Hola! Estoy muy emocionada... y son muchas cosas a la vez... el libro está a sólo 3 días de salir a la venta... pronto voy a cumplir #$ años... y mi songfic está teniendo más éxito de lo que esperaba! Y sólo puedo agradecerles que les esté gustando!
NOTA: sé que hay algunos a los que no les gusta lo meloso, y quiero advertirles que tengo las manos escurriendo miel, así que, sólo leerán palabras dulces... bueno, y una que otra maldición... Espero que les guste!
– por favor... dime que me quieres... es todo lo que necesito... – le pidió Hermione con la respiración entrecortada, haciendo que Harry la volteara a ver negando.
– no te quiero, Hermione... – le dijo con tono serio sin apartar sus manos del cuello y de la cintura de Hermione, quien lo observaba incrédula, dispuesta a lanzarle una maldición en cualquier momento, pero Harry la volvió a besar antes de seguir hablando – te amo... sólo puedo decirte eso... ¿cuenta? – le dijo sonriendo, haciendo que los labios de Hermione se ensancharan en una enorme sonrisa mientras asentía – ¿tú me amas? – le preguntó sin dejar de sonreír.
Hermione lo observó mordiéndose el labio inferior, pero sin poder dejar de sonreír – ahora me doy cuenta que es lo único que he sabido hacer desde que te conocí – le dijo antes de recibir un beso de su, aún, amigo.
Hermione se separó un poco de Harry, mientras el chico comenzaba a acariciar su espalda baja dentro de su pantalón, y lo observó sin poder dejar de sonreír – y... sólo por si te interesa saberlo o tienes alguna duda... no soy novia de Peter... – decía pasando sus dedos entre el cabello de Harry, haciendo que el chico cerrara los ojos apoyando su cabeza sobre su mano, disfrutando de la caricia.
– me da gusto escuchar eso... quiero que seas sólo mía... para siempre – le dijo recostando su cabeza sobre el pecho de Hermione, y la chica abrazó suavemente su cabeza con un brazo y con el otro lo rodeó por al espalda – no te separes nunca de mi – le pidió Harry sin cambiar ni un poco de posición.
Hermione negó – ¡nunca! – le aseguró antes de darle un beso en el cabello.
– ¡oh, dios!... ¡perdón! – dijo una voz en la puerta, haciéndolos despertar de su ensueño.
Harry le sonrió, mientras Hermione se sonrojaba alejado lentamente las manos del cuerpo de él – no te preocupes, no estamos haciendo nada malo – le dijo sonriendo, sin moverse de su lugar, el cuerpo de Hermione.
– vaya... – dijo un poco confundida, sin saber qué más decir – bueno, espero que este no sea otro arranque de necesidad de cariño¡eh! – le advirtió al ver el gesto preocupado de Hermione.
Harry se rió un poco mientras negaba – no es ningún arranque de necesidad de cariño ni lo fue antes, eran arranques de descontrol... ¿crees que me era fácil soportar tenerla a un lado sin poder besarla? – le preguntó con tono serio, y volteando a ver a Hermione le plantó un beso en los labios – que quede demostrado y confirmado, amo a Hermione Jane Granger y no pienso dejarla ir – dijo sin dejar de observar a Hermione, quien se sonrojó irremediablemente – ¿oíste, Ginny? tú serás la testigo del inicio de la mejor relación de mi vida... – dijo haciendo que tanto Hermione como Ginny sonrieran – tú serás la testigo de mi compromiso con Hermione Jane Granger... – dijo haciendo que Hermione lo observara bastante sorprendida y Ginny ensanchara su sonrisa con gesto emocionado.
– ¡oh, Dios, esto me encanta! – dijo Ginny cerrando la puerta detrás de ella para que nadie interrumpiera y pudiera escucharlos atentamente.
Harry se reincorporó, ayudando a Hermione a sentarse, y se hincó frente a ella – sé que tardé demasiado en demostrarte que te quiero... y tardé aún más en aceptar, frente a ti, que eres más que una amiga... pero también sé que no podría vivir sin ti, que necesito tenerte a mi lado y que deseo tenerte entre mis brazos al despertar, porque una foto tuya en mi buró no es suficiente... Hermione, deseo hacerte mi esposa... quiero compartir el resto de mi vida contigo; quiero reír, llorar, hablar, gritar, disfrutar y sufrir a tu lado... quiero saber lo que es crecer, aprender y vivir día a día al lado de Hermione Jane Granger... y me gustaría protegerte y cuidar de ti... ¡Hermione, cásate conmigo, por favor! – le pidió sin apartar la mirada de los ojos de su amiga.
Hermione lo observaba conmovida, con lágrimas surcando su rostro – no me das opción para elegir... – le dijo sonriendo entre lágrimas, mientras Harry intentaba enjugarlas con una caricia – pero me agrada tu decisión – le dijo sosteniendo la mano de Harry en su mejilla, y la besó – te amo, Harry, y deseo casarme contigo – le dijo antes de recibir un beso de su ahora prometido.
– ¡cielos, esto es hermoso! – dijo una voz llorosa detrás de ellos, haciéndolos separarse, justo antes de escuchar que se cerraba a puerta del estudio.
Harry y Hermione se voltearon a ver sonriendo y el chico la volvió a besar, tomándola por la nuca suavemente y acercándola hacia él por la cintura, mientras profundizaba el beso.
– creo que deberíamos salir... – le dijo Hermione al separarse de él – mi mamá podría venir y no le agradaría nada enterarse de esta forma de que tengo novio – le dijo mientras le hacía una caricia a Harry en la mejilla, y acomodó su cabello sobre su oreja.
Harry asintió – quiero llevarte a cenar... y claro a presentarte ante mi familia como mi prometida – le dijo sonriendo ampliamente.
Hermione lo observó confundida, y estuvo apunto de cuestionarlo, pero inmediatamente recordó a los Weasley y los de la Orden, y sólo pudo asentir sonriendo.
– y ¡claro! también debo hablar con tus papás – dijo sin dejar de sonreír, levantándose del suelo y tomando a Hermione de ambas manos la hizo levantarse, guiándola a la puerta de la mano – ¿qué crees que digan? – le preguntó un poco preocupado, mientras caminaban hacia la sala.
– bueno... ellos sabían que talvez me iba a Italia a estudiar, como también sabían que Peter quería que me fuera a Francia... así que supongo que... bueno, no creo que les moleste demasiado si les llego con la noticia de que me voy a casar... – dijo sonrojándose – bueno, les he comentado que la mayoría de los magos se casan a muy corta edad... supongo que han pensado que yo también podría casarme joven... –
– sinceramente espero que lo estén considerando, porque ¡quiero casarme contigo cuanto antes! – le dijo rodeándola por la cintura antes de darle un beso en los labios – quisiera poder besarte las 24 horas del día... ¡lástima que necesitemos el oxígeno! – dijo haciendo reír a Hermione – ¡lo digo en serio! – le dijo con tono ofendido – tienes los labios más... ¿cómo podría describir tus labios? – le preguntó acariciándolos con su dedo pulgar, y Hermione se encogió de hombros sonriendo – bueno, son suaves... son dulces... son bastante juguetones¡debo decirte! – le dijo a modo de queja, haciendo reír de nuevo a Hermione – ¡realmente me sorprendiste cuando me besaste la primera vez! – le dijo intentando volver a besarla, pero Hermione se hizo hacia atrás observándolo detenidamente.
– ¡tú me besaste a mi!... si mal no recuerdo, me callaste con un beso – se quejó, sin poder ocultar su sonrisa.
Harry se rió un poco – ¡claro¡cómo olvidarlo!... si lo hubiera sabido, lo habría aplicado desde antes y me habría ahorrado bastantes regaños¡eh! – le dijo causando el gesto ofendido de Hermione – ¡ey, no me vayas a salir con que no te gustó ese beso! – le dijo frunciendo el entrecejo – yo sé que te encantó, si no, no me habrías besado de nuevo – le dijo volviendo a sonreír, y Hermione le sonrió de nuevo.
– te amo... – le dijo en susurro antes de besarlo, parándose de puntillas, acariciando su mejilla con una mano y rodeando su cuello con su brazo libre.
– ¡mgh! –
Hermione se separó rápidamente al reconocer al causante de aquel sonido gutural, haciendo que Harry la observara confundido – ¡papá! – dijo casi sin aliento, separándose con pasos cortos de Harry, quien volteó su cabeza con rapidez, causándose un fuerte dolor en el cuello – papá, él es Harry... ya lo conocías¿no? – decía nerviosa, mientras su papá se acercaba a ellos.
– ehm... ¡buenas noches, señor Granger! – dijo Harry nervioso, acercándose un poco al papá de Hermione, mientras le tendía la mano cortésmente – yo... ehm... bueno, quisiera hablar con usted y con su esposa... – decía aún más nervioso, bajando la mano pues el señor Granger la había ignorado completamente.
– ¿sí, y de qué quieres hablar? – le preguntó con tono serio y los músculos del rostro bastante tensos.
– ¡oh, vaya, aquí están! – escucharon otra voz – ¡Harry, pensé que ya te habías ido! – dijo la mamá de Hermione mientras se acercaba a ellos.
– ¡no¡claro que sigue aquí!... ¡estaba muy cómodo besando a nuestra hija a mitad de la sala! – le dijo con tono molesto, intentando irse sobre Harry, pero su esposa se puso entre él y el chico como si hubiera pasado por ahí por casualidad.
– ¿en serio? – le preguntó con calma – no sabía que fueran novios, Jane – dijo observando a su hija, que estaba a suficientes metros de distancia para hacer pensar a cualquier persona, que a penas unos segundos atrás no podrían haber estado besándose.
– ehm... hoy... hoy iniciamos nuestra relación... – le dijo bastante nerviosa.
– ¿y Peter qué? – le preguntó su papá con el mismo tono molesto – ¡a penas hace unas horas me pidió permiso para que te fueras con él a Francia! –
– ¡papá, a mi no me gusta Peter! – dijo Hermione frunciendo el entrecejo, mientras daba un paso hacia ellos.
– ¡pero es el chico perfecto para ti! – le dijo con tono serio – ¡trabaja y está estudiando una profesión! – le decía intentando denotar que Harry no tenía ninguna de las dos cosas.
– ¡Harry también estudiará una profesión mágica¡y estoy segura que trabajará! – dijo acercándose un poco más.
– muy bien, Jane, porqué no vas a despedir a Harry... – le dijo su mamá al ver el ahínco de su marido por hacer sentir menos a Harry – nos gustaría que vinieras a cenar con nosotros un día de estos – se dirigió a Harry mientras Hermione lo guiaba fuera de la sala, recibiendo una mirada asesina de su papá.
Harry sólo atinó a asentir y seguir caminando detrás de Hermione, que lo guió hasta la puerta de su casa.
– perdón... – se disculpó bastante apenada, pero Harry negó restándole importancia – ¡claro que sí! Pensé que mi papá estaba en su consultorio... jamás creí que llegaría en ese momento, debí haber ido a buscar a mi mamá antes, así no habría pasado nada de esto –
– vamos, no pasa nada... cuando venga a cenar hablaré con ellos, les diré que me quiero casar contigo y que quiero que te vayas a vivir conmigo – le decía abrazándola por la cintura, pero Hermione negó rápidamente.
– después de esto, no podemos decirle a mi papá que pensamos casarnos... creerá que estoy embarazada o algo – decía preocupada, recibiendo una mirada confundida de su novio – sabe que acabamos de iniciar nuestra relación, pensará que estamos apresurando demasiado las cosas y sacará sus conclusiones –
– está bien, está bien... saldremos un tiempo, pero ¡quiero que sepas que ni tu papá ni nadie va a evitar que me case contigo! – le dijo Harry con tono serio, antes de besarla en los labios con bastante ternura.
– ¡cuidado, ahí viene el papá de Hermione! – les dijo una voz casi al oído, y poco le faltó a Harry para aventar a Hermione bastante lejos de él, provocando la risa de la pelirroja que los acababa de interrumpir – ¡así no convences a nadie, Harry! – le dijo Ginny en burla mientras se dirigía al coche del moreno.
– ¡Weasley tenías que ser! – le dijo Harry a modo de reclamo.
– ¡ey¡soy la mejor de los Weasley, hice lo que ninguno! – se defendió, recibiendo una mirada interrogativa de sus amigos – ¡me gané el corazón de un Malfoy! – dijo sonriendo inocentemente, haciendo reír a sus amigos – ¡oigan¿podría contarle sobre su relación a Ron?... ¡muero por ver la cara que ponga cuando se entere! – decía cerrando los ojos, como disfrutando el momento, y Harry y Hermione asintieron con calma, mientras el chico volvía a besar a su prometida.
– ¿podemos salir mañana? – le preguntó Harry mientras acariciaba su mejilla con una mano y la abrazaba por la cintura con la otra.
Hermione asintió mientras jugaba con un botón de la camisa de Harry – ¿puedes pasar antes de las cinco?... mi papá llega a esa hora los sábados – le dijo mientras se dejaba abrazar por Harry.
– ¡a la hora que tú quieras! – le dijo dándole un beso en el cabello – aunque también puedo venir en la mañana... tanto tu mamá como tu papá están trabajando – le dijo haciéndola voltear.
– mi papá se va a las ocho y mi mamá a las nueve – le dijo haciendo ademán de separarse de él, pero Harry la retuvo acercándola más a él.
– vendré a las diez, para estar seguros... – le dijo antes de besarla – te amo... – le dijo entre un beso y otro – nos vemos mañana... – le dijo volviéndola a besar, antes de dirigirse a su coche.
Ni un roce y yo soñando, soñando con lo que pueda ser, enamorada de ti.
– no es tan diferente a como me la imaginé... – le dijo mientras se sentaba en la cama de Hermione observando toda la habitación – bueno, a excepción de eso – dijo señalando la computadora que estaba en el escritorio junto a la puerta del closet.
– casi no la uso... mi papá me la regaló cuando me dieron la insignia de Prefecta – le explicó Hermione mientras buscaba algo en los cajones de su tocador – ¿quieres algo de tomar? – le preguntó sin dejar de revolver dentro de los cajones.
Harry negó – quiero que te sientes aquí conmigo – le dijo sonriendo.
Hermione lo volteó a ver sonriendo y se acercó a él – ¿me amas? – le preguntó deteniéndose frente a él, mientras lo rodeaba por el cuello.
Harry la abrazó por la cintura y la acercó a él – no podría amar a nadie más como te amo a ti – le dijo sonriendo, antes de recibir un beso tierno de su prometida. La estrechó más a él, profundizando el beso, pidiéndole permiso para probar mejor su boca, mientras Hermione acariciaba su cabello y espalda. Harry se levantó un poco, sólo para cambiar de posición, haciendo que ella quedara sobre la cama, la tomó suavemente por la nuca y la cintura haciéndola acostarse, mientras él quedaba apoyado sobre un codo y sus rodillas, pero no tardó en sentir cómo Hermione lo atraía hacia ella.
Comenzó subiendo su blusa, olvidando por completo en dónde estaban y disfrutando de un largo beso, que daría libertad a esa muestra de amor.
– ¡te amo! – le susurró Hermione mientras Harry besaba su pecho desnudo, acariciando sus caderas.
– ¡y yo a ti! – le dijo sonriendo, antes de volver a besar sus labios, y comenzó jalar la sobrecama para cubrirlos a ambos, luego de descalzarse – no quiero que seas de nadie más... – le dijo fingiendo tono posesivo mientras la abrazaba a él, acostándose a su lado.
Hermione le sonrió – serás el primero y el único, no me compartirás con nadie más... – le dijo besando su pecho – te amo, Harry... no podría vivir sin ti... – le dijo hundiendo su rostro en el cuello de su prometido.
– no pienses en eso, siempre estarás conmigo – le dijo dándole un beso en el cabello – ¡no hagas eso! – le advirtió al sentir que Hermione comenzaba a besar su cuello – ¡Hermione, no! – dijo alejándose un poco de su prometida, bastante sonrojado.
Hermione lo observó intentando no sonreír – ¿estás bien? – fue lo primero que se le ocurrió preguntar y Harry asintió intentando levantarse, pero lo detuvo – ¿a dónde vas?... dijiste que nunca me ibas a dejar... – le dijo en susurro antes de volverlo a besar, acariciando su tórax, y no pudo evitar gemir cuando Harry se volvió a acercar a ella acariciando su espalda baja.
Se deshicieron de la ropa que les quedaba y Harry volvió a besar su cuello, acariciando su espalda con una mano y su costado con la otra, y Hermione acariciaba su espalda y cabello, despeinándolo más, antes de que Harry volviera a besar sus labios entrando en ella, haciendo que emitiera un débil quejido.
– ¿te hice daño? – le preguntó Harry observándola preocupado, recibiendo una sonrisa conmovida de su prometida.
– estoy bien... a tu lado estoy bien – le dijo antes de volverlo a besar, recibiendo todo el amor de Harry y respondiéndole con la misma intensidad.
Se aferró a su cuerpo, disfrutando de la dicha de tenerla entre sus brazos, besó su cabello aún con los ojos cerrados, intentando no perder ese momento perfecto; pero al sentirla moverse, no pudo evitar sonreír, no sabía qué era mejor si dormir con ella o despertar con ella.
– hola... – le dijo Harry al verla abrir los ojos, Hermione le sonrió y escondió su rostro en su pecho – ¿cómo estás? – le preguntó acariciando su espalda.
– perfecto... ¿y tú? – le preguntó volteándolo a ver sin poder dejar de sonreír.
– ¡no puedo estar mejor! – le dijo antes de darle un beso en los labios.
– ¿cuánto tiempo llevamos dormidos? – preguntó un poco preocupada, al ver que el sol no brillaba tanto como al medio día.
Harry se separó un poco de ella y, estirándose, alcanzó su reloj en el buró que estaba de su lado. Estuvo apunto de decirle la hora un poco preocupado, pero no pudo evitar voltear hacia la puerta bastante asustado.
Frente a ellos estaba el señor Granger observándolo furioso, dispuesto a matarlo en cualquier momento.
– ¡papá, nosotros...! – intentaba explicar Hermione mientras aferraba con fuerza la sobrecama.
– ¡señor, yo...!... ehm... ¡señor, realmente amo a su hija!... jamás... – decía nervioso, mientras Hermione intentaba callarlo – ¡jamás habría hecho el amor con Hermione, si no fuera algo serio para mi! –
Hermione deseó desaparecer en ese momento, pero sabía que no podía estar huyéndole a su papá, además¿en dónde podrían permitirle aparecerse sin nada de ropa?
– siempre le dije a tu mamá que deberíamos tener una pistola¡sabía que un día la iba a llegar a necesitar! – dijo el señor Granger bastante enojado.
– ¡papá, por favor, no le hagas nada a Harry! – le suplicó Hermione – lo que dijo es cierto, nos amamos... – decía intentando proteger a Harry y a la vez cubrirse con la sobrecama.
– ¿qué pasa? – preguntó Jane, la mamá de Hermione, entrando a su habitación – ¡Jane! – dijo bastante sorprendida al ver la situación – Robert, sal para que se vistan... – le dijo a su marido indicándole que saliera de la habitación – los esperamos en el estudio – dijo dirigiéndose a Harry y Hermione, antes de salir del cuarto.
Harry estaba mucho más pálido de lo normal, podría asegurar que el papá de Hermione lo mataría en cuanto lo viera aparecer en el estudio. Volteó a ver a Hermione y ella no estaba mucho mejor que él – ¿te encuentras bien? – le preguntó preocupado, abrazándola por los hombros.
– mi papá jamás me dejará casarme contigo... – dijo preocupada, antes de ocultarse en el pecho de su prometido.
– ¡claro que te dejará! – le aseguró Harry – y aunque no acepte, ya te dije que nadie impedirá que me case contigo – le dijo con tono seguro, haciendo sonreír a Hermione.
– creo que mejor nos vestimos, si no mi papá regresará por nosotros – le dijo separándose de él para comenzar a arreglarse, siendo seguida por Harry.
– prométeme que no me matará... – se lo repitió Harry por cuarta vez, antes de entrar al estudio.
Hermione suspiró y asintió – te prometo que no te matará... – dijo intentando sonar segura y antes de abrir la puerta palpó su bolsillo derecho, comprobando que ahí estaba su varita.
– ¡hijo de...! –
Fue lo primero que alcanzó a escuchar Harry al cerrar la puerta tras de él, y enseguida sintió a Hermione protegerlo con su cuerpo y al señor Granger forcejear con su esposa.
– ¡Robert, contrólate! – lo reprendió Jane – agradece que tu hija estuvo en un lugar seguro, podría haber estado en uno de esos tugurios expuesta a quien sabe cuanta cosa... y sabemos quién es Harry... – decía intentando ser lo más razonablemente posible.
– ¡claro!... y también sabemos quién es Peter... conocemos a Peter perfectamente... hubiera preferido que estuviera con él – decía enojado.
– ¡papá! – se quejó Hermione.
– si hubiera sido Peter, todo habría sido diferente¿no? – le preguntó su esposa con sarcasmo – no correría el riesgo de quedar embarazada ni de contraer una enfermedad ni nada que se le parezca –
– ¡claro que no!... pero sería diferente... sabemos que Peter es un buen chico... el chico perfecto para Jane – decía sin apartar su gesto y tono molesto.
– ¡pero yo no quiero a Peter!... a quien amo es a Harry... ¡en verdad lo amo! – le decía Hermione con tono serio.
– yo también amo a su hija y... y me quiero casar con ella – intervino Harry bastante nervioso.
– Peter... – decía Robert, pero su esposa lo interrumpió.
– Jane y Peter se conocieron en su infancia, pero eso no quiere decir que Peter siga siendo el mismo niño atento que cuando tenían once años... ni que Hermione esté enamorada de él... – le dijo con tono serio – nunca le hemos impuesto nada a nuestra hija y no vamos a comenzar cuando se trata de una decisión que sólo le compete a ella tomarla – le dijo un tanto enojada por la actitud de su marido – aunque eso no quiere decir que estuvo bien lo que hicieron, Jane... fue una falta de respeto hacia nosotros – le dijo recuperando su tono serio.
Hermione asintió apenada – en verdad lo siento... no pensamos en lo que estábamos haciendo... – dijo sin atreverse a ver a sus papás a la cara – les prometo que no volveremos a subir a mi habitación... –
– está bien... bueno, prepárense para cenar – les dijo Jane sin moverse de su lugar, Hermione estaba segura que se quedaría hablando un buen rato con su papá.
– ehm... ¿mamá, recuerdas que te dije que hoy saldría a cenar con Harry? – le preguntó con timidez.
– sí, pero, bueno, pueden cenar con nosotros¿no? – le dijo con calma.
– lo que pasa es que Harry hizo reservaciones – dijo casi arrepintiéndose por haberlo mencionado.
– está bien... nos gustaría que mañana cenaras con nosotros... – dijo Jane dirigiéndose a Harry, quien asintió rápidamente.
– nos vemos – dijo Hermione dándose media vuelta para salir, pero la voz de su papá los detuvo.
– ¡te quiero aquí a las nueve! – le dijo con tono serio.
– ¡papá, son las 7:30! – se quejó Hermione casi por inercia.
– ¡con eso tienes más que el tiempo suficiente para cenar! – le dijo con tono autoritario.
– te espero antes de las 10:30, necesito hablar contigo – le dijo su mamá, antes de dirigirse a su marido y llevarlo hacia la sala del estudio.
Y Harry y Hermione no tardaron en salir.
– me dijiste que tenías reservaciones – le reclamó Hermione al ver que habían llegado a Grimmauld Place.
– ¡claro que tengo! – dijo Harry mientras le indicaba que entrara – le pedí a Ron y a Malfoy que salieran de la casa por unas horas... – le dijo guiándola hacia el salón.
– ¡vaya! Creo que Molly los ha hecho trabajar bastante – dijo al ver lo elegante que estaba el salón.
– no tanto... Fred y George hicieron un limpiador mágico bastante efectivo... podrían dejar la Casa de los Gritos como nueva – le explicó mientras se dirigía a un librero, en busca de algo – toma... – le dijo entregándole un sobre.
Hermione lo recibió confundida y ahí mismo lo abrió encontrando una foto dentro – por... ¿porqué? – le preguntó confundida.
– me enteré de que la tuya está un poco deteriorada por mi culpa – le dijo sentándose en un sillón, recibiendo una mirada apenada de Hermione – no te preocupes, le pedí a Colin que me hiciera una copia, así que, mientras no vivamos juntos, cada quien podrá tener su propia foto – le dijo sonriendo, mientras Hermione se acercaba a él – aunque haré una fiesta para que nos tome otra foto como pareja – le dijo sin dejar de sonreír antes de darle un beso en los labios.
– me agrada eso... – le dijo Hermione sonriendo.
– ven... – le dijo levantándose de su lugar, recibiendo una mirada confundida de Hermione – te voy a mostrar mi habitación – dijo sonriendo mientras salían del salón.
– creo que eso no nos llevará a nada bueno... por lo menos no después de lo que pasó hoy... – le dijo Hermione sin poder evitar sonreír divertida.
– ¡oye¡no soy ningún enfermo sexual ni nada por el estilo! – se quejó Harry ofendido – te quiero mostrar mi nueva habitación... ya, si luego se te antoja hacer algo más, pues con gusto te complazco – le dijo sonriendo.
– muy gracioso... hoy no puedo llegar tarde a mi casa... – le dijo con tono serio – por cierto, no sabía que tuvieras nueva habitación – dijo cambiando su tono serio por uno confundido.
– me convencieron de ocupar la habitación que era de Sirius... Remus me comentó que Sirius le dijo en una ocasión que si heredaba la mansión, le gustaría que ocupara su dormitorio... – le dijo antes de detenerse frente a la puerta de la habitación.
– bueno, entonces fue una petición de Sirius... – le dijo entrando detrás de Harry a la habitación y no pudo evitar abrir la boca al ver una enorme foto de la boda de los papás de Harry, en la que estaban Sirius y Remus – ¡Harry, esa foto es hermosa! – le dijo acercándose para verla mejor – ¿cómo le hiciste para ampliarla? – preguntó observando detenidamente a los papás de Harry.
– Colin me ayudó... ha aprendido mucho sobre fotografía muggle y él la arregló y la amplió – le dijo acercándose a ella.
– tu mamá era realmente hermosa... – le dijo admirando el joven rostro de Lily, mientras Harry la rodeaba por la cintura – y no tengo la menor duda de que tu papá era muy guapo – dijo sonriendo, volteando hacia Harry – nadie mentía al decir que eras la viva imagen de él... – le dijo acariciando su mejilla – te amo tanto, Harry... – dijo justo antes de besarlo.
Harry la rodeó por la cintura y guió a su cama, haciendo que Hermione intentara separarse de él apoyando sus manos en su pecho.
– no, Harry... – dijo logrando separarse de él, quitándose a Harry de encima suyo – debo llegar temprano a mi casa – le dijo con tono serio.
– sólo un ratito – le dijo con tono suplicante intentando volverla a besar, pero Hermione se hizo a un lado observándolo con gesto ofendido.
– ¿sólo un ratito? – repitió observándolo detenidamente – no soy microondas para calentarme con sólo apretar un botón – le dijo fingiendo tono enojado, recibiendo una mirada bastante sorprendida de Harry, quien no pudo retener una corta risa.
– lo siento... nunca te había escuchado hablar así... – le dijo sin dejar de sonreír – créeme, no quiero decir que seas un microondas o cualquier aparato que se te ocurra... sólo quiero estar contigo – le dijo logrando besarla de nuevo.
– ok... estarás conmigo, pero sin tocar... – le dijo al sentir que Harry comenzaba a acariciar su abdomen.
– ¿cómo que sin tocar? – le preguntó bastante sorprendido.
– sí... anda, nada más abrázame – le dijo acomodándose en su pecho, rodeándolo por el tórax.
Harry le sonrió y la abrazó por la espalda y la cintura – me haces hacer todo lo que tú quieres – le dijo sonriendo antes de darle un beso en el cabello. Hermione sonrió ocultando su rostro en el pecho de su prometido.
Abrió los ojos sobresaltada, tenía la respiración agitada y los ojos llorosos; estiró su brazo descubriendo el lado izquierdo de la cama vacío... "todo fue un sueño"...
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Muy bien, muy bien... antes de que comiencen a buscar la forma de lanzarme maldiciones quiero agradecerles a todos los que han leído el fic... e informarles que el siguiente capítulo será el final... y espero subirlo el viernes... con eso de la salida del libro, dudo que alguien entre a leer fics... así que más vale prevenir que lamentar jejejejeje
Cuídense!
y a quien me pidió la dirección de LPDF... aquí está... es la dirección dónde están los fics... http/s4.
