él... es un poco extraño, yo estuve unos días ahí, mi mamá no quería dejarlos solos, pero mi papá la convenció de que Harry necesitaba comenzar a valerse por sí mismo, y como mi mamá seguía sin aceptar que estuvieran sin supervisión, papá le dijo que yo me iría con ellos, y estuve las dos semanas con ellos, hasta ayer, que mis papás descubrieron que salgo con Draco... ¡hubieras visto el alboroto que se hizo! – decía sonriendo divertida, entrando a la habitación delante de una desconcertada Hermione – en fin... quedaron en que iría en las tardes a ayudarlos con la comida y antes del anochecer regresaría a la casa... como si eso pudiera evitar algo... – dijo con tono burlesco, provocando la mirada escandalizada de Hermione – calma, Draco y yo no hemos hecho nada... – le dijo sonriendo divertida – entonces... ¿en qué quedaron tu y Harry? – le preguntó con una sonrisa cómplice.

– bueno... dijo que vendría cuando no estuviera ocupada... – dijo con gesto cabizbajo, acercándose a su tocador, mientras Ginny la observaba desde su cama.

– espera, aquí no cuadra algo... Harry vino a hablar "seriamente" contigo... y tu no pareces ni un poco emocionada... ¿qué pasó? – le preguntó Ginny desconcertada, mientras se acercaba a ella.

– pues no sé... estaba con Peter, llegó Harry, nos peleamos y luego él cambió, se portó muy bien dijo que vendría después... – decía Hermione desconcertada, e iba a seguir hablando, pero Ginny la detuvo.

– espera¿Peter?... ¿qué Peter?... – le preguntó confundida, y Hermione iba a contestarle, pero Ginny la volvió a interrumpir – ¡Peter! – dijo sorprendida – ¿tu amigo de la infancia?... ¿el que no se despegaba de ti cuando estudiabas en la escuela muggle? – le preguntaba sorprendida.

– sí¿qué tiene? – dijo Hermione confundida.

Ginny negó preocupada – oh, no... no es nada bueno – decía preocupada, regresando a la cama, con Hermione caminando detrás de ella.

– ¿qué no es bueno? – le preguntó Hermione sin entender nada.

– creo que es obvio, Harry llega a querer hablar contigo 'seriamente' y se encuentra a Peter dentro de tu casa, siendo que Harry sólo ha entrado una vez a tu casa y fue sólo al salón y al jardín... – le dijo Ginny con tono serio.

– ¿qué tiene eso de malo? – le preguntó Hermione aún confundida.

– mmm... veámoslo de este modo... – dijo observando a su amiga – llegas a Grimmauld Place a decirle a Harry lo que realmente sientes cada que te besa, que no sólo son simples besos para ti, y descubres que en la casa está Chang – le dijo con tono serio, haciendo que Hermione la observara sorprendida – sí, puedo estar casi segura que eso sintió Harry –

– no puede ser.. no puede ser... no puede ser... – repetía mientras caminaba de un lado para otro frente a Ginny.

– calma, sólo necesitas explicarle a Harry lo que pasó, que Peter no es más que un amigo para ti y listo – dijo Ginny con calma, pero Hermione aún se observaba preocupada – vamos, Hermione, no te lo tomes tan mal; mejor arréglate porque Ron me dijo que vendría por nosotras para ir a cenar – le dijo sonriendo.

Hermione la observó confundida por un segundo, pero enseguida reaccionó y se dirigió a su armario.

– no recordaba tu habitación tan grande... ¿sí te dije que me gustaba mucho tu closet? – le preguntó observándola revolver su ropa dentro de este.

Hermione sólo hizo un sonido gutural en acuerdo, mientras seguía revisando su ropa – ¡oh, Dios!... ¡ahora lo entiendo! – se quejó saliendo del closet con su ropa en mano – Peter le dijo que había entrado a mi habitación... – dijo preocupada – ahora seguramente cree que Peter es mi novio o algo así... – le dijo mientras se cambiaba.

– no creo, no es tan tonto, seguro sólo piensa que Peter quiere algo más contigo – le dijo con calma – bueno, parece que llegaron por nosotras – dijo al escuchar que llamaban a la puerta – ¡vamos! – la apremió levantándose de la cama, y se dirigió a la puerta, seguida por Hermione, que se terminaba de abotonar la blusa.

– ¿quieres ir más despacio? – le pidió Hermione, pues Ginny iba casi corriendo hacia la puerta y Hermione aún tenía que ponerse lo zapatos.

Ginny se rió un poco pero no detuvo su paso – yo siempre pensé que debiste haber intentado entrar al equipo, eres muy ágil – le decía sin dejar de sonreír.

– podría ser muy... ágil, pero no sé volar – decía saltando tres escalones para llegar al último descanso y siguió a Ginny casi corriendo hasta la puerta – no sé porqué te... seguí... corriendo como loca... – se quejó con la respiración agitada, antes de que Ginny abriera la puerta riendo divertida.

– ¡hola, hermanito! – dijo revolviéndole el cabello a Ron antes de bajar las escaleras y dirigirse al coche de Harry.

– ¿Harry?... no sabía que iba venir... – murmuró sintiéndose bastante nerviosa, observando como Harry se reía con algo que le acababa de decir Ginny.

– si quieres le digo que se vaya – dijo Ron sonriendo, pero Hermione negó rápidamente – bien, entonces ¡vámonos! – dijo rodeándola por los hombros y la guió al coche.

– hola, Luna... Harry – los saludó sonrojándose mientras se subía al coche, en el asiento trasero, quedando a un lado de Luna, y Ginny se sentó a un lado de ella.

– bien¿a dónde quieren ir a cenar? – les preguntó Harry observándolas por el retrovisor.

– no sé... nosotros no sabemos nada de restaurantes muggles, aquí la experta es Hermione – dijo Ginny sonriendo, haciendo que su amiga se sonrojara pues Harry había puesto toda su atención en ella.

– ehm... bueno, todo depende de qué quieran comer... – dijo Hermione un poco nerviosa, intentando no voltear hacia el retrovisor – hay un lugar muy bonito en el centro... no es elegante ni nada de eso, y sirven casi de todo... –

– bien... iremos allí... – dijo Harry poniendo en marcha su coche – tendrás que guiarme – le dijo volviéndola a observar por el retrovisor, justo como hizo a lo largo del camino, aunque Hermione no le estuviera hablando, no dejaba de observar cada detalle de su rostro, logrando sólo que la chica se sonrojara.

– ¿cómo pueden cocinar los muggles para tanta gente? – preguntó Ron rompiendo el contacto visual de sus amigos – digo, según me ha dicho mi papá se la pasan metidos en la cocina todo el día sin dejar de cocinar – dijo volteando a ver a su amiga, quien estaba completamente sonrojada.

– ehm, bueno... generalmente tienen varios cocineros y... bueno, tienen un chef... algo así como el jefe de cocineros... – dijo al ver la mirada confundida de Ron – bueno, es gente que se dedica sólo a eso, no es como si cocinaran y además atendieran a los clientes... – decía sin poder bajar el tono rosado de sus mejillas, pues aún sentía la mirada de Harry, y volteó hacia el espejo retrovisor y pudo ver a Harry sonriéndole mientras se pasaba una mano por el cabello.

– entonces son como los elfos de Hogwarts – dijo Ron con calma, haciendo que tanto Luna como Ginny, y hasta Harry, lo voltearan a ver sorprendidos.

– no, no creo que sean como ellos... a los cocineros sí les pagan, tienen vacaciones, seguro... tienen derechos, a diferencia de los elfos, que... – decía Hermione molesta.

– ¡ey, calma! – la interrumpió Ron – sé que los elfos son diferentes a los muggles... los elfos son más serviciales – dijo fingiendo tono serio, pero no tardó demasiado en comenzar a reír, recibiendo un golpe de Hermione.

– ¡muy gracioso! – se quejó volviendo a recargarse en el respaldo de su asiento – ¡es ahí!... – dijo señalando el elegante restaurante que estaba a unos cuantos metros.

– ¡vaya, Hermione, dijiste que no era elegante! – le dijo Ginny observando el lugar.

– no es elegante... sólo es la fachada, pero no es un lugar al que debas venir con traje o vestido largo... – dijo también observando el restaurante.

– bien, Harry puede ir a estacionar el coche mientras nosotros apartamos la mesa – dijo Ron abriendo la puerta, al igual que Ginny y Luna, quienes cerraron la puerta sin dejar a Hermione bajarse del coche.

– eh... sí, yo acompañaré a Harry... – dijo un poco ofendida por la actitud de sus amigas.

– ehm... ¿sabes si hay algún estacionamiento por aquí? – le preguntó Harry observándola de nuevo por el retrovisor.

Hermione pensó por unos segundos en lo que le había preguntado su amigo y asintió – sí, aquí a la vuelta hay uno... – le decía señalando hacia su izquierda – ese usamos la semana pasada que vine con... – decía pero se quedó callada al recordar la plática que había tenido con Ginny.

– ¿con Peter?... – le preguntó Harry con tono serio mientras se tensaban los músculos de su rostro, y entró al estacionamiento – ¿quieres recordar los lindos momentos que pasaste con él? – le preguntó con tono molesto y bajó del coche sin decir nada más.

Hermione bajó rápidamente para alcanzarlo – Harry, Peter es sólo mi amigo... lo conozco desde que tengo 7 o algo así... – le intentó explicar caminando a su lado, tratando de seguir su paso.

– ¡claro¡y se mete a tu cuarto y entra a la cocina como si estuviera en su casa! – le dijo aún más enojado.

– ¿qué tiene de malo? – le preguntó frunciendo el entrecejo, pero enseguida recordó el ejemplo que le había dado Ginny – ¡no!... oye, Peter entra a la cocina y a mi cuarto como si nada porque es como de la familia, pasamos toda nuestra infancia juntos... es como mi hermano... ustedes son mis amigos, sería un poco extraño que entraran a mi habitación... y bueno, el año pasado era tu cumpleaños, creo que no teníamos nada qué hacer en la cocina o en mi habitación – le dijo poniéndose completamente roja.

– ¿sólo es tu amigo?... – le preguntó Harry deteniéndose, mientras la tomaba de la mano.

Hermione asintió – sólo es mi amigo y no tengo pensado que sea nada más en mi vida... – le dijo sonriendo, mientras acariciaba su mejilla.

Harry correspondió a su sonrisa mientras acomodaba detrás de su oreja un mechón que caía por la mejilla de su amiga – me alegra escuchar eso... – le dijo sin dejar de sonreír antes de abrazarla, sintiendo como Hermione correspondía a su abrazo – vamos, nos deben estar esperando – dijo en susurro, separándose de su amiga, y para sorpresa de Hermione, caminó junto a ella sin soltar su mano.

– no creí que fuera a hacer tanto frío hoy... – dijo Hermione lamentándose por no haber llevado un suéter – ¿qué haces? – preguntó bastante confundida, observando a su amigo quitarse su abrigo.

– no pienso dejar que te congeles – le dijo mientras le ponía el abrigo sobre los hombros a una Hermione bastante sorprendida.

– no hace tanto frío... – dijo sintiéndose bastante sonrojada, haciendo reír a Harry.

– lo acabas de decir, además, estoy bien, traigo suéter, tu no tienes nada con qué cubrirte – le dijo volviendo a tomar su mano.

Si Hermione se había sorprendido por el hecho de que Harry le diera su abrigo, el que la volviera a tomar de la mano la hizo sentir bastante nerviosa, y con cada paso que daban rezaba por que no se detuviera, pues eso sólo podía indicar una cosa, y no estaba segura de cómo reaccionaría si Harry intentaba besarla de nuevo; Ginny, Ron, Luna y hasta Malfoy tenían razón, debía hablar con él sobre esos besos, pero nunca encontraba el momento adecuado.

– buenas noches¿mesa para dos? – les preguntó un mesero haciendo salir de su ensimismamiento a Hermione.

Harry negó – nos esperan unos amigos – dijo con calma.

– ¡oh, claro!... síganme, por favor... – les indicó el mesero, y Harry asintió haciendo caminar a Hermione delante de él, tomándola por la cintura con una mano, mientras que con la otra tomaba la mano de su amiga.

Veo una pareja a mi lado, besos y abrazos apretados, y yo esperando que me quieras tener. Uno de nosotros va a rendirse, uno va a tener que decidirse mientras tu mirada me busca otra vez.

Al llegar a la mesa, Ginny y Ron les sonrieron con complicidad, pero prefirieron no decir nada respecto al detalle de que Harry tomaba a Hermione por la cintura ni al hecho de que al sentarse acercara su silla a la de ella, pero Hermione no podía evitar notar esos detalles, y menos dejó de estremecerse al sentir a Harry acariciar su hombro al apoyar el brazo en el respaldo de su silla o al tomar su mano mientras platicaba con Ginny, Ron y Luna sobre Quidditch sin dejar de sonreír.

– ¿irán al partido que va a haber en las afueras de Londres? – les preguntó Ginny sonriendo ampliamente – Draco me comentó acerca del partido, creo que es en unas semanas – decía con calma, sin dejar de sonreír mientras partía su comida.

Harry asintió acercándose un poco más a Hermione, con la excusa de dirigirse a Ginny, quien estaba al otro lado de Hermione – algo leí en el Profeta, creo que iré, según sé es un juego amistoso entre Inglaterra y Francia – dijo con calma, acariciando la rodilla de Hermione.

– mgr... ehm... voy al servicio... – dijo levantándose de su lugar bastante sonrojada. Se alejó de la mesa intentando no ver a ninguno de sus amigos, y menos a Harry, mientras sentía que sus mejillas le ardían cada vez más.

No podía creer que Harry estuviera actuando así, en toda la cena no había podido ponerle atención a nada por los nervios que sentía cada que Harry hacía contacto con ella, cada que se acercaba a ella o le susurraba cosas al oído. ¿Porqué hacía eso?

– ¿qué pasó, Hermione? – le preguntó Ginny sorprendiéndola, mientras la nombrada intentaba recuperar el color natural de sus mejillas observándose en el espejo.

Hermione la observó sintiendo cómo se sonrojaba de nuevo – ¿viste cómo estaba actuando! – le preguntó sin poder creerlo ella misma, y Ginny asintió sin dejar de sonreír.

– creo que todos nos dimos cuenta... ¿son novios o algo? – le preguntó sonriendo con complicidad, pero Hermione negó rápidamente.

– si fuera así, no estaría aquí escondida – decía un poco preocupada, caminando de un lado a otro en el servicio.

– ¿entonces?... ¿porqué actúa así? – le preguntó Ginny confundida y Hermione se encogió de hombros.

– no creo que sea por que le dije, básicamente, que no quería nada con Peter – dijo intentando encontrar la razón del actuar de su amigo, haciendo sonreír a Ginny – ¿qué? – le preguntó confundida.

– pues ¡es eso! – dijo Ginny con calma – Harry está actuando así porque sabe que tiene el camino libre... aunque eso no es del todo bueno, porque, bueno, debería haber hablado contigo... ¡agh¡rayos, está actuando igual que siempre! – dijo molesta – muy bien, si intenta tomar tu mano de nuevo o lo que sea, evítalo discretamente – le dijo como si fuera lo más fácil de hacer.

– ¡ah, sí, claro!... ¿alguna otra cosa más? – le preguntó Hermione con tono sarcástico antes de salir del servicio, seguida por su amiga.

– ¿porqué las mujeres siempre van acompañadas al baño, eh? – les preguntó Ron en cuanto llegaron a la mesa.

– no sé si te diste cuenta, pero yo fui primero y luego llegó Ginny, no tenía nada de malo que la esperara – le dijo Hermione con tono serio mientras se sentaban.

Ginny asintió – así es, además, no creo que te moleste en algo que vayamos acompañadas – le dijo también con tono serio, intentando no voltear a ver a Harry, pues sabía que si lo hacía le dirigiría algún mal gesto, le molestaba demasiado que se comportara así con Hermione.

– no es que nos moleste, si no que nos intriga eso de que las mujeres siempre vayan acompañadas al servicio – le dijo Harry aprovechando la excusa de hablar con Ginny para poder apoyar su brazo sobre el respaldo de la silla de Hermione, quien se irguió discretamente.

– bien, déjense de intrigas y mejor hay que decidir si vamos a hacer algo más hoy – dijo Hermione acercándose a la mesa y apoyando sus brazos sobre esta para no volver a recargarse en su respaldo.

– ¡opino lo mismo que tú! – dijo Ginny sonriendo e, imitando a su amiga, se acercó a la mesa, para que no pareciera demasiado extraña su actitud.

– podemos ir a un bar – dijo Harry acercándose también a la mesa, apoyando una mano sobre la espalda de Hermione, a quien no le quedó de otra que intentar ignorarla y no sonrojarse.

– ¿un bar? – preguntó Luna – ¿quieres ir a las Tres Escobas? – lo cuestionó confundida.

Harry negó sonriendo – hay muchos bares interesantes en la ciudad – dijo recorriendo su mano por la espalda de Hermione para poder rodearla por la cintura.

– ¡muy bien!... ¡pues hay que ir! – dijo levantándose de su lugar para sacar el dinero de la bolsa de su pantalón.

Todos asintieron y la imitaron comenzando a sacar su dinero, a excepción de Luna, a quien Ron le había indicado que no lo hiciera. Y luego de pagar salieron del restaurante, Ginny se apresuró a tomar a Hermione del brazo, para evitar que Harry siguiera con sus juegos, y se dirigieron a pasos apresurados hacia el estacionamiento, mientras hacía reír a Hermione para que Harry no creyera que huía de él.

Llevaban alrededor de dos horas en el bar y Harry había intentado, en varias ocasiones, acercarse a Hermione, pero Ginny estaba entre él y ella, y al otro lado de Hermione estaban Ron y Luna; quienes no dejaban de abrazarse, besarse o decirse cosas al oído, provocando sólo que Hermione deseara más estar con Harry, compartir una relación como la de ellos o, siquiera, que Harry fuera constante, que mantuviera sus sentimientos, no que en un minuto fuera tierno y sincero con ella y en otro actuara como si nunca hubiera pasado nada.

– ahora vuelvo... – les informó Ginny levantándose de su lugar y se dirigió al fondo del bar, en dirección a los servicios.

Hermione observaba las demás mesas, algunos platicaban, mientras otros tantos escuchaban atentamente al grupo que estaba tocando, y ella intentaba no notar que Harry se acercaba discretamente a ella, ocupando el lugar de Ginny.

– ¿te gusta este tipo de música? – le preguntó Harry levantando suficientemente la voz para que Hermione lo pudiera escuchar sobre el sonido de la música mientras le hablaba al oído.

La castaña sólo asintió tratando de ignorar la cercanía de Harry, quien, al ver respuesta (aunque fuera mínima) de Hermione, se acomodó observándola de perfil, apoyando su mano en el respaldo del banco de su amiga.

– jamás me imaginé que te gustaba este tipo de música – le dijo aún levantando la voz, acercándose un poco más a ella.

– no es que tenga un género musical favorito... creo que toda la música es buena, la diferencia es que hay músicos buenos y músicos malos¡y ellos son realmente buenos! – dijo también elevando su tono de voz, pero sin preocuparse por voltear a ver a Harry.

– ¡siempre tan bonita e inteligente! – le dijo casi rozando su oreja con sus labios.

Hermione intentó ignorar su comentario y se limitó a forzar una sonrisa sin apartarle la mirada al micrófono del guitarrista del grupo, pues no le gustaba ni un poco su música, pero creía que era mejor escucharlos a terminar llorando esa noche por otro arranque de necesidad de cariño de Harry.

– el día del baile me dejaste sin palabras... – le dijo sin alejar ni un poco su rostro de el de Hermione, aún apoyando una de sus manos en el respaldo de su silla mientras que la otra la colocaba con suavidad sobre la pierna de su amiga, quien se levantó de un salto de su banco.

– ¡necesito aire fresco! – anunció Hermione antes de salir lo más rápido que le permitía la gente que llenaba el bar. Cada vez le era menos soportable el actuar de Harry, la hacía creer que había algo más y cuando estaba dispuesta a dar todo, actuaba como si nada, y eso la estaba cansando. Salió del bar con un par de lágrimas surcando sus mejillas mientras el frío viento golpeaba su rostro.

– ¿te sientes mal?... ¿quieres que te lleve a tu casa? – le preguntó Harry en cuanto salió del local, pero Hermione negó ocultando su rostro – ¿qué pasa? – le preguntó preocupado al notar las lágrimas de su amiga.

Hermione lo volteó a ver con el entrecejo fruncido – ¡pasa que ya me cansé!... ¡pasa que ya me cansó tu jueguito!... ¡no puedo estar soportando que actúes como si fuera algo más que tu amiga!... ¡no puedo soportar que aceptes que sea algo más que tu amiga cuando a ti se te antoje! – le decía enojada mientras más lágrimas atravesaban sus mejillas – ¿qué es lo que quieres de mi?... ¿sólo un beso de vez en cuando?... ¿sólo una caricia cuando ya no soportes todo ese sufrimiento que te guardas!... ¿tan difícil es decirme lo que sientes, lo que te preocupa?... – le preguntaba sin dejar su tono molesto y Harry asintió intentando decir algo, pero Hermione lo interrumpió – pero te es verdaderamente fácil robarme cuantos besos quieras¿no es así? – le dijo antes de darse media vuelta, dispuesta a irse en ese momento, pero Harry la alcanzó cuando había dado apenas cinco pasos.

– no es fácil para mi¿sabes? – le dijo con tono serio, haciendo que Hermione lo encarara de nuevo.

– y para mi sí¿verdad?... fue realmente fácil que te robaras mi primer beso... ¡fue fácil darme cuenta que tú sólo querías un poco de cariño mientras yo pensaba que había algo más detrás de ese beso!... de esos besos... – dijo en susurro, dándose vuelta de nuevo, y se alejó sin que intentara detenerla.

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Bueno, como podrán ver, Harry es un verdadero... (agréguenle todos los adjetivos que quieran)... Esperemos que pueda enmendar todo lo que ha hecho! TODO jajaja

Tifanny: Muchas gracias por leerme, me alegra que te guste mi songfic...

AlexiaRiddle: jajaja Espero que la actualización haya sido suficientemente rápido... Disculpa si te molestó que lo haya dejado ahí :p

Sí, intento que los personajes sean lo más parecido a como los describe Rowling, aunque no niego que de vez en cuando se me van los pies... bueno en este caso se me van las manos... eso lo puedes comprobar mi songfic: Mujer de Lujo, en el que pongo a una Hermione bastante diferente... :p

Pero bueno, lo importante es que te guste la historia... espero que así siga siendo hasta el final.

Sofi Potter: Me halaga que te guste mi songfic y mi otro fic... espero continuar pronto con el otro... pero mientras tanto puedes leer el de Harry - ¿Alguien sabe quién soy?... aunque, bueno, no sé si ya lo hayas leído la primera vez que o publiqué.

Zeisse: ¡Mil gracias por tu apoyo! Siempre al pendiente de lo que hago¡mil gracias¡Te quiero mucho!

Pan-nany11: Muchas gracias, me da mucho gusto que leas mi fic y te guste... Espero que así sea hasta el final...

MikeBanks: Muchísimas gracias, me alegra que te guste mi historia, y gracias por decir que me merezco muchos reviews, no importa cuántos reviews reciba, lo único que me importa es que a la poca gente que lea mis historias realmente le gusten...

Ariel: ¡Mi niña! Mil gracias por leerme, es un honor para mi que te gusten mis historias, un verdadero honor¡eh!... ¡Espero nunca defraudarte!

Y espero que tú también continúes pronto con tu fic, eh! Que me tienes en un hilo!

Sonia Granger Potter: Muchas gracias por tu review, me alegra que te guste mi historia... respecto a los SongFics... bueno en el foro de WB hubo un problema al modificar la página y todos los fics que habían se revolvieron, he ahí la razón por la que mis historias no están en orden... entonces lo que hago ahora es publicarlas ahí, pero también aquí, por cualquier cosa... y aquí tmb tengo algunas otras historias... supongo que ya las has visto en mi perfil... y tengo pensado publicar las demás que tenía en el foro de la WB... así que no te preocupes, las podrás leer :p